220-008100 del 04 de marzo de 2002 Asunto: Disminución de socios por debajo del legal requerido en una sociedad de responsabilidad limitada – facultades del único socio Comedidamente se refiere el Despacho a la consulta que formula mediante comunicación radicada con el número 2002-01-03145, en la que solicita un pronunciamiento relacionado con dos asuntos: el primero, el mecanismo apropiado para evitar que una sociedad de responsabilidad limitada que ha disminuido el número de socios a uno se vea abocada a su inevitable disolución y liquidación; y, el segundo, el procedimiento para el nombramiento o remoción de un representante legal cuando quiera que se ha presentado la mencionada eventualidad. Sea lo primero señalar que la respuesta a las consultas se hace de manera general, y no referida a una instrucción de manera particular al consultante, en el entendido de que este pronunciamiento reviste las características establecidas en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo, es decir, no tiene carácter obligatorio y tampoco compromete la responsabilidad de la entidad que lo emite. 1. MUERTE DEL SOCIO COMO CAUSAL DE DISOLUCIÓN DE UNA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA En principio, la sociedad de responsabilidad limitada no se disuelve como consecuencia de la muerte de uno de los socios. De manera expresa la legislación comercial en el artículo 368 del Código de Comercio se ha referido a tal situación para señalar que la sociedad continuará con uno o más herederos del socio difunto. Ahora bien, en el caso planteado, donde la sociedad se conformó con dos participantes, en la cual la otra socia es la heredera de los bienes del socio fallecido, entonces se tiene una situación sobre la cual debe hacerse una referencia particular. Si como consecuencia de la apertura de la sucesión, la aceptación de la herencia y la consecuente transmisión de las cuotas al socio, queda la sociedad en causal de disolución por disminución del número de socios por debajo del legal requerido, entonces proceden tres soluciones: una de ellas es la tradición de los derechos herenciales y evitar que se radiquen las cuotas en cabeza del socio; otra es la conversión de la sociedad a empresa unipersonal y finalmente, la cesión de cuotas a un tercero que entraría a restablecer la pluralidad mínima necesaria en este tipo de compañías. La cesión de los derechos herenciales, como medida para evitar el acaecimiento de la causal disolución debe realizarse en los términos del derecho sucesoral, y obviamente no corresponde a esta Entidad una ilustración en cuanto a su procedimiento. Si se trata de convertir en empresa unipersonal y evitar la liquidación de la sociedad que está disuelta por reducción del número de socios a uno, entonces la decisión respectiva debe solemnizarse mediante escritura pública e inscribirse en el registro mercantil dentro de los seis meses siguientes a la disolución tal como lo previó el artículo 81 de la Ley 222 de 1995. Ahora bien, mención especial merece la eventualidad de la reducción a uno de los socios de una sociedad de responsabilidad limitada; donde a primera vista se encontraría el asociado con la imposibilidad de adoptar medidas para enervar la causal, habida cuenta de que las decisiones concernientes a la cesión de cuotas implican una reforma estatutaria adoptada previo el cumplimiento de los requisitos establecidos en los artículos 362 y siguientes. Dentro de los requisitos en condiciones normales, para proceder a la cesión de cuotas se encuentra la aprobación del máximo órgano social; esta decisión se tomaría con un número plural de socios, lo que en este caso es imposible por lo antes anotado. Es claro para el Despacho que la cesión de cuotas se erige en un derecho a favor de los socios, esta facultad no admite estipulación en contrario y su ejercicio se sujeta a la verificación del procedimiento establecido en la ley. (Artículo 362 C.Co). Sin embargo, no estima el Despacho que la imposibilidad de conformar la pluralidad para la adopción de las decisiones, se erija en una especie de suspensión de los derechos políticos del asociado que se encuentra en tal situación, como el enervamiento de la causal manteniendo el tipo societario original, en este caso a través de la cesión de parte de las cuotas. Es evidente que una vez se reduzca el número de asociados a menos del requerido, los asociados deben declarar disuelta la sociedad y darán cumplimiento a las formalidades exigidas para la reforma del contrato social. Sin embargo, los asociados podrán evitar la disolución de la sociedad adoptando las modificaciones que sean del caso y según la causal ocurrida, siempre que tales medidas se formalice dentro de los seis meses siguientes a la ocurrencia de la causal (artículo 220 C.Co). En el caso que nos ocupa si no se opta por una cualquiera de las alterativas expuestas, el socio único debe reconocer la causal y proceder con las formalidades exigidas para la reforma: en el caso de las sociedades de responsabilidad limitada en los términos del artículo 360 del ordenamiento mercantil, la decisión se aprobará con el voto favorable de un número plural de asociados de no menos del 70% del capital social, decisión que podrá contener el nombramiento del liquidador. Desde luego, no se ha perdido de vista que se trata de un socio único, así pues obviamente esto no obstará para que se adelante la liquidación o por el contrario se adopten las medidas para evitar la disolución. Así que tanto la decisión de reconocer la causal de disolución como la adopción de medidas para enervarla se defieren al único socio. Si lo primero, debe reconocer la causal y declarar disuelta a la compañía, si lo segundo, dejar sentado tal particular situación y realizar la cesión de cuotas respectiva. Acta que deberá elevarse a escritura pública e inscribirse en el registro mercantil. Obviamente en el caso de las sociedades de responsabilidad limitada no procederá el ofrecimiento de las cuotas, ni la presentación de un tercero, ni todas aquellas que de suyo son de imposible aplicación en el caso de reducción del número de socios a uno. 2. REMOCION DE REPRESENTANTE LEGAL Otro aspecto de la consulta es el que se refiere a la remoción del representante legal cuando quiera que las cuotas de la sociedad de responsabilidad limitada han quedado radicadas en cabeza de uno sólo de los asociados. Sobre este particular debe señalarse que el evento de producirse la incursión de la sociedad en causal por disminución a menos, no tiene la virtud de constituirse en causal de inamovilidad para los administradores; y así, como si se aboca a la liquidación el único socio nombrará al liquidador, en condiciones de optar por la supervivencia de la compañía podrá seguir ejecutando todos los actos propios del órgano social, incluyendo reformas estatutarias, cesión de cuotas, remoción y nombramiento de representante legal.