Oficio 220-115360 Del 15 de Septiembre de 2009

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Oficio 220-115360 Del 15 de Septiembre de 2009
Ref. De las consecuencias que se derivan del embargo de las cuotas sociales.
En atención a su solicitud radicada con el No. 2009-01-228232, mediante la cual consulta si es posible registrar
ante la respectiva cámara de comercio el acta de liquidación definitiva de una sociedad de responsabilidad
limitada, así las cuotas de los socios estén embargadas por deudas personales, es oportuno transcribir a
continuación la parte pertinente del Oficio 220-30625, 02 de julio de 2004, que expone las consideraciones
de orden legal con fundamento en las cuales este Despacho ha concluido que es viable en esas circunstancias
disolver y liquidar una sociedad del tipo mencionado.
“ Al respecto se debe señalar que efectivamente como se afirma en los presupuestos que sustentan la consulta,
las cuotas que integran el capital, en el caso de una sociedad de responsabilidad limitada, hacen parte del
patrimonio individual de su respectivo titular y como tal puede recaer sobre ellas una medida de embargo que
habrá de consumarse con arreglo al mecanismo que para ese fin establecen tanto el Código de Comercio,
como el Código de Procedimiento Civil, sin que esa medida afecte el normal funcionamiento de la sociedad, ni
altere las reglas que determinan la competencia de los órganos sociales, toda vez que el fin esencial que se
persigue es ubicar las cuotas fuera del comercio y conlleva los dividendos, utilidades, intereses y demás
beneficios que al derecho embargado correspondan, las que se consignarán oportunamente por la persona a
quien se comunicó el embargo, a ordenes del juzgado en la cuenta de depósitos judiciales.
De ahí que el hecho de que un porcentaje de las cuotas se halle embargado, no imposibilita que la sociedad
pueda disolverse anticipadamente, siempre que la determinación que en tal caso constituye una reforma
estatuaria, se adopte con el lleno de las formalidades previstas para el efecto, teniendo en cuenta que de
acuerdo con los artículos 220 y SS, del Código de Comercio, la sociedad una vez disuelta ha de proceder a su
inmediata liquidación, cuyo trámite en cualquier circunstancia supone que sólo después de pagado el pasivo
externo, habrá lugar a distribuir el remanente entre los asociados, con sujeción estricta las estipulaciones
del contrato y las normas especiales que en cada caso apliquen para el pago de las distintas obligaciones, lo
que implica que de existir cuotas embargas, el liquidador deba poner a disposición del juzgado el saldo
correspondiente con arreglo a las disposiciones de procedimiento, si a ello hubiere lugar.”
No obstante, al consultar las reglas que al efecto establece el artículo 681 del Código de Procedimiento Civil,
se advierte que de conformidad con el numeral 7º, tratándose del embargo del interés de un socio en sociedad
colectiva, de responsabilidad limitada u otra forma de personas, la autoridad encargada de la matricula y
registro de sociedades, no podrá registrar ninguna transferencia o gravamen de dicho interés, ni reforma o
liquidación parcial de sociedad que implique la exclusión del mencionado socio o la disminución de sus derechos
en ella.
Si bien no está previsto entre los actos que el embargo impide registrar, es dable cuestionar si resulta
procedente el registro de la liquidación de la sociedad, teniendo en cuenta que ésta no solo afecta o modifica
los derechos que el socio tiene en ella, sino que implica su extinción definitiva y por ende, la desaparición del
bien materia de la medida de embargo, aspecto que en todo caso corresponde a la autoridad competente,
valga decir a la Superintendencia de Industria y Comercio definir.
En los anteriores términos se espera haber absuelto su inquietud, no sin advertir antes que los alcances del
concepto expresado se sujetan al artículo 25 del C.C.A.
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