Oraciones activas y pasivas Muchas lenguas ofrecen la posibilidad de describir un mismo proceso con estructuras sintácticas distintas; el español no es la excepción. En español existen las oraciones activas y las oraciones pasivas que permiten describir un mismo proceso. La oración César venció a Pompeyo es activa porque la primera de sus funciones semánticas (agente = César) ocupa la función sintáctica de sujeto, mientras que la segunda función semántica (paciente = Pompeyo) ocupa la función sintáctica de complemento directo. La oración Pompeyo fue vencido por César es pasiva porque el paciente es el sujeto (RAE. 2010. p. 773). El tipo de pasiva al que se ha hecho referencia anteriormente se denomina pasiva perifrástica, puesto que la forma verbal es en realidad una perífrasis constituida por el verbo ser y el participio de un verbo que concuerda con el sujeto en género y número (RAE. 2013. p. 436). Actualmente, en español, se está abusando de las oraciones pasivas en detrimento de las activas; tal vez, esto se debe a la influencia del inglés, ya que en esta lengua su uso es muy extendido debido a los medios de comunicación. Recordemos que al usar la oración activa, la atención se pone en el sujeto, mientras que cuando usamos la oración pasiva, la atención se pone en el paciente (Paredes García, et al. 2012. p. 69). BIBLIOGRAFÍA Libros Real Academia Española -RAE. (2013). El buen uso del español. España: Espasa. Paredes García, F., Álvaro García, S., Núñez Bayo, Z., y Paredes Zurdo, L. (2012). El libro del español correcto: Claves para hablar y escribir bien en español. España: Instituto Cervantes. Real Academia Española -RAE. (2010). Nueva gramática de la lengua española Manual. Madrid: Espasa.