Acciones que competen al Ministerio Público ()ara hacer efectiva la

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Acciones que competen al Ministerio Público ()ara hacer
efectiva la responsabilidad de los funcionarios públicos.
Los juicios de enriquecimiento ilícito r la actuación del
Ministerio Público
La Constitución de la República trata sobre el MinisterIO
Público en el Capítulo IV del Título VI, señalándole sus atribuciones en el artículo 220, las cuales son del tenor siguiente:
1'.', )
Velar por el respeto de los derechos y garantías constitu·cionales;
2'.' ,)
Velar por la celeridad y buena marcha de la administración
de justicia y por que en los Tribunales de la República se
apliquen rectamente das leyes en los procesos penales y
en los que estén interesados el orden público y las buenas
costumbres;
3",)
Ejercer !Ia acción penal en los casos en que para intentarla
o lH'oseguirla no fuere necesario instancia de parte, sin
perjuicio de que el Tl'ibunal IH'oceda de oficio cuando lo
determine 'l a Ley;
4",)
Velar pOI' el conecto cumplimiento de las leyes y la garantía de los derechos humanos en las cál'celes y demás
Establecimieiltos de Reclusión; y
fí'.',)
Intentar .Jas acciones a que hubiere Ilugar p.ara hacer efectiva la responsabilidad civil, pena'l, administrativa o disciplinaria en que hubieren incunido los funcionarios públicos con motivo del ejercicio de sus funciones,
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,
Concretándose al objetivo de esta exposición se ha de hacer
un estudio del numer~l 5~ del artículo 220 de la Constitución.
La mencionada disposición constitucional faculta aJl Ministerio
Público para hacer efectiva ,la responsabilidad civi'l, penal, administrativa o disciplinaria en que hubieren incurrido los funcionarios públicos con motivo del ejercicio de sus funciones. Es
decir, el Ministerio Público es titular de cuatro acciones, una de
ellas, la penal, es de todos conocida, pues siempre ha sido una
de sus atribuciones, las otras tres son innovaciones traídas por
la novísima Constitución de 1961. A e'lla me limitaré.
R esponsabilidad ci1ril de los fun ciona1'ios púbi-icos.
El Fiscal General de la República, como Titular del Ministerio PúbHco, tiene 1a función de defender los intereses patrimoniales de la Nación o el Fisco, cuando éstos debido a la actuación de un funcionario en ejercicio de sus funciones, se vean
perjudicados. N o se trata aquí sotamente de .Ja responsabilidad .
cÍ\nil subsidiaria de 'la penal, sino que abarca la "ilicitud civil"
contemplada por la Ley contra el Enriquecimiento Hícito de
Funcionarios o Empleados Públicos.
Esta Ley, en su .artículo 27 asienta: "el enriquecimiento
ilícito tiene lugar cuando el funcionario o emp1eado público,
durante e'I desempeño de su cargo o dentro del aIio siguiente a su
cesantía se encontrare en posesión de bienes, sea por sí o por
interpuesta persona que sobrepasen notoriamente sus posibilidades económicas".
En acatamiento al mandato Constituciollal los juicios por
enriquecimiento iHcito cOlTesponden intentarlos al Titular del
Ministerio Público.
La Comisión Investigadora Contra el Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios o Emp'leados Públicos es el organismo encargado de abrir las averiguaciones contra funcionarios públicos
en Ilos siguientes casos:
1".)
Cuando hubieren incurrido en la comisión de cualquiera
de Jos delitos previstos ell ,los artículos 195 al 199 illclusive
y 205 del Código Pena'l ;
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2".)
Cuando hubieren incurrido en faltas sancionadas por las
leyes fiscales; y
3".)
Cuando hubieren erogado cantidades que excedan de sus
posibi'lidades económicas o acumularen l'iquezas en el exterior.
Tramitada la averiguación en cuestión por la Comisión Investigadora, ésta de conformidad con el artículo 22 de la Ley de
la materia, decide si ,los hechos averiguados están probados o
nó. Si no resultaren probados cerrará la averiguación y si resulta
lo contrario, ha de proceder así:
Si aparecieren fundados indicios de que el funcionario o
empleado ha cometido alguno de 'los delitos previstos en los artícu~os 195 al 199 indlusive y 205 del Código Penal solicitará del
funcionario competente que ejerza el lVIinisterio Público el enjuiciamiento correspondiente.
Si de las .actuaciones apareciere que el funcionario o empleado ha incurrido en cualesquiera de los hechos previstos en
el numeral 7" del artículo 172 de la Ley Orgánica de la Hacienda
Naciona~ se remitirán las actuaciones a'l Contralor Gener,al de
la República.
Si solamente existieren fundados indicios de enriquecimiento
ilícito por parte del funcionario o empleado público se remitirán
las actuaciones al Procurador Genel·,a.] de la República (hoy al
Fiscal General) a objeto de que intente 'las acciones cOlTespondientes.
El :Ministerio Público no está de acuerdo con lo dispuesto en
esta disposición legal por considerarla inconstitucional, toda vez,
que cdlide con el numeral 5" del artículo 220 de .]a Constitución
y por eJlo 11a Fisca1ía GeneraI de 'la Repúb'lica ha solicitado de la
Corte Suprema de Justicia, en Sala Plena, 'l a nulidad de la dis',
posición antes transcrita, así como también la del numeral 3" del
artículo 3" de la misma Ley contra cl Enriquecimiento Hícito que
faculta a 'la Comisión para declarar la procedencia o no de las
denuncias.
Es criterio de la Fiscalía Generaol de la República que correspondiendo a'l Ministerio Público vela l' por la exacta obse¡'vancia
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de la Constitución y Leyes de la República y de que Ia Constitución ha investido a su representante de la suficiente capacidad de
apreciación para que pueda actuar con entera responsabilidad,
libre de interferencias e imposiciones en el cumplimiento de su
alta y delicada misión, evitando en esta forma que se vea convertido en instrumento ciego de otros organismos o personas, que
esté obligado a intentar acciones de la naturaleza indicada contra
los funcionarios públicos, sin previo análisis, cada vez que sea
requerido a ello, aún cuando a su juicio no existan bases juridicas p.ara proceder judicialmente.
Responsabilidad administmtiva de los funcionarios.
Por mandato constitucionall este tipo de a.cción también col"responde intentarla ' a la Fiscalía General de la República, requiriéndose igua'! que para la civil, que haya causado un daño
o perjuicio aI patrimonio nacional, que ese daño haya sido causa.do por un funcionario público y que éste 10 haya causado en
ej ercicio o con motivo de. su actuación en · el. cargo.
Ha sido criterio de la Fisca'lía General que no solamente le
corresponde ejercer la acción por responsabilidad administrativa
a que haya 'lugar, sino que también le corresponde decidir si un
empleado o funcionario público es o no responsable administrativamente. Si ~I Titular del Ministerio Público no tuviere esta
facultad, estaría en la obligatoriedad de intentar Ia acción, haciéndose nugatoria la facuqtad de apreciación que le da la Constitución. Por esta razón y con los mismos fundamentos ya expuestos el ciudadano Fiscal Gener,al de la República solicitó ante
la Corte Suprema de Justicia la nulidad del numeral 7~ del artículó 172 de la Ley Orgánica de la Hacienda Nacional por colidir
con dI numeral 5" del artículo 220 de la Constitución de la República.
Respousnbilidad disciplinar ia de los fun ciouarios.
El ejercicio de esta acción también lo confiere la disposición
de la Constitución al Ministerio Público. Se estima que su ejercicio se hace dificultoso para el Fiscal Genera1, por que la mayoría de las faltas de 'los funcionarios públicos que ameritan una
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sanclOn disciplinaria, quedan en la Oficina, son resueltas internamente por el Superior Jerárquico.
El artículo 221 de la Constitución establece: "las autoridades
de la República prestarán al :M inisterio Público 'l a colaboración
que éste requiera para &1 mejor cumplimiento de sus funciones".
Cuando el Ministerio Público no obtiene de los funcionarios o
emp'leados públicos la colaboración que de ellos requiera, puede
imponer ,a ellos las sanciones disciplinarias a que hubiere lugar.
Se ha de concluir la primera parte de esta exposición resaltancIo tres puntos fundamentales:
Primero: De conformidad con el numeral 5'! del artículo
220 de la Constitución el ejercicio de las acciones para hacer
efectiva ola responsabilidad civÍ'l, penal, administrativa o disciplinaria en que hubieren incurrido los funcionarios públicos en el
ejercicio de sus funciones corresponden al Ministerio Público;
Segundo: Dentro del Ministerio Público la persona facultada para decidir si ha o no lugar a intentar una acción, es su
Titular, el Fiscal General de 'la República;
T ercero: Como consecuencia 'lógica de la anterior conclu·
sión, cuando a cualquier Fiscalía del Ministerio Público lleguen
expedientes relacionados con funcionarios públicos remitidos por
Despachos, Organismos o Institutos, deben ser enviados de inmecliato a ·la Fisca'lía General para su decisión por el Titular sobre
si procede o no intentar alguna acción.
La segunda parte de esta exposición trata sobre los juicios
por enriquecimiento ilícito y .la intervención en ellos del Ministerio PÚÍJlico.
EoI Enriquecimiento I'lícito de los Funcionarios o Emp'leados
Públicos. escapa al CÍrculo de 'las ca'lificaciones jurídicas tradicionales.
Dentro del ámbito del derecho privado el Enriquecimiento
Ilícito puede constituir una de ,las formas del p-nriquecimiento
sin causa, susceptible de justificar la restitución.
La Ley Contra el Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios
o Empleados Públicos vigente fue promu'l gada el 18 de octubre
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de 1948 Y publicada en la Gaceta Oficial de los Estados Unidos
de Venezuela N" 211 Extraordinario de la misma fecha.
Se refiere dicha Ley, a lo que ella denomina Enriquecimiento
Ilícito en su artÍcu10 27, el cual tiene augar cuando el funcionario
o emp~eado público, durante el desempeño de su cargo o dentro
del ,año siguiente a su cesantía se encontrare en posesión de bienes pOi" sí o por interpuesta persona, que sobrepasen notoriamente sus posibilidades económicas.
La prueba de la licitud del emiquecimiento corresponde
siempre al funcionario o empleado investigado, quien debe probar
además sus condiciones personales (artículo 28).
En este tipo de juicios puede suceder que el investigado no
aporte pruebas suficientes de 'la licitud del incremento de su patrimonio, sin que a su vez surja de la investigación la ejecución
de actos que revelen faJIta de probidad en el desempeño de su
cargo, pero de acuerdo con la Ley se le cons'iderará incurso en
emiquecimiento ilícito, con base al hecho de la posesión de un
patl"Ímonio no justificado.
Igualmente puede suceder que el incremento sufrido por el
investigado, no justificado, no sobrepase notoriamente sus posibilidades económicas, pero esté demostrada la ej ecución de actos
que revelen falta de probidad por parte del funcionario investigado y que esos actos guarden relación adecuada con dicho incremento, en este caso, también prosperaría la declaratoria de
enriquecimiento ioJícito.
Como se expuso al comienzo, las averiguaciones que dan
origen a 'los juicios por emiquecimiento ilícito, las realiza la Comisión Investigadora, levanta un expediente con . todos los recaudos obtenidos. Este expediente !lega a Ila Fiscalía General pa'ra
su estudio y decisión.
Si el ciudadano Fisca'l General considera que existen pruebas
suficientes de que el investigado está incurso en enriquecimiento
ilícito, ordena su procesamiento.
Las demandas por enriquecimiento ilícito corresponde intentarlas ,al Fiscal General de la República quien lo hace por ante
el Juez de Primera Instancia en lo Civi'l de la Jurisdicción, me-
. 1,\
n. -
,10-
"i
diante libelo, en el cual se expresan las circunstancias exijidas
por el .artículo 237 del Código de Procedimiento Civil y se señalan las funciones o empleos públicos desempeñados por el demandado y las fechas de toma de posesión y de cesantía o h'ansferimiento, acompañándose Ilas actuaciones realizadas por la Comisión Investigadora ~' ,l as que hubiere realizado 'la Fiscalía.
La tramitación del proceso se hace siguiendo las normas estableciclas en el Código de Procedimiento Civil, con algunas ex·
cepciones, entre las cuales citaré:
Si el demandado no concurre a la contestación de la demanda, ésta se estima contradicha.
Si en la oportunidad de celebrarse 'la contestación, se oponen
excepciones, éstas serán resueltas en definitiva.
La decisión debe recaer en el décimo quinto día después de
haber dicho vistos el Juez que conozca de 'la causa.
La ,apelación se hará por ante la Corte Suprema de Justicia
en el término de cinco días hábiles.
Punto de vital importancia es la prueba. Conviene advertir
que las pruebas que suministra 'la Comisión Investigadora deben
ser ratificadas en el .i uicio, pues la Ley Contra el Enriquecimiento
Ilícito estab'lece que el Juez que conozca de 'la causa poc]¡'á atribuirle fuerza probatoria a dichos recaudos.
La actuación de 'los representantes del Ministerio Público
en esta clase de juicios debe estar respaldada por un Oficio Poder
otorgado por el Fiscal General p,ara cada caso en particu'l ar, de
conformidad con la Ley de la P¡'ocuraduría de la Nación y del
:Ministerio púb1ico.
Cuando el enjuiciamiento sea contra el Presidente de la República, Minish'os del Despacho, Fiscal Generall, Procurador,
Contralor de ,la República, etc., dispone el artículo 65 de la Ley
Contra el Enriquecimiento Ilícito que la Corte Suprema de Justicia conocerá en única ' instancia de dicho procesamiento. Se
estima que esta disposición ha sido derogada por la Co'n stitución
de Ila. República, a'1 establecer ella en los numerales 1" y 2'1 del
artículo 215, como atribuciones de la Corte Suprema de Justicia
las siguientes:
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1'!.)
-.
9" )
Declarar si hayo no mérito para el enjuiciamiento del Presidente de la República o quien haga sus veces Y. en caso
afirmativo. continuar conociendo de la causa. previa autorización del Senado hasta sentencia definitiva;
Declarar si hayo no méritos para el enjuiciamiento de los
miembros del Congreso o de la propia Corte. de ~os Ministros e1 Fiscal Gener~l. el Procurador General o el Contralor
•
•
General de la República. los Gobernadores y Jefes de 1\11siones Diplomáticas de la República. Y. en caso afirmativo
pasar los autos a:l Tribunal ordinado competente. si el delito
fuere común. o continuar conociendo de la causa hasta sentencia definitiva. cuando se trate de delitos políticos. salvo
'lo dispuesto en el artículo 144 con respecto a los miembros
del Congreso.
Suscintamente me referiré al ejercicio de 'la acción penal
contemplada por la citada Ley Contra el Enriquecimiento Ilícito.
EstalJlece expresamente dicha Ley que para el enjuicia- '
miento de las person.as que incunan en los delitos previstos en
los artículos 195 al 199 inclusive y 205 de1 Código Penal no se
aplicarán las disposiciones establecidas en el Capítulo lII. Título
Tercero del Libro Tercero del Código de Enjuiciamiento Criminal,
,\' en su 'l ugar se aplicará el procedimiento especial que establece
el Título Quinto de la propia Ley (artículo 47).
La misma Ley indica que son aplicables para dicho procedimiento especial ,las disposiciones generales del Título Prelimin.ar d~1 citado Código. las del Libro Primero, o sea, las normas
conespondientes a la formación del sumario; y las del Título
Primero, Capítulo I del Título Segundo del Libro Segundo del
mismo Código, o sea, las referentes al comienzo del juicio plenario con las disposiciones relativas a los defensores y fiscales,
a .Ia fOI'mulación del escrito de cargos y fijación de la audiencia
del reo y a la lectura del escl'ito de cargos, demiís achlS sumariales y la contestación del reo (artículo '¡S),
Se ha de resaltar que para las nccioncs tmlto civil como
penal contempladas por la Lc,\' Contra el Enriquecimiento Ilícito,
se fUa como p'lazo para su ejercicio el término de seis mios, pl'sado dicho término la acción IH'cscl'ibil'ú,
-
,12-
,
..
En relación con lo aquí tratado, la Fiscalía General de la
República para su mejor ilustración dispuso sacar copias multigrafiadas del libelo de demanda de nulidad intentada por ante
la Corte Suprema de Justicia a fin de hacérsela llegar en este
acto.
Igualmente se recuerda a ustedes que 'la intervención del
Ministerio Público en los juicios de Enriquecimiento Ilícito es
total, por tanto en todos y cada uno de sus actos se debe estar
presente y actuar en forma eficaz para así defende1' mejor los
intereses supremos de 'la Nación Venezolana que nos han sido
confiados. La Fiscalía General conocedora de la importancia de
estos juicios, los mantendrá informados de 'las diferentes decisiones que sobre esta materia dicten los Tribunales de la República.
Caracas, Diciembre de 1963.
En Caracas a !los dieciocho días del mes de diciembre de mil
novecientos sesenta y tres, siendo las once de la mañana se
reunieron en el Círcu'Jo de las Fuerzas Armadas, los suscritos
doctores Luis Alberto León Gutiérrez, Francisco García Monsant,
Vertilio J. Va-lecillos, Eloy Jesús Romero, Luis R. Villegas A.,
Juan Manuel Brito lVIarcano, Gilberto Grippa Acuña, Ida de
Montes, Angel Daniel Delgado, Carmen Aída Díaz Ramírez, José
Dolores Chávez, Carlos Briceño Vásquez, Gonzalo Nieto y Miguel
Rojas Herrera, componentes de la Comisión nombrada por la
Segunda Convención de Fiscales del Ministerio Público de 'la República de Venezuela para el estudio del Tema: "Acciones que
competen al Ministerio Público par,a hace l' efectiva 'la responsabilidad de 'los funcionarios públicos. Los juicios de Enriquecimiento Ilícito y ,la actuación del Ministerio Público". La Dirección de -la Comisión estuvo a cargo de los dos abogados nombrados en primer término y se dió comienzo al debate con la
lectura de 'la Exposición a que se contrae el Temm·io. Se nombró
como componentes de la Comis'ión rellatora a los doctores lela de
Montes, Abogado Carmen Aída Díaz Ramírez y Juan Manue'l
Brito Marcano. El tema objeto de estudio por parte de la Comisión fue debatido suficientemente, interviniendo en dicho de-
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,
b.ate la totalidad de sus componentes. Se acordó por unanimidad
aprobar el texto presentado por ,la F.iscalía General de 'la República en todas sus partes, por considerarlo ajustado a ,los nuevos
principios que orientan al Ministerio Público en el ejercicio de
las funciones que le competen conforme a 'la Constitución y Leyes
de 'la República. Los componentes de la Comisión resaltan la solidaridad de criterio con lo expuesto por ,la Fiscalía Genera'l de
la República en el trabajo objeto de este estudio relacionado con
los juicios por Enriquecimiento I'lícito y con el ejercicio de ~as
acciones que por responsabilidad civil, administrativa y disciplinaria corresponden al Ministerio Público conforme a expresas
normas constitucionales. Terminó, se leyó y conformes firman:
Ve1·tilio J. Valecillos.
Eloy Jesús Romero.
Luis R. Ville[Jas A.
Juan Manuel Hrito jW(u·cano.
Gilbe1·to Gri1J1)(¿ Acuña.
Id(¿ de Montes.
Angel Daniel Delgado.
Cannen Aída Díaz Ramí1·ez.
José Dolores Chavez.
Carios B1·iceño l'úsquez.
Gonza.lo Nieto.
Mi,quel Rolas Herrera.
Luis Alberto L('ón Gntiérrez.
Francisco GarGÍa. Monsnnt.
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