LA CIENCIA, LOS AVANCES TECNOLÓGICOS Y LA CALIDAD DE

Anuncio
LA CIENCIA, LOS AVANCES TECNOLÓGICOS
Y LA CALIDAD DE VIDA.
GARCÍA, Alejo Nicolás
Instituto Federico Brandsen, Brandsen, Buenos Aires
Profesor guía: MAGNANI, Carlos
INTRODUCCIÓN.
El avance científico y tecnológico alcanzado en lo que va del siglo, supera a todo lo
realizado anteriormente por el hombre. Cosas cuya existencia eran consideradas imposibles
en el siglo pasado, hoy forman parte de nuestra vida cotidiana: el automóvil, la televisión,
las computadoras, los fármacos, etc. Desafortunadamente, la investigación científica
también ha contribuido a la producción de artefactos con gran poder destructivo que van
desde sofisticadas armas convencionales hasta la temible bomba atómica, pasando por toda
una variedad de armamento no convencional como las llamadas armas químicas, biológicas
y psicológicas.
DESARROLLO.
En la actualidad, los críticos más tenaces de la ciencia parten precisamente del
aspecto negativo del quehacer científico: la aplicación de la ciencia para producir artefactos
que causen la mayor destrucción posible. Es, ya factible, la aniquilación total de la especie
humana y la degradación absoluta de la biosfera terrestre. De ahí que surja la equivocada
conclusión de que la ciencia sólo traerá males a la humanidad y que, por tanto, se hace
necesario prescindir de ella. En Estados Unidos de Norteamérica y en Europa Occidental se
han organizado numerosos grupos y asociaciones políticas que avalan esa postura. Su
posición no es del todo injustificada, pues una gran parte de la investigación científica se
orienta precisamente hacia aplicaciones militares.
Si bien estos datos acrecientan el temor de un destino trágico para la humanidad, no
por ello debe restarse importancia al efecto positivo que la aplicación de la ciencia ha
tenido en muchos terrenos tales como: mayor producción y calidad de alimentos, desarrollo
de fuentes de energía, fabricación de medicamentos, educación, planificación económica.
En fin, la orientación adecuada de la investigación científica y tecnológica ha contribuido
enormemente a posibilitar la elevación de la calidad de vida humana.
Este aspecto positivo de la ciencia es particularmente importante para un país como
el nuestro donde, en el presente, tenemos que importar variadas cosas que se podrían
producir en nuestro país. Argentina, cuenta con suficientes recursos naturales y humanos
como para iniciar un proceso de grandes transformaciones económicas y sociales que se
traduzcan en mejores niveles de vida para todos sus habitantes. En la base de este proceso,
la ciencia y la tecnología deben ocupar un lugar preponderante.
La ciencia es importante porque ha manifestado su trascendencia al mejorar la
calidad de vida de la gente, sobre todo a partir del siglo XX. Por ejemplo, el incremento de
la investigación científica y los avances en la medicina, como el descubrimiento de la
penicilina y algunos otros factores, han hecho que la calidad de vida mejore notablemente.
Sin embargo, no significa que si un país invierte en ciencia, mejorará su bienestar general,
aunque haya ejemplos que hagan sospechar que es así.
Los acelerados, profundos y generalizados cambios que ha vivido la Humanidad en
las últimas tres décadas encuentran una de sus causas determinantes en la articulación cada
vez más estrecha, orgánica, entre desarrollo científico, avances tecnológicos y su aplicación
en la esfera de la producción, distribución y consumo de bienes y servicios. En la economía
mundial ocurre una globalización de los mercados, caracterizada por una competencia
creciente, que presiona hacia la búsqueda de tecnologías basadas en conocimientos
científicos, cuya incorporación al sistema productivo permite reducir costos, mejorar la
calidad, ahorrar energía y materias primas escasas, a la par que aumentar la productividad
de la fuerza de trabajo. En la última década, la economía internacional experimentó
cambios estructurales derivados de fuertes ondas de innovación tecnológica y avances
científicos, y de cambios organizativos e institucionales.
La economía de las sociedades modernas depende cada vez más de la innovación
científica. En las sociedades avanzadas son, por tanto, la ciencia y la innovación
tecnológica motores claves de la economía.
Sin embargo, en un país como el nuestro parece que hay una grave incomprensión
de la ciencia misma y de su papel social, quizá motivado por el escaso nivel educativo de
un amplio sector de la población, y magnificado por el aislamiento secular de la ciencia
respecto de la sociedad. La ciencia es a menudo vista como amenazadora, como
provocadora de grandes crisis sociales, por su contribución a la carrera de armamento y al
deterioro del medio ambiente.
Ante esta situación de la ciencia como motor de la economía por una parte, y de
poco entendida por otra, es fundamental que la ciencia sea comprendida en su dimensión
real por todos los actores sociales. Dos son los aspectos claves que han de ser entendidos
sin inconvenientes por la sociedad:
1. La ciencia es una actividad humana cuyo fin es avanzar en el conocimiento del
Universo y de todo lo que contiene, incluyendo las relaciones sociales, su vertiente
económica, cultural y la historia de éstas.
2. La ciencia es hoy en día un factor determinante del empujede las economías
avanzadas, un agente importante en la creación de empleo, y un elemento que inyecta
ilusión a la sociedad.
Sobre el primer aspecto, el más conocido, el fin de la ciencia es el avance del
conocimiento en todas sus partes. El segundo aspecto es menos conocido, a pesar de que
varios estudios demuestran que, en las economías avanzadas, la ciencia y la investigación
científica son una fuente importante de riqueza nacional. Y me refiero no únicamente a la
ciencia aplicada, sino también a la ciencia básica, incluyendo las ciencias sociales.
La ciencia y la tecnología son determinantes para el sostenimiento y la mejora de
los servicios que requiere la sociedad, tales como la salud y la educación, los que con la
vivienda, el empleo y la alimentación, inciden directamente en la calidad de vida y el
bienestar; son imprescindibles para lograr el desarrollo de un país, y que a través de su
fortalecimiento institucional se elevarán progresivamente los niveles de competitividad.
CONCLUSIÓN.
Se hace necesario, en este tiempo y lugar, revalorar la ciencia y su función para
darle la importancia que debe tener como factor primordial de desarrollo social. La ciencia
no sólo contribuye a mejorar el aprovechamiento de los recursos materiales, sino además,
un elemento central en la cultura de una sociedad. La ciencia no es sólo un conjunto de
teorías y métodos para hacer ciertas cosas, sino también una concepción del mundo y de
nosotros mismos. Entendida en el más amplio sentido, la ciencia complementa y vigoriza
las concepciones estéticas y éticas del hombre.
Debemos convencernos de que la ciencia no es un lujo ni una actividad de la cual se
puede prescindir;.por el contrario, es un elemento de primera importancia para el desarrollo
social.
Por primera vez en la historia, la humanidad posee el conocimiento necesario para
resolver todos los problemas conectados con las bases materiales de la vida. En otras
palabras, el conocimiento científico y tecnológico a disposición de la humanidad, si se usa
racionalmente, puede asegurar que cada ser humano, ahora y en un futuro previsible, pueda
tener un nivel de vida, que no sólo lo provea en sus necesidades básicas materiales, sino
que también le asegure la plena y activa incorporación a su cultura. La miseria y privación
de gran parte de la humanidad no son el resultado inevitable de un incompleto control de
nuestro medio físico, sino del uso irracional de los instrumentos científicos y tecnológicos a
nuestra disposición. Esta verdad elemental es bien conocida por todos los científicos que se
ocupan de los problemas de subsistencia a nivel mundial; si no ha alcanzado todavía la
conciencia de toda humanidad es sólo porque es una verdad que puede poner en peligro el
mantenimiento de un orden internacional y social básicamente injusto.
CITAS BIBLIOGRÁFICAS.
Ø ENCICLOPEDIA FACTA. TOMO 6. CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
Ø Bachelard, Gastón. “La Formación del Espíritu Científico. Bs. As. Siglo XXI. 1974.
Ø Cerroni, Humberto. “Introducción a la Ciencia de la Sociedad”. Barcelona. Grijalbo.
1977.
Ø Kuhn, Thomas. “La Estructura de la Investigación Social”. Bs. As. EUDEBA. 1966.
Ø Internet. www.unesco.org.uy
Ø Internet. www.control-systems.net
Ø El restante material, fue recopilado en un papel borrador
monografía por el autor de la misma.
y volcado en la
Descargar