Comunicación efectiva e interacción con alcance educativo Habilidades clave para la enseñanza en línea Laura Nasta 09 GESTIÓN DE LA INTEREACCIÓN Y LA COMUNICACIÓN Condiciones para una comunicación efectiva y una interacción con alcance educativo: Habilidades clave para la enseñanza en línea RESUMEN En este material se abordan los conceptos de interacción y comunicación, que son procesos a los que hay que prestar mucha atención didáctica principalmente cuando nos referimos a ambientes de aprendizaje en línea. Sin embargo, no se exponen los conceptos en sí mismos, sino desde las principales cualidades bajo las cuales deben desarrollarse: la comunicación efectiva y la interacción con alcance educativo. Pues para generar ambientes auténticos de formación no basta con comunicarnos e interactuar, es necesario hacerlo pero con un sentido pedagógico y formativo, y considerando determinadas condiciones para que estos procesos sean fluidos y efectivos. En el texto se parte desde la aclaración conceptual de los términos, algunas consideraciones teóricas, para después explicas las condiciones necesarias para una comunicación efectiva y una interacción con alcance educativo. Marco conceptual de la interacción educativa Tal como lo mencionó Moore (1989) y como sigue sucediendo actualmente, uno de los grandes problemas surge del uso inapropiado de términos como el de interacción, que muchas veces son empleados de manera imprecisa y diversa, con lo que a su vez adquieren una multiplicidad de significados. Como consecuencia se produce ambigüedad no sólo a nivel conceptual, sino también a nivel práctico. Es por ello que el tener un claro referente del concepto de interacción constituirá un sólido punto de partida. Al distinguir la interacción de otros conceptos, se podrán ir identificando algunas de sus características esenciales para poder, después, comprender con mayor claridad su significado. Distinción entre interacción e interactividad El concepto de interacción suele equipararse al de interactividad sin embargo, retomando algunos autores, se pueden distinguir entre sí. Wagner (1997) explica la interacción como un intercambio en el cual los individuos y los grupos se influencian entre sí y ocurre cuando existen dos eventos recíprocos que requieren de dos objetos o dos acciones. Por otra parte define la interactividad como la descripción de la capacidad tecnológica para establecer conexiones punto a punto en tiempo real. De esta forma, la interacción se enfoca al comportamiento de las personas, mientras que la interactividad se focaliza en las características de los sistemas tecnológicos. Cabero y Llorente (2007) permiten reafirmar esta distinción en cuanto vinculan la interacción con las relaciones humanas y la interactividad con la relación que las personas establecen con determinados materiales y medios tecnológicos. Sentido del concepto de interacción educativa De su distinción con la interactividad, se puede identificar que la interacción implica una necesaria relación humana. Por tanto, en un sentido amplio y con base en Rizo (2007), la interacción puede ser entendida como un proceso social en que los seres humanos establecen relaciones entre sí. Desde un sentido educativo, Bravo (1995) sintetiza, a partir de los trabajos empíricos realizados en las últimas décadas sobre interacción profesor-alumno, algunos de sus aspectos relevantes: la eficacia del profesor, el estilo de enseñanza y las expectativas del docente hacia el alumno. La eficacia del profesor está relacionada con su capacidad para conducir a los alumnos al logro de los propósitos del plan de estudios, de la asignatura que imparte y de las propias intenciones educativas que el docente se plantea. El estilo de enseñanza está vinculado a los comportamientos docentes asociados al rendimiento académico de los alumnos. Asimismo representa la adopción de determinados paradigmas o teorías educativas. Por último, la expectativa del docente hacia el alumno se refiere a las preconcepciones que el profesor se forma respecto al alumno y cómo éstas se vinculan con el desempeño de los estudiantes. Independientemente de estos factores y tomando a Rizo (2007), el resultado será siempre la modificación del estado de los participantes: maestro y alumnos. Se sugiere que la interacción educativa puede ser definida como un complejo proceso de relación didáctica entre profesor y alumnos, que se genera gracias a la comunicación y en el que intervienen diversos factores determinantes en el desarrollo y aprendizaje del grupo. Teniendo este referente conceptual, se explica la tipología y niveles de interacción educativa. Tipologías de interacción Una de las primeras tipologías sobre interacción fue la de Moore (1989), la cual aún conserva su vigencia y es la más ampliamente conocida. Propone tres tipos de interacción respecto a los actores de la comunicación: receptor y emisor: a) Interacción estudiante - contenido b) Interacción estudiante – maestro c) Interacción estudiante – estudiante Dentro de cada una de estas interacciones se pueden identificar temas de actualidad. Por ejemplo, para el primer tipo de interacción, estudiante – contenido, alguno de los temas serían los relacionados al diseño instruccional, a los objetos de aprendizaje, a los contenidos abiertos, entre otros. Mientras que en el tercer tipo de interacción se puede ubicar uno de los temas más escuchados hoy en día: el aprendizaje colaborativo. Sin embargo, para efectos del tema del módulo, el tipo de interacción que interesa es el de estudiante – maestro. Con base en la tipología de Moore, Vrasidas (2000) identifica algunas de las funciones que cubre la interacción entre el estudiante y el profesor, las cuales se pueden agrupar de acuerdo a la dirección en que se genera la comunicación: • El profesor al estudiante: Consiste en las indicaciones, orientaciones y acompañamiento que proporciona el profesor al estudiante, tales como enviar instrucciones, exponer contenidos, proveer retroalimentación y motivar. • El estudiante al profesor: Se refiere a los mensajes que el alumno genera en respuesta al asesor, o también aquellos mensajes que formula por iniciativa propia para enriquecer su aprendizaje tales como definir preguntas, enviar tareas, discutir problemas. Para enriquecer la tipología anterior es importante mencionar la aportación de Hillman, Willis y Gunawardena (1994) quienes propusieron un tipo de interacción que no se estaba considerando anteriormente de manera explícita. Se trata de la interacción estudiante – interfaz, es decir la que establece con los medios y posibilita, a su vez, los otros tipos de interacción: con el contenido, con el maestro o con otros alumnos. Esta nueva aportación pone de relieve la importancia de los medios y de las competencias que deben poseer tanto el estudiante como el docente respecto al uso de herramientas electrónicas y de navegación en aras de una comunicación eficiente y una interacción que alcance sus verdaderos propósitos educativos. Al mismo tiempo permite comprender la incorporación del tema de los medios, específicamente de la tecnología educativa, como uno de los tópicos que se desarrolla hacia el final del apartado. Niveles de interacción Retomando a Hirumi (2002) se pueden identificar tres niveles de interacción. El nivel I es aquel en el que la interacción ocurre en el interior de cada sujeto alumno, es decir, de manera intrapersonal. Incluye tanto operaciones cognitivas como metacognitivas y está más relacionado con procesos de autorregulación. En el nivel II la interacción ocurre entre el alumno y algún recurso humano o no humano y busca estimular las interacciones de nivel I. Hirumi identifica, dentro del nivel II, seis diferentes tipos de interacciones, tres referidas a recursos humanos y tres a no humanos: alumno-maestro, alumno-alumno, alumno-otros sujetos, alumno-contenido, alumno interfaz y alumno-medio ambiente. Para concluir con la explicación de los niveles, el nivel III consiste en una serie de estrategias necesarias para promover el aprendizaje y facilitar el logro de objetivos definidos. En el nivel III las interacciones son consideradas como un meta-nivel que trasciende y sirve para organizar las interacciones del nivel II. Las interacciones estudiante-instrucción, correspondientes a este nivel, muestran cómo las estrategias instruccionales pueden ser utilizadas para apoyar a los profesores en el diseño y secuenciación las interacciones. De acuerdo al tema de investigación, el tipo de interacción que se profundizará es el que corresponde al alumno-maestro, que se ubica en el nivel II. No obstante los niveles I y III se tendrán en cuanta como referente, por estar todos vinculados entre sí. En el sentido de reafirmar estos niveles se retoma una propuesta anterior de Bates (1999) en donde señala que existen dos contextos en los que ocurre la interacción: la actividad independiente y la actividad social, que se equiparan respectivamente con los niveles I y II propuestos por Hirumi. En la interacción social, es también donde Bates (1999) identifica la interacción estudiante – maestro. Condiciones para una comunicación eficiente Con apoyo del informe de la UNESCO (2002) se considera una comunicación eficiente aquella que sirve a sus fines: la distribución de información y la interacción entre docentes y alumnos. Respecto a las cuales, debe contemplarse procesos en tiempo y forma. De manera general, con base en Zabalza (2003) se pueden identificar determinadas condiciones que debe generar el asesor, para establecer una comunicación eficiente con sus estudiantes: • Tener una clara idea de que lo se desea transmitir • Disponer de códigos efectivos para transmitir los menajes • Cuidar el proceso de transmisión de los mensajes, esto es los canales y medios • Asegurarse de que los alumnos han entendido correctamente los mensajes De manera más específica y retomando la aportación de diversos autores, se describen a continuación las condiciones que se consideran necesarias para una comunicación eficiente. Con base en García (2001) es condición necesaria desarrollar materiales de aprendizaje a través de los cuales el alumno pueda llevar a cabo un aprendizaje autorregulado. Para lograrlo el material debe ser lo suficientemente explicativo, claro, con contenidos relevantes y acordes a los objetivos del curso. De esta forma se establece la base para una comunicación eficiente a lo largo de un curso. Además la entrega de los materiales debe hacerse en tiempo para que el alumno pueda consultarlos conforme al cronograma del curso y a su propia planeación de estudio, para coadyuvar así en la autorregulación del aprendizaje. Así como para cualquier curso se lleva a cabo una planeación didáctica, donde se establecen las estrategias de enseñanza, aprendizaje y evaluación, también es importante establecer una estrategia comunicativa. Deben definirse con claridad las cuestiones de forma, pero sobretodo de fondo, respecto al proceso de comunicación durante el curso. En cuanto a la forma es necesario establecer, por ejemplo, si la comunicación será asincrónica o sincrónica, con qué medios se llevará a cabo, en qué momentos y con qué características, cuál es el lapso de tiempo para la retroalimentación por parte del docente y los alumnos. En cuanto al fondo es necesario establecer las características del contenido de los mensajes para lograr no sólo que cubran las cualidades de redacción, sino que verdaderamente se orienten al diálogo didáctico y educativo. Es aquí donde toma sentido el concepto de utilización estratégica y pedagógica de los medios, pues se establecen de manera intencionada y consciente las estrategias para lograr que la comunicación se integre al proceso educativo y coadyuve en el logro de los objetivos de formación. La estrategia de comunicación debe informarse y negociarse con los alumnos para que todos los participantes del proceso educativo tengan presente las formas y propósitos de la comunicación en el curso. El poner en marcha las estrategias comunicativas, establecidas anteriormente, a lo largo del curso, es una de las condiciones que favorece la comunicación. Se requiere además, aprovechar al máximo de las tecnologías de información y comunicación de las que se dispone y seguir procesos que permitan el logro de los objetivos educativos deseados. La comunicación eficiente también requiere que tanto los alumnos como los docentes evalúen constantemente la forma en que se está llevando a cabo y su impacto en la formación. Características de la interacción Antes de describir las características para una interacción con alcance educativo, es orientador presentar brevemente los rasgos deseados para una buena enseñanza universitaria. Bates retoma a Laurillard (1999) para definir los aspectos de una buena enseñanza universitaria, la cual debe ser: Discursiva. La enseñanza necesita ser familiar y debe crearse un ambiente donde el estudiante y el maestro puedan comunicarse conceptos y objetivos aprobados ente sí, y generar y recibir retroalimentación Interactiva. El estudiante debe realizar las actividades necesarias para demostrar el aprendizaje, y el maestro debe responder a estas actividades por medio de la retroalimentación. Adaptable. El maestro debe usar la información sobre la comprensión de conceptos por parte del estudiante para determinar las futuras actividades de estudio convenientes para el mismo estudiante. Reflexiva. El maestro necesita estimular a los estudiantes para que reflexionen sobre la retroalimentación en relación con los objetivos educativos. Cabrero (2007) señala entre las características de la interacción la identificación efímera del interlocutor, la interacción se da a través de un conjunto de textos escritos, imágenes y sonidos cuyos parámetros establece la simulación, la interacción es pluri-modal pues puede incluir múltiples modalidades de comunicación y tipos de contenidos. Interacción entre docente y alumno De acuerdo con los niveles de interacción propuestos por Hirumi (2002), en el nivel II se ubica la interacción alumno – profesor que se explica como la comunicación que ocurre antes, durante o inmediatamente después de la instrucción. Un reciente estudio citado por este autor sobre las competencias del educador a distancia revela siete tipos de interacciones clave entre al alumno y el maestro. Si bien se refieren a un contexto educativo concreto (a distancia) también pueden ser consideradas en otros contextos: 1. Establecer objetivos de aprendizaje 2. Proveer retroalimentación oportuna y apropiadamente 3. Facilitar la presentación de información 4. Monitorear y evaluar el desempeño del estudiante 5. Proveer o facilitar actividades de aprendizaje 6. Iniciar, mantener y promover la discusión 7. Determinar las necesidades y preferencias del aprendizaje. Dentro de este listado la interacción relativa a la retroalimentación es una de las que se considera más importante. Provee una guía al estudiante sobre su propio desempeño y una guía en general para conducirse en su aprendizaje. Brinda motivación, comparaciones críticas e información acerca de respuestas correctas. Para Moore (1989), la interacción entre el maestro y el alumno inicia con la planeación del currículo, ya sea que el mismo maestro la elabore o la obtenga de la instancia correspondiente para poder partir de un programa de contenido. Contempla también mantener el interés del estudiante, motivar su aprendizaje, brindar orientaciones de carácter autogestivo. Asimismo el instructor realiza presentaciones o pide a los estudiantes que las hagan. Estas presentaciones pueden ser de carácter informativo, de demostración de habilidades, de modelación o relativas al desarrollo de actitudes y valores. Posteriormente la interacción está encaminada a que el instructor coordine a los estudiantes para la aplicación de los contenidos, organiza la evaluación y en función de ésta última, ayuda a los estudiantes a cambiar de estrategias de aprendizaje, si es necesario. Finalmente, el instructor brinda consejería, apoyo y motivación a cada estudiante, aunque el alcance y naturaleza de estos tipos de apoyo varía conforme al nivel educativo de los estudiantes, a la personalidad y filosofía del instructor y a otros factores. Moore (1989) destaca además que la intensidad de la influencia del maestro en los estudiantes es mucho mayor cuando existe interacción directa maestro – estudiante que cuando sólo hay interacción estudiante – contenido. Aunque en la preparación del material instruccional para generar la interacción estudiante – contenido, el maestro puede diseñar material escrito y grabado que apunte a la motivación, sea explicativo, facilite la aplicación de los contenidos, evalúe e incluso provea cierto grado de apoyo afectivo a los estudiantes, no obstante la falta de retroalimentación genera que la enseñanza sea altamente generalizada, no individualizada y responsabilizando a los estudiantes de las funciones mismas de la enseñanza que se presentaron anteriormente, desde el motivar hasta evaluar el aprendizaje, lo cual requeriría un alto grado de autonomía en el estudiante. Alcance educativo de la interacción El alcance educativo de la interacción está relacionado con los procesos de enseñanza y aprendizaje y el logro de las intenciones formativas. En este sentido las características de una buena enseñanza universitaria, mencionadas anteriormente, deben hacerse presentes en la interacción, de modo que ésta sea discursiva, interactiva, adaptable, reflexiva. Desde un enfoque del aprendizaje, retomando a Yurén (2000) la interacción debe orientarse hacia: • Aprendizaje significativo. Que recupera experiencias previas del alumno para relacionarlas con saberes recientemente adquiridos, a fin de afrontar una misma realidad desde nuevas perspectivas. • Aprendizaje personalizado. Que atiende las expectativas de formación del alumno. • Aprendizaje contextual. Que atiende tanto los propósitos formativos del curso como de la institución educativa en que se encuentra el alumno. • Aprendizaje integral. Que se enfoca al desarrollo de las competencias entendidas como la integración de saberes: conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Integración didáctica de condiciones Con base en el marco teórico anterior, se integran algunas condiciones para la comunicación eficiente y la interacción con alcance educativo. Se concluye que estas condiciones, por tener intenciones orientadas directamente al aprendizaje y la formación, deben plantearse desde un enfoque didáctico, basado en los momentos (planeación, realización y evaluación) y los procesos (enseñanzaaprendizaje). Comunicación eficiente a) Condiciones pre-didácticas (planeación) • Comunicación a través de los materiales. Disposición de materiales en tiempo y forma que orientan al aprendizaje autorregulado. Materiales eexplicativos, claros, con contenidos relevantes y acordes a los objetivos del curso. • Establecimiento de la estrategia comunicativa. Definición y comunicación clara de las cuestiones de forma y fondo respecto al proceso de comunicación durante el curso. b) Condiciones didácticas (realización) • Comunicación mediada. Puesta en marcha de estrategias comunicativas, establecidas anteriormente, aprovechando al máximo los recursos de información y comunicación de los que se dispone. • Competencias docentes. Referido a las competencias docentes para lograr una comunicación eficiente. c) Condiciones post- didácticas (evaluación) • Evaluación y metacognición de la comunicación. Reflexión en y sobre los procesos de comunicación. Evaluación constante de la comunicación por parte de los alumnos y docentes. Interacción con alcance educativo a) Condiciones desde el enfoque de la enseñanza: • Discursiva. Ambientes donde el estudiante y el maestro puedan comunicarse conceptos y objetivos aprobados ente sí, y generar y recibir retroalimentación • Dinámica. Interacción que se genera en diversos sentidos y de manera constante. • Adaptable. Se refiere a usar la información sobre la comprensión de conceptos por parte del estudiante para determinar las futuras actividades de estudio convenientes para el mismo estudiante • Reflexiva. Se refiere a la estimulación de los estudiantes para que reflexionen sobre la retroalimentación en relación con los objetivos educativos. b) Condiciones desde el enfoque del aprendizaje: • Significativa. Generación de aspectos de valor en el aprendizaje y formación del estudiante. • Personalizada. Atención a las necesidades y características individuales de los estudiantes. • Contextual. Atención a las necesidades del contexto educativo. • Integral. Orientación no sólo a los conocimientos sino a la formación integral de la persona. En el siguiente documento se presentan algunas condiciones idóneas para una comunicación efectiva y una interacción con alcance educativo, que vale la pena reflexionar para analizar cómo se generan en su aula y de qué forma. Es importante también considerar que estos planteamientos se pueden modificar o enriquecer con los saberes y experiencia docente propios. Tabla 1. Análisis de las condiciones pre-didácticas para la comunicación eficiente Comunicación a través de los materiales Condiciones idóneas Condiciones reales Se proporcionan, a tiempo, materiales que orientan al aprendizaje autorregulado; son lo suficientemente explicativos, claros, con contenidos relevantes y acordes a los objetivos del curso. Establecimiento de la estrategia comunicativa Condiciones idóneas Se establece una estrategia comunicativa, a través de la cual se definen con claridad las cuestiones de forma y fondo respecto al proceso de comunicación durante el curso. Se informa al alumno sobre estas estrategias. Condiciones reales Tabla 2. Análisis de las condiciones didácticas para la comunicación eficiente Comunicación mediada Condiciones idóneas Condiciones reales Se ponen en marcha las estrategia comunicativas, establecidas anteriormente, a lo largo del curso, aprovechando al máximo los recursos de información y comunicación de los que se dispone: • Mensajes con propósitos claros y pertinentes que deben asumirse. • Redacción de los mensajes clara, precisa, sencilla, concisa. El tono de la expresión adecuado al contenido del mensaje, moderado, cordial y respetuoso. • Mensajes con un sentido didáctico, formativo y pertinente al aprendizaje. • Atención y seguimiento permanente y oportuno a la comunicación. • Comunicación reflexiva. • Comunicación en ambos sentidos: del docente al alumno, pero también del alumno al docente. Tabla 3. Análisis de las competencias docentes para la comunicación eficiente Competencias docentes Condiciones idóneas Condiciones reales Entre las competencias que debe dominar el docente para lograr una comunicación eficiente se encuentran: • Facilitar la presentación y comprensión de la información. • Iniciar, mantener y promover la discusión académica y formativa. • Proveer retroalimentación oportuna y apropiadamente. • Monitorear y evaluar constantemente cómo se está desarrollando la comunicación. • Establecer estrategias de comunicación alternativa, si es necesario. • • Animar la participación, reforzar las conductas positivas, manejar adecuadamente las negativas. Aprovecha la comunicación para brindar explicaciones no sólo de tipo informativo, sino también demostrativo y de modelación (formación) Tabla 4. Análisis de las condiciones pos-didácticas para la comunicación eficiente Evaluación y metacognición de la comunicación Condiciones idóneas Condiciones reales Se reflexiona en y sobre los procesos de comunicación. Se evaluar constantemente la comunicación por parte de los alumnos y docentes. Tabla 5. Análisis de las condiciones para una interacción con alcance educativo orientadas a la enseñanza Condiciones idóneas Condiciones reales Interacción desde el enfoque de la enseñanza La enseñanza se orienta a una interacción discursiva, dinámica, adaptable y reflexiva. Tabla 6. Análisis de las condiciones para una interacción con alcance educativo orientadas al aprendizaje. Condiciones idóneas Condiciones reales Interacción desde el enfoque del aprendizaje La interacción se orienta al aprendizaje significativo, personalizado, contextual e integral. Conclusión Las condiciones para una comunicación eficiente en un contexto de educación a distancia, particularmente en su modalidad en línea, deben partir de unos propósitos claros que la orientan, y tomar en cuenta el compromiso para asumirlos, la retroalimentación oportuna y pertinente, el constante seguimiento y valoración del proceso de comunicación a fin de reajustar las estrategias comunicativas acordes a las necesidades y características que se van generando en el proceso didáctico y que favorecen la flexibilidad. Estas condiciones constituirán las bases para generar una interacción con alcance educativo, que promuevan el aprendizaje significativo, personalizado, contextual e integral. Los planteamientos que aquí se presentan son limitados en el sentido de que los estudios e investigación sobre comunicación e interacción en ambientes a distancia son amplios y se actualizan contantemente, sin embargo constituye una base para la reflexión de la propia experiencia docente y busca sobretodo enfatizar la relación entre docentes y alumnos como uno de los aspectos clave para generar ese encuentro trascendente orientado a la formación y realización de la persona que es la intención última de la educación. Referencias Bates, A.W. (1999). La tecnología en la enseñanza abierta y la educación a distancia. México: Trillas. Bravo, C.M. (1995). Interacción profesor alumno. En J. Beltrán y J.A. Bueno (Eds.). Psicología de la Educación. (pp. 415-455). España: Editorial Boixareu Universiataria. Cabero, J. y Llorente, M. C. (2007). La interacción en el aprendizaje en red: uso de herramientas, elementos de análisis y posibilidades educativas. RIED v. 10: 2, 2007, pp 97-123. 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