Impreso por Servicios Entregas Ymanipulados. Prohibida su reproducción. 55 EL MUNDO. MIÉRCOLES 11 DE DICIEMBRE DE 2013 MADRID / EM2 Universidad / Prohibición de acceso a los agentes El Gobierno quiere acabar con el veto policial en la Complutense Cristina Cifuentes inicia contactos con el Rectorado para pactar un nuevo protocolo de actuación después de recibir informes positivos de la Abogacía del Estado FERNANDO LÁZARO La situación es insostenible. El temor policial a que se produzca un episodio de máxima violencia en territorio universitario está cada vez más extendido. Como recuerdan desde la Policía, en los últimos altercados en la Facultad de Derecho de la Complutense, si los jóvenes agredidos «no están listos» y emprenden la huida, quizá, hubieran podido sufrir agresiones de extrema gravedad vital. «Iban con cascos de moto a agredirles», recuerdan esas fuentes. Y sobre la mesa un dilema: ¿la Policía tiene que seguir esperando el visto bueno de las autoridades universitarias para acceder al recinto universitario cuando haya riesgo delictivo, o hay que orquestar otro mecanismo? La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, lo tiene claro. Y por ello ha pedido informes a la Abogacía del Estado. Ayer, en una entrevista en esRadio, Cifuentes explicó que había recibido informes de la abogacía en los que se indicaba que no había norma legal alguna que obli- gara a la Policía a tener que poner sobre la mesa una autorización expresa de las autoridades universitarias para acceder al recinto. El informe de la Abogacía indica que no hay una «norma clara» que establezca que la Policía sólo puede entrar en la universidad si lo pide el rector, que es una «costumbre» que «se lleva a rajatabla». Y con ese informe, la delegada del Gobierno, que se ha reincorporado con brío a la política después de su baja tras el accidente de moto, ha decidido dar la batalla para solucionar esta situación. En los estamentos policiales se le ha hecho ver que, desde hace meses, la situación en los entornos universitarios está siendo cada vez más incontrolada. Los especialistas policiales advierten de la radicalización de los movimientos de ultra izquierda y antisistema, que «tratan de campar a sus anchas en la universidad y su entorno; y eso que la mayoría de estos radicales no son universitarios», indican fuentes policiales. Así, la Delegación de Gobierno está manteniendo reuniones con el Cristina Cifuentes. / CARLOS BARAJAS Rectorado de la Universidad Complutense (UCM) para tener «claro» cuál va a ser la actuación policial en el caso de que se produzcan incidentes en el interior del campus universitario, como los acaecidos el pasado 20 de noviembre en la Facultad de Derecho. «Estamos teniendo reuniones con el Rectorado de la Complutense para tener muy claro cuáles son las normas de actuación», indicó Cifuentes, quien explicó que la Complutense tiene una situación «muy peculiar» y que, hasta hace nada, había una movilización e incluso se intentaba entrar al Rectorado para «pegar» al rector. En declaraciones a esRadio, recordó que estas reuniones se iniciaron hace unas semanas, cuando se desarrolló la última huelga en Educación. En Somosaguas, entonces, se registraron incidentes con grupos que montaron barricadas y no dejaban entrar a la gente. «La Policía Nacional accedió tres metros al interior del campus» con el fin de levantar esas barreras y que el estudiante que quisiera acudir a clase o a los exámenes pudiera hacerlo, «y las autoridades académicas pusieron el grito en el cielo porque se había invadido la autonomía universitaria», lamentó Cifuentes. La responsable de la Delegación del Gobierno añadió que aunque es «conveniente» tener en cuenta la opinión de los rectores, «hay que tener unas normas muy claras de cuándo puede entrar». Y es que, en su opinión, «no es lógico que se estén cometiendo delitos y que la Policía no pueda entrar». «Una cosa es permitir la libertad de expresión y el derecho de manifestación dentro del campus y otra diferente es que haya conductas violentas», destacó Cifuentes, quien cree que al rector, José Carrillo, es al que «menos le tiene que interesar» que se produzcan estos hechos. La delegada del Gobierno sostuvo que no quiere «responsabilizar completamente» al rector de lo que está ocurriendo, si bien consideró que «en algunas ocasiones se le ha ido un poco de las manos», ya que una cosa es permitir la libertad de expresión y manifestación y otra que haya conductas violentas. Por otro lado, se refirió a las detenciones que se produjeron a raíz de las agresiones el 20-N en la Facultad de Derecho, y mostró su «sorpresa» porque el juez les dejara en libertad con cargos dado que se produjo una «agresión con daños personales altos» y constaban «antecedentes policiales previos».