UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA LA MOLINA ESCUELA DE POST-GRADO ESPECIALIDAD DE TECNOLOGIA DE ALIMENTOS Practica : COMPORTAMIENTO Y EVALUACIÓN DE LAS PROTEÍNAS DE LA LECHE (CASEÍNA Y DEL LACTOSUERO) FRENTE AL TRATAMIENTO TÉRMICO Y pH Curso : Bioquímica de los Alimentos Alumna : Deyli Díaz Lezama Lima , 2010 COMPORTAMIENTO Y EVALUACIÓN DE LAS PROTEÍNAS DE LA LECHE (CASEÍNA Y DEL LACTOSUERO) FRENTE AL TRATAMIENTO TÉRMICO Y pH I. INTRODUCCIÓN La leche es el líquido segregado por las glándulas mamarias de las hembras de los mamíferos. Es el alimento exclusivo del animal recién nacido y contiene todos los nutrientes necesarios para su desarrollo. (1) Desde un punto de vista físico químico, la leche es una mezcla homogénea de un gran número de sustancias (lactosa, glicéridos, proteínas, sales, vitaminas, enzimas, etc) que están unas en emulsión (la grasa y sustancias asociadas), algunas en suspensión (las caseínas ligadas a sales minerales) y otras en disolución verdadera (lactosa, vitaminas hidrosolubles, proteínas del suero, sales, etc) (2) La leche contiene 30-36 g/l de proteína y alcanza cantidades nutritivas de muy alto valor biológico. Las proteínas de la leche se clasifican bien como caseínas o bien como proteínas del suero. Todas las proteínas se encuentran con fosfato cálcico en forma de complejos esféricos, altamente hidratados y singulares, conocidos como la micela de caseína. Tales complejos son polidiversos variando su tamaño desde 30 a 300 nm de diámetro, con un pequeño porcentaje que se aproxima a los 600 nm. Las caseínas suponen el 80% de las proteínas de la leche; consecuentemente, la cuajada formada por aglomeración de micelas de caseína durante la fabricación de queso retiene la mayoría de la proteína total de la leche. Las restantes proteínas son retenidas en el suero del queso, de ahí su nombre de proteínas séricas (3). II. OBJETIVOS Los objetivos que se plantearon en la presente práctica son: Evaluar en la leche entera el efecto del pH sobre las proteínas de la leche, empleando el análisis turbidimétrico. Evaluar en el lactosuero el efecto del tratamiento térmico (diferentes temperaturas por diferentes tiempos) sobre las proteínas del lactosuero, haciendo uso del análisis espectrofotométrico en el rango UV. III. REVISION DE LITERATURA 2.1 Las proteínas de la leche Las proteínas de la leche son de dos tipos, proteínas del lactosuero y caseínas. Las caseínas constituyen más del 80% de las proteínas totales de la leche, aunque la proporción relativa de proteínas del lactosuero frente a caseínas varía según el estado de lactación. La leche producida en los primeros días después del parto y hacia el final de la lactación tiene un contenido de proteínas del suero mucho mayor que la leche de mitad de lactación. Este incremento está acompañado de niveles elevados de proteínas del suero sanguíneo. 2.1.1 Las caseínas Las caseínas de la leche se pueden subdividir básicamente en cinco tipos, caseínas s1, s2, , y k. Todas ellas, excepto la caseína glándula mamaria; la caseína caseína , se sintetizan en la se origina en la proteólisis postraslacional de la , por la acción de las proteinazas nativas de la leche, principalmente plasmina, o de la actividad proteolítica de las bacteria. Las proporciones relativas de caseína , , y k están sujetas a variaciones genéticas dentro de los rebaños y pueden existir diferencias significativas en la composición de la caseína de diferentes vacas. Sin embargo, la composición global de la caseína de la leche de una explotación, varía muy poco en cualquier fase de la lactación. Las caseínas son proteínas globulares y tienen un contenido de aminoácidos similar a los otros tipos, aunque la cisteína sólo está presente en pequeñas cantidades en las caseínas s2 y k. Una característica inusual de las caseínas es la modificación post-ribosomal que consiste en la fosforilación de los grupos hidróxilo de la serina. Los residuos de fosfoserina son, en parte, responsables de las propiedades únicas de las caseínas. La caseína s2 s2 contiene de siete a nueve residuos de fosfoserina por mol, la 10 a 13 y la cinco. Los residuos de fosfoserina se concentran en grupos y son responsables de la existencia de áreas hidrofílicas de fuerte carga negativa. Las moléculas también contienen bloques de residuos hidrofóbicos. La caseína contiene la mayoría de los componentes hidrofóbicos y forma agregados con el grupo hidrofílico N-terminal expuesto al solvente y la parte hidrofóbica hacia el interior. Tabla 1. Las caseínas de la leche Peso molecular1 Residuos fosfoserina Alfas1 23.000 7-9 Alfas2 25.000 10-13 Beta 24.000 5 11.600-20.500 0ó1 1.980 12 Fracción Gamma Kappa 1. Peso molecular del monómero 2. Sólo la caseína que contiene carbohidratos Las caseínas s son sensibles del calcio debido a la presencia de grupos fosfato y precipitan en presencia de iones Ca2+ a pH 7.0. Las cadenas polipeptídicas contienen 8.5% de prolina, lo que limita la formación de la hélice . La caseína k define de las caseínas y porque contiene sólo un grupo fosfoserina y una fracción glucídica cargada. La molécula de caseína k parece que se trata de una estructura relativamente estable con un puente disulfuro, en la que hay tanto regiones con conformación -hélice como -plegada. Se cree que el enlace Phe105 –Met106 sensible a la quimosina, sobresale de la superficie molecular. Un tercio de la molécula de caseína k corresponde a la zona C-terminal fuertemente iónica, que contiene tres residuos glucídicos. El resto de la molécula es altamente h idrofóbico y correspondiente a la para-kseína formada después de la hidrólisis del enlace Phe-Met. El carácter anfifílico de las caseínas y su fosforilación facilita las interacciones entre ellas y con el fosfato cálcico para formar complejos esféricos altamente hidratados conocidos como micelas. Su tamaño es variable, oscilando su diámetro entre 30 y 300 nm (diámetro medio 120 nm, peso molecular 10 8). El 92% del contenido proteico de las mi celas está constituido por caseínas s2, s1, y k con una relación media de 3:1:3:1. El 8% restante son compuestos inorgánicos, principalmente fosfato cálcico coloidal. Se cree que se distribuye en la micela en forma de fosfato cálcico amorfo y la presencia de iones calcio es absolutamente esencial para la formación de la micela. La transformación en formas más estables, como el hidroxiapatito, se evita con la presencia de otros iones, especialmente magnesio. El fosfato también parece que es esencial en la estabilidad de las micelas al calor. Se han propuesto varios modelos para la micela de caseína que muchas veces son contradictorios. El más satisfactorio supone a la micela de caseína constituida por un agregado de sub-micelas casi esféricas que a su vez están formadas por agregados de moléculas de caseína. El fosfato cálcico y las caseínas s1 y se unen al participar los grupos fosfoserina en la estructura del fosfato cálcico. La caseína k se localiza en la superficie de la micela, o muy cerca de ella. La zona hidrofóbica de la molécula de caseína k se une al centro de la micela, mientras el macropéptido hidrofílico forma una capa de filamentos “pilosos” altamente hidratados, que se proyectan en la fase acuosa. Los filamentos de caseína k son responsables de la estabilización estérica de las micelas de caseína. Parece que los componentes de la micela de caseína están en equilibrio con la fase acuosa, mientras la leche recién ordeñada contiene sólo pequeñas cantidades de caseína soluble, algunas caseínas se disocian junto con el fosfato cálcico coloidal de la micela durante el almacenamiento a 0°C. La caseína principalmente afectada es la , que se puede encontrar hasta un 40% en solución. Se disocia una cantidad relativamente pequeña de caseínas s1 o k y por esta razón se ha considerado que son estos dos componentes los que tienen principalmente función estructural. La disociación es reversible, pero no se sabe si la estructura nativa se forma de nuevo. 2.1.2 Proteínas del lactosuero Las proteínas del lactosuero comprenden dos tipos de proteínas nativas: lactoglobulina y - -lactalbúmina; la fracción proteosa-peptona (derivada de la hidrólisis de la caseína ) y pequeñas cantidades de proteínas de origen sanguíneo: seroalbúmina e inmunoglobulinas (tabla 2). Las proteínas del lactosuero tienen una estructura típica de proteínas globulares compactas, con una secuencia en la que los grupos no polares, polares y cargados tienen una distribución relativamente uniforme. Las proteínas sufren un plegamiento intramolecular como resultado de la formación de puentes bisulfuro entre los grupos sulfhidrilo de las cisiteínas, quedando la mayor parte de los grupos hidrofóbicos encerrados en el interior de la molécula. Por esta razón las proteínas del lactosuero no se agregan fuertemente, ni interactúan con otras proteínas, en estado nativo. Tabla 2. Las proteínas del lactosuero de la leche Fracción Peso molecular1 Beta-lactoglobulina 18.300 Alfa-lactalbúmina 14.000 Seroalbúmina 63.000 Inmunoglobulinas hasta 1.000.000 La proteína mayoritaria del lactosuero, autoasociación a los valores de pH -lactoglobulina, sufre una limitada normales de la leche, para formar un dímero con una forma geométrica que recuerda a dos esferas superpuestas. Los dímeros se disocian en solución a 60°C, volviéndose susceptibles a la desnaturalización por desdoblamiento de la estructura terciaria. La - lactalbumina tiene una estructura primaria similar a la de la lisozima y es muy compacta, con forma prácticamente esférica. Esta molécula es termoestable que la -lactoglobulina. 2.1.3 Efecto del calor sobre las proteínas de la leche Las micelas de caseína son notablemente estables a temperaturas de hasta 140°C. Por el contrario, las proteínas del lactosuero son relativamente termolábiles, sufriendo una intensa desnaturalización a 80°C. La desnaturalización se acompaña de la rotura y nueva formación de numerosos puentes disulfuro estabilizantes. -lactoglobulina, es más sensible al calor que la -lactalbúmina debido a su grupo sulfhidrilo libre, que origina la iniciación de reacciones de intercambio disulfuro autocatalizadas. La desnaturalización de la -lactoglobulina tiene importantes consecuencias adicionales, ya que 100 °C y temperaturas más elevadas se produce una interacción entre la -lactoglobulina, y la caseína k. En esta interacción probablemente se produce un intercambio tio-disulfuro, y mientras la caseína k permanece en la superficie, las propiedades de la superficie micelar se alteran. Estos cambios afectan a la interacción de las micelas con el fosfato cálcico, y por lo tanto a su estabilidad. El precalentamiento de la leche no concentrada a 90°C por ejemplo, reduce su estabilidad durante el procesado posterior a temperaturas más elevadas. Por el contrario, la estabilidad de la leche concentrada aumenta por calentamiento a 90°C. Esto probablemente se debe a la reducción de la concentración de iones calcio inducida por el calor, que es considerable en la leche concentrada, superando el efecto desestabilizante de la reacción de la micela con la -lactoglobulina. El calentamiento continuado conlleva cambios más intensos incluyendo proteólisis inducida por el calor, formación de lisinoalanina y pardeamiento de Maillard. El calentamiento durante períodos de tiempo superiores a 20 minutos a 140° conduce a la desestabilización de las micelas de caseína y la formación de un gel. 2.1.4 Las proteínas lácteas y el comportamiento de la leche durante el procesado Las propiedades de las proteínas lácteas se relacionan con el comportamiento de la leche durante el procesado, tanto debido a las características especificas de la micela de caseína como a la secuencia de aminoácidos que en definitiva determinan las propiedades funcionales. Las reacciones más importantes de las proteínas lácteas son aquellas que conllevan la desestabilización de las micelas proteicas. Algunas de estas reacciones son tecnológicamente deseables, como la formación de un gel, bien cuando se reduce el pH de la leche (por ejemplo, en la elaboración de leches fermentadas o quesos de coagulación ácida) o cuando la caseína sufre una proteólisis selectiva (por ej., en la elaboración de queso Cheddar). La acidificación en condiciones adecuadas también puede utilizarse para fraccionar las proteínas de la leche (por ej., obtención de caseína ácida). Sin embargo, en otros casos, las reacciones que determinan la desestabilización de las micelas no son tecnológicamente deseables. Entre estas últimas se incluyen diversas reacciones que causan la agregación de la caseína como ocurre en la gelación por envejecimiento de las leches concentradas. Las propiedades funcionales de la caseína y el lactosuero reflejan la secuencia de aminoácidos, y por tanto la conformación de las proteínas. En el caso de la caseína, la naturaleza anfifílica de la molécula, con aminoácidos hidrofílicos e hidrofóbicos, le confiere unas excelentes propiedades activas de superficie que se traducen en las propiedades funcionales de emulsificación y formación de espumas. Estas propiedades dependen en cierta medida del pH. Las proteínas del lactosuero no son anfifílicas y generalmente tienen menor actividad de superficie que la caseína. Las propiedades estabilizantes de espumas son, sin embargo, superiores ya que forman una capa más rígida en la interfase aire/agua. 2.1.5 Propiedades nutritivas de las proteínas lácteas Las proteínas lácteas tienen un gran valor nutritivo y en las tablas de clasificación provisional de los alimentos en función de su calidad nutritiva, elaboradas por la Comisión de Agricultura y Alimentación de las Naciones Unidas, tanto las caseínas como las proteínas del lactosuero tienen puntuaciones altas. los dos tipos de proteínas lácteas son completamente con respecto al contenido de aminoácidos esenciales y esto compensa la ligera deficiencia de aminoácidos sulfurados, metionina y cisteína de la caseína. La proteína láctea es también muy digestible, aunque la digestibilidad puede disminuir tras el procesado. El proceso también conduce a la pérdida de nutrientes. IV. METODOLOGIA EXPERIMENTAL 4.1 Estudio del efecto del pH sobre las proteínas de la leche Materiales, equipos y reactivos - 5 beakers de 50 mL - 1 probeta de 50 mL - 02 pipetas de 1 ó 2 mL - Papel Whatman # 4 - Solución de NaOH y HCl 0.1 N - Potenciómetro - Conductímetro - Espectrofotómetro rango visible y UV - Centrífuga - Sistema de filtración - Baño María Procedimiento - Se llevó con una pipeta 20 mL de la leche a un beaker de 50 mL. Se hizo esto 5 veces. - En cada beaker se reguló el pH a valores de 3, 4.6, 5.5, 6 y 7 (midiéndose la conductividad). - Se centrifugaron las diversas soluciones a 5000 rpm por 10 minutos. - Se separó el sobrenadante cuidadosamente, sin dejar caer parte del precipitado y si cayó parte del precipitado, se filtró con papel Whatman # 4. - En cada fracción sobrenadante, se leyó la turbidez a 500 nm en el espectrofotómetro y la conductividad. De los resultados obtenidos se hicieron las siguientes gráficas. a. pH vs turbidez en el sobrenadante (D.O. a 500 nm) b. Conductividad (ms) vs pH Esquema experimental 1: Estudio del efecto del Ph sobre las proteínas de la leche 20 mL de Leche Con NaOH o Hcl pH 3 pH 4.6 pH 5.5 pH 6 pH 7 Centrifugar a 5000 rpm x 10 minutos Separar sobrenadante Si cae precipitado Turbidez Conductividad Reporte de resultados 4.2 Estudio del efecto del tratamiento térmico sobre las proteínas del Lactosuero Materiales, equipos y reactivos - 9 beakers de 50 mL - 1 probeta de 50 mL - Papel Whatman # 4 - Centrífuga - Sistema de filtración - Baño maría - Embudos Procedimiento Se llevó con una pipeta 40 mL de suero a un beaker por 9 veces. - Tres de los beakers fueron sometidos a la temperatura de 50°C por 10, 20 y 30 min, los otros tres beakers fueron sometidos a la temperatura de 70°C por los mismos tiempos y en una tercera serie se colocaron los beakers a 100°C por los mismos tiempos. - Pasados los tiempos respectivos se procedió a centrifugar a 5000 rpm por 10 min, luego se separó el sobrenadante cuidadosamente, sin dejar caer parte del precipitadoy si caía parte del precipitado, se filtró con papel Whatman # 4. Para cada fracción de sobrenadante obtenido se leyó la densidad óptica en el rango UV a 280 y 260 nm y se halló el contenido de proteína del lactosuero inicial y a la que quedó en el sobrenadante luego de cada tratamiento, para ello se recurrió a la siguiente fórmula: Concentración de proteína (mg/mL) = 1.45 DO280 – 0.74 DO 260 (Kalckar, 1947). Esquema experimental 2: Efecto del tratamiento térmico sobre las proteínas del lactosuero. 50 mL de Suero 50 °C por 10, 20 y 30 min. 70 °C por 10, 20 y 30 min. 90 °C por 10, 20 y 30 min. Centrifugar a 5000 rpm x 10 minutos Separar sobrenadante Leer D.O. en rango UV 280 y 260 nm Concentración de proteína (mg/mL) = 1.45 DO280 – 0.74 DO 260 (Kalckar, 1947). Si cae precipitado V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Tabla 1: Turbidez y pH en el sobrenadante de las proteínas de leche. pH Dilución Absorbancia Turbidez ( 500 nm) 3 10 0,068 0,68 4,6 10 0,075 0,75 5,5 20 0,146 2,92 6 20 0,701 14,02 7 20 0,835 16,7 Figura 1: Turbidez y pH en el sobrenadante de las proteínas de leche. Tabla 2: pH y conductividad en el sobrenadante de las proteínas de leche. pH CONDUCTIVIDAD 3 10,41 4,6 7,92 5,5 6,82 6 6,18 7 5,54 Figura 2: pH y conductividad en el sobrenadante leche. de las proteínas de Tabla 3: Efecto del tratamiento térmico sobre las proteínas del lactosuero % de proteína desnaturalizada Tiempo (min.) 0 Mesa A 50°C Mesa B 70°C 50°C promedio 70°C 50°C 0,00 0,00 0,00 0,00 10 28,20 37,67 36,47 35,55 32,34 36,61 20 31,93 38,69 34,83 39,74 33,38 39,21 30 18,93 43,70 39,07 44,02 29,00 43,86 Figura 3: Efecto del tratamiento térmico sobre las proteínas del lactosuero. 0,00 70°C 0,00 -Ph y turbidez en el sobrenadante (500 nm): De la figura 1, podemos encontrar que existe una relación directa entre el incremento del pH y la turbidez medida con absorbancia (500nm). Según Charles, 1970 la turbidez de la leche resulta principalmente de la dispersión de la luz por las micelas de fosfocaseinato de calcio. Los glóbulos grasos dispersan igualmente la luz, pero intervienen poco en la opalescencia blanca, ya que su dimensión es muy superior a la longitud de onda media de la luz solar. En la práctica la muestra evaluada correspondía en si al sobrenadante de la leche cuando es sometida a centrifugación, por lo cual podría deducirse que la dispersión de la luz disminuía cuando aumentaba el pH, debido a que a esos pHs las micelas podrían estar además formando complejos con las proteínas séricas. Es importante también señalar por lo expuesto que a mayor turbidez se obtendrán mayores lecturas de densidad óptica. También Belitz y Grosch, 1997 sugieren que la medida de la densidad óptica en leche es muy útil para evaluar el aguado de (aunque menciona también que este tipo de adulteración se puede enmascarar con la adición de sales); y la construcción de la gráfica de solubilidad de las proteínas presentes en ella. Ph y conductividad: De la gráfica 2; podemos observar que el pH y la conductividad mantienen un alto nivel de correlación negativa, pues a medida que aumenta el pH la conductividad decrece. La variación de la conductividad de las leches está directamente relacionada con la carga que presenten estas proteínas a los diferentes pHs evaluados y de manera indirecta a la concentración de estos los sueros evaluados. Ante esto, Cheftel y col, 1989 indican que a pHs próximos al punto isoeléctrico (pI), las moléculas proteicas, manifiestan un mínimo de interacciones con el agua, favoreciendo de esta manera a la formación de agregados insolubles (precipitan). Es decir, en las leches y sueros sometidos a los pHs evaluados se produjo la precipitación proteica de la leche, lo que redujo directamente e indirectamente la carga neta de las proteínas contenidas en las muestras y la resistencia al paso de la corriente eléctrica, respectivamente. Fennema, 2000; manifiesta que la fracción k-caseína se insolubiliza en un rango de 4.1-4.5, mientras que la α-caseína, β- caseína y lasproteínas del suero (α-lactoalbúmina y β-lactoglobulinas) lo hacen entre 5.1 y 5.3. Esto explica el porque la conductividad disminuye a medida que se incrementa el pH, pues poco a poco se van a insolubilizar las dieferentes fracciones proteicas presentes en la leche, disminuyendo así la carga neta total. La conductibilidad de la leche varía con la temperatura, normalmente s el mide a 25 °C. El agudo de la leche rebaja la conductibilidad y ante una acidificación, la conductibilidad se eleva. La medición de la conductibilidad se utiliza generalmente para investigar este aguado de la lache o para descubrir las leches mastíticas. En la figura 3 que se muestra la turbidez o D.O de las proteínas del suero de leche al ser sometidas a diferentes tiempos de tratamiento térmico. La proteína del suero de leche se desnaturaliza más a 70 ºC que a 50 ºC. Cheftel, 1989 establece que las proteínas de lactosuero son relativamente termolábiles, sufriendo una intensa desnaturalización a 80 °C, y que esta desnaturalización se acompaña de la rotura y nueva formación de numerosos puentes disulfuro dando lugar a la formación de dímeros y tetrámeros de alto peso molecular que se precipitan (esto se conoce en la industria láctea como “la piedra de la leche”). La proteína responsable de este efecto es la βlactoglobulina, pues es más sensible que la α-lactoalbúmina debido a su grupo sulfhidrilo libre, que origina la iniciación de reacciones de intercambio disulfuro autocatalizadas. Sin embargo en la práctica no se pudieron hallar valores del tratamiento térmico a 90ºC en las proteínas del lactosuero debido a fallas en el equipo de baño maría. VI. CONCLUSIONES -El pH altera la carga neta de las proteínas, haciendo que estas se comporten como base o como ácidos dependiendo del pH del medio. Estas cargas le permiten a la proteína interaccionar con el agua y de esta manera mantenerse solubles en el medio. -Cuando el pH del medio se aproxima al punto isoeléctrico, la carga neta de la proteína es cero, y esta se precipita, lo cual es fácilmente detectable a través del análisis turbidimétrico. VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Belitz y Grosh. 1997. Química de los Alimentos. Editorial Acribia. Zaragoza. 2. Ordoñez, J. 1998.Tecnología de los alimentos. Volumen II. Editorial Síntesis, S. A. España. 3. Fennema, O. R. 1985. Introducción a la Ciencia de los Alimentos. Editorial Reverté. Barcelona. 4. Charles, A. 1970. Ciencia de la leche. Principios de técnica lechera. Editorial Continental. México. 5. Cheftel, J. 1989. Proteínas Alimentarias. Editorial Acribia, S. A. Zaragoza. España.