La verdad de las cosas

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Domingo, 1 de junio de 2003
ESPECIAL 50 ANIVERSARIO
La verdad de las cosas
ice Aberasturi que le resulta difícil sustraerse de
la etiqueta “periodista”. Lamenta que le paren
por la calle, en los restaurantes y en los aeropuertos para preguntarle ¿es usted el periodista? Le
molesta tanto que se encabrona: “Sí, señora. Soy
el maldito periodista de la tele, de las revistas y
de la radio, pero también quiero ser algo más”.
Le sucede un poco lo que a Arturo Pérez Reverte,
aunque a él, mayormente, le tengan más presente
como el corresponsal de guerra que fue: “¿Y también estuvo en la de Corea?” le preguntó una
embelesada señora en el Náutico de Palma, hace
cosa de tres años. “No”, contestó el escritor,
“pero casi”.
Digo esto porque, salvando las distancias
cuando uno, a un nivel local muy local, deja la
profesión le sobreviene el fenómeno de seguir
arrastrando una parte de su curriculum durante
muchos más años de los que realmente permaneció en activo.
Como director, en El Día estuve dos y en
DM seis, pero -doce después- aún encuentro
gente que me dice: “Yo a ti te conozco, ¿no estuviste en Diario de Mallorca? ¿Qué ocurrió? ¿Por
qué te fuiste?”
¿Qué le vas a decir?
Que hubo discrepancias con la parte contratante de la primera parte, que perdiste la batalla y
te echaron, que te enfrentaste a la fuerza del mal,
que no te ganaste nunca la confianza de la redacción, que ya no podías más, que tu familia te
pedía el divorcio... ¿?
¿Qué maldita verdad confesable le cuentas a
un tío al que, en realidad, le importa un bledo lo
que le estás diciendo?
Y, en cualquier caso, ¿puede un ex director
contar las verdades que vivió o debe dejar este
rosario de recuerdos para las tardes de mesa
camilla junto a sus bostezantes nietos?
“Me alegra que me haga esta pregunta”, diría
Aznar, para salirse a continuación por los mismísimos cerros de Ubeda. Así que: sigamos.
Conozco abogados, arquitectos, ingenieros,
dentistas que dejan sus profesiones como si tal
cosa. El otro día me encontré a un licenciado en
Derecho en la barra de un bar. Elaboraba Dry
Martinis con gran maestría. Juntos empezamos la
Carrera en Pedralbes y, hasta hace un año, compartía despacho con otros colegas. “Es la primera
vez en mi vida que me lo paso bomba trabajando.
Y, además, a nadie le ha importado demasiado”,
me contestó con naturalidad, “no existo”.
Es curioso pero algo similar a esto ocurre
también cuando uno deja de figurar en la cabecera de un periódico. Luego la cosa se estabiliza,
pero, sobre todo al principio, en un periquete,
pasas de ser conocido, temido, y quizá respetado,
a la condición de “ex” que es el equivalente a
“desaparecido en combate”.
El proceso de llegada, sin embargo, funciona
curiosamente a la inversa. Tomas posesión del
cargo y te llegan felicitaciones de todas partes.
Telegramas, efusivas notas, exclamativas tarjetas
de visita y hasta una rebosante caja de bombones
de Can Frasquet me regalaron pocos días después
de hacerme cargo de la dirección de DM. La vida
es así. Accedes a un cargo notorio y un montón
de gente te da la bienvenida con la sana intención
de que les tengas en cuenta para lo que sea. Para
lo bueno y para lo malo, pero sobre todo para
esto último, que nunca se sabe.
El proceso de llegada es tan dulce que es casi
letárgico. La adulación dura semanas, y a poco
que te regodees puede alargarse unos meses.
Incluso la familia llega a creerse que tiene a
alguien importante en su seno y co-recibe los
parabienes con enorme congratulación. Es éste un
momento especialmente peligroso porque puedes
llegar a creerte que efectivamente habías nacido
para esto.
Para ser equitativos, el proceso de salida
debería producirse inmediatamente después del
de llegada. Justo en el momento en que empiezas
a creerte que hasta las mujeres te miran de otra
manera, ¡zas¡, mazazo. A la puta calle, a chupar
anonimato.
d
JUAN
ANTONIO
FUSTER
Director 1985-1991
Llegó a la dirección de
Diario de Mallorca
después de haber
ejercido el mismo cargo
en El Día. En este
periodo de tiempo el
periódico afrontó su
primera informatización
y se pusieron en marcha
los planes para renovar
la maquetación.
De la conjunción de todas estas presiones
A fuer de ser sincero, debo confesar que la salida
sale cada día un periódico a la calle. Hay quien
enseña tanto o más que la llegada y, pasados los
cree que esto es un milagro pero, en realidad, no
años, llegas a apreciarla más. Es más íntima e
es así. Un periódico sale a la calle porque dispone
infinitamente más real. Incluso se te pueden escade los medios humanos y técnicos para hacerlo.
par algunas lágrimas, bastantes en algunos casos,
Hay que correr, es cierto, pero hay profesiones
menos en otros. Yo fui de los primeros.
infinitamente más duras y nadie habla de milaMe dolió salir del periódico en un momento
gros.
crucial de la historia. De la mía propia y también
De cara al público, sin embargo, esta profede la suya. De la mía porque, con sólo 40 tacos,
sión tiene la mítica fama
aquello significaba el
de ser dura aunque realpunto final de mi vida
mente sólo lo sea cuanprofesional en activo. Y
EL DIRECTOR ES, POR UNA
se producen circunsde la suya porque estábaPARTE, UN ALTO EJECUTIVO QUE do
tancias excepcionales
mos en una parte imporDEBE ACTUAR COMO TAL,
como las que soportatante de la historia de una
mos en El Día (con unos
empresa que seguramente PERO, POR OTRA, SIGUE SIENDO
ordenadores de primera
iba a cambiar de propietaUN MALDITO PERIODISTA AL
generación que borraban
rios, que iba a cambiar de
QUE LE GUSTA SABER LA
de improviso toda la
sede y que iba a experiVERDAD DE LAS COSAS Y
información almacenamentar algunos de los
da) o como las que sufrimayores impulsos de su
PUBLICAR ESA REALIDAD PARA
mos en DM trabajando a
existencia. En la parte
QUE SE ENTEREN LOS DEMÁS
más de 30 grados,
que me tocaba yo había
durante varios meses.
participado activamente
Aquellas cosas alteraban realmente los ánimos.
en todo este maremágnum de cambios y de
Bajo mi punto de vista lo duro del trabajo de
repente, jugando con fuego, un buen día todo se
un “periodista redactor”, amén de salarios y falta
fue al garete. Como diría un castizo, “en tres
de horario, es ser honesto con respecto a la informalas jugadas hubo jaque”. Así que, dos o tres
mación que escribe, situándose por encima de sus
semanas después de empezar la guerra del Golfo
propias creencias ideológicas y haciendo caso
del 91, subí a dirección general y le dije a Ruiz:
omiso a ese viejo proverbio que dice: “No dejes
“Antonio, las cosas no van bien y no voy a
que la realidad te estropee un buen reportaje”.
presentar batalla. Así que, salvo que tu digas lo
Por ende, además de autoaplicarse lo de la
contrario, me voy. Te presento mi dimisión”.
honestidad, lo duro del trabajo de un “periodista
“Mañana te daré la respuesta”, me contestó y, 24
director” es tener que superar continuamente sus
horas después, con un sentido “no he pegado ojo
propias carencias y contradicciones, en un marco
en toda la noche” me vi de nuevo en la calle.
de mucha presión por parte de la redacción y de
En la misma calle vacía que encontré cuando
bastante responsabilidad, como parte importante
dejé la dirección de El Día y de la que, indirectaque es de una gran empresa.
mente, me sacó Xim Rada al ofrecerme una jefaEl director es, por una parte, un alto ejecutivo
tura de redacción, sólo dos meses antes de salir él
que debe actuar como tal, pero, por otra, sigue
mismo de DM.
siendo un maldito periodista al que le gusta saber
Pobre Xim. También lo pasó mal.
la verdad de las cosas y publicar esa realidad
El lector avezado querrá saber los motivos
para que se enteren los demás. Esta cuña esquizoreales de mi precipitada salida del diario. Si les
frénica produce en ocasiones bastantes desasirve de consuelo les diré que yo conozco
justes internos porque, en realidad, el
algunos. Quizás los más importantes,
director dispone casi siempre de una
pero, lamentablemente, no puedo desveinformación privilegiada más comlarlos. Al menos por ahora.
pleta que la que maneja el resto de
¿Por qué? Pues por las mismas
sus compañeros, pero … dejémoslo
razones por las que, cuando uno ejerasí.
ce de director, no publica todo lo que
Y luego está lo de la edad y la
sabe. El director de un periódico disenergía necesarias para soportar todo
pone de unos niveles tan altos de inforeste tinglado sin desgastarte. En realimación que un simple ejercicio de prudendad, el perfil de un buen director debería ser
cia le obliga a analizar, comprobar las fuentes
el de alguien con una gran capacidad de trabajo y
y elegir el momento oportuno para publicar o no
de organización, algunas dosis de liderazgo y
una historia. Hacer lo contrario sería el caos. En
mucho sentido común. Una persona, en definitieste sentido, la soledad del cargo es bastante
va, sólidamente preparada y humanamente madupesada porque, si de verdad tiene sentido de la
ra. Nos guste o no, salvo excepciones, estas
responsabilidad, ni a su esposa debe contarle lo
características se adquieren a una cierta edad. El
que sabe.
problema es que cuando llegas a esta “edad
¿De verdad pasan tantas cosas que no llegan
sabia” ya no dispones de la energía necesaria para
a saberse jamás?
estar al pie del cañón o tienes que
Si me permiten una broma, yo les diría que
tener el chiringuito muy bien montado
casi todas, pero no es cierto. Pero tampoco sería
para soportar el día a día, sin debilitarjusto que llegasen ustedes a la falsa conte excesivamente.
clusión de que todo es un apaño.
Yo, a todas luces, empecé a ser
Digamos que lo que se
director demasiado joven y cometí tanpublica es casi siemtos errores que ya ni me acuerdo. Con
pre lo estrictamente
todo, de mi paso por DM conservo
publicable y que éste
buenos recuerdos.
es un concepto ambiguo
No quiero citar muchos nomque se corresponde con “la derivada”
bres a fin de no herir susceptibilidades,
de las fuerzas en litigio.
pero no puedo finalizar este artículo
Lo publicable es siempre la ressin recordar la amistosa complicidad
puesta apresurada a un montón de prede Andrés, la paciencia de Rafael Gil
siones internas y externas.
Mendoza y el cariñoso trabajo de
Las internas tienen que ver con la
campo que hizo José Carlos para
dinámica empresarial, con sus niveles
devolverme al mundo real, tras dejar la
de compromiso social, con su ideario,
poltrona.
con la presión redaccional y con los
Finalmente, a DM le debo
propios medios de producción.
parte del prestigio añadido que conlleLas externas son más evidentes porque
va haber sido director. Una plusvalía
casi siempre son políticas, económicas
que hoy me permite seguir trabajando
o están en relación directa con la comcerca de la verdad de las cosas.
petencia.
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