Teniendo en mente que siempre uno puede buscar nuevas fronteras, porque para mí no existen barreras, es que comencé a averiguar un poco más sobre los intercambios y las becas que ofrecen algunos convenios que posee la USACH, sobretodo la FAE. Además de eso tuve la suerte de recibir la orientación más valiosa, y digo más valiosa porque es de amigos y compañeros que ya vivieron esta experiencia y también el proceso de postulación. Mi objetivo era claro, quería irme a Brasil en primera opción, siempre he pensado y cuestionado como lo hacen los gobernadores y grandes empresarios para poder administrar una inmensa población (más de 250 millones de habitantes), y obviamente quería alguna universidad del Estado de Sao Paulo, que según distintos rankings son las mejores, y además es el estado, mas grande de Brasil. Un dato un poco anecdótico es que solo la ciudad de Sao Paulo tiene igual número de habitantes que todo Chile. El proceso fue un poco lento de postulación, dado por el ajetreo de la Copa del Mundo, por lo que la paciencia se hizo una de mis mejores amigas. Pero el día que recibí en mi correo la carta de aceptación, fue uno de los que recordaré por el resto de mi vida. Asi comenzó “os sonhos da mina vida” (los sueños de mi vida), como catalogue mi experiencia en el evento de internacionalización de la UNESP, pocos días antes de retornar a Chile. Luego de recibir la carta, bien resumido, fui al consulado brasilero, obtuve la visa y viaje. Llegue a la Gran Ciudad que es Sao Paulo, deslumbrado, me di el tiempo de quedarme una noche para conocer algunos estadios y algunos museos, luego era el día de viajar a la ciudad de Tupa, en donde se encuentra uno de los 32 campus que posee la UNESP en todo el estado de Sao Paulo. Un viaje en bus de 6 horas, con mucho temor por el idioma, pero quieto por la amabilidad de los Paulistas, y los Brasileros en general. Con un maleta de ropa, y una llena de sueños. Llegue a Tupa, a buscar donde quedarme gracias a Dios todo se dio, encontré un departamento pequeño para poder comenzar. Y el lunes directo a clases, desde el inicio me hicieron sentir parte de ellos me hablaban y respondía como podía, pero gracias a eso hoy pude mantener una conversación en portugués bastante fluido, y leer artículos y revistas sin ningún problema, de hecho me traje un libro de recetas para sorprender a mi familia y amigos. El tiempo transcurrió y las evaluaciones llegaban, y cada vez aprendía mas, analizábamos casos y trabajábamos siempre en equipo. La confraternidad que me brindaron fue, la mano que me faltaba para sentirme a gusto tan lejos de Chile. Y asi fue, como llegamos a las segundas PEPs, con confianza en lo que había estudiado y aprendido, las rendí y obtuve muy buenas notas, lo que me permitió no quedarme a dar exámenes y poder conocer un poquito de la hermosura de Brasil. En conclusión, esa fue mi experiencia, cuando fui iba seguro de que Brasil es un buen Benchmark y lo confirme, pero no tan solo en lo político y económico, tan bien en la amabilidad de las personas, de pueblo trabajador que mueve a la nación entera. Solo me queda instar a todos mis compañeros a que se atrevan a vivir la experiencia, y que al principio es difícil, pero luego todo puede mejorar. Además debo agradecer a todas las personas que me ayudaron a cumplir este sueño, en especial a las personas de Brasil, Julien, Alan, Fabio administrativos del campus, y a los profesores Ana Elisa, Renato, Joao, Fabiano y Ricardo. También al personal de Chile, Verónica Yáñez de la DRII, a Verónica Godoy de RR.EE de la FAE, al profe Castañeda que en aquel entonces era Jefe de la RR.EE, al Profesor Tala, a la Srta. Evangelina y si alguien se me queda disculpe pero igualmente agradecido. Victor Vizcarra Cortes