¿Cómo saber si un activo o producto financiero es seguro? Resumen: La seguridad es una de las características que se deben tener en cuenta a la hora de invertir en un activo o producto financiero. Se refiere al nivel de riesgo que asumimos de no recuperar los fondos prestados y los intereses correspondientes. http://www.rtve.es/alacarta/audios/finanzas-para-todos-lospublicos/finanzas-para-todos-publicos-educacion-financiera-paraciudadanos-20-01-14/2329116/ Texto del programa: Podemos distinguir los activos o productos financieros por el nivel que ofrecen en sus tres características: liquidez, seguridad y rentabilidad. Hoy vamos a hablar de la segunda de estas características, la seguridad, que es la posibilidad de recuperar el dinero o la inversión realizada, junto con los intereses pactados, a su vencimiento, es decir, cuando se cumpla el plazo acordado. A esta característica se le conoce también como riesgo, aunque en mi opinión, el término seguridad tiene una mayor precisión. No debemos confundir seguridad con liquidez, ya que mientras la liquidez de un activo se refiere a conseguir el dinero invertido de forma inmediata y sin sufrir pérdidas, la seguridad atiende a su posible recuperación al final de la operación. Cuando adquirimos un activo o producto financiero estamos dando a cambio un dinero a un tercero y, por tanto, asumimos el riesgo de que nos lo pueda devolver cuando se cumpla el plazo acordado. Técnicamente, este riesgo se denomina riesgo de crédito y vendrá determinado por la probabilidad de que el prestatario cumpla al vencimiento las condiciones pactadas o establecidas. ¿Cómo podemos saber si un activo o producto financiero es seguro? En primer lugar, es importante evaluar la solvencia de la persona, empresa o administración pública a la que prestamos nuestro dinero. En segundo lugar, ser conscientes de que esa solvencia puede variar con el tiempo que transcurre desde que adquirimos el activo hasta su vencimiento. Cuanto más largo sea ese periodo mayor será la incertidumbre y, en consecuencia, más elevado el riesgo de crédito que asumimos. Otra variable fundamental para determinar la seguridad de los activos financieros es que aporten garantías adicionales a la solvencia personal del prestatario o emisor. Por ejemplo, los títulos hipotecarios, como cédulas, bonos o participaciones hipotecarias, son más seguros porque en el caso de que surjan problemas de impago, los tenedores de estos activos cobrarán de forma preferente respecto a los que tengan una deuda corriente u ordinaria, que solo goza de la solvencia personal del prestatario. Dirección de Educación y Divulgación Los depósitos, a la vista y a plazo, son activos financieros seguros ya que, en caso de quiebra de la entidad, están asegurados por el fondo de garantía de depósitos hasta la cantidad de 100.000 euros por depositante. Por el contrario, la deuda privada a largo plazo o los títulos que son perpetuos y no tienen una fecha determinada de amortización, tienen un mayor nivel de riesgo de crédito. Y para terminar, algunos consejos: Recuerde que la seguridad de un producto financiero depende de la solvencia del emisor y del plazo que transcurre hasta su amortización. No invierta todo su dinero en un único producto. Diversifique la inversión porque poner todos los huevos en una misma cesta puede generar fuertes pérdidas si las cosas no resultan como esperamos. Los productos financieros que ofrecen rentabilidades más elevadas son los que llevan asociado un mayor nivel de riesgo de crédito. Dirección de Educación y Divulgación