En un mundo en constante cambio y evolución, la empresa es un centro de múltiples relaciones e interacciones y un sujeto de de obligaciones y derechos que condicionan sus decisiones y sus acciones. Desde el momento en que alguien toma la decisión de ser empresario/a, debe tener presente día a día y minuto a minuto uno de los principios de nuestro ordenamiento jurídico “ la ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento”. Principio que por otra parte no es ajeno a otros ordenamientos jurídicos, existen referencias a la regla en la legislación argentina, venezolana, mexicana, entre otras, y que en la práctica lleva al resultado de no excluir la responsabilidad por el incumplimiento de cualquier obligación legalmente impuesta por el hecho de que el sujeto incumplidor no conociera la existencia de dicha obligación. <Pongamos el caso de una empresa, una sociedad limitada con dos socios, que está falta de recursos económicos para hacer frente al pago de los salarios de sus trabajadores, y que para resolver dicha situación, uno de los socios ingresa en efectivo en la cuenta bancaria 6000,00 euros para hacer frente a dichos pagos, sin documentar la entrega y sin regular las condiciones de la misma. Desde un punto de vista fiscal esa operación puede ser calificada de donación, si no se puede acreditar por la sociedad que existe obligación de devolver dicha cantidad, pero es que si no es una donación, supuesto más gravoso, sería un préstamo y al tratarse de una OPERACIÓN VINCULADA ( socio-sociedad) según la Ley del Impuesto de Sociedades la misma debe considerarse retribuida a valor de mercado, en el caso que nos ocupa el préstamo se entiende retribuido y a un interés a valor de mercado que podría estar situado en torno al 7%, lo cual implica un ingreso en sede socio y un gasto en sede sociedad. Si el socio desconoce la existencia de esta norma, estará dejando de declarar anualmente en su Declaración de la Renta un ingreso por el interés correspondiente devengado sobre el capital pendiente de devolver por la sociedad. Si esta situación es comprobada por la Administración tendrá que regularizar todas sus declaraciones anuales e ingresar la cantidad correspondiente adicional si fuera el caso más los correspondientes intereses de demora .> El desconocimiento de la existencia fiscal de determinadas operaciones que se califican como vinculadas y cuya existencia implica obligaciones para las partes implicadas en las mismas, no impide la aplicación de dicha norma y que el sujeto que no las tiene en cuenta responda de su incumplimiento. Pero no solo se trata de conocer la existencia de todas las leyes que pueden afectar a una empresa, cosa ya difícil de por sí, si no de conocer todo su contenido, pensemos solo por ejemplo en la Ley que regula el Impuesto sobre el Valor Añadido ( Ley 37/1992 ) que son aproximadamente 159 páginas de lectura, que ha sufrido en 15 años aproximadamente 16 modificaciones legales de su artículado y que además su lectura no nos llevaría a determinar con exactitud y total claridad cuales son nuestras obligaciones en este ámbito, dado que para ello necesitaríamos conocer en profundidad además, todas su normativa de desarrollo, más de 100 normas entre Reales DecretoLey, Reales Decretos, Ordenes Ministeriales, sin contar con las Consultas Tributarias que resultan en numerosas ocasiones imprescindibles para una adecuada comprensión de la regulación normativa. No termina aquí el camino, no nos quedemos aparcados en la materia fiscal, la empresa a nivel jurídico es legislación fiscal, laboral, contable, mercantil y un sin fin de materias jurídicas de diversa índole que comportan obligaciones para las empresas: derecho de la competencia, consumidores y usuarios, derechos de autor, normas sanitarias, normas sector turístico, comercio…………………………. Todo ello nos lleva a poner en valor una profesión, que no es ya la de asesoría fiscal, si no la de la asesoría de empresas, que engloba un asesoramiento global e integrado de todas las áreas jurídicas de influencia en las empresas. Por qué hablar de ASESORES/AS DE EMPRESAS? ….Porque en muchas de las decisiones empresariales influyen normas de distintos ámbitos ( fiscal, laboral, contable, financiero, jurídico) y es preciso conocer todas las implicaciones, no sólo para dar cumplimiento a nuestras obligaciones si no para tomar la decisión más optima en cada caso. < La contratación de una persona para trabajar en nuestra empresa, puede implicar las siguientes consecuencias en el área fiscal, si por ejemplo estamos tributando en el sistema de estimación objetiva en el IRPF ( módulos). Para empezar cualquier contratación va a suponer un incremento en el pago de impuestos, pero es que además puede implicar la exclusión del régimen de módulos para el año siguiente y dos más, si con esa contratación superamos los límites de inclusión por personal asalariado. Puede tener incidencia en la aplicación de índice correctores que reducen el pago de impuestos, en el porcentaje del pago fraccionado.> …. Porque la eficiencia en la gestión de los recursos, nos obliga a sacar el mayor partido a nuestro tiempo, y contar con un solo interlocutor/a al que dirigirnos para resolver todas nuestras dudas en materias legales es sin duda una buena forma de optimizarlo. ….. Porque ser empresario/a es planificar, y para ello es imprescindible contar con información diversa, entre ella la legal; conocer el pasado, presente y evolución futura del entorno en el que hay que intervenir, la empresa; elaborar distintas alternativas y distintos escenarios y prever todos los efectos de cada una de ellas, para elegir la solución más adecuada al caso concreto y que integre todas las variables de influencia. Una buena firma de ASESORIA DE EMPRESAS debe contar con profesionales conocedores del mundo de la empresa, su cultura, su funcionamiento, de tal forma que sepa captar sus necesidades. Debe ser multidisciplinar, con expertos/as en los diversos aspectos jurídicos que afectan a las empresas ( legislación laboral, fiscal, contable, mercantil, sectorial, etc.), expert@s formad@s, especializad@s y coordinad@s entre sí para ser capaces de dar respuestas integradoras, ágiles ,eficaces y adaptadas al caso concreto. Alguno de los beneficios que le puede reportar contar con servicios de asesoría de empresa son: - SENTIRSE SEGURO en todo momento, al saber que a su lado está un equipo de personas que le mantendrán permanentemente informado de las obligaciones legales que afectan a su negocio, eliminando la incertidumbre que para toda empresa supone el mundo jurídico: un conglomerado de normas en incesante aumento y cambio, interrelacionadas entre si y con un lenguaje poco comprensible. - SENTIRSE ACOMPAÑADO EN LA TOMA DE DECISIONES, contará con el apoyo de profesionales que le harán ver las distintas alternativas de que dispone, las consecuencias legales y económicas de cada una, los costes de implantación. Profesionales que están a su lado de forma permanente y constante, que conocen su empresa en profundidad y pueden darle respuestas más satisfactorias a sus concretas características y demandas. - HACER SU TRABAJO SENCILLO, le evitarán tener que realizar numerosos desplazamientos ante organismos públicos, realizando todo tipo de trámites y gestiones por usted, acortando los tiempos en la búsqueda de información, en la toma de decisiones y en la implantación de las mismas. Usted podrá concentrarse en su negocio sin tener que preocuparse de otras cuestiones. - AHORRARLE TIEMPO Y DINERO, disponer de varias áreas de práctica, manejar abundante información, conocer la empresa , le permite a su asesor/a adelantarse a sus necesidades, no esperar a que usted pregunte, si no hacer un seguimiento constante de su negocio de tal forma que en cada momento sabe que necesita, qué responder; analizando distintas opciones para indicarle cual es aquella en la que menos impuestos paga, menos costes salariales o sociales abona, donde puede obtener recursos financieros con menor coste, que inversiones o gastos pueden obtener una ayuda o subvención. - ALGUIEN QUE RESPONDE POR USTED, a los requerimientos escritos de Hacienda, Seguridad Social, y otros organismos. Alguien que acude y le representa ante las Inspecciones Tributarias, Laborales, Sanitarias, Turísticas, etc. Un equipo que defiende sus intereses en juicio y fuera de él, participando en su nombre en negociaciones con clientes, proveedores, entidades financieras….