CAPÍTULO 12 Complicaciones del tratamiento en la zona estética Abd El Salam El Askary El fracaso implantario se define como la falla total del implante para el cumplimiento de su propósito (funcional, estético, o fonético) debido a razones mecánicas o biológicas (El Askary y cols., 1999a). Por otra parte, las complicaciones del tratamiento pueden ocurrir por las mismas razones, pero podrían ser reversibles (El Askary y cols., 1999b). Las complicaciones del tratamiento pueden variar desde la fractura de los componentes protésicos hasta una condición inflamatoria transitoria; sin embargo, este capítulo trata las posibles complicaciones en la zona estética, que implica la posibilidad del fracaso debido a razones estéticas. Un implante con osteointegración exitosa aún podría considerarse un fracaso si la prótesis final no proporciona la estética óptima requerida. Dicho fracaso puede deberse a diversas razones, algunas de las cuales son intratables. El resultado estético de una restauración implantosoportada es afectado por cuatro factores principales: (1) la colocación del implante, (2) la condición del tejido blando, (3) la condición ósea y (4) la condición protésica (El Askary y Meffert, 1999). El fracaso por reproducir la dentición natural del paciente en la prótesis implantosoportada definitiva puede resultar en la alteración del aspecto que es considerado una falla absoluta. La identificación exacta de cualquier complicación estética potencial antes de la instalación del implante permite la planificación alternativa y elimina la necesidad de un tratamiento más complejo o el retratamiento más adelante (Balshi, 1998). Además, la fabricación de un prototipo preoperatorio es necesaria porque proporciona información útil sobre la prótesis final y facilita el posicionamiento apropiado del implante. Las posibles complicaciones del tratamiento en la zona estética pueden ser divididas según la razón de la ocurrencia: 1. Etiológico, se refiere a los factores etiológicos que conducen a los fracasos o complicaciones implantarios. Este tipo de falla puede dividirse en los factores del huésped, la colocación quirúrgica, la selección del implante y/o los problemas restaurativos. Entre los factores etiológicos principales que conducen al fracaso implantario están (a) los errores de la mala colocación del implante (ej., colocación del implante en un alvéolo infectado, una lesión patológica o un hueso inmaduro aumentado previamente o la colocación de un implante contaminado en la osteotomía) o la falta de estabilización primaria del implante; (b) infección intrabucal o complicaciones del tejido blando; (c) carencia de biocompatibilidad del material de implante o inserción del implante en un hueso de mala calidad (hueso injertado inmaduro o hueso D4 que conduce a un área insuficiente de superficie de contacto óseo; (d) trauma quirúrgico excesivo; y/o (e) carga defectuosa o torque excesivo durante la conexión del pilar. 2. Biológico, que implica la invasión bacteriana de los tejidos periimplantarios que da lugar a cambios inflamatorios en el tejido blando y la pérdida ósea rápida. Esta condición se llama periimplantitis y fue definida por Meffert (1992) como la pérdida progresiva de hueso periimplantario además de cambios inflamatorios en el tejido blando. Esta definición implica que la pérdida ósea y la inflamación del tejido blando ocurren juntas como resultado de la invasión bacteriana. Por otra parte, Tonetti y Schmid (1994) dividieron la reacción a la invasión bacteriana del huésped en dos grupos: mucositis periimplantaria, que implica que los cambios inflamatorios están localizados solamente en el tejido blando circundante y periimplantitis, en la cual la reacción afecta a los tejidos blandos más profundos y al hueso circundante. La última explicación puede basarse en el concepto de que los tejidos que rodean al implante oral funcional puede ser dividido en dos compartimientos anatómicos distintos, ambos con diferentes funciones. Son los tejidos blandos, que pueden sellar el implante de la agresión de las bacterias exógenas y el hueso, que desempeña un papel de soporte para el implante (Esposito y cols., 1998). 3. Factores personales, porque el éxito clínico total del implante dental depende de la colaboración estrecha entre un equipo dental que involucra al paciente también. Cada miembro tiene su propio papel en ciertas etapas del tratamiento. Las habilidades clínicas deficientes del clínico podrían conducir al fracaso en la obtención de un resultado estético razonable. Por otra parte, el técnico del laboratorio bien capacitado contribuye enormemente al éxito a largo plazo de la terapia implantológica dental, tanto estética como funcionalmente. 301 302 Fundamentos de la odontología estética en implantes 4. Tejidos defectuosos. Krekeler y otros (1985) sugirieron una relación entre el fracaso implantario y la ausencia de una banda adecuada de mucosa queratinizada alrededor del pilar. Esto se basa en la capacidad de la mucosa queratinizada para soportar la injuria y el acceso bacteriano. Tonetti y Schmid (1994), para sostener este concepto, indicaron que estas fallas tardías que ocurren como resultado de la periimplantitis (etiología infecciosa) suceden debido a una función defectuosa de los tejidos blandos. Por consiguiente, los tejidos marginales alrededor de los pilares deben constituir una barrera funcional entre el entorno bucal y el hueso del huésped aislando el sitio del dispositivo óseo de los agentes nocivos y del trauma térmico y mecánico (Adell y cols., 1981). La pérdida gingival podría conducir a la recesión continua alrededor del implante con la pérdida ósea subsecuente. Esto conduce a un tipo de fracaso inherente al tejido blando. Por el contrario, Strub y otros (1991) indicaron que la mucosa queratinizada o la placa dental no parece estar relacionada con el fracaso implantario pero que su presencia podría facilitar los procedimientos higiénicos del paciente. Sin embargo, en la zona estética, la relación entre la mucosa queratinizada disponible y el éxito general de la prótesis implantosoportada llega a ser muy valiosa. Por otra parte, la pérdida del hueso alveolar de soporte conduce a serias complicaciones en el tratamiento. Adell y otros (1981) indicaron que la altura del hueso marginal depende de la distribución apropiada de la tensión marginal y la función adecuada del tejido blando marginal. También enumeraron varios factores que contribuyen a la pérdida del hueso marginal, incluyendo (1) el trauma quirúrgico, tales como la separación del periostio y el daño causado durante la perforación, (2) la distribución inapropiada de la tensión causada por un diseño protésico defectuoso y el trauma oclusal, (3) la resorción fisiológica del reborde y (4) la gingivitis, que si se permite progresar, conducirá al ingreso de bacterias y sus toxinas a la estructura ósea subyacente. familiarice con las diferentes situaciones clínicas desafortunadas que pueden presentarse debido a la mala colocación y las maneras de solucionar cualquier problema asociado. La mala colocación axial del implante dental dentro de su cavidad puede ser perjudicial para la salud general de los tejidos blandos y duros que rodean el implante. Un surco gingival profundo con epitelio de unión larga puede ser una consecuencia sería debido al posicionamiento más profundo del implante. Esto crea un ambiente favorable para la colonización y población de diversos tipos de bacterias, incluyendo las bacterias anaerobias (Misch, 1995). En términos lógicos, cuando más profundo se inserte un implante en el hueso, más hueso se reabsorberá alrededor del implante después de la cirugía de la segunda etapa con la conexión del pilar. Esta resorción ósea no es una condición patológica sino una reacción fisiológica a la mala colocación del implante (véase Figura 12.1). La inflamación y el sangrado gingival generalmente ocurren como resultado de la inaccesibilidad para las medidas higiénicas por una parte y las endotoxinas bacterianas por la otra. El problema comienza al momento de la inserción, cuando el asentamiento de las prótesis se torna difícil (véase Figuras 12.2A-B). Estos síntomas son eventos clínicos comunes que ocurren a menudo cuando el posicionamiento es demasiado apical. Asimismo, los márgenes protésicos de un implante profundamente asentado también se vuelven inaccesibles al momento de la inserción, especialmente cuando se cementa la restauración. Es Complicaciones del posicionamiento del implante La posición incorrecta del implante en el reborde alveolar puede ocurrir debido a muchos factores tales como la fabricación imprecisa de la plantilla quirúrgica, la falta de control durante el procedimiento de perforación, la mala planificación prequirúrgica, el equipamiento deficiente y la falta de conocimiento o experiencia. La menor desviación de las pautas clínicas estándares conocidas para el posicionamiento estético del implante en cualquier dimensión repercutirá seguramente en las secuelas estéticas. Algunos pueden ser tratados, mientras que otros, el retiro del implante será la única opción posible. Tal como en el caso de cualquier error de posicionamiento, siempre existe una consecuencia o repercusión. Por consiguiente, se deben hacer todo el esfuerzo para evitar cualquier error en la mala colocación. También es esencial que el odontólogo se Fig. 12.1. Colocación demasiado profundo de un dispositivo implantario; mostrando como resultado el aumento en la profundidad de la bolsa. Complicaciones del tratamiento en la zona estética 303 Fig. 12.2. A. Un implante profundamente asentado que revela la inflamación gingival severa, la flecha verde indica la hiperplasia gingival. B. La condición gingival después de la remoción de la corona, observe el collar gingival colapsado. Fig. 12.3. A. Un implante profundamente asentado en el modelo que revela un margen coronario largo que imposibilita el acceso a la limpieza. B. Una vista radiográfica que muestra la flecha roja señalando el exceso de cemento de sellado retenido en el surco debido a la dificultad para removerlo. extremadamente importante asegurar la remoción completa del exceso del cemento de sellado de la interfase entre el pilar y la restauración. La corrección de este dilema clínico es casi imposible (Agar y cols., 1997) (véase Figura 12.3A-B). El fracaso para la colocación del implante en su profundidad óptima —por ejemplo, si es colocado demasiado superficial— da lugar a menudo a una corona corta con márgenes estrechos debido a la ausencia del «área de continuidad». Esto sitúa los componentes protésicos en una localización supragingival, y este problema clínico es imposible de corregir o rectificar. La dificultad permanece en el manejo de los márgenes de la prótesis final y el ocultamiento del collar del pilar sublingualmente (véanse Figuras 12.4 y 12.5). En esta condición particular, puede ser necesario retirar el implante. El posicionamiento mesiodistal inapropiado del implante podría conducir a la ausencia total de posibilidades restauradoras. Si el implante es colocado en el espacio de la papila interdental, según lo mostrado en la Figura 12.6A-C, o está colocado demasiado mesialmente o con mínimo o ningún espacio dispuesto para la restauración, el caso llega a ser imposible de restaurar (véase Figura 12.7A-B). La transgresión de la placa ósea labial o de los tejidos blandos labiales podría constituir un dilema clínico importante que es imposible de corregir, incluso con el uso de pilares angulados, según lo mostrado en la Figura 12.8. La vulneración de la integridad de la placa labial que se extiende más allá Fig. 12.4. Posicionamiento insuficiente de la profundidad de un dispositivo implantario. Fig. 12.5. La cabeza del implante está colocada superficialmente sin dejar un área de continuidad. La línea roja representa la localización de la cabeza del implante y la línea azul representa el cenit gingival, no el espacio disminuido entre ellos. de los dientes, y afecta al soporte del labio —podría menoscabar la armonía del labio. La posición de la angulación del implante demasiado lingualmente podría resultar en la presión lingual, afectando al espacio de la lengua, la cual puede comprometer significativamente el habla y la masticación. Las posibilidades de restaurar un implante mal colocado con un resultado estético aceptable son mínimas. Es especialmente el caso del implante que ha sido posicionado demasiado labial o incisalmente, según lo visto en la Figura 12.9. 304 Fundamentos de la odontología estética en implantes A Fig. 12.6A. Ausencia de la papila interimplantaria debido al posicionamiento mesiodistal incorrecto del implante. Fig. 12.8. Un implante está colocado demasiado labialmente que hace imposible su restauración. Fig. 12.6. B. Un implante está colocado en el espacio interdental. C. El implante fue removido. Fig. 12.9. Transgresión inapropiada de la placa labial a través de la angulación incorrecta del implante. Fig. 12.7. A. Los implantes están mal colocados omitiendo el espacio interproximal. B. El uso de pilares angulados no pudo solucionar la mala colocación. Numerosos abordajes clínicos han sido descritos para resolver los implantes dentales mal alineados y malposicionados. Si la inclinación desfavorable del dispositivo implantario es el único problema, los pilares angulados pueden mejorar con frecuencia los resultados protésicos de una restauración implantosoportada. El uso de pilares preangulados en los casos en donde el implante ha sido colocado demasiado labialmente no es efectivo en la mayoría de las situaciones clínicas porque el pilar preangulado requiere generalmente una dimensión restauradora más grande que los otros tipos. Además, el collar gingival del pilar preangulado podría invadir el tejido blando periimplantario y transgredir sus contornos naturales. Interesantemente, Nishimura y otros (1999) han descrito un abordaje alternativo para los pacientes con implantes dentales mal colocados que son difíciles de restaurar con los pilares regulares comercialmente disponibles. Este abordaje sugiere el uso de un pilar fabricado individualmente, que sea diseñado especialmente para resolver las necesidades estéticas y funcionales de cada paciente particular; sin embargo, este