Enviadas a Misión ACTIVIDAD MISIONERA DE LA IGLESIA Y POR TANTO DE LA COMPAÑÍA DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD. “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Noticia a toda creatura “(Mc. 16,15) El Señor que nos conoce como sus SEGUIDORES, nos confirma como tales cuando en la persona de los discípulos, nos dice: “Vayan….” Este es su mandato…Nos confía continuar su obra de extensión del Reino de Dios en el mundo, y para nosotras, Hijas de la Caridad, primordialmente nos envía al mundo de nuestros hermanos y hermanas los pobres. La Comunidad en su última Asamblea General ha ratificado esta urgencia y nos invita y/o recuerda a: “dar un nuevo impulso al espíritu misionero de la Compañía para anunciar, con la palabra y con la vida, el amor del Padre manifestado en Jesucristo” (A.G. p. 15). Nos recomienda también elaborar nuestros proyectos comunitarios con prioridades misioneras y entre los compromisos que asumimos en el Nuevo proyecto Provincial leemos: “Recuperar el espíritu misionero propio de los orígenes, que nos permita estar en medio de los hermanos más vulnerables, asumiendo los riesgos que implica sembrar justicia y reconciliación” (p.15). Entre las líneas de acción tenemos: 1. “Aprovechando los medios de comunicación, para la evangelización y proyección del Carisma en nuestros servicios pastorales”. 2. “Participando en la Misión Continental propuesta por la Iglesia latino-americana 20102014” (p.16) Estamos en el mes de Octubre, mes misionero por excelencia, veamos algo de su significado: Este mes da al apostolado misionero un impulso formidable, difícil de superar por otros medios, tanto por su extensión como por su profundidad. El recordado Pablo VI lo ha calificado, en diversas ocasiones, "como un acontecimiento de gran relieve en la vida de la Iglesia. Siempre se nos recomienda: "Para aumentar el espíritu misionero en el pueblo cristiano, fomentar las oraciones y los sacrificios diarios, de suerte que el día anual de las Misiones venga a convertirse en símbolo espontáneo de este espíritu." El mensaje de este año 2010, de S.S. Benedicto XVI fue titulado: “QUEREMOS VER A JESUS”. A continuación alguna de sus apartes: “El mes de octubre, con la celebración de la Jornada Misionera mundial, del 17 al 24, ofrece a las Comunidades diocesanas y parroquiales, a las Institutos de Vida Consagrada, a los Movimientos Eclesiales y a todo el Pueblo de Dios, la ocasión de renovar el compromiso de anunciar el Evangelio y de dar a las actividades pastorales un aliento misionero más amplio”. «Queremos ver a Jesús» (Jn 12, 21), es la petición que algunos Griegos llegados a Jerusalén para la peregrinación pascual, presentan al apóstol Felipe. La misma petición resuena también en nuestro corazón en este mes de octubre, que nos recuerda cómo el empeño y la tarea del anuncio evangélico le corresponda a la Iglesia entera, «misionera por su naturaleza» (Ad gentes, 2)” (Mensaje 2010). La Compañía de las Hijas de la Caridad, en sus Constituciones, retoma y se compromete con esta característica de ser misionera por naturaleza; por eso se empeña en conservar la agilidad y movilidad necesarias para poder responder a las llamadas de la Iglesia ante todas las formas de pobreza” (C.25a)… “El espíritu misionero debe animar a todas las Hermanas que están dispuestas a ir a prestar servicio dondequiera que se las envíe, convencidas de que contribuyen al cumplimiento de la misión recibida de la Iglesia” ( C. 25b) “De hecho, la conciencia de la llamada a anunciar el Evangelio apremia no sólo a cada fiel, sino a todas las Comunidades diocesanas y parroquiales a una renovación integral, y a abrirse cada vez más a la cooperación misionera entre las Iglesias, para promover el anuncio del Evangelio en el corazón de cada persona, de cada pueblo, cultura, raza, nacionalidad, y en todas las latitudes.” Lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él» (n. 84). «Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros» (1Jn 1, 3). Sintámonos todos protagonistas del empeño de la Iglesia por anunciar el Evangelio. El impulso misionero ha sido siempre un signo de vitalidad para nuestras Iglesias (cfr. Carta encíclica Redemptoris Missio, 2) y su cooperación es testimonio singular de unidad, de fraternidad y de solidaridad, que nos hace anunciadores creíbles del Amor que nos salva. Por ello, renuevo a todos la invitación a la oración y, a pesar de las dificultades económicas, al empeño de la ayuda fraterna y concreta para sostener a las jóvenes Iglesias. Como conclusión del mensaje anual para la Jornada Misionera Mundial, deseo expresar, con particular afecto, mi reconocimiento a los misioneros y a las misioneras, que son testigos en los lugares más lejanos y difíciles, a menudo con la vida, de la venida del Reino de Dios. A ellos, que representan la vanguardia del anuncio del Evangelio, va la amistad, la cercanía y el apoyo de cada creyente. «Dios que ama al que da con alegría» (2Cor 9, 7) les colme de fervor espiritual y de profunda alegría”. (Mensaje 2010). Hermanos y Hermanas: Es de desear que tengamos presente y apoyemos de diversas maneras a nuestras Hermanas Misioneras Ad-Gentes y demás miembros de la Familia Vicentina que se unen a ellas en dicho apostolado. En la página Web de la Provincia encontramos una buena parte del material que les puede servir de apoyo para el trabajo misionero en los diferentes servicios pastorales donde nos encontramos. Ha sido escogido del que hemos recibido sobre la Misión Continental y otros encuentros similares. La página Web está al alcance de todos y con un material más rico. Compartiremos aquí todos los subsidios recibidos con ocasión del XI Congreso Nacional Misionero, que tuvo lugar en Bogotá del 2 al 4 de Julio de 2010. En él participaron 37 miembros de la familia vicentina de los cuales 24 fueron Hijas de la Caridad de las Provincias de Cali y Bogotá. Que la Santísima Virgen “Estrella de la Evangelización” y “Única Madre de la Compañía”, nos acompañe, anime y sostenga en esta tarea tan importante de Anunciar a su Hijo Jesús, Nuestro Salvador. Fraternalmente en San Vicente y Santa Luisa Sor Carmen Leonor Suárez Alba. Hija de la Caridad