Enero - Instituto Maurer

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“Sólo puedo decirles que me gustó el curso de Plomería Profesional y que gracias a este curso he podido
tener más trabajo y mi familia ha podido vivir mejor. Con el simple hecho de tener una identificación de
plomero la gente me tiene confianza.”
José Ramírez Sánchez.
Pololcingo, Gro.
“Muchas gracias por todo su apoyo y entusiasmo con el que siempre me dieron ánimos, realmente sus
palabras fueron muy motivadoras para mí. El curso de Inglés me ha sido de mucha utilidad, la verdad hace
muchos años que he intentado estudiar y siempre me ha fallado la estructura gramatical. Sin embargo, con
su método todo me pareció tan sencillo y fácil de recordar, los ejercicios muy adecuados a cada lección
lo que hace ameno contestarlos. Cuando inicié el curso ya llevaba un año y medio sin empleo, quiero que
sepan que me dio tanta confianza lo aprendido que me permitió encontrar un empleo como secretaria
bilingüe, y cuando fui a presentar los exámenes en inglés, fue muy curioso que las lecciones que acababa
de estudiar fueron de lo que trató mi examen.”
Beatriz Padilla A.
Benito Juárez, D. F.
“Mi esposa Dora Alicia tomó el curso de Administración de Restaurantes, nos gustó mucho y pusimos una
cafetería, aunque ella lo hizo por conocimiento y por placer, yo sí quiero el curso de Administración de
Hoteles como una carrera profesional para mi trabajo y porque estoy cerca de mi jubilación, y deseo llenar
este requisito.”
Luis M. Kauffman.
Cerro Azul, Ver.
“Lo mejor que me pasó fue saber del Instituto. Hoy me desempeño como Naturópata y Auxiliar de Geriatría
y la satisfacción más grande es que dejé de ser el simple vendedor de productos naturales, dejé la
calle. Ahora tengo una tienda de productos naturales y mi consultorio. Hoy la gente me busca por mis
conocimientos y sana… eso es algo invaluable. Me siento magnífico, realizado, feliz, gracias a Dios por esta
gran oportunidad, a ustedes por sus cursos y a mi familia por su apoyo.”
Alberto García D.
Parral, Chih.
“Querida maestra: hice el mole como me dijo y me quedó rico, aunque le confieso que me costó trabajo
porque estaba solo y me quemaba, pero lo logré y cuando mi mami llegó le dije que había preparado el
mole para mi tío, se puso a llorar y me abrazó fuerte. Quiero darle las gracias por su ayuda, ojalá y hubiera
estado para que lo probara, ya se acabó, hice mucho pero se acabó rápido. A mis abuelitos les gustó y me
abuelita me pidió la receta. Me siento muy contento porque a todos les gustó lo que les preparé gracias a
sus consejos. Sólo quería darle las gracias y espero un día verla y poderle dar un abrazo.”
Alan Vladimir Velázquez H.
Querétaro, Qro.
Una mañana hermosa de primavera, un joven que estaba
mirando con aire afligido, desde un puente, a los pescadores
de caña que regresaban del río con los cestos colmados de
pescado, le preguntó a uno:
—¿Cuántos pescados llevas?
—Cuarenta y ocho —le contestó.
—¡Si fueran míos sería feliz! —exclamó el muchacho—
porque podría venderlos para obtener comida.
Un viejo pescador que aún permanecía pescando, alcanzó
a oír las palabras del joven y le dijo:
—Pues yo te daré otros tantos y tan buenos, si quieres
hacerme un pequeño favor.
—¿Cuál?
—Tan sólo tenerme la caña dentro del agua mientras voy a
hacer una diligencia que me llevará poco tiempo.
Aceptó gustoso el joven y se instaló en el lugar del viejo.
Al poco rato comenzó a impacientarse, calculando que el
pescador tardaba más de lo necesario. De pronto se puso
de buen humor al ver que los peces picaban, y cuando
el pescador volvió ya había sacado muchos más de lo
calculado.
El viejo lo miró socarronamente y, contando tantos pescados
como tenía el cesto que el muchacho había codiciado, se
los dio y le dijo:
—Cumplo mi promesa, aquí tienes. Ahora sólo me resta
decirte que cuando veas a otros adquirir con su esfuerzo lo
que tú necesitas, no malgastes tu tiempo en vanos deseos
ni en inútiles lamentaciones: ¡echa el anzuelo con tus
propias manos!
• Porque si en la era del conocimiento no tienes conocimiento, no tienes
nada.
• Porque a nadie le puede importar más tu aprendizaje que a ti mismo.
• Porque el mundo está cambiando y para adaptarte a él tienes que
aprender.
• Porque es tu única alternativa para competir.
• Porque el aprendizaje es un vehículo de trascendencia.
• Porque es la mejor forma de elevar la autoestima.
• Porque te hace una persona más interesante: te da temas de conversación.
• Porque el aprendizaje es el gran antídoto contra la ignorancia.
• Porque es el mejor ejemplo para tus hijos.
• Porque el aprendizaje es el mejor ejercicio para tu cerebro: te ayuda
a mantenerlo en forma: cambia incluso la estructura de tu cerebro, te
hace más inteligente.
• Porque no ha habido en la historia de la humanidad una época mejor
para aprender que ésta.
• Porque cada vez la tecnología para aprender está más a tu alcance.
• Porque el aprendizaje te da conocimiento y el conocimiento te da poder.
• Porque aprender nuevas cosas sirve para ganar dinero.
• Porque el aprendizaje te puede ayudar a conseguir un ascenso o un
mejor empleo.
• Porque te puede ayudar a
convertirte en tu propio
patrón.
• Porque el aprendizaje te da
opciones y te ayuda a tomar
mejores decisiones.
• Porque aprender es divertido.
Carlos Gil.
Nunca es demasiado tarde para vivir plenamente, con sentido, alegría y amor.
No importa cuánto tiempo creas haber desperdiciado o perdido, nunca es demasiado tarde para
aprovechar al máximo el instante que estás viviendo.
No importa cuántos errores creas haber cometido, nunca es demasiado tarde para empezar a moverte
en la dirección correcta.
En el instante en que optes por vivir a pleno, el pasado ya no podrá retenerte.
Donde ahora te encuentras es precisamente donde necesitas estar.
Con gratitud en tu corazón por el recorrido que te ha traído hasta aquí, decide cómo sacar el máximo
provecho del lugar en el cual ahora te encuentras.
Partiendo desde este lugar puedes ir en cualquier dirección.
Nunca es demasiado tarde para elegir la mejor de las direcciones que puedas llegar a imaginar.
Sumérgete y entra en contacto con la verdadera esencia de tus más preciados sueños.
Porque lo que realmente importa siempre está a tu alcance.
Deja de lado las decepciones, las frustraciones, los arrepentimientos y los supuestos negativos que
has venido acumulando.
Nunca es demasiado tarde como para convertirte, en plenitud, en la verdadera persona, auténtica,
única y valiosa que eres.
12 meses de prosperidad
52 semanas de alegría
365 días de éxito
8,760 horas de salud
525,600 minutos de suerte
3’153,600 segundos de amor
y
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