En forma parecida se dice en el libro "Mijtav Meeliahu", 2a parte

Anuncio
En forma parecida se dice en el libro "Mijtav Meeliahu", 2a
parte, pag. 181: " E l recibir huespedes de Abraham, nuestro
Patriarca constituyo el acto de generosidad mis puro, aunque
se tratara de humildes transeuntes idolatras, que adoraban el
polvo de sus propios pies. Es un acto de desprendimiento
sublime. Porque la generosidad pura que es el mundo del Dar
es aun mas elevada que el mundo de la profecia. Es el mundo
de la conjuncion con el Senor y de la reception de la
influencia. Por ello, en el caso de Abraham, ni siquiera hay
que tomar en cuenta la posilidad de una profanation de la
Divinidad."
Resulta entonces que el nivel del precepto de recibir
huespedes es lo mas elevado a que puede llegarse en este
mundo, porque quien lo practica se liga por ello a las
caracteristicas divinas. Tal como el da, debes dar tu. Porque
dar con alegria es el escalon mas alto que puede alcanzarse.
Tanto es asi, que la mismfsima profecia que es la aparicion de
la Divinidad puede ser postergada momentaneamente cuando
se presenta la ocasion de recibir huespedes. Asi lo entendio
Abraham.
Existe otra explication, mas popular, sobre la frase "Es
mas grande el recibir huespedes que el recibir la Divinidad".
Se suele decir que, a raiz de este precepto, los matrimonios
discuten: A veces es el que desea aceptar al huesped y la
esposa se niega a hacerlo porque todo el trabajo racae sobre
ella; otras veces ocurre al reves, o sea que el marido no quiere
gastar dinero en recibir visitas y ella, en cambio, insiste en
cumplir el precepto. Han dicho los Sabios que si ambos
conyuges viven en paz, la Divinidad reposa donde ellos est£n;
mientras que, si discuten, se aleja de ellos. En consecuencia, la
pareja podria pensar negativamente: "<,A que traer visitantes
a la casa y provocar discuciones que alejen a la Divinidad de
nuestro hogar?" Por eso recalcaron los Sabios que el recibir
huespedes es mas importante que el recibir a la Divinidad. Es
preferible invitar huespedes, aunque ello traiga problemas
circunstanciales al matrimonio, ya que, al fin y al cabo, no
54
Descargar