guía para comentar las láminas del tema 12. arte barroco

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GUÍA PARA COMENTAR LAS LÁMINAS DEL TEMA 12. ARTE BARROCO
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A EXAMEN VAN LAS LÁMINAS COMENTADAS EN ESTE DOCUMENTO.
HAY QUE ENVIAR COMENTADAS (Se trata de redactarlas y sintetizarlas):
*LÁMINA 6 Y 7
*LÁMINA 54
*LÁMINA 73
ARTE BARROCO EN ITALIA, FRANCIA, FLANDES Y HOLANDA
ARQUITECTURA
ITALIA
LÁMINA 1 Y 2. BERNINI. COLUMNATA DE SAN PEDRO DEL VATICANO.Roma
• LÁMINA 2. BERNINI. BALDAQUINO DE SAN PEDRO DEL VATICANO. Roma.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Baldaquino de San Pedro del Vaticano.
Lugar: Basílica de San Pedro del Vaticano.
Datación: Realizada entre 1624 y 1633.
Autor: Gian Lorenzo Bernini.
Estilo: Arquitectura barroca italiana.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de edificio y función: A medio camino entre la arquitectura y la escultura, se trata de un enorme dosel que
resalta el altar a la manera de los ciborrios de las iglesias paleocristianas para situarlo justo en el crucero de la
basílica de San Pedro del Vaticano, bajo la cúpula diseñada por Miguel Ángel y sobre la tumba del apóstol San
Pedro.
Su finalidad no es sólo resaltar el altar situado en el crucero y el lugar donde se encuentra enterrado San Pedro,
sino que hay que ver en este monumento una exaltación del poder papal así como un manifiesto del nuevo arte
barroco. En efecto, en una Europa donde el cristianismo se había dividido y el protestantismo denunciaba la
autoridad papal como un poder meramente terrenal, la Iglesia Católica ve en el nuevo estilo artístico una
posibilidad de hacer propaganda de todos los dogmas rechazados por los protestantes y reivindicar el poder
del Papa como un poder legítimo otorgado directamente por Cristo a través de San Pedro, considerado el
primer pontífice y sobre cuya tumba se levanta el monumento. Así, los ángeles que portan los atributos del
poder papal, la representación del Espíritu Santo sobre el techo del monumento y la cruz que reina sobre el
globo terráqueo corroboran esta idea del origen divino del poder papal. Por otro lado, además del deseo de
exaltación del poder pontificio y de resaltar lo sagrado del espacio donde se sitúa, hay que ver en este
monumento un deseo más mundano de perpetuar la gloria personal y familiar del pontífice, como queda
patente en la presencia del escudo de la familia Borghese en el monumento.
Materiales usados: Realizado en bronce negro, dorado y mármol
Elementos arquitectónicos que se observan: La obra, de 29 metros de altura, se levanta sobre cuatro enormes
columnas salomónicas, esto es, de fustes helicoidales decorados con anillas y hojas que parecen trepar por los
mismos, y se rematan en capiteles de orden compuestos. Sobre éstos descansan unos entablamentos partidos
que sostienen un techo del que penden, también en bronce, pendones con el emblema de la familia Borghese, a
la que pertenece el papa Urbano VIII, mecenas de la Obra. De las cuatro esquinas partes
cuatro volutas ascendentes que se unen para rematar el conjunto una bola del mundo dorada sobre la que se
asienta una cruz. A los elementos puramente arquitectónicos se suman esculturas de ángeles en las cuatro
esquinas así como ángeles niños sobre los doseles que portan los atributos del poder papal, la tiara y las llaves.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su
búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al
servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica.
Características generales de la arquitectura barroca italiana: En Italia se encuentra el origen de la arquitectura
barroca. Este nuevo estilo busca el movimiento, y los contrastes. Así, la curva es la protagonista, combinándose
sus elementos en nuevos espacios cambiantes, utilizando plantas elípticas, circulares, alabeadas... Los muros se
curvan, las columnas se retuercen (columnas salomónicas), los frontones se parten, se usan gran variedad de
cúpulas y de elementos decorativos. Esta variedad de formas y elementos pretenden impresionar al espectador
y sumergirlo en un espacio teatral,- plazas, palacios, iglesias…,-creado como elemento propagandístico de la
nueva clase poderosa.
Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: Bernini (1598-1680) es uno de los máximos
exponentes del Barroco italiano. A pesar de ello respetó las proporciones de los órdenes y las reglas de la
composición, siguiendo así las preferencias de su principal cliente, el Vaticano. Disponía, por tanto, de medios
suficientes para el uso de materiales caros, como el mármol o el bronce. En cuanto a la luz, Bernini pule sus
fachadas e interiores para que la luz y la sombra resbalen y lo bañen por igual. Esta luz entra al servicio del
gran escenario teatral que Bernini crea en sus obras, donde la escultura y arquitectura se mezclan para crear
estos nuevos espacios.
La obra que estamos analizando es la primera que hizo para el Vaticano.
Otras obras suyas a destacar son la gran columnata que caracteriza la plaza de San Pedro, la Cátedra de San
Pedro y la iglesia de San Andrés del Quirinal, obras esta última de la que se sentía especialmente orgulloso.
LÁMINA 3. BERNINI. CÁTEDRA DE SAN PEDRO DEL VATICANO. Roma.
LÁMINA 4. BERNINI. SANT’ANDREA AL QUIRINALE. Roma.
LÁMINA 5. BERNINI. SANT’IVO ALFA SAPIENZA: FACHADA. Roma.
• LÁMINAS 6 Y 7. BORROMINI. SAN CARLOS DE LAS CUATRO FUENTES: EXTERIOR Y CÚPULA. Roma.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes (San Carlo alie Quatro Fontane).
Lugar: Roma.
Datación: 1634-1667 (la fachada de la iglesia la termina en 1667).
Autor: Francesco Borromini.
Estilo: Arquitectura barroca italiana.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de edificio y función: Iglesia católica; función religiosa.
Materiales usados: Principalmente, ladrillo y estuco.
Elementos arquitectónicos que se observan: Tras la realización del convento y claustro que le encarga la Orden
de los Trinitarios españoles en Quattro Fontane, bastantes años después Borromini recibe el encargo de
terminar la iglesia y la fachada. Borromini la resuelve con una planta elíptica, donde el autor demuestra su gran
capacidad de utilizar la geometría para crear nuevos espacios. Dos triángulos equiláteros unidos por la base
parecen ser la génesis de la obra, aunque también lo podría ser la anamorfosis del círculo. Ambas soluciones
muestran una racionalización del lenguaje barroco. Alrededor de esta planta elíptica, dispone diagonalmente
las capillas y varios nichos. Esta planta le permitía respetar la fuente del chaflán, una de las cuatro que
presenta el cruce de las dos calles y que le da el pseudonombre a la iglesia.
Efectivamente, Borromini parte de un espacio angosto, un cruce de calles.
Había cuatro fuentes en el solar y una de ellas debía
respetarla, dejando un chaflán en una esquina para albergarla. El tipo de planta elíptica que diseñó es
totalmente nuevo, y no tiene precedentes. Se crea en función del solar: un patio rectangular con
los ángulos en chaflán. A partir de este espacio, crea una planta
muy dinámica, quiere un edificio que se mueva y que rompa con la tradición clásica.
Este trabajo le servirá para adaptarse a una característica de su carrera arquitectónica: construir en espacios
pequeños y complicados para elaborar auténticas obras monumentales, gracias a su imaginación desbordante.
Así, estamos ante una iglesia pequeña pero monumental.
En su interior presenta un orden único de grandes columnas agrupadas de cuatro en cuatro con nichos y
molduras continuas en los muros, que parecen reducir más el espacio y obligar al muro a flexionarse, y a
parecer deformada la cúpula oval que corona este espacio interno. La cúpula se adapta a la planta. De forma
elíptica, muestra una gran decoración que quiere simular un artesonado clásico con motivos octogonales,
hexagonales y en forma de cruz, que van disminuyendo a medida que confluyen en la linterna. Introduce, pues,
la planta flexible y utiliza formas cóncavas y convexas que se articulan en un muro ondulante, lo que da como
resultado un espacio interior dinámico. De esta manera, este conjunto de pequeñas dimensiones parece mayor
a los ojos del espectador.
Tal vez lo mejor y más rompedor de todo sea la fachada: se trata de la forma más fragmentaria, discontinua y
antimonumental
de
la
arquitectura
barroca. De la fachada, él hizo el cuerpo inferior y el superior lo hizo su sobrino, pero
siguiendo sus proyectos. Se presenta como una unidad independiente del interior del edificio con el que no
guarda ninguna relación y va en contra de todas las fachadas que se conocían hasta entonces: es ondulada
y alabeada, con dos curvas cóncavasy una convexa en el centro para romper así los planos, al igual que en
el interior. Con este efecto consigue que la luz provoque en la fachada matices distintos. Está compuesta
por dos pisos de tres calles cada uno. El central del primer piso, con la puerta de acceso al templo, es convexo, y
los dos laterales cóncavos. En cambio, en el segundo piso, las tres calles son cóncavas. La cornisa marca el
movimiento principal del conjunto cóncavo-convexo-cóncavo en la planta baja, y en el nivel superior se dibuja
un movimiento cóncavo-cóncavo-cóncavo sólo roto por el gran medallón que preside toda la composición y un
pequeño templete elíptico con balconaje. La puerta es convexa y encima pone una media cúpula.
En los laterales pone nichos cóncavos para acentuar el rompimiento de líneas.
Borromini cuida que su fachada se adapte a la calle, mirando de no ultrapasar los límites lineales de ésta y
respetando su unidad utilizando los mismos materiales constructivos que los edificios colindantes. Lejos está,
pues, de ubicar el edificio en un marco majestuoso que resalte su nobleza y singularidad, como hacía Bernini.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica. Durante esta época, el imperio español decae, aunque no así su
arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su
búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al
servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica.
Características generales de la arquitectura barroca italiana: En Italia se encuentra el origen de la arquitectura
barroca. Este nuevo estilo busca el movimiento, y los contrastes. Así, la curva es la protagonista, combinándose
sus elementos en nuevos espacios cambiantes, utilizando plantas elípticas o circulares. Los muros se curvan, las
columnas se retuercen (columnas salomónicas), los frontones se parten, se usan gran variedad de cúpulas y de
elementos decorativos… Esta variedad de formas y elementos pretenden impresionar al espectador y
sumergirlo en un espacio teatral,- plazas, palacios, iglesias…,-creado como elemento propagandístico de la
nueva clase poderosa.
Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: San Carlos de las Cuatro Fuentes es conocida
como San Carlino por sus reducidas dimensiones, y se trata de la obra más representativa de Borromini. San
Carlos es su primera obra autónoma y también la última en la que trabajará. Tenía 35 años en 1634, cuando los
frailes Descalzos españoles de Roma le encargaron la construcción del convento y de la iglesia, y tuvo que
superar la dificultad que comportaba lo reducido del espacio y su irregularidad. Sus dimensiones son muy
reducidas, ya que el edificio es pequeño (su fachada entera podría caber en uno de los pilares de la Basílica de
San Pedro) pero tiene un porte monumental y tremendamente barroco
Francesco Castello (1599-1667) nació en la Lombardía (Bissone,Suiza) ,pero se estableció pronto en Roma y
adoptó el sobrenombre de Borromini.
En Roma fue elegido
por Carlo Maderno
(pariente
lejano
suyo) para ser su discípulo y con él trabajó hasta 1629 cuando murió el maestro. A pesar de esto y la
admiración que siempre le tuvo, el estilo de Borromini no tiene nada que ver con el de Maderno, ya que es
mucho más imaginativo y menos clásico.
Era un hombre de fuerte carácter, pero también tenía fama de honesto.
Tras la muerte de Maderno, empezó a trabajar con Bernini hasta 1634, cuando se independiza y
empieza a trabajar sólo, sobre todo para órdenes humildes y pobres, desprovistas de los recursos financieros
que poseía el Papado: los descalzos Trinitarios, los Filipenses y los Franciscanos. En 1667 murió suicidándose
con
su
espada,
desesperado
por
la
fiebre
y
el
insomnio
de
una
cruel
enfermedad, después de destruir casi todos sus dibujos, papeles y proyectos.
Si Bernini respeta las formas clásicas, Borromini rompió estas normas e inventó nuevos elementos. Como
trabajó para órdenes humildes, fue un arquitecto barato, que empleó materiales baratos. En Borromini los
espacios son artificiales y reducidos, al complicarlos mediante combinaciones de alabeos secundarios. En
cuanto a la iluminación, Borromini afila los perfiles, añade resaltes y aplica aristas para que la luz se quiebre en
un cortante efecto claroscurista.
Se puede decir que Borromini es el primer arquitecto moderno, con planteamientos muy revolucionarios, y
que rompe con el clasicismo renacentista.
Otras obras geniales del arquitecto son: la iglesia de Santa Inés en Plaza Navona en Roma,
el Oratorio de los Filipenses, y,-su obra más culminante,- la Iglesia de San Ivo alla Sapienza.
LÁMINA 8. SANT’IVO ALLA SAPIENZA: FACHADA. Roma.
LÁMINA 9 Y 10. JULES RARDOUIN-MANSART, LE BRUN Y LE NOTRE. PALACIO DE VERSALLES: EXTERIOR Y
GALERÍA DE LOS ESPEJOS. París.
ESCULTURA
• LÁMINA 11. BERNINI. DAVID. Galería Borghese. Roma.
UBICACIÓN
Decir lo que es: David
Lugar: Galería Borguese. Roma.
Datación: 1623-1624
Autor: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)
Estilo: Escultura barroca italiana.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de escultura y función: Escultura exenta hecha a tamaño real,- mide 170 cenímetros,- realizada por
encargo del cardenal Scipione Borguese para decorar una villa de su posesión que tenía a las afueras de Roma.
COMPROBAR
Materiales usados: Mármol
Explicar lo que representa: Esta figura representa a David, futuro rey de Israel, en el momento en que lanza con
toda su fuerza la piedra, por medio de la honda, que derrumbará a Goliat.
Este tema ya había sido tratado con frecuencia en el Renacimiento pero con otra mentalidad. Así, Miguel
Ángel había representado a David cargándose de tensión a la vista del gigante;Donatello muestra a David
orgulloso tras haber degollado a Goliat. Pero en el Renacimiento la escena ocurre siempre antes o después; la
violencia no aparece nunca en la escena. En el Barroco, el movimiento violento se realiza en la propia escena.
Una vez elegido el momento, se modifican ciertos aspectos de la figura. Los pies están apoyados en el
suelo sobre la coraza que le había prestado el rey Saúl, pero que no pudo ponerse porque le pesaba demasiado,
lo que da más fuerza a la acción. El cuerpo está girado formando una línea helicoidal que supera la línea
serpentinata manierista. La obra está formando una doble asimetría: por un lado se ve muy clara la línea
diagonal del cuerpo, pero también presenta en esquema en aspa, entre la cara que mira hacia un lado y los
brazos hacia otro. Esto origina que la ocupación del espacio de esta figura es totalmente tridimensional; no
puede ser abordada únicamente de frente como ocurría en el Renacimiento. Hay que rodear la figura para
poder contemplar todas las distintas visuales que la obra presenta. Hay además un espacio exterior, al que va a
llegar la piedra, con el que la obra interactúa. En el aspecto emocional, Bernini explora un estado mental
extremo, la cólera. Esto lleva a que el ceño está fruncido, que se muerda el labio inferior o que la cara esté
retorcida con ferocidad.
Tal vez representa la fuerza de la batalla que la Iglesia católica tiene contra la Reforma protestante, tras la
aplicación de las normas del concilio de Trento.
Características del estilo que se observan en ella: Bernini ha elegido a una persona madura para representar a
David, algo que va contra el texto bíblico del Antiguo Testamento, que dice que era joven. La obra presenta una
serie de notas barrocas, como la emoción, el dinamismo y el movimiento en acto de David.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica. Durante esta época, el imperio español decae, aunque no así su
arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su
búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al
servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica.
Características generales de la escultura barroca: El sentido persuasivo y retórico del arte barroco busca atraer
la atención del espectador de manera directa. Así, la imagen se convierte en un poderoso aliado de este nuevo
arte y,- tras haber sido relegada por la sobriedad de la arquitectura clasicista, tiene una recuperación
asombrosa y llena toda la época y todos los espacios posibles.
Por otro lado, la escultura pierde en gran medida su independencia, porque el concepto de obra de conjunto la
aúna con la arquitectura y la pintura en la búsqueda de efectos para el marco que ocupa, ya sea una plaza, una
iglesia o un jardín.
Frente al equilibrio y el reposo del Renacimiento, la escultura del barroco, abierta y expansiva, se caracteriza
por la búsqueda del movimiento. Es una escultura teatral, que elige los momentos más expresivos, dramáticos,
tensos y enérgicos, que se expresan en actitudes grandilocuentes.
Estos efectos se logran a través del empleo de distintos materiales, los voluminosos ropajes o los movimientos
gesticulantes de las figuras.
En cuanto a la iconografía, destaca la nueva imaginería religiosa, ya que el catolicismo vuelve a valorar el poder
que las imágenes tienen sobre el fiel. Así, se busca que la imagen religiosa lleve a una contemplación emotiva y
devocional. Se incluyen imágenes de nuevos santos. Se presta especial atención a los momentos gloriosos o
dramáticos: martirios y éxtasis, como expresión de exaltación y triunfo de la fe y de la Iglesia.
También se da una escultura no religiosa más intelectual, que busca la medida de la proporción, racional y
geométrico. Son estatuas que ensalzan a reyes y poderosos, muchas de ellas ecuestres, y también componiendo
aparatosos monumentos funerarios.
Por otro lado, también destaca la escultura de género mitológico presente en jardines, palacios, fachadas,
fuentes…
En los países protestantes, la falta de imágenes en los altares, reduce la escultura a los temas funerarios, a los
retratos y a las cuestiones relacionadas con las corporaciones de los ayuntamientos, representativos de sus
ciudades.
La obra que analizamos aquí es un encargo de la Iglesia, y el tema escogido, bíblico.
Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: Gian Lorenzo Bernini (1598 – 1680).Al igual que
Miguel Ángel, Bernini dominó todas las disciplinas artísticas, pero por encima de todo fue escultor.
Se inicia en el taller de su padre. Aprende copiando las antigüedades greco-latinas del Vaticano y estudiando a
los maestros renacentistas,de Rafael a Miguel Ángel.
Su vida y su obra se desarrollan en Roma al servicio de los papas, pudiéndose dividir su obra en tres etapas.
Podemos dividir su obra en varias etapas:
En su primera etapa el artista ya se ha independizado de su padre y empieza a trabajar para una clientela muy
selecta. Obras fundamentales de esta etapa juvenil son los encargos de temas mitológicos y bíblicos que realizó
para el cardenal Scipione Borguese: Eneas y Anquises, Plutón y Proserpina, Apolo y Dafne y la obra que estamos
analizando, su David, cuyo rostro es su propio atorretrato.
En esta etapa, su estilo está influido por la línea serpentinata del manierismo. Destaca también su maestría al
modelar la piel y al representar la psicología de los personajes.
Maffeo Barberini es elegido Papa (Urbano VIII) y Bernini, con sólo 25 años, asume un papel oficial en el
programa político del nuevo Papa.
La amplia cultura humanística y el interés por las artes de Urbano VIII, crearon entre ellos una duradera
amistad y permitió la creación de excelentes obras de arte.
Entre 1624 y 1633 realiza el Baldaquino de San Pedro. Bajo la cúpula, Bernini decidió ahuecar los cuatro
macizos pilares, que miraban hacia el Baldaquino, vaciando en la parte inferior de ellos cuatro amplios nichos.
Entre 1628 y 1640 cuatro imágenes de bulto redondo, de tamaño mayor que el natural, fueron talladas para los
nichos. De entre ellas, destaca San Longinos, la única que Bernini esculpió. Esta obra supuso para Bernini una
constatación: el entorno podía modificar los valores de la forma, y cualquier entorno, desde los pliegues de
unas ropas hasta los marcos arquitectónicos, servían para definir la obra y darle más expresividad.
Su segunda etapa (1640-1654) es la más creativa. Coincide con el papado de Inocencio X, y Bernini conseguirá
algunos de sus logros más significativos, como son sus obras Éxtasis de Santa Teresa o la tumba parietal de
Urbano VIII(1628-47).
La variedad de obras de esta época se puede ver en su Fuente de los Cuatro Ríos, que realizó para la plaza
Navona, los numerosos retratos que realizó,- entre los que destaca el del duque Francisco I d’Este (1650-51) o
su estatua ecuestre de "Constantino el Grande" (1654).
En su tercera etapa (1665-1678),- bajo el papado de Alejandro VII,- entra en una nueva etapa, en la que busca
un mayor expresivismo y espiritualidad. Las figuras se alargan y los ropajes se retuercen y agitan. De esta etapa
destaca la extraordinaria Cátedra que realizó para el ábside de San Pedro, o la decoración realizada para el
Puente de Sant’Angelo.
La "Tumba de Alejandro VII" (1671-78) es la obra postrera de Bernini.
•
LÁMINA 12. BERNINI. SAN LONGINOS. Basílica de San Pedro del Vaticano. Roma.
UBICACIÓN
Decir lo que es: San Longino.
Lugar: Gian Lorenzo Bernini esculpió este Longinos colosal, de más de tres metros, para ser ubicado en una de
las hornacinas que decoran los grandes pilares que sustentan la cúpula de la basílica de San Pedro de Roma
Datación: 1631-1641.
Autor: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)
Estilo: Escultura barroca italiana.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de escultura y función: Escultura exenta de más de tres metros de altura.
Materiales usados: Diferentes piezas de mármol.
Explicar lo que representa: Como siempre en las obras de Bernini elige el momento más importante de la vida
del personaje para representarlo. En este caso se trata del instante en que Longinos se convierte
al Cristianismo. Según los textos bíblicos, Longinos fue uno de los centuriones romanos que llevó a Jesús a ser
crucificado, y él concretamente le hirió en un costado con su lanza. Longinos mira a Jesús y
dice:”verdaderamente era el Hijo de Dios”, convirtiéndose así a la fe cristiana. Por eso, en este momento, el santo
mira al cielo, hacia Dios.
En esta obra, de la que se conservan más de treinta bocetos preparatorios, Bernini rompe con la idea de que la
escultura había de estar hecha de un solo bloque de piedra. Al igual que muchos de sus grupos y figuras, su San
Longino, se compone de múltiples piezas: la cabeza, el tronco, los brazos, el manto de delante y el manto de
detrás.
A través del mármol nos transmite diversas texturas: el tacto de las ropas, con su grosor, diverge con la suave
piel. La caída del ropaje, trabajada con magníficos pliegues que vuelan agitadamente, parece apoyar y participar
en la actitud mental de la figura. El cuerpo exaltado de San Longino está casi oculto bajo la pesadez del manto:
es la conquista del cuerpo por el ropaje. Así, el ropaje adquiere nueva importancia, ya que refuerza
el impacto emocional de la obra.
En la composición sobresale al mismo tiempo la sencillez y el dramático movimiento acentuado por el cruce de
diagonales de la lanza y los brazos, que forman a su vez un triangulo.
La figura contiene un profundo naturalismo, expresa un pathos extraordinario, un sentimiento muy
influenciado por el manierismo y el helenismo.
Durante casi cincuenta años, Bernini trabajó simultáneamente en múltiples empresas, muchas de ellas se
realizaron durante largos períodos de tiempo en los que incorporaba cambios y alteraciones mientras el
desarrollo de la obra lo permitía. Así, necesitó diez años para finalizar esta monumental escultura, pues no la
dio por terminada hasta 1641.
Gian Lorenzo Bernini esculpió este Longinos colosal, de más de tres metros, para ser ubicado en una de las
hornacinas que decoran los grandes pilares que sustentan la cúpula de la basílica de San Pedro de Roma,
realizada por Miguel Ángel.
Características del estilo que se observan en ella: Incorpora en su obra otros rasgos esenciales de la plástica
barroca, como es la teatralidad por medio del dinamismo. Sus figuras no sólo se mueven libremente en
profundidad sino que parecen pertenecer al mismo espacio en el que el espectador se encuentra. Sus
esculturas, distintas a la estatuaria renacentista, necesitan la continuidad del espacio que las rodea porque sin
éste perderían su razón de ser, se descontextualizarían. Así, San Longinos, que mira hacia la luz celestial que cae
desde la cúpula, ha de ser contemplado dentro del espacio para el que fue concebido y en relación al
espectador.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica. Durante esta época, el imperio español decae, aunque no así su
arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su
búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al
servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica.
Características generales de la escultura barroca: El sentido persuasivo y retórico del arte barroco busca atraer
la atención del espectador de manera directa. Así, la imagen se convierte en un poderoso aliado de este nuevo
arte y,- tras haber sido relegada por la sobriedad de la arquitectura clasicista, tiene una recuperación
asombrosa y llena toda la época y todos los espacios posibles.
Por otro lado, la escultura pierde en gran medida su independencia, porque el concepto de obra de conjunto la
aúna con la arquitectura y la pintura en la búsqueda de efectos para el marco que ocupa, ya sea una plaza, una
iglesia o un jardín.
Frente al equilibrio y el reposo del Renacimiento, la escultura del barroco, abierta y expansiva, se caracteriza
por la búsqueda del movimiento. Es una escultura teatral, que elige los momentos más expresivos, dramáticos,
tensos y enérgicos, que se expresan en actitudes grandilocuentes.
Estos efectos se logran a través del empleo de distintos materiales, los voluminosos ropajes o los movimientos
gesticulantes de las figuras.
En cuanto a la iconografía, destaca la nueva imaginería religiosa, ya que el catolicismo vuelve a valorar el poder
que las imágenes tienen sobre el fiel. Así, se busca que la imagen religiosa lleve a una contemplación emotiva y
devocional. Se incluyen imágenes de nuevos santos. Se presta especial atención a los momentos gloriosos o
dramáticos: martirios y éxtasis, como expresión de exaltación y triunfo de la fe y de la Iglesia.
También se da una escultura no religiosa más intelectual, que busca la medida de la proporción, racional y
geométrico. Son estatuas que ensalzan a reyes y poderosos, muchas de ellas ecuestres, y también componiendo
aparatosos monumentos funerarios.
Por otro lado, también destaca la escultura de género mitológico presente en jardines, palacios, fachadas,
fuentes…
En los países protestantes, la falta de imágenes en los altares, reduce la escultura a los temas funerarios, a los
retratos y a las cuestiones relacionadas con las corporaciones de los ayuntamientos, representativos de sus
ciudades.
La obra que analizamos aquí es un encargo de la Iglesia, y el tema escogido, bíblico.
Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: Gian Lorenzo Bernini (1598 – 1680).Al igual que
Miguel Ángel, Bernini dominó todas las disciplinas artísticas, pero por encima de todo fue escultor.
Se inicia en el taller de su padre. Aprende copiando las antigüedades greco-latinas del Vaticano y estudiando a
los maestros renacentistas,de Rafael a Miguel Ángel.
Su vida y su obra se desarrollan en Roma al servicio de los papas, pudiéndose dividir su obra en tres etapas.
Podemos dividir su obra en varias etapas:
En su primera etapa el artista ya se ha independizado de su padre y empieza a trabajar para una clientela muy
selecta. Obras fundamentales de esta etapa juvenil son los encargos de temas mitológicos y bíblicos que realizó
para el cardenal Scipione Borguese: Eneas y Anquises, Plutón y Proserpina, David y Apolo y Dafne.
En esta etapa, su estilo está influido por la línea serpentinata del manierismo. Destaca también su maestría al
modelar la piel y al representar la psicología de los personajes.
Maffeo Barberini es elegido Papa (Urbano VIII) y Bernini, con sólo 25 años, asume un papel oficial en el
programa político del nuevo Papa.
La amplia cultura humanística y el interés por las artes de Urbano VIII, crearon entre ellos una duradera
amistad y permitió la creación de excelentes obras de arte.
Entre 1624 y 1633 realiza el Baldaquino de San Pedro. Bajo la cúpula, Bernini decidió ahuecar los cuatro
macizos pilares, que miraban hacia el Baldaquino, vaciando en la parte inferior de ellos cuatro amplios nichos.
Entre 1628 y 1640 cuatro imágenes de bulto redondo, de tamaño mayor que el natural, fueron talladas para los
nichos. De entre ellas, destaca esta obra que estamos analizando, su San Longinos, la única que Bernini
esculpió. Esta obra supuso para Bernini una constatación: el entorno podía modificar los valores de la forma, y
cualquier entorno, desde los pliegues de unas ropas hasta los marcos arquitectónicos, servían para definir la
obra y darle más expresividad.
Su segunda etapa (1640-1654) es la más creativa. Coincide con el papado de Inocencio X, y Bernini conseguirá
algunos de sus logros más significativos, como son sus obras Éxtasis de Santa Teresa o la tumba parietal de
Urbano VIII(1628-47).
La variedad de obras de esta época se puede ver en su Fuente de los Cuatro Ríos, que realizó para la plaza
Navona, los numerosos retratos que realizó,- entre los que destaca el del duque Francisco I d’Este (1650-51) o
su estatua ecuestre de "Constantino el Grande" (1654).
En su tercera etapa (1665-1678),- bajo el papado de Alejandro VII,- entra en una nueva etapa, en la que busca
un mayor expresivismo y espiritualidad. Las figuras se alargan y los ropajes se retuercen y agitan. De esta etapa
destaca la extraordinaria Cátedra que realizó para el ábside de San Pedro, o la decoración realizada para el
Puente de Sant’Angelo.
La "Tumba de Alejandro VII" (1671-78) es la obra postrera de Bernini.
• LÁMINA 13. BERNINI. APOLO Y DAFNE. Galería Borghese. Roma.
UBICACIÓN
Decir lo que es: "Apolo y Dafne".
Lugar: Galería Borguese. Roma.
Datación: entre 1622 y 1625
Autor: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)
Estilo: Escultura barroca italiana.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de escultura y función: Conjunto escultórico compuesto de dos figuras exentas y que fue realizado para
decorar la villa que el cardenal Scipione Borguese tenía a las afueras de Roma.
Materiales usados: Diferentes piezas de mármol.
Explicar lo que representa:
El grupo escultórico formado por dos figuras, una masculina y otra femenina, plasma el mito recogido en
la"Metamorfosis" de Ovidio, según el cual, el dios del amor Cupido, para vengarse de la ofensa que le había
infringido Apolo burlándose de él, decidió vengarse lanzando dos dardos, uno que provocara el amor a primera
vista y otro que provocara el rechazo, asaeteando con el primero a Apolo y con el segundo a la ninfa Dafne, hija
del dios del río Peneo. Acosada por el amor de Apolo, Dafne huye despavorida y viéndose a punto de caer en
brazos del dios pide protección a su padre quién la convierte en árbol de laurel. Apolo decidió, en honor a la
joven, tomar la hoja de este árbol como su árbol sagrado.
Bernini opta por representar el momento de máxima tensión y movimiento al elegir el momento justo en el que
se comienza a producir la transformación. El joven Apolo, de facciones y proporciones clásicas, ve interrumpida
su carrera por el movimiento ascendente de la joven quien, elevando los brazos al cielo, observa con horror
como la transformación se va apoderando de su cuerpo: de los dedos y cabello brotan las ramas y hojas, de sus
pies nacen las raíces mientras el cuerpo se va cubriendo de la corteza del tronco.
Características del estilo que se observan en ella: El autor contrapone por un lado el impulso hacia delante
de Apolo, acentuado por la posición apoyada en la pierna derecha mientras el brazo derecho y la pierna
izquierda la extiende hacia detrás al igual que la túnica impulsada por el viento del dios; frente al movimiento
ascendente en "serpentinata" de la joven Dafne. Este recurso es característico no sólo de la obra de Bernini sino
de la escultura barroca en general. Así mismo, el tema permite al escultor acentuar la transformación a través
de la contraposición de la textura pulida de la carne de la joven frente a la superficie áspera de la corteza del
tronco que comienza a cubrirla. Por último el gesto de terror de la joven se contrapone por el del dios, ajeno a la
transformación que ha comenzado delante de sus ojos.
Es magistral en esta obra la captación del momento fugaz, la instantánea captada por el autor que permite al
espectador, a medida que gira alrededor de la escultura, asistir a la metamorfosis de la joven en
árbol. Bernini recurre a la luz con un sentido dramático que acentúa la tensión de la escena a través de los
contrastes de luces y sombras, violentos en los pliegues del manto de Apolo o en la hojarasca del pelo de la
joven y suave en la superficie de la piel de los cuerpos de los jóvenes.
Su temática mitológica demuestra que el gusto por los temas mitológicos que había renacido en Italia a partir
del Quattocento continuaba vigente a lo largo del siglo XVII.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica. Durante esta época, el imperio español decae, aunque no así su
arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su
búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al
servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica.
Características generales de la escultura barroca: El sentido persuasivo y retórico del arte barroco busca atraer
la atención del espectador de manera directa. Así, la imagen se convierte en un poderoso aliado de este nuevo
arte y,- tras haber sido relegada por la sobriedad de la arquitectura clasicista, tiene una recuperación
asombrosa y llena toda la época y todos los espacios posibles.
Por otro lado, la escultura pierde en gran medida su independencia, porque el concepto de obra de conjunto la
aúna con la arquitectura y la pintura en la búsqueda de efectos para el marco que ocupa, ya sea una plaza, una
iglesia o un jardín.
Frente al equilibrio y el reposo del Renacimiento, la escultura del barroco, abierta y expansiva, se caracteriza
por la búsqueda del movimiento. También busca la belleza a través de su capacidad dramática, buscando
siempre provocar sentimientos exaltados en el espectador. Es una escultura teatral, que elige los momentos
más expresivos, dramáticos, tensos y enérgicos, que se expresan en actitudes grandilocuentes.
Estos efectos se logran a través del empleo de distintos materiales, los voluminosos ropajes o los movimientos
gesticulantes de las figuras.
En cuanto a la iconografía, destaca la nueva imaginería religiosa, ya que el catolicismo vuelve a valorar el poder
que las imágenes tienen sobre el fiel. Así, se busca que la imagen religiosa lleve a una contemplación emotiva y
devocional. Se incluyen imágenes de nuevos santos. Se presta especial atención a los momentos gloriosos o
dramáticos: martirios y éxtasis, como expresión de exaltación y triunfo de la fe y de la Iglesia.
También se da una escultura no religiosa más intelectual, que busca la medida de la proporción, racional y
geométrico. Son estatuas que ensalzan a reyes y poderosos, muchas de ellas ecuestres, y también componiendo
aparatosos monumentos funerarios.
Por otro lado, también destaca la escultura de género mitológico presente en jardines, palacios, fachadas,
fuentes…
En los países protestantes, la falta de imágenes en los altares, reduce la escultura a los temas funerarios, a los
retratos y a las cuestiones relacionadas con las corporaciones de los ayuntamientos, representativos de sus
ciudades.
La obra que analizamos aquí es un encargo de la Iglesia, y el tema escogido, bíblico.
Información del autor/ Otras obras/ Otros datos de interés: Gian Lorenzo Bernini (1598 – 1680).Al igual que
Miguel Ángel, Bernini dominó todas las disciplinas artísticas, pero por encima de todo fue escultor.
Se inicia en el taller de su padre. Aprende copiando las antigüedades greco-latinas del Vaticano y estudiando a
los maestros renacentistas,de Rafael a Miguel Ángel.
Su vida y su obra se desarrollan en Roma al servicio de los papas, pudiéndose dividir su obra en tres etapas.
Podemos dividir su obra en varias etapas:
En su primera etapa (1615- 1640) el artista ya se ha independizado de su padre y empieza a trabajar para una
clientela muy selecta. Obras fundamentales de esta etapa juvenil (19 años) son los encargos de temas
mitológicos y bíblicos que realizó para el cardenal Scipione Borguese: Eneas y Anquises, Plutón y Proserpina,
David y la obra que estamos analizando, su Apolo y Dafne.
En esta etapa, su estilo está influido por la línea serpentinata del manierismo. Destaca también su maestría al
modelar la piel y al representar la psicología de los personajes.
Maffeo Barberini es elegido Papa (Urbano VIII) y Bernini, con sólo 25 años, asume un papel oficial en el
programa político del nuevo Papa.
La amplia cultura humanística y el interés por las artes de Urbano VIII, crearon entre ellos una duradera
amistad y permitió la creación de excelentes obras de arte.
Entre 1624 y 1633 realiza el Baldaquino de San Pedro. Bajo la cúpula, Bernini decidió ahuecar los cuatro
macizos pilares, que miraban hacia el Baldaquino, vaciando en la parte inferior de ellos cuatro amplios nichos.
Entre 1628 y 1640 cuatro imágenes de bulto redondo, de tamaño mayor que el natural, fueron talladas para los
nichos. De entre ellas, destaca San Longinos, la única que Bernini esculpió. Esta obra supuso para Bernini una
constatación: el entorno podía modificar los valores de la forma, y cualquier entorno, desde los pliegues de
unas ropas hasta los marcos arquitectónicos, servían para definir la obra y darle más expresividad.
Su segunda etapa (1640-1654) es la más creativa. Coincide con el papado de Inocencio X, y Bernini conseguirá
algunos de sus logros más significativos, como son sus obras Éxtasis de Santa Teresa o la tumba parietal de
Urbano VIII(1628-47).
La variedad de obras de esta época se puede ver en su Fuente de los Cuatro Ríos, que realizó para la plaza
Navona, los numerosos retratos que realizó,- entre los que destaca el del duque Francisco I d’Este (1650-51) o
su estatua ecuestre de "Constantino el Grande" (1654).
En su tercera etapa (1665-1678),- bajo el papado de Alejandro VII,- entra en una nueva etapa, en la que busca
un mayor expresivismo y espiritualidad. Las figuras se alargan y los ropajes se retuercen y agitan. De esta etapa
destaca la extraordinaria Cátedra que realizó para el ábside de San Pedro, o la decoración realizada para el
Puente de Sant’Angelo.
La "Tumba de Alejandro VII" (1671-78) es la obra postrera de Bernini.
LÁMINA 14. BERNINI. TUMBA DEL PAPA URBANO VIII. Basílica de San Pedro del Vaticano. Roma.
LÁMINA 15. BERNINI. ÉXTASIS DE SANTA TERESA. Capilla Cornaro, iglesia de Santa Madella Vittoria.
Roma.
LÁMINA 16. BERNINI. LA BEATA ALBERTONI. Iglesia de San Francesco a Ripa. Roma.
PINTURA
ITALIA
LÁMINA 17. CARAVAGGIO. BACO. Galería de los Uffizi. Florencia.
LÁMINA 18. CARAVAGGIO. CENA DE EMAÚS. National Gallery. Londres.
LÁMINA 19. CARAVAGGIO. LA CRUCIFIXIÓN DE SAN PEDRO. Iglesia de Santa María del Popolo. Roma.
LÁMINA 20. CARAVAGGIO. LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO. Iglesia de Santa María del Popolo. Roma.
LÁMINA 21. CARAVAGGIO. LA VOCACIÓN DE SAN MATEO. Capilla Contarelli; iglesia de San Luis de los
Franceses. Roma.
LÁMINA 22. CARAVAGGIO. MUERTE DE LA VIRGEN. Museo del Louvre. París.
LÁMINA 23. ANNIBALE CARRACCI. BÓVEDA DE LA GALERÍA FARNESE: TRIUNFO DE BACO Y ARIADNA.
Palacio Farnese. Roma.
FLANDES: ESCUELA FLAMENCA
LÁMINA 24. PEDRO PABLO RUBENS. EL DUQUE DE LERMA. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 25. PEDRO PABLO RUBENS. EL DESCENDIMIENTO. Catedral de Amberes.
LÁMINA 26. PEDRO PABLO RUBENS. ENRIQUE IV RECIBIENDO EL RETRATO DE MARÍA DE MÉDICI.
Museo del Louvre. París.
LÁMINA 27. PEDRO PABLO RUBENS. JARDÍN DEL AMOR. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 28. PEDRO PABLO RUBENS. LAS TRES GRACIAS. Museo del Prado. Madrid.
ESCUELA HOLANDENSA
LÁMINA 29. REMBRANDT. AUTORRETRATO (1634). Museo Nacional. Berlín.
• LÁMINA 30. REMBRANDT. LECCIÓN DE ANATOMÍA DEL PROFESOR TULP. Mauritshuis. La
Haya.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Lección de anatomía del Doctor Nicolaes Tulp
Lugar: Mauritshuis. La Haya.
Datación: 1632.
Autor: Rembrandt van Rijn
Estilo: Pintura barroca holandesa.
ANÁLISIS FORMAL
Técnica y soporte:Óleo sobre lienzo.
Describir lo que representa: En la pintura holandesa del S. XVII es común la representación de retratos
colectivos, muchos de ellos consecuencia del interés de determinadas corporaciones y gremios de ser
representados haciendo gala de la importancia de su labor o del prestigio social de su trabajo. El análisis formal
de esta obra, demuestra hasta qué punto Rembrandt renueva por completo el retrato colectivo holandés.
Rembrandt se apoya en una serie de recursos que otorgan al cuadro toda su vivacidad y naturalismo: su
estructura compositiva, el efecto de la luz, el virtuosismo que alcanza su realismo pictórico, y el efecto
expresivo de su estudio psicológico.
Una composición piramidal, pero en la que los personajes se agrupan estrechamente en torno al maestro
doctor, consiguiendo de esta forma un gran efecto de unidad entre todos ellos. No falta tampoco una línea
diagonal, dirigida en este caso desde las miradas de los tres espectadores que atienden los manejos del doctor
Tulp hasta sus manos, que como dos luminarias parecen flotar en medio de la oscuridad que las envuelve, lo
que arrastra nuestra mirada hacia ese punto, y focaliza la escena en el cadáver del ajusticiado.
La luz es protagonista. Una luz tenebrista, que crea contrastes violentos de luz y sombra. En este caso, parece
que los rostros de los protagonistas se iluminen en medio de la penumbra del fondo y del negro de sus propias
vestimentas, lo que acentúa sin duda la expresividad de todos los rostros. A ello hay que añadir el efecto
lumínico del cadáver. El condenado centra el foco de atención del cuadro, como lo centraba igualmente en estos
espectáculos anatómicos, y Rembrandt lo consigue convirtiendo su cuerpo en un intenso foco de luz reflectante,
que como una gran lámpara esparce su luz sobre los presentes, que parecen hipnotizados ante su turbadora
presencia.
El realismo de Rembrandt deja aquí perfecta constancia de su virtuosismo, destacando la nitidez y la claridad
que consigue en la reproducción de todos los detalles, incluso de los más pequeños. En este sentido es de
destacar, por su morbosidad, la precisión en la imagen de la mano diseccionada en la que se centra la lección
del doctor.
Pero el legado de Rembrandt se agranda al valorar la expresividad que era capaz de inculcar a sus retratos. Es
la diversidad de formas de expresión, la hondura psicológica de todos los retratados, entre la actitud curiosa y
la reflexión atenta, así como la diversidad de posturas y gestos de todos ellos, lo que realmente otorga al cuadro
toda su veracidad y realismo, y lo eleva a obra maestra.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su
búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al
servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica.
Características generales de la pintura barroca holandesa: Rembrandt van Rijn (1606-1669) será el artista más
importante de la escuela de Holanda y el primero que vendió sus productos en el mercado.
De origen modesto, se formó con Pieter Lastman, quien le enseñó los secretos del tenebrismo de Caravaggio.
Con esta base creó un estilo personal en el que destaca la utilización de la luz, que en sus obras parece proceder
del interior de la figura, creando penumbras misteriosas y doradas.
En 1624 abrió un taller en Leyden. Empezó con temas bíblicos y grabados al aguafuerte.
En 1632 ya está en Amsterdam. La ciudad, que vivía un gran despegue económico, destaca por el poder de los
mercaderes que crean las dos compañías de las Indias y construyen diques para ganar terreno al mar.
Rembrandt pinta para ellos la obra que estamos analizando.
Otros cuadros a destacar de esta época son La ronda de noche o Los síndicos de los pañeros.
Hacia 1649 sufrió una crisis financiera, personal, espiritual y artística. Pasa apuros económicos por sus gastos
como coleccionista. Por otro lado, la sociedad puritana holandesa se escandalizó por su relación con su sirvienta
Hendrickje y fue acusado de concubinato. Entonces ingresó en la secta menonita y en sus obras destacó la
expresividad interior, la espiritualidad y el alma de los personajes. Su pintura cambió, su pincelada se hizo más
suelta, los colores más vibrantes y sus lienzos adquirieron un aire melancólico. De esta época, son sus obras:
Aristóteles con el busto de Homero, La conspiración de Julius Civilis y El buey abierto en canal.
También destaca su capacidad para los retratos, entre los que destaca los que realizó de su primera mujer,
Saskia, de su amante Hedrickje, de su hijo Tito y sus numerosos autorretratos.
LÁMINA 31. REMBRANDT. MUJER BAÑÁNDOSE; National Gallery. Londres.
LÁMINA 32. REMBRANDT. LOS SÍNDICOS DE LOS PAÑEROS Rijksmuseum. Amsterdam.
• LÁMINA 33. REMBRANDT. RONDA DE NOCHE. Rijksmuseum. Amsterdam.
UBICACIÓN
Decir lo que es: ”La ronda de Noche”.
Lugar: Rijksmuseum. Amsterdam
Datación: 1642
Autor: Rembrandt van Rijn
Estilo:Pintura barroca holandesa.
ANÁLISIS FORMAL
Técnica y soporte: Óleo sobre lienzo. Medidas: 363 x 437 cm.
Describir lo que representa: La ronda de noche, cuyo verdadero título es en realidad La compañía del capitán
Frans Banning y el teniente Willem van Ruytenburch, es un cuadro fundamental en la propia evolución artística
del pintor y en la historia de la pintura.
Muestra a la milicia del capitán Frans Banning Cocq en el momento en el que éste da una orden a su alférez,
indicado por el gesto de la mano y la boca abierta. Tras estas dos figuras aparecen los integrantes de la
Compañía, que pagaron una media de cien florines al pintor por el privilegio de mostrar sus cabezas entre las
tropas integrantes de la Milicia que protege el bienestar y la libertad de los ciudadanos holandeses, por lo que
era muy apreciada. La escena se desarrolla al aire libre, pero no de noche como reza el título sino que se
oscureció con el paso del tiempo y por eso tiene en la actualidad ese aspecto nocturno.
Su estructura actual no es la original, ya que la obra sufrió la amputación de una parte de su lateral izquierdo
(del que llegan a desaparecer dos figuras y parte de otra) y de sus bordes superior e inferior, cuando en el siglo
XVIII se decidió colocarlo entre dos puertas del Ayuntamiento (situado en la Plaza del Dam), debiendo ajustar
sus medidas para que cupiera, porque con el tamaño primitivo no cabía en el lugar establecido. Esto
lógicamente afectará en parte a la propia composición de la obra y a su interpretación.
Pero ello no merma la importancia fundamental que hemos dicho que tiene la tela. Con ella, Rembrandt
abandona los retratos de grupo estáticos que habían caracterizado las obras de su primera etapa, y opta ahora
por una representación vital e instantánea. La escena se resuelve a partir de un trabajo excepcional de la luz y
del color: Es la luz la que estructura el cuadro y establece parte de su composición: se trata de una luz
relampagueante, fulgurante, que destella y se oculta alternativamente en distintas partes del lienzo, lo que
otorga toda la dinamicidad, espontaneidad y viveza que llenan la escena. La luz además actúa como elemento
de perspectiva, unida en este caso, igual que ocurría en los cuadros de Velázquez, a una técnica muy atrevida,
que destaca por su perfecto realismo en primer plano, pero se diluye en formas vagas de pincelada suelta, libre,
audaz y casi "protoimpresionsista" en los segundos y terceros planos.
El color por su parte, complementa el efecto relampaguenate de la luz, destacando en las figuras protagonistas
el rojo (de la banda del Capitán Banning) y el amarillo (del traje delteniente Ruytenburch), que a su vez se
repiten como un eco cromático hacia los laterales en otras gamas rojizas, anaranjadas y marrones, que destacan
y centellean todavía más, si consideramos el tono en general oscuro de la obra, pero que se sobreponen a él
destacando en sucesivos fulgores.
En la composición habría que considerar también el análisis psicológico de la serie de retratos realizados; la
multiplicidad de posturas y gestos que inducen al bullicio general en el que se mueve la escena, así como la
multiplicidad de líneas de fuga que cruzan toda la tela.
Por todo ello la Ronda de noche, es un ejercicio pictórico innovador en su momento, porque en esta pintura
como en ninguna consigue Rembrandt su objetivo, la plena naturalidad en movimiento, en un magnífico
experimento de luz, color, perspectiva, pincelada y composición.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Hay que ver en esta impresionante Obra de Bernini todo un manifiesto del nuevo estilo barroco y de su
búsqueda del movimiento, el contraste, la teatralidad y la impresión en el espectador como elementos al
servicio de una causa que en este caso es la exaltación del poder del Papa y de la Iglesia Católica.
Características generales de la pintura barroca holandesa: Rembrandt van Rijn (1606-1669) será el artista más
importante de la escuela de Holanda y el primero que vendió sus productos en el mercado.
De origen modesto, se formó con Pieter Lastman, quien le enseñó los secretos del tenebrismo de Caravaggio.
Con esta base creó un estilo personal en el que destaca la utilización de la luz, que en sus obras parece proceder
del interior de la figura, creando penumbras misteriosas y doradas.
En 1624 abrió un taller en Leyden. Empezó con temas bíblicos y grabados al aguafuerte.
En 1632 ya está en Amsterdam. La ciudad, que vivía un gran despegue económico, destaca por el poder de los
mercaderes que crean las dos compañías de las Indias y construyen diques para ganar terreno al mar.
Rembrandt pinta para ellos La clase de anatomía del doctor Tulp.
Otros cuadros a destacar de esta época son La ronda de noche o Los síndicos de los pañeros, o esta obra que
estamos analizando, La ronda de noche.
Hacia 1649 sufrió una crisis financiera, personal, espiritual y artística. Pasa apuros económicos por sus gastos
como coleccionista. Por otro lado, la sociedad puritana holandesa se escandalizó por su relación con su sirvienta
Hendrickje y fue acusado de concubinato. Entonces ingresó en la secta menonita y en sus obras destacó la
expresividad interior, la espiritualidad y el alma de los personajes. Su pintura cambió, su pincelada se hizo más
suelta, los colores más vibrantes y sus lienzos adquirieron un aire melancólico. De esta época, son sus obras:
Aristóteles con el busto de Homero, La conspiración de Julius Civilis y El buey abierto en canal.
También destaca su capacidad para los retratos, entre los que destaca los que realizó de su primera mujer,
Saskia, de su amante Hedrickje, de su hijo Tito y sus numerosos autorretratos.
LÁMINA 34. REMBRANDT. EL HOMBRE DEL YELMO DE ORO; Staatliche Museen. Berlín.
EL BARROCO ESPAÑOL
ARQUITECTURA
LÁMINA 35. GÓMEZ DE MORA. PLAZA MAYOR DE MADRID
LÁMINA 36. PEDRO DE RIBEIRA. PORTADA DEL REAL HOSPICIO DE MADRID.
LÁMINA 37. CASAS NOVOA. FACHADA DEL OBRADOIRO DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE
COMPOSTELA.
LÁMINA 38. ALBERTO DE CHURRIGUERA. PLAZA MAYOR DE SALAMANCA.
• LÁMINA 39. JAIME BORT. FACHADA DE LA CATEDRAL DE MURCIA.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Fachada de la catedral de Murcia.
Lugar: Murcia.
Datación: entre 1736 y 1754 (con esta obra se finalizaba la construcción de la catedral que había comenzado en
el siglo XV).
Autor: Jaime Bort
Estilo: Arquitectura barroca española.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de edificio y función: Catedral; función religiosa.
Materiales usados: Se recurre en la fachada al uso de diferentes materiales y colores (piedra blanca, verde y
gris).
Elementos arquitectónicos que se observan: La fachada es concebida como un enorme fachada-retablo en
piedra siendo más una obra escultórica que arquitectónica. Se organiza en tres cuerpos separados por grandes
columnas corintias cuyas bases y entablamentos sobresalen otorgando movimiento a la fachada, denotan la
división del interior en tres naves y acentúan de esta forma el sentido de profundidad. Se abren tres puertas,
que corresponden a las tres naves del interior. La puerta central, llamada del Perdón, está reservada a los
personajes reales, a la izquierda, la de San Juan para el Obispo, y a la derecha, la de San José, para las
autoridades municipales. Los cuerpos laterales se rematan con una balaustrada mientras que en el central se
levanta un segundo cuerpo que se remata con una bóveda de cuarto de esfera y una cornisa. Dos volutas unen
los cuerpos laterales al central mientras que están ambos cuerpos flanqueados por dos torrecillas
semicirculares coronadas por cupulillas. El uso de materiales de diferentes colores (blanco, verde y gris) crea
efectos de policromía que junto al movimiento de la fachada y a los contraste de luces y sombras consecuencia
de la distinta profundidad de los elementos arquitectónicos, hacen de esta fachada un claro exponente del arte
barroco.
Toda la fachada está cubierta de relieves y estatuas, concebida como si se tratase de un retablo. Sobre la puerta
central se representa el tema de la Coronación de la Virgen, el milagro de la Cruz de Caravaca y rematando la
fachada un relieve que representa la asunción de la Virgen. Rematando la fachada había una escultura del
apóstol Santiago que fue suprimida en 1803 por su elevado peso. El resto de los elementos que componen la
obra escultórica de la fachada son: símbolos y alegorías de las letanías, figuras de los santos más característicos
del Obispado, como los cuatro santos de Cartagena (San Leandro, San Fulgencio, San Isidoro y Sta. Florentina),
la estatua de Fernando III el Santo, que porta la ciudad de Murcia, simbolizando la incorporación del Reino a la
Corona de Castilla, así como figuras de santos (Santo Tomás, Santa Teresa, San Hermenegildo, etc…).
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la arquitectura barroca española:
Nos encontramos ante una de las obras más representativas del barroco español. A mitad de camino entre la
arquitectura y la escultura, toda la fachada es concebida como una exaltación de la Archidiócesis de Cartagena y
está dedicada a la Virgen. Así junto a la representación de la Asunción y Coronación de la Virgen, aparecen
diferentes símbolos marianos (como el jarrón con azucenas) y santos vinculados a dicha diócesis. La escultura
de Santiago que coronaba el edificio hace alusión a la tradición que sitúa en el puerto de Cartagena la supuesta
entrada que hizo el apóstol en la península para predicar. Por otro lado aparecen dos reyes santos también
vinculados con la historia de la archidiócesis como san Hermenegildo y san Fernando, llevando éste último
sobre sus manos una maqueta de la ciudad de Murcia, conquistada Estas representaciones nos señalan quiénes
fueron los mejores clientes de la arquitectura barroca española: la Iglesia y la monarquía absoluta. Por ello, los
edificios más representativos son para esta clientela.
Otra particularidad de a arquitectura barroca española es la utilización de las fachadas retablos, llenas de
esculturas y símbolos que servían de propaganda a la Iglesia y a los nuevos principios de la Contrarreforma.
Como país el país estaba en crisis, el material empleado será pobre y las fachadas sobrias, dejando para el
interior la decoración, donde materiales pobres como el yeso o la madera se doran y se multiplican los
elementos decorativos, sorprendiendo al espectador y haciéndole olvidar la decadencia en la que se hallaba el
país.
Estado de conservación /Otros ejemplos / Otros datos de interés:La fachada de la Catedral de Murcia es una de
las más importantes por su riqueza decorativa y calidad escultórica hasta el punto de que creó una escuela de
escultores paralela a la creada por Salzillo y que convierte a Murcia en uno de los focos escultóricos más
importantes del siglo XVIII.
LÁMINA 40.ALONSO CANO . FACHADA DE LA CATEDRAL DE GRANADA.
LÁMINA 41. HURTADO IZQUIERDO Sacristía de la Cartuja. Granada
LÁMINA 42. VICENTE ACERO Fachada de la Catedral. Cádiz
LÁMINA 43. NARCISO TOMÉ. Transparente de la catedral de Toledo. Toledo.
LA IMAGINERÍA ESPAÑOLA
GREGORIO FERNÁNDEZ
LÁMINA 44. GREGORIO FERNÁNDEZ. CRISTO YACENTE. Museo Nacional de Escultura. Valladolid.
LÁMINA 45. GREGORIO FERNÁNDEZ. CRISTO ATADO A LA COLUMNA. Iglesia de la Vera Cruz.
Valladolid.
LÁMINA 46. GREGORIO FERNÁNDEZ. PIEDAD. Museo Nacional de Escultura. Valladolid.
LÁMINA 47. GREGORIO FERNÁNDEZ. EL DESCENDIMIENTO DE CRISTO. Iglesia de la Vera Cruz.
Valladolid.
MARTÍNEZ MONTAÑÉS
LÁMINA 49. MARTÍNEZ MONTAÑÉS. CRISTO DE LA CLEMENCIA. Catedral de Sevilla.
LÁMINA 49. MARTÍNEZ MONTAÑÉS. SAN JERÓNIMO. Retablo de San Isidoro del Campo. Sevilla.
LÁMINA 49. MARTÍNEZ MONTAÑÉS. LA NATIVIDAD. Retablo de San Isidoro del Campo. Sevilla.
LÁMINA 49. MARTÍNEZ MONTAÑÉS. INMACULADA. Capilla de San Juan Bautista. Catedral de Sevilla.
JUAN DE MESA
LÁMINA 50. JUAN DE MESA. CRISTO DE LA AGONÍA. Iglesia de San Pedro. Vergara (Guipúzcoa).
LÁMINA 51. JUAN DE MESA. CRISTO DeL GRAN PODER. Basílica de San Lorenzo. Sevilla.
ALONSO CANO
• LÁMINA 52. ALONSO CANO. INMACULADA. Sacristía de la Catedral de Granada.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Virgen de la Inmaculada
Lugar: Sacristía de la Catedral de Granada. Esta pequeña escultura de 0,55 metros de altura incluida la peana, y
realizada en madera de cedro, estaba destinada para ser colocada sobre el facistol (un gran atril para sostener
los libros de cantos) del coro de la catedral de Granada. Cuando los canónigos de la catedral vieron la imagen,
pensaron que era mucho mejor colocarla en la cajonería de la sacristía, y así podría ser contemplada desde muy
cerca y todos los días.
Datación: 1655-1656
Autor: Alonso Cano de Almansa (1601-1667)
Estilo: Escultura barroca española.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de escultura y función: Figura religiosa exenta.
Materiales usados: Madera de cedro policromada
Explicar lo que representa: Representa a la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción. Esta
creencia dice que Dios preservó a la Virgen María al nacer del pecado, la inclinación al mal, con que vienen al
mundo todos los hombres (pecado original), para preparar de esta manera a la que iba a ser madre de Jesús, su
Hijo. Era una opinión muy extendida en España en el siglo XVII. Esta creencia acabará siendo declarada dogma
de fe -verdad que deber ser creída por los católicos- por el papa Pío IX en 1854.
En cuanto a la iconografía, sigue lo indicado por Francisco Pacheco, su maestro. Representa a una Virgen Niña,
de rostro dulce, túnica blanca, manto azul y la media luna sobre la que está con las puntas hacia abajo.
La base es pequeña; no se trata de la típica peana de una escultura, sino de una nube; es pequeña en relación
con el cuerpo que ha de sustentar. No contiene dragones, ni serpiente, ni ángeles de grandes proporciones,
como se ve en otras obras, sino unas caras de tres querubines que se entremezclan airosamente con las nubes,
como si formaran parte de ellas -es una manera de espiritualizar la obra-. Sobre las nubes y los querubines se
sitúa la luna orientada hacia abajo. A partir de ella, se inicia un movimiento ascendente de figura humana
espiritualizada, ocultos los pies por un manto que presenta grandes pliegues en la zona central, pero que se
estrecha en torno a los pies, dando a la figura una forma de huso. Observamos la diagonal que el manto
azul inicia en la base, y que lleva la mirada del espectador hasta el rostro y manos; son estas las dos pinceladas
más claras del conjunto y donde Cano concentra su maestría espiritual.
Es propio de Cano el realizar figuras humanas que parecen ensimismadas. Es una representación de la virgenniña, totalmente abstraída de la realidad exterior y concentrada en sus sentimientos más íntimos sobre la
profundidad del misterio del que es protagonista. Indudablemente contribuye a crear en el espectador un clima
de oración. Otros elementos, como la pierna que se adelanta, la mirada lateral de la Virgen, el ritmo helicoidal,
etc., contribuyen a dar la belleza clásica a esta insigne obra.
Alonso Cano era pintor, y por eso, él mismo se encargaba de policromar sus obras, como en este caso, aunque
aquí no usó el estofado, tan presente en los escultores andaluces de la época.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la escultura barroca española: La escultura barroca española tiene características
propias que la hacen distinta a la del resto de Europa. Como todo el arte barroco español, se ve influenciado por
la decadencia en la que estaba sumido el país y, por otro lado, casi toda su producción se destinaba a la Iglesia,
su principal cliente, ya que tanto la monarquía como la nobleza prefería la pintura para decorar sus palacios. La
Iglesia, en cambio, usa las imágenes como propaganda de las nuevas ideas de la Contrarreforma.
Para contactar con el fiel, el lenguaje de los imagineros tiende a ser claro, sencillo, fácilmente comprensible...Un
intenso dramatismo en las figuras pretende fomentar una piedad no racional, sino puramente sentimental. Pero
mientras ese dramatismo se traduce en la escuela castellana en imágenes llenas de sufrimiento y dolor, en la
escuela andaluza,- de la que Alonso Cano es un ejemplo,- las figuras son más serenas,
Datos del autor: Alonso Cano (1601-1667) fue discípulo de Martínez Montañés; trabajó en Sevilla, Madrid y
Granada. Fue también arquitecto, pintor (aprendió en el pintor de Pacheco, coincidiendo con Velázquez) y
diseñador de mobiliario religioso.
Sus obras están realizadas con una exquisita técnica y dulzura. Tenía una clara preferencia por la serenidad y el
equilibrio frente al dinamismo barroco.
En 1638 viajó a Madrid, en el séquito del conde-duque de Olivares. Allí se dedicó principalmente a la pintura,
pero también esculpió el Niño Jesús de la Pasión: pequeño nazareno con la cruz a cuestas.
En 1652 regresó a Granada como sacerdote y ocupó una plaza en el cabildo de la catedral, donde realizó sus
imágenes más importantes, como San José con el Niño, San Antonio de Padua, San Diego de Alcalá y los bustos de
Adán y Eva.
En 1656 realiza su Inmaculada, esta pequeña figura que estamos analizando y que se guarda en la sacristía de la
catedral de Granada.
LÁMINA 53. ALONSO CANO. CABEZA DE SAN PABLO. Catedral de Granada.
FRANCISCO SALZILLO
• LÁMINA 54. FRANCISCO SALZILLO. LA ORACIÓN EN EL HUERTO. MUSEO SALZILLO. MURCIA
UBICACIÓN
Decir lo que es: "La Oración en al huerto".
Lugar: Museo Salzillo (Murcia)
Datación: 1752
Autor: Francisco Salzillo.
Estilo: Obra de imaginería procesional barroca del siglo XVIII.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de escultura y función: Grupo escultórico que forma un paso procesional.
Materiales usados: Madera policromada
Explicar lo que representa: El grupo escultórico está formado por cinco esculturas organizadas en dos grupos
más una palmera y una rama de olivo que completan la escena. El primer grupo lo compone la imagen de un
ángel de aspecto joven y asexual que con las alas desplegadas como si acabara de llegar del cielo, sostiene la
cabeza de Cristo con la mano derecha mientras con la izquierda señala el cáliz que aparece sobre la palmera y
que simboliza el sacrificio al que ha de entregarse Jesús. El torso va desnudo mientras que de cintura hacia
abajo se cubre con una túnica tallada en la madera y policromada en tonos azules y estofado dorado. La imagen
de Cristo aparece de rodillas, dejando caer el peso sobre las mismas. Los hombros caídos, las manos sobre las
piernas y la cabeza levantada y ligeramente inclinada hacia la izquierda observando el punto señalado por el
ángel ,contribuyen a mostrar la actitud de sumisa entrega de Cristo a su inminente destino. El rostro
amarillento de Cristo transmite la infinita angustia que siente mientras es reconfortado por el ángel.
Delante de ellos tres apóstoles, San Pedro, San Juan y Santiago duermen plácidamente ajenos a la emoción del
momento y a la angustia vivida por el "Maestro". Con túnicas talladas en la madera en tonos azul, ocre, rojo
y verde, sus rostros muestran a San Pedro como un hombre anciano que sentado duerme apoyando su cabeza
sobre el brazo derecho mientras que con la mano izquierda sostiene una espada; por su parte Santiago, de
rostro maduro aunque aún joven, duerme recostado de manera despreocupada al igual que San Juan, el más
joven de los tres y más próximo a Cristo. Sin duda, las tres esculturas, más allá de representar a los apóstoles
deben de ser una alegoría de las tres edades de la vida siendo San Pedro la ancianidad que duerme en un sueño
de permanente alerta, mientras que Santiago, la edad madura, muestra un sueño reparador y San Juan el sueño
despreocupado de la juventud.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la escultura barroca española: La escultura barroca española tiene características
propias que la hacen distinta a la del resto de Europa. Como todo el arte barroco español, se ve influenciado por
la decadencia en la que estaba sumido el país y, por otro lado, casi toda su producción se destinaba a la Iglesia,
su principal cliente, ya que tanto la monarquía como la nobleza prefería la pintura para decorar sus palacios. La
Iglesia, en cambio, usa las imágenes como propaganda de las nuevas ideas de la Contrarreforma.
Para contactar con el fiel, el lenguaje de los imagineros tiende a ser claro, sencillo, fácilmente comprensible...Un
intenso dramatismo en las figuras pretende fomentar una piedad no racional, sino puramente sentimental. Pero
mientras ese dramatismo se traduce en la escuela castellana en imágenes llenas de sufrimiento y dolor, en la
escuela andaluza,- de la que Alonso Cano es un ejemplo,- las figuras son más serenas,
Datos del autor: Francisco Salzillo (1707-1783) es el mejor imaginero levantino y el artista más fervoroso de
todo el S. XVIII. De joven, fue novicio de los dominicos, lo que le configuró una profunda religiosidad que se
traduce en la sentida devoción popular que provocan sus obras.
Sus figuras son movidas y expresivas, dotadas de gracia, con carnes aporcelanadas y brillantemente estofadas,
que pregonan la estética rococó.
Fue dueño de un gran taller, que produjo más de 1700 obras, entre las que destacan sus pasos procesionales.
En estos conjuntos escultóricos, se muestra un hábil escenógrafo en la composición, agrupando imágenes de
talla con otras de vestir. Destacan las obras encargadas en 1752 por la Cofradía de Jesús del Nazareno: los pasos
de La Caída, la Oración del Huerto,- el que estamos analizando,- La Verónica o San Juan.
Hijo de un escultor napolitano, importa a nuestro país el gusto por los "Nacimientos", realizando él mismo uno
que constituye, en su conjunto, una de sus mejores creaciones.
LÁMINA 55. FRANCISCO SALZILLO. FIGURAS DEL BELÉN. MUSEO SALZILLO. MURCIA
PINTURA
JOSÉ DE RIBERA
LÁMINA 56. JOSÉ DE RIBERA. CALVARIO. Colegiata. Osuna (Sevilla)
LÁMINA 57. JOSÉ DE RIBERA. LA MUJER BARBUDA. Hospital de San Juan Bautista. Toledo.
LÁMINA 58. JOSÉ DE RIBERA. INMACULADA CONCEPCIÓN.Convento de las Agustinas Recoletas.
Salamanca.
LÁMINA 59. JOSÉ DE RIBERA. SUEÑO DE JACOB. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 60. JOSÉ DE RIBERA. MARTIRIO DE SAN FELIPE. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 61. JOSÉ DE RIBERA. EL PATIZAMBO. Museo del Louvre. París.
FRANCISCO DE ZURBARÁN
LÁMINA 62. FRANCISCO DE ZURBARÁN. BODEGÓN DE LOS CACHARROS. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 63. FRANCISCO DE ZURBARÁN. APOTEOSIS DE SANTO TOMÁS DE AQUINO. Museo de las Bellas
Artes. Sevilla.
LÁMINA 64. FRANCISCO DE ZURBARÁN. SAN HUGO EN EL REFECTORIO DE LOS CARTUJOS.. Museo de las
Bellas Artes. Sevilla.
LÁMINA 65. FRANCISCO DE ZURBARÁN. BODEGÓN DE LIMONES, NARANJAS Y CACHARROS. The Norton
Simon Museum. Los Ángeles. EEUU.
LÁMINA 66. FRANCISCO DE ZURBARÁN. VIRGEN DE LOS CARTUJOS. Museo de las Bellas Artes. Sevilla.
LÁMINA 67. FRANCISCO DE ZURBARÁN. FRAY GONZALO DE ILLESCAS. Monasterio de Guadalupe .
Cáceres.
LÁMINA 68. FRANCISCO DE ZURBARÁN. SANTA CASILDA. Museo del Prado. Madrid.
DIEGO DE VELÁZQUEZ
• LÁMINA 69. DIEGO DE VELÁZQUEZ. VIEJA FRIENDO HUEVOS. Galería Nacional de Escocia.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Vieja friendo huevos
Lugar: National Gallery (Edimburgo)
Datación: 1618
Autor: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660)
Estilo:Pintura barroca española.
ANÁLISIS FORMAL
Técnica y soporte : Oleo sobre lienzo
Describir lo que representa: Su popularidad ha hecho de ella una de las escenas más significativas del Barroco
español. El asunto tratado por el maestro supone una absoluta novedad, ya que hasta ahora nadie se había
atrevido a representar en la pintura española escenas tan aparentemente triviales como ésta. En primer plano
vemos a una anciana cocinando unos huevos en un hornillo de barro cocido, junto a un muchacho que porta un
melón de invierno y una frasca de vino. Ambas figuras se recortan sobre un fondo neutro, empleado para
destacar aun más los contrastes entre la luz y la sombra, una de las características que le sitúan en la órbita
del naturalismo tenebrista. En la zona de la derecha contemplamos uno de los mejores bodegones del arte
español, formado por varios elementos metálicos, vasijas de cerámica y una cebolla colorada. Para que el
espectador pueda contemplar con más facilidad estos elementos, el maestro nos levanta el plano de la mesa y el
hornillo de barro, empleando de esta manera una doble perspectiva.
El realismo de los personajes es digno de mención; la suciedad del paño con el que se cubre la cabeza la anciana
o el corte del pelo del muchacho nos trasladan al mundo popular que contemplaba a menudo Velázquez.
Incluso se piensa que la anciana podría ser el retrato de su suegra, mientras que el muchacho sería un ayudante
de su taller.
Los tonos empleados indican el conocimiento de obras de Caravaggio, bien a través de copias bien de grabados;
así destaca el uso de los tonos ocres y pardos que contrasta con el blanco, reafirmando ese contraste la
utilización de tonalidades negras. La minuciosidad de la pincelada, a base de pequeños toques que apenas son
apreciables, contrasta con la factura suelta de sus últimas obras como Las Meninas.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura
barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores
españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras
extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas
pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens,
Velázquez es el máximo representante de esta última escuela.
Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens,
el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes…
La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo
largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el
renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano.
Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid
como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte
renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su
retrato de Inocencio X y la Venus del espejo.
Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún
título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago.
El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de
Sevilla o La Adoración de los Magos.
De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de
Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco .
Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire,
presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a
destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y
sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas
o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o La rendición de Breda o Las Lanzas.
Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: Las Meninas y Las Hilanderas o La Fábula de Aracne,
obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su pintura.
LÁMINA 70. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL AGUADOR DE SEVILLA.Wellington Museum. Londres.
LÁMINA 71. DIEGO DE VELÁZQUEZ. RETRATO DE FELIPE IV (1628). Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 72. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LOS BORRACHOS O EL TRIUNFO DE BACO. Museo del Prado. Madrid.
• LÁMINA 73. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LA FRAGUA DE VULCANO. Museo del Prado. Madrid.
UBICACIÓN
Decir lo que es: La fragua de Vulcano.
Lugar: Museo del Prado. Madrid.
Datación: 1630
Autor: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660)
Estilo: Pintura barroca española.
ANÁLISIS FORMAL
Técnica y soporte : Óleo sobre lienzo (223 x 290 cm)
Describir lo que representa: Apolo, rodeado por una aureola luminosa y ceñido con una corona de laurel,
anuncia a Vulcano, el dios del fuego el adulterio de su esposa Venus con Marte, el dios de la guerra. El dios, que
trabaja una plancha refulgente, y sus ayudantes, los Cíclopes, le miran entre asombrados e incrédulos. Para
mayor carga de sarcasmo, el observador que conozca la historia debería recordar que la armadura que están
labrando en la fragua es para el amante.
Apolo es tratado como si fuera un ángel anunciador y es en realidad la única figura que, por su iluminación
irreal, nos aclara que estamos ante un pasaje mitológico, que de otra manera pudiera pasar por el de unos
trabajadores de una fragua de la época. Aún así su postura resulta prepotente.
Vulcano, aunque manifiesta en su rostro la edad y la perplejidad, no está afeado en su anatomía, cuyo cuerpo es
bien proporcionado, y no muestra signos ni de su cojera ni de la fealdad que se le atribuía. El lugar es una
ferrerría normal donde se forjan las armas y que pose objetos contemporáneos. En definitiva, en este episodio
se descubre el tratamiento digno y realista con el que artista se acerca a todos sus personajes, sean dioses,
reyes o bufones.
A partir del siglo XVI la contrarreforma católica buscará la separación nítida con el paganismo, quedando
reducida la mitología al entorno de las élites ilustradas y, sobre todo, de la monarquía. La historia mitológica
sirvió desde entonces a la imagen del poder, identificando a los reyes con las virtudes atribuidas a héroes y
dioses paganos. Pero también fue la excusa para justificar la representación de bellos desnudos, tan mal vistos
por la jerarquía religiosa y tan admirados por la aristocracia. La monarquía de Felipe IV y su pintor de
cámara, Diego Velázquez, también participarán de esta corriente amante de la mitología pero con un carácter
muy peculiar. Nuestro pintor desde el principio conoce y es fiel a los textos, pero se aleja de las poesías
triunfantes de los otros pintores y opta por una línea diferente, de austeridad y de humanización realista de los
mitos.
La fragua de Vulcano se pintó en Roma entre 1630 y 1631 durante la primera estancia de Velázquez en Italia.
No fue un cuadro por encargo. Fue la iniciativa del pintor quien lo realizó.
Elementos: (Tratamiento de laluz, del color…): Los elementos a destacar de estas pinturas son:
La representación de unos bellos desnudos masculinos, influencia de las obras vistas en Italia. Representar los "afectos":Es un cuadro donde los rostros expresan dolor, sorpresa e hipocresía con una
intensidad y verdad muy cuidada.
La composición y el ritmo de la obra está muy planificado. La luz y las miradas nos guían. Apolo, en el
extremo izquierdo, atrae nuestra atención en primer lugar por el colorido y el brillo que le envuelve. El segundo
golpe de vista nos lleva al cíclope que está de espaldas y sobre el que cae el foco de luz. Este y Apolo enmarcan a
Vulcano como en un paréntesis, sus ojos echan chispas como el hierro que está golpeando sobre el yunque. Al
ver la expresión de su mirada, inmediatamente nos hace fijarnos en la de sus ayudantes. El más joven no puede
creer lo que oye y queda boquiabierto. Entre todos los personajes se crea una elipse que los acerca
Los nuevos colores. Predominan nos tonos ocres/tierra propios de su primera etapa, pero incorpora nuevos
colores propios de la escuela veneciana como el brillante anaranjado de la túnica de Apolo o del hierro
incandescente. Grises sutiles y ciertos verdes y malvas fríos serán ya característicos de su paleta. La pincelada
se ha hecho más alada.
El espíritu del bodegonista. Los objetos siguen interesando a Velázquez como en sus años sevillanos. La
fragua tiene pequeños bodegones repartidos por todos los lados: las armaduras, los yunques, las mazas, las
pinzas, cadenas, el horno, el jarrito de agua y una lámpara de aceite colgada de la repisa...
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura
barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores
españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras
extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas
pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens,
Velázquez es el máximo representante de esta última escuela.
Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens,
el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes…
La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo
largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el
renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano.
Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid
como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte
renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó esta obra que estamos estudiando: La fragua de Vulcano.
De su segundo viaje, destaca su retrato de Inocencio X y la Venus del espejo.
Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún
título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago.
El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de
Sevilla o La Adoración de los Magos.
De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de
Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco
Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire,
presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a
destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y
sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas
o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o La rendición de Breda o Las Lanzas.
Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: Las Meninas y Las Hilanderas o La Fábula de Aracne,
obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su pintura.
LÁMINA 74. DIEGO DE VELÁZQUEZ. PABLILLOS DE VALLADOLID. Museo del Prado. Madrid.
• LÁMINA 75. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LAS LANZAS O LA RENDICIÓN DE BREDA. Museo del Prado.
Madrid.
UBICACIÓN
Decir lo que es: La rendición de Breda o Las lanzas
Lugar: Museo del Prado. Madrid.
Datación: 1634
Autor: Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660)
Estilo: Pintura barroca española.
ANÁLISIS FORMAL
Técnica y soporte: Óleo sobre lienzo
Describir lo que representa: Realizado para el Salón de reinos del Palacio del Buen Retiro que el rey
español Felipe IV ha mandado edificar.
En él se recoge un hecho histórico. Hacia más de ochenta años que había problemas con las Provincia Unidas de
los Países Bajos (Holanda actual) y España. La búsqueda de la independencia de España y la religión calvinista
que se había instalado en aquellas zonas habían llevado a una serie de guerras de las tropas españolas allí. A
comienzos del XVII, con Felipe III en el poder, se firma la Tregua de los Doce Años, pero, al terminar la tregua,
surgen de nuevo las discordias y las tropas españolas vencen a las holandesas en la batalla que se da en la
ciudad de Breda.
La entrega de las llaves de la ciudad que realiza Justino de Nassau, gobernador de la ciudad, a Ambrosio de
Espínola, jefe de las tropas españolas es la señal del final de la contienda. Según cuentan las crónicas de la
época, la entrega de la ciudad se hizo en un ambiente de trato deferente para el vencido, sin buscar la
humillación de este. Por eso vemos el gesto amable de Ambrosio de Espínola colocando la mano sobre el
hombro de Justino de Nassau.
Velázquez rompe con la tradición de humillar al vencido. Esta manera de entender el arte, de que el arte salve al
individuo, es propio de la pintura española de la época y se puede apreciar en otras obras de Velázquez (cuando
retrata a los bufones), de Rivera (El Patizambo) o de Murillo (Niños comiendo uva y melón).
El cuadro está organizado con dos escenas. En la que está más próxima a nosotros aparecen las tropas de los
vencedores (a nuestra derecha), con las picas (no lanzas) numerosas y en alto, la bandera y los vestidos propios
de la milicia. A la izquierda están las tropas vencidas, con otro tipo de armas, poco numerosas, y trajes distintos
a los de los vencedores.
En la parte del fondo, la mitad superior, aparece la ciudad de Breda y los movimientos de tropas e incendios de
la batalla que se está dando y que prácticamente ha terminado. No hay sangre ni destrucción en el cuadro;
la destrucción está solamente insinuada con la humareda del fondo.
Los personajes de la derecha son retratos de los que se ha perdido el nombre, excepto de uno de ellos, que
puede ser el autorretrato de Velázquez, en la parte derecha, con sombrero. Un aspa formada por dos
diagonales que se cruzan en las llaves y que se hunden hacia el fondo forman un esquema barroco utilizado por
Velázquez.
La perspectiva en profundidad la consigue con diferentes elementos; uno de ellos es el formado por dos
caballos, en posturas contrapuestas, que hunden nuestra vista en profundidad. Otra forma de conseguir la
perspectiva es desenfocar ciertas partes del cuadro y darles distinta luminosidad. De esta manera consigue una
perspectiva que será propia de Velázquez y que se llama perspectiva aérea(detrás de los personajes principales
hay una zona oscura, a la que sigue una más iluminada en la que se ven tropas caminando, para volver a una
zona más oscura).
El cuadro estaba destinado para mayor gloria del rey español ,Felipe IV. Se colocó en la sala en la que el
monarca recibía a los embajadores extranjeros. Se trataba de impresionar con las victorias conseguidas. En
este Salón de reinos había pintado Zurbarán, llamado por Velázquez, los Trabajos de Hércules (símbolo del rey
victorioso); además los reyes presumían de ser descendientes de Hércules. También había otros cuadros de
pintores importantes del momento.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura
barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores
españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras
extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas
pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens,
Velázquez es el máximo representante de esta última escuela.
Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens,
el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes…
La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo
largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el
renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano.
Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid
como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte
renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su
retrato de Inocencio X y la Venus del espejo.
Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún
título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago.
El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de
Sevilla o La Adoración de los Magos.
De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de
Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco
Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire,
presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a
destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y
sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas
o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o esta obra que estamos estudiando: La rendición de Breda o Las
Lanzas.
Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: Las Meninas y Las Hilanderas o La Fábula de Aracne,
obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su pintura.
LÁMINA 74. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL CONDE-DUQUE DE OLIVARES A CABALLO. Museo del Prado.
Madrid.
LÁMINA 75. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL PRÍNCIPE BALTASAR CARLOS A CABALLO. Museo del Prado.
Madrid.
LÁMINA 76. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL NIÑO DE VALLECAS. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 77. DIEGO DE VELÁZQUEZ. VILLA MÉDICI. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 78. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LA VENUS DEL ESPEJO. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 79. DIEGO DE VELÁZQUEZ. EL PARA INOCENCIO X. Museo del Prado. Madrid.
• LÁMINA 80. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LAS MENINAS O LA FAMILIA DE FELIPE IV. Museo del Prado.
Madrid.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Las Meninas o La familia de Felipe IV
Lugar: Museo del Prado. Madrid.
Datación: 1656
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660)
Estilo: Pintura barroca española.
ANÁLISIS FORMAL
Técnica y soporte : óleo sobre lienzo de grandes dimensiones
Describir lo que representa: El tema representado es muy simple reflejando una escena común de Palacio en el
que la infanta doña Margarita, acompañada de su corte de Damas, que reciben el nombre de Meninas, bufones y
otros personajes de la corte visitan el estudio del pintor Velázquez en Palacio, donde se encuentra éste frente a
un lienzo retratando a los reyes, Felipe IV y Mariana de Austria, reflejados en el espejo de la pared del fondo.
Velázquez logra reflejar con extraordinaria maestría una escena de movimiento paralizado, que, como si de una
cámara fotográfica se tratase, ha dejado inmortalizado un instante fugaz visible en las distintas actitudes de los
personajes: el bufón Nicolás Pertusato jugando a poner el pie sobre el lomo del perro, la menina María Agustina
Sarmiento acercando la bandeja con una jarra con agua a la infanta, la mirada atenta del pintor a sus modelos
mientras los retrata, la conversación de los personajes del fondo y la entrada del aposentador José Nieto por la
puerta del fondo. Todo parece ser fruto del azar aunque nada se debe a tal y sí, posiblemente, a muchas horas
de estudio de la composición.
La escena se desarrolla dentro de una habitación amplia iluminada por dos focos de luz, uno situado en primer
término que entra por una ventana lateral a la derecha del espectador y el segundo se cuela a través de la
puerta abierta del fondo. Los personajes se disponen en distintos planos de profundidad de manera que en el
plano más próximo al espectador se sitúan dos bufones y un perro, en el intermedio la infanta, ocupando el
centro del cuadro, y sus doncellas o meninas a ambos lados, justo detrás el pintor y un poco más alejado un
grupo formado por dos personas de la corte mientras que en el fondo, justo en el punto de fuga, se sitúa José
Nieto, aposentador de Palacio, quien se ve a través de una puerta descendiendo por una escalera para acceder a
la estancia. El espejo del fondo nos abre un último plano ficticio donde se sitúan los reyes y que estaría delante
de los personajes del cuadro, justo en el lugar ocupado por el espectador.
Toda la estancia aparece bañada por la luz que parece rodear a los personajes dando muestras Velázquez en
esta obra de su dominio de la perspectiva aérea, de manera que los contornos de las figuras se hacen más
borrosos en la medida que se alejan del espectador como consecuencia del aire que les rodea.
En definitiva, nos encontramos ante un excepcional retrato de grupo, el de la infanta, los personajes de la corte
representados y del propio pintor quien aparece ejercitando su oficio de pintor de la corte retratando a los
reyes reflejados en el espejo. Hay que ver en este hecho un reivindicación por parte de Velázquez del oficio de
pintor, de su entidad superior frente al resto de las artes al no tratarse de un oficio y que, por lo tanto, no debía
de ser un impedimento para el deseo de ascenso social de Velázquez, ascenso que lograría al nombrarlo el rey
caballero de la Orden de Santiago tan como queda acreditado en la cruz de Santiago que pinta en su pechera.
El recurso del espejo del fondo es netamente barroco creando una ilusión óptica muy del gusto barroco por el
cual el espectador se convierte en los reyes y objeto de las miradas de los personajes del cuadro. Este recurso,
aún siendo muy del gusto barroco, no es original al encontrarse en obras anteriores como el "Matrimonio
Arnolfini" pintado por Jan Van Eyck en el siglo XV.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura
barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores
españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras
extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas
pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens,
Velázquez es el máximo representante de esta última escuela.
Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y Rubens,
el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones, paisajes…
La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo
largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el
renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano.
Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid
como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte
renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su
retrato de Inocencio X y la Venus del espejo.
Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún
título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago.
El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de
Sevilla o La Adoración de los Magos.
De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de
Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de
Baco.Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de
aire, presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven
a destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares
y sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de
Vallecas o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o La rendición de Breda o Las Lanzas.
Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: esta que estamos analizando,-Las Meninas,- y Las
Hilanderas o La Fábula de Aracne, obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su
pintura.
•
LÁMINA 81. DIEGO DE VELÁZQUEZ. LAS HILANDERAS O LA FÁBULA DE ARACNE. Museo del Prado.
Madrid.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Las Hilanderas o la Fábula de Aracne.
Lugar: Museo del Prado. Madrid.
Datación: 1651.
Autor: Diego de Velázquez
Estilo:Pintura barroca española.
ANÁLISIS FORMAL
Técnica y soporte: Óleo sobre lienzo. (222 X 293 cm.)
Describir lo que representa: Fue pintado para D. Pedro de Arce, Montero del Rey, aunque en el siglo XVIII ya
figura en las colecciones reales. En primer plano vemos un taller con cinco mujeres (hilanderas) que preparan
las lanas para la fabricación de tapices. Al fondo, detrás de ellas, y en una estancia que aparece más elevada,
aparecen otras cinco mujeres ricamente vestidas, sobre un fondo de tapices (parece que contemplan una
escena mitológica). Esta última escena sería la que da título al cuadro "La Fábula de Aracne".Aracne era una de
las mejores tejedoras de toda Grecia, sus bordados eran tan maravillosos que la gente comentaba que sus
habilidades le habían sido concedidas por Atenea, diosa de la sabiduría y patrona de los artesanos. Pero Aracne
tenía un gran defecto, era una muchacha muy vanidosa y decía, continuamente, que ella era la mejor
tejedora.Un día, la orgullosa Aracne, no pudo aguantar más los comentarios de sus vecinos y llegó a compararse
con Atenea. Se pasaba el día lanzando desafíos a la diosa e invitándola a participar en un concurso para ver cuál
de las dos tejía mejor. La diosa Atenea quiso darle una lección a Aracne y bajó desde el Olimpo a la Tierra para
aceptar su reto. Comenzó el concurso, Aracne y Atenea estuvieron tejiendo durante todo un día.
Atenea trata de encontrar algún error sin éxito. Furiosa lo rompe y castiga a Aracne transformándola en araña
para que siempre haga lo que se le da muy bien: tejer hilo. Con esta fábula, Velázquez quiere indicarnos que la
pintura es un arte liberal, igual que el tejido de tapices, no una artesanía como la labor que realizan las mujeres
en primer término. La inconografía simbólica puede parecer una cuestión secundaria dada la riqueza formal de
la obra.
Es una tela de gran armonía compositiva basada en las relaciones de luz, ritmo y color. La luz del fondo crea una
gradación de contraluces alterada por un foco que ilumina el primer plano. Velázquez consigue que nuestra
vista pase de la hilandera iluminada de la derecha a la de la izquierda para saltar por encima de la que se
agacha en la penumbra a la escena del fondo, nuevamente iluminada. Allí, una de las mujeres se vuelve hacia el
espectador como si se sorprendiese de nuestra incursión en la escena. Poner el mensaje en un segundo plano es
un juego típico del Barroco. También hay quien piensa que se trata de una escena del obrador de la Fábrica de
Tapices de Santa Isabel que el pintor solía frecuentar a menudo. Pero esto no sirve para explicar la escena de
segundo plano. Trate sobre lo que trate, estamos ante una de las mejores pinturas, en la que Velázquez ha
sabido dar sensación de movimiento, como se aprecia en la rueca de la izquierda, cuyos radios no vemos, y en la
figura de la derecha que devana la lana con tanta rapidez que parece que tiene seis dedos. También hay que
destacar el efecto atmosférico, es decir, la sensación de que entre las figuras hay aire que distorsiona los
contornos y hace que las figuras estén borrosas. La pincelada no puede ser más suelta,
utilizando manchas como en el caso del gato o el rostro inacabado de la mujer del centro, que está a
contraluz. La luz viene de la derecha, siendo admirable que con tan limitado colorido se obtenga esa excelente
luminosidad. El artista consigue anticiparse al Impresionismo en 250 años. Los añadidos posteriores en los
cuatro lados hacen la obra más grande pero no menos interesante.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura
barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores
españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras
extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas
pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens,
Velázquez es el máximo representante de esta última escuela.
Datos del autor/Otros datos de interés: Diego de Silva y Velázquez (1599-1660) es, junto con Bernini y
Rubens, el máximo exponente del Barroco. Dominó todos los géneros: retrato, cuadros religiosos, bodegones,
paisajes…
La obra de Velázquez capta la naturaleza, la luz y el movimiento y los retrata con equilibrio y serenidad. A lo
largo de sus obras, podemos decir que Velázquez fue capaz de sintetizar los estilos del XVI y XVII, el
renacimiento romano y la escuela veneciana, el tenebrismo, el barroco flamenco y el naturalismo hispano.
Hasta 1618 aprendió en el taller de Francisco Pacheco y se casó con su hija Juana. En 1623 marchó a Madrid
como pintor de cámara del rey. Realizó dos viajes a Italia en 1629 y en 1649. Allí entró en contacto con el arte
renacentista y barroco italiano. Tras este viaje pintó La fragua de Vulcano. De su segundo viaje, destaca su
retrato de Inocencio X y la Venus del espejo.
Discreto en su vida privada, poco más se sabe de él, tal vez se puede destacar su aspiración por obtener algún
título del rey, consiguiendo, al fallecer, pertenecer a la Orden de Santiago.
El cuadro que estamos analizando es de su etapa de formación, entre los que también destacan El aguador de
Sevilla o La Adoración de los Magos.
De sus primeros años en Madrid, destaca los numerosos retratos que hizo de la Corte,- como los retratos de
Felipe IV,- o los cuadros que hizo también por encargo del monarca, como Los Borrachos o el Triunfo de Baco
Tras sus viajes a Italia, su pintura se haga más suelta, sus figuras pierden rigidez, el espacio se llena de aire,
presagiando la perspectiva atmosférica y se colorea de grises, ocres y verdes suaves y armónicos. Vuelven a
destacar en esta época sus retratos de Corte,- El Príncipe Baltasar Carlos a caballo , El Conde-Duque de Olivares y
sus retratos de Felipe IV,- y también los retratos que hizo de personajes humilde de la Corte,- El niño de Vallecas
o Pablillos de Valladolid,- su Cristo crucificado o La rendición de Breda o Las Lanzas.
Pero, sobre todo, destacarán dos de sus obras cumbres: Las Meninas y la obra que estamos estudiando: Las
Hilanderas o La Fábula de Aracne, obras que marcan la consolidación del autor y nos muestran la cima de su
pintura.
BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO
LÁMINA 82. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. FAMILIA DEL PAJARITO. Museo del Prado. Madrid.
LÁMINA 83. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. VISIÓN DE SAN ANTONIO. Catedral de Sevilla.
LÁMINA 84. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. SAN FRANCISCO ABRAZANDO AL CRUCIFICADO. Museo de
las Bellas Artes. Sevilla.
LÁMINA 85. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. SANTA ISABEL CON LOS TIÑOSOS. Museo del Prado.
Madrid.
LÁMINA 86. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. INMACULADA CONCEPCIÓN DE EL ESCORIAL. Museo del
Prado. Madrid.
LÁMINA 87. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. EL BUEN PASTOR. Museo del Prado. Madrid.
• LÁMINA 88. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. NIÑO PORDIOSERO. Museo del Louvre. París.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Joven Mendigo
Lugar: Museo de Louvre de Paris
Datación: 1650
Autor: Bartolomé Esteban Murillo
Estilo:Pintura barroca española
ANÁLISIS FORMAL
Técnica y soporte : Oleo sobre lienzo 134 x 110 cm
Describir lo que representa: La primera de estas representaciones de estos golfillos urbanos es este Joven
mendigo del Louvre. Aparece un mendigo vestido con harapos, que se concentra en su ropa apretada entre las
manos. Se cree que está despiojándose. Tiene los pies sucios. Puede ser un mendigo o más bien un pícaro de los
que aparecen en las novelas el Lazarillo de Tormes o las Ejemplares de Cervantes.
Por todo acompañamiento, Murillo pinta un cántaro de barro y un cesto con manzanas. En el suelo, restos de
camarones u otros crustáceos. Forman un bodegón por sí mismos. Gracias a ellos, demuestra su gran capacidad
para pintar diferenciadamente materiales y texturas. La escena está iluminada con un fuerte claroscuro propio
de la época barroca, de influencia caravaggista. La luz proviene de la ventana que queda a la izquierda e incide
plenamente en el cuerpo sentado del chico, dejando en penumbra el resto de la estancia.
La composición está dominada por ejes diagonales, lo cual es típicamente barroco. En cuanto al cromatismo,
dominan los colores amarillentos y castaños, desde los más claros hasta los oscuros, casi negros.
COMENTARIO
Introducción histórica y características generales del arte barroco: El barroco es un estilo que se gesta a fines
del siglo XVI y se extiende durante todo el siglo XVII por diferentes países europeos, hasta principios del XVIII.
En esta época, la historia europea se complica.
El imperio español decae, aunque no así su arte, que vive una auténtica edad dorada.
Francia será el nuevo país hegemónico. Los Países Bajos consiguen su independencia de los españoles. En este
nuevo mundo, todo es cambiante, todo está en movimiento. Esto es, precisamente, lo que busca el nuevo arte:
expresar estos movimientos y contrastes en los que estaba sumido el hombre de esta época.
El arte sirve también a los nuevos poderosos de la época: al Papa de Roma y a los reyes absolutistas, cuyo
ejemplo más destacado será el caso del rey francés Luis XIV. Estos nuevos señores convierten las ciudades en
un teatro donde se expone su poder, siendo sobre todo de gran utilidad para la iglesia católica surgida de la
Contrarreforma, que utiliza el arte para resaltar su oposición a la sobriedad de los templos protestantes.
Por otro lado, en los Países Bajos, arropado por la nueva libertad, por los ricos comerciantes y por esa iglesia
protestante, surge un arte más intimista y menos ostentoso, que se manifiesta, sobre todo, en la pintura.
Características generales de la pintura barroca española: Al contrario de lo que pasó con la escultura, la pintura
barroca española estuvo abierta a la influencia del exterior, sobre todo de Italia y Flandes. Los pintores
españoles viajan a Italia y los italianos también nos visitan; la nobleza y la monarquía española compran obras
extranjeras que son estudiadas por nuestros pintores. Este hecho permite que se desarrollen dos escuelas
pictóricas: el naturalismo tenebrista inspirado en Caravaggio y el realismo barroco influenciado por Rubens,
Velázquez es el máximo representante de esta última escuela.
Datos del autor/Otros datos de interés: Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682) nació en Sevilla, donde vivió la
mayor parte de su vida. De una generación posterior a Velázquez, no quiso vivir en la Corte,- aunque la visitó,ni ir a Italia, pero se familiarizó en el arte europeo a través de las obras que se encontraban en Sevilla. En 1660
fundó la Academia del Arte de la Pintura en la que enseñaba dibujo. Su vida familiar fue triste, ya que quedó
pronto huérfano y, una vez casado, vio morir a varios de sus hijos y también enviudó pronto. Por otro lado, gozó
de fama en vida y aún podemos decir que es uno de los pintores que más popularidad han alcanzado dentro y
fuera de España, sin duda alguna debido a que su pintura delicada y suave coincide con el gusto imperante en
toda Europa en el siglo XVIII. Murillo, no pintará santos ascetas y viriles, su pintura se acerca más a lo familiar,
al intimismo. Sus primeras pinturas estuvieron influidos por Zurbarán y sus cuadros son realistas, con una luz
muy marcada por el tenebrismo.
A partir de la mitad de siglo el uso de la luz se hace más generalizado y su colorido se enriquece. Destaca de esta
época los Milagros de San Diego Alcalá y la Sagrada Familia del Pajarito.
Con el tiempo, el tenebrismo desaparece de sus pinturas, la pincelada se hace más suelta y los colores más
brillantes. Destaca de esta época La visión de San Antonio.
Su estudio del color seguirá avanzando, haciéndose transparente y difuminado. Destacan de estos momentos
obras tales como San Francisco abrazado al crucificado o La adoración de los pastores y Santo Tomás de
Villanueva repartiendo limosna.
Pero será conocido, sobre todo, por la delicadeza de cuadros religiosos como su Inmaculada o su serie de
cuadros que reflejan a niños pobres, como sus Niños comiendo pastel o este Joven mendigo que estamos
analizando.
Se ha apuntado la posibilidad de que esta obra fuera un encargo de mercaderes extranjeros en Sevilla, dado el
gusto flamenco por las obras de género que reflejan la vida cotidiana. Igualmente, se ha indicado la posibilidad
de que se pintara por influencia de los franciscanos, para quien Murillo solía trabajar, y sus teorías sobre la
caridad.
LÁMINA 89. BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. LA LECHERA DE BURDEOS. Museo del Prado. Madrid.
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