Estructuras Óseas

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Estructuras Óseas
ESTRUCTURAS ÓSEAS
Engrosamiento de la bóveda craneal
Un engrosamiento focal o difuso de la bóveda craneal
puede encontrase como hallazgo indidental sin
significación clínica. Es especialmente frecuente la
hiperostosis idiopática en el hueso frontal. No debe
confundirse con el engrosamiento característico de la
enfermedad de Paget o de la Talasemia.
Lagos venosos prominentes
Es frecuente que existan lagos venosos que erosionan
los huesos del cráneo. Se observan múltiples focos de
radiolucencia ósea sin significado clínico.
ESTRUCTURAS ÓSEAS
Granulaciones aracnoideas de Pacchioni.
Las granulaciones aracnoideas de Pacchioni (flechas) son
pequeñas protusiones de la aracnoides en los senos venosos
que permiten la reabsorción del LCR hacia el torrente
sanguíneo. Son frecuentes en localización parasagital,
frontotemporal y en el seno transverso.
Las granulaciones aracnoideas pueden protuir directamente
sobre la luz del seno venoso, dando una imagen de defecto de
replección que no debe confundirse con una trombosis.
También pueden crecer hacia el espacio diploico, ocasionando
pequeñas áreas de adelgazamiento óseo que no deben
confundirse con metástasis óseas
ESTRUCTURAS ÓSEAS
Grasa en la crista galli.
La apófisis crista galli tiene una apariencia en
la TC y RM similar a la médula ósea. Sin
embargo, es frecuente la presencia de zonas
de reemplazamiento graso (flecha), que no
deben confundirse erróneamente con un
quiste dermoide.
La pneumatización de la punta del peñasco
es una variante anatómica frecuente, que
puede ser asimétrica.
ESTRUCTURAS ÓSEAS
Protuberancia Occipital
Una excrecencia ósea occipital en un hallazgo frecuente sin significación patológica.
Adelgazamiento occipital focal
Un área radiolucente puede encontrarse incidentamente como una variante del
desarrollo habitualmente asintomática.
ESTRUCTURAS ÓSEAS
Imágen en RM de la maduración ósea normal del cráneo, senos paranasales y hueso
temporal.
En el recién nacido, la señal de la medula ósea en el espacio diploico de la calota es
hipointensa en las secuencias con potenciación T1, probablemente por la presencia de
médula ósea hematopoyética. A partir de los 3 años de edad empiezan a surgir zonas de
mayor señal. Estos focos hiperintensos aumentan paulatinamente y terminan por coalescer
alrededor de los 7 años de edad. Sin embargo, algunas pequeñas áreas hipointensas
persisten hasta la segunda década de la vida.
Con la administración de contraste
paramagnético iv, el grado de realce
es mayor cuanto más jóven es el niño.
Conforme se sustituye la médula ósea,
va reduciendose también la captación
de contraste.
T1. Neonato
T1. Adulto
Los senos paranasales habitualmente no se encuentran neumatizados en el momento del
nacimiento y no alcanzan su morfología adulta hasta la segunda década de la vida.
El proceso normal de maduración de las mastoides varía ampliamente de un sujeto a otro
e incluso puede seguir diferentes patrones en cada lado en un mismo individuo.
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