Una cesta de divisas que sustituyera al dólar daría estabilidad

Anuncio
21/04/2009
Una cesta de divisas que sustituyera al dólar daría estabilidad
Favorecería los intercambios entre países y facilitaría la liquidez. El perjudicado sería
Estados Unidos, que no cederá su posición dominante, ya que tendría problemas para
vender su deuda.
G. García
El dólar se tambalea. El billete verde, símbolo del poder económico de EEUU y moneda de referencia
mundial, ha perdido la confianza de algunos de los principales actores internacionales, ante su
inestabilidad y debilidad por la crisis financiera. Recientemente, tanto Rusia como China han propuesto
sustituir al dólar por una cesta de divisas de varios países. Sería la reforma más profunda del sistema
monetario desde hace 55 años. ¿Es necesaria?
El dólar es la moneda de referencia internacional utilizada para fijar el precio (tipo de cambio) del resto
de divisas. Su depreciación está provocando que tanto las exportaciones —tres cuartas partes
de los intercambios comerciales se realizan en esta divisa— como la emisión de moneda sean
cada vez más caros. Si el dólar se hunde, la economía mundial también. Las críticas arrecian: poco
antes del G 20, adonde llevó su propuesta, el gobernador del Banco Popular de China, Zhou
Xiaochuan, afirmó que la divisa de referencia “debería estar desconectada de las condiciones
económicas y los intereses soberanos de un solo país”. Como posibilidad, propuso los Derechos
Especiales de Giro del FMI, un sistema de tipo de cambio formado por una cesta variada de divisas
(euro, yen, libra esterlina y dólar).
Numerosas ventajas
“Una cesta de divisas tendría más ventajas que desventajas: facilitaría la liquidez, mermada cuando el
dólar se deprecia, reduciría la desconfianza que existe actualmente en el sistema financiero y
favorecería los intercambios comerciales de los países con una industria competitiva”, explica José
Antonio Martínez Álvarez, profesor de economía aplicada de la Uned. “Aportaría más estabilidad porque
permitiría diversificar los riesgos, al no estar vinculada a un sólo país, y ayudaría a defenderse de los
ataques especulativos contra una divisa”, indica Ahmad Rahnema, profesor de finanzas del Iese.
Ahora mismo, un cambio de divisa de referencia no es realista, pues EEUU no cederá su posición
dominante El gran perjudicado de un cambio de moneda de referencia sería, claro está, EEUU.
Actualmente, este país no tiene que cancelar sus deudas en moneda extranjera, lo que mantiene bajos
URL : Ir a noticia
Page 1/2
21/04/2009
los costos, y también puede vender mucho más fácilmente sus emisiones de deuda, lo que hoy
necesita para financiar sus cuantiosos planes de estímulo. La propuesta, en realidad, es un intento por
parte de China y otros países emergentes de ganar importancia económica —y por tanto poder
político— en un momento en que EEUU ha entrado en recesión. Así, otras naciones se han
unido a la cruzada contra el dólar. Los países del Golfo han propuesto crear una cesta de materias
primas para que haya activos reales que sirvan de referencia a las divisas.
Pero, ¿es posible acabar con la hegemonía del dólar? Los expertos opinan que es poco realista.
“Tanto América Latina, como Asia y los países de la OPEP tienen unas economías completamente
ligadas al dólar. Además, la financiación y el comercio mundial en esta moneda es predominante, y los
mercados de futuros están organizados en dólares”, considera Robert Tornabell, profesor de Finanzas
de Esade. Un 80% de las transacciones internacionales, un 70% de las importaciones mundiales y la
casi totalidad del comercio petrolero se realizan en dólares, según el Banco Mundial y el Departamento
de Comercio estadounidense.
“Ahora mismo, no hay verdaderos motivos para sustituir al dólar, y los Derechos Especiales de Giro no
son viables para el comercio mundial”, subraya Tornabell. “En este momento no es factible. Pero dentro
de 20 años, cuando China e India hayan ganado importancia de mercado y peso económico, el dólar sí
podría verse sustituido por las divisas de estos países”, considera Rahnema.
Históricamente, las iniciativas para crear una moneda supranacional han fracasado. En 1940, Keynes
propuso sin éxito introducir una unidad monetaria basada en el valor de 30 materias primas. Sólo el
ECU, la unidad de cuenta usada por la Comunidad Europea antes del euro —y que no era sino
una cesta de divisas—, cristalizó en algo más. Pero fue gracias a la voluntad política de los
países interesados. Algo que EEUU no tiene.
URL : Ir a noticia
Page 2/2
Descargar