From the SelectedWorks of Guillermo Arosemena July, 2007 Voluntad de triunfar Guillermo Arosemena Available at: http://works.bepress.com/guillermo_arosemena/64/ LA VOLUNTAD DE TRIUNFAR Guillermo Arosemena Arosemena El desear el logro económico es enorme fuerza que contribuye al progreso humano. Deng Xiaoping, líder chino que inició la extraordinaria transformación en China, alentó a su pueblo a acumular riqueza. No hizo otra cosa que admitir que el llamado sueño americano debe ser un fenómeno universal, no solamente limitado a Estados Unidos. Es la actitud responsable de un jefe de Estado, poner como objetivo el logro económico para su pueblo. En nuestra región, los promotores del socialismo del siglo XXI lucran de la pobreza, pretenden crear políticas y programas para supuestamente eliminarla, cuando sus acciones demagógicas tienen un efecto contrario. El ser humano no necesita dádivas ni paternalismos, lo que necesita es un entorno favorable para hacer realidad sus sueños. Es el caso de un lector de mi columna, su nombre es Luis, el apellido no mencionaré, por no tener su autorización, vive en Murcia, España. Él es ejemplo de lo que puede hacer el ser humano, lograr la superación, sentirse realizado, alcanzar el éxito económico. Él es el auténtico emprendedor, que hace que sus sueños se hagan realidad, no se da por vencido, enfrenta la adversidad y la derrota. Luis no está esperanzado en el bono de la pobreza o tarifa eléctrica de la dignidad, se está abriendo camino en un país que aunque no es su tierra natal, tiene gobiernos que apoyan la libertad de mercado, premian el progreso humano y no actúan demagógicamente,. Luis me escribe lo siguiente: “Hoy continúo mi formación en la Universidad de Murcia donde siempre comento con mis compañeros y profesores sus editoriales….yo empecé de cero. LLegué a Europa sin un céntimo de dinero, pero dotado de una ambición poco común, salud física y mental y un espíritu extraordinario. Con estos elementos transformé una desventaja en una ventaja. ¡Que difícil fueron los primeros meses!. Dormir en la calle y pasar hambre y sed, lejos de debilitarme, acrecentaron mi furia. Mis padres y mis hermanos menores se quedaron en el Ecuador convencidos que pronto enviaré dinero para cubrir sus necesidades. Hoy, he creado una Pequeña Empresa que la dirige mi familia y genera 25 puestos de trabajo. A esto se suma mi propia línea de negocios aquí en España y lo que es la joya de mi presencia en Europa: curso el segundo año en la Escuela de Administración de Empresas en la Universidad de Murcia. Una vez más se cumple los postulados suyos. Que se puede partir de la nada, descubrir la curiosidad y aprender de la tolerancia”. Los pueblos no salen del atraso y la miseria con subsidios a los pobres. El gran fracaso de las instituciones multilaterales es que después de 55 años y más de 900,000 millones de dólares en ayuda exterior, no han logrado eliminar la pobreza. Estos valores no incluyen la ayuda externa privada que sobrepasa los 200,000 millones. Todos estos capitales no han producido lo que debió producir, fue dinero mal invertido que se prestó al fomento de la corrupción. Hay excepciones como las becas Fullbright y cierta inversión en educación y salud. Hemos sido testigos de las enormes pérdidas de medicina y demás insumos médicos que se han dañado por estar embodegados. Las noticias de prensa y televisión han sido frecuentes respecto al mal uso de las donaciones extranjeras. La semana pasada, el New York Times publicó un artículo titulado ¿Qué es lo que África más necesita, ayuda o tecnología? El autor hace referencia a la conferencia TED Global 2007, siendo uno de los patrocinadores, Bono, cantante de fama mundial y campeón de las causas africanas. El tema principal que se analizó fue cómo hacer que los africanos incrementen sus niveles de vida. En este evento se presentó una polémica entre quienes sostienen que África no requiere ayuda externa, lo que necesita es emprendimiento y tecnología barata para terminar con la miseria, y los que siguen manteniendo que la ayuda externa sacará de la pobreza a África. Uno de los participantes, un periodista preguntó: “¿Qué hombre se ha hecho rico, pidiendo caridad?” y agregó que la caridad a través de la ayuda externa, ha distorsionado la estructura de incentivos y persuadido a los profesionales brillantes trabajar para gobiernos corrompidos. Con el actual gobierno, Ecuador sigue la estrategia equivocada. El asistencialismo no lleva a nada bueno, promueve la demagogia, destruye la iniciativa y autoestima, y crea una clase joven sin aspiración alguna.