Arándanos y Salud

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Arándanos y Salud
Escrito por MG
Viernes, 12 de Octubre de 2012 00:00 -
ARÁNDANOS Y SALUD
Los arándanos o mirtilos son originarios de Europa y del norte de Asia, existiendo también
algunas especies en Norteamérica (USA y Canadá). Sus propiedades medicinales se conocen
desde la Edad Media, época en que era denominada como vaccinia o mora agrestis. La
palabra Vaccinium fue acuñada probablemente por Virgilio y derivaría de vaca, ya que estos
animales tienen especial predilección por consumir de estos frutos.
Contamos con dos especies principales: Vaccinium macrocarpon, conocido como arándano
rojo o cranberry, y Vaccinium myrtillus, conocido como arándano azul o blueberry. Desde el
punto de visto terapéutico, ambos arándanos son muy buenos antioxidantes y protectores de
las paredes vasculares. En el caso del arándano azul su uso más apreciado se relaciona con la
protección de los pequeños vasos de la retina, de ahí que sea muy recomendado en casos de
pacientes diabéticos que lentamente van perdiendo la visión por su enfermedad. También
resultan útiles para mejorar la visión nocturna y agudeza visual en pacientes sanos.
Los arándanos rojos, en tanto, son muy recomendados en infecciones urinarias a repetición,
siendo una muy buena alternativa frente al abuso e ineficacia de muchos antibióticos de las
vías urinarias.
Sainta Hildegarda fue una famosa religiosa alemana de la edad media (1098-1179), famosa por
sus huertos medicinales en los monasterios. Recomendaba el empleo de los frutos de los
arándanos azules para promover la menstruación, precisamente en una época donde era muy
difícil hablar de temas ginecológicos. En el siglo XVI, Lonicerus preconizaba la ingesta de los
frutos para expulsar cálculos de la vesícula o de la vejiga, y la toma de la savia de las hojas en
el tratamiento del escorbuto. Más tarde Bock preparaba un jarabe a partir de los frutos para
combatir la tuberculosis pulmonar. En el siglo XVIII varios herbalistas alemanes como
Weinmann, Osiander y Schulz, entre otros, recomendaban preparados en base a los frutos de
arándano para el tratamiento de gota, reumatismo y fiebre tifoidea.
Arándanos Rojos
Conocidos en Norteamérica como arándanos agrios, dado el sabor acre de sus frutos,
contienen entre sus componentes antocianidinas, flavonoides, catequinas, triterpenoides, ácido
beta-hidroxibutírico, ácido cítrico, ácido málico, ácido glucurónico, ácido quínico, ácido
benzoico, ácido elágico, ácido hipúrico y vit. C. Además es muy rico en fibras.
Los niveles en ácidos cítrico y quínico del jugo de arándanos agrios es tan alto y ácido como el
jugo de limón puro. Esta alta acidez promovió su uso popular en las infecciones urinarias desde
1840 a partir de investigaciones realizadas en Alemania. Dichas investigaciones encontraron
que aquellas personas que comían abundante cantidad de arándanos agrios presentaban
niveles de ácido hipúrico superiores al resto, estableciendo una relación de acidificación de la
orina por esta sustancia.
Con el correr de los años se pudo comprobar que el mecanismo de acción no sería exclusivo
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del cambio de pH urinario que provoca (ya que el mismo sólo es transitorio), sino que estaría
relacionado con una inhibición en la adherencia de determinadas bacterias sobre las paredes
celulares, tal como ocurre con E. coli. En ese sentido, las fimbrias o “pequeños brazos” que
emiten estas bacterias para hacer su adherencia, están constituidas por fibras proteínicas que
se adhieren a receptores azucarados de las células del epitelio de la vejiga. En 1994,
investigadores de la Universidad Estatal Weber de Utah encontraron que los arándanos rojos
poseen unas sustancias similares a la glicoproteína Tamms-Horsfall, la cual suele encontrarse
normalmente en la orina de algunas personas, poseyendo una actividad antibacteriana frente a
Escherichia coli. La sustancia inhibitoria de esta bacteria sería una proantocianidina, la cual
ejerce su actividad aún a concentraciones muy bajas. En un estudio doble ciego, controlado
con placebo, llevado a cabo en la Universidad de Harvard y efectuado sobre 153 pacientes, se
constató que el jugo de sus frutos, a razón de 300 ml diarios durante un mes, reduce el número
de bacterias en orina de manera significativa, tras el análisis de 818 muestras tomadas a lo
largo de la evaluación. Asimismo, fue ensayado con éxito para prevenir las infecciones
urinarias recurrentes en pacientes añosos. A tal fin, los especialistas recomiendan entre 4 y 6
onzas (120-180 ml) de jugo de arándanos rojos diarios.
Otros estudios efectuados en humanos voluntarios constataron que el consumo de jugo de
arándanos agrios disminuye la recurrencia de formación de cálculos en vías urinarias, por
medio de la disminución del pH de la orina y por incremento en la excreción de cristales de
ácido úrico y ácido oxálico lo cual indica que los arándanos son capaces de eliminar arenillas
de las vías urinarias. La mayoría de los jugos o cócteles contienen entre un 10 a un 20% de
cranberry, lo cual puede ser suficiente como preventivo de una infección urinaria. Sin embargo,
tienen también un alto contenido en azúcares lo cual puede resultar inconveniente en pacientes
diabéticos y para la salud dentaria. Es por ello que en el mercado farmacéutico se expenden
cápsulas, comprimidos o tinturas de arándanos rojos a tales fines.
La capacidad antioxidante de su alto contenido en compuestos fenólicos (muy superior al de
otros frutos) jugaría un papel importante en el combate frente a gérmenes y en el refuerzo
inmunológico que requiere el paciente.
Arándanos azules
Los frutos de los blueberries son muy ricos en antocianidinas, un tipo de principio activo
fuertemente antioxidante y protector de la microcirculación. El término cianidina deriva de
cianos=azul, lo cual explica la existencia de estas sustancias en frutos con esa coloración. El fruto es reconocido por la medicina popular europea por sus propiedades astringentes,
tónicas vasculares y antisépticas, siendo empleado para el tratamiento de la diarrea, disentería,
hemorroides y trastornos gastrointestinales. Por su parte, las hojas en infusión (una cucharada
de postre por taza) se emplean como antidiabético y en decocción, aplicadas externamente,
como desinflamatorio de ojos, lesiones cutáneas y heridas. El jugo de arándanos es empleado
popularmente en infecciones del tracto urinario y en la eliminación de cristales cálcicos por
orina.
La administración de productos basados en antocianidinas, son sugeridos para el tratamiento
de trastornos relacionados con alteraciones de la fragilidad capilar y permeabilidad vascular, ya
sean primarios o secundarios a hipertensión arterial, diabetes y arteriosclerosis. Sin embargo,
las últimas investigaciones ponderan la utilización del producto fundamentalmente en
trastornos de la microcirculación de la retina, y retinopatía diabética; como así también en la
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insuficiencia venosa crónica de miembros inferiores. No debe descartarse su actividad
antioxidante ni antiagregante plaquetaria, capacidad compartida por otras especies como el
Ginkgo biloba y Allium sativum (ajo).Las dosis diarias de productos estandarizados de
arándanos (con un 25% de antocianidinas) ronda los 160-320 mg.
Se ha constatado a través de diferentes estudios realizados en la década del 60’ la utilidad de
las antocianidinas, solas o asociadas a beta- caroteno y vitamina E., en el incremento de la
agudeza visual nocturna, encontrándose incluso una mejoría de la visión global en casos de
miopía y una mayor velocidad de regeneración de rodopsina en la retina.
Modificaciones de la actividad de enzimas involucradas en daños retinianos, como la lactato
deshidrogenasa, fueron hallados tras la administración de extractos conteniendo
antocianidinas. Entre los ensayos clínicos, se pudo observar que la administración de 480
mg/diarios de estos extractos en pacientes con retinopatía diabética de grado II, logra reducir y
hasta hacer desaparecer las hemorragias retinianas observadas por examen de fondo de ojo
en el 70% de los casos.
Asimismo, en un estudio doble ciego (contra placebo) sobre 40 pacientes con retinopatía
hipertensiva, la administración de antocianidinas de un preparado comercial a razón de 320
mg/diarios durante un mes, logró mejorías sintomáticas en más del 80% de los pacientes que
habían recibido el producto, lo cual fue verificado a través del examen de fondo de ojo y
técnicas angiográficas con fluoresceína. Otro estudio clínico que combinó extractos de
arándano (720 mg/día) y vitamina E a lo largo de 4 meses, demostró prevenir la progresión o
evolución negativa en el 97% sobre 50 pacientes portadores de catarata senil.
Entre los mecanismos de acción propuestos, se ha demostrado en retina y coroides la
inhibición de la enzima fosfodiesterasa del AMP c' y GMP c', lo cual sumado a la actividad
antiagregante plaquetaria demostrada, conforma una excelente alternativa en patologías
oftálmicas con compromiso vascular.
En otros niveles de acción, se pudo constatar en humanos que la administración oral de 160 800 mg/diarios de antocianidinas de blueberry, en pacientes con alteraciones de la fragilidad
capilar, logran reducir los síntomas asociados como petequias, hematomas y sangre oculta en
materia fecal. De igual modo, en una prueba doble ciego efectuada sobre 47 pacientes con
Sdre. de Raynaud, se pudo constatar que 480 mg/diarios durante un mes logran reducir
síntomas subjetivos asociados tales como parestesias, dolor, pesadez, etc, en las
extremidades. Incluso a nivel respiratorio, la administración de 480 mg diarios durante un mes
en pacientes con bronquitis crónica y asma bronquial, logran reducir los cambios
microcirculatorios producidos por la terapia con cortisona.
En un estudio que evaluó 568 pacientes con insuficiencia venosa crónica de miembros
inferiores, se pudo constatar en la gran mayoría una importante reducción en los síntomas
asociados al cabo de un mes de tratamiento con 480 mg/diarios de antocianidinas de blueberry
por vía oral. Incluso menores dosis (320 mg/diarios) logran reducir de modo importante los
síntomas correspondientes a flebopatías postgravídicas (post-embarazos).
No debemos descartar a las hojas de arándanos azules, las cuales tienen importantes
actividades como reductoras de lípidos y azúcares en sangre. Entre los principios activos
contenidos en las hojas, la neomirtilina ha demostrado poseer efectos hipoglucemiantes muy
interesantes. Los porcentajes de esta sustancia son mayores en las hojas marrones o maduras
que en las verdes o jóvenes. En un reciente estudio con un extracto etanólico herbal patentado
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entre cuyos componentes figuran las hojas de arándano, se pudo demostrar a lo largo de una
semana de administración una significativa reducción del nivel de glucemia y de fructosamina
en un modelo de ratas diabéticasas.
Conclusiones
A la luz de los resultados observados, ambos arándanos son muy importantes como fuente de
compuestos antioxidantes. En el caso de los arándanos rojos, se han constituido en un
excelente recurso para combatir las infecciones urinarias a repetición, en especial, cuando los
gérmenes ya han hecho resistencia a antibióticos como la norfloxacina o citrofloxacina. En el
caso de arándanos azules, ya es moda su consumo para reforzar la visión, especialmente
luego de varias horas de exposición a pantallas de computadoras, lectura de libros, o para
mejorar también la visión nocturna.
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