"Las tres primeras semanas de gestación son las más criticas"

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PRIMER PLANO
Incluso una exposición
baja o moderada del
feto al alcohol durante
la gestación puede
alterar de forma
persistente diversos
neurotransmisores y
neuromoduladores
Se sabe que los bebés expuestos a esta sustancia
pueden desarrollar trastornos del espectro alcohólico
fetal. Además, los estudios
en modelos animales y en líneas celulares han evidenciado que incluso una exposición baja o moderada al
alcohol durante la gestación
puede alterar de forma persistente diversos neurotransmisores y neuromoduladores en el feto y le puede ocasionar alteraciones
cognitivas y conductuales,
como retraso en el desarrollo, hiperactividad, agresividad, trastornos del lenguaje o predisposición al abuso
del alcohol y otras drogas
en la edad adulta.
A su juicio, ante estas evidencias se deberían adoptar
medidas preventivas decididas. "Las embarazadas
deberían estar tachadas en
las botellas de las bebidas
alcohólicas".
"Las tres primeras
semanas de gestación
son las más criticas"
La etapa más vulnerable para el bebé es precisamente
cuando la mujer aún desconoce que está embarazada
BARCELONA
KARLA ISLAS PIECK
[email protected]
l alcohol interfiere de manera importante en el desarrollo neuronal del feto,
mucho más que otras sustancias como la cocaína o
el cannabis, ya que es capaz de atravesar la barrera
placentaria con mucha facilidad. Una de la etapas
más sensibles y en la que
existe un mayor riesgo son
las tres primeras semanas
del embarazo, que precisamente es cuando la mujer
aún no sabe que está embarazada, ha enfatizado
Consuelo Guerri, jefa del
Laboratorio de Patología
Celular y Molecular del Alcohol del Centro de Investigación Príncipe Felipe, de
Valencia. A su juicio, es importante que las mujeres
que estén buscando un
embarazo de manera activa no consuman alcohol.
Ha coincidido en que se
trata de uno de los tóxicos
más estudiados en este
campo y se sabe que resulta mucho más dañino para
el bebé que otras drogas
menos aceptadas socialmente, como la cocaína o el
cannabis, que afectan a la
madre pero no tienen tanto éxito intentando cruzar
la placenta. Incluso el tabaco es percibido como un
factor de riesgo para el feto
por parte de la sociedad y
los profesionales sanita-
E
DM
En el caso de los pesticidas
y herbicidas, también existe evidencia de que pueden
cruzar la placenta y afectar al desarrollo fetal, pero
concluye que son necesarios
más trabajos en esta línea
para indagar los alcances
de este tipo de toxicidad.
Un estudio dirigido por
Oscar García, del Grupo de
Investigación en Infancia y
Entorno (GRIE) del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas analizó el pelo de las madres y
el meconio de los bebés y
concluyó que el 43 por ciento de las embarazadas consumen alcohol durante la
gestación, con una media
equivalente a dos unidades
de consumo por día.
Consuelo Guerri, del centro de investigación Príncipe Felipe.
rios, que suelen incidir en
la importancia de abandonar el hábito durante la
gestación.
Cuando la madre bebe
alcohol, el feto puede llegar
a tener nieves en sangre
más elevados y prolongados que ella, ya que su hígado en formación aún no
tiene las enzimas necesarias para metabolizar esta
sustancia. "A nadie se le
ocurriría ofrecer una bebida alcohólica a un bebé,
sin embargo, cuando una
embarazada bebe se lo
está dando también a su
hijo en el momento que
más daño le hace".
Guerri dice que son necesarios más estudios epidemiológicos para conocer
con precisión el porcentaje de embarazadas que
consumen alcohol, "pero
falla la forma, ya que muchas veces las mujeres no
consideran que tomar una
cerveza o una copa de vino
con la comida sea tomar
alcohol y al médico le dicen que no beben. Debemos preguntarles de otra
manera: pedirles que nos
citen las bebidas que consumen y seguramente
cambiaría el resultado".
03
TRIBUNA
Trastornos que son
totalmente evitables
Los problemas en el desarrollo asociados al consumo de alcohol y otras drogas de abuso durante el embarazo son cien por ciento prevenibles.
abemos que existe una relación directa entre el consumo de alcohol y otras
drogas y la aparición de diversas alteraciones en la salud reproductiva de la mujer,
así como efectos adversos en la gestación y el
desarrollo del feto. Si bien los mecanismos de
los efectos teratogénicos del alcohol y otras droJoan Colom gas son complejos, es bien conocido que el riesSubdirector
go se incrementa en función de la dosis, el mogeneral de Drogas
mento -sobretodo durante los tres primeros
de la Agencia de
meses de la gestación- y la duración de la exSalud Pública de
posición a las sustancias, la susceptibilidad bioCataluña.
lógica individual y los factores genéticos y ambientales.
Los niños expuestos pueden tener más riesgo de sufrir síndrome de
abstinencia, muerte súbita del lactante, infecciones, defectos congénitos, problemas de aprendizaje y comportamiento e, incluso, presentar
trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF). Diversos estudios estiman que el TEAF se da entre 0,5 a 3 casos por nacimiento de cada 1.000
en la mayoría de poblaciones, pero hay comunidades donde es mucho
más elevado. Algunos estudios concretos realizados por el Hospital del
Mar en población de su área de influencia han evidenciado, por un lado,
una elevada presencia de estas sustancias en neonatos, y, por otro, la tendencia a la minimización de los consumos por parte de las madres.
En Catalunya se han realizado estudios para conocer la percepción y
las actitudes de la población general y de los profesionales (ginecólogos y comadronas) en relación al consumo de sustancias durante el
embarazo y estos indican que se tiende a minimizar sobretodo los
riesgos del consumo de alcohol. Así, el 53 por ciento de las personas
entrevistadas manifestó que creía que el consumo esporádico no era
perjudicial para el feto. El 76 por ciento de los profesionales manifestó
no preguntar de forma sistemática sobre los consumos de las gestantes
y un 59 por ciento declaró tener dificultades para intervenir y coordinarse con los servicios especializados. Ante esta realidad, es necesario
disponer de programas preventivos con el objeto de sensibilizar a la población general sobre los daños asociados al consumo de estas substancias durante el embarazo, formar y dotar de herramientas a los profesionales para la detección precoz y la intervención breve, para disminuir a
la larga el número de embarazos expuestos. Hay que poner énfasis en
garantizar que todas las mujeres conozcan los riesgos de exponer al
feto a las sustancias, independientemente de si planifican o no el embarazo, y en diseñar una formación para los profesionales que les permita abordar de forma motivacional este tema, evitando generar malestar en ellos o en la población que atienden, y mejorar la coordinación
entre servicios.
Es fundamental realizar un abordaje integral y pluridisciplinar de la problemática, desde la prevención hasta el tratamiento incluyendo a los
padres, con el fin de generar un cambio cultural y mejorar la salud de
las madres e hijos/as. El objetivo debe ser reducir el número de embarazos expuestos y, por lo tanto, disminuir el número de niños y niñas
que nacen con problemas derivados de este consumo.
S
ESP/DUTT/0088/14a 04/2015
DEL 4 AL 10 DE MAYO DE 2015
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