sumario 51 Eur Psychiatry Ed. Esp. (2002); 9: 51-57 ARTÍCULO ORIGINAL La base científica y ética para los ensayos controlados con placebo en la depresión y la esquizofrenia: una perspectiva de la FDA T. P. Laughren Grupo de Medicamentos Psiquiátricos, División de Medicamentos Neurofarmacológicos (HDF-120), Food And Drug Administration, 5600 Fishers Lane, Rockville, MD 20857, EE.UU. Resumen - Hay una tensión entre la necesidad de ensayos científicamente válidos de nuevos medicamentos psicotropos y la preocupación por la realización de ensayos controlados con placebo, los ensayos que los psicofarmacólogos consideran la norma áurea, cuando esto requiere que se niegue a algunos pacientes terapia efectiva existente. Este artículo revisará los principios científicos que apoyan la necesidad de ensayos controlados con placebo en la depresión y la esquizofrenia, y proporcionará datos preliminares sobre las tasas de fracaso de los ensayos controlados con placebo para estos trastornos, como ilustraciones de la aplicación de estos principios. Después se revisarán las cuestiones éticas pertinentes a la realización de ensayos controlados con placebo para estos dos graves trastornos psiquiátricos. Se presentarán datos preliminares sobre los suicidios en los ensayos controlados con placebo sobre depresión y esquizofrenia para abogar por la aceptabilidad ética de la realización de los ensayos controlados con placebo en estos dos trastornos. depresión / ética / placebo / psicofarmacología / esquizofrenia ENSAYOS VÁLIDOS CIENTÍFICAMENTE EN LA DEPRESIÓN Y LA ESQUIZOFRENIA La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE.UU. tiene autoridad reguladora sobre la aprobación y comercialización de nuevos medicamentos, como se estipula en la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos, Sección 505 [3]. Esta ley requiere que un patrocinador que busca la aprobación de un nuevo medicamento proporcione "pruebas sustanciales de la efectividad a partir de investigaciones adecuadas y bien controladas." La parte más pertinente para este análisis de los ensayos controlados con placebo es la expresión "investigaciones adecuadas y bien controladas". Este concepto se define en el Código de Regulaciones Federales [5] e incluye como diseños de estudio posiblemente aceptables todos los siguientes: control concurrente de placebo; control concurrente de tratamiento activo; control concurrente de comparación de dosis; control histórico, y ausencia de control concurrente de tratamiento. Los ensayos adecuados y bien controlados se definen de modo general en las regulaciones de los EE.UU., e incluyen los controles históricos y los ensayos sin control de tratamiento (descubiertos). Ya que incluso los críticos más severos de los ensayos controlados con placebo aceptan por lo general que estos dos diseños no son válidos en los ensayos psicofarmacológicos, no se considerarán más en este análisis. Los tres diseños adecuados y bien controlados restan- Laughren TP. The scientific and ethical basis for placebo-controlled trials in depression and schizophrenia: an FDA perspective. Eur Psychiatry 2001; 16: 418-423. 52 T. P. Laughren tes incluyen el control con placebo, el control activo y los ensayos de comparación de dosis. Para los ensayos controlados con placebo y de comparación de dosis, el objetivo es mostrar la superioridad del nuevo medicamento, en alguna dosis, sobre el placebo o una dosis más baja de ese mismo fármaco. Un ensayo con control activo tiene uno de dos objetivos. Se pretende mostrar la superioridad de un nuevo medicamento a un estándar activo o se pretende mostrar la equivalencia, o no-inferioridad, con él. En general, cualquiera de los diseños de superioridad, sea la comparación con un placebo, con una dosis más baja del mismo medicamento o con un medicamento estándar activo, se consideraría válido científicamente. La única excepción podría ser si el estándar activo se utilizara de tal manera que se hiciera que los pacientes estuvieran realmente peor que si no recibieran tratamiento. Mostrar la superioridad con respecto a un fármaco activo, aunque es fácil de interpretar, es muy difícil y no se puede esperar que un tratamiento nuevo sea superior a la terapia estándar. Por tanto, muchos considerarían deseable que el diseño de equivalencia, o de no-inferioridad, fuera un diseño válido para los ensayos de medicamentos psicotropos, pues permite que todos los pacientes reciban un tratamiento activo. Los problemas científicos implicados en decidir si el diseño de equivalencia de control activo es un diseño válido o no en un área terapéutica particular se han estudiado ampliamente en dos artículos recientes [2, 8], y se analizarán aquí sólo en lo que se aplica a la cuestión de la validez de este diseño en las áreas de los ensayos sobre depresión y esquizofrenia. En primer lugar, se necesita clarificación con respecto a la terminología y la estructura de la comprobación de hipótesis para estos ensayos. Un ensayo de equivalencia implica dos pruebas unilaterales para mostrar a la vez que un nuevo medicamento no es inferior a algún estándar activo y también que el estándar activo no es inferior al nuevo fármaco. Sin embargo, para los estudios de investigación de nuevos medicamentos, la meta sería generalmente mostrar que el nuevo medicamento no es inferior en más que una cantidad definida (el margen de no-inferioridad) al estándar activo que se sabe que es efectivo. Así, en la mayoría de los casos, la única hipótesis que se examina es la noinferioridad (por una cantidad específica) del nuevo medicamento con respecto al estándar activo, una prueba unilateral individual. A lo largo de este análisis, se hará referencia a este enfoque como diseño de no-inferioridad. Realizar esta prueba requiere la capacidad para definir un margen de no-inferioridad. Ese margen no puede ser mayor que la diferencia entre el medicamento estándar activo y el placebo cuya presencia se debe asumir en el ensayo de control activo, es decir, el supuesto de lo que se ha denominado como "sensibilidad de análisis", la capacidad de un estudio particular para haber detectado una diferencia del tratamiento, si la había. Por supuesto, si hay un grupo de placebo en el ensayo, la sensibilidad de análisis del ensayo se puede someter a prueba, y no se tiene que suponer. Sin embargo, sin un grupo de placebo, la sensibilidad de análisis se debe suponer, y este supuesto se basa en la experiencia histórica con el control activo. Así, la validez del enfoque de noinferioridad depende de que los investigadores hayan podido demostrar regularmente, en ensayos controlados con placebo anteriores, la superioridad de los medicamentos estándar activos con respecto al placebo. Si esto no es cierto históricamente, es decir, si muchos ensayos diseñados y realizados adecuadamente no pueden distinguir el medicamento del placebo, el diseño de no-inferioridad no es válido, ya que no se puede hacer el supuesto de sensibilidad de análisis. Algunos han aducido que el diseño controlado con placebo no es ético ni óptimo científicamente para la depresión y la esquizofrenia. Rothman y cols. [7] han argumentado contra el uso del diseño controlado con placebo en la depresión, y Weijer [9] ha presentado un argumento similar para la esquizofrenia. Estos autores han propuesto que, en ambos casos, es científicamente válido confiar en el diseño de no-inferioridad y que la comparación de los dos medicamentos es de mayor interés para los clínicos que la cuestión de si el nuevo medicamento es simplemente superior o no al placebo. Esta última afirmación es discutible, ya que este planteamiento, aun cuando fuera válido, no detectaría los medicamentos que, aunque inferiores a un estándar activo, podrían tener un perfil de seguridad mejor y eficacia suficiente, es decir, superioridad sobre el placebo, para justificar su disponibilidad. Sin embargo, la cuestión principal de interés aquí es la validez del diseño de no-inferioridad en la depresión y la esquizofrenia. Como se ha señalado, la cuestión crítica es si los antecedentes de ensayos controlados con placebo en estos entornos hacen pensar en la presencia de sensibilidad de análisis. Para estudiar la cuestión de la fiabilidad con que los ensayos controlados con placebo pueden distinguir los psicotropos efectivos conocidos del placebo, buscamos dentro de nuestros propios archivos los resultados de ensayos controlados con placebo en la depresión y la esquizofrenia durante un periodo de 12 años apro- Ensayos controlados con placebo en depresión y esquizofrenia 53 Tabla I. Tasas de fracaso para los estudios controlados con placebo en los programas de desarrollo de medicamentos para el trastorno depresivo mayor. Programa de desarrollo Número de estudios Número total de Porcentaje (%) de estudios de medicamentos1 negativos/fracasados2 estudios adecuados3 negativos/fracasados4 1 2 4 50% 2 0 3 0% 3 3 5 60% 4 5 12 42% 5 3 5 60% 6 2 6 33% 7 5 10 50% 8 3 5 60% Totales 23 50 46% Cada número representa un programa de desarrollo de medicamentos separado, y se presentan en orden cronológico. Muchos de los estudios en los que el medicamento en investigación no se pudo distinguir del placebo incluían también un medicamento activo estándar que no se pudo distinguir del placebo; en ocasiones se hace referencia a ellos como estudios fracasados. Otros estudios incluían sólo un medicamento en investigación que no se pudo distinguir del placebo; en ocasiones se hace referencia a ellos como estudios negativos. Con vistas a este análisis, todos estos estudios se considerarán como fracasados, en el sentido de que fracasan en distinguir un medicamento en investigación que se sabe que es eficaz del placebo. 3Se juzgó que los estudios eran adecuados de acuerdo con la dosis, la duración, la población estudiada y el tamaño de la muestra. 4Porcentaje del número total de estudios adecuados en cada programa que no distinguieron el nuevo medicamento en investigación del placebo. 1 2 ximadamente, es decir, de 1987 a 1999. Consideramos sólo los medicamentos que concluimos que eran eficaces, e incluimos en nuestra indagación sólo los estudios a corto plazo controlados con placebo que estaban al menos tan bien diseñados desde el punto de vista del tamaño de la muestra, la dosis, la duración, la población estudiada y los criterios de inclusión como otros estudios en cada programa de desarrollo que tuvo éxito. No incluimos los estudios tempranos en estos programas para los que hubo dudas de la adecuación de la dosis, la duración o el tamaño de la muestra. Así, todos los estudios considerados debían haber podido distinguir el nuevo medicamento en investigación del placebo. Evaluamos cada estudio en cada programa como un éxito o un fracaso según consiguiera mostrar o no la superioridad del nuevo medicamento en investigación sobre el placebo en el cambio de la línea de base (análisis de la última observación llevada a cabo [LOCF]) en la Escala de Evaluación de la Depresión de Hamilton (HDRS) (para los estudios de trastorno depresivo mayor) y la Escala de Evaluación Psiquiátrica Breve (BPRS) (para los estudios de esquizofrenia). Se advierte al lector que las tasas de fracaso siguientes representan los resultados de una indagación preliminar basada en un examen de los resúmenes de los datos encontrados en las revisiones clínicas para estas aplicaciones. Las tasas de fracaso para los estudios controlados con placebo en ocho programas que implicaban a pacientes con trastorno depresivo mayor se pueden ver en la tabla I. En conjunto, la tasa de fracaso para los ensayos controlados con placebo en estos ocho programas para el trastorno depresivo mayor fue 23/50 (46%). Como se ha señalado, todos eran estudios para medicamentos que creemos que son efectivos y se han aprobado en los EE.UU. En nuestra opinión, esta elevada tasa de fracaso (casi el 50%) para los ensayos controlados con placebo en el trastorno depresivo mayor nos lleva a concluir que el diseño de no-inferioridad no sería válido para esta indicación, ya que no sería posible establecer un margen de no-inferioridad, un efecto que se pudiera presumir que el medicamento de control había tenido en el estudio comparado con placebo. En efecto, ese margen tendría que ser cero, es decir, sería necesario mostrar que el nuevo fármaco es superior al estándar activo para poder interpretar el ensayo. Dada la gran dificultad en mostrar la superioridad de cualquier antidepresivo sobre otro, uno se ve llevado a la conclusión de que el único estudio interpretable en el trastorno depresivo mayor es el ensayo controlado con placebo. Las tasas de fracaso para los estudios controlados con placebo en cinco programas que implicaban a pacientes con esquizofrenia se presentan en la tabla II. En conjunto, la tasa de fracaso para los ensayos controlados con placebo en estos cinco programas para la esquizofrenia fue 4/16 (25%). De nuevo, como 54 T. P. Laughren Tabla II. Tasas de fracaso para los estudios controlados con placebo en los programas de desarrollo de medicamentos para la esquizofrenia.1 Programa de desarrollo Número de estudios Número total de Porcentaje (%) de estudios de medicamentos2 negativos/fracasados3 estudios adecuados4 negativos/fracasados5 1 0 3 0% 2 1 3 33% 3 1 3 33% 4 1 3 33% 5 1 4 25% Totales 4 16 25% 1 Se debería advertir que, en dos de estos 16 ensayos, se consideró que una dosis muy baja del nuevo medicamento representaba eficazmente al placebo. 2Cada número representa un programa de desarrollo de medicamentos separado, y se presentan en orden cronológico. 3Muchos de los estudios en los que el medicamento en investigación no se pudo distinguir del placebo incluían también un medicamento activo estándar que no se pudo distinguir del placebo; en ocasiones se hace referencia a ellos como estudios fracasados. Otros estudios incluían sólo un medicamento en investigación que no se pudo distinguir del placebo; en ocasiones se hace referencia a ellos como estudios negativos. Con vistas a este análisis, todos estos estudios se considerarán como fracasados, en el sentido de que fracasan en distinguir un medicamento en investigación que se sabe que es eficaz del placebo. 4Se juzgó que los estudios eran adecuados de acuerdo con la dosis, la duración, la población estudiada y el tamaño de la muestra. 5Porcentaje del número total de estudios adecuados en cada programa que no distinguieron el nuevo medicamento en investigación del placebo. se ha señalado, todos ellos eran estudios para medicamentos que creemos que son eficaces. Esta tasa de fracaso es considerablemente más baja que la observada para los estudios de la depresión, y próxima a la que se podría esperar a partir únicamente de consideraciones de potencia. Así, los hallazgos preliminares de nuestro examen de los ensayos sobre esquizofrenia indican al menos la posibilidad de que el diseño de no-inferioridad se pueda considerar más detenidamente como una opción para esta indicación. Otros han llegado a una conclusión similar a partir de un análisis diferente de estos mismos datos [10]. Sin embargo, no creemos que haya datos suficientes en este momento para concluir que el diseño de no-inferioridad sea una opción aceptable para los estudios de la esquizofrenia. Se necesita más trabajo para considerar cómo se podría emprender la selección de un margen apropiado de no-inferioridad para la realización de futuros estudios de la esquizofrenia. Los tamaños del efecto en estos ensayos sobre esquizofrenia, a partir de nuestra indagación preliminar de estos datos, fueron bastante modestos, y variables. En uno de los ensayos positivos, la diferencia en el cambio desde la línea de base (LOCF) entre el medicamento y el placebo fue sólo cuatro unidades en la puntuación total de la BPRS. Así, puede ser difícil escoger un margen de noinferioridad, y es posible que los estudios tengan que ser tan largos para establecer creíblemente la noinferioridad que este enfoque quizá no sea factible. La otra cuestión que hace falta estudiar es cómo un cambio en el estándar de un diseño de superioridad a uno de no-inferioridad podría afectar a la realización de los ensayos sobre esquizofrenia. Cuando la meta es mostrar que no hay diferencias en lugar de mostrar una diferencia, ¿qué efecto tiene este cambio en los incentivos en la conducta del investigador, aun cuando cualquier cambio que pueda haber no sea deliberado, para asegurar que el ensayo consigue no encontrar diferencias? Por ejemplo, ¿llevaría este estándar diferente a seleccionar pacientes con más posibilidades de mejorar espontáneamente, a una menor atención a la evaluación de los pacientes o a una preocupación menor por el uso de medicación concomitante? Es preciso examinar a fondo esta preocupación antes de que se pueda considerar el estándar de no-inferioridad para su adopción [8]. CONSIDERACIONES ÉTICAS EN LOS ENSAYOS CONTROLADOS CON PLACEBO EN LA DEPRESIÓN Y LA ESQUIZOFRENIA Hay un debate de muchos años en las publicaciones y en otros sitios con respecto a la ética de realizar ensayos controlados con placebo en áreas terapéuticas donde hay tratamientos efectivos reconocidos, y este debate está en gran parte fuera del alcance de este artículo. Sin embargo, vale la pena señalar que una revisión reciente de la Declaración de Helsinki de la Aso- 55 Ensayos controlados con placebo en depresión y esquizofrenia ciación Médica Mundial [11] parece concluir que el uso de placebo en un ensayo clínico nunca es aceptable éticamente cuando hay una terapia efectiva conocida. Por otra parte, muchas otras organizaciones sanitarias han rechazado esta posición extrema. La FDA ha requerido regularmente ensayos controlados con placebo en muchas áreas terapéuticas donde hay tratamientos aprobados, y ha alcanzado hace poco una conclusión diferente de la expresada en la Declaración de Helsinki adoptando un documento de guía sobre la elección de grupo de control desarrollado bajo los auspicios de la Conferencia Internacional sobre Armonización ([ICH] E-10). El criterio establecido en este documento E-10 es que un ensayo controlado con placebo es inaceptable sólo si existen medicamentos estándar que son efectivos en la reducción de la mortalidad o la morbilidad irreversible [4]. En virtud de este criterio, no se considera poco ético pedir a los pacientes que participen en ensayos en que puede haber un retraso de la terapia efectiva que resulte en el mantenimiento de los síntomas, siempre que haya consentimiento plenamente informado y el entorno no sea coercitivo, es decir, que se considere a los pacientes capaces de elegir su participación en este ensayo. Suponiendo que se acepta el criterio de la ICH, el enfoque se dirige a cuáles podrían ser los riesgos de retrasar el tratamiento efectivo. Hay algunas áreas terapéuticas en que el estado actual de conocimiento ha resultado en una incapacidad para estudiar los nuevos agentes de modo provisto de significado. Por ejemplo, los antagonistas betaadrenérgicos se consideran efectivos en la reducción del riesgo de mortalidad después del infarto a partir de ensayos convincentes controlados con placebo. Por otra parte, la historia de Tabla III. Riesgo de suicidio en los ensayos sobre depresión.1 Nuevo medicamento en investigación 0,10% (22/22,062) 1 Control de placebo Control activo 0,02% 2/8692 0,13% 7/5514 Los datos no están ajustados para la duración de la exposición. Tabla IV. Riesgo de suicidio en los ensayos sobre esquizofrenia.1 Nuevo medicamento en investigación 0,14% (6/4269) 1 Control de placebo Control activo 0,19% 1/525 0,07% 1/1366 Los datos no están ajustados para la duración de la exposición. Tabla V. Tasa de suicidio en los ensayos sobre depresión.1 Nuevo medicamento en investigación Control de placebo Control activo 3,6 6,9 8,4 Suicidios/1.000 personas-año. 1 los ensayos controlados con placebo en esta área son variados, no mostrando beneficio muchos de ellos, de manera que sería difícil identificar un margen de noinferioridad para el estudio de un nuevo antagonista betaadrenérgico. Así, aunque un ensayo controlado con placebo es una necesidad científica en cualquier estudio futuro de antagonistas betaadrenérgicos para pacientes después del infarto, estos ensayos no se consideran aceptables éticamente en EE.UU. dadas las pruebas de reducción de mortalidad. La cuestión crítica que se debe estudiar para otras áreas terapéuticas es si hay pruebas de que la terapia disponible afecte a la mortalidad o la morbilidad irreversible. En la actualidad, hay algunos datos preliminares con respecto al riesgo de suicidio en asociación con la asignación a medicamento o placebo en los ensayos controlados para la depresión y la esquizofrenia. El suicidio es un riesgo conocido en los pacientes tanto con trastorno depresivo mayor como con esquizofrenia, y es debido en gran parte a la preocupación por un posible riesgo mayor de suicidio en asociación con la asignación al placebo que algunos han argumentado contra el uso de placebo en los ensayos controlados en estos dos trastornos. Que haya un mayor riesgo de suicidio relacionado con la asignación al placebo no se puede responder examinando los ensayos individuales de estos trastornos, pues incluso los estudios individuales más grandes tienen un número demasiado pequeño de acontecimientos para cualquier análisis con significado. Por tanto, agregamos los datos sobre suicidios en los ensayos a corto plazo controlados con placebo en el trastorno depresivo mayor y la esquizofrenia durante los 12 últimos años aproximadamente (1987-1999). Nuestros análisis incluyeron datos de ocho programas de antidepresivos (fluoxetina, sertralina, paroxetina, venlafaxina, nefazodona, bupropión, mirtazapina y citalopram) y cuatro programas de esquizofrenia (clozapina, risperidona, olanzapina y quetiapina). Se definieron como suicidio todas las muertes clasificadas como tal por el investigador que se produjeron durante la fase a corto plazo de estos ensayos o en un plazo de 30 días después de la interrupción del tratamiento asignado. El riesgo bruto 56 T. P. Laughren de suicidio se calculó como sigue: número de suicidios/número de pacientes expuestos. Los resultados se presentan en las tablas III y IV. No hay indicación obvia de un mayor riesgo de suicidio en los pacientes tratados con placebo. Estos datos no se han ajustado para la duración de la exposición. Sin embargo, este ajuste tendería a aumentar la estimación para los pacientes con placebo en relación con los grupos del nuevo medicamento en investigación y de control activo, ya que los pacientes con placebo en estos estudios tienden a abandonar antes por lo general y, por tanto, tienen menos tiempo de exposición. Un análisis de los datos de depresión realizado independientemente por Khan y cols. [6] utilizando datos obtenidos de revisiones de la FDA al amparo de la libertad de acceso a la información usó una medida de persona-tiempo como denominador. Khan y cols. incluyeron también los suicidios que se produjeron durante las extensiones a largo plazo al descubierto de los ensayos, además de los que tuvieron lugar en las fases controladas a corto plazo, con medidas de persona-tiempo agregadas a través de todas las exposiciones de los pacientes. Así, compararon la tasa de suicidio que se encontró en los grupos de placebo o de control activo de los ensayos a corto plazo con la tasa de suicidio que se encontró durante la exposición combinada a corto y largo plazo al nuevo medicamento en investigación. Los resultados del análisis de Khan y cols. se pueden ver en la tabla IV. Como se esperaba, la tasa con placebo en los ensayos sobre depresión aumentó en relación con las tasas con el nuevo medicamento en investigación y con el grupo de control activo. De nuevo, no hubo diferencias estadísticamente significativas en las tasas de suicidio a través de los tres grupos (P = 0,46), y no hubo indicación de una tasa mayor en el grupo con placebo. Estos hallazgos están de acuerdo con un meta-análisis de los ensayos controlados con placebo de fluoxetina en la depresión, que también encontró que no había aumento en los suicidios entre los pacientes tratados con placebo [1]. Estos análisis preliminares no indican un riesgo mayor de suicidio en asociación con la asignación al placebo en los ensayos a corto plazo controlados con placebo de medicamentos en investigación para tratar el trastorno depresivo mayor o la esquizofrenia. La base de datos relativamente grande en la depresión proporciona seguridad considerable de que no existe este riesgo. Por supuesto, este tipo de análisis no estudia los riesgos de un empeoramiento menor de los sín- tomas asociado a la asignación del placebo, ni estudia la posibilidad de que haya riesgos a largo plazo asociados con un retraso breve en el tratamiento efectivo. Sin embargo, es importante advertir que los ensayos controlados con placebo se deben realizar sólo en pacientes plenamente informados, y se han de efectuar de tal manera que proporcionen la máxima protección de los pacientes, incluida supervisión estrecha y frecuente y rescate temprano para los pacientes a los que no le va bien. La División de Medicamentos Neurofarmacológicos en la FDA está comprometida actualmente en la creación de una base de datos para un análisis más extenso de la mortalidad por cualquier causa así como del riesgo de suicidio en los ensayos tanto a corto como a largo plazo para todos los trastornos psiquiátricos que se están estudiando en la actualidad. Este análisis permitirá el cálculo de tasas tanto de mortalidad global como de suicidio, para las exposiciones a corto y a largo plazo por separado, y permitirá también la exploración de otras variables predictoras, por ejemplo, la edad, el género, la localización del ensayo. CONCLUSIÓN El éxito en el desarrollo de nuevos compuestos psicotropos para el tratamiento de enfermedades psiquiátricas graves como la depresión y la esquizofrenia requiere la realización de ensayos clínicos que sean válidos científicamente. La elevada tasa de fracaso de los ensayos controlados con placebo para compuestos eficaces conocidos en el trastorno depresivo mayor argumenta vigorosamente en contra de la validez del diseño de no-inferioridad en este trastorno. La tasa de fracaso de los ensayos controlados con placebo para compuestos efectivos conocidos en la esquizofrenia es más baja, y hay razones para explorar la posible validez del diseño de no-inferioridad en este trastorno. Sin embargo, la experiencia de los ensayos controlados es mucho más limitada para la esquizofrenia comparado con la depresión, el tamaño del efecto es sólo modesto y queda por ver si un diseño de no-inferioridad es válido o no o, si es válido, si es factible en esta afección. La ausencia de pruebas de un riesgo mayor de suicidio para los pacientes tratados con placebo comparado con los pacientes tratados con el medicamento en los ensayos sobre depresión y esquizofrenia aboga por la aceptabilidad ética de los estudios controlados con placebo en ambos trastornos. Sin embargo, está claro que estos ensayos deben incluir consentimiento sumario Ensayos controlados con placebo en depresión y esquizofrenia informado cuidadosamente obtenido y se deben realizar de manera que proporcionen la máxima protección para los pacientes. AGRADECIMIENTOS Me gustaría agradecer a Michael Sevka, M. D., del Grupo de Seguridad en la División de Medicamentos Psicofarmacológicos en la FDA, su ayuda al agregar los datos de suicidio para los ensayos sobre depresión y esquizofrenia. BIBLIOGRAFÍA 1 Beasley CM, Dornseif BE, Bosomworth JC, Sayler ME, Rampey AH. Fluoxetine and suicide: a meta-analysis of controlled trials of treatment for depression. BMJ 1991; 303: 685-92. 2 Ellenberg SS, Temple R. Placebo-controlled trials and active-control trials in the evaluation of new treatments. Part 2: practical issues and specific cases. Ann Intern Med 2000; 133: 464-70. 3 Food and Drug Administration. Federal Food, Drug, and Cosmetic Act, As Amended, FDA 93-1051. Washington, DC: 4 5 6 7 8 9 10 11 57 Superintendent of Documents, US Government Printing Office; 1993. Food and Drug Administration. International Conference on Harmonization: choice of control group in clinical trials. Federal Register 1999; 64: 51767-80. Food and Drug Administration. Adequate and well-controlled trials. Code of Federal Regulations (Revisad as of April 1, 2001), Title 21, Part 314.126. Washington, DC: US Government Printing Office; 2001. Khan AF, Warner HA, Brown WA. Symptom reduction and suicide risk in patients treated with placebo in antidepressant trials. Arch Gen Psychiatry 2000; 57: 311-7. Rothman KJ, Michels KB. 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