Comentarios Generales

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Solemnidad de la Inmaculada Concepción - Ciclo B
Comentarios Generales
Sobre la Primera Lectura (GÉNESIS 3, 9-15. 20)
Tradicionalmente se
'Protoevangelio'...
viene
llamando
a
este
pasaje
del
Génesis:
Es el primer anuncio que hallamos en los Libros Santos sobre la humana
redención.
Y en este feliz anuncio o 'Evangelio, los vv. 15 y 20 nos sorprenden por la
función que atribuyen a la misteriosa 'Mujer': Su guerra contra el Dragón-su
victoria-su nombre de: Madre de los vivientes.
-En efecto, lugar preeminente tiene esa 'Mujer' en la declaración de las
hostilidades: 'Pongo enemistad entre ti y la Mujer y entre tu descendencia y su
descendencia; ésta te aplastará la cabeza y tú insidiarás a su calcañar' (Gn 3, 5).
El oráculo pertenece a una época y a una civilización en las que la mujer carece
de derechos y de categoría. ¿A qué, pues, darle tanto relieve? Ella frente al
Dragón que a todos esclaviza al pecado, Ella vence al Dragón.
-En la tremenda batalla Dragón-Mujer, Descendencia-Hijo de la Mujer, la
victoria es clara. En el contexto de una Eva seducida y vencida descuella otra
Mujer cuyo Hijo aplasta la cabeza del Dragón. Ya San Ireneo llama a esta
maravilla planeada y prometida por Dios: 'Obra de Recirculación'. Y la explica
así: 'Eva con su desobediencia se perdió a sí y a su linaje. María Virgen, por su
obediencia, es causa de salvación para sí y para toda la Humanidad. Es clara la
recirculación de María en Eva. Un nudo no puede deshacerse sino en sentido
contrario. El nudo de la desobediencia de Eva queda desatado por la obediencia
de María' (Adv haer. 3, 22, 4). El Génesis no nos orienta para entender la función
que reserva Dios a la Madre del Mesías en la obra de la Redención. Ahora, a la
luz del N. T., la comprendemos mejor.
-El nombre que se da a Eva (20) no le cuadra a Ella. En realidad ha sido filicida.
Más bien de ella recibimos la muerte que la vida. La que de verdad es 'Madre de
los vivientes, es la Mujer, la Nueva Eva, la que al engendrar al Hijo salvará a Eva
y a su prole (cfr 1 Tim 2, 15). Por tanto, es 'María la verdadera Madre de los
vivientes porque nos engendra la Vida' (5. Epif. P. G. 42, 723).
Sobre la Segunda Lectura (EFESIOS 1, 3-6. 11-12)
San Pablo nos habla de un plan o decreto divino y eterno. Plan de amor. Su
realización se llama Historia de la Salvación. En este plan o decreto Cristo
ocupa el centro. Todo se realizará en Cristo y por Cristo. Pero en el plan
eterno de Dios Cristo tomará naturaleza humana en las entrañas de una
Madre. Los mariólogos tienen aquí un rico filón de doctrina:
-En la eternidad decreta Dios la Encarnación del Verbo. En este decreto queda
englobada la Madre que le vestirá de carne. Predestinados ambos, Hijo
Encarnado y su Madre en un único, eterno decreto:
'A María ordenó y escogió Dios, desde el principio y ante todos los siglos, Madre
para su Unigénito' (Pío IX, Bula Ineffabilis). Y el himno de la Fiesta de la
Asunción canta: Prima Virgo prodita e Conditoris spiritu-praedestinata Altissimi
gestare in alvo Filium (Ad Vesp.).
-Así María es pensada o decretada ab aeterno no sólo trascendiendo a Adán y a
su pecado, sino asociada al Verbo como Madre. Y dado que el Verbo Encarnado
deberá redimir a los hombres del pecado, María le es asociada en la obra de la
Redención. Ni como Madre del Hijo de Dios, ni como Asociada a la Redención,
puede María tener contacto alguno personal con el pecado.
-Estas bendiciones espirituales que nos recuerda aquí San Pablo todas se nos dan
según el decreto del Padre por Cristo y en Cristo; ese Cristo que es Hijo de
María. Y así nos dirá Raimundo Llull: 'María con Jesús es principio y corona de
la creación. Cuanto ha hecho Dios es para vestirse de humana naturaleza, la que
tomó de Nuestra Señora.' Y aún con mayor audacia y vuelo Santo Tomás: 'María
cercanísima a la fuente de la gracia tuvo tal plenitud que albergó en su seno al
que está lleno de gracia; y al darle a luz manó para todos la gracia' (III, 27, 5).
Por eso la Iglesia siempre que celebra el Memorial de la Redención venera con
amor la memoria de la Madre del Redentor.
Sobre el Evangelio (LUCAS 1, 26-38)
Muy oportunamente leemos en la Fiesta de hoy esta escena de Nazaret. Los
mariólogos han encontrado en ella los mejores argumentos para probar el
dogma de la Inmaculada Concepción:
-María es la 'Llena de gracia', es decir, la que a los ojos de Dios es toda pura y
bella. La que personaliza a la 'Hija de Sión', con la cual concertará Dios la Nueva
Alianza. Esposa tan bella que Dios le dice: ' ¡Qué hermosa eres, Amada mía, qué
hermosa eres!' (Cant 4, 1). Y Ella le dice a Dios: 'Yo soy toda para mi Amado y
hacia Mí tiende su anhelo' (Cant 7, 11). Es evidente que la belleza de que aquí se
trata es la interior, la de la Gracia: Gratia pulcrificat, nos dice Santo Tomás (in
Ps 25). María con mancha de algún pecado no merecería este saludo del Ángel.
-¡Contigo el Señor! ' Ya el Profeta había hablado de una aproximación
maravillosa de Dios: 'Yahvé en medio de Ti (Sof 3, 16). El Ángel explica a María
que Ella va a ser el Arca de la Nueva Alianza. El Hijo del Altísimo tomará carne
en sus entrañas. Tal Madre debía ser del todo Inmaculada. Lo exigía el honor de
tal Hijo. Lo exigía la función de tal Madre.
'La aparición de la Virgen en el mundo fue como la llegada de la aurora que
precede al sol de la salvación; como el florecimiento sobre la tierra llena de fango
de pecado, de la más hermosa flor que haya brotado en el lacio jardín de la
humanidad; es decir, el nacimiento de la creatura humana más pura, más
inocente, más perfecta, más digna de la definición que Dios mismo ha dado del
hombre: Imagen de Dios, semejante a Dios' (Paulo VI: 8-XII-l969).
-Y la Liturgia en la Fiesta de hoy celebra y profundiza el Misterio de la
Inmaculada Concepción de María: Misterio de 'Pureza', de 'Belleza', de 'Victoria'.
Qui (Deus) Beatissimam Virginem Mariam ab omni originalis culpae labe
praeservasti, ut in ea, gratiae tuae plenitudine ditatam, dignam Filio tuo
genetricem praeparares, et Sponsae ejus Ecclesiae sine ruga vel macula
formosae signares exordium.
Filium enim erat purissima Virgo datura, qui crimina nostra Agnus innocens
aboleret; et ipsam prae omnibus tuo populo disponebas Advocatam gratiae et
sanctitatis exemplar (Praef.).
Inmaculada y sin par Agraciada María: Para preparar al Hijo de Dios digna
Madre.
Para que la Esposa de Cristo, la Iglesia, fuera desde el principio toda hermosa.
Para que el Redentor tuviera en María su digna Asociada en la obra redentora.
Para que los hombres tuviéramos la más poderosa Abogada en el orden de la
gracia, el modelo ideal en el orden de la santidad...
*Aviso: El material que presentamos está tomado de José Ma. Solé Roma
(O.M.F.),"Ministros de la Palabra", ciclo "A", Herder, Barcelona 1979.
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