1 EL MÉTODO SOCRÁTICO La idea básica del

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EL MÉTODO SOCRÁTICO
La idea básica del método socrático de enseñanza consiste en que el maestro no inculca al alumno el
conocimiento, pues rechaza que su mente sea un receptáculo o cajón vacío en el que se puedan introducir
las distintas verdades; para Sócrates, es el discípulo quien extrae de sí mismo el conocimiento. Este
método es muy distinto al de los sofistas: los sofistas daban discursos y a partir de ellos esperaban que los
discípulos aprendiesen. Sócrates, mediante el diálogo y un trato más individualizado con el discípulo, le
ayudaba a alcanzar por sí mismo el saber.
Sócrates (Platón, Apología de Sócrates. Alhambra 1.988) A Sócrates hay que concederle el título de
maestro. Su manera de hacer, ha despertado miles de sugerencias. Su lema le viene por vía materna:
“Soy hijo de una tremenda y excelente partera”, por eso, “¿no sabéis que me dedico al arte de mi madre?”
que es "el arte de despertar y de hacer cesar los dolores del parto intelectual" (Teeteto, 151 b). Atenas
asiste a la invasión de petulantes "que tenían la pasión noble y peligrosa de ser sabios”, dirá Platón. Una
auténtica epidemia donde los osados podían aparentar sin exigírseles el rigor de ser”.
Para dejarlo bien claro, escoge el conocido “sólo sé que no sé nada”, que en el fondo es sólo simulación e
impotencia. Para explicarlo, recurrirá a la famosa encuesta a los políticos, poetas y artesanos en su
Apología (21 c). Estos se consideran sabios porque creen haber llegado a una meta y poseer la verdad.
Por tanto, ya han dejado de buscar, viven de seguridades, pero que en el fondo es ignorancia
irresponsable.
Sócrates está siempre en camino: “no concibo una vida sin búsqueda”, y aún más explícitamente: “jamás,
mientras viva, dejaré de filosofar” (Apología, 29).
La palabra mayéutica designaba, en origen, el arte de las comadronas de dar a la luz a las parturientas (la
madre de Sócrates, según dice su alumno Platón, era precisamente una de estas comadronas). La
analogía con su aplicación a la filosofía es curiosa. Las comadronas ayudan a dar a luz hijos que ellas no
han engendrado, sino que se hallan en la matriz de otras mujeres. De la misma forma, Sócrates,
interrogando a sus interlocutores, “da a luz” ideas que, afirma, no proceden de él, sino que residían en la
mente de aquellos, pese a que ellos mismos desconocen su existencia. De aquí parte también el sentido
de su frase, grabada en el frontón del templo de Delfos: “Conócete a ti mismo”. Hay que descender hasta
nuestras interioridades más profundas y extraer de ellas, mediante el diálogo con nuestro espíritu, las
verdades permanentes.
Su misión de partera le obliga. a intervenir en el parto intelectual, no a procrear, especificará. Un hijo no
puede ser de una sola persona, es una obra en colaboración. Esta es la significación de este verbo tan
expresivo symphilosophein: filosofar es común, filosofar en grupo.
Para encontrar la verdad, no hay que escuchar discursos de moda ni pagarse maestros. La verdad, emana
de dentro de uno mismo y con la razón.-que es physis-, el hombre entra en contacto con la naturaleza.
Esta es la esencia del intelectualismo socrático, aplicada a la Ética y a la fuente de conocimiento. Guiado
por la razón, todos, hasta el más ignorante pueden llegar a idénticas metas.
En síntesis, la mayéutica como método o técnica, se refiere al arte de interrogar para llegar al
conocimiento no conceptualizado, de ahí la relación con las parteras, pues Sócrates no creía en un
discípulo como un recipiente de conocimiento, sino como un buscador del conocimiento, además él creía
que el conocimiento estaba dentro de las personas, entonces lo que Sócrates hacia era ayudarle a dar a
luz el conocimiento.
La mayéutica se basa en la creencia de que existe un conocimiento que se acumula en la conciencia por
la tradición y la experiencia de generaciones pasadas. Por lo tanto, en la mayéutica el individuo es invitado
a descubrir la verdad que se encuentra en él latente sin haberla hecho consciente, mientras que la ironía,
históricamente creada por Sócrates, combate en el individuo lo erróneo de lo que cree saber y tiene como
verdad, siendo falso.
HISTORIA DEL MÉTODO
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Sócrates generalmente aplicó este método de examinación a conceptos que parecen no tener una
definición concreta o definida. Por ejemplo, conceptos pertinentes a la moral como virtudes de piedad,
sabiduría, templanza, coraje y justicia. Este examen desafiaba las creencias morales implícitas de los
interlocutores, trayendo a colación inconsistencias y casos inadecuados que no cuadraban con sus
creencias y que normalmente resultaban en perplejidad o desconcierto conocido como aporía. A la vista de
estas incompetencias, el mismo Sócrates declaró su ignorancia, donde otros todavía proclamaban tener
acierto o conocimiento. Sócrates creía que su conocimiento o percepción de su ignorancia le hacía ser
más sabio que aquellos que, aunque ignorantes, clamaban tener conocimiento. Aunque esta creencia
parece ser paradójica o contradictoria a primera vista, de hecho le permitió a Sócrates descubrir sus
propios errores donde otros asumían que estaban acertados. Este hecho, es conocido por la anécdota del
oráculo de Delphi que se pronunció diciendo que Sócrates era el hombre más sabio entre todos los
hombres.
Sócrates usó esta afirmación al mismo tiempo que era consciente de sus límites en sus llamamientos.
Consecuentemente, dijo que un buen y bondadoso mandatario consistía en que éste cuidara de su alma,
moral verdadera y de su entendimiento ya que la riqueza no trae la bondad pero la bondad trae consigo la
riqueza y cualquier otra bendición tanto individualmente como para el estado y la vida sin examinación,
diálogo o discusión no vale la pena vivirla. Y con esto en mente el método socrático fue empleado.
Los motivos actuales o modernos para el uso de este método no son necesariamente equivalentes.
Sócrates raramente usó el método para desarrollar teorías consistentes, en lugar de eso lo usó para
explicar los mitos. Parménides de Elea se muestra usando el método socrático para desgranar y apuntar
los flecos de la teoría platónica de la forma. En lugar de llegar a respuestas, el método fue usado para
romper y hacer caer las teorías que se mantenían detrás de axiomas y postulados que se tomaban por
garantizados pero que tras examinación dejaban de tener sentido o eran incongruentes con las
deducciones.
ACTUALIDAD DEL MÉTODO
Método educativo que funciona haciendo preguntas al alumno para que este llegue por sí mismo a las
conclusiones, en este sentido, la mayéutica como genuina educación es prácticamente lo opuesto a la
instrucción. Los profesores saben que lo razonado se aprende mejor que lo memorizado y este método de
aprendizaje no ha perdido vigencia con el paso de los siglos.
En el siglo XX Jacques Lacan ha entendido al psicoanálisis principalmente como un método mayéutico
mediante el cual el analista (psicoanalista) tiene como una de sus principales funciones el favorecer que
quien analiza ("paciente" o “analizante”) considerado como quien es en verdad el que tiene
(inconscientemente) el saber de lo que le afecta; en tal caso el analista ayuda, o más bien estimula, incita,
a quien analiza (analizante) para que pueda hacer consciente lo que es inconsciente.
FUENTES
•
TORRE DE BABEL
http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Presocraticos/Mayeutica.htm
•
APUNTES DE FILOSOFIA
http://apuntesdefilosofa.blogspot.com/2009/02/la-mayeutica-de-socrates.html
•
SLIDESHARE
http://www.slideshare.net/neosei/metodos-filosoficos
•
PARLAMENTO UNIVERSAL DE LA JUVENTUD
PUJ 93 Estudio, trabajo, ocio y tiempo libre, S´Arenal, Mallorca, España, 1993
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EJEMPLO SOBRE EL USO DE LA MAYÉUTICA
Personajes: Sócrates, Plutarco, Clístenes, Draco, Hércules
El contexto es una fiesta en honor al dios Baco
Sócrates: Bueno muchachos, me retiro, buenos días
Plutarco: No tengas cuidado. Tu derecho humano te lo permite
Sócrates: Derechos humanos. Mmmm… ¿sabes en qué consiste todo no?
Plutarco: Por supuesto que sí.
Sócrates: Yo no, me lo puedes decir
Plutarco: Claro. Aquí voy: derechos humanos es todo lo que esta manifestado en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos
Sócrates: ¿Y sus fundamentos, fines, que no cuentan?
Plutarco: Los fines están escritos
Sócrates: ¿Y el fundamento?, ¿por qué no lo tenemos?, ¿en que se basaron esas personas para hacer
esa Declaración?
Plutarco: Si te fijas en el título: Declaración Universal de los Derechos Humanos. Entonces el fundamento
siempre existió, en otras palabras el fundamento es la ley natural.
Sócrates: Muy bueno tu análisis, pero solo obedece a un análisis de palabras, además era una asamblea
de iusnaturalistas, lo que implica que la ley natural está basada en la naturaleza y además son creyentes
de Dios. Así el que no cree no en dios no tendrá razón de cumplirla
Plutarco: Bueno hasta la naturaleza está bien. De modo que nadie puede ignorar a la naturaleza a pesar
de que crea en Dios o no.
Sócrates: Ya… creo que es menester preguntar, por qué la naturaleza es el fundamento.
Plutarco: La naturaleza le da la diferencia al hombre dentro de los otros animales. Por eso se lo define
como "animal racional", todo lo que es el hombre es natural: su pensamiento, su ser social, sus derechos
humanos. Siempre existió.
Sócrates: La nariz, ojos, pies, deben también serlo.
Plutarco: Afirmativamente, Sócrates
Sócrates: Tú me puedes decir que lo que mencioné anteriormente no puede variar con el paso del tiempo.
Plutarco: Sí, no puede variar.
Sócrates: Entonces como explicas que los Derechos Humanos se hayan declarado recién en siglo XX.
Plutarco: Obviamente que no todo lo conocemos. Para descubrir usamos la razón y la experiencia al igual
que las ciencias
Sócrates: Mmm… si eso es cierto, entonces Naim manifestó que tenía un coeficiente intelectual de 30,
varió y ahora tiene 90, esto es evidente que ha cambiado. La postura de caminar en el hombre nunca fue
la misma.
Entonces eso de que no cambien los derechos es falso, por las evidencias que te mostré.
Plutarco: Creo que tienes razón.
Entonces a la charla ingresa Clístenes, el estaba sentado "observando" la discusión e interviene.
Clístenes: ¡Sócrates¡ El avance que permite los Derechos Humanos tales como la no tortura, la dignidad,
la libertad, la seguridad, la autonomía, la educación, son fines que debemos buscarlos. Ese es el
fundamento.
Sócrates: Bobbio habla como tú lo haces pero con un ingrediente diferente: a él no le interesa el
fundamento; él dice que si los fines son buenos hay que seguirlos. Hay que evitar la violación de los
Derechos Humanos por cualquier persona, Estado, grupo social, etc.
Nietzsche en su "Crepúsculo de los ídolos" habla sobre "los cuatro errores de la humanidad". Entre ellos, y
para esta oración, es el de confundir la causa con la consecuencia. Por eso también se le considera como
falacia y eso es algo que tú haces.
Tratas los fines como si fueran el fundamento.
Clístenes: Entonces… yo creo que es así y que es válido, sino demuéstrame lo contrario
Sócrates: Estás aludiendo a la carga de la prueba. Bueno con todo eso, suponiendo que lo que dices es
cierto, y que siendo consecuente, debes de aceptar que el fin justifica o fundamenta los medios (en este
caso los DD.HH.) y así se puede dar paso a cualquier acción.
En ese instante para Draco, que entonces ebrio producto de la fiesta. Y en un tono fuerte dice:
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Draco: Claro que no, la existencia o lo que es el fundamento es el reconocimiento positivo, nada más. Este
no se atrae a los valores en su realización. Eso es objeto de la axiología.
Sócrates: Pero acaso la realización y en cada norma el derecho no expresa un valor que va al fin de
buscar la justicia. Draco dime si no es así.
Draco: Sí… pero, yo mencione que los valores los estudia la axiología.
Sócrates: En ningún momento mencioné que el Derecho estudia los valores, solo que los emplea.
Draco: De acuerdo, me equivoqué en esta parte.
Sócrates: Al decirme que el derecho positivo es el fundamento, también tendrías que aceptar que la ley
impuesta por Roma sobre un nombramiento de un esclavo es por deuda, conquista, de herencia. Claro
tomando la consideración de este contexto (siglo XX)
Draco: No, eso no puede ser; claro que no.
Sócrates: (invitando a Hércules a la conversación) Hércules, qué me puedes decir sobre el fundamento.
Hércules: Si nos ponemos a examinar, por el hecho simplemente principio. Como observas si decimos
principio es el comienzo, el alfa, el inicio de todo. En otras palabras no creo que debe ni lo tiene
(fundamento). Esto además obedece a que los seres humanos los hemos aceptado. No trato, de ninguna
manera, que esto sea el fundamento, porque también incurriría en una falacia denominada Ad numerum.
Sócrates: Me gusta tu sinceridad. Pero si uno nos plantea la aceptación de unir régimen totalitario, este
puede deducir lógicamente, claro todo dependiendo de la base y así llevarnos a consecuencias no……
ahora suponiendo que no hay fundamento. Creo que los derechos humanos serían el horror más grande
de la humanidad, el aceptar algo sin razón y fundamento. Por lo que digo que sí hay fundamento, claro
asumiendo que no es un error.
Sócrates: (dirigiéndose a todos) Además añadiendo por parte mía, debo manifestar que los fundamentos
no fueron ni son todavía conscientes en las personas. Tal vez se debe a su formación tradicionalista. Tu
Plutarco, que miras de un hombre que es para ti, mirándonos a nosotros.
Plutarco: Un hombre tiene sentimiento, es un ser vivo, algo muy difícil de describir.
Sócrates: Y por qué crees que es difícil de describir
Plutarco: Porque, no sé tal vez sea que es único, no encuentro una comparación con otra cosa.
Sócrates: Si no es cierto que también resulte vago, el hombre es un ser vivo sui generis
Sócrates: (ahora dirigiéndose a Draco) ¿Qué es lo que tú haces al dar un derecho (positivamente)?
Draco: Considerar los hechos lo que valoran y lo que buscan.
Sócrates: Es cierto, pero es así de un momento a otro
Draco: No, hay un proceso, no se sabe en qué momento se interrelaciona hecho con valor.
Sócrates: (dirigiéndose a Hércules) ¿Cómo se conjugan o armonizan la libertad a la seguridad?
Hércules: Creo que no son derechos compatibles
Sócrates: Entonces que se hace
Hércules: Ver las circunstancias y eso…creo que implica que no hay un fundamento, sino varios
fundamentos, pero son absolutos ya que todo hecho tiene carácter histórico.
Sócrates: entonces que conclusión sacan ustedes.
Todos se pusieron a pensar, razonar; paso varios minutos y nadie hablaba. Toda la gente regresaba de la
fiesta. Hasta uno, que no había participado explícitamente en la discusión manifestó:
Que no hay un fundamento, sino fundamentos que tiene una relación íntima con los hechos; esta relación
son los valores no tradicionales que es incompatible con los valores modernos. El derecho positivo solo le
da fuerza para su cumplimiento ofrecido por el Estado.
Sócrates: Pero, eso sólo es un resumen de lo dicho.
Clístenes: Que el derecho está basado en la moral moderna y esos valores que son cambiantes, es el
valor de los Derechos Humanos.
Sócrates: Muy bien, falta agregar algo.
Hércules: Que los valores cambian y estos Derechos Humanos también cambiarán.
Tomado de:
Filosofía del Derecho;
http://filosofiaderecho.zoomblog.com/cat/5726
Reflexiones
filosóficas
sobre
el
Derecho;
en:
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