¿Cuáles son los factores necesarios para el despegue de las

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¿Cuáles son los factores necesarios para
el despegue de las aplicaciones móviles?
Sandra Sieber
e-business Center PwC&IESE
31/01/06
No hay duda de que las tecnologías móviles han
transformado nuestra vida. De hecho, hoy en día, son pocos
los que se atreven a salir de casa sin su teléfono móvil, y
estar localizables (y poder localizar) se ha convertido de
hecho en una necesidad fundamental en el ámbito tanto
personal como profesional.
Pero mientras la comunicación de voz se ha desplegado a un
ritmo vertiginoso, la transmisión de datos se está adoptando a
un ritmo inferior. Si bien durante el último año las soluciones
móviles de correo electrónico ya han encontrado una gran
aceptación entre los profesionales, aún está por llegar la
popularización de aplicaciones que mueven datos e
información, bien dentro de la empresa -a nivel por ejemplo
de fuerza de ventas o de empleados de campo-, bien entre las
empresas y sus clientes o proveedores. De este modo, en
Estados Unidos, alrededor de la mitad de las grandes
empresas habían adoptado aplicaciones móviles de correo
electrónico o adquirieron una BlackBerry en la primera mitad
de 2005, según estimaciones de Forrester. Sin embargo, no se
llega ni de lejos a estos niveles con aplicaciones más
sofisticadas, cuando éstas en principio tienen impactos más
claros sobre los costes y la productividad de las empresas.
Para entender esta paradoja, es útil pensar en términos
generales, entendiendo que existen una serie de factores que
llevan a que una innovación sea adoptada por el mercado:
presentar una ventaja económica demostrable, desarrollar un
ecosistema, ser consistente con intereses colindantes y vencer
las resistencias internas al cambio.
En el caso de la tecnología móvil, las ventajas económicas
parecen evidentes, ya que permite que el acceso a
información de forma instantánea, en el lugar y el momento
preciso. Ello facilita y simplifica el contacto con empleados,
activos, productos y clientes dispersos. De esta manera, se
pueden lograr incrementos de la productividad, mejoras de la
planificación de procesos y la reducción de los costes
indirectos y de trasporte. Sin olvidar los beneficios no
cuantificables, tales como la mejora del servicio, la
satisfacción del empleado y del cliente o la imagen.
Claves
1 En 2006, el presupuesto en
TIC crecerá un 1,6%,
respecto al 2,9% estimado
por Forrester para 2005. El
sector de las finanzas es el
que mayor aumentará su
inversión en tecnología,
mientras que el de las
telecomunicaciones y los
servicios públicos (luz, gas,
agua) disminuirá en un 0,7%
el gasto dedicado a esta
partida.
2 Las aplicaciones móviles
orientadas a los clientes sólo
han conquistado al 28% de
las empresas norteamericanas
durante 2005. Más éxito han
tenido las soluciones internas:
el 44% de las compañías han
desplegado soluciones para
ofrecer información y
contenido a sus empleados,
mientras que un 56% cuentan
ya con soluciones de
calendario y contactos.
3 En Europa, la inversión
durante 2005 en la mayoría
de aplicaciones móviles se
mantuvo estable e incluso
decreció en más de la mitad
de las empresas respecto a
2004. Por ejemplo, el 58% de
las empresas no aumentó su
gasto en equipamiento y
servicios de Internet móvil,
mientras que un 56% no
incrementó su inversión en
datos móviles.
En segundo lugar, la adopción de innovaciones requiere la creación de un ecosistema, es
decir, un entorno estable y seguro y con condiciones que favorecen el desarrollo de
productos nuevos. En el caso de las aplicaciones móviles, este ecosistema debería estar
integrado por redes con cobertura y fiabilidad adecuadas; un mercado de terminales
funcionales que no se queden obsoletos por decisiones del operador, del fabricante, o
del proveedor de software; proveedores capaces de garantizar una oferta fluida de
servicios y con una reputación de solvencia tecnológica; y profesionales de los
departamentos de Sistemas de la Información que sepan manejar las soluciones
escogidas por la empresa. De esta manera, el inversor sabrá que la tecnología es estable
y su inversión segura. Aunque en general se puede decir que estas condiciones se dan, sí
cabe señalar la existencia de algunos factores desestabilizantes, como la batalla de
estándares para el desarrollo de aplicaciones –con los diferentes actores de la industria
pugnando por el triunfo, entre otras plataformas, de JAVA, BREW o .net—, lo que no
ayuda a crear el clima de confianza que los adoptadores de aplicaciones móviles
necesitan.
Por otra parte, los desarrollos de la innovación deben ser consistentes con los intereses
colindantes. En un principio, podríamos decir que tanto fabricantes como operadores
están muy interesados en el despliegue de aplicaciones móviles. Sin embargo, en cierta
medida algunos operadores contribuyen a crear dudas adicionales con acciones como la
promoción de soluciones WiFi mientras predicen la inminencia de la llegada de WiMax
y sus bondades.
Por último, para que las aplicaciones móviles arraiguen en las empresas es necesario
que se tengan en cuenta posibles resistencias al cambio. En muchos casos la
implantación de nuevas aplicaciones implica que las personas modifiquen sus hábitos de
trabajo y adopten nuevas maneras de hacer. Por ello, como en toda implantación de una
nueva tecnología, es necesario involucrar a los miembros de la organización desde su
planificación y diseño hasta su despliegue definitivo. Ello pasa por un trabajo conjunto
para la identificación de oportunidades y mejoras, una comunicación e información
detallada y constante de los progresos a los empleados, así como el establecimiento de
mecanismos de motivación y recompensa que aseguren una coherencia organizativa. De
este modo se tienen en cuenta adecuadamente los aspectos humanos, tanto individuales
como de grupo, que implica cualquier adopción de innovaciones.
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