¿Fue Jesús un vegano?

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REFLEXIONES POR UNA FOTOGRAFÍA QUE DESINFORMA
¿Fue Jesús un vegano?
Varios de los que fomentan el estilo de vida “vegano” son enemigos de la Biblia y del
pueblo de Dios. Ellos también cumplen la profecía de 1 Timoteo 4:3 al mandar “a abstenerse
de alimentos que Dios creó”, prohibiendo el comer carne y fabricando argumentos
caprichosos para ello.
En un reconocido sitio Web de veganos, encontré una imagen que pretende
representar a nuestro Señor Jesucristo. La fotografía dice: “No Matarás” y luego agrega
“Cristiano ¿Por qué matas a los animales?”. Obviamente, esta imagen no representa la
realidad. El mandamiento “no matarás” no se aplica a los animales, sino a nuestro prójimo
humano (Ex. 20:13; Rom. 13:9), el mismo contexto lo explica.
Por la vida celular de la lechuga, por ejemplo, sabemos que ella es un organismo
vivo, en ese sentido. Por lo tanto, si “no matarás” se aplica a toda la vida, ¿por qué no se
aplica a la lechuga y demás frutas y verduras? Incluso, ¿estará alguno dispuesto a sufrir la
plaga de mosquitos, cucarachas, pulgas, piojos, chinches y ratones antes que procurar
exterminarlos de su casa por razón de la propia salud? Debe resultar evidente para todos, a
pesar de que no lo sea para los que aborrecen el permiso divino de comer carne, que el
mandamiento “no matarás” no se aplicaba a los animales, sino solamente al homicidio de
seres humanos.
Además, y volviendo al ejemplo de nuestro Salvador Jesucristo, todos los estudiantes
serios de la Escritura saben que él no se abstuvo de comer carne, él no era vegano.
La Biblia registra que Jesús comía pescado (Luc. 24:42,43) y cordero (Luc. 22:8-15).
Y cuando alimentó milagrosamente a la multitud, lo hizo con pescado y con pan (Mar. 6:3044; 8:1-10). Luego, cuando el Señor Jesús, quien es Dios, preparó comida para sus propios
discípulos, él les cocinó pescado (Jn. 21:9,13). Ahora bien, si comenzamos a usar la
memoria, recordaremos que en otra ocasión Dios envió su ángel para cocinar al profeta
deprimido, y el ángel no le preparó una ensalada a Elías, sino que le cocinó una torta sobre
las ascuas, y le sirvió una vasija de agua (1 Rey. 19:6,7,8). Podríamos seguir reflexionando.
¿Recuerdan el pan y la carne que los cuervos enviados por Dios traían a Elías cuando él
permaneció junto al arroyo de Querit (1 Rey. 17:2-7)? ¿Recuerdan la diversidad de carne
que se servía en la mesa de Salomón (1 Rey. 4:23)? Dios no condenó a Salomón por comer
carne. La razón de la ira de Jehová sobre las acciones de Salomón fue otra (1 Rey. 11:913).
Según Fred H. Wright, en su libro “Usos y Costumbres de las Tierras Bíblicas”, los
judíos antiguos consumían pan como principal alimento, además de diversos granos crudos
tostados, legumbres, verduras, huevos, miel, frutas, leche, mantequilla, quesos, y también
carne en ocasiones especiales.
Después del diluvio de los días de Noé, Dios le permitió a la humanidad comer carne:
“El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de
los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra
mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como
las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo” (Gen. 9:2-3). Dios nunca revocó este
permiso.
En la ley del Antiguo Testamento, se le ordenó a la nación de Israel abstenerse de
ciertos alimentos, pero nunca hubo un mandamiento que prohibiera comer de los animales
lícitos para ellos. Lo que Dios siempre ha prohibido expresamente es el consumir sangre
(Gen. 9:4; Lev. 17:10-16; Hech. 15:28,29).
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Por Josué I. Hernández
www.JosueEvangelista.com
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REFLEXIONES POR UNA FOTOGRAFÍA QUE DESINFORMA
No creo que haya algo moralmente malo en sí al decidir comer solamente legumbres,
frutas y vegetales. La Biblia no ordena comer carne, ni el abstenerse de ella. Lo que la Biblia
sí dice es que no debemos imponer nuestras opiniones sobre otros, condenándolos por su
comida, cosa que hacen varios veganos con su doctrina. Entre los cristianos, hay un
principio muy claro que debemos aplicar: “Porque uno cree que se ha de comer de todo;
otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que
no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido” (Rom. 14:2,3). Debemos
mantener la tolerancia y la consideración frente a la dieta de los demás. No obstante,
recordemos que Jesús declaró limpios “todos los alimentos” (Mar. 7:19). Desde este punto
de vista, podemos decir junto con Pablo “Yo sé, y confío en el Señor Jesús” (Rom. 14:14).
Cualquiera que sea su decisión en cuanto dieta, ésta será aceptable ante Dios
siempre y cuando le agradezcamos a él por proveer los alimentos (1 Tes. 5:18; 1 Tim.
4:4,5). Sin embargo, tenga cuidado de usar la Biblia para defender sus opiniones personales
y prejuicios. Seamos hombres y mujeres de fe, la cual viene por oír palabra de Dios (Rom.
10:17).
El apóstol Pablo, un hombre inspirado, dijo: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra
cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31). Entonces, ¿procura usted la gloria
de Dios incluso en lo que come?
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Por Josué I. Hernández
www.JosueEvangelista.com
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