Manejo de la crisis asmática Iván Solarte Rodríguez* INTRODUCCIÓN El asma es una enfermedad que afecta aproximadamente al 10% de la población colombiana. Una de las características de la misma es la presentación de exacerbaciones o crisis, las cuales se distinguen por la presencia de disnea progresiva, tos seca o con expectoración y sibilancias. La severidad de estos síntomas es mayor a la usual y afecta las actividades de la vida diaria, el sueño y el bienestar del paciente. En la mayoría de los casos existe un factor desencadenante, siendo los más frecuentes las infecciones virales, la exposición a alérgenos como frio, polvo casero o pólenes, las infecciones bacterianas de senos paranasales, bronquios o parénquima pulmonar. El identificar y tratar de manera adecuada las crisis redunda en menor tiempo de observación en Urgencias, menor número de hospitalizaciones y una recuperación más rápida del paciente. Los pacientes deben tener la educación suficiente para identificar en forma precoz la presencia de crisis, por el incremento en sus síntomas y por la disminución del flujo pico, y actuar de manera inmediata incrementando las dosis de 2 de acción corta para, según la respuesta, acudir al servicio de Urgencias o continuar el manejo de crisis en casa. Una vez el paciente acude a Urgencias es importante determinar la severidad de la crisis. Hay diferentes propuestas de clasificación de la crisis; todas ellas tienen en común la medición de la función pulmonar con el flujo espiratorio pico (PEF por su sigla en inglés) o con espirometría, de la oxigenación con pulso oximetría o gases arteriales, y de las variables clínicas que incluyen los signos vitales, la utilización de músculos accesorios de la respiración, la presencia e intensidad de las sibilancias, y los efectos de la crisis sobre el habla, la posición del paciente y el estado de conciencia. En la siguiente tabla se presenta una propuesta de la clasificación la crisis asmática, modificada de la publicada en las guías de la iniciativa global para el asma. Disnea Posición Habla Conciencia FR M. accesorios Sibilancias FC FP después de β2 PaO2 al aire PaCO2 SaO2 Leve Moderada Caminando Acostado Párrafos Puede estar agitado Aumentada Rara vez Moderada, fin de espiración < 100 > 80% > 300 L/m Normal < 30 mm Hg > 90% < 90% Hablando Sentado Frases cortas Agitado Aumentado Frecuente Audibles con facilidad 100-120 60-80% 200-300L/m > 60 mm Hg < 30 mm Hg < 90% Severa En reposo Inclinado Palabras Agitado > 30/Minuto Frecuente Usualmente audibles > 120 > 60 < 60% ó < 100L/m < 60 mm Hg 30 mm Hg Inminencia de paro Somnoliento Paradójico No hay sibilancias En Bogotá Además de los puntos presentados en la tabla anterior, vale la pena resaltar que se consideran severas aquellas crisis con PEF menor de 60 L/min. o 50% del esperado para el paciente, las que se asocian a hipoxemia o retención de CO2 y las que comprometen el estado de conciencia del sujeto. En los estudios realizados en la Unidad de Neumología del Hospital Universitario San Ignacio (HUSI), un 20% de las crisis son leves, 60% son moderadas y 20% son severas. Estas cifras pueden variar dependiendo de los criterios utilizados y especialmente del tipo de institución a la cual acude el paciente. En instituciones de atención primaria probablemente la mayoría de las crisis serán leves. La evaluación del paciente se debe realizar en forma rápida y no demorar la atención del mismo. Las siguientes recomendaciones se aplican a todos los pacientes con crisis asmática: • Usar oxígeno suplementario para asegurar una saturación de oxígeno (SaO2) mayor de 90%. • Usar 2 de acción corta por vía inhalatoria aplicada por micronebulizador o inhalador de dosis medida más inhalo cámara. • Usar esteroides inhalados a dosis altas desde el ingreso del paciente. • En casos severos adicionar al 2, bromuro de iprotropio inhalado o micronebulizado. • En casos moderados o severos iniciar esteroides sistémicos por vía oral o endovenosa si se cree que el paciente podría requerir asistencia ventilatoria. • Monitorizar con frecuencia los signos vitales, la SaO2, el flujo pico y los hallazgos del examen físico. • No usar sedantes. Luego del tratamiento inicial se debe evaluar la mejoría del paciente para decidir si es candidato a manejo ambulatorio, hospitalario o en observación. Rodrigo y Rodrigo afirman en sus investigaciones que si el paciente mejora en la primera hora más del 50% del flujo pico inicial, puede ser manejado ambulatoriamente. En la experiencia del HUSI, el índice de Rodrigo y Rodrigo no predice la hospitalización, probablemente porque a pesar de la mejoría de la obstrucción hay persistencia de hipoxemia, que es la principal causa de hospitalización en nuestras series. Se considera que el paciente puede ser manejado ambulatoriamente, si luego de una hora de terminar el tratamiento inicial el sujeto está asintomático, no presenta sibilancias ni hipoxemia y si el valor de PEF es mayor de 300 L/min. Los pacientes con PEF entre 200 y 300 L/min. podrían ser manejados ambulatoriamente si cumplen los demás requisitos, pero se aconseja que permanezcan en observación un tiempo mayor, recibiendo broncodilatadores de acción corta micronebulizados o inhalados. Si en la evaluación posterior el paciente permanece asintomático, se podría manejar ambulatoriamente a pesar del bajo flujo pico. Los pacientes con PEF menor de 200 L/min., pueden tener la posibilidad de manejo ambulatorio si mejoran su función pulmonar y su sintomatología en las horas siguientes de observación. Otros tratamientos: la utilización de aminofilina endovenosa o furosemida micronebulizada, a pesar de tener aceptación en algunos grupos médicos, no se recomienda con base en los hallazgos de estudios clínicos aleatorizados. El sulfato de magnesio endovenoso a dosis de 2 gr en infusión continua en 20 minutos ha demostrado mejorar la función pulmonar en 10% a 15% y disminuir la necesidad de hospitalización en pacientes severos, su uso no se recomienda en casos leves o moderados y tampoco cuando no hay posibilidad de monitorizar de manera adecuada al sujeto. En el momento no se recomienda la utilización de 2 de acción prolongada en el manejo de las crisis de asma. La utilización de 2 o adrenalina por vía parenteral tampoco se aconseja. * Profesor asociado. Medicina Interna y Neumología, Pontificia Universidad Javeriana, Director Departamento de Ciencias Fisiológicas.