Cambio de piel

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Peeling
Cambio de piel
Las cicatrices, las manchas
y las arrugas pueden ser
tratadas en distintos niveles
de la superficie cutánea.
Inducida por un especialista,
la descamación sale en defensa
de la frescura y la lozanía / Samira Saba
Proveniente del inglés, la palabra peeling remite
a la acción de pelar. En dermatología, el término agrupa los procedimientos que producen la
descamación y renovación celular de las capas
superficiales de la piel. Su objetivo es mejorar
la apariencia del cutis, pero es un tratamiento
delicado que requiere de asistencia médica y
cuidados especiales.
El peeling actúa exfoliando las células muertas
de la piel. El tratamiento promete una tez más
fresca, humectada, con mejor tensión y tono.
Indicado en casos de envejecimiento, manchas
producidas por el sol, secuelas del acné, cicatrices y trastornos pigmentarios, suaviza las líneas
de expresión y mejora la apariencia de los poros
(abre los comedones cerrados por las impurezas
del ambiente).
El tratamiento actúa al inducir el crecimiento epidérmico y reparar la función protectora
de la piel, reordenando las capas lesionadas y
estimulando la producción de colágeno en la
dermis. En algunos casos, el peeling tiene un
efecto blanqueador y es prescrito para la rosácea (trastorno caracterizado por erupciones
rojas, inflamación y vascularidad acentuada), la
discromía (decoloración irregular) y el melasma
o “máscara del embarazo” (oscurecimiento de
ciertas áreas del rostro).
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Renovación por capas
El peeling –según la técnica empleada– se clasifica
principalmente en dos categorías: físico y químico (también están el electrónico y el biológico).
En el físico o mecánico, el paciente es expuesto a
una serie de raspados superficiales para “limar” y
“pulir” la piel y mejorar así su textura, disminuir
la coloración dispareja, suavizar irregularidades y
reducir las líneas finas de arrugas y cicatrices.
El peeling químico es quizá la modalidad más
conocida. A diferencia del físico, supone el uso
de ácidos especiales y está indicado en el tratamiento de arrugas finas en el rostro, problemas
de manchas o hiperpigmentación facial, secuelas
de acné y alteraciones producidas por el sol y la
edad. Las sustancias comúnmente utilizadas son
los alfa-hidroxiácidos, el ácido glicólico, el ácido
salicílico, el ácido tricloracético, el ácido retinoico
y el fenol. La elección del químico (en ocasiones se
usa más de uno) dependerá del problema cutáneo
y del objetivo del tratamiento (despigmentante,
antiacneico, antiarrugas). En cualquier caso, se
consigue mejorar la calidad de la piel y potenciar
la producción de colágeno y elastina.
Según la profundidad de acción de la sustancia,
el peeling químico se divide en tres categorías:
Superficial. Actúa hasta la membrana basal, la
última capa de la epidermis. Mejora la apariencia de los poros y atenúa las marcas de acné, las
A la sombra
El tipo de peeling determina
el tiempo de recuperación de la
piel: desde uno a dos días en
el caso de los más suaves, hasta
un mes con los más intensos.
Incluso el enrojecimiento
cutáneo con los ácidos químicos
de acción profunda puede
durar hasta 6 meses.
exfoliarse en casa
El exceso de células muertas en la
superficie de la piel altera su función
protectora y le resta frescura y lozanía.
No es suficiente, entonces, una rutina
de limpieza que incluya sólo agua
y jabón. Se hace necesario recurrir
–al menos una vez por semana– a
productos que ofrezcan, además, una
delicada acción exfoliante tanto para
el rostro como para las zonas más
rugosas del cuerpo (talones, codos y
rodillas). Aunque no producen propiamente una descamación, buscan
–caseramente– mejorar la textura de la
piel. Se puede sustituir o complementar su acción con un guante de crin o
un cepillo de finas cerdas.
• Agregue una pizca de sal a media
taza de yogurt natural. Frote la mezcla
en la nariz, la frente y la barbilla.
Retire con agua fresca.
• Combine una taza de harina de maíz
y otra de raíces de iris en polvo (disponible en centros naturistas). Coloque
la mezcla en un pañuelo de tela bien
anudado. Frote con energía sobre la
piel del cuerpo durante el baño.
• Vierta sal fina de cocina en un paño
húmedo. Anude bien y friccione
muy delicadamente sobre el cuerpo
enjabonado. Enjuague, seque sin
frotar y aplique un buen hidratante.
No se recomienda usar la preparación
en piernas con problemas de várices
y pieles delicadas.
pecas, las manchas y las arrugas finas. Además,
favorece la uniformidad del tono y ayuda a controlar la grasa.
Medio. Opera entre la membrana basal y la dermis
papilar. La descamación es más intensa que en el
peeling superficial. Actúa sobre las arrugas finas
y de profundidad media y minimiza las manchas
y marcas que deja el acné. Se indica en casos de
envejecimiento solar y, en ocasiones, como paso
previo o complemento de otros tratamientos dermatológicos.
Profundo. Conocido como lifting o levantamiento
facial no quirúrgico, actúa en la dermis papilar y
parte de la reticular. Está indicado para los casos
más severos de envejecimiento cutáneo, manchas, problemas de flacidez, acné y cicatrices.
Su aplicación produce dolor (se usa sedación o
anestesia) y el paciente debe guardar reposo y
esperar, al menos, una semana antes de incorporarse a su rutina habitual. La renovación de
la piel es total.
El cualquier caso, el paciente no
puede llevar sol por un mínimo
de un mes. Los cuidados posteriores deben ser recetados por el
médico tratante, pero, en líneas
generales, hay que mantener la
piel limpia y humectada, y aplicar
una emulsión antiinflamatoria
(favorece la descamación).
Dependiendo de la clase de
peeling, se prescriben hidratantes
o lociones para facilitar la recuperación de la piel. Cuando el
tratamiento ha sido profundo, se
recetan antibióticos tópicos para
evitar infecciones. Es fundamental no quitar la piel que comienza
a descamarse ni arrancar las
costras. El tejido se cae solo o lo
remueve el especialista.
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Inquietudes frecuentes
¿El procedimiento es el indicado para mí?
La decisión no debe ser caprichosa. El especialista
tiene que practicar un examen completo de la piel
para evaluar si el paciente realmente necesita un
peeling. Sólo él está calificado para sugerir el tipo
y nivel de profundidad del tratamiento.
¿Cómo reacciona la piel ante el tratamiento?
El peeling superficial usualmente causa enrojecimiento, seguido de una descamación que dura
de 3 a 5 días. En los peeling medio y profundo la
descamación dura de 7 a 14 días y, eventualmente, produce cierta inflamación y la formación de
ampollas.
¿Es doloroso?
La mayoría de las personas sólo experimentan
ardor transitorio, prurito y enrojecimiento en la
zona tratada. La molestia, en ocasiones, puede
ameritar medicación durante o después del tratamiento. La aplicación del fenol (en peeling profundos) sí produce dolor, suele requerir sedación
o anestesia y monitoreo cardíaco (el especialista
ordena un chequeo médico previo).
¿En qué zonas del cuerpo se puede aplicar?
Comúnmente aplicado en el rostro, también es
posible tratar la piel del cuello, pecho, manos,
brazos y piernas.
¿Quién puede aplicar un peeling?
Un dermatólogo –o un cirujano plástico– es el
profesional indicado para aplicar tratamientos
dermoestéticos.
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¿Cuántos me puedo hacer?
Hasta cuatro al año, dependiendo del objetivo y
de la profundidad. La periodicidad varía, insisten
los especialistas, en función de las características individuales y de la sustancia empleada.
Cuando la intervención en la piel es profunda,
las sesiones se espacian más en el tiempo y el
tratamiento completo se hace, máximo, una vez
al año. Si el peeling es muy profundo, no suele
repetirse en años.
¿Hay alguna contraindicación?
El tratamiento está contraindicado durante el
embarazo y en personas con lesiones recientes
en la piel, irradiaciones previas en el área y antecedentes de mala cicatrización (formación de
queloide). Es preciso comunicarle al médico si se
es alérgico a alguna sustancia o medicamento y si
se sufre de infecciones virales como el herpes.
¿A qué edad me puedo hacer un peeling?
A partir de la adolescencia. La técnica está contraindicada en los niños.
¿Necesito tener cuidados especiales?
Sí. Es fundamental mantener el rostro limpio, utilizar un filtro solar o bloqueador y no exponerse al
sol directamente durante los meses que indique
el especialista. •
F u en t es C o ns u l t adas
Dr. Leopoldo Krulig, dermatólogo. Centro Médico de Caracas /
Dr. Jorge Luis Vera, internista y dermatólogo. Centro
de Dermatología, Centro Caroní, Colinas de Bello Monte /
American Academy of Dermatology (www.aad.org)