Propuestas de mejora del mercado laboral

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01/03/2015
Tirada:
11.734 Categoría: Catalunya
Difusión:
9.972
Edición:
Suplemento
Audiencia: 29.916 Página:
2
AREA (cm2): 532,4
El experto
Iñigo Sagardoy
Presidente de Sagardoy Abogados
OCUPACIÓN: 48,1%
V.PUB.: 2.797
Propuestas de mejora
del mercado laboral
L
a creación de empleo de
2014 y la perspectiva del
mercado de trabajo para
este año, con una previsión de
creación neta de empleo de más
de medio millón de ocupados,
no deben hacernos caer en la
complacencia de pensar que todo el trabajo está hecho. No solo estamos todavía lejos de los
niveles de empleo y paro previos a la crisis, sino que es necesario hacer todo lo posible
para evitar errores y debilidades del pasado. Por ejemplo, a
pesar del fuerte crecimiento experimentado por la contratación indefinida en 2014, para
crear 434.000 empleos netos
nuestra economía necesitó realizar más de 16 millones de contrataciones durante todo el año.
Este hecho, junto con una tasa
de temporalidad que no baja del
25%, son dos importantes ineficiencias de nuestro mercado
de trabajo.
Centrándonos en la temporalidad, se trata de un lastre de
nuestro sistema laboral, que explica en gran medida los crecimientos exponenciales del paro en épocas de crisis, y que convierte a nuestra economía en
una anomalía en Europa, tanto
en términos de eficiencia como
de equidad.
Para favorecer la contratación estable y proteger a los in-
dividuos con mayores dificultades de inserción laboral, desde
BBVA Research y la Fundación
Sagardoy propusimos el año pasado conjugar una simplificación efectiva del menú de contratos de trabajo con un cambio
sustancial del modelo indemnizatorio para los nuevos contratos. Basándonos en un principio de voluntariedad en su implantación y evitando modificar
los costes indemnizatorios de
los contratos ya vigentes, las lí-
neas básicas de esta propuesta
se podrían resumir, en primer
lugar, en que todas las modalidades vigentes de contratación indefinida se agruparían en un único contrato lo suficientemente
flexible para que los actuales
tengan cabida. El contrato temporal (que habría que limitar en
su número a los necesariamente indispensables para la economía española) tendría un origen causal y una duración máxima de dos años. Por último, el
de formación y aprendizaje favorecería la transición al empleo
indefinido una vez completado
el proceso formativo.
En segundo lugar, la reducción del número de modalidades contractuales se complementaría con un nuevo sistema
mixto de indemnización por finalización del contrato. Una
parte provendría de una cuenta de ahorro individual nutrida
de aportaciones periódicas realizadas por las empresas, por
NOTICIAS DE SAGARDOY
ejemplo, por un importe equivalente a 8 días de salario por año
trabajado, que actuaría como
un seguro. Para que la empresa
internalice los costes sociales
causados por el despido de un
trabajador indefinido, debería
pagar una indemnización adicional, que sería creciente con la antigüedad del trabajador en la
empresa (hasta un máximo de
12 días por año trabajado en el
despido procedente) y mayor
para los declarados improcedentes. En el caso del contrato
temporal, junto con la aportación a la cuenta individual, se
mantendría la indemnización
por finalización del contrato de
12 días por año trabajado. Obviamente, podría plantearse aumentar la aportación a la cuenta individual de trabajador a
cambio de reducir la indemnización final, pudiendo llegar a
la alternativa de un modelo de
seguro puro, como el vigente en
Austria.
Con esta propuesta, la indemnización por despido del
contrato indefinido sería menor que el coste de finalización
del contrato temporal durante
los primeros años del contrato,
con el objetivo de aumentar el
atractivo de la contratación indefinida y penalizar a las empresas con una rotación de personal elevada.
Ahora que el mercado de trabajo vuelve a crear empleo con
intensidad, es más necesario
que nunca proponer nuevas
ideas que contribuyan a corregir sus debilidades con la creación de más empleo estable y
de calidad.
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