Huesos decorados

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MFM. Ossos decorats filmar_MFM. Ossos decorats 2 06/05/10 12:24 Página 4
Otras lecturas,
otras miradas
Huesos decorados
El arte de labrar los huesos, los cuernos y los dientes de animales para convertirlos
en objetos o decorarlos se remonta a las primeras comunidades humanas.
En la antigüedad, el marfil extraído de los colmillos de los elefantes, pero también
de otros animales como rinocerontes, jabalíes o ballenas, era un producto raro y
muy valioso. Por ello, su uso se restringió a las estatuas gigantescas realizadas con
oro y marfil, como las existentes en Atenas y Olimpia, y sirvió asimismo para decorar palacios y producir objetos de lujo.
Los huesos de vaca y los de otros animales
como caballos, cerdos o ciervos bien
labrados y pulidos recuerdan al marfil.
Así, con el paso del tiempo fue
aumentando el número de artesanos que, con este material, elaboraban dados y fichas de
juego, placas de entrada a
los teatros y espectáculos,
botones, peines y horquillas, mangos de cuchillo,
cajitas para la higiene personal y de novia, contenedores de perfume, apliques
de mobiliario, etc., es decir,
objetos a un precio asequible cuya apariencia se asemejaba a la de aquellos de los que
podían disfrutar sólo las clases acomodadas.
Caja reconstruida a partir de piezas originales
The Walters Art Gallery. Baltimore
Los talleres de Alejandría, en Egipto, alcanzaron, en los siglos IV y V dC, una gran
capacidad de producción vinculada a una favorable aceptación en todos los mercados de estos tipos de objetos. Su estratégica situación geográfica convirtió a
Alejandría, durante toda la antigüedad, en el principal punto de confluencia y convivencia de culturas y creencias muy variadas. Este hecho se pone de manifiesto en
el repertorio iconográfico de las piezas de hueso, que entendían y aceptaban del
mismo modo un cristiano copto, un egipcio helenizado, un legionario romano o un
judío alejandrino.
Los temas representados con mayor frecuencia son las escenas bucólicas o marinas,
así como danzas y desfiles en que participan personajes mitológicos, tal y como
podemos observar en las piezas de la colección del Museu Frederic Marès –Baco
(1), Apolo (2), Artemisa (3), Nereidas (4), Bacantes (5) y Amorcillos (6)–.
Los artesanos empleaban huesos de formas distintas, en función del tipo de objeto. Los largos y redondeados servían para los frascos
de perfume, los mangos de cuchillo y
algunos apliques de mueble, mientras que los planos se usaban para
hacer botones, fichas, peines o placas para decorar cajas.
Para dar color a los objetos, a veces
los huesos se teñían de verde o se
ahumaban para lograr, de este
modo, una tonalidad gris. La calidad artística de estos relieves es
desigual, dependía de la habilidad
de los artesanos y de la producción
del taller y suponía un precio distinto de venta.
Figura femenina con un velo que flota a su alrededor formando olas o nubes. Este tema aparece
con frecuencia en las cajas o arquetas de los
siglos IV y V dC.
The Walters Art Gallery. Baltimore
La tradición de decorar cajas y otros objetos con hueso para lograr un efecto lujoso se siguió desarrollando en el Mediterráneo durante la época medieval. En el primer piso del museo podemos observar una colección de cajas o arquetas realizadas
en la Venecia del siglo XV, algunas de ellas de gran belleza.
Español
Colección de seis placas de hueso labrado, procedentes posiblemente de Alejandría
(Egipto), de los siglos IV-V dC. El número de fragmentos de objetos diversos y piezas de mobiliario, especialmente patas y decoración de lechos funerarios, realizados con huesos labrados en Alejandría en la etapa bajo imperial, fue muy importante. Por este motivo, se hallan muestras con diferentes niveles de calidad artística en muchos museos del mundo.
MFM 569
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