Regulación de la Inejecución de Obligaciones

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Contenido
INFORME ESPECIAL
PREGUNT
AS Y RESPUEST
AS
PREGUNTAS
RESPUESTAS
Regulación de la Inejecución de Obligaciones ................................................................................................... VIII-1
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"En toda relación obligacional existe el riesgo de incumplimiento, es decir, la posibilidad de que alguna de las
partes incumpla con la obligación a la que se ha comprometido. En la gran mayoría de casos, este incumplimiento genera un perjuicio que debe ser reparado, para lo cual será necesario analizar la responsabilidad de las
partes en el evento de incumplimiento"
1. Introducción
2. Marco legal
Las obligaciones se originan en relaciones jurídicas en virtud de las cuales una
persona se compromete a ejecutar una
determinada prestación a favor de otra.
La inejecución de obligaciones está regulada por el Código Civil en sus artículos
1314 al 1350.
Las obligaciones a las que hacemos referencia son aquellas de carácter patrimonial y
pueden consistir en prestaciones de dar, hacer o no hacer. En las obligaciones de dar, la
persona obligada debe entregar un determinado bien a favor de otra, como sucede
en los contratos de compraventa. En las obligaciones de hacer, la persona obligada se
compromete a realizar un determinado acto
a favor de la otra parte, como ocurre en los
contratos de locación de servicios. Y, en las
obligaciones de no hacer, la persona obligada se abstiene de realizar un determinado
acto, como sucede en un contrato de distribución cuando el distribuidor se obliga a no
realizar operaciones en determinados mercados reservados para otros distribuidores.
Lamentablemente, en la realidad se presentan distintas situaciones que generan que
muchas veces las obligaciones asumidas por
una persona no se cumplan, lo que ocasiona
un perjuicio en la persona que se vería beneficiada con la obligación. Como la persona
perjudicada con el incumplimiento requiere
ser indemnizada por los daños que se le han
causado, es necesario establecer si existe responsabilidad por parte del obligado o si el
incumplimiento se debe a causas ajenas a las
partes o, incluso, si la responsabilidad por los
daños es del propio afectado.
Para determinar la responsabilidad por la
inejecución de obligaciones analizaremos
las disposiciones que contiene el Código
Civil en este aspecto y veremos cómo se
aplican en la realidad.
N.° 152
Primera Quincena - Febrero 2008
3. Consideraciones previas
Antes de desarrollar las distintas reglas
que contiene el Código Civil para la determinación de la responsabilidad por
la inejecución de obligaciones y el deber de indemnizar a la persona perjudicada, es necesario precisar que esta
responsabilidad es lo que se conoce comúnmente como "responsabilidad contractual". Esto se debe a que la gran
mayoría de incumplimientos están referidos a obligaciones derivadas de contratos. Sin embargo, existen otros actos
jurídicos derivados de la voluntad de
una persona, distintos a los contratos,
que generan obligaciones, como es el
caso de la promesa unilateral.
Es por ello, que el sistema de responsabilidad por el incumplimiento de obligaciones convencionales o derivadas de la
voluntad de una persona no es uno de
"responsabilidad contractual" sino uno de
"responsabilidad por inejecución de obligaciones" como bien lo denomina el Código Civil.
4. Inejecución e incumplimiento
Se considera que una obligación no ha sido
ejecutada cuando se ha producido un incumplimiento en la prestación.
Para tal efecto, debemos entender que existe incumplimiento cuando la prestación no
se ha realizado o cuando se ha realizado de
manera parcial, tardía o defectuosa.
5. Factores de determinación de
responsabilidad
Informe Especial
Regulación de la Inejecución de Obligaciones
Verificado el incumplimiento, corresponde determinar si el obligado ha incurrido
en responsabilidad o si dicho incumplimiento se ha originado por causas no
imputables al obligado o por causas imputables al propio perjudicado.
Para tal fin, el Código Civil regula dos factores que determinan la responsabilidad
de un obligado:
5.1 El dolo
El dolo es la voluntad manifiesta de
no ejecutar la prestación, es decir, que
el dolo es la intención del obligado
de no realizar la prestación a la que
se ha obligado.
5.2 La culpa
La culpa es la actuación negligente del
obligado que tiene como consecuencia el incumplimiento de su prestación. El Código Civil distingue dos tipos de culpa:
- La culpa leve.- Es la negligencia
del obligado por la cual no actúa
de acuerdo a la diligencia que ordinariamente se le puede exigir,
según la prestación, las personas,
el lugar y el tiempo.
- La culpa grave o culpa inexcusable.- Es la negligencia grave por
la cual el obligado incumple su
prestación. Implica un nivel de
descuido sumamente grave.
De esta manera, sólo se podrá atribuir responsabilidad al obligado cuando su incumplimiento se deba a una
actuación dolosa o negligente. AunActualidad Empresarial
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que es posible que el obligado asuma la responsabilidad por el incumplimiento incluso si no se deriva de
su negligencia o dolo, si así se ha establecido en la relación jurídica que
dio origen a la obligación.
6. Supuesto de ausencia de dolo
o culpa
Como hemos señalado, los supuestos en
los que se atribuye responsabilidad por
la inejecución de las obligaciones a una
de las partes deben implicar una actuación dolosa o culposa del obligado. Cuando el incumplimiento no se debe a una
actuación dolosa o culposa, es porque se
han presentado otros factores que generan el incumplimiento. Estos factores son
denominados supuestos de ausencia de
dolo o culpa, y son los siguientes:
6.1 Caso fortuito
El caso fortuito es aquél que se deriva del azar y consiste en un acto extraordinario, imprevisible e irresistible que ocasiona el incumplimiento
de la obligación o genera su cumplimiento parcial tardía o defectuoso.
6.2Fuerza mayor
Los casos de fuerza mayor son aquellos producidos por un acto en el que
ha intervenido una voluntad humana
ajena a la de las partes de la relación
jurídica y que es de naturaleza imprevisible e irresistible, originando que el
obligado se vea compelido a incumplir con su obligación o a cumplirla de
manera parcial, tardía o defectuosa.
Cuando se produce alguno de estos
supuestos, la responsabilidad por el
incumplimiento del contrato no le corresponde al obligado.
7. Responsabilidad del propio
perjudicado
Además de los supuestos de ausencia de
dolo o culpa señalados anteriormente,
existe la posibilidad que la responsabili-
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dad por el incumplimiento y los daños
causados no obedezca al obligado sino al
propio perjudicado. Así lo establece el
Código Civil en sus artículos 1326 y 1327.
Cuando el acreedor hubiera coadyuvado con
su actuación a que se produzca el incumplimiento, la indemnización o resarcimiento por
los daños causados se debe reducir en función a la importancia de la actuación del
acreedor. Además, si el acreedor hubiera
podido evitar los daños si hubiera procedido de manera diligente, el deudor no deberá indemnizarlo por dichos daños.
8. Daños indemnizables
Como consecuencia del incumplimiento
de una obligación y al determinarse la
responsabilidad del obligado o deudor
por dicho incumplimiento, éste deberá
indemnizar a la persona perjudicada por
los daños que le hubiera ocasionado.
Para tal efecto, el Código Civil distingue
distintas clases de daños, según detallamos a continuación:
8.1 Daño emergente
El daño emergente está constituido por
el menoscabo económico que sufre el
perjudicado con ocasión del incumplimiento, es decir, el daño emergente
está referido al detrimento en el patrimonio del deudor como consecuencia de la inejecución de la obligación.
8.2 Lucro cesante
El lucro cesante es el daño conformado por la ganancia dejada de percibir
por la persona perjudicada como consecuencia del incumplimiento. A diferencia del daño emergente, el lucro
cesante no es un detrimento en el
patrimonio de la persona perjudicada, sino que es una ganancia que no
percibirá al no haberse cumplido con
la prestación esperada.
8.3 Daño moral
El daño moral es el que se produce cuando se ha perjudicado la reputación o el
honor de una persona, como consecuencia del incumplimiento del deudor.
9. Indemnización en obligaciones dinerarias
Tal como hemos visto, ante el incumplimiento de una obligación corresponde que
el deudor indemnice a la persona perjudicada por los daños que hubiera sufrido.
En el caso de obligaciones dinerarias, el
Código Civil prevé que la indemnización
por los daños ocasionados al dejar de
pagar una suma de dinero, está conformada por los intereses moratorios, que
se calcularán según la tasa de interés prevista en el acto que dio origen a la obligación o según la tasa del interés legal si
no se hubiera previsto la tasa.
Sin embargo, si se hubiera establecido la
obligación de indemnizar el daño ulterior,
entonces el deudor deberá repararlo cuando el acreedor acredite haberlo sufrido. El
daño ulterior es aquél que excede del importe de la indemnización que se hubiera
establecido, en este caso, corresponde al
daño que exceda de los intereses aplicables.
10. Conclusiones
De lo expuesto, podemos concluir que
existen diversos aspectos a tomar en cuenta para la determinación del incumplimiento de una obligación, determinar al
responsable por dicho incumplimiento y
la indemnización que corresponde pagar
por los daños ocasionados.
Las disposiciones contenidas en el Código
Civil sobre estos aspectos, son de fundamental importancia para permitir un adecuado funcionamiento del sistema de obligaciones y regular las situaciones en las
que una persona se vea perjudicada por
el incumplimiento de las prestaciones.
Ficha técnica
Autor
: Cristhian Northcote Sandoval
Título
: Regulación de la Inejecución de Obligaciones
Fuente
: Actualidad Empresarial, N.° 152 - Primera Quincena de Febrero 2008
N.° 152
Primera Quincena - Febrero 2008
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