GUÍA PARA COMENTAR LAS LÁMINAS DEL TEMA 12. ARTE BARROCO - A EXAMEN VAN LAS LÁMINAS COMENTADAS EN ESTE DOCUMENTO. HAY QUE ENVIAR COMENTADAS (Se trata de redactarlas y sintetizarlas): *LÁMINA 6 Y 7 *LÁMINA 54 *LÁMINA 73 ARTE BARROCO EN ITALIA, FRANCIA, FLANDES Y HOLANDA ARQUITECTURA ITALIA LÁMINA 1 Y 2. BERNINI. COLUMNATA DE SAN PEDRO DEL VATICANO.Roma • LÁMINA 2. BERNINI. BALDAQUINO DE SAN PEDRO DEL VATICANO. Roma. UBICACIÓN Decir lo que es: Baldaquino de San Pedro del Vaticano. Lugar: Basílica de San Pedro del Vaticano. Datación: Realizada entre 1624 y 1633. Autor: Gian Lorenzo Bernini. Estilo: Arquitectura barroca italiana. ANÁLISIS FORMAL Tipo de edificio y función: A medio camino entre la arquitectura y la escultura, se trata de un enorme dosel que resalta el altar a la manera de los ciborrios de las iglesias paleocristianas para situarlo justo en el crucero de la basílica de San Pedro del Vaticano, bajo la cúpula diseñada por Miguel Ángel y sobre la tumba del apóstol San Pedro. Su finalidad no es sólo resaltar el altar situado en el crucero y el lugar donde se encuentra enterrado San Pedro, sino que hay que ver en este monumento una exaltación del poder papal así como un manifiesto del nuevo arte barroco. En efecto, en una Europa donde el cristianismo se había dividido y el protestantismo denunciaba la autoridad papal como un poder meramente terrenal, la Iglesia Católica ve en el nuevo estilo artístico una posibilidad de hacer propaganda de todos los dogmas rechazados por los protestantes y reivindicar el poder del Papa como un poder legítimo otorgado directamente por Cristo a través de San Pedro, considerado el primer pontífice y sobre cuya tumba se levanta el monumento. Así, los ángeles que portan los atributos del poder papal, la representación del Espíritu Santo sobre el techo del monumento y la cruz que reina sobre el globo terráqueo corroboran esta idea del origen divino del poder papal. Por otro lado, además del deseo de exaltación del poder pontificio y de resaltar lo sagrado del espacio donde se sitúa, hay que ver en este monumento un deseo más mundano de perpetuar la gloria personal y familiar del pontífice, como queda patente en la presencia del escudo de la familia Borghese en el monumento. Materiales usados: Realizado en bronce negro, dorado y mármol Elementos arquitectónicos que se observan: La obra, de 29 metros de altura, se levanta sobre cuatro enormes columnas salomónicas, esto es, de fustes helicoidales decorados con anillas y hojas que parecen trepar por los mismos, y se rematan en capiteles de orden compuestos. Sobre éstos descansan unos entablamentos partidos que sostienen un techo del que penden, también en bronce, pendones con el emblema de la familia Borghese, a la que pertenece el papa Urbano VIII, mecenas de la Obra. De las cuatro esquinas partes cuatro volutas ascendentes que se unen para rematar el conjunto una bola del mundo dorada sobre la que se asienta una cruz. A los elementos puramente arquitectónicos se suman esculturas de ángeles en las cuatro esquinas así como ángeles niños sobre los doseles que portan los atributos del poder papal, la tiara y las llaves. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica. Características generales de la arquitectura barroca italiana: En Italia se encuentra el origen de la arquitectura barroca. Este nuevo estilo busca el movimiento, y los contrastes. Así, la curva es la protagonista, combinándose sus elementos en nuevos espacios cambiantes, utilizando plantas elípticas, circulares, alabeadas... Los muros se curvan, las columnas se retuercen (columnas salomónicas), los frontones se parten, se usan gran variedad de cúpulas y de elementos decorativos. Esta variedad de formas y elementos pretenden impresionar al espectador y sumergirlo en un espacio teatral,- plazas, palacios, iglesias…,-creado como elemento propagandístico de la nueva clase poderosa. Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: Bernini (1598-1680) es uno de los máximos exponentes del Barroco italiano. A pesar de ello respetó las proporciones de los órdenes y las reglas de la composición, siguiendo así las preferencias de su principal cliente, el Vaticano. Disponía, por tanto, de medios suficientes para el uso de materiales caros, como el mármol o el bronce. En cuanto a la luz, Bernini pule sus fachadas e interiores para que la luz y la sombra resbalen y lo bañen por igual. Esta luz entra al servicio del gran escenario teatral que Bernini crea en sus obras, donde la escultura y arquitectura se mezclan para crear estos nuevos espacios. La obra que estamos analizando es la primera que hizo para el Vaticano. Otras obras suyas a destacar son la gran columnata que caracteriza la plaza de San Pedro, la Cátedra de San Pedro y la iglesia de San Andrés del Quirinal, obras esta última de la que se sentía especialmente orgulloso. LÁMINA 3. BERNINI. CÁTEDRA DE SAN PEDRO DEL VATICANO. Roma. LÁMINA 4. BERNINI. SANT’ANDREA AL QUIRINALE. Roma. LÁMINA 5. BERNINI. SANT’IVO ALFA SAPIENZA: FACHADA. Roma. • LÁMINAS 6 Y 7. BORROMINI. SAN CARLOS DE LAS CUATRO FUENTES: EXTERIOR Y CÚPULA. Roma. UBICACIÓN Decir lo que es: Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes (San Carlo alie Quatro Fontane). Lugar: Roma. Datación: 1634-1667 (la fachada de la iglesia la termina en 1667). Autor: Francesco Borromini. Estilo: Arquitectura barroca italiana. ANÁLISIS FORMAL Tipo de edificio y función: Iglesia católica; función religiosa. Materiales usados: Principalmente, ladrillo y estuco. Elementos arquitectónicos que se observan: Tras la realización del convento y claustro que le encarga la Orden de los Trinitarios españoles en Quattro Fontane, bastantes años después Borromini recibe el encargo de terminar la iglesia y la fachada. Borromini la resuelve con una planta elíptica, donde el autor demuestra su gran capacidad de utilizar la geometría para crear nuevos espacios. Dos triángulos equiláteros unidos por la base parecen ser la génesis de la obra, aunque también lo podría ser la anamorfosis del círculo. Ambas soluciones muestran una racionalización del lenguaje barroco. Alrededor de esta planta elíptica, dispone diagonalmente las capillas y varios nichos. Esta planta le permitía respetar la fuente del chaflán, una de las cuatro que presenta el cruce de las dos calles y que le da el pseudonombre a la iglesia. Efectivamente, Borromini parte de un espacio angosto, un cruce de calles. Había cuatro fuentes en el solar y una de ellas debía respetarla, dejando un chaflán en una esquina para albergarla. El tipo de planta elíptica que diseñó es totalmente nuevo, y no tiene precedentes. Se crea en función del solar: un patio rectangular con los ángulos en chaflán. A partir de este espacio, crea una planta muy dinámica, quiere un edificio que se mueva y que rompa con la tradición clásica. Este trabajo le servirá para adaptarse a una característica de su carrera arquitectónica: construir en espacios pequeños y complicados para elaborar auténticas obras monumentales, gracias a su imaginación desbordante. Así, estamos ante una iglesia pequeña pero monumental. En su interior presenta un orden único de grandes columnas agrupadas de cuatro en cuatro con nichos y molduras continuas en los muros, que parecen reducir más el espacio y obligar al muro a flexionarse, y a parecer deformada la cúpula oval que corona este espacio interno. La cúpula se adapta a la planta. De forma elíptica, muestra una gran decoración que quiere simular un artesonado clásico con motivos octogonales, hexagonales y en forma de cruz, que van disminuyendo a medida que confluyen en la linterna. Introduce, pues, la planta flexible y utiliza formas cóncavas y convexas que se articulan en un muro ondulante, lo que da como resultado un espacio interior dinámico. De esta manera, este conjunto de pequeñas dimensiones parece mayor a los ojos del espectador. Tal vez lo mejor y más rompedor de todo sea la fachada: se trata de la forma más fragmentaria, discontinua y antimonumental de la arquitectura barroca. De la fachada, él hizo el cuerpo inferior y el superior lo hizo su sobrino, pero siguiendo sus proyectos. Se presenta como una unidad independiente del interior del edificio con el que no guarda ninguna relación y va en contra de todas las fachadas que se conocían hasta entonces: es ondulada y alabeada, con dos curvas cóncavasy una convexa en el centro para romper así los planos, al igual que en el interior. Con este efecto consigue que la luz provoque en la fachada matices distintos. Está compuesta por dos pisos de tres calles cada uno. El central del primer piso, con la puerta de acceso al templo, es convexo, y los dos laterales cóncavos. En cambio, en el segundo piso, las tres calles son cóncavas. La cornisa marca el movimiento principal del conjunto cóncavo-convexo-cóncavo en la planta baja, y en el nivel superior se dibuja un movimiento cóncavo-cóncavo-cóncavo sólo roto por el gran medallón que preside toda la composición y un pequeño templete elíptico con balconaje. La puerta es convexa y encima pone una media cúpula. En los laterales pone nichos cóncavos para acentuar el rompimiento de líneas. Borromini cuida que su fachada se adapte a la calle, mirando de no ultrapasar los límites lineales de ésta y respetando su unidad utilizando los mismos materiales constructivos que los edificios colindantes. Lejos está, pues, de ubicar el edificio en un marco majestuoso que resalte su nobleza y singularidad, como hacía Bernini. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. Durante esta época, el imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica. Características generales de la arquitectura barroca italiana: En Italia se encuentra el origen de la arquitectura barroca. Este nuevo estilo busca el movimiento, y los contrastes. Así, la curva es la protagonista, combinándose sus elementos en nuevos espacios cambiantes, utilizando plantas elípticas o circulares. Los muros se curvan, las columnas se retuercen (columnas salomónicas), los frontones se parten, se usan gran variedad de cúpulas y de elementos decorativos… Esta variedad de formas y elementos pretenden impresionar al espectador y sumergirlo en un espacio teatral,- plazas, palacios, iglesias…,-creado como elemento propagandístico de la nueva clase poderosa. Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: San Carlos de las Cuatro Fuentes es conocida como San Carlino por sus reducidas dimensiones, y se trata de la obra más representativa de Borromini. San Carlos es su primera obra autónoma y también la última en la que trabajará. Tenía 35 años en 1634, cuando los frailes Descalzos españoles de Roma le encargaron la construcción del convento y de la iglesia, y tuvo que superar la dificultad que comportaba lo reducido del espacio y su irregularidad. Sus dimensiones son muy reducidas, ya que el edificio es pequeño (su fachada entera podría caber en uno de los pilares de la Basílica de San Pedro) pero tiene un porte monumental y tremendamente barroco Francesco Castello (1599-1667) nació en la Lombardía (Bissone,Suiza) ,pero se estableció pronto en Roma y adoptó el sobrenombre de Borromini. En Roma fue elegido por Carlo Maderno (pariente lejano suyo) para ser su discípulo y con él trabajó hasta 1629 cuando murió el maestro. A pesar de esto y la admiración que siempre le tuvo, el estilo de Borromini no tiene nada que ver con el de Maderno, ya que es mucho más imaginativo y menos clásico. Era un hombre de fuerte carácter, pero también tenía fama de honesto. Tras la muerte de Maderno, empezó a trabajar con Bernini hasta 1634, cuando se independiza y empieza a trabajar sólo, sobre todo para órdenes humildes y pobres, desprovistas de los recursos financieros que poseía el Papado: los descalzos Trinitarios, los Filipenses y los Franciscanos. En 1667 murió suicidándose con su espada, desesperado por la fiebre y el insomnio de una cruel enfermedad, después de destruir casi todos sus dibujos, papeles y proyectos. Si Bernini respeta las formas clásicas, Borromini rompió estas normas e inventó nuevos elementos. Como trabajó para órdenes humildes, fue un arquitecto barato, que empleó materiales baratos. En Borromini los espacios son artificiales y reducidos, al complicarlos mediante combinaciones de alabeos secundarios. En cuanto a la iluminación, Borromini afila los perfiles, añade resaltes y aplica aristas para que la luz se quiebre en un cortante efecto claroscurista. Se puede decir que Borromini es el primer arquitecto moderno, con planteamientos muy revolucionarios, y que rompe con el clasicismo renacentista. Otras obras geniales del arquitecto son: la iglesia de Santa Inés en Plaza Navona en Roma, el Oratorio de los Filipenses, y,-su obra más culminante,- la Iglesia de San Ivo alla Sapienza. LÁMINA 8. SANT’IVO ALLA SAPIENZA: FACHADA. Roma. LÁMINA 9 Y 10. JULES RARDOUIN-MANSART, LE BRUN Y LE NOTRE. PALACIO DE VERSALLES: EXTERIOR Y GALERÍA DE LOS ESPEJOS. París. ESCULTURA • LÁMINA 11. BERNINI. DAVID. Galería Borghese. Roma. UBICACIÓN Decir lo que es: David Lugar: Galería Borguese. Roma. Datación: 1623-1624 Autor: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) Estilo: Escultura barroca italiana. ANÁLISIS FORMAL Tipo de escultura y función: Escultura exenta hecha a tamaño real,- mide 170 cenímetros,- realizada por encargo del cardenal Scipione Borguese para decorar una villa de su posesión que tenía a las afueras de Roma. COMPROBAR Materiales usados: Mármol Explicar lo que representa: Esta figura representa a David, futuro rey de Israel, en el momento en que lanza con toda su fuerza la piedra, por medio de la honda, que derrumbará a Goliat. Este tema ya había sido tratado con frecuencia en el Renacimiento pero con otra mentalidad. Así, Miguel Ángel había representado a David cargándose de tensión a la vista del gigante;Donatello muestra a David orgulloso tras haber degollado a Goliat. Pero en el Renacimiento la escena ocurre siempre antes o después; la violencia no aparece nunca en la escena. En el Barroco, el movimiento violento se realiza en la propia escena. Una vez elegido el momento, se modifican ciertos aspectos de la figura. Los pies están apoyados en el suelo sobre la coraza que le había prestado el rey Saúl, pero que no pudo ponerse porque le pesaba demasiado, lo que da más fuerza a la acción. El cuerpo está girado formando una línea helicoidal que supera la línea serpentinata manierista. La obra está formando una doble asimetría: por un lado se ve muy clara la línea diagonal del cuerpo, pero también presenta en esquema en aspa, entre la cara que mira hacia un lado y los brazos hacia otro. Esto origina que la ocupación del espacio de esta figura es totalmente tridimensional; no puede ser abordada únicamente de frente como ocurría en el Renacimiento. Hay que rodear la figura para poder contemplar todas las distintas visuales que la obra presenta. Hay además un espacio exterior, al que va a llegar la piedra, con el que la obra interactúa. En el aspecto emocional, Bernini explora un estado mental extremo, la cólera. Esto lleva a que el ceño está fruncido, que se muerda el labio inferior o que la cara esté retorcida con ferocidad. Tal vez representa la fuerza de la batalla que la Iglesia católica tiene contra la Reforma protestante, tras la aplicación de las normas del concilio de Trento. Características del estilo que se observan en ella: Bernini ha elegido a una persona madura para representar a David, algo que va contra el texto bíblico del Antiguo Testamento, que dice que era joven. La obra presenta una serie de notas barrocas, como la emoción, el dinamismo y el movimiento en acto de David. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. Durante esta época, el imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica. Características generales de la escultura barroca: El sentido persuasivo y retórico del arte barroco busca atraer la atención del espectador de manera directa. Así, la imagen se convierte en un poderoso aliado de este nuevo arte y,- tras haber sido relegada por la sobriedad de la arquitectura clasicista, tiene una recuperación asombrosa y llena toda la época y todos los espacios posibles. Por otro lado, la escultura pierde en gran medida su independencia, porque el concepto de obra de conjunto la aúna con la arquitectura y la pintura en la búsqueda de efectos para el marco que ocupa, ya sea una plaza, una iglesia o un jardín. Frente al equilibrio y el reposo del Renacimiento, la escultura del barroco, abierta y expansiva, se caracteriza por la búsqueda del movimiento. Es una escultura teatral, que elige los momentos más expresivos, dramáticos, tensos y enérgicos, que se expresan en actitudes grandilocuentes. Estos efectos se logran a través del empleo de distintos materiales, los voluminosos ropajes o los movimientos gesticulantes de las figuras. En cuanto a la iconografía, destaca la nueva imaginería religiosa, ya que el catolicismo vuelve a valorar el poder que las imágenes tienen sobre el fiel. Así, se busca que la imagen religiosa lleve a una contemplación emotiva y devocional. Se incluyen imágenes de nuevos santos. Se presta especial atención a los momentos gloriosos o dramáticos: martirios y éxtasis, como expresión de exaltación y triunfo de la fe y de la Iglesia. También se da una escultura no religiosa más intelectual, que busca la medida de la proporción, racional y geométrico. Son estatuas que ensalzan a reyes y poderosos, muchas de ellas ecuestres, y también componiendo aparatosos monumentos funerarios. Por otro lado, también destaca la escultura de género mitológico presente en jardines, palacios, fachadas, fuentes… En los países protestantes, la falta de imágenes en los altares, reduce la escultura a los temas funerarios, a los retratos y a las cuestiones relacionadas con las corporaciones de los ayuntamientos, representativos de sus ciudades. La obra que analizamos aquí es un encargo de la Iglesia, y el tema escogido, bíblico. Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: Gian Lorenzo Bernini (1598 – 1680).Al igual que Miguel Ángel, Bernini dominó todas las disciplinas artísticas, pero por encima de todo fue escultor. Se inicia en el taller de su padre. Aprende copiando las antigüedades greco-latinas del Vaticano y estudiando a los maestros renacentistas,de Rafael a Miguel Ángel. Su vida y su obra se desarrollan en Roma al servicio de los papas, pudiéndose dividir su obra en tres etapas. Podemos dividir su obra en varias etapas: En su primera etapa el artista ya se ha independizado de su padre y empieza a trabajar para una clientela muy selecta. Obras fundamentales de esta etapa juvenil son los encargos de temas mitológicos y bíblicos que realizó para el cardenal Scipione Borguese: Eneas y Anquises, Plutón y Proserpina, Apolo y Dafne y la obra que estamos analizando, su David, cuyo rostro es su propio atorretrato. En esta etapa, su estilo está influido por la línea serpentinata del manierismo. Destaca también su maestría al modelar la piel y al representar la psicología de los personajes. Maffeo Barberini es elegido Papa (Urbano VIII) y Bernini, con sólo 25 años, asume un papel oficial en el programa político del nuevo Papa. La amplia cultura humanística y el interés por las artes de Urbano VIII, crearon entre ellos una duradera amistad y permitió la creación de excelentes obras de arte. Entre 1624 y 1633 realiza el Baldaquino de San Pedro. Bajo la cúpula, Bernini decidió ahuecar los cuatro macizos pilares, que miraban hacia el Baldaquino, vaciando en la parte inferior de ellos cuatro amplios nichos. Entre 1628 y 1640 cuatro imágenes de bulto redondo, de tamaño mayor que el natural, fueron talladas para los nichos. De entre ellas, destaca San Longinos, la única que Bernini esculpió. Esta obra supuso para Bernini una constatación: el entorno podía modificar los valores de la forma, y cualquier entorno, desde los pliegues de unas ropas hasta los marcos arquitectónicos, servían para definir la obra y darle más expresividad. Su segunda etapa (1640-1654) es la más creativa. Coincide con el papado de Inocencio X, y Bernini conseguirá algunos de sus logros más significativos, como son sus obras Éxtasis de Santa Teresa o la tumba parietal de Urbano VIII(1628-47). La variedad de obras de esta época se puede ver en su Fuente de los Cuatro Ríos, que realizó para la plaza Navona, los numerosos retratos que realizó,- entre los que destaca el del duque Francisco I d’Este (1650-51) o su estatua ecuestre de "Constantino el Grande" (1654). En su tercera etapa (1665-1678),- bajo el papado de Alejandro VII,- entra en una nueva etapa, en la que busca un mayor expresivismo y espiritualidad. Las figuras se alargan y los ropajes se retuercen y agitan. De esta etapa destaca la extraordinaria Cátedra que realizó para el ábside de San Pedro, o la decoración realizada para el Puente de Sant’Angelo. La "Tumba de Alejandro VII" (1671-78) es la obra postrera de Bernini. • LÁMINA 12. BERNINI. SAN LONGINOS. Basílica de San Pedro del Vaticano. Roma. UBICACIÓN Decir lo que es: San Longino. Lugar: Gian Lorenzo Bernini esculpió este Longinos colosal, de más de tres metros, para ser ubicado en una de las hornacinas que decoran los grandes pilares que sustentan la cúpula de la basílica de San Pedro de Roma Datación: 1631-1641. Autor: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) Estilo: Escultura barroca italiana. ANÁLISIS FORMAL Tipo de escultura y función: Escultura exenta de más de tres metros de altura. Materiales usados: Diferentes piezas de mármol. Explicar lo que representa: Como siempre en las obras de Bernini elige el momento más importante de la vida del personaje para representarlo. En este caso se trata del instante en que Longinos se convierte al Cristianismo. Según los textos bíblicos, Longinos fue uno de los centuriones romanos que llevó a Jesús a ser crucificado, y él concretamente le hirió en un costado con su lanza. Longinos mira a Jesús y dice:”verdaderamente era el Hijo de Dios”, convirtiéndose así a la fe cristiana. Por eso, en este momento, el santo mira al cielo, hacia Dios. En esta obra, de la que se conservan más de treinta bocetos preparatorios, Bernini rompe con la idea de que la escultura había de estar hecha de un solo bloque de piedra. Al igual que muchos de sus grupos y figuras, su San Longino, se compone de múltiples piezas: la cabeza, el tronco, los brazos, el manto de delante y el manto de detrás. A través del mármol nos transmite diversas texturas: el tacto de las ropas, con su grosor, diverge con la suave piel. La caída del ropaje, trabajada con magníficos pliegues que vuelan agitadamente, parece apoyar y participar en la actitud mental de la figura. El cuerpo exaltado de San Longino está casi oculto bajo la pesadez del manto: es la conquista del cuerpo por el ropaje. Así, el ropaje adquiere nueva importancia, ya que refuerza el impacto emocional de la obra. En la composición sobresale al mismo tiempo la sencillez y el dramático movimiento acentuado por el cruce de diagonales de la lanza y los brazos, que forman a su vez un triangulo. La figura contiene un profundo naturalismo, expresa un pathos extraordinario, un sentimiento muy influenciado por el manierismo y el helenismo. Durante casi cincuenta años, Bernini trabajó simultáneamente en múltiples empresas, muchas de ellas se realizaron durante largos períodos de tiempo en los que incorporaba cambios y alteraciones mientras el desarrollo de la obra lo permitía. Así, necesitó diez años para finalizar esta monumental escultura, pues no la dio por terminada hasta 1641. Gian Lorenzo Bernini esculpió este Longinos colosal, de más de tres metros, para ser ubicado en una de las hornacinas que decoran los grandes pilares que sustentan la cúpula de la basílica de San Pedro de Roma, realizada por Miguel Ángel. Características del estilo que se observan en ella: Incorpora en su obra otros rasgos esenciales de la plástica barroca, como es la teatralidad por medio del dinamismo. Sus figuras no sólo se mueven libremente en profundidad sino que parecen pertenecer al mismo espacio en el que el espectador se encuentra. Sus esculturas, distintas a la estatuaria renacentista, necesitan la continuidad del espacio que las rodea porque sin éste perderían su razón de ser, se descontextualizarían. Así, San Longinos, que mira hacia la luz celestial que cae desde la cúpula, ha de ser contemplado dentro del espacio para el que fue concebido y en relación al espectador. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. Durante esta época, el imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica. Características generales de la escultura barroca: El sentido persuasivo y retórico del arte barroco busca atraer la atención del espectador de manera directa. Así, la imagen se convierte en un poderoso aliado de este nuevo arte y,- tras haber sido relegada por la sobriedad de la arquitectura clasicista, tiene una recuperación asombrosa y llena toda la época y todos los espacios posibles. Por otro lado, la escultura pierde en gran medida su independencia, porque el concepto de obra de conjunto la aúna con la arquitectura y la pintura en la búsqueda de efectos para el marco que ocupa, ya sea una plaza, una iglesia o un jardín. Frente al equilibrio y el reposo del Renacimiento, la escultura del barroco, abierta y expansiva, se caracteriza por la búsqueda del movimiento. Es una escultura teatral, que elige los momentos más expresivos, dramáticos, tensos y enérgicos, que se expresan en actitudes grandilocuentes. Estos efectos se logran a través del empleo de distintos materiales, los voluminosos ropajes o los movimientos gesticulantes de las figuras. En cuanto a la iconografía, destaca la nueva imaginería religiosa, ya que el catolicismo vuelve a valorar el poder que las imágenes tienen sobre el fiel. Así, se busca que la imagen religiosa lleve a una contemplación emotiva y devocional. Se incluyen imágenes de nuevos santos. Se presta especial atención a los momentos gloriosos o dramáticos: martirios y éxtasis, como expresión de exaltación y triunfo de la fe y de la Iglesia. También se da una escultura no religiosa más intelectual, que busca la medida de la proporción, racional y geométrico. Son estatuas que ensalzan a reyes y poderosos, muchas de ellas ecuestres, y también componiendo aparatosos monumentos funerarios. Por otro lado, también destaca la escultura de género mitológico presente en jardines, palacios, fachadas, fuentes… En los países protestantes, la falta de imágenes en los altares, reduce la escultura a los temas funerarios, a los retratos y a las cuestiones relacionadas con las corporaciones de los ayuntamientos, representativos de sus ciudades. La obra que analizamos aquí es un encargo de la Iglesia, y el tema escogido, bíblico. Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: Gian Lorenzo Bernini (1598 – 1680).Al igual que Miguel Ángel, Bernini dominó todas las disciplinas artísticas, pero por encima de todo fue escultor. Se inicia en el taller de su padre. Aprende copiando las antigüedades greco-latinas del Vaticano y estudiando a los maestros renacentistas,de Rafael a Miguel Ángel. Su vida y su obra se desarrollan en Roma al servicio de los papas, pudiéndose dividir su obra en tres etapas. Podemos dividir su obra en varias etapas: En su primera etapa el artista ya se ha independizado de su padre y empieza a trabajar para una clientela muy selecta. Obras fundamentales de esta etapa juvenil son los encargos de temas mitológicos y bíblicos que realizó para el cardenal Scipione Borguese: Eneas y Anquises, Plutón y Proserpina, David y Apolo y Dafne. En esta etapa, su estilo está influido por la línea serpentinata del manierismo. Destaca también su maestría al modelar la piel y al representar la psicología de los personajes. Maffeo Barberini es elegido Papa (Urbano VIII) y Bernini, con sólo 25 años, asume un papel oficial en el programa político del nuevo Papa. La amplia cultura humanística y el interés por las artes de Urbano VIII, crearon entre ellos una duradera amistad y permitió la creación de excelentes obras de arte. Entre 1624 y 1633 realiza el Baldaquino de San Pedro. Bajo la cúpula, Bernini decidió ahuecar los cuatro macizos pilares, que miraban hacia el Baldaquino, vaciando en la parte inferior de ellos cuatro amplios nichos. Entre 1628 y 1640 cuatro imágenes de bulto redondo, de tamaño mayor que el natural, fueron talladas para los nichos. De entre ellas, destaca esta obra que estamos analizando, su San Longinos, la única que Bernini esculpió. Esta obra supuso para Bernini una constatación: el entorno podía modificar los valores de la forma, y cualquier entorno, desde los pliegues de unas ropas hasta los marcos arquitectónicos, servían para definir la obra y darle más expresividad. Su segunda etapa (1640-1654) es la más creativa. Coincide con el papado de Inocencio X, y Bernini conseguirá algunos de sus logros más significativos, como son sus obras Éxtasis de Santa Teresa o la tumba parietal de Urbano VIII(1628-47). La variedad de obras de esta época se puede ver en su Fuente de los Cuatro Ríos, que realizó para la plaza Navona, los numerosos retratos que realizó,- entre los que destaca el del duque Francisco I d’Este (1650-51) o su estatua ecuestre de "Constantino el Grande" (1654). En su tercera etapa (1665-1678),- bajo el papado de Alejandro VII,- entra en una nueva etapa, en la que busca un mayor expresivismo y espiritualidad. Las figuras se alargan y los ropajes se retuercen y agitan. De esta etapa destaca la extraordinaria Cátedra que realizó para el ábside de San Pedro, o la decoración realizada para el Puente de Sant’Angelo. La "Tumba de Alejandro VII" (1671-78) es la obra postrera de Bernini. • LÁMINA 13. BERNINI. APOLO Y DAFNE. Galería Borghese. Roma. UBICACIÓN Decir lo que es: "Apolo y Dafne". Lugar: Galería Borguese. Roma. Datación: entre 1622 y 1625 Autor: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) Estilo: Escultura barroca italiana. ANÁLISIS FORMAL Tipo de escultura y función: Conjunto escultórico compuesto de dos figuras exentas y que fue realizado para decorar la villa que el cardenal Scipione Borguese tenía a las afueras de Roma. Materiales usados: Diferentes piezas de mármol. Explicar lo que representa: El grupo escultórico formado por dos figuras, una masculina y otra femenina, plasma el mito recogido en la"Metamorfosis" de Ovidio, según el cual, el dios del amor Cupido, para vengarse de la ofensa que le había infringido Apolo burlándose de él, decidió vengarse lanzando dos dardos, uno que provocara el amor a primera vista y otro que provocara el rechazo, asaeteando con el primero a Apolo y con el segundo a la ninfa Dafne, hija del dios del río Peneo. Acosada por el amor de Apolo, Dafne huye despavorida y viéndose a punto de caer en brazos del dios pide protección a su padre quién la convierte en árbol de laurel. Apolo decidió, en honor a la joven, tomar la hoja de este árbol como su árbol sagrado. Bernini opta por representar el momento de máxima tensión y movimiento al elegir el momento justo en el que se comienza a producir la transformación. El joven Apolo, de facciones y proporciones clásicas, ve interrumpida su carrera por el movimiento ascendente de la joven quien, elevando los brazos al cielo, observa con horror como la transformación se va apoderando de su cuerpo: de los dedos y cabello brotan las ramas y hojas, de sus pies nacen las raíces mientras el cuerpo se va cubriendo de la corteza del tronco. Características del estilo que se observan en ella: El autor contrapone por un lado el impulso hacia delante de Apolo, acentuado por la posición apoyada en la pierna derecha mientras el brazo derecho y la pierna izquierda la extiende hacia detrás al igual que la túnica impulsada por el viento del dios; frente al movimiento ascendente en "serpentinata" de la joven Dafne. Este recurso es característico no sólo de la obra de Bernini sino de la escultura barroca en general. Así mismo, el tema permite al escultor acentuar la transformación a través de la contraposición de la textura pulida de la carne de la joven frente a la superficie áspera de la corteza del tronco que comienza a cubrirla. Por último el gesto de terror de la joven se contrapone por el del dios, ajeno a la transformación que ha comenzado delante de sus ojos. Es magistral en esta obra la captación del momento fugaz, la instantánea captada por el autor que permite al espectador, a medida que gira alrededor de la escultura, asistir a la metamorfosis de la joven en árbol. Bernini recurre a la luz con un sentido dramático que acentúa la tensión de la escena a través de los contrastes de luces y sombras, violentos en los pliegues del manto de Apolo o en la hojarasca del pelo de la joven y suave en la superficie de la piel de los cuerpos de los jóvenes. Su temática mitológica demuestra que el gusto por los temas mitológicos que había renacido en Italia a partir del Quattocento continuaba vigente a lo largo del siglo XVII. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. Durante esta época, el imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica. Características generales de la escultura barroca: El sentido persuasivo y retórico del arte barroco busca atraer la atención del espectador de manera directa. Así, la imagen se convierte en un poderoso aliado de este nuevo arte y,- tras haber sido relegada por la sobriedad de la arquitectura clasicista, tiene una recuperación asombrosa y llena toda la época y todos los espacios posibles. Por otro lado, la escultura pierde en gran medida su independencia, porque el concepto de obra de conjunto la aúna con la arquitectura y la pintura en la búsqueda de efectos para el marco que ocupa, ya sea una plaza, una iglesia o un jardín. Frente al equilibrio y el reposo del Renacimiento, la escultura del barroco, abierta y expansiva, se caracteriza por la búsqueda del movimiento. También busca la belleza a través de su capacidad dramática, buscando siempre provocar sentimientos exaltados en el espectador. Es una escultura teatral, que elige los momentos más expresivos, dramáticos, tensos y enérgicos, que se expresan en actitudes grandilocuentes. Estos efectos se logran a través del empleo de distintos materiales, los voluminosos ropajes o los movimientos gesticulantes de las figuras. En cuanto a la iconografía, destaca la nueva imaginería religiosa, ya que el catolicismo vuelve a valorar el poder que las imágenes tienen sobre el fiel. Así, se busca que la imagen religiosa lleve a una contemplación emotiva y devocional. Se incluyen imágenes de nuevos santos. Se presta especial atención a los momentos gloriosos o dramáticos: martirios y éxtasis, como expresión de exaltación y triunfo de la fe y de la Iglesia. También se da una escultura no religiosa más intelectual, que busca la medida de la proporción, racional y geométrico. Son estatuas que ensalzan a reyes y poderosos, muchas de ellas ecuestres, y también componiendo aparatosos monumentos funerarios. Por otro lado, también destaca la escultura de género mitológico presente en jardines, palacios, fachadas, fuentes… En los países protestantes, la falta de imágenes en los altares, reduce la escultura a los temas funerarios, a los retratos y a las cuestiones relacionadas con las corporaciones de los ayuntamientos, representativos de sus ciudades. La obra que analizamos aquí es un encargo de la Iglesia, y el tema escogido, bíblico. Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: Gian Lorenzo Bernini (1598 – 1680).Al igual que Miguel Ángel, Bernini dominó todas las disciplinas artísticas, pero por encima de todo fue escultor. Se inicia en el taller de su padre. Aprende copiando las antigüedades greco-latinas del Vaticano y estudiando a los maestros renacentistas,de Rafael a Miguel Ángel. Su vida y su obra se desarrollan en Roma al servicio de los papas, pudiéndose dividir su obra en tres etapas. Podemos dividir su obra en varias etapas: En su primera etapa (1615- 1640) el artista ya se ha independizado de su padre y empieza a trabajar para una clientela muy selecta. Obras fundamentales de esta etapa juvenil (19 años) son los encargos de temas mitológicos y bíblicos que realizó para el cardenal Scipione Borguese: Eneas y Anquises, Plutón y Proserpina, David y la obra que estamos analizando, su Apolo y Dafne. En esta etapa, su estilo está influido por la línea serpentinata del manierismo. Destaca también su maestría al modelar la piel y al representar la psicología de los personajes. Maffeo Barberini es elegido Papa (Urbano VIII) y Bernini, con sólo 25 años, asume un papel oficial en el programa político del nuevo Papa. La amplia cultura humanística y el interés por las artes de Urbano VIII, crearon entre ellos una duradera amistad y permitió la creación de excelentes obras de arte. Entre 1624 y 1633 realiza el Baldaquino de San Pedro. Bajo la cúpula, Bernini decidió ahuecar los cuatro macizos pilares, que miraban hacia el Baldaquino, vaciando en la parte inferior de ellos cuatro amplios nichos. Entre 1628 y 1640 cuatro imágenes de bulto redondo, de tamaño mayor que el natural, fueron talladas para los nichos. De entre ellas, destaca San Longinos, la única que Bernini esculpió. Esta obra supuso para Bernini una constatación: el entorno podía modificar los valores de la forma, y cualquier entorno, desde los pliegues de unas ropas hasta los marcos arquitectónicos, servían para definir la obra y darle más expresividad. Su segunda etapa (1640-1654) es la más creativa. Coincide con el papado de Inocencio X, y Bernini conseguirá algunos de sus logros más significativos, como son sus obras Éxtasis de Santa Teresa o la tumba parietal de Urbano VIII(1628-47). La variedad de obras de esta época se puede ver en su Fuente de los Cuatro Ríos, que realizó para la plaza Navona, los numerosos retratos que realizó,- entre los que destaca el del duque Francisco I d’Este (1650-51) o su estatua ecuestre de "Constantino el Grande" (1654). En su tercera etapa (1665-1678),- bajo el papado de Alejandro VII,- entra en una nueva etapa, en la que busca un mayor expresivismo y espiritualidad. Las figuras se alargan y los ropajes se retuercen y agitan. De esta etapa destaca la extraordinaria Cátedra que realizó para el ábside de San Pedro, o la decoración realizada para el Puente de Sant’Angelo. La "Tumba de Alejandro VII" (1671-78) es la obra postrera de Bernini. LÁMINA 14. BERNINI. TUMBA DEL PAPA URBANO VIII. Basílica de San Pedro del Vaticano. Roma. LÁMINA 15. BERNINI. ÉXTASIS DE SANTA TERESA. Capilla Cornaro, iglesia de Santa Madella Vittoria. Roma. LÁMINA 16. BERNINI. LA BEATA ALBERTONI. Iglesia de San Francesco a Ripa. Roma. PINTURA ITALIA LÁMINA 17. CARAVAGGIO. BACO. Galería de los Uffizi. Florencia. LÁMINA 18. CARAVAGGIO. CENA DE EMAÚS. National Gallery. Londres. LÁMINA 19. CARAVAGGIO. LA CRUCIFIXIÓN DE SAN PEDRO. Iglesia de Santa María del Popolo. Roma. LÁMINA 20. CARAVAGGIO. LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO. Iglesia de Santa María del Popolo. Roma. LÁMINA 21. CARAVAGGIO. LA VOCACIÓN DE SAN MATEO. Capilla Contarelli; iglesia de San Luis de los Franceses. Roma. LÁMINA 22. CARAVAGGIO. MUERTE DE LA VIRGEN. Museo del Louvre. París. LÁMINA 23. ANNIBALE CARRACCI. BÓVEDA DE LA GALERÍA FARNESE: TRIUNFO DE BACO Y ARIADNA. Palacio Farnese. Roma. FLANDES: ESCUELA FLAMENCA LÁMINA 24. PEDRO PABLO RUBENS. EL DUQUE DE LERMA. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 25. PEDRO PABLO RUBENS. EL DESCENDIMIENTO. Catedral de Amberes. LÁMINA 26. PEDRO PABLO RUBENS. ENRIQUE IV RECIBIENDO EL RETRATO DE MARÍA DE MÉDICI. Museo del Louvre. París. LÁMINA 27. PEDRO PABLO RUBENS. JARDÍN DEL AMOR. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 28. PEDRO PABLO RUBENS. LAS TRES GRACIAS. Museo del Prado. Madrid. ESCUELA HOLANDENSA LÁMINA 29. REMBRANDT. AUTORRETRATO (1634). Museo Nacional. Berlín. • LÁMINA 30. REMBRANDT. LECCIÓN DE ANATOMÍA DEL PROFESOR TULP. Mauritshuis. La Haya. UBICACIÓN Decir lo que es: Lección de anatomía del Doctor Nicolaes Tulp Lugar: Mauritshuis. La Haya. Datación: 1632. Autor: Rembrandt van Rijn Estilo: Pintura barroca holandesa. ANÁLISIS FORMAL Técnica y soporte:Óleo sobre lienzo. Describir lo que representa: En la pintura holandesa del S. XVII es común la representación de retratos colectivos, muchos de ellos consecuencia del interés de determinadas corporaciones y gremios de ser representados haciendo gala de la importancia de su labor o del prestigio social de su trabajo. El análisis formal de esta obra, demuestra hasta qué punto Rembrandt renueva por completo el retrato colectivo holandés. Rembrandt se apoya en una serie de recursos que otorgan al cuadro toda su vivacidad y naturalismo: su estructura compositiva, el efecto de la luz, el virtuosismo que alcanza su realismo pictórico, y el efecto expresivo de su estudio psicológico. Una composición piramidal, pero en la que los personajes se agrupan estrechamente en torno al maestro doctor, consiguiendo de esta forma un gran efecto de unidad entre todos ellos. No falta tampoco una línea diagonal, dirigida en este caso desde las miradas de los tres espectadores que atienden los manejos del doctor Tulp hasta sus manos, que como dos luminarias parecen flotar en medio de la oscuridad que las envuelve, lo que arrastra nuestra mirada hacia ese punto, y focaliza la escena en el cadáver del ajusticiado. La luz es protagonista. Una luz tenebrista, que crea contrastes violentos de luz y sombra. En este caso, parece que los rostros de los protagonistas se iluminen en medio de la penumbra del fondo y del negro de sus propias vestimentas, lo que acentúa sin duda la expresividad de todos los rostros. A ello hay que añadir el efecto lumínico del cadáver. El condenado centra el foco de atención del cuadro, como lo centraba igualmente en estos espectáculos anatómicos, y Rembrandt lo consigue convirtiendo su cuerpo en un intenso foco de luz reflectante, que como una gran lámpara esparce su luz sobre los presentes, que parecen hipnotizados ante su turbadora presencia. El realismo de Rembrandt deja aquí perfecta constancia de su virtuosismo, destacando la nitidez y la claridad que consigue en la reproducción de todos los detalles, incluso de los más pequeños. En este sentido es de destacar, por su morbosidad, la precisión en la imagen de la mano diseccionada en la que se centra la lección del doctor. Pero el legado de Rembrandt se agranda al valorar la expresividad que era capaz de inculcar a sus retratos. Es la diversidad de formas de expresión, la hondura psicológica de todos los retratados, entre la actitud curiosa y la reflexión atenta, así como la diversidad de posturas y gestos de todos ellos, lo que realmente otorga al cuadro toda su veracidad y realismo, y lo eleva a obra maestra. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica. Características generales de la pintura barroca holandesa: Rembrandt van Rijn (1606-1669) será el artista más importante de la escuela de Holanda y el primero que vendió sus productos en el mercado. De origen modesto, se formó con Pieter Lastman, quien le enseñó los secretos del tenebrismo de Caravaggio. Con esta base creó un estilo personal en el que destaca la utilización de la luz, que en sus obras parece proceder del interior de la figura, creando penumbras misteriosas y doradas. En 1624 abrió un taller en Leyden. Empezó con temas bíblicos y grabados al aguafuerte. En 1632 ya está en Amsterdam. La ciudad, que vivía un gran despegue económico, destaca por el poder de los mercaderes que crean las dos compañías de las Indias y construyen diques para ganar terreno al mar. Rembrandt pinta para ellos la obra que estamos analizando. Otros cuadros a destacar de esta época son La ronda de noche o Los síndicos de los pañeros. Hacia 1649 sufrió una crisis financiera, personal, espiritual y artística. Pasa apuros económicos por sus gastos como coleccionista. Por otro lado, la sociedad puritana holandesa se escandalizó por su relación con su sirvienta Hendrickje y fue acusado de concubinato. Entonces ingresó en la secta menonita y en sus obras destacó la expresividad interior, la espiritualidad y el alma de los personajes. Su pintura cambió, su pincelada se hizo más suelta, los colores más vibrantes y sus lienzos adquirieron un aire melancólico. De esta época, son sus obras: Aristóteles con el busto de Homero, La conspiración de Julius Civilis y El buey abierto en canal. También destaca su capacidad para los retratos, entre los que destaca los que realizó de su primera mujer, Saskia, de su amante Hedrickje, de su hijo Tito y sus numerosos autorretratos. LÁMINA 31. REMBRANDT. MUJER BAÑÁNDOSE; National Gallery. Londres. LÁMINA 32. REMBRANDT. LOS SÍNDICOS DE LOS PAÑEROS Rijksmuseum. Amsterdam. • LÁMINA 33. REMBRANDT. RONDA DE NOCHE. Rijksmuseum. Amsterdam. UBICACIÓN Decir lo que es: ”La ronda de Noche”. Lugar: Rijksmuseum. Amsterdam Datación: 1642 Autor: Rembrandt van Rijn Estilo:Pintura barroca holandesa. ANÁLISIS FORMAL Técnica y soporte: Óleo sobre lienzo. Medidas: 363 x 437 cm. Describir lo que representa: La ronda de noche, cuyo verdadero título es en realidad La compañía del capitán Frans Banning y el teniente Willem van Ruytenburch, es un cuadro fundamental en la propia evolución artística del pintor y en la historia de la pintura. Muestra a la milicia del capitán Frans Banning Cocq en el momento en el que éste da una orden a su alférez, indicado por el gesto de la mano y la boca abierta. Tras estas dos figuras aparecen los integrantes de la Compañía, que pagaron una media de cien florines al pintor por el privilegio de mostrar sus cabezas entre las tropas integrantes de la Milicia que protege el bienestar y la libertad de los ciudadanos holandeses, por lo que era muy apreciada. La escena se desarrolla al aire libre, pero no de noche como reza el título sino que se oscureció con el paso del tiempo y por eso tiene en la actualidad ese aspecto nocturno. Su estructura actual no es la original, ya que la obra sufrió la amputación de una parte de su lateral izquierdo (del que llegan a desaparecer dos figuras y parte de otra) y de sus bordes superior e inferior, cuando en el siglo XVIII se decidió colocarlo entre dos puertas del Ayuntamiento (situado en la Plaza del Dam), debiendo ajustar sus medidas para que cupiera, porque con el tamaño primitivo no cabía en el lugar establecido. Esto lógicamente afectará en parte a la propia composición de la obra y a su interpretación. Pero ello no merma la importancia fundamental que hemos dicho que tiene la tela. Con ella, Rembrandt abandona los retratos de grupo estáticos que habían caracterizado las obras de su primera etapa, y opta ahora por una representación vital e instantánea. La escena se resuelve a partir de un trabajo excepcional de la luz y del color: Es la luz la que estructura el cuadro y establece parte de su composición: se trata de una luz relampagueante, fulgurante, que destella y se oculta alternativamente en distintas partes del lienzo, lo que otorga toda la dinamicidad, espontaneidad y viveza que llenan la escena. La luz además actúa como elemento de perspectiva, unida en este caso, igual que ocurría en los cuadros de Velázquez, a una técnica muy atrevida, que destaca por su perfecto realismo en primer plano, pero se diluye en formas vagas de pincelada suelta, libre, audaz y casi "protoimpresionsista" en los segundos y terceros planos. El color por su parte, complementa el efecto relampaguenate de la luz, destacando en las figuras protagonistas el rojo (de la banda del Capitán Banning) y el amarillo (del traje delteniente Ruytenburch), que a su vez se repiten como un eco cromático hacia los laterales en otras gamas rojizas, anaranjadas y marrones, que destacan y centellean todavía más, si consideramos el tono en general oscuro de la obra, pero que se sobreponen a él destacando en sucesivos fulgores. En la composición habría que considerar también el análisis psicológico de la serie de retratos realizados; la multiplicidad de posturas y gestos que inducen al bullicio general en el que se mueve la escena, así como la multiplicidad de líneas de fuga que cruzan toda la tela. Por todo ello la Ronda de noche, es un ejercicio pictórico innovador en su momento, porque en esta pintura como en ninguna consigue Rembrandt su objetivo, la plena naturalidad en movimiento, en un magnífico experimento de luz, color, perspectiva, pincelada y composición. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica. Características generales de la pintura barroca holandesa: Rembrandt van Rijn (1606-1669) será el artista más importante de la escuela de Holanda y el primero que vendió sus productos en el mercado. De origen modesto, se formó con Pieter Lastman, quien le enseñó los secretos del tenebrismo de Caravaggio. Con esta base creó un estilo personal en el que destaca la utilización de la luz, que en sus obras parece proceder del interior de la figura, creando penumbras misteriosas y doradas. En 1624 abrió un taller en Leyden. Empezó con temas bíblicos y grabados al aguafuerte. En 1632 ya está en Amsterdam. La ciudad, que vivía un gran despegue económico, destaca por el poder de los mercaderes que crean las dos compañías de las Indias y construyen diques para ganar terreno al mar. Rembrandt pinta para ellos La clase de anatomía del doctor Tulp. Otros cuadros a destacar de esta época son La ronda de noche o Los síndicos de los pañeros, o esta obra que estamos analizando, La ronda de noche. Hacia 1649 sufrió una crisis financiera, personal, espiritual y artística. Pasa apuros económicos por sus gastos como coleccionista. Por otro lado, la sociedad puritana holandesa se escandalizó por su relación con su sirvienta Hendrickje y fue acusado de concubinato. Entonces ingresó en la secta menonita y en sus obras destacó la expresividad interior, la espiritualidad y el alma de los personajes. Su pintura cambió, su pincelada se hizo más suelta, los colores más vibrantes y sus lienzos adquirieron un aire melancólico. De esta época, son sus obras: Aristóteles con el busto de Homero, La conspiración de Julius Civilis y El buey abierto en canal. También destaca su capacidad para los retratos, entre los que destaca los que realizó de su primera mujer, Saskia, de su amante Hedrickje, de su hijo Tito y sus numerosos autorretratos. LÁMINA 34. REMBRANDT. EL HOMBRE DEL YELMO DE ORO; Staatliche Museen. Berlín. EL BARROCO ESPAÑOL ARQUITECTURA LÁMINA 35. GÓMEZ DE MORA. PLAZA MAYOR DE MADRID LÁMINA 36. PEDRO DE RIBEIRA. PORTADA DEL REAL HOSPICIO DE MADRID. LÁMINA 37. CASAS NOVOA. FACHADA DEL OBRADOIRO DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA. LÁMINA 38. ALBERTO DE CHURRIGUERA. PLAZA MAYOR DE SALAMANCA. • LÁMINA 39. JAIME BORT. FACHADA DE LA CATEDRAL DE MURCIA. UBICACIÓN Decir lo que es: Fachada de la catedral de Murcia. Lugar: Murcia. Datación: entre 1736 y 1754 (con esta obra se finalizaba la construcción de la catedral que había comenzado en el siglo XV). Autor: Jaime Bort Estilo: Arquitectura barroca española. ANÁLISIS FORMAL Tipo de edificio y función: Catedral; función religiosa. Materiales usados: Se recurre en la fachada al uso de diferentes materiales y colores (piedra blanca, verde y gris). Elementos arquitectónicos que se observan: La fachada es concebida como un enorme fachada-retablo en piedra siendo más una obra escultórica que arquitectónica. Se organiza en tres cuerpos separados por grandes columnas corintias cuyas bases y entablamentos sobresalen otorgando movimiento a la fachada, denotan la división del interior en tres naves y acentúan de esta forma el sentido de profundidad. Se abren tres puertas, que corresponden a las tres naves del interior. La puerta central, llamada del Perdón, está reservada a los personajes reales, a la izquierda, la de San Juan para el Obispo, y a la derecha, la de San José, para las autoridades municipales. Los cuerpos laterales se rematan con una balaustrada mientras que en el central se levanta un segundo cuerpo que se remata con una bóveda de cuarto de esfera y una cornisa. Dos volutas unen los cuerpos laterales al central mientras que están ambos cuerpos flanqueados por dos torrecillas semicirculares coronadas por cupulillas. El uso de materiales de diferentes colores (blanco, verde y gris) crea efectos de policromía que junto al movimiento de la fachada y a los contraste de luces y sombras consecuencia de la distinta profundidad de los elementos arquitectónicos, hacen de esta fachada un claro exponente del arte barroco. Toda la fachada está cubierta de relieves y estatuas, concebida como si se tratase de un retablo. Sobre la puerta central se representa el tema de la Coronación de la Virgen, el milagro de la Cruz de Caravaca y rematando la fachada un relieve que representa la asunción de la Virgen. Rematando la fachada había una escultura del apóstol Santiago que fue suprimida en 1803 por su elevado peso. El resto de los elementos que componen la obra escultórica de la fachada son: símbolos y alegorías de las letanías, figuras de los santos más característicos del Obispado, como los cuatro santos de Cartagena (San Leandro, San Fulgencio, San Isidoro y Sta. Florentina), la estatua de Fernando III el Santo, que porta la ciudad de Murcia, simbolizando la incorporación del Reino a la Corona de Castilla, así como figuras de santos (Santo Tomás, Santa Teresa, San Hermenegildo, etc…). COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la arquitectura barroca española: Nos encontramos ante una de las obras más representativas del barroco español. A mitad de camino entre la arquitectura y la escultura, toda la fachada es concebida como una exaltación de la Archidiócesis de Cartagena y está dedicada a la Virgen. Así junto a la representación de la Asunción y Coronación de la Virgen, aparecen diferentes símbolos marianos (como el jarrón con azucenas) y santos vinculados a dicha diócesis. La escultura de Santiago que coronaba el edificio hace alusión a la tradición que sitúa en el puerto de Cartagena la supuesta entrada que hizo el apóstol en la península para predicar. Por otro lado aparecen dos reyes santos también vinculados con la historia de la archidiócesis como san Hermenegildo y san Fernando, llevando éste último sobre sus manos una maqueta de la ciudad de Murcia, conquistada Estas representaciones nos señalan quiénes fueron los mejores clientes de la arquitectura barroca española: la Iglesia y la monarquía absoluta. Por ello, los edificios más representativos son para esta clientela. Otra particularidad de a arquitectura barroca española es la utilización de las fachadas retablos, llenas de esculturas y símbolos que servían de propaganda a la Iglesia y a los nuevos principios de la Contrarreforma. Como país el país estaba en crisis, el material empleado será pobre y las fachadas sobrias, dejando para el interior la decoración, donde materiales pobres como el yeso o la madera se doran y se multiplican los elementos decorativos, sorprendiendo al espectador y haciéndole olvidar la decadencia en la que se hallaba el país. Estado de conservación /Otros ejemplos / Otros datos de interés:La fachada de la Catedral de Murcia es una de las más importantes por su riqueza decorativa y calidad escultórica hasta el punto de que creó una escuela de escultores paralela a la creada por Salzillo y que convierte a Murcia en uno de los focos escultóricos más importantes del siglo XVIII. LÁMINA 40.ALONSO CANO . FACHADA DE LA CATEDRAL DE GRANADA. LÁMINA 41. HURTADO IZQUIERDO Sacristía de la Cartuja. Granada LÁMINA 42. VICENTE ACERO Fachada de la Catedral. Cádiz LÁMINA 43. NARCISO TOMÉ. Transparente de la catedral de Toledo. Toledo. LA IMAGINERÍA ESPAÑOLA GREGORIO FERNÁNDEZ LÁMINA 44. GREGORIO FERNÁNDEZ. CRISTO YACENTE. Museo Nacional de Escultura. Valladolid. LÁMINA 45. GREGORIO FERNÁNDEZ. CRISTO ATADO A LA COLUMNA. Iglesia de la Vera Cruz. Valladolid. LÁMINA 46. GREGORIO FERNÁNDEZ. PIEDAD. Museo Nacional de Escultura. Valladolid. LÁMINA 47. GREGORIO FERNÁNDEZ. EL DESCENDIMIENTO DE CRISTO. Iglesia de la Vera Cruz. Valladolid. MARTÍNEZ MONTAÑÉS LÁMINA 49. MARTÍNEZ MONTAÑÉS. CRISTO DE LA CLEMENCIA. Catedral de Sevilla. LÁMINA 49. MARTÍNEZ MONTAÑÉS. SAN JERÓNIMO. Retablo de San Isidoro del Campo. Sevilla. LÁMINA 49. MARTÍNEZ MONTAÑÉS. LA NATIVIDAD. Retablo de San Isidoro del Campo. Sevilla. LÁMINA 49. MARTÍNEZ MONTAÑÉS. INMACULADA. Capilla de San Juan Bautista. Catedral de Sevilla. JUAN DE MESA LÁMINA 50. JUAN DE MESA. CRISTO DE LA AGONÍA. Iglesia de San Pedro. Vergara (Guipúzcoa). LÁMINA 51. JUAN DE MESA. CRISTO DeL GRAN PODER. Basílica de San Lorenzo. Sevilla. ALONSO CANO • LÁMINA 52. ALONSO CANO. INMACULADA. Sacristía de la Catedral de Granada. UBICACIÓN Decir lo que es: Virgen de la Inmaculada Lugar: Sacristía de la Catedral de Granada. Esta pequeña escultura de 0,55 metros de altura incluida la peana, y realizada en madera de cedro, estaba destinada para ser colocada sobre el facistol (un gran atril para sostener los libros de cantos) del coro de la catedral de Granada. Cuando los canónigos de la catedral vieron la imagen, pensaron que era mucho mejor colocarla en la cajonería de la sacristía, y así podría ser contemplada desde muy cerca y todos los días. Datación: 1655-1656 Autor: Alonso Cano de Almansa (1601-1667) Estilo: Escultura barroca española. ANÁLISIS FORMAL Tipo de escultura y función: Figura religiosa exenta. Materiales usados: Madera de cedro policromada Explicar lo que representa: Representa a la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción. Esta creencia dice que Dios preservó a la Virgen María al nacer del pecado, la inclinación al mal, con que vienen al mundo todos los hombres (pecado original), para preparar de esta manera a la que iba a ser madre de Jesús, su Hijo. Era una opinión muy extendida en España en el siglo XVII. Esta creencia acabará siendo declarada dogma de fe -verdad que deber ser creída por los católicos- por el papa Pío IX en 1854. En cuanto a la iconografía, sigue lo indicado por Francisco Pacheco, su maestro. Representa a una Virgen Niña, de rostro dulce, túnica blanca, manto azul y la media luna sobre la que está con las puntas hacia abajo. La base es pequeña; no se trata de la típica peana de una escultura, sino de una nube; es pequeña en relación con el cuerpo que ha de sustentar. No contiene dragones, ni serpiente, ni ángeles de grandes proporciones, como se ve en otras obras, sino unas caras de tres querubines que se entremezclan airosamente con las nubes, como si formaran parte de ellas -es una manera de espiritualizar la obra-. Sobre las nubes y los querubines se sitúa la luna orientada hacia abajo. A partir de ella, se inicia un movimiento ascendente de figura humana espiritualizada, ocultos los pies por un manto que presenta grandes pliegues en la zona central, pero que se estrecha en torno a los pies, dando a la figura una forma de huso. Observamos la diagonal que el manto azul inicia en la base, y que lleva la mirada del espectador hasta el rostro y manos; son estas las dos pinceladas más claras del conjunto y donde Cano concentra su maestría espiritual. Es propio de Cano el realizar figuras humanas que parecen ensimismadas. Es una representación de la virgenniña, totalmente abstraída de la realidad exterior y concentrada en sus sentimientos más íntimos sobre la profundidad del misterio del que es protagonista. Indudablemente contribuye a crear en el espectador un clima de oración. Otros elementos, como la pierna que se adelanta, la mirada lateral de la Virgen, el ritmo helicoidal, etc., contribuyen a dar la belleza clásica a esta insigne obra. Alonso Cano era pintor, y por eso, él mismo se encargaba de policromar sus obras, como en este caso, aunque aquí no usó el estofado, tan presente en los escultores andaluces de la época. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la escultura barroca española: La escultura barroca española tiene características propias que la hacen distinta a la del resto de Europa. Como todo el arte barroco español, se ve influenciado por la decadencia en la que estaba sumido el país y, por otro lado, casi toda su producción se destinaba a la Iglesia, su principal cliente, ya que tanto la monarquía como la nobleza prefería la pintura para decorar sus palacios. La Iglesia, en cambio, usa las imágenes como propaganda de las nuevas ideas de la Contrarreforma. Para contactar con el fiel, el lenguaje de los imagineros tiende a ser claro, sencillo, fácilmente comprensible...Un intenso dramatismo en las figuras pretende fomentar una piedad no racional, sino puramente sentimental. Pero mientras ese dramatismo se traduce en la escuela castellana en imágenes llenas de sufrimiento y dolor, en la escuela andaluza,- de la que Alonso Cano es un ejemplo,- las figuras son más serenas, Datos del autor: Alonso Cano (1601-1667) fue discípulo de Martínez Montañés; trabajó en Sevilla, Madrid y Granada. Fue también arquitecto, pintor (aprendió en el pintor de Pacheco, coincidiendo con Velázquez) y diseñador de mobiliario religioso. Sus obras están realizadas con una exquisita técnica y dulzura. Tenía una clara preferencia por la serenidad y el equilibrio frente al dinamismo barroco. En 1638 viajó a Madrid, en el séquito del conde-duque de Olivares. Allí se dedicó principalmente a la pintura, pero también esculpió el Niño Jesús de la Pasión: pequeño nazareno con la cruz a cuestas. En 1652 regresó a Granada como sacerdote y ocupó una plaza en el cabildo de la catedral, donde realizó sus imágenes más importantes, como San José con el Niño, San Antonio de Padua, San Diego de Alcalá y los bustos de Adán y Eva. En 1656 realiza su Inmaculada, esta pequeña figura que estamos analizando y que se guarda en la sacristía de la catedral de Granada. LÁMINA 53. ALONSO CANO. CABEZA DE SAN PABLO. Catedral de Granada. FRANCISCO SALZILLO • LÁMINA 54. FRANCISCO SALZILLO. LA ORACIÓN EN EL HUERTO. MUSEO SALZILLO. MURCIA UBICACIÓN Decir lo que es: "La Oración en al huerto". Lugar: Museo Salzillo (Murcia) Datación: 1752 Autor: Francisco Salzillo. Estilo: Obra de imaginería procesional barroca del siglo XVIII. ANÁLISIS FORMAL Tipo de escultura y función: Grupo escultórico que forma un paso procesional. Materiales usados: Madera policromada Explicar lo que representa: El grupo escultórico está formado por cinco esculturas organizadas en dos grupos más una palmera y una rama de olivo que completan la escena. El primer grupo lo compone la imagen de un ángel de aspecto joven y asexual que con las alas desplegadas como si acabara de llegar del cielo, sostiene la cabeza de Cristo con la mano derecha mientras con la izquierda señala el cáliz que aparece sobre la palmera y que simboliza el sacrificio al que ha de entregarse Jesús. El torso va desnudo mientras que de cintura hacia abajo se cubre con una túnica tallada en la madera y policromada en tonos azules y estofado dorado. La imagen de Cristo aparece de rodillas, dejando caer el peso sobre las mismas. Los hombros caídos, las manos sobre las piernas y la cabeza levantada y ligeramente inclinada hacia la izquierda observando el punto señalado por el ángel ,contribuyen a mostrar la actitud de sumisa entrega de Cristo a su inminente destino. El rostro amarillento de Cristo transmite la infinita angustia que siente mientras es reconfortado por el ángel. Delante de ellos tres apóstoles, San Pedro, San Juan y Santiago duermen plácidamente ajenos a la emoción del momento y a la angustia vivida por el "Maestro". Con túnicas talladas en la madera en tonos azul, ocre, rojo y verde, sus rostros muestran a San Pedro como un hombre anciano que sentado duerme apoyando su cabeza sobre el brazo derecho mientras que con la mano izquierda sostiene una espada; por su parte Santiago, de rostro maduro aunque aún joven, duerme recostado de manera despreocupada al igual que San Juan, el más joven de los tres y más próximo a Cristo. Sin duda, las tres esculturas, más allá de representar a los apóstoles deben de ser una alegoría de las tres edades de la vida siendo San Pedro la ancianidad que duerme en un sueño de permanente alerta, mientras que Santiago, la edad madura, muestra un sueño reparador y San Juan el sueño despreocupado de la juventud. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la escultura barroca española: La escultura barroca española tiene características propias que la hacen distinta a la del resto de Europa. Como todo el arte barroco español, se ve influenciado por la decadencia en la que estaba sumido el país y, por otro lado, casi toda su producción se destinaba a la Iglesia, su principal cliente, ya que tanto la monarquía como la nobleza prefería la pintura para decorar sus palacios. La Iglesia, en cambio, usa las imágenes como propaganda de las nuevas ideas de la Contrarreforma. Para contactar con el fiel, el lenguaje de los imagineros tiende a ser claro, sencillo, fácilmente comprensible...Un intenso dramatismo en las figuras pretende fomentar una piedad no racional, sino puramente sentimental. Pero mientras ese dramatismo se traduce en la escuela castellana en imágenes llenas de sufrimiento y dolor, en la escuela andaluza,- de la que Alonso Cano es un ejemplo,- las figuras son más serenas, Datos del autor: Francisco Salzillo (1707-1783) es el mejor imaginero levantino y el artista más fervoroso de todo el S. XVIII. De joven, fue novicio de los dominicos, lo que le configuró una profunda religiosidad que se traduce en la sentida devoción popular que provocan sus obras. Sus figuras son movidas y expresivas, dotadas de gracia, con carnes aporcelanadas y brillantemente estofadas, que pregonan la estética rococó. Fue dueño de un gran taller, que produjo más de 1700 obras, entre las que destacan sus pasos procesionales. En estos conjuntos escultóricos, se muestra un hábil escenógrafo en la composición, agrupando imágenes de talla con otras de vestir. Destacan las obras encargadas en 1752 por la Cofradía de Jesús del Nazareno: los pasos de La Caída, la Oración del Huerto,- el que estamos analizando,- La Verónica o San Juan. Hijo de un escultor napolitano, importa a nuestro país el gusto por los "Nacimientos", realizando él mismo uno que constituye, en su conjunto, una de sus mejores creaciones. LÁMINA 55. FRANCISCO SALZILLO. FIGURAS DEL BELÉN. MUSEO SALZILLO. MURCIA PINTURA JOSÉ DE RIBERA LÁMINA 56. JOSÉ DE RIBERA. CALVARIO. Colegiata. Osuna (Sevilla) LÁMINA 57. JOSÉ DE RIBERA. LA MUJER BARBUDA. Hospital de San Juan Bautista. Toledo. LÁMINA 58. JOSÉ DE RIBERA. INMACULADA CONCEPCIÓN.Convento de las Agustinas Recoletas. Salamanca. LÁMINA 59. JOSÉ DE RIBERA. SUEÑO DE JACOB. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 60. JOSÉ DE RIBERA. MARTIRIO DE SAN FELIPE. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 61. JOSÉ DE RIBERA. EL PATIZAMBO. Museo del Louvre. París. FRANCISCO DE ZURBARÁN LÁMINA 62. FRANCISCO DE ZURBARÁN. BODEGÓN DE LOS CACHARROS. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 63. FRANCISCO DE ZURBARÁN. APOTEOSIS DE SANTO TOMÁS DE AQUINO. Museo de las Bellas Artes. Sevilla. LÁMINA 64. FRANCISCO DE ZURBARÁN. SAN HUGO EN EL REFECTORIO DE LOS CARTUJOS.. Museo de las Bellas Artes. Sevilla. LÁMINA 65. FRANCISCO DE ZURBARÁN. BODEGÓN DE LIMONES, NARANJAS Y CACHARROS. The Norton Simon Museum. Los Ángeles. EEUU. LÁMINA 66. FRANCISCO DE ZURBARÁN. VIRGEN DE LOS CARTUJOS. Museo de las Bellas Artes. Sevilla. LÁMINA 67. FRANCISCO DE ZURBARÁN. FRAY GONZALO DE ILLESCAS. Monasterio de Guadalupe . Cáceres. LÁMINA 68. FRANCISCO DE ZURBARÁN. SANTA CASILDA. Museo del Prado. Madrid. DIEGO DE VELÁZQUEZ • LÁMINA 69. DIEGO DE VELÁZQUEZ. VIEJA FRIENDO HUEVOS. Galería Nacional de Escocia. UBICACIÓN Decir lo que es: Vieja friendo huevos Lugar: National Gallery (Edimburgo) Datación: 1618 Autor: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) Estilo:Pintura barroca española. ANÁLISIS FORMAL Técnica y soporte : Oleo sobre lienzo Describir lo que representa: Su popularidad ha hecho de ella una de las escenas más significativas del Barroco español. El asunto tratado por el maestro supone una absoluta novedad, ya que hasta ahora nadie se había atrevido a representar en la pintura española escenas tan aparentemente triviales como ésta. En primer plano vemos a una anciana cocinando unos huevos en un hornillo de barro cocido, junto a un muchacho que porta un melón de invierno y una frasca de vino. Ambas figuras se recortan sobre un fondo neutro, empleado para destacar aun más los contrastes entre la luz y la sombra, una de las características que le sitúan en la órbita del naturalismo tenebrista. En la zona de la derecha contemplamos uno de los mejores bodegones del arte español, formado por varios elementos metálicos, vasijas de cerámica y una cebolla colorada. Para que el espectador pueda contemplar con más facilidad estos elementos, el maestro nos levanta el plano de la mesa y el hornillo de barro, empleando de esta manera una doble perspectiva. El realismo de los personajes es digno de mención; la suciedad del paño con el que se cubre la cabeza la anciana o el corte del pelo del muchacho nos trasladan al mundo popular que contemplaba a menudo Velázquez. Incluso se piensa que la anciana podría ser el retrato de su suegra, mientras que el muchacho sería un ayudante de su taller. Los tonos empleados indican el conocimiento de obras de Caravaggio, bien a través de copias bien de grabados; así destaca el uso de los tonos ocres y pardos que contrasta con el blanco, reafirmando ese contraste la utilización de tonalidades negras. La minuciosidad de la pincelada, a base de pequeños toques que apenas son apreciables, contrasta con la factura suelta de sus últimas obras como Las Meninas. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens, Velázquez es el máximo representante de esta última escuela. Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens, el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes… La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano. Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su retrato de Inocencio X y la Venus del espejo. Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago. El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco . Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire, presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o La rendición de Breda o Las Lanzas. Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: Las Meninas y Las Hilanderas o La Fábula de Aracne, obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su pintura. LÁMINA 70. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL AGUADOR DE SEVILLA.Wellington Museum. Londres. LÁMINA 71. DIEGO DE VELÁZQUEZ. RETRATO DE FELIPE IV (1628). Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 72. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LOS BORRACHOS O EL TRIUNFO DE BACO. Museo del Prado. Madrid. • LÁMINA 73. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LA FRAGUA DE VULCANO. Museo del Prado. Madrid. UBICACIÓN Decir lo que es: La fragua de Vulcano. Lugar: Museo del Prado. Madrid. Datación: 1630 Autor: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) Estilo: Pintura barroca española. ANÁLISIS FORMAL Técnica y soporte : Óleo sobre lienzo (223 x 290 cm) Describir lo que representa: Apolo, rodeado por una aureola luminosa y ceñido con una corona de laurel, anuncia a Vulcano, el dios del fuego el adulterio de su esposa Venus con Marte, el dios de la guerra. El dios, que trabaja una plancha refulgente, y sus ayudantes, los Cíclopes, le miran entre asombrados e incrédulos. Para mayor carga de sarcasmo, el observador que conozca la historia debería recordar que la armadura que están labrando en la fragua es para el amante. Apolo es tratado como si fuera un ángel anunciador y es en realidad la única figura que, por su iluminación irreal, nos aclara que estamos ante un pasaje mitológico, que de otra manera pudiera pasar por el de unos trabajadores de una fragua de la época. Aún así su postura resulta prepotente. Vulcano, aunque manifiesta en su rostro la edad y la perplejidad, no está afeado en su anatomía, cuyo cuerpo es bien proporcionado, y no muestra signos ni de su cojera ni de la fealdad que se le atribuía. El lugar es una ferrerría normal donde se forjan las armas y que pose objetos contemporáneos. En definitiva, en este episodio se descubre el tratamiento digno y realista con el que artista se acerca a todos sus personajes, sean dioses, reyes o bufones. A partir del siglo XVI la contrarreforma católica buscará la separación nítida con el paganismo, quedando reducida la mitología al entorno de las élites ilustradas y, sobre todo, de la monarquía. La historia mitológica sirvió desde entonces a la imagen del poder, identificando a los reyes con las virtudes atribuidas a héroes y dioses paganos. Pero también fue la excusa para justificar la representación de bellos desnudos, tan mal vistos por la jerarquía religiosa y tan admirados por la aristocracia. La monarquía de Felipe IV y su pintor de cámara, Diego Velázquez, también participarán de esta corriente amante de la mitología pero con un carácter muy peculiar. Nuestro pintor desde el principio conoce y es fiel a los textos, pero se aleja de las poesías triunfantes de los otros pintores y opta por una línea diferente, de austeridad y de humanización realista de los mitos. La fragua de Vulcano se pintó en Roma entre 1630 y 1631 durante la primera estancia de Velázquez en Italia. No fue un cuadro por encargo. Fue la iniciativa del pintor quien lo realizó. Elementos: (Tratamiento de laluz, del color…): Los elementos a destacar de estas pinturas son: La representación de unos bellos desnudos masculinos, influencia de las obras vistas en Italia. Representar los "afectos":Es un cuadro donde los rostros expresan dolor, sorpresa e hipocresía con una intensidad y verdad muy cuidada. La composición y el ritmo de la obra está muy planificado. La luz y las miradas nos guían. Apolo, en el extremo izquierdo, atrae nuestra atención en primer lugar por el colorido y el brillo que le envuelve. El segundo golpe de vista nos lleva al cíclope que está de espaldas y sobre el que cae el foco de luz. Este y Apolo enmarcan a Vulcano como en un paréntesis, sus ojos echan chispas como el hierro que está golpeando sobre el yunque. Al ver la expresión de su mirada, inmediatamente nos hace fijarnos en la de sus ayudantes. El más joven no puede creer lo que oye y queda boquiabierto. Entre todos los personajes se crea una elipse que los acerca Los nuevos colores. Predominan nos tonos ocres/tierra propios de su primera etapa, pero incorpora nuevos colores propios de la escuela veneciana como el brillante anaranjado de la túnica de Apolo o del hierro incandescente. Grises sutiles y ciertos verdes y malvas fríos serán ya característicos de su paleta. La pincelada se ha hecho más alada. El espíritu del bodegonista. Los objetos siguen interesando a Velázquez como en sus años sevillanos. La fragua tiene pequeños bodegones repartidos por todos los lados: las armaduras, los yunques, las mazas, las pinzas, cadenas, el horno, el jarrito de agua y una lámpara de aceite colgada de la repisa... COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens, Velázquez es el máximo representante de esta última escuela. Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens, el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes… La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano. Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó esta obra que estamos estudiando: La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su retrato de Inocencio X y la Venus del espejo. Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago. El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire, presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o La rendición de Breda o Las Lanzas. Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: Las Meninas y Las Hilanderas o La Fábula de Aracne, obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su pintura. LÁMINA 74. DIEGO DE VELÁZQUEZ. PABLILLOS DE VALLADOLID. Museo del Prado. Madrid. • LÁMINA 75. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LAS LANZAS O LA RENDICIÓN DE BREDA. Museo del Prado. Madrid. UBICACIÓN Decir lo que es: La rendición de Breda o Las lanzas Lugar: Museo del Prado. Madrid. Datación: 1634 Autor: Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) Estilo: Pintura barroca española. ANÁLISIS FORMAL Técnica y soporte: Óleo sobre lienzo Describir lo que representa: Realizado para el Salón de reinos del Palacio del Buen Retiro que el rey español Felipe IV ha mandado edificar. En él se recoge un hecho histórico. Hacia más de ochenta años que había problemas con las Provincia Unidas de los Países Bajos (Holanda actual) y España. La búsqueda de la independencia de España y la religión calvinista que se había instalado en aquellas zonas habían llevado a una serie de guerras de las tropas españolas allí. A comienzos del XVII, con Felipe III en el poder, se firma la Tregua de los Doce Años, pero, al terminar la tregua, surgen de nuevo las discordias y las tropas españolas vencen a las holandesas en la batalla que se da en la ciudad de Breda. La entrega de las llaves de la ciudad que realiza Justino de Nassau, gobernador de la ciudad, a Ambrosio de Espínola, jefe de las tropas españolas es la señal del final de la contienda. Según cuentan las crónicas de la época, la entrega de la ciudad se hizo en un ambiente de trato deferente para el vencido, sin buscar la humillación de este. Por eso vemos el gesto amable de Ambrosio de Espínola colocando la mano sobre el hombro de Justino de Nassau. Velázquez rompe con la tradición de humillar al vencido. Esta manera de entender el arte, de que el arte salve al individuo, es propio de la pintura española de la época y se puede apreciar en otras obras de Velázquez (cuando retrata a los bufones), de Rivera (El Patizambo) o de Murillo (Niños comiendo uva y melón). El cuadro está organizado con dos escenas. En la que está más próxima a nosotros aparecen las tropas de los vencedores (a nuestra derecha), con las picas (no lanzas) numerosas y en alto, la bandera y los vestidos propios de la milicia. A la izquierda están las tropas vencidas, con otro tipo de armas, poco numerosas, y trajes distintos a los de los vencedores. En la parte del fondo, la mitad superior, aparece la ciudad de Breda y los movimientos de tropas e incendios de la batalla que se está dando y que prácticamente ha terminado. No hay sangre ni destrucción en el cuadro; la destrucción está solamente insinuada con la humareda del fondo. Los personajes de la derecha son retratos de los que se ha perdido el nombre, excepto de uno de ellos, que puede ser el autorretrato de Velázquez, en la parte derecha, con sombrero. Un aspa formada por dos diagonales que se cruzan en las llaves y que se hunden hacia el fondo forman un esquema barroco utilizado por Velázquez. La perspectiva en profundidad la consigue con diferentes elementos; uno de ellos es el formado por dos caballos, en posturas contrapuestas, que hunden nuestra vista en profundidad. Otra forma de conseguir la perspectiva es desenfocar ciertas partes del cuadro y darles distinta luminosidad. De esta manera consigue una perspectiva que será propia de Velázquez y que se llama perspectiva aérea(detrás de los personajes principales hay una zona oscura, a la que sigue una más iluminada en la que se ven tropas caminando, para volver a una zona más oscura). El cuadro estaba destinado para mayor gloria del rey español ,Felipe IV. Se colocó en la sala en la que el monarca recibía a los embajadores extranjeros. Se trataba de impresionar con las victorias conseguidas. En este Salón de reinos había pintado Zurbarán, llamado por Velázquez, los Trabajos de Hércules (símbolo del rey victorioso); además los reyes presumían de ser descendientes de Hércules. También había otros cuadros de pintores importantes del momento. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens, Velázquez es el máximo representante de esta última escuela. Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens, el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes… La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano. Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su retrato de Inocencio X y la Venus del espejo. Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago. El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire, presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o esta obra que estamos estudiando: La rendición de Breda o Las Lanzas. Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: Las Meninas y Las Hilanderas o La Fábula de Aracne, obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su pintura. LÁMINA 74. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL CONDE-DUQUE DE OLIVARES A CABALLO. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 75. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL PRÍNCIPE BALTASAR CARLOS A CABALLO. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 76. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL NIÑO DE VALLECAS. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 77. DIEGO DE VELÁZQUEZ. VILLA MÉDICI. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 78. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LA VENUS DEL ESPEJO. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 79. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL PARA INOCENCIO X. Museo del Prado. Madrid. • LÁMINA 80. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LAS MENINAS O LA FAMILIA DE FELIPE IV. Museo del Prado. Madrid. UBICACIÓN Decir lo que es: Las Meninas o La familia de Felipe IV Lugar: Museo del Prado. Madrid. Datación: 1656 Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) Estilo: Pintura barroca española. ANÁLISIS FORMAL Técnica y soporte : óleo sobre lienzo de grandes dimensiones Describir lo que representa: El tema representado es muy simple reflejando una escena común de Palacio en el que la infanta doña Margarita, acompañada de su corte de Damas, que reciben el nombre de Meninas, bufones y otros personajes de la corte visitan el estudio del pintor Velázquez en Palacio, donde se encuentra éste frente a un lienzo retratando a los reyes, Felipe IV y Mariana de Austria, reflejados en el espejo de la pared del fondo. Velázquez logra reflejar con extraordinaria maestría una escena de movimiento paralizado, que, como si de una cámara fotográfica se tratase, ha dejado inmortalizado un instante fugaz visible en las distintas actitudes de los personajes: el bufón Nicolás Pertusato jugando a poner el pie sobre el lomo del perro, la menina María Agustina Sarmiento acercando la bandeja con una jarra con agua a la infanta, la mirada atenta del pintor a sus modelos mientras los retrata, la conversación de los personajes del fondo y la entrada del aposentador José Nieto por la puerta del fondo. Todo parece ser fruto del azar aunque nada se debe a tal y sí, posiblemente, a muchas horas de estudio de la composición. La escena se desarrolla dentro de una habitación amplia iluminada por dos focos de luz, uno situado en primer término que entra por una ventana lateral a la derecha del espectador y el segundo se cuela a través de la puerta abierta del fondo. Los personajes se disponen en distintos planos de profundidad de manera que en el plano más próximo al espectador se sitúan dos bufones y un perro, en el intermedio la infanta, ocupando el centro del cuadro, y sus doncellas o meninas a ambos lados, justo detrás el pintor y un poco más alejado un grupo formado por dos personas de la corte mientras que en el fondo, justo en el punto de fuga, se sitúa José Nieto, aposentador de Palacio, quien se ve a través de una puerta descendiendo por una escalera para acceder a la estancia. El espejo del fondo nos abre un último plano ficticio donde se sitúan los reyes y que estaría delante de los personajes del cuadro, justo en el lugar ocupado por el espectador. Toda la estancia aparece bañada por la luz que parece rodear a los personajes dando muestras Velázquez en esta obra de su dominio de la perspectiva aérea, de manera que los contornos de las figuras se hacen más borrosos en la medida que se alejan del espectador como consecuencia del aire que les rodea. En definitiva, nos encontramos ante un excepcional retrato de grupo, el de la infanta, los personajes de la corte representados y del propio pintor quien aparece ejercitando su oficio de pintor de la corte retratando a los reyes reflejados en el espejo. Hay que ver en este hecho un reivindicación por parte de Velázquez del oficio de pintor, de su entidad superior frente al resto de las artes al no tratarse de un oficio y que, por lo tanto, no debía de ser un impedimento para el deseo de ascenso social de Velázquez, ascenso que lograría al nombrarlo el rey caballero de la Orden de Santiago tan como queda acreditado en la cruz de Santiago que pinta en su pechera. El recurso del espejo del fondo es netamente barroco creando una ilusión óptica muy del gusto barroco por el cual el espectador se convierte en los reyes y objeto de las miradas de los personajes del cuadro. Este recurso, aún siendo muy del gusto barroco, no es original al encontrarse en obras anteriores como el "Matrimonio Arnolfini" pintado por Jan Van Eyck en el siglo XV. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens, Velázquez es el máximo representante de esta última escuela. Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens, el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes… La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano. Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su retrato de Inocencio X y la Venus del espejo. Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago. El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco.Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire, presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o La rendición de Breda o Las Lanzas. Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: esta que estamos analizando,-Las Meninas,- y Las Hilanderas o La Fábula de Aracne, obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su pintura. • LÁMINA 81. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LAS HILANDERAS O LA FÁBULA DE ARACNE. Museo del Prado. Madrid. UBICACIÓN Decir lo que es: Las Hilanderas o la Fábula de Aracne. Lugar: Museo del Prado. Madrid. Datación: 1651. Autor: Diego de Velázquez Estilo:Pintura barroca española. ANÁLISIS FORMAL Técnica y soporte: Óleo sobre lienzo. (222 X 293 cm.) Describir lo que representa: Fue pintado para D. Pedro de Arce, Montero del Rey, aunque en el siglo XVIII ya figura en las colecciones reales. En primer plano vemos un taller con cinco mujeres (hilanderas) que preparan las lanas para la fabricación de tapices. Al fondo, detrás de ellas, y en una estancia que aparece más elevada, aparecen otras cinco mujeres ricamente vestidas, sobre un fondo de tapices (parece que contemplan una escena mitológica). Esta última escena sería la que da título al cuadro "La Fábula de Aracne".Aracne era una de las mejores tejedoras de toda Grecia, sus bordados eran tan maravillosos que la gente comentaba que sus habilidades le habían sido concedidas por Atenea, diosa de la sabiduría y patrona de los artesanos. Pero Aracne tenía un gran defecto, era una muchacha muy vanidosa y decía, continuamente, que ella era la mejor tejedora.Un día, la orgullosa Aracne, no pudo aguantar más los comentarios de sus vecinos y llegó a compararse con Atenea. Se pasaba el día lanzando desafíos a la diosa e invitándola a participar en un concurso para ver cuál de las dos tejía mejor. La diosa Atenea quiso darle una lección a Aracne y bajó desde el Olimpo a la Tierra para aceptar su reto. Comenzó el concurso, Aracne y Atenea estuvieron tejiendo durante todo un día. Atenea trata de encontrar algún error sin éxito. Furiosa lo rompe y castiga a Aracne transformándola en araña para que siempre haga lo que se le da muy bien: tejer hilo. Con esta fábula, Velázquez quiere indicarnos que la pintura es un arte liberal, igual que el tejido de tapices, no una artesanía como la labor que realizan las mujeres en primer término. La inconografía simbólica puede parecer una cuestión secundaria dada la riqueza formal de la obra. Es una tela de gran armonía compositiva basada en las relaciones de luz, ritmo y color. La luz del fondo crea una gradación de contraluces alterada por un foco que ilumina el primer plano. Velázquez consigue que nuestra vista pase de la hilandera iluminada de la derecha a la de la izquierda para saltar por encima de la que se agacha en la penumbra a la escena del fondo, nuevamente iluminada. Allí, una de las mujeres se vuelve hacia el espectador como si se sorprendiese de nuestra incursión en la escena. Poner el mensaje en un segundo plano es un juego típico del Barroco. También hay quien piensa que se trata de una escena del obrador de la Fábrica de Tapices de Santa Isabel que el pintor solía frecuentar a menudo. Pero esto no sirve para explicar la escena de segundo plano. Trate sobre lo que trate, estamos ante una de las mejores pinturas, en la que Velázquez ha sabido dar sensación de movimiento, como se aprecia en la rueca de la izquierda, cuyos radios no vemos, y en la figura de la derecha que devana la lana con tanta rapidez que parece que tiene seis dedos. También hay que destacar el efecto atmosférico, es decir, la sensación de que entre las figuras hay aire que distorsiona los contornos y hace que las figuras estén borrosas. La pincelada no puede ser más suelta, utilizando manchas como en el caso del gato o el rostro inacabado de la mujer del centro, que está a contraluz. La luz viene de la derecha, siendo admirable que con tan limitado colorido se obtenga esa excelente luminosidad. El artista consigue anticiparse al Impresionismo en 250 años. Los añadidos posteriores en los cuatro lados hacen la obra más grande pero no menos interesante. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens, Velázquez es el máximo representante de esta última escuela. Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens, el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes… La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano. Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su retrato de Inocencio X y la Venus del espejo. Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago. El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire, presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o La rendición de Breda o Las Lanzas. Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: Las Meninas y la obra que estamos estudiando: Las Hilanderas o La Fábula de Aracne, obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su pintura. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO LÁMINA 82. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. FAMILIA DEL PAJARITO. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 83. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. VISIÓN DE SAN ANTONIO. Catedral de Sevilla. LÁMINA 84. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. SAN FRANCISCO ABRAZANDO AL CRUCIFICADO. Museo de las Bellas Artes. Sevilla. LÁMINA 85. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. SANTA ISABEL CON LOS TIÑOSOS. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 86. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. INMACULADA CONCEPCIÓN DE EL ESCORIAL. Museo del Prado. Madrid. LÁMINA 87. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. EL BUEN PASTOR. Museo del Prado. Madrid. • LÁMINA 88. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. NIÑO PORDIOSERO. Museo del Louvre. París. UBICACIÓN Decir lo que es: Joven Mendigo Lugar: Museo de Louvre de Paris Datación: 1650 Autor: Bartolomé Esteban Murillo Estilo:Pintura barroca española ANÁLISIS FORMAL Técnica y soporte : Oleo sobre lienzo 134 x 110 cm Describir lo que representa: La primera de estas representaciones de estos golfillos urbanos es este Joven mendigo del Louvre. Aparece un mendigo vestido con harapos, que se concentra en su ropa apretada entre las manos. Se cree que está despiojándose. Tiene los pies sucios. Puede ser un mendigo o más bien un pícaro de los que aparecen en las novelas el Lazarillo de Tormes o las Ejemplares de Cervantes. Por todo acompañamiento, Murillo pinta un cántaro de barro y un cesto con manzanas. En el suelo, restos de camarones u otros crustáceos. Forman un bodegón por sí mismos. Gracias a ellos, demuestra su gran capacidad para pintar diferenciadamente materiales y texturas. La escena está iluminada con un fuerte claroscuro propio de la época barroca, de influencia caravaggista. La luz proviene de la ventana que queda a la izquierda e incide plenamente en el cuerpo sentado del chico, dejando en penumbra el resto de la estancia. La composición está dominada por ejes diagonales, lo cual es típicamente barroco. En cuanto al cromatismo, dominan los colores amarillentos y castaños, desde los más claros hasta los oscuros, casi negros. COMENTARIO Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII. En esta época, la historia europea se complica. El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada. Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte: expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época. El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes. Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura. Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens, Velázquez es el máximo representante de esta última escuela. Datos del autor/Otros datos de interés: Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682) nació en Sevilla, donde vivió la mayor parte de su vida. De una generación posterior a Velázquez, no quiso vivir en la Corte,- aunque la visitó,ni ir a Italia, pero se familiarizó en el arte europeo a través de las obras que se encontraban en Sevilla. En 1660 fundó la Academia del Arte de la Pintura en la que enseñaba dibujo. Su vida familiar fue triste, ya que quedó pronto huérfano y, una vez casado, vio morir a varios de sus hijos y también enviudó pronto. Por otro lado, gozó de fama en vida y aún podemos decir que es uno de los pintores que más popularidad han alcanzado dentro y fuera de España, sin duda alguna debido a que su pintura delicada y suave coincide con el gusto imperante en toda Europa en el siglo XVIII. Murillo, no pintará santos ascetas y viriles, su pintura se acerca más a lo familiar, al intimismo. Sus primeras pinturas estuvieron influidos por Zurbarán y sus cuadros son realistas, con una luz muy marcada por el tenebrismo. A partir de la mitad de siglo el uso de la luz se hace más generalizado y su colorido se enriquece. Destaca de esta época los Milagros de San Diego Alcalá y la Sagrada Familia del Pajarito. Con el tiempo, el tenebrismo desaparece de sus pinturas, la pincelada se hace más suelta y los colores más brillantes. Destaca de esta época La visión de San Antonio. Su estudio del color seguirá avanzando, haciéndose transparente y difuminado. Destacan de estos momentos obras tales como San Francisco abrazado al crucificado o La adoración de los pastores y Santo Tomás de Villanueva repartiendo limosna. Pero será conocido, sobre todo, por la delicadeza de cuadros religiosos como su Inmaculada o su serie de cuadros que reflejan a niños pobres, como sus Niños comiendo pastel o este Joven mendigo que estamos analizando. Se ha apuntado la posibilidad de que esta obra fuera un encargo de mercaderes extranjeros en Sevilla, dado el gusto flamenco por las obras de género que reflejan la vida cotidiana. Igualmente, se ha indicado la posibilidad de que se pintara por influencia de los franciscanos, para quien Murillo solía trabajar, y sus teorías sobre la caridad. LÁMINA 89. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. LA LECHERA DE BURDEOS. Museo del Prado. Madrid.