Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. colaboración especial Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico J.C. ALONSO FARTO, M.I. ALMOGUERA, R. HERNÁNDEZ, J. ORCAJO Y J.M. PÉREZ VÁZQUEZ Servicio de Medicina Nuclear. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. España. INTRODUCCIÓN La osteomielitis es una infección ósea producida, en la mayoría de los casos, por bacterias piógenas y micobacterias. Los microorganismos pueden acceder al hueso por vía hematógena, por vía directa a partir de un foco contiguo de infección, o por una herida penetrante. Los traumatismos, la isquemia y los cuerpos extraños aumentan la predisposición del hueso a la invasión microbiana, al exponer lugares donde se pueden fijar las bacterias1. Es de importancia crítica el diagnóstico precoz de la osteomielitis aguda, porque el tratamiento antibiótico puede prevenir la necrosis del hueso. Sin embargo, no existen pruebas diagnósticas de laboratorio, ni de imagen, ni patológicas aceptables. Así, por ejemplo, en el caso de las prótesis articulares, se considera el cultivo de muestras del tejido periprotésico como gold standard para el diagnóstico de infección; sin embargo, para muchos autores, estas exploraciones no son ni sensibles ni específicas2. Los leucocitos normalmente no se acumulan en los lugares del hueso donde existe aumento del turnover óseo en ausencia de infección. Por todo ello, en teoría la gammagrafía con leucocitos marcados (LM) debería ser muy útil para el diagnóstico de osteomielitis3,4; sin embargo, los resultados publicados en la literatura varían ampliamente5. Esta diversidad de resultados está en relación con varias causas que podemos agrupar en dos grupos; las relacionadas con las difi- cultades propias de la técnica de marcaje, y las que tienen que ver con alteraciones relacionadas con la fisiopatología de los diferentes tipos de infecciones. TÉCNICAS DE MARCAJE Para la realización de esta técnica es necesario tener en cuenta los siguientes puntos: – Se necesita personal entrenado. – El marcaje deberá realizarse en una zona estéril. – El tiempo empleado es largo, más de 2 horas en el proceso de marcaje. – Existe el riesgo de contaminación para el paciente y para el técnico de medicina nuclear, al tener que manipular sangre. La técnica de marcaje de leucocitos in vitro es laboriosa, pero no complicada, únicamente es necesario entrenamiento en los procesos. Esto hace que no sea una de las exploraciones más empleadas en el diagnóstico de infección6. Las instalaciones que se precisan son, fundamentalmente, una campana de flujo laminar que nos asegure la esterilidad de las manipulaciones que realizamos y una centrífuga. Son necesarios varios controles de calidad para asegurar que la exploración es adecuada y están encaminados a asegurar un correcto rendimiento de marcaje, y que los LM con HMPAO-99mTc están viables. FACTORES DEPENDIENTES DE LA FISIOPATOLOGÍA DE LA INFECCIÓN Recibido: 18-02-2008. Aceptado: 18-02-2008. Correspondencia: J.C. ALONSO FARTO. Servicio de Medicina Nuclear. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. C/ Dr. Esquerdo, 46. 28007 Madrid. España. Correo electrónico: [email protected] 1) Los leucocitos tienen migración hacia la médula ósea (MO) activada de forma normal. Cuando esto ocurre, es difícil diferenciar si la migración leucocitaria es debida a una infección o a una activación medular. Estos casos especiales son: a) pie diabético Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 217 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico (artropatía neurogénica de Charcot e infección de pie diabético), y b) infección de prótesis óseas y fracturas con implantes. 2) Hay estudios que presentan una menor sensibilidad en los huesos centrales y las osteomielitis crónicas. 3) Por último, trataremos de explicar si este tipo de exploraciones realmente puede diferenciar inflamación de infección. PROCESOS DONDE LA MÉDULA ÓSEA ESTÁ ACTIVADA La normal biodistribución de los leucocitos incluye la MO. Durante nuestro desarrollo fetal, la MO cumple una importante función hematopoyética; sin embargo, según avanzamos en edad, la MO roja es reemplazada por tejido adiposo, constituyendo la “medula amarilla o grasa”5. La MO continúa hematopoyéticamente activa en el 25-30 % del fémur y del húmero con variaciones individuales7. Cuando existen estimulaciones locales, fracturas, inflamación, prótesis ortopédicas o artropatías neuropáticas4,8,9 presenta expansión de la misma. Por todo ello, la distribución de la MO hematopoyéticamente activa es muy variable, y en casos como los anteriormente citados, con expansiones individuales, la distribución normal de las imágenes con LM se altera. En estos casos se deberán realizar estudios conjuntos de MO, junto con imágenes de LM5. Pie diabético Las úlceras del pie en pacientes diabéticos son una de las complicaciones más frecuentes (15 %), con una incidencia anual del 2 %10 que suele obligar a numerosos ingresos hospitalarios11. El 85 % de las amputaciones de miembros inferiores que se realizan en diabéticos son precedidas de úlceras infectadas, lo cual representa la necesidad de un diagnóstico precoz y un correcto manejo de las mismas12. La infección es normalmente una consecuencia de la úlcera, la cual permite la entrada y multiplicación de microorganismos13. En este punto, es crucial un diagnóstico preciso y un tratamiento de urgencia, puesto que un tercio de los diabéticos con úlceras en el pie evolucionan hacia osteomielitis14. 218 Las alteraciones neuropáticas afectan tanto a los nervios periféricos como a los centrales, y suelen desarrollarse después de un período de 15 años. En la mayoría de los casos, en un 60 % afectan a la región del tarso y tarsometatarsiana, en un 30 % a las articulaciones metatarsofalángicas y en menos del 10 % a las articulaciones tibiotarsianas15. Debido a esto algunos autores como Tomas et al16 dividen el estudio del pie diabético en dos regiones: el antepié y la región del pie medio y retropié. Esta es la división que vamos a emplear para el estudio del pie diabético. Antepié Las complicaciones de las úlceras del pie diabético son la infección de la úlcera y la afectación ósea, la osteomielitis. Los hallazgos típicos radiológicos sólo son visibles después de una destrucción del 30-50 % del hueso, alteración que se alcanza 2 semanas después del comienzo de la infección16. Los LM normalmente no se depositan en los lugares de neoformación del hueso y sin infección, por lo que son muy útiles en el diagnóstico y seguimiento de las osteomielitis de los pacientes con pie diabético, con una precisión diagnóstica del 80-90 %. Pie medio y retropié Aproximadamente el 5 % de los pacientes diabéticos con neuropatía desarrollan artropatía de Charcot, afectando normalmente a las articulaciones del tarso y tarsometatarsianas. La característica especial que tiene esta región es la frecuente asociación de las lesiones con la inestabilidad articular, y en ocasiones degeneración, subluxación y destrucción articular. Esto es debido a que los pacientes continúan caminando, ya que no presentan dolor articular. Suelen acompañarse de derrame articular, normalmente inflamatorio o hemorrágico, donde podemos encontrar a veces células mononucleares16. Todas las imágenes morfológicas mostrarán signos de fractura y destrucción articular. En la radiología el hallazgo típico será la fractura luxación de Lisfranc. Esta lesión se caracteriza por el desplazamiento de los elementos que componen la articulación tarsometatarsiana, la cual se asocia a fracturas de dichos elementos. Los LM con HMPAO-99mTc se depositarán de forma selectiva en aquellos procesos que se acompañan de componente infeccioso. Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico En estos pacientes la MO hematopoyética se encuentra activada. En modelos animales se ha observado que cuando se les produce artritis inducida, la MO grasa se transforma en médula hematopoyética activa, y parece que esto puede suceder también en las artropatías de Charcot. Este depósito sobre la MO puede dar lugar a falsos positivos que se pueden evitar asociando a la gammagrafía con LM una gammagrafía de MO. En nuestro servicio realizamos de forma rutinaria imágenes 24 horas después de la reinyección de LM con HMPAO-99mTc, y es en este momento, si existe persistencia de actividad patológica, en el que se realiza el estudio de la MO con la administración de nanocoloide17. El diagnóstico es de infección activa. En el pie diabético con afectación del retropié es necesario realizar una gammagrafía de MO, ya que en estos pacientes la misma puede estar activada. CASO 1 Paciente de 60 años con diabetes mellitus tipo 2 y úlcera en el talón izquierdo de 2 meses de evolución. Con la sospecha de osteomielitis asociada se realiza un estudio óseo HDP-99mTc (GO) y un estudio de infección con leucocitos-HMPAO-99mTc. En el estudio óseo se evidencia un aumento de vascularización en la fase venosa, con captación patológica en la tuberosidad posterior del calcáneo en la imagen tardía. La exploración con leucocitos (fig. 1) muestra un intenso depósito de los mismos sobre el hueso calcáneo y la región astragalina, que incrementa su intensidad en la imagen diferida de 24 horas. El diagnóstico es de osteomielitis de calcáneo. Es importante realizar imágenes tardías de 24 horas, para mejorar la relación fondo-foco sospechoso y evitar falsos positivos. CASO 2 Paciente de 41 años con diabetes tipo 1 de 15 años de evolución y antecedente de pie diabético derecho grado IV, con amputación transmetatarsiana de los dedos del pie. Presenta fiebre y dolor en la región pretibial y pie izquierdo. En el estudio óseo se aprecia una hipercaptación bilateral a nivel de la cabeza del primer metatarsiano. Las imágenes de leucocitosHMPAO-99mTc (fig. 2) muestran una captación patológica sobre la cabeza del primer metatarsiano de ambos pies, con estudio de coloide-99mTc negativo. FIG. 1. CASO 3 Paciente de 58 años con diabetes tipo 2 y antecedente de pie diabético izquierdo con osteomielitis asociada. Es remitido 2 años después con mal perforante plantar y sospecha de osteomielitis del primer metatarsiano. En el estudio óseo (fig. 3), se evidencia en la fase venosa hiperaflujo en el pie izquierdo, y en las imágenes óseas hipercaptación en la primera, segunda y tercera articulación metatarsofalángica, y de forma difusa sobre el tarso. La exploración de MO muestra un depósito patológico del trazador en las articulaciones metatarsofalángicas descritas en el estudio óseo. Las imágenes a las 2 horas de la reinyección de LM muestran igualmente un depósito patológico del trazador sobre estas articulaciones, pero con menor intensidad de captación. Sin embargo, en la imagen realizada a las 24 horas, este depósito se lava, no persistiendo la migración leucocitaria. Se descarta la existencia de infección activa. Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 219 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico FIG. 2. El diagnóstico es de probable artropatía de Charcot con negatividad para la existencia de sobreinfección ósea activa. En la artropatía de Charcot, la MO se encuentra activada. Para el diagnóstico de osteomielitis asociada es imprescindible realizar un estudio gammagráfico de MO. INFECCIÓN DE PRÓTESIS ÓSEAS Las infecciones osteoarticulares son procesos poco frecuentes, pero que adquieren una gran importancia cuando se producen asociadas a prótesis o a implantes óseos. La prevalencia de estas infecciones se ha reducido considerablemente durante los últimos años, pasando del 9 % a finales de la década de los sesenta, a situarse por debajo del 3 % gracias a las medidas de prevención adoptadas, e idealmente entre el 1 % en cadera y el 2 % en rodilla. Este tipo de infecciones tiene un alto índice de recidivas, y produce un eleva220 do número de fracasos quirúrgicos con retirada de la prótesis, pérdida total de la funcionalidad articular, y limitación consiguiente de la movilidad18,19. La población a partir de la sexta década de la vida se beneficia de este tipo de cirugía de implante, solucionando los problemas creados por la artrosis y el desgaste, pero este tipo de complicación puede llegar a ser fatal, con un grave deterioro de su calidad de vida. Además, conllevan un elevado coste económico estimado en más de 50.000 dólares20. Las infecciones asociadas a prótesis pueden ser de cuatro tipos según Tsukayama et al21: posquirúrgicas precoces, posquirúrgicas tardías, hematógenas y hallazgos intraoperatorios insospechados. Las posquirúrgicas tardías y las hematógenas implican un alto grado de contaminación de la prótesis difícil de erradicar sin la retirada de la misma. La mayoría de las infecciones posquirúrgicas precoces se producen en el seno de la intervención de implantación de la prótesis, y están identificados varios factores de riesgo22,23. Los agentes etiológicos que con más frecuencia originan infecciones protésicas son los estafilococos. Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico FIG. 3. Por tanto, el diagnóstico rápido en las infecciones posquirúrgicas es determinante para el pronóstico, ya que sabemos que tienen más posibilidades de ser curadas las que se detectan primero, siendo tratadas precozmente (desbridamiento precoz o recambio en dos tiempos). Pero el diagnóstico clínico de estas infecciones no es fácil. Existen discrepancias clínicas, radiológicas e importantes dudas en el diagnóstico microbiológico. El aflojamiento aséptico o la intolerancia al material protésico son entidades que causan dolor y dificultan el diagnóstico de una verdadera infección. El dolor es un síntoma habitual, pero resulta difícil diferenciarlo del aflojamiento mecánico. La fiebre está presente en menos de la mitad de los casos o no hay fiebre, y la aparición de fístula es tardía. Las pruebas actuales ofrecen una diferente sensibilidad y especificidad, no existiendo una única que sea confirmatoria, y la suma de varias pruebas microbiológicas, histopatológicas, clínicas y de imagen pueden alcanzar, en al- gunos casos, criterios predictivos fiables, tanto de positividad como de negatividad24-26. La radiología simple necesita que la infección lleve varios meses de evolución para demostrar cambios groseros (secuestros, abscesos), salvo signos de aflojamiento. La tomografía computarizada (TC) puede resultar útil en la visualización de piel y partes blandas y el aumento de la cápsula articular, aunque los materiales de las prótesis distorsionan los cortes óseos y hacen imprecisas las descripciones. Sin embargo, en algunos centros se utiliza como técnica guía para realizar las biopsias de tejido periprotésico y ayudar en el diagnóstico precoz. Por la propia patogenia de este tipo de infecciones asociadas a material extraño, y por la dificultad de recuperar las bacterias de las bio-películas, el diagnóstico microbiológico puede ser difícil. La evidencia científica sobre el diagnóstico microbiológico es escasa, y siempre referenciada en el trabajo prospectivo de Atkins et al27 que establece el estándar de oro me- Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 221 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico diante tres o más cultivos positivos con el mismo microorganismo, con una probabilidad de infección de 96,4 % comparándolo con la histología. La tinción de Gram carece de sensibilidad, y no vale de guía ni siquiera intraoperatoria. La biopsia intraoperatoria de las muestras periprotésicas es una herramienta de gran utilidad en el diagnóstico. Se establece con la presencia de más de 10 polimorfonucleares (PMN) por campo de alta resolución (contando ⱖ 5 campos distintos) en la muestra histológica. Sin embargo, siguen existiendo limitaciones diagnósticas claras. A los riesgos que comporta la realización de varias biopsias sobre una región ya intervenida, se suma la dificultad de interpretación de los cultivos positivos en el contexto de los aflojamientos asépticos28. Además, la correlación de los microorganismos aislados según los diferentes medios de cultivo y los verdaderos responsables de la infección es muy pobre. Las técnicas de biología molecular pueden ser una ayuda inestimable para esclarecer estas dudas diagnósticas. Ya existen experiencias en otro tipo de infecciones29,30. Los estudios preliminares apuntan hacia una alta sensibilidad, llegando a diagnosticar hasta un 16 % más de casos infectados que el cultivo31. En este sentido, hay que considerar que en pacientes con sospecha de infección de prótesis el cultivo de la biopsia requiere unos 2-5 días para proporcionar el diagnóstico de una infección, cuando el microorganismo causal crece en los medios de cultivo tradicionales. Sin embargo, las técnicas de proteína C reactiva (PCR) pueden permitir hacerlo en un tiempo mucho menor que varía entre 1 ó 2 días29,32. Nos encontramos, por tanto, con un problema de importantes dimensiones. En nuestra experiencia, en los últimos 10 años el servicio de traumatología de nuestro hospital ha implantado unas 3.000 prótesis (2.972 desde enero 1996 a diciembre de 2003) que conlleva uno de los presupuestos por servicios más altos del hospital. Con una media de edad de los pacientes de 70 años, casi el 80 % de ellos por problemas de artrosis. Por todo lo descrito anteriormente, el diagnóstico de las infecciones asociadas a prótesis articulares requiere un abordaje multidisciplinar, con la participación de todos los servicios hospitalarios implicados. CASO 4 Paciente de 69 años intervenida de la rodilla derecha con un implante protésico realizado en abril de 2004. Posteriormente, a los 3 años empieza a sentir dolor y limitación funcional. Con la sospecha clínica de infección frente a movilización aséptica se realiza una gammagrafía ósea HDP-99mTc y un estudio con leucocitos-HMPAO-99mTc. El estudio óseo muestra una captación patológica en componentes protésicos femoral y tibial, en cóndilos femorales y en platillos tibiales. La exploración con LM muestra una captación patológica de los mismos a nivel de cóndilo femoral externo. Las imágenes con coloide-99mTc para descartar activación medular son inespecíficas y no coincidentes (fig. 4). El diagnóstico es compatible con una infección activa sobre cóndilo femoral externo. En la movilización séptica, la positividad en las imágenes con LM no debe coincidir con áreas de activación medular. CASO 5 FIG. 4. 222 Paciente de 72 años con implante de prótesis bilateral de rodilla desde hace 2 años. Ante la sospecha de movilización séptica frente a aséptica de la prótesis total de la rodilla izquierda, se realiza un estudio de infección con coloide-99mTc y leucocitos-HMRev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico A A B FIG. 6. CASO 6 B FIG. 5. PAO-99mTc (fig. 5A), observándose una captación patológica en el vástago tibial en la imagen de 2 horas, que persiste en la diferida de 24 horas (fig. 5B). La exploración con coloide fue negativa. El diagnóstico es de infección en componente tibial. Se realiza la retirada de la prótesis de rodilla, implantándose un espaciador con vancomicina. Finalizado el tratamiento se realiza un nuevo estudio con leucocitos-HMPAO-99mTc (fig. 5B) sin observarse focos patológicos de captación, y se procede a la recolocación de la prótesis total de rodilla. Es imprescindible confirmar la asepsia mediante un estudio con leucocitos previo a la reimplantación protésica. Paciente de 73 años con antecedente de prótesis de cadera izquierda con movilización séptica por S. aureus meticilinresistente, tratada con antibioticoterapia y colocación de espaciador. Previamente a la recolocación protésica se realiza un estudio óseo (fig. 6A), de MO y de leucocitos-HMPAO-99mTc (fig. 6B), sin evidencia de captaciones patológicas en las 3 exploraciones. En el diagnóstico se descarta una infección ósea activa. Antes de una nueva artroplastia se debe realizar un estudio de LM para descartar un proceso séptico. CASO 7 Paciente de 85 años con antecedente de prótesis de rodilla derecha. Se encuentra en estudio por presentar una fístula cutánea con drenaje de material pu- Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 223 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico La presencia de fístulas cutáneas en pacientes portadores de prótesis es altamente sugestiva de infección de la misma. CASO 8 Mujer de 71 años portadora de prótesis de rodilla izquierda desde 1997, que acude a Urgencias en agosto de 2003 con fiebre, dolor y enrojecimiento en el miembro inferior izquierdo. Se realiza una radiografía de rodilla y posteriormente una ecografía de la región (fig. 8A), donde se visualiza una colección líquida en el tejido celular subcutáneo que se punciona, tomándose muestras para cultivo. El estudio con LM con HMPAO-99mTc revela un depósito patológico del trazador a nivel periprotésico que persiste en la imagen de 24 horas en las localizaciones señaladas (fig. 8B). Es intervenida quirúrgicamente para retirarle la prótesis y colocarle un espaciador con gentamicina. En junio de 2004 nos solicitan una nueva exploración para descartar la persistencia de infección sobre el espaciador, con el fin de colocar una nueva prótesis. Realizamos estudio de infección (estudio óseo, LM y de MO) encontrando varios depósitos del trazador concordantes que descartan la existencia de infección (fig. 8C). Se le coloca una nueva prótesis MRH con doble articulación y componentes protésicos más largos (fig. 8D). En revisiones posteriores nos solicitan de nuevo un estudio gammagráfico de infección para confirmar la buena evolución clínica de la paciente (fig. 8E). Antes de la colocación de una nueva prótesis es necesario estar seguros de que no persiste la infección. A B FIG. 7. rulento. Con una alta sospecha de infección protésica nos solicitan un estudio para confirmar la infección y delimitar los componentes de la prótesis afectos. Se realiza un estudio óseo con MDP-99mTc (fig. 7A), y posteriormente gammagrafía ósea con LM y MO (fig. 7B). La imagen de 24 horas muestra la localización de los focos infectados con captación patológica leucocitaria sobre pilón tibial con extensión a partes blandas en relación con fístulas cutáneas infectadas. El diagnóstico es de infección a nivel del componente tibial con fístula cutánea infectada. 224 Para la correcta interpretación de los estudios es imprescindible conocer el tipo de prótesis implantada. La activación medular es diferente según el tipo de componentes. MENOR SENSIBILIDAD EN HUESOS CENTRALES Osteomielitis vertebral La discitis es un proceso inflamatorio que tiene lugar en el espacio intervetebral. Es una entidad más común en niños que en adultos, con dos picos de frecuencia, uno entre los 6 meses y los 4 años, y otro entre los 10 y los 1433. Algunos autores incluso conside- Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico A B FIG. 8. ran que la discitis y la osteomielitis vertebral (OV) en niños representan un espectro de una misma enfermedad33. En adultos, sin embargo, este proceso es diferente. La OV es una infección infrecuente34, aunque su incidencia parece haber aumentado en las últimas déca- Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 225 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico D C E FIG. 8. das debido al mayor número de pacientes con enfermedades crónicas debilitantes, inmunosupresión o ancianos, y a la frecuente realización de cirugía o técnicas invasoras sobre la columna vertebral35. La OV 226 es una infección potencialmente peligrosa que requiere tratamiento quirúrgico en un porcentaje no despreciable de casos, y que causa secuelas funcionales importantes y hospitalizaciones prolongadas36. Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico El cuadro clínico de la OV es bastante inespecífico, lo que a veces dificulta el diagnóstico. La causa más frecuente de OV en nuestro medio es la tuberculosis37,38. En la OV piógena (OVP) el microorganismo causal más frecuente es el Staphylococcus aureus36. La fiebre o febrícula frecuentemente están ausentes en la OV. Sin embargo, en la OVP es casi constante la existencia de fiebre o febrícula. La ausencia de dolor vertebral es excepcional. La localización más frecuente es la lumbar36. La localización dorsal es significativamente más frecuente en la OV tuberculosa, lo cual puede explicarse por la extensión de M. tuberculosis por vía linfática a la columna dorsal desde el pulmón, la pleura y los ganglios mediastínicos39,40. Como en los anteriores casos de osteomielitis, la radiografía simple ósea se considera como método de detección. Sólo después de varias semanas veremos erosiones y destrucción de los platillos vertebrales35. La TC y la resonancia magnética (RM) presentan excelentes parámetros diagnósticos, aportando además información anatómica importante de la región. Sin embargo, una de las principales causas de OV es la realización de cirugía y técnicas invasoras sobre la columna vertebral, donde se colocan implantes y fijaciones metálicas ferromagnéticas, sufriendo cambios postoperatorios, como tejido fibroso en el hueso, que dificultan la valoración de la OV por estos métodos anatómicos. La gammagrafía ósea con LM, a pesar de que algunos autores han publicado buenos resultados en osteomielitis crónica periférica, no se recomienda para las OV, ya que presenta una baja sensibilidad, quizás debido a que la migración leucocitaria en el esqueleto axial es más lenta. En nuestra unidad no se emplea de forma rutinaria. Cuando existe un aumento de la captación la probabilidad de infección es muy alta; sin embargo, en más del 50 % de los casos lo que visualizamos es una disminución o incluso un defecto de captación en el lugar de la OV41. CASO 9 Paciente de 70 años con diagnóstico de osteomielitis lumbar por Staphylococcus aureus tratado con antibióticos durante 3 meses. En el estudio óseo de control se visualiza un depósito patológico sobre L2 y L3. Las imágenes tras la reinyección de leucocitos-HMPAO-99mTc no muestran captaciones patológicas (fig. 9). El diagnóstico final, realizado mediante otros métodos diagnósticos, descartó la existencia de infección. FIG. 9. CASO 10 Paciente de 74 años que presenta dolor lumbar intenso de 15 días de evolución. La radiografía lumbar muestra signos artrósicos. La analítica evidencia leucocitosis (21.360 l/mm3) con desviación a la izquierda (granulocitos 88 %). En la TC toracoabdominal se observan colecciones fluidas fusiformes, en ambos músculos psoas, compatibles con abscesos. La RM de columna dorso lumbar muestra espondilodiscitis en nivel L1-L2. Se realiza rastreo óseo, observándose un intenso depósito patológico del trazador en nivel de L1-L2, que en cortes tomográficos vemos que afecta a ambos cuerpos vertebrales (fig. 10A). El estudio con LM muestra un área fotopénica a dicho nivel, y es sugerente pero no diagnóstica de infección activa en vértebras lumbares L1-L2 (fig. 10B). La OV es secundaria, en la mayoría de los casos, a tuberculosis. El estudio con LM no es la técnica diagnóstica de elección. El estudio con citrato-Ga-67 aporta mayor rendimiento diagnóstico. Osteomielitis crónicas En las osteomielitis crónicas el infiltrado leucocitario no está predominantemente formado por neutrófilos, por lo que la sensibilidad debería ser menor. Sin embargo, Termaat et al42 han publicado los resultados de un metaanálisis sobre la utilidad de la gam- Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 227 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico A calización del foco de osteomielitis crónica (axial frente a huesos periféricos, sensibilidad 84 y 21 % respectivamente, p < 0,05) sin encontrar relación con otras de las variables estudiadas. DIFERENCIA ENTRE INFLAMACIÓN FRENTE A INFECCIÓN MEDIANTE LEUCOCITOS MARCADOS CON HMPAO-99mTc B FIG. 10. magrafía con LM en el diagnóstico de osteomielitis crónica. Este estudio revela que las diferencias de precisión diagnóstica se encuentran en relación con la lo228 Cuando nosotros realizamos el marcaje de leucocitos separamos toda la población leucocitaria del resto de los elementos formes de la sangre, y es sobre ese botón leucocitario donde añadimos la sustancia lipofílica (HMPAO), la cual es capaz de atravesar la membrana celular para transformarse posteriormente en hidrofílica por diferencia del pH intracitoplasmático, quedando atrapada en el interior del citoplasma celular. Por tanto, la población que mayoritariamente estamos marcando es PMN, los cuales constituyen más del 80 % de los leucocitos. Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico La diferencia entre la inflamación y la infección es que el agente causante permanece en el foco. La población leucocitaria cambia de manera precoz. En el análisis de sangre periférica se ha visto que los PMN descienden horas después de una inflamación sin infección. Además, en el foco inflamatorio el tipo celular predominante son mononucleares, mientras que los PMN sólo están presentes en las fracturas en las fases muy precoces16. Es por todo ello que los estudios con LM nos informarán sobre la existencia de infección del foco de estudio, siendo normales ante otros procesos inflamatorios. Sin embargo, el aumento de perfusión que acompaña a estos procesos sí representa una importante fuente de falsos positivos. En nuestra experiencia es necesario, en todos los casos donde exista depósito patológico de leucocitos, realizar imágenes tardías a las 24 horas. El aumento de la captación, con mejoría en la relación fondo-foco, será muy sugestivo del proceso infeccioso asociado. A CASO 11 Paciente de 3 años con dolor intermitente en miembros inferiores de una semana de duración, pérdida de peso sin cuantificar, y fiebre desde hace un año. La radiología simple aprecia lesiones microlíticas en diáfisis distal y metáfisis de fémur izquierdo, con reacción perióstica laminar sobre la región distal del fémur derecho. Con la sospecha clínica de osteomielitis se realiza un rastreo óseo (fig. 11A), revelando captaciones patológicas en diáfisis distal de fémur izquierdo, diáfisis humeral derecha, articulación sacroilíaca izquierda y sobre vértebras lumbares que, realizando cortes tomográficos, se localizaban en la región anterior de los cuerpos vertebrales. La exploración con LM fue negativa (fig. 11B). Nuestro diagnóstico fue compatible con osteomielitis multifocal crónica recurrente (OMCR). No obstante, se debe realizar un diagnóstico diferencial con linfoma/leucemia, tumores óseos, trauma multifocal, etc. La biopsia de la lesión distal del fémur reveló un linfoma primario óseo de células pequeñas. B FIG. 11. La OMCR es una enfermedad rara de etiología no conocida que no requiere antibioticoterapia. Su tratamiento se realiza con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) en dosis antiinflamatorias. Cuando el infiltrado predominante no es de leucocitos neutrófilos no se produce persistencia de la captación en el foco a estudio. Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 229 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico A B FIG. 12. CASO 12 Varón de 88 años diagnosticado de absceso en el dorso de la mano izquierda. Ante la sospecha de una afectación ósea séptica asociada se realiza GO, mostrando una captación patológica sobre la falange proximal del quinto dedo izquierdo, y en la región metacarpofalángica del tercero y cuarto dedo de la mano contralateral (fig. 12A). En las imágenes tomadas 30 minutos y 2 horas después de la reinyección de leucocitos-HMPAO-99mTc se aprecia una captación focalizada sobre la falange proximal del quinto dedo izquierdo y un tercio distal del radio homolateral. En la imagen diferida de 24 horas sólo permanece actividad sobre la quinta articulación interfalángica de la mano izquierda, con lavado del resto de las lesiones descritas anteriormente (fig. 12B). El diagnóstico es de proceso óseo infeccioso activo sobre el quinto dedo de la mano izquierda. La persistencia de actividad focalizada leucocitaria en la imagen de 24 horas avala la existencia de infección ósea. CASO 13 Mujer de 45 años, con aumento de volumen y signos de flogosis en el segundo dedo de la mano dere230 cha. Se realiza un estudio óseo, visualizándose en fase de pool venoso un depósito patológico del trazador a nivel de la falange distal del segundo dedo de la mano derecha, que sin embargo en el estudio tardío óseo no se visualiza (fig. 13A), lo que traduciría un aumento de la vascularización a dicho nivel sin afectación ósea. Posteriormente se realiza un estudio con LM con HMPAO 99mTc, el cual no mostró un depósito patológico del trazador al nivel descrito a los 30 minutos y dos horas de la reinyección, lo que descartaría la existencia de infección (fig. 13B). CASO 14 Paciente de 62 años con antecedentes de fractura de pilón tibial derecho tratada con osteosíntesis con placa. Tras una desfavorable evolución se retira el material de osteosíntesis y se realiza un colgajo de gemelo en el área de la necrosis con fijación externa y tratamiento antibiótico. Posteriormente el paciente presenta actividad purulenta por punto de fijación que había sido retirado previamente, con cultivo de exudado positivo para E. coli, Staphylococcus epidermis y Corynebacterium sp. El paciente inicia antibioticoterapia ante la sospecha de osteomielitis crónica. Tres meses después, el paciente presenta lesiones cutáneas eritematosas, abollonadas e induradas en el Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico A B FIG. 13. FIG. 14. tobillo derecho. La RM muestra una importante distorsión de la morfología ósea sin poder descartar la presencia de osteomielitis en los márgenes del túnel dorsotibial y la cúpula del astrágalo. Se realiza un ras- treo óseo, observándose un injerto cutáneo viable en la fase de pool (fig. 14). El estudio con LM presentó una actividad difusa en el injerto cutáneo, y en la imagen tomada 2 horas después de la administración Rev Esp Med Nucl. 2008;27(3):217-33 231 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Alonso Farto JC et al. Leucocitos marcados con HMPAO-99mTc en la infección osteoarticular: casos clínicos y problemas en el diagnóstico del radiotrazador se visualizan dos depósitos patológicos en la región proximal a la fractura. En las imágenes de 24 horas, la actividad difusa del injerto cutáneo desaparece, persistiendo únicamente los depósitos proximales descritos. De esta manera, podemos diferenciar claramente entre infección e inflamación. No obstante, dado el importante componente inflamatorio, se decide realizar una biopsia de la lesión, con el resultando de linfoma cutáneo de células grandes. Finalmente se confirmó que los puntos únicos de infección fueron los localizados en las imágenes de 24 horas de los LM. AGRADECIMIENTOS Nuestro agradecimiento al Grupo de Apoyo para el Manejo de la Infección Osteoarticular (GAIO) del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, compuesto por los Servicios de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Radiología, Microbiología Clínica, Medicina Nuclear, Anatomía Patológica y Reumatología. Gracias a ellos hemos tenido un seguimiento clínico y diagnóstico preciso de estos casos. Gracias también a los doctores Domínguez, Bittini y Martínez de nuestro Servicio por su colaboración en la selección de los casos. BIBLIOGRAFÍA 1. Parsonnet J, Maguire JH. Capítulo 111. Osteomielitis. En: Braunwald E, Fauci AS, Isselbacher KJ, Kasper DL, Hauser SL, Longo DL, et al., editors. 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