Con Fernando III el gobierno pasó a manos de los validos (ministros omnipotentes). Su valido fue el duque de Lerma, que propició la firma de la tregua de los 12 años que reconocía la independencia del norte de los países bajos. El hecho más relevante fue la expulsión de los moriscos. El reinado de Felipe IV coincidió con el estallido de la guerra de los 30 años. Que enfrentó a los príncipes alemanes protestantes con el emperador austriaco de religión católica. El conde duque de olivares (valido del rey) era partidario de la guerra para mantener la hegemonía de los Habsburgo en Europa y frenar el protagonismo de Francia. Finalizó con la paz de Westfalia que reconoció la independencia del norte de los países bajos por parte de la monarquía hispánica e hizo patente el declive del imperio de los Austrias. Después de la paz de Westfalia la guerra entre la monarquía hispánica y Francia por la hegemonía europea continuó. Tras 10 años de guerra, Francia, aliada con Inglaterra, venció a las tropas españolas en la batalla de las Dunas. Se firmó la paz de los Pirineos, que significó la entrega a los franceses del Rosellón y parte de la Cerdaña. La guerra empobreció Castilla. Olivares intentó reclutar hombres e impuestos en el resto de territorios hispánicos pero sus exigencias acabaron provocando el levantamiento en 1640de Andalucía, Cataluña, Portugal y Nápoles. Portugal se separó definitivamente. El reinado del último de los Austrias, Carlos II, constituyó el momento más crítico. La incapacidad del rey, la corrupción de los validos, la crisis, la pérdida del peso político… Carlos II murió sin descendencia lo que dio lugar a un conflicto sucesorio entre Felipe de Borbón y Carlos de Austria. El ascenso de Felipe significó el fin de la dinastía de los Habsburgo. La población registró un importante retroceso por culpa de las epidemias, la guerra, el hambre y la expulsión de los moriscos. La marcha de los moriscos agravó los problemas agrícolas y ganaderos. La industria y el comercio padecieron una profunda crisis, se produjo un descenso de la demanda de productos desde América, las finanzas publicas sufrieron un grave deterioro, La hacienda real se declaró en bancarrota muchas veces. Se consolidó un modelo social rentista, trabajar estaba mal visto, como una actividad plebeya que no daba prestigio. Los campesinos perdieron sus tierras y los artesanos y comerciantes se empobrecieron. Solo Aragón sufrió esta crisis con menos intensidad.