El Gobierno quiere acabar con el veto policial en la Complutense

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EL MUNDO. MIÉRCOLES 11 DE DICIEMBRE DE 2013
MADRID / EM2
Universidad / Prohibición de acceso a los agentes
El Gobierno quiere acabar con el
veto policial en la Complutense
Cristina Cifuentes inicia contactos con el Rectorado para pactar un nuevo protocolo
de actuación después de recibir informes positivos de la Abogacía del Estado
FERNANDO LÁZARO
La situación es insostenible. El temor policial a que se produzca un
episodio de máxima violencia en
territorio universitario está cada
vez más extendido.
Como recuerdan desde la Policía, en los últimos altercados en la
Facultad de Derecho de la Complutense, si los jóvenes agredidos
«no están listos» y emprenden la
huida, quizá, hubieran podido sufrir agresiones de extrema gravedad vital. «Iban con cascos de moto a agredirles», recuerdan esas
fuentes. Y sobre la mesa un dilema: ¿la Policía tiene que seguir esperando el visto bueno de las autoridades universitarias para acceder al recinto universitario cuando
haya riesgo delictivo, o hay que
orquestar otro mecanismo?
La delegada del Gobierno en
Madrid, Cristina Cifuentes, lo tiene claro. Y por ello ha pedido informes a la Abogacía del Estado.
Ayer, en una entrevista en esRadio, Cifuentes explicó que había
recibido informes de la abogacía
en los que se indicaba que no había norma legal alguna que obli-
gara a la Policía a tener que poner
sobre la mesa una autorización
expresa de las autoridades universitarias para acceder al recinto.
El informe de la Abogacía indica que no hay una «norma clara»
que establezca que la Policía sólo
puede entrar en la universidad si
lo pide el rector, que es una «costumbre» que «se lleva a rajatabla».
Y con ese informe, la delegada
del Gobierno, que se ha reincorporado con brío a la política después
de su baja tras el accidente de moto, ha decidido dar la batalla para
solucionar esta situación.
En los estamentos policiales se
le ha hecho ver que, desde hace
meses, la situación en los entornos universitarios está siendo cada vez más incontrolada. Los especialistas policiales advierten de
la radicalización de los movimientos de ultra izquierda y antisistema, que «tratan de campar a sus
anchas en la universidad y su entorno; y eso que la mayoría de estos radicales no son universitarios», indican fuentes policiales.
Así, la Delegación de Gobierno
está manteniendo reuniones con el
Cristina Cifuentes. / CARLOS BARAJAS
Rectorado de la Universidad Complutense (UCM) para tener «claro»
cuál va a ser la actuación policial
en el caso de que se produzcan incidentes en el interior del campus
universitario, como los
acaecidos el pasado 20
de noviembre en la Facultad de Derecho.
«Estamos teniendo
reuniones con el Rectorado de la Complutense
para tener muy claro
cuáles son las normas
de actuación», indicó
Cifuentes, quien explicó
que la Complutense tiene una situación «muy
peculiar» y que, hasta
hace nada, había una
movilización e incluso
se intentaba entrar al
Rectorado para «pegar»
al rector.
En declaraciones a
esRadio, recordó que
estas reuniones se iniciaron hace unas semanas, cuando se desarrolló la última huelga en
Educación. En Somosaguas, entonces, se registraron incidentes con grupos que montaron barricadas y no dejaban entrar a la gente. «La Policía
Nacional accedió tres metros al
interior del campus» con el fin de
levantar esas barreras y que el
estudiante que quisiera acudir a
clase o a los exámenes pudiera
hacerlo, «y las autoridades académicas pusieron el grito en el cielo porque se había invadido la autonomía universitaria», lamentó
Cifuentes.
La responsable de la Delegación del Gobierno añadió que aunque es «conveniente» tener en
cuenta la opinión de los rectores,
«hay que tener unas normas muy
claras de cuándo puede entrar». Y
es que, en su opinión, «no es lógico que se estén cometiendo delitos y que la Policía no pueda entrar». «Una cosa es permitir la libertad de expresión y el derecho
de manifestación dentro del campus y otra diferente es que haya
conductas violentas», destacó Cifuentes, quien cree que al rector,
José Carrillo, es al que «menos le
tiene que interesar» que se produzcan estos hechos.
La delegada del Gobierno sostuvo que no quiere «responsabilizar
completamente» al rector de lo
que está ocurriendo, si bien consideró que «en algunas ocasiones
se le ha ido un poco de las manos», ya que una cosa es permitir
la libertad de expresión y manifestación y otra que haya conductas
violentas.
Por otro lado, se refirió a las detenciones que se produjeron a raíz
de las agresiones el 20-N en la Facultad de Derecho, y mostró su
«sorpresa» porque el juez les dejara en libertad con cargos dado que
se produjo una «agresión con daños personales altos» y constaban
«antecedentes policiales previos».
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