costos y beneficios de la participación de chile

COSTOS Y BENEFICIOS DE LA
PARTICIPACIÓN DE CHILE EN
OPERACIONES DE PAZ
Beneficios deducidos del texto de la
“Política Nacional para la Participación del
Estado de Chile en Operaciones de Paz”.
T
eniéndose en cuenta que la
participación de Chile en Operaciones de Paz se encuentra
regulada en el mencionado instructivo
presidencial, como metodología de análisis, es necesario acotar los beneficios a
lo expresado en el texto de la política en
comento. En ella se reconocen explícitamente ciertas características de la realidad global en la que Chile se encuentra
inmerso y se entregan definiciones de lo
que es la voluntad nacional y la posición
oficial del Estado de Chile sobre esta
importante materia1. En este contexto,
los puntos relevantes deducidos del
texto que permitirán precisar en mayor
medida los posibles beneficios de la
participación chilena en Operaciones de
Paz, son los siguientes:
a) Chile es parte de una comunidad
internacional de naciones, en su calidad de estado libre y soberano.
b) Chile aspira a participar activamente
en instituciones y foros que promueven la paz, la seguridad internacional
y el desarrollo de los pueblos.
*
1.2.3.4.5.6.7.-
c) Chile es parte de un acuerdo internacional que constituye un sistema
de seguridad mundial, con reglas y
normas establecidas por La Carta de
las Naciones Unidas en sus capítulos
VI; VII y VIII2.
d) Reconoce que los conflictos repercuten en forma más amplia e intensa,
por lo que los pactos de seguridad
y estabilidad internacional adquieren
una mayor supremacía3.
e) Reconoce que en un sentido integral y
moderno la seguridad nacional depende
de factores internos y externos4.
f) Afirma que el mantenimiento y la promoción de la paz; y seguridad internacional son objetivos permanentes
de la política exterior chilena y que
nuestro país tiene el compromiso de
contribuir activamente con el esfuerzo
que desarrolla la ONU y, más específicamente en las operaciones de paz
impulsadas por esta organización,
pero por decisión soberana5.
g) Define lo que se entiende por Operación de Paz6.
h) Determina criterios político estratégicos,
operativos y gubernativos; y administrativos, para determinar la participación
de Chile en operaciones de paz7.
Capitán de Fagata. EM-A. Jefe de I & D del Centro de Operaciones de Chile (CECOPAC), Magíster en Dirección General de
Empresas, Egresado Magíster en Operaciones de Paz, Egresado magíster en Negociación Internacional, Docente CECOPAC.
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, considerando punto N° 9.
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Considerando puntos N° 3 y 4.
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Considerando punto N° 6.
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Considerando punto N° 5.
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Parte resolutiva puntos N° 1,2 y 3.
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Parte resolutiva puntos N° 1,2 y 3.
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Parte resolutiva puntos N° 6,7 y 8.
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Marcelo Péndola Brondi *
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i) Asigna responsabilidades a estamentos
nacionales y entrega los lineamientos
generales de los procedimientos para
decidir, preparar, controlar y financiar
una eventual participación de Chile en
Operaciones de Paz8.
De los puntos anteriores se puede
desprender que la participación de Chile
en operaciones de paz, por decisión
soberana, es un deseo y un compromiso
del país. En este sentido, reconoce a la
ONU como el organismo legítimo para
promover la paz y seguridad internacional. Además, ve a las Operaciones de
Paz, impulsadas por Naciones Unidas,
como el principal instrumento mediante
el cual se mantiene o impone la paz
y seguridad internacional que, dadas
las condiciones de globalización de las
relaciones internacionales, tiene una
creciente incidencia en los aspectos de
seguridad y desarrollo nacional.
Adicionalmente se acepta que el
modo en el cual se participará debe ser
coherente con el interés nacional, enfatizando en el cumplimiento de un compromiso nacional y preocupación por la paz;
sobre todo en aquellas áreas geográficas
en situación de conflicto cuya estabilidad
afecte a los intereses nacionales9.
Dada la amplitud de los conceptos
enunciados precedentemente, queda
claro que es necesario priorizar la participación soberana de nuestro país en esta
materia y en este aspecto se explicitan
los siguientes objetivos para participar:
a) Cumplimiento de un compromiso
nacional.
b) Preocupación de Chile por la paz.
c) Satisfacción del interés nacional,
prioritariamente en áreas geográficas
cuya estabilidad afecten los intereses
nacionales.
d) Perfeccionamiento de las instituciones participantes.
8.9.-
Además, se establece que se deberán ponderar los costos que las operaciones de paz tienen con relación a los
beneficios que el país obtiene.
En lo referente al cumplimiento de un
compromiso nacional y a la preocupación
de Chile por la paz se pueden considerar
dos perspectivas. La primera, relacionada
con la convicción nacional de que es
indispensable cumplir con los compromisos internacionales que la realidad internacional demanda. Como así también, el
alto valor que tiene para nuestro país un
escenario internacional en el que predomine la condición de paz y seguridad.
Participación de Chile en operaciones de paz.
Estas convicciones nacionales se
verían privilegiadas en la medida que la
eficacia y eficiencia de la acción de promover la paz y seguridad internacional
se incrementase. En otras palabras, el
beneficio desde este punto de vista se
alcanzaría de acuerdo al logro de los
objetivos planteados para una deter-
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Parte resolutiva puntos N° 6,7 y 8.
DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Parte resolutiva puntos N° 6.1.
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minada operación de paz. En términos
resumidos, Chile se comprometió a participar porque es indispensable “hacer y
cumplir” para lograr el anhelado bien de
la paz y seguridad internacional.
En este sentido, el beneficio específico estaría dado por el grado de satisfacción de una convicción nacional, que
la participación otorgaría. Para hacer
mensurable este beneficio sería necesario asociarlo a variables cuantificables
como, por ejemplo, el nivel de información de la sociedad versus el grado de
aceptación, por mencionar una posibilidad. Sin embargo, desde esta perspectiva ideal, es evidente que el beneficio
está asociado a la efectividad real de la
acción de la operación de paz y al grado
de la contribución nacional efectiva a
ésta. Es necesario tener en cuenta que la
convicción nacional es un proceso que
dice relación con los rasgos nacionales
y niveles de desarrollo económico y
social, por ende es variable en el tiempo.
En aspectos más específicos, como lo
son las operaciones de paz, requieren de
información y educación al respecto.
Una postura más realista nos señala
que la proyección internacional de la
imagen de Chile, como país que cumple
sus compromisos internacionales y
que además es preocupado de la paz
y seguridad internacional, es deseable.
En esta perspectiva, la mejor imagen
que nuestro país proyecte con su participación constituye el beneficio nacional
inmediato. Es por ello que más que la
efectividad real o el grado de contribución efectivo, los elementos de beneficio
son la importancia y notoriedad que la
participación otorgue, ya sea en una
dimensión regional o global.
Lo anterior no significa que sea obligación elegir una de las perspectivas
mencionadas, más bien se trata de que
la combinación de ambas maximice los
beneficios nacionales en estos aspectos.
Otro de los objetivos planteados se
relaciona con la satisfacción del interés
nacional y establece que la participación
será prioritaria en aquellas áreas geográficas donde se afecten los intereses
nacionales. En este sentido, el beneficio
está más relacionado con los objetivos
actuales que con los permanentes. Aquí
entran factores como áreas geográficas,
de interés económico o político prioritario, resto de los países contribuyentes que participarán, posicionamiento
internacional actual de nuestro país, etc.
En este contexto se pueden identificar
beneficios de posicionamiento nacional, de relaciones bilaterales y/o multilaterales y de participación nacional en
puestos de decisión de trascendencia
internacional a distintos niveles. Lo anterior conformará una mayor capacidad de
influencia en el concierto internacional
para nuestro país.
Adicionalmente puede haber otros
intereses coyunturales que otorguen
beneficios distintos a los mencionados,
pero esta capacidad nacional es la que
permite o facilita la materialización de
intercambios y acuerdos políticos y económicos de directo impacto en las posibilidades de desarrollo nacional.
Desde la perspectiva de la seguridad
nacional, la política reconoce factores
externos que afectan a nuestro país y que
se escapan a la acción soberana nacional.
Es en ellos donde la mencionada capacidad de influencia nacional adquiere un
rol preponderante, dado que una decisión soberana por sí sola no es capaz
de neutralizar una amenaza generada
por factores externos que se encuentran
fuera del ámbito de acción nacional. Es
aquí donde se debe tener la participación,
credibilidad e imagen suficientes para
influir en las opiniones o decisiones de
política internacional en favor de cautelar
los intereses nacionales.
En este contexto es altamente
favorable, además de una adecuada
imagen internacional, la presencia en
foros y organizaciones internacionales,
que aseguren que la posición nacional
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será expuesta y debatida, sobre todo
en aquellas organizaciones y temas que
acaparan la mayoría de la atención y los
recursos de la comunidad internacional,
como lo son las Operaciones de Paz.
Esto en sí constituye un incremento en la
seguridad del país. De esta forma es fácil
interpretar que uno de los beneficios
deducidos de la política en comento, es
el incremento en la seguridad nacional.
El objetivo que hace referencia al
perfeccionamiento de las instituciones
participantes, precisa este beneficio en
términos de obtención de experiencias,
entrenamiento del personal y; adquisición y reposición de material y equipo.
En lo que se refiere a la obtención
de experiencias y entrenamiento, en
las operaciones de paz las fuerzas militares realizan todas o algunas de las 33
tareas operacionales definidas, las que
en la actualidad son de un amplio uso
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Entrenamiento en las operaciones de paz.
en los conflictos modernos. Asimismo,
el hecho de desarrollarlas bajo un
ambiente de riesgo real, otorga la posibilidad de experimentar y entrenarse en
un ambiente que es muy difícil de simular, como lo es el riesgo real.
Por otra parte, operar con fuerzas de
otros países, permite entrenarse en operaciones del tipo combinadas, poniendo
en evidencia aquellas diferencias de
procedimiento que las dificultan. Otro
aspecto de entrenamiento, que es trascendental en los conflictos modernos, es
la aplicación del Derecho de los Conflictos Armados, que será de recurrente uso
a la hora de someter las acciones bélicas
al juicio de la comunidad internacional, lo
que corresponde a una de las características propias de los conflictos modernos.
En lo que se refiere a la adquisición y
reposición de material, la participación de
fuerzas nacionales en operaciones de paz
de ONU, con el sistema de compensaciones y reembolsos definidos, permite que
los países con menor capacidad económica
adquieran material y equipo que al término de la misión, serán de propiedad del
país participante con un importante grado
de subvención de las Naciones Unidas.
Dado que los reembolsos generados por
la cooperación permiten amortizar en una
importante medida estas adquisiciones y,
como normalmente la vida útil del material excede los tiempos de empleo en una
operación de paz, se genera un beneficio.
Además de lo anterior, la participación
obliga a cumplir los estándares definidos
por las Naciones Unidas para el material,
los que se asemejan a los que son propios
de países desarrollados. Cabe hacer presente que el beneficio será directamente
proporcional a la capacidad de gestión
nacional en este aspecto, dado que el
diseño del sistema privilegia a aquellos
que logren una adecuada optimización de
los recursos para adquirir material y para
gestionar los reembolsos, por lo que una
participación en el tiempo se traducirá en
un aumento de la capacidad de gestión
financiera y logística de las instituciones
participantes.
Otro aspecto que la política menciona, dice relación con que el Estado de
Chile deberá contar con establecimientos
dedicados a la instrucción y preparación
del personal destinado a participar en
operaciones de paz10. Adicionalmente a la
10.- DS Ministerio de Defensa N° 68 de 14 de octubre de 1999, Parte resolutiva puntos N° 7.3.
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reducción de los costos de instrucción y
entrenamiento para el despliegue, los centros técnicos en la materia generan una
importante vía de inserción e intercambio
internacional que contribuye a la imagen
internacional del país, respecto del grado
de conocimiento y desarrollo expresado
en la capacidad nacional de participar.
Es así, como sólo durante el presente
año el Centro Conjunto para Operaciones de Paz de Chile (CECOPAC), ha sido
motivo de numerosas visitas internacionales e intercambios de instructores
y alumnos con países como Argentina,
Brasil, Francia, España e Inglaterra, por
mencionar algunos. Además de lo anterior, el CECOPAC ha debido mantener
una permanente comunicación técnica con el Servicio
de Evaluación y Entrenamiento (TES), división perteneciente al Departamento
de Operaciones de Paz
de la ONU. Logrando un
importante reconocimiento
en la materia, al ser considerado el CECOPAC para
ejercer la presidencia de la
Asociación Internacional de
Centros de Entrenamiento e Instituciones Académicas Relacionadas con Operaciones de Paz (IAPTC), organización
que constituye el principal foro técnico
internacional en la materia.
Principales beneficios y oportunidades
evidenciadas en la participación del
Estado de Chile en Operaciones de Paz.
Adicionalmente a lo establecido en la
mencionada política, la participación de
Chile en este tipo de operaciones ha presentado beneficios más específicos y ha
planteado oportunidades, que en algunos
casos se circunscriben al ámbito nacional.
En Chile el tema ha sido motivo de
continuos acuerdos en reuniones bilaterales a nivel defensa con diferentes
países, como es el caso de Argentina e
Inglaterra, por sólo mencionar algunos.
La experiencia mencionada otorga una
mayor facilidad para lograr acuerdos en
este tema, transformándolo en un atractivo vector de acercamiento bilateral.
En el ámbito de la integración regional, la pronta respuesta de nuestro país
frente a la crisis haitiana, sumada a una
contundente participación en la fase II de
la misión bajo el control directo de las
Naciones Unidas, ha permitido presentar
una sólida imagen de colaboración con
los problemas de la región. Es tanto así,
que incluso se ha nombrado a un chileno
como representante del Secretario General de Naciones Unidas para Haití, situación que constituye un reconocimiento
a la posición de decidido apoyo a la paz
y estabilidad regional por
parte de Chile. De lo anterior se desprende el directo
beneficio en términos de
imagen que la participación
chilena ha tenido.
En un plano de relaciones bilaterales, que escapan
al ámbito regional, España
e Inglaterra han invitado a
participar a contingentes
nacionales en operaciones
de paz en las cuales se encuentran involucrados, lo que se puede considerar como
un reconocimiento a la voluntad y capacidad nacional en este aspecto. Además
de lo anterior, se han materializado intercambios bilaterales de instructores y se ha
solicitado la concurrencia de especialistas
chilenos a prestar asesorías o efectuar
conferencias en Argentina, Brasil, Bolivia
y Ecuador, por mencionar algunos.
En el plano de política interna, la
legitimidad sumada a las características
multidisciplinarias de las operaciones
de paz modernas, permiten emplearlas
como un vector de convergencia civil
militar, dada la gran cantidad de intereses que son comunes entre ellos y que
en éstas se presentan, constituyéndose
así en un importante potencial de beneficio para la sociedad nacional.
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En un plano conjunto, dada la
connotación, que nuestro país definió
para las operaciones de paz, en la que
se plantea el accionar en conjunto de
todas las Fuerzas Armadas, integrando
además a policías y civiles, existe un
importante beneficio en el incremento
de la capacidad de realizar operaciones en conjunto. Esto ha quedado de
manifiesto en la participación de Chile
en Haití, en la cual se han identificado y
definido algunas de las dificultades que
deben enfrentar las diferentes ramas de
las Fuerzas Armadas en una operación
de este tipo. Del análisis y discusión de
estas experiencias saldrán importantes
“Lecciones Aprendidas” con el consiguiente beneficio en la capacidad de
desarrollar operaciones conjuntas.
Respecto de las oportunidades, la
participación de Chile en Haití, por tratarse de una operación con características de multidisciplinaria y compleja,
permitirá la participación nacional en
diferentes áreas y/o disciplinas. Incluso,
podría incluir a empresas nacionales
con las que se podrían materializar proyectos de desarrollo, contratados por
las Naciones Unidas. Sobre todo si se
considera que un diplomático chileno
ejercerá por al menos tres años, el cargo
de Representante del Secretario General
de Naciones Unidas, que es el de mayor
jerarquía y responsabilidad
de la misión en Haití. En este
aspecto es posible obtener
beneficios en términos de
acercamiento y cooperación
entre diferentes organizaciones estatales y de colaboración con el desarrollo de
empresas nacionales.
Otra oportunidad referida a la participación en
Haití, está dada por la
candidatura
y
posterior
nominación de un chileno,
para ejercer la Secretaría
General de la Organización
de Estados Americanos, situación que
evidentemente se puede relacionar con
la contundente participación nacional en
la mencionada nación caribeña.
Costos y riesgos asociados a la participación nacional en operaciones de paz.
La decisión de participar en una
determinada operación de paz, necesariamente deberá hacerse previo análisis
de los costos y riesgos involucrados. De
hecho, así se encuentra consignado en
la Política Nacional para la participación
del Estado de Chile en Operaciones de
Paz, en la que se establece al grupo de
análisis como elemento de asesoría
especializada que asiste a los Ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa,
los cuales tienen la responsabilidad de
evaluar cada petición y elaborar una
proposición a S.E. el Presidente de la
República, quien es en última instancia,
el que resuelve la participación de Chile
en determinada Operación de Paz. Adicionalmente se debe dar cumplimiento
a las disposiciones contenidas en la
legislación vigente respecto de la salida
de tropas al extranjero. El principal objetivo del mencionado grupo, es analizar
y evaluar la conveniencia de participar
en una determinada operación de paz.
Al respecto la política nacional para la
participación del Estado de Chile en Ope-
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raciones de Paz, indica que se deberán
ponderar adecuadamente los costos que
implica versus los beneficios.
En lo que respecta a los costos,
éstos pueden ser de diversa índole,
destacándose los políticos, sociales y
económicos.
Costos Políticos.
Los costos políticos pueden ser
desde la perspectiva de la política internacional o bien asociados a la política
nacional contingente, en ambos casos
puede tratarse de costos ciertos que se
deben ponderar, o bien de riesgos asociados a la participación en una misión
determinada.
Los costos se producen principalmente en lo que se refiere a la política
internacional y son los efectos los que
deben ser adecuadamente dimensionados y manejados. Un ejemplo de ello fue
la decisión chilena de no participar en
Irak, que, a pesar de no ser una Operación de Paz, sí, presentaba ciertos costos
con respecto a las relaciones bilaterales
con EE.UU. No obstante, al ser manejados sus efectos, éstos tuvieron un perjuicio nacional moderado respecto de este
país por un lado, pero por otro se generó
una potente señal de coherencia y consecuencia con la cual nuestra imagen de
país se vio fortalecida. En este caso, se
presenta una contraposición de intereses
nacionales de diferentes países, respecto
de la participación multinacional en
un área de conflicto. Para este caso en
particular, el tener una clara y definida
política de participación en operaciones
de paz por parte de Chile, constituyó un
importante elemento de apoyo a la decisión soberana de nuestro país.
Una situación de esta naturaleza se
puede dar con la participación o no participación en una determinada operación
de paz, dado que es posible, a pesar de
tratarse de una actividad legitimada por
la ONU, que pueda presentarse una contraposición evidente con los intereses
−
nacionales de otro país, afectando con
ello a las relaciones bilaterales. Cabe
hacer presente que para el caso de las
Operaciones de Paz controladas por
Naciones Unidas, se trata de buscar la
aprobación por parte de las autoridades
del estado receptor de la Operación de
Paz, intentando evitar aquellas situaciones que podría generar un rechazo a la
acción de las fuerzas en el área de conflicto. Pero lo anterior no asegura que no
exista una contraposición de intereses
entre los estados contribuyentes a una
determinada operación de paz, a pesar
de que es un antecedente que se tiene
en cuenta para seleccionar a los países
que contribuyen con fuerzas.
Otro ejemplo que es necesario mencionar, es la participación chilena en Haití,
que desde la perspectiva de la política
nacional produjo ciertos riesgos, dado
que en una etapa inicial se podría haber
traducido en un desacuerdo entre el Congreso y el Presidente de la República, a
raíz de la autorización de salida de contingentes, en esa oportunidad se corrió
el riesgo de politizar el tema de la participación en operaciones de paz, situación
que habría dificultado en gran medida el
cumplimiento por parte de nuestro país
de este compromiso nacional.
En ambos ejemplos se puede ver
que, a pesar de los costos políticos que se
puedan identificar, el manejo que se haga
de la situación, tanto en un plano nacional
como internacional, es determinante en
los efectos positivos o adversos que una
determinada situación pudiese tener.
Cuando de costos políticos nacionales se trata, no se puede dejar de
mencionar el riesgo que involucra la
posibilidad que se produzca la muerte
de un participante nacional en una
determinada operación de paz. Situación que de inmediato plantearía en la
opinión pública el debate respecto que
si es aceptable asumir los riesgos que
este tipo de misiones involucra. Es en
este sentido, una adecuada información
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previa y un conocimiento generalizado
de las actividades y de la necesidad de
participar, podrán minimizar los costos
que en términos de política contingente
nacional se deberían asumir.
En general, lo que se refiere a costos
políticos, éstos están fuertemente condicionados por el manejo que se haga del
hecho de participar y/o de una determinada situación coyuntural ocurrida en
una operación de paz, por lo que no
es posible determinar exactamente la
magnitud de ellos, siendo sólo posible
establecer líneas de acción preventivas.
Adicionalmente es necesario tener en
cuenta que no sólo la decisión de participar tiene efectos en política internacional,
el desarrollo de la operación también
presenta riesgos en términos de imagen
y prestigio internacional como por ejemplo, en el caso de Haití en el que la composición de los países contribuyentes
tiene una clara preeminencia regional, un
fracaso evidente podría traducirse en un
deterioro de la percepción internacional
de la capacidad regional para resolver sus
conflictos, afectando en mayor medida a
aquellos países que han presentado una
participación más relevante, como es el
caso de Argentina, Brasil y Chile.
Por lo anterior, es necesario tener en
cuenta que en los costos de política internacional, además del manejo político de
la situación, afecta la capacidad nacional
de gestión en Operaciones de Paz.
Costos sociales.
Los costos sociales que, de la participación de Chile en operaciones de paz se
pueden desprender, dicen relación con el
impacto social que tiene distraer determinada cantidad de recursos nacionales,
en beneficio de un área de conflicto o
emergencia que se encuentra fuera del
territorio nacional. De esta forma, los
costos sólo adquieren justificación en
la medida que el beneficio a obtener es
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−
mayor, situación que debe ser percibida
por la población nacional, para que no
se asuma un alto costo político interno.
En este sentido, se puede buscar la aprobación nacional desde una óptica de
solidaridad, relaciones internacionales o
bien explicitando beneficios directos de
la participación.
Otra dimensión del costo social
involucrado tiene que ver con el impacto
en la familia, el entorno y el ámbito
personal de aquel que participa en una
determinada operación de paz. En este
sentido, es necesario adoptar, al nivel
institucional, las medidas necesarias
para prevenir y minimizar los efectos
adversos que se pudieran producir. Cabe
hacer presente, que junto con los riesgos
psicológicos y familiares, se asocian
beneficios económicos y de enriquecimiento personal. Adicionalmente a las
medidas institucionales, sólo una adecuada preparación y entrenamiento en
materia de operaciones de paz, logrará
reducir considerablemente los riegos
individuales mencionados.
Otro aspecto dice relación con el
costo que la institución de origen debe
asumir frente a la necesidad de preparar y
desplegar medios propios para una tarea
que, muchas veces, no se encontraba
incluida en su planificación anual. En este
sentido, la política nacional indica que las
instituciones nacionales deberán tener
medios adecuadamente preparados y
entrenados con relación a los comprometidos en acuerdo de Fuerzas Stand by11.
Costos económicos.
A pesar que pudiera creerse que
los costos económicos, por tratarse de
cantidades definidas, son más objetivos
y fáciles de determinar, éstos son absolutamente variables y dependen en una
importante medida, de la capacidad nacional de gestión en la materia. Dado que
una misma operación, con igual cantidad
−
11.- Memorándum firmado entre Chile y la ONU, para el aporte nacional al UNSAS.
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COSTOS Y BENEFICIOS DE LA PARTICIPACIÓN
de medios nacionales desplegados, puede
tener un costo país totalmente diferente
entre dos naciones con distinta capacidad
de gestión. Además, otro aspecto que le
otorga un carácter relativo a la información de costos, es que las cifras tienen
un alto valor interpretativo, por lo que es
muy posible la manipulación de éstas,
para así poder presentar lo que se estime
más conveniente en términos de costos. A
pesar de lo anterior, es necesario tener en
cuenta que una participación, aunque en
términos generales o financieros sea de
alto beneficio nacional, necesariamente va
a generar una necesidad financiera en el
corto plazo, cuyo monto dependerá de la
adecuada planificación y gestión nacional.
De la misma forma, el beneficio económico indirecto, entendido como el monto
de los ingresos obtenidos por relaciones
comerciales o proyectos generados a
partir de la participación en una determinada operación de paz, será proporcional
al nivel de gestión nacional que en la operación se desarrolle.
Conclusiones
a) Nuestro país dispone de un marco
regulatorio que permite una participación multidisciplinaria, adaptada a
la actual exigencia de las Operaciones
de Paz de Naciones Unidas.
b) Los costos, riesgos y beneficios de
esta actividad, tienen una relación
directa con el grado de desarrollo de
la “Capacidad Nacional de Gestión en
Operaciones de Paz”, especialmente
en la actualidad, en que la naturaleza
compleja de las misiones exigen de
un conocimiento especializado en la
materia.
c) La “Gestión Nacional “ en la materia,
dice relación con una gestión política,
diplomática, logística y financiera,
integrada e interdependiente que
consolida un “Esfuerzo Nacional”,
que excede al ámbito de la defensa
y obliga a mantener altos niveles de
ínter-conectividad entre los distintos
órganos de los estados involucrados.
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