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La Luz
Por:
Biniamin Ben Malaj
En muchas ocasiones la mayoría de nosotros hablamos de la “luz del Creador” o de la “Luz
que debemos de dar como Bene Israel” , pero la pregunta ideal seria ¿Sabemos cual es esa
luz y su función en nuestras vidas?
Para entrar un poco en contexto recordemos las palabras de Rabenu haQadosh:
“Atem ma'or ba'Olam” /Ustedes son fuente de luz en el mundo. Una ciudad construida sobre
la montaña no podrá estar escondida. No encienden una luz para ponerla en un lugar
escondido donde no alumbre, sino que la pondrán sobre la Menoráh para que alumbre a
todos los de la casa. Así alumbre sus fuentes de luces ante todo ser humano, para
mostrarles las maasím tovím de ustedes que son de alabanzas y de glorias para el Padre de
ustedes que está en los cielos.
Maasím tovím: Lit. ‘Las obras preparadas para cumplir el propósito del ser humano’
En otra ocasión también dijo:
La lámpara de tu cuerpo son tus ojos; si tus ojos al frente miran todo tu cuerpo
resplandecerá. Pero si tus ojos se opacan, todo tu cuerpo se oscurecerá; y si la luz que está
en ti se oscurece, oscuros estarán todos tus caminos.
Como notamos en la palabras de Rabenu Iehoshua, veremos que uno de sus tantos
significados es que la Luz que tenemos que irradiar indudablemente esta conectada con
nuestro cuerpo, acciones, vista y palabras. Y aunque esto pareciera ser lo mismo, realmente
no lo es, cada una de estas manifestaciones del Alma nos llevan hacia lo “Alto” o hacia lo
“Bajo” en cada etapa de nuestro día cotidiano.
Diferencia entre religión y vida
Antes de proseguir con el tema es importante hacer un “paréntesis” pues tiene una prioridad
muy grande localizar donde nos desarrollamos para de esta manera encontrar la “Luz” que
emana de Hashem.
Nosotros como seres egoistas (por tendencia natural) enfocamos las palabras del Mashiaj y
la Tora misma dentro de un contexto religioso o sinagogal, en pocas palabras dentro de una
comunidad aplicamos ciertos principios de vida Toraica, pero el resto de la semana en el
trabajo, escuela, familia o en el simple caminar por la calle somos distintos olvidándonos de
toda la gran tarea que debemos desarrollar en este mundo.
Aquí es donde se marca la diferencia de “Religión o vida verdadera”, en la vida cotidiana, en
la vida que mostramos ante los demás “sean o no hijos de Israel”.
Seguramente aquí es donde hace eco las palabras que leímos hace un momento:
“Así alumbre sus fuentes de luces ante todo ser humano”
Buscando la Luz
Uno de los sentimientos mas satisfactorios del ser humano es “Ganarse las cosas por
nosotros mismos” esta es una sensación que seguramente todos hemos experimentado,
sabemos que apreciamos mas lo que tenemos cuando lo hemos ganado con el sudor de
nuestra frente con mucho esfuerzo y dedicación hacia el objetivo.
Ahora todo comienza a tener sentido.
Cuentan los meQubalim /Qabalistas, que antes de que existiera el mundo físico, todas las
almas vivían en una realidad mas compleja donde se experimentaba el placer absoluto .
Todo Gozo y dicha eran de esas almas y no había la necesidad de luchar por ello.
Pero un sentimiento indescriptible es ganarnos las cosas por nuestra cuenta, de esta manera
Hashem escondió la plenitud de su luz en este mundo, para que nosotros a base de los
problemas y dificultades de la vida diaria, seamos capaces de desarrollar una conexión con
esa luz infinita que emana desde los mundos superiores.
Seguramente ahora comenzamos a comprender el por que de todas estas dificultades, el por
que de las carencias de nuestra vida (tanto espirituales y físicas) y es que el placer y plenitud
que obtendremos al encontrar esa luz por nuestra cuenta sera indescriptible.
¿Pero donde pudo esconderse toda esa luz infinita?
Obviamente no podemos hablar de “tamaño o distancia” pero seguramente el escondite tuvo
que ser algo igualmente de grande para poder ocultar esa luz infinita. O que por lo menos no
nos permita ver mas allá.
En Bereshit 6:5 dice: “Vio Hashem que era mucha la maldad de la persona en la tierra”
Este es el escondite de esa luz, la maldad y el “Ego, el Yo siempre yo antes que todos”
Aunque esto suene sencillo en verdad no lo es, pues todos los mitzvot y enseñanzas de los
Rabanim, incluyendo sin duda a Rabenu Iehoshua, todas nos llevan al comportamiento, al
compartir, al hacer con los demás como queremos que hagan con nosotros, a perdonar, en
fin. Aunque suene sencillo desde la creación del mundo se busca ese objetivo, pero no todos
lo hemos alcanzado como se debiera y lo único que esto significa es que no hemos logrado
la misión de la vida.
Cuando nosotros dejemos el “Razton le'Qabel/ Deseo egoísta de recibir” la luz sera
manifestada en nuestra vida indudablemente, lograremos percibir el shamaim aquí en la
tierra.
¿Cuantas veces pensamos en nosotros?
Cuantas veces nos hemos tratado de aferrar a una situación o una persona que no puede
estar en nuestra vida, en estas acciones solo queremos satisfacer un deseo egoísta tratando
de buscar solo nuestra felicidad y no la de esa persona.
O el simple hecho de desear muy en nuestro interior la vida de otra persona.
Aquí podemos ver por que el primero de los 10 códigos del Sinai en cuenta regresiva.
“No codiciaras” , desde ahí comienza todo.
Rabenu Iehoshua nos entrego una clave de las leyes espirituales y no lo notábamos.
La lámpara de tu cuerpo son tus ojos; si tus ojos al frente miran todo tu cuerpo
resplandecerá. Pero si tus ojos se opacan, todo tu cuerpo se oscurecerá; y si la luz que está
en ti se oscurece, oscuros estarán todos tus caminos.
Es decir, todo comienza desde donde colocamos la mirada, con que objetivo vemos a
los demás, con que razón busco a mis compañeros y amigos.
Seguramente ya identificaste muchas barreras de tu vida, ¿Ahora que harás?
Encontrar la Luz.
Shalom a todos!
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