www.vidasostenible.org La cocina Toda la información La cocina es el lugar de fabricación de comida, dónde se concentran la mayoría de los electrodomésticos que se poseen, el lugar de encuentro para los amantes del buen comer y beber. Casi todo el mundo cuenta con un espacio en el hogar destinado a la cocina y del que hace uso habitual. Para empezar a llevar la cocina de manera más sostenible, veamos ¿cuál es tu caso? Elige una opción: • Utilizo la cocina con regularidad. ¿Cómo puedo reducir mi huella ecológica a través de la cocina? Mira en 1. Conducta. • Utilizo la cocina de vez en cuando, una o dos veces a la semana para preparar la comida de toda la semana. Investiga en 2. Ecobricolaje. • Vivo en una casa donde se hacen desayunos, comidas y cenas para varias personas. ¿Qué podría hacer para mejorar la sala de máquinas de mi casa? Busca la información que necesitas en 3. Renovación de equipos. • Para saber más sobre todos los recursos que entran y salen de la cocina mira en 4. Flujos. • Los beneficios (ambientales y para tu bolsillo) que se consiguen haciendo un uso sostenible de la cocina. Búscalos en 5. Beneficios. 1. Conducta Consejos para una buena conducta Consejos para una buena conducta - Practicando la cocina economizadora, aprovecharemos al máximo las materias primas alimentarias. Pídele información al respecto a tus amigos y familiares, en especial a los de más edad. • Colocar recipientes pequeños sobre fuegos grandes implica el desperdicio de mucha energía. • Si la cocina es eléctrica, podemos terminar la cocción de los alimentos usando el calor remanente de las placas. • Las ollas rápidas y ultrarrápidas suponen sustanciales ahorros de tiempo y de consumo de energía al cocinar. • Atención, los aceites usados de cocinar no tienen una salida fácil e implican un esfuerzo extra para deshacerse de ellos. La primera opción recomendada es que los deposites en un frasco cerrado en un Punto Limpio cercano a tu domicilio (este Punto Limpio no es el iglú que está cerca de la puerta de casa. Son lugares especializados para la recepción de residuos peligrosos, voluminosos, etc). • Nunca eches los aceites y grasas por el sumidero. Además de dificultar el trabajo de depuración de las aguas, estos elementos, en su recorrido de tu hogar a la depuradora, pueden absorber sustancias tóxicas que encuentren a su paso. • Otra opción es empapar papel de periódico con la grasa sobrante, depositándolo después en el cubo de restos orgánicos. Y la última opción será cerrarlos en un frasco y echarlos al cubo de restos orgánicos. • Puedes estar pendiente de las iniciativas de tu localidad; existen algunos supermercados que reciben este tipo de residuo. • El papel de cocina desechable es muy útil y extremadamente higiénico, pero es mejor alternar su uso con el de trapos o bayetas reutilizables. 2. Ecobricolage Oportunidades para el ecobricolaje La cocina necesita un mantenimiento constante para que funcione correctamente, lo que supone muchas oportunidades para el ecobricolage: • Sustituyendo productos de limpieza abrasivos por otros más suaves, alargaremos la vida útil de las instalaciones. • Si disponemos de extractor de humos, la limpieza periódica de los filtros mejorará el funcionamiento del aparato. • Muchas actividades de ecobricolage en la cocina tienen que ver con la disposición de los residuos: con un poco de maña, podemos construir un sistema de "depósitos" (cubos, bolsas y cajas) para separar las fracciones de envases ligeros, vidrio y materia orgánica con comodidad y sin merma del espacio disponible. • También podemos practicar el reciclaje cocinero directo: reutilizando para sopas el agua de cocción de las verduras, o aprovechando para caldos la morralla de pescados y mariscos (cabezas, raspas, cáscaras de moluscos y crustáceos, etc). 3. Renovación de equipos Recomendaciones Si vamos a cambiar nuestros aparatos para cocinar, es útil seguir estas recomendaciones: • Salvo si no tenemos más remedio, las cocinas eléctricas no son una buena opción. Son lentas en alcanzar la temperatura de trabajo y también lentas en la regulación. Además, la electricidad es una energía de consumo cara, que no debería emplearse en usos térmicos. Las cocinas de gas (butano o natural) son una opción excelente: permiten una regulación muy precisa y muy rápida del calor necesario. • El tamaño es importante: si no vamos a cocinar para muchas personas, una cocina de dos fuegos puede ser suficiente. Lo mismo se puede decir de los hornos, convencionales y de microondas: cuanto más grande es el modelo, más energía consume. • Tal vez no sea mala idea investigar en algunos sistemas modernos de aparatos de cocinar. Por ejemplo, si elegimos la opción eléctrica, una cocina de inducción, que transmite la energía directamente al recipiente -que debe ser de un material especialsin calentar la placa. Por esta razón consumen la mitad de un sistema eléctrico convencional. • Hoy por hoy, lo mismo que sucede con frigoríficos y lavadoras, el consumo de energía es un factor de venta importante a la hora de elegir uno u otro modelo de cocina y aparatos para la cocina. Todos los hornos y casi todos los grandes electrodomésticos, en Europa, tienen la obligación de llevar la etiqueta energética informativa de los tipos de eficiencia que se va a adquirir. Aunque esta obligación de marcado mediante etiquetas energéticas no se existe aún para cocinas y pequeños electrodomésticos, puedes consultar con el vendedor sobre la eficiencia energética optar por los que se asemejen a los de tipo A. 4. Flujos Entrada de agua El agua necesaria para limpiar y acondicionar los alimentos. Es una cantidad bastante pequeña, que depende mucho de las costumbres alimentarias: es máxima entre los aficionados a las verduras frescas, y mínima entre los adictos a los alimentos envasados. También podemos incluir aquí el único uso del agua verdaderamente imprescindible: la que necesitamos para beber. Entrada de energía La cocina supone menos del 11% del total de la energía consumida en los hogares. El consumo se reparte entre los gases licuados del petróleo, especialmente el butano, el gas natural y la electricidad. Entrada de materiales Las entradas de alimentos pueden suponer varios kilos diarios. Otros materiales son consumibles como el papel de cocina, el aluminio o film plástico para envolver, filtros de cafetera, etc. Salida de agua residual Ver el fregadero. Salida de residuos Principalmente en forma de restos de comida, lo que se llama Materia Orgánica (MO) en la clasificación de los residuos urbanos. La cantidad oscila en torno a 1/2 kilo por persona y día. Para los restos de envases, ver los apartados correspondientes: papel y cartón, vidrio y envases de plástico, latas y bricks. Un tipo especial de residuos de las cocinas son los aceites usados, consulta cómo deshacerte de ellos en conducta. 5. Beneficios ambientales Hoy las cocinas han perdido parte de su antiguo prestigio -es difícil encontrar una gran cocina en un piso moderno- pero siguen siendo enclaves de la mayor importancia, pues en ellos se preparan los alimentos y se generan directamente la mayoría de los residuos que se producen en la casa. Por ejemplo, del tamaño y disposición de la cocina depende en buena medida el éxito de los programas de recogida selectiva de residuos: es evidente que un espacio amplio facilita mucho la colocación de los diferentes tipos de materiales en sus correspondientes contenedores. Ante la escasez de espacio, diseñadores hábiles están ofreciendo cubos de varios compartimentos que caben casi en cualquier sitio. La cocina es la verdadera sala de máquinas de la casa. En ella podemos encontrar, además de los fuegos, hornos de microondas, hornos eléctricos anejos, batidoras y pequeños electrodomésticos, etc. Muchos de estos aparatos son muy útiles, pero otros son olvidados en un rincón después de uno o dos usos. Puedes averiguar en tu Ayuntamiento si cuenta con iniciativas y subvenciones para la adquisición o cambio de electrodomésticos ecoeficientes. En algunas Comunidades está en marcha un Plan Renove de estos aparatos. Beneficios económicos El ahorro económico que podemos conseguir empleando más eficazmente la cocina (por ejemplo, usando procedimientos rápidos de cocción) es bastante reducido. Pero hay que tener en cuenta que puntualmente puede suponer un importante derroche. Por ejemplo, una vitrocerámica tiene una potencia de más de 5.000 vatios con los cuatro fuegos encendidos. Por lo general, si nuestra cocina es eléctrica, podremos ahorrar una sustancial cantidad de dinero utilizándola de manera economizadora. Sobre todo apuesta por adquirir hornos y demás electrodomésticos de cocina tipo A. Mucho mayor es el beneficio si ponemos en práctica sistemas culinarios economizadores, aprovechando de la manera más completa posible los alimentos que compramos, procurando reducir los desperdicios al mínimo, y reciclando las sobras en sabrosos platos. También podemos ahorrar si reducimos el gasto de servilletas desechables y papel de cocina, film de plástico y envoltorios de aluminio desechable. Otra manera eficaz de reducir el gasto es no comprando artilugios de cocina que no vayamos a usar con regularidad: aparatos como las licuadoras (tras una primera experiencia de limpieza, su uso se suele reducir sensiblemente), sandwicheras (puedes usar una sartén corriente para calentar tus bocadillos o sandwiches) o algunos aparatos singulares de venta por correo, como los pelafrutas eléctricos o los abrelatas automáticos. 6. Más información Infórmate en las tiendas de electrodomésticos y menaje sobre las opciones disponibles de cocinas y cacharros economizadores de energía. Una idea luminosa: las cocinas solares El consumo de leña en países que carecen de sistemas centralizados de distribuciónde energía, o simplemente donde la gente no puede pagarlos, se dirige en buena parte a las cocinas. El resultado es un rápido incremento de la deforestación y unadisponibilidad de combustible cada vez más reducida. Las cocinas solares son dispositivos baratos de fabricar que emplean directamente la energía solar para aportar energía a los alimentos. 7. Datos y cifras Consumo de energía para cocinar El consumo de energía para cocinar asciende aproximadamente al 11% del total del consumo residencial. El equipamiento en cocinas está prácticamente cubierto al 100%, y no se prevé ningún crecimiento del consumo de energía para este uso (talvez, incluso, se pueda producir un lento decrecimiento por la generalización de nuevos hábitos culinarios, basados en las comidas precocinadas de elaboración rápida). Por lo que respecta a los combustibles utilizados existe un considerable incremento en el consumo de gas natural y electricidad, aunque muchos hogares conservan el uso del butano. Por lo que respecta a los combustibles utilizados, se prevé que el butano mantenga su predominio, pero también un incremento sustancial del uso de gas natural y de electricidad. El incremento del consumo eléctrico en cocinas estaría asociado al empleo de cocinas vitrocerámicas, convencionales o de inducción, así como al de hornos eléctricos y hornos de microondas.