El Principio 15 de la Declaración de Río: Principio de Precaución Lic. Ana Marcela Tenorio El principio de precaución comenzó a aparecer en instrumentos legales internacionales a mediados de los años ochenta, aunque, previamente, había estado presente como principio en ordenamientos legales locales, más notablemente en Alemania del Oeste. Su objetivo consiste en proporcionar una guía para el desarrollo y aplicación del derecho ambiental en los casos donde existe incertidumbre científica. Este principio genera, a la vez, acuerdos y desacuerdos sobre su aplicación. Por un lado, hay quienes consideran que proporciona la base para la acción legal temprana encaminada al tratamiento de problemas ambientales que constituyen graves amenazas para el bienestar humano. Opuestamente, sus oponentes argumentan que el principio de precaución es potencialmente una causa de sobre­regulación y que limita la actividad humana (Sands, 2003). El principio 15 de la Declaración de Río de Janeiro de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992), refleja la importancia de este principio, según se establece a continuación: PRINCIPIO 15 Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente. Así, el principio de precaución está presente en diversos instrumentos internacionales y nacionales. Aunque el concepto encuentra distintos matices, lo establecido en el principio 15 de la Declaración de Río es ampliamente aceptado. La Organización Mundial del Comercio, en el Módulo de capacitación sobre el acuerdo de medidas fitosanitarias, lo define como: …el “principio de precaución” es un concepto que respalda la adopción de medidas protectoras antes de contar con una prueba científica completa de un riesgo; es decir, no se debe posponer una medida por el simple hecho de que no se disponga de una información científica completa. Este “principio de precaución” o enfoque precautorio se ha incorporado en varios acuerdos internacionales sobre el medio ambiente y hay quien afirma que actualmente está reconocido como un principio general del derecho internacional en materia de medio ambiente. El principio en referencia es ampliamente aceptado en este rubro, desde hace tiempo, ante la necesidad de adoptar medidas de precaución en situaciones de incertidumbre científica, como es el caso de brotes repentinos de enfermedades animales, por ejemplo, caso en el que se imponen inmediatamente restricciones al comercio hasta que se obtenga información sobre el brote y su magnitud. De acuerdo con lo anterior, la aplicación del principio de precaución es de vital importancia en el desafío que presenta evitar menoscabos al medio ambiente que resulten en daños graves e irreversibles a la vida y salud de las personas y a la integridad de entorno natural. En la Ley del Medio Ambiente (1998) se establece que la política nacional del medio ambiente se fundamentará, entre otros, en el principio de precaución, específicamente en la gestión de la protección al medio ambiente. En la actualidad estamos viviendo una serie de procesos tecnológicos e industriales sin precedentes, de cuyos efectos no tenemos suficiente información. Es importante profundizar en la utilidad que nos brinda este principio para evitar daños irreversibles en el medio ambiente y en la salud de los seres humanos por la falta de certeza científica completa. Referencias: ü ü ü ü Declaración de Río de Janeiro de la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Disponible en www.un.org Ley del Medio Ambiente (1998). Disponible en www.jurisprudencia.gob.sv Organización Mundial del Comercio, Módulo de capacitación sobre el acuerdo de medidas fitosanitarias, disponible en http://www.wto.org/spanish/tratop_s/sps_s/sps_agreement_cbt_s/c8s2p1_s.htm Sands, P. (2003). Principles of International Environmental Law. Cambridge University Press. Reino Unido. Traducción propia.