Descubrimiento de restos humanos en las faldas del monte Txaldatxur El forense Pako Etxeberria, de Aranzadi, explica el hallazgo en el monte Txaldatxur. / TXEMA Islada Ezkutatuak, junto con Aranzadi y colaboradores, mostraron ayer el descubrimiento TXEMA VALLÉS - LASARTE-ORIA 5 junio 2016 08:48 Islada Ezkutatuak, junto a Aranzadi y demás colaboradores, siguen en su trabajo de recuperar la memoria histórica. Ayer se trasladaron a las faldas del monte Txaldatxur, lugar donde se habían descubierto indicios de la guerra de 1936 con trincheras y restos de armamento, para mostrar ante representantes del Gobierno Vasco, Diputación de Gipuzkoa y ayuntamientos que siguen colaborando con esta memoria histórica, como Lasarte-Oria, Usurbil y Donostia, y la pedanía de Zubieta, su nuevo descubrimiento. En esta ocasión se ha encontrado restos oseos humanos (dos trozos de huesos), una hebilla, un peine, metralla, un trozo de obús, un cepillo de dientes y una funda de oro de algún diente. Según apuntó el forense y miembro de Aranzadi, Pako Etxeberria, que hizo de maestro de ceremonias «el empeño de Islada Ezkutatak, trabajando en pos de la memoria histórica, ha dado el resultado deseado. Apuntaban que en esta zona había personas enterradas y con este descubrimiento ha quedado demostrado que tenían razón». Junto con miembros de Islada Ezkutatuak, Aranzadi, se personaron la directora de Víctimas y Derechos Humanos del Gobierno Vasco, Mónica Hernando, la directora de Convivencia y Derechos Humanos de la Diputación, Maribel Vaquero, y representantes de los ayuntamientos de Lasarte-Oria (el alcalde Jesús Zaballos), Donostia (José Ramón Viles), Usurbil y el alcalde pedáneo de Zubieta. Todos ellos mostraron su reconocimiento a este importante hallazgo y mostraron su apoyo para «seguir trabajando por la memoria histórica». Entre los presentes, también se acercó su descubridor inicial, el vizcaíno Alfredo Irusta que comentó que «conocía por internet el trabajo que realizaban desde Islada Ezkutatuak y aprovechando que mi hijo competía en el cross de Lasarte me acerque a la zona y con el detector nos percatamos que había material de guerra y trozos de huesos humanos. Me puse en contacto con Islada y Aranzadi y ellos hicieron el resto del trabajo». Finalmente Josea Muguruza, de Islada Eskutatuak apuntó que «apoderarse de la memoria y del olvido es una de las mayores preocupaciones de las clases de los que han dominado y dominan las sociedades históricas. Deseamos que esto no se cumpla aquí y los que domináis las sociedades históricas nos ayudéis a todos nosotros a descubrir lo que pasó, al margen de intereses políticos, sociales y económicos».