La Reserva de Puesto de Trabajo y su compatibilización con la LRT.

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Diario Laboral Nro 69 21.04.2016
La Reserva de Puesto de Trabajo y su compatibilización con la LRT.
Por Jorge A. Insúa
1. Introducción.
¿Es posible como consecuencia del vencimiento de una licencia por incapacidad laboral temporaria
ingresar a un empleado en período de reserva de puesto? En opinión de quien suscribe no lo es, pero esto
será objeto de breve análisis en esta nota.
2. Diferentes regímenes.
2.1. Los regímenes referidos a accidentes y enfermedades inculpables por un lado y accidentes y
enfermedades de trabajo por el otro regulan supuestos de hecho diferentes y a su vez brindan distinta
protección legal a cada uno de ellos.
Sin embargo ciertas situaciones no encuentran un sencillo encuadramiento en uno u otro régimen jurídico
generándose grises o lagunas que se resuelven según el criterio del intérprete del momento, alcanzando en
algunos casos soluciones realmente apartadas de lo que resulta acorde a los derechos que se intentan
tutelar.
En el caso puntual que nos convoca analizaremos la posible compatibilización entre el período de reserva
del puesto de trabajo y su regulación en el art. 211 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y las distintas
situaciones cubiertas por la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT).
La situación conflictiva se plantea cuando un trabajador víctima de un accidente o enfermedad de trabajo,
es atendido por la ART, entra en licencia por incapacidad laboral temporaria (ILT) y vencida esta, se le da
de alta y no se encuentra en condiciones de prestar tareas por entender la ART o el propio trabajador, que
no obstante el alta otorgada, el trabajador posee también una patología de origen inculpable.
2.3. El régimen de las enfermedades y accidentes inculpables como institución regulada en la LCT refiere a
situaciones que le impiden al trabajador prestar tareas por razones médicas ajenas al trabajo que
realizaparael empleador. Gran parte de la doctrina entiende que se trata de una protección que guarda
íntima relación con prestaciones de la seguridad social y que en principio no deberían quedar en cabeza del
empleador sino del Estado.1
Puntualmente con respecto al período de reserva de puesto, el art. 211 LCT dispone: “Vencidos los plazos
de interrupción del trabajo por causa de accidente o enfermedad inculpable, si el trabajador no estuviera
en condiciones de volver a su empleo, el empleador deberá conservárselo durante el plazo de un año
contado desde el vencimiento de aquéllos. Vencido dicho plazo, la relación de empleo subsistirá hasta
1
VazquezVialard, Antonio “El sentido del instituto de la suspensión de algunos de los efectos del contrato de
trabajo”, RDL, 2003-1, pag. 13
tanto alguna de las partes decida y notifique a la otra su voluntad de rescindirla. La extinción del contrato
de trabajo en tal forma, exime a las partes de responsabilidad indemnizatoria”.
La limitación resulta lógica ya que el pago de los sueldos durante los plazos previstos en el art. 208 LCT
implica estar gravando el patrimonio del empleador sin una responsabilidad correlativa y es razonable que
esta imposición tenga una limitación en el tiempo más allá de la efectiva duración del padecimiento del
trabajador.
2.4. En los casos de accidente o enfermedades de trabajo o profesionales la responsabilidad del empleador
no se encuentra en duda, sino que por un imperativo legal se pone en cabeza de terceros (las ART)
responder por estas consecuencias vía la formalización de un contrato de seguro.
En la práctica profesional se han observado casos en los que, de coincidir el plazo de ILT con el de una
eventual licencia por enfermedad inculpable, al recibir el alta y no encontrarse el dependiente en
condiciones de prestar tareas, ciertos empleadores han dispuesto la aplicación del período de reserva de
puesto produciéndose la superposición de dos regímenes jurídicos de una forma cuanto menos
cuestionable.
3. Conclusión.
Es categórico que las ART no cubren (ni pueden hacerlo) patologías de naturaleza inculpable. Así, no es
posible afirmar que durante la vigencia de la ILT, cualquiera haya sido su extensión, el actor haya recibido
prestaciones vinculadas con patologías inculpables, al menos no por parte de la ART.
Como se ha señalado, en el actual régimen legal la responsabilidad por las remuneraciones referidas a los
periodos de licencia por accidente o enfermedad inculpable se encuentra exclusivamente en cabeza del
empleador. Dado que la reserva de puesto implica la privación al trabajador de su remuneración no es
posible su aplicación sin haber transitado previamente por la licencia de enfermedad inculpable, no
pudiendo asimilarse en ningún contexto la ILT a la licencia por enfermedad inculpable.
La lógica limitación a la responsabilidad patrimonial del empleador que encuentra su satisfacción en el art.
211 LCT no puede ser jamás invocada sin la previa tramitación de la licencia por accidente o enfermedad
inculpable desde que ésta última limitación si bien busca proteger al empleador, encuentra su justificación
exclusivamente en la previa protección al trabajador emanada del art. 208 LCT y que jamás puede
encontrarse satisfecha sin haber transitado por dicho período de licencia paga.
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