144 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que francamente se advierte el celo investigador e intriga constante en que mantiene al culto profesor toda esta clase de problemas, y del que últimamente enunciado surgen toda una complicada serie de combinaciones que al juego de bolos se refieren, y las que dan origen al estudio de la distribución geográfica de todos los elementos que en el juego intervienen, para tratar de reconocer su diversidad de origen. Resumiendo el estudio desarrollado en las conferencias precedentes, se dedica en su última a emitir las posibles deducciones que de las cuestiones expuestas se desprenden; y fijándose con especialidad en el uso que la madera supone en la cultura de la Europa occidental, estima su caracterización con valor no más pequeño que el representado por las propias de la piedra y el metal en el área referida, y cuyo origen, salvando el patrimonio celta, habría que referirlo a población anterior, ya ligur, bien ibera o vascona, elementos como sus antecesores dotados de una civilización más o menos esparcida. Recapitula con los ejemplos expuestos la caracterización etnográfica, subraya la necesidad imperiosa de su autenticidad, extendiendo su sabio consejo a la labor de adquisición y observación, ya directa o intermedia; recomienda la imprescindible recolección de los objetos y organización de datos, siempre en la idea de una posible pérdida más o menos lejana y difícil de recuperar, ya con criterio de facilitar el estudio; opta por la creación de Museos regionales, y señala, como prueba de sus juicios, cómo con un poco de entusiasmo y no menos buena voluntad ha sido motivo de un desarrollo portentoso la Sección Etnográfica del Museo de la capital guipuzcoana en muy poco tiempo. A no dudarlo que tal incremento adquirido, y cuyo desarrollo ha sido motivo de reciente felicitación por parte de la Real Sociedad Española de Historia Natural a su Patronato, no sólo se debe a la fecunda labor de sus paisanos, sino que en gran parte la patriótica obra es reflejo fiel de la competente dirección del doctor Aranzadi. Si, como es de esperar, una labor análoga y general se realiza siguiendo las huellas de los párrafos por él suscritos en el Álbum del Museo de San Sebastián, pronto ha de conocerse en el aumento del número de colaboradores con que da fin a su escrito, como r e sultado positivo del interés que a los estudios etnográficos han des pertado las Conferencias compendiadas en el Manual que suscriben D. L. de Hoyos y D . T. de Aranzadi.