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 REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
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EFECTOS PROCESALES DEL SANEAMIENTO POR EVICCIÓN DEL
CONTRATO DE COMPRA VENTA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
VENEZOLANO
Trabajo Especial de Grado presentado por:
Angélica Cabas Valero
Tutor:
Dr. Fernando Atencio
Maracaibo, julio de 2013
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EFECTOS PROCESALES DEL SANEAMIENTO POR EVICCIÓN DEL
CONTRATO DE COMPRA VENTA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
VENEZOLANO
Trabajo Especial de Grado para optar al título de Abogado
2 DEDICATORIA
A Haroldo, mi padre, mi consejero, quien me dio las respuestas ante las más
grandes dudas, por su paciencia, su comprensión, por su confianza en mí,
por ser mi ejemplo a seguir, quien me apoyó y acompañó de la mano en este
largo camino, quien me guio compartiendo sus experiencias y conocimientos
formándome como persona y hoy como profesional.
Angélica
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AGRADECIMIENTOS
En primer lugar gracias a Dios, por acompañarme paso a paso en este
camino, por darme vida para iniciarlo, por mantener en mi la fortaleza,
paciencia, constancia, y sabiduría necesaria para recorrerlo y por permitirme
hoy alcanzar la meta con su bendición. Gracias Dios.
A mis padres, Haroldo y Yolis, a mi abuela Ana Lucia, gracias por hacer de
mi quien soy, por estar presentes cada día, por su preocupación, su apoyo y
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sus consejos que me han motivado para seguir adelante y cumplir con esta
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tarea; a mis hermanos, Haroldo, Delaney y Diana por ser mis compañeros,
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por ser parte de mi vida y así de este logro.
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A mis guías, los Profesores Fernando Atencio y Diana Manzanero por
compartir conmigo sus conocimientos, por su tiempo, su paciencia, por
permitirme materializar mis ideas y darme su apoyo durante esta
investigación.
A todas aquellas personas y amigos que estuvieron presentes a lo largo de
esta etapa, a la Universidad Rafael Urdaneta, en especial a su personal
docente por brindarme sus conocimientos, y una excelente formación
académica.
A todos, gracias.
Angélica
4 ÍNDICE GENERAL
DEDICATORIA……………………………………………………………………...3
AGRADECIMIENTOS……………………………………………………………...4
ÍNDICE GENERAL………………………………………………………………….5
ÍNDICE DE CUADROS…………………………………………………………….7
RESUMEN…………………………………………………………………………...8
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………9
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CAPITULO I. FUNDAMENTACIÓN
Planteamiento y formulación del problema……………………………………..11
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Objetivo general……………………………………………………………..17
O
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Objetivos
específicos………………………………………………………..17
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Objetivos de la investigación……………………………………………………..17
Justificación de la investigación………………………………………………….18
Delimitación de la investigación………………………………………………….19
CAPITULO II. MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la investigación ………………………………………………..21
Bases teóricas……………………………………………………………………..23
Principio de Economía Procesal…………………………………………25
Principio de Concentración…………………………………………..…...26
Principio de Eventualidad…………………………………………………27
Principio de Celeridad……………………………………………………..27
La Acumulación……………………………………………………………29
Definición de contrato………………………………………………….….32
Elementos del Contrato…………………………………………………...33
Definición del Contrato de Compra Venta………………………………33
Características del Contrato de Compra Venta………………………...34
5 De las Obligaciones del Vendedor………………………………………35
Definición de Evicción………………………………………………….....35
Clasificación de la Evicción……………………………………………….36
Evicción Total………………………………………………………37
Evicción Parcial…………………………………………………….37
Requisitos Procesales para la Configuración de la Evicción………....39
Definición de Saneamiento……………………………………………….47
Naturaleza Jurídica del Saneamiento……………………………..........48
La Cita de Saneamiento…………………………………………………..48
Bases Legales……………………………………………………………………..49
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CAPITULO III. MARCO METODOLÓGICO
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Tipo de Investigación……………………………………………………………..57
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Diseño de la Investigación…………………………………………………….…60
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Fuentes de la Información…………………………………………………….….61
Técnicas de Recolección de Datos……………………………………….…….62
Plan de Análisis de Datos………………………………………………………..63
CAPITULO IV. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Análisis y Discusión de Resultados……………………………………..………66
Conclusiones……………………………………………………………………….91
Recomendaciones…………………………………………………………………95
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………………97
6 INDICE DE CUADROS
CUDRO N°1
Matriz de Análisis…………………………………………………………56
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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
RESUMEN
EFECTOS PROCESALES DEL SANEAMIENTO POR EVICCIÓN DEL
CONTRATO DE COMPRA VENTA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
VENEZOLANO
Autora: Angélica C. Cabas V.
Tutor: Dr. Fernando Atencio
Fecha: Julio 2013
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La presente investigación de tipo descriptiva con diseño documental, y tiene
como objetivo analizar los efectos procesales del saneamiento por evicción
del contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico venezolano. En ese
sentido, se procedió a describir los principios procesales del saneamiento
por evicción; examinar los requisitos de exigibilidad para la configuración de
la evicción del contrato de compra venta y distinguir los requisitos de
exigibilidad para la configuración del saneamiento de estos contratos. Se
concluye que el saneamiento por evicción está establecido en el Código Civil
de Venezuela (1982), mediante el cual se le garantiza al comprador, la
tradición y goce de la cosa vendida por parte del vendedor. No obstante ello,
este saneamiento se concreta mediante dos juicios, uno previo, en el cual se
declara la evicción, por cualquier causa, y un juicio posterior, en el cual se
solicita el saneamiento por evicción, lo cual contradice los principios
procesales, como el principio de celeridad y de economía procesal,
afectando la tutela judicial efectiva, la cual es una garantía constitucional. Se
recomienda que el saneamiento por evicción sea decidido en la misma causa
en la cual se debate la procedencia o no de la evicción.
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Descriptores: saneamiento, evicción, compraventa
Correo electrónico: [email protected]
8 INTRODUCCIÓN
La presente investigación se encuentra enmarcada en el ámbito del
derecho procesal civil, por cuanto se plantea como objetivo general, analizar
los efectos procesales del saneamiento por evicción del contrato de compra
venta en el ordenamiento jurídico venezolano. Este instituto se deriva de la
regulación prevista en el artículo 1.486 del Código Civil de Venezuela
publicado en Gaceta Oficial Nº 2.990 Extraordinaria del 26 de Julio de 1982,
el cual dispone, que las principales obligaciones del vendedor son la tradición
y el saneamiento de la cosa vendida.
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Por otro lado, el artículo 1.503, ejusdem, contempla que por el
SE
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S 2º De los vicios o defectos ocultos de
posesión pacífica de la H
cosa
vendida;
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la misma; yE
3º.R
Del saneamiento en caso de evicción. Ello, a los efectos de
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saneamiento que debe el vendedor al comprador, responde aquél: 1º De la
garantizar que se dé cumplimiento a las obligaciones de ambas partes, en el
entendido que se trata de un contrato sinalagmático.
La tradición de la cosa, en materia de bienes muebles se verifica
poniendo la cosa vendida en posesión del comprador, no obstante, dado el
hecho de existir la obligación de saneamiento, debe el vendedor mantener en
esa recién adquirida posesión al comprador, lo cual implica necesariamente
que esa posesión del vendedor, objeto de la garantía de saneamiento sea
pacífica, ello por cuanto el haber adquirido el derecho de propiedad no pone
al comprador en la posición de disponer o gozar a su gusto de la cosa, por lo
que si existen obstáculos que impidan ese uso, goce y disfrute, el objeto de
la tradición no se habrá efectuado y por consiguiente es ineficaz y no libera
de su obligación principal al vendedor.
En virtud de ello, se hace necesario analizar cuáles son los efectos
9 procesales del saneamiento por evicción del contrato de compra venta y cuál
es el tratamiento que le otorga el ordenamiento jurídico venezolano a este
instituto civil, ello con los fines de verificar si se da cumplimiento a los
principios procesales que deben regir en todos los procesos que se activan
para las reclamaciones de los titulares de los derechos en ese ámbito, lo cual
debe corresponderse con la economía procesal que está íntimamente
vinculada con la tutela judicial efectiva, garantizada en la Constitución de la
República
Bolivariana
de
Venezuela,
publicada
en
Gaceta
Oficial
Extraordinaria N° 5.453 de fecha 24 de marzo de 2000.
cuatro
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AD del problema,
capítulos: el Capítulo I, contiene el planteamientoV
y formulación
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los objetivos de la investigación,
tanto el general, como los objetivos
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específicos. Asimismo,
contiene
la justificación de la investigación y la
C
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DEespacial y temporal. El Capítulo II está referido al marco teórico
delimitación
Estructuralmente, esta investigación está conformada por
de la investigación, conformado por los antecedentes y las bases teóricas.
En cuanto al Capítulo III, referido al marco metodológico, se exponen los
criterios que regularon el procedimiento de esta investigación. Por último, el
Capítulo IV, está conformado por los resultados que se desprendieron del
desarrollo de esta investigación.
10 CAPÍTULO I
FUNDAMENTACIÓN
Planteamiento y Formulación del Problema
En la mayoría de los contratos existen obligaciones para ambas partes
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contratantes, no es la excepción el contrato de compraventa, mediante el
cual, una persona se obliga a entregar una cosa a otra que paga un precio
SE
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S Entre estos elementos, vale destacar, el
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bilateral, oneroso y conmutativo.
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carácter D
bilateral
EREde estos contratos, y en tal sentido, señala el autor, es
por esta. En cuanto a su naturaleza, señala Molina (2011), es consensual,
bilateral, por cuanto al perfeccionarse se generan obligaciones para ambas
partes, para el vendedor, de entregar la cosa, sanear la evicción y los vicios
redhibitorios; y para el comprador, de pagar el precio pactado.
En el derecho romano, según la doctrina de Molina (2011), el vendedor
debía efectuar aquellos actos que fuesen adecuados para transmitir la
propiedad, pero no estaba obligado a procurar el derecho en pleno, y debía
responder de los perjuicios que se derivaran de no haber podido
proporcionar la propiedad. Por lo que esta responsabilidad solamente se
establecía luego que al comprador, un tercero lo privaba de la cosa en virtud
de una sentencia judicial; sin previa evicción procesal, el comprador
excepcionalmente podía proceder contra el vendedor, sobre todo cuando
éste le había vendido a sabiendas, una cosa ajena.
En un comienzo, indica el autor, la responsabilidad por evicción se
11 derivaba de la mancipatio y, a falta de ésta, de la oportuna stipulatio. Por
ello, si el mancipatio accipiens era demandado judicialmente por un tercero
antes de producirse la usucapión, se requería entonces la presencia del
vendedor en el proceso como un litem denunciare, o auctorem laudere, con
el fin de que compareciera el vendedor al proceso y asistiera al comprador y
lo defendiera como un litis subsistere.
Ahora bien, en caso de que no compareciera o se negare a ello, o que a
pesar de su intervención no producía ningún efecto benéfico, el comprador
podía demandarlo para obtener el doble del precio pagado por la cosa
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que se admitió la posibilidad de que el comprador
VAexigiera del vendedor,
R
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mediante la garantía estipulatoria,R
yE
más tarde se le otorgó la facultad para
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Oacción y aparte de cualquier estipulación, el
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reclamar por esta
misma
C
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DEdel
resarcimiento
daño derivado de evicción.
comprada. Entonces no bastó la exigencia del pago del doble precio, sino
Como queda demostrado, acota el mismo autor, no puede negarse el
influjo del derecho romano en esta institución, pues desde esa época se
establecieron elementos y requisitos del deber de sanear la evicción, se
estableció que este deber contenía dos obligaciones: una de hacer y otra de
dar. La primera consistía en ir en defensa del comprador dentro de la acción
promovida por el tercero que pretendía el despojo de la cosa; la segunda
consistía en indemnizar los perjuicios sufridos por el comprador luego de
haberse decretado la evicción por sentencia judicial, es decir, cuando se
había materializado el despojo de la cosa que se había adquirido.
Ahora bien, en cuanto a lo que ha de entenderse por evicción,
Alesandri, citado por Molina (2001) señala, que viene del latín evincere, que
quiere decir, derrotar, despojar o vencer a alguno en un litigio, y
efectivamente, señala el autor citado, la evicción es la derrota que sufre el
12 comprador en un litigio. Y agrega, que la evicción no es un derecho, tampoco
una obligación, sino un hecho que acarrea consecuencias jurídicas, y que le
permite al comprador reclamar el saneamiento, hecho que se produce
cuando al comprador lo ha perturbado un tercero que pretende derechos
sobre la cosa que ha adquirido.
En ese mismo sentido, expresa el autor, que la obligación de sanear la
evicción comprende dos obligaciones por parte del vendedor, una obligación
de hacer, la de amparar al comprador en el juicio que el tercero le ha
iniciado, que constituye el objeto principal de la obligación de sanear y
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terminada esta etapa y resuelto el litigio, en forma desfavorable al comprador
la obligación de hacer se transforma en obligación de dar, indemnizar al
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comprador los perjuicios que por la pérdida de la cosa ha experimentado.
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Por su parte, Urdaneta (2006), señala que etimológicamente la
palabra evicción deriva del verbo evincere que significa vencer. De las
diversas acepciones de la palabra evicción, quizás la más genuina es aquella
según la cual, evicción significa quitar alguna cosa a alguno en virtud de
sentencia. Asimismo indica, que la evicción propiamente dicha, es la
desposesión ordenada por sentencia judicial. En sentido estricto, presupone
que el comprador haya sido condenado a la pérdida total o parcial de la
propiedad o derecho vendido, por causa de un vicio en el derecho del
transmitente y por efecto de una sentencia recaída en un juicio contradictorio.
Como se evidencia, la obligación de saneamiento es un elemento
natural del contrato de compraventa y se hace exigible luego que se
produzca el hecho perturbador del tercero que le impide al comprador la
posesión pacífica de la cosa, pero no puede ser cualquier hecho sino
circunstancias que puedan terminar con el despojo de la cosa, porque el
tercero tiene mejor derecho frente al comprador y por ello surge así la
13 evicción.
El Código Civil de Venezuela, (1982), contempla en su artículo 1.486,
que las principales obligaciones del vendedor son la tradición y el
saneamiento de la cosa vendida. Por otro lado, este mismo instrumento
normativo, en su artículo 1.503, establece que por el saneamiento que debe
el vendedor al comprador, responde aquél: 1º De la posesión pacífica de la
cosa vendida, 2º De los vicios o defectos ocultos de la misma y 3º Del
saneamiento en caso de evicción
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contrato de venta no se haya estipulado
el V
saneamiento, el vendedor
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ESque le prive del todo o parte de la
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responderá al comprador de
la
evicción
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cosa vendida, R
E y deElas cargas con que se pretenda gravarla, que no hayan
D
sido declaradas en el contrato. Y luego la regulación de este instituto civil se
Asimismo, se indica en el artículo 1.504 ejusdem, que aunque en el
encuentra en los artículos 1.505 al 1.517 de la misma norma sustantiva.
Vale destacar, que en el ordenamiento jurídico venezolano, aun
cuando no se exige expresamente, desde el punto de vista jurisprudencial, la
regla para la configuración de la evicción, es la necesidad de que exista
sentencia previa y firme que determine su ocurrencia. Tal requisito tiene
como propósito, demostrar que el vendedor es responsable por la
perturbación de derecho, causada al comprador, pues la exigencia de una
sentencia definitiva que establezca que un tercero tiene un derecho
preferente o uno mejor al que ostenta el adquirente del bien, implica que ya
ha ocurrido la privación total o parcial del derecho sobre la cosa vendida, por
una causa anterior a la celebración del negocio jurídico.
Así, Aguilar (2012) hace referencia a este planteamiento, cuando
menciona, que si el comprador, en razón de la evicción, debe desprenderse
14 de la cosa o derecho vendido, tal desprendimiento sólo puede ser ordenado
por un juez a través de una sentencia; nadie, ni el tercero ni el vendedor,
pueden obligar al comprador a dejar la cosa si este decide defenderse. Por
su parte, Urdaneta (2006), es de la misma opinión, al señalar que la regla
es, que para que haya evicción, la privación debe ser ordenada por
sentencia.
Ahora bien, se observa que, existen casos, que aunque no medie
sentencia declarativa, se configura la evicción, puesto que el vendedor no ha
cumplido con su obligación de transferir el dominio de la cosa, ya sea porque
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título nuevo o en razón de desembolsos suplementarios
VA a los cuales no
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estaba originalmente obligado.
R
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H
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ERE
En Defecto, autores como Urdaneta (2006), admite que
el comprador no conserva dicha cosa, o porque si la conserva, es por un
excepcionalmente, puede haber casos de evicción sin que exista una
sentencia que desposea al comprador. Esta situación se presenta cada vez
que la desposesión se realiza en condiciones tales, que hagan inútil todo
procedimiento ulterior. Solamente cuando la evicción sea inevitable, ella
compromete la responsabilidad del vendedor, aún sin que medie sentencia
judicial, puesto que en tal caso carece de sentido obligar al comprador a
sostener un pleito a todas luces inútil.
Como se aprecia, se considera como requisito primario, la necesidad
de la existencia de una sentencia previa que declare la evicción para así
reclamar su saneamiento, pero en casos excepcionales y por la naturaleza
de la pretensión, no se requiere el antecedente de la sentencia que declare
la evicción. En tal sentido, se requiere de dos procedimientos para que al
comprador se le garantice el goce y disfrute del bien inmueble adquirido que
haya sido objeto de perturbación. Ello, en virtud de la exigencia de la
15 sentencia previa, en los casos en que proceda, y con ella posteriormente, el
comprador debe demandar el saneamiento.
De lo expuesto se colige, como lo expone Urdaneta (2006), que existen
dos procedimientos, un principio de evicción, evicción inminente o evicción
por turbación, el cual requiere el reclamo de un tercero fundamentado en la
invocación de un derecho que entre en conflicto con el derecho del
comprador, pero sólo cuando esta pretensión se hace valer judicialmente, da
lugar al saneamiento provisional.
S
O
D
A ejemplo, una acción
una acción judicial contra el comprador, comoVpor
R
E
EoScualquiera otra. Asimismo, indica el
reivindicatoria, confesoria, hipotecaria,
R
S
Ode ser perturbado judicialmente por un tercero,
H
autor citado, el simple
temor
C
ERE
(evicciónD
eventual), no constituye un principio de evicción que faculte al
Este derecho puede ser alegado por el tercero mediante el ejercicio de
comprador para citar en saneamiento a su vendedor. Es necesario que se
produzca una perturbación real, efectiva y actual que se haga valer en juicio.
En tal caso, el vendedor queda obligado a salir en defensa del
comprador, a cuyo efecto el comprador puede llamarlo en garantía (cita de
saneamiento o de garantía). Si logra que dicha pretensión sea rechazada, el
vendedor habrá cumplido penamente su obligación de garantizar la posesión
pacífica de la cosa vendida al comprador.
En cambio, señala el mismo autor, si el vendedor no salió en defensa
del comprador, o habiéndolo hecho no tuvo éxito, responde frente a este
último, por los daños que la evicción consumada le produzca. En virtud de lo
cual, solamente la evicción consumada hace surgir la obligación de reparar a
cargo del vendedor (saneamiento principal o definitivo).
16 Como se aprecia, este instituto contiene reglamentaciones propias que
la distinguen de las establecidas para el caso de incumplimiento de las
obligaciones en general, haciendo más engorroso el trámite judicial para que
sea debatida la perturbación de que es objeto el comprador, ya sea de parte
del propio vendedor como de un tercero, lo cual atenta contra el principio de
la economía procesal.
En efecto, al comprador perturbado, ya sea parcial o totalmente, se le
exige la existencia de un juicio previo en el cual se le despoje de la cosa
vendida, y posteriormente, procederá a incoar el saneamiento principal o
S
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D
restituya el precio, se le indemnice el daño, así
VAcomo otras incidencias
R
E
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previstas en la misma ley sustantiva
civil.
R
S
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H
C
ERE
En D
consideración a la problemática expuesta, surge el siguiente
definitivo, como lo expresa Urdaneta (2006), a los efectos de que se le
planteamiento, ¿Cuáles son los efectos procesales del saneamiento por
evicción del contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico
venezolano?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Analizar los efectos procesales del saneamiento por evicción del
contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico venezolano.
Objetivos Específicos
Describir los principios procesales del saneamiento por evicción del
contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico venezolano.
17 Examinar los requisitos de exigibilidad para la configuración de la
evicción del contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico
venezolano.
Distinguir
los requisitos de exigibilidad para la configuración del
saneamiento del contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico
venezolano.
Justificación de la Investigación
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A investigación reviste
Desde el punto de vista práctico, V
esta
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S
importancia, por cuanto el objeto R
deE
estudio está referido a una institución
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legal relacionada E
con
elH
contrato de compraventa, cual es, la evicción. Esta
C
DERdel derecho romano, se crea en beneficio del comprador, a
figura, originaria
los efectos de que se le garantice el uso, goce y disfrute de la cosa que ha
comprado.
En tal sentido, es importante analizar los efectos procesales del
saneamiento del contrato de compra venta por evicción en el ordenamiento
jurídico venezolano, para lo cual es necesario revisar los principios
procesales que deben regir el saneamiento por evicción, así como examinar
los requisitos de exigibilidad para la configuración de la evicción y del
saneamiento.
En cuanto a la importancia teórica de la presente investigación, se
destaca,
que
en
la
misma
se
recogerán
criterios
doctrinarios
y
jurisprudenciales actualizados en el objeto de estudio, es decir, la evicción,
en el ordenamiento jurídico venezolano, considerando lao relativo a los
requisitos de exigibilidad, así como elementos sustantivos referidos a los
18 principios que deben regir en los procesos en el ordenamiento jurídico
venezolano, y que deben aplicarse en el saneamiento por evicción del
contrato de compra venta.
Desde el punto de vista social, esta investigación tiene relevancia, en
virtud que aporta con claridad un análisis de los efectos procesales del
saneamiento por evicción en el ordenamiento jurídico venezolano, de lo cual
se derivan resultados que proporciona un tratamiento novedoso de este
instituto civil, relacionado con el contrato de compra venta.
S
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D
A que deben regir en
estudio, es elaborado conforme a los principios yV
criterios
R
E
S científico, que permite que el
Ecarácter
toda investigación, lo cual le otorga
un
R
S
Oun antecedente importante, para posteriores
H
mismo se constituya
en
C
E
DERen las que se pretenda analizar esta institución civil, como
investigaciones,
Por otra parte, desde el punto de vista metodológico, el presente
es la evicción, proporcionando elementos doctrinarios y jurisprudenciales
actualizados en la materia.
Delimitación
En cuanto a la temática en estudio, la presente investigación se
circunscribe en el ámbito del Derecho Civil, tanto desde el punto de vista
sustantivo como adjetivo, por cuanto su objetivo general consiste en analizar
los efectos procesales del saneamiento por evicción del contrato de compra
venta en el ordenamiento jurídico venezolano, para lo cual, se recurrirá a
textos legales como el
Código Civil de Venezuela, el Código de
Procedimiento Civil (1986), a la doctrina de autores como, Aguilar (2012),
Molina (2011), Maduro (2008) y Urdaneta (2006) entre otros; así como a los
criterios jurisprudenciales que se han sentado en torno a la temática bajo
estudio.
19 Desde el punto de vista espacial, la presente investigación se lleva a
cabo en el Municipio Maracaibo del estado Zulia, no obstante, los resultados
que se obtengan de la misma, serán de aplicación general, por cuanto los
instrumentos normativos analizados, son aplicables al ordenamiento jurídico
en su totalidad. A nivel temporal, este estudio se encuentra delimitado en el
periodo comprendido entre los meses de mayo de 2013 al mes de julio de
2013.
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20 S
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RVA
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación
Los antecedentes constituyen el basamento que permite revisar los
procedimientos e investigaciones similares. Según Hernández, Fernández y
Baptista (2010), los antecedentes hacen énfasis en la problemática
abordada, lo cual permite comparar resultados. Es por ello que para la
S
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anterioridad relacionados con el tema objeto de
VAla investigación, que a
R
E
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continuación se mencionan:
R
S
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DER
Guillen
(2013), desarrolló un Trabajo Especial de Grado, el cual lleva
presente investigación, se toman como antecedentes estudios realizados con
por título, “Análisis de la iniciativa probatoria del juez y las partes, y su
participación activa en la evacuación de las pruebas en el proceso civil
venezolano”. Esta investigación tiene por finalidad analizar la iniciativa
probatoria del juez y las partes y su participación activa en la evacuación de
pruebas en el proceso civil venezolano.
A nivel metodológico, la investigación empleada es de tipo,
documental, por cuanto se fundamenta en el conjunto de textos, leyes y
demás escritos que conforman la población, siendo objeto de la observación
directa, mediante la aplicación del instrumento de validez, expresados en la
guía de observación.
En cuanto a las bases teóricas, la misma estuvo conformada por la
doctrina de Bello (2005), Devis (1993), Rengel (1997) y Villasmil (2006) estas
teorías resultan compatibles con las garantías constitucionales del derecho a
21 la defensa y al debido proceso, en el marco del ordenamiento jurídico
venezolano, establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (2000), con el Código de Procedimiento Civil (1986) y finalmente
con el Código Civil de Venezuela (1982).
Como resultado se evidencia que si bien estas facultades probatorias
no suponen una vulneración del principio dispositivo y de aportación de
parte, si representan su flexibilización ante la función de administrar justicia,
no obstante este poder discrecional (ejercido a través de las diligencias
probatorias y autos para mejor proveer), aunque limitado e impugnable,
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resulta excesivo, afectando así los principios de celeridad procesal y de
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gratuidad de las actuaciones.
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Como conclusión de esa investigación, se afirma que el proceso civil
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venezolano, reclama por una deuda arrastrada en el Poder Judicial que
clama por la reforma del Código de Procedimiento Civil vigente, desfasado
en el tiempo, abogando por la necesaria oralidad del proceso y de esta
manera cumplir con los principios de celeridad y economía procesal.
La investigación reseñada, está vinculada con el primer objetivo
planteado en el presente estudio, en el entendido que hace referencia a los
principios que han de regir los procesos en el ámbito civil, haciendo énfasis
de manera particular, al principio de celeridad procesal, lo cual resulta de
interés, a los fines de alcanzar el objetivo planteado.
Marcano
(2012),
llevó
a
cabo
una
investigación
intitulada,
“Saneamiento por evicción en los contratos de compra-venta”. Dicha
investigación desde el punto de vista metodológico, fue de tipo descriptiva
con diseño documental, utilizando como técnica de recolección de
información, la observación y tuvo como objetivo general, estudiar las
22 acciones legales del comprador ante la evidencia de evicción en la compra
venta de un buen inmueble.
Los resultados ofrecidos por la investigación establecen que en la
evicción, el derecho del comprador de no ser perturbado por hecho personal
del vendedor no se extingue por prescripción, aunque pueden prescribir las
acciones derivadas de una perturbación ya realizada. La evicción es
absoluta, en el sentido de que se excluye cualquier clase de perturbación,
sea de hecho o de derecho.
S
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D
independiente de la transmisión de la propiedad
VA o derecho vendido
R
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EdeSla cosa vendida, especifica de a
consistente en asegurar la posesión
R
S
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venta y no consecuencia
de la obligación de transferir propia de todos los
C
E
R
E
contratosD
traslativos.
En las conclusiones, se infiere que el saneamiento es una obligación
Asimismo, se concluye que el saneamiento ha debido regularse como
una obligación autónoma y no como una consecuencia de la obligación de
transferir, en vez de limitarse a reglamentar la materia mediante normas
especiales, que en su mayoría se refieren al contrato de venta, ha debido
dictar normas generales sobre saneamiento para todos los contratos
traslativos, a reserva de consagrar ciertas disposiciones especiales para
alguno de ellos, especialmente los gratuitos, ya que el problema, en principio,
es común a todos los contratos traslativos.
El aporte que recibe esta investigación viene dado por la interpretación
que se realiza en el estudio referido, cuando se refiere al saneamiento y a la
necesidad de que las partes intervinientes conozcan lo referente a los
contratos y garantías para poder efectuar una compraventa de un bien
inmueble, para evitar una venta por evicción, ya que en este caso el
23 comprador se afecta al recibir un bien mueble o inmueble en su propiedad o
en uso, que aparentemente pertenece a un tercero.
Boscán (2012), realizó un Trabajo Especial de Grado, el cual lleva por
título, “Análisis del proceso civil por audiencias en la fase de instrucción
como mecanismo de celeridad del mismo”. En tal sentido, esta investigación
tuvo como objetivo analizar el proceso civil por audiencias en la fase de
instrucción como mecanismo de celeridad del mismo.
En cuanto a los aspectos metodológicos, esta investigación se
S
O
D
A legales, doctrinas,
utilizó principalmente el texto constitucional, V
textos
R
E
EdeSobservación implementada en esta
jurisprudencias, entre otros. La técnica
R
S
HO documental. Como instrumento se elaboró
investigación fue E
la C
observación
ER
una guíaD
de observación.
cataloga como documental. Como unidades de análisis de la población, se
La misma estuvo delimitada bajos los postulados teóricos de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000), el Código de
Procedimiento Civil (1986), el Código Procesal Penal (2009), Ley Orgánica
Procesal del Trabajo (2003), la Ley Orgánica de Niño, Niña y Adolescente
(2007) y doctrinales como: Newman (1999), Sánchez (2004), Domínguez
(2007), entre otros.
Como conclusión general, al analizar el proceso civil por Audiencias
en la Fase de Instrucción como mecanismo de celeridad del mismo, se
concluye que se realiza con la finalidad de incrementar el proceso por
audiencia para cumplir con un procedimiento célere en las de las diferentes
áreas, con el fin de obtener una tutela judicial efectiva, debido a que el
proceso ordinario es un proceso tardío e ineficaz, pudiendo obtener mediante
dichas audiencias un acuerdo entre las partes ya que sería el primer
24 encuentro entre ellas y el juez, logrando así un mayor resultado en la
implementación del mismo como en los otros procesos de las demás áreas
del derecho.
Como se aprecia de la investigación mencionada, la misma se
relaciona con este estudio, por cuanto hace referencia al principio de
celeridad procesal el cual, como se refería supra, está vinculado con el
primer objetivo de esta investigación, haciendo énfasis en la vinculación de
este principio con la tutela judicial efectiva, lo cual resulta de gran aporte para
alcanzar los resultados en torno al objetivo en cuestión.
S
O
D
Las investigaciones citadas como antecedentes
VA del presente estudio,
R
E
ESasí como conclusiones y resultados
recogen criterios doctrinarios y legales,
R
S
HO planteados en este. De tal manera que se
relacionados conE
losCobjetivos
DER
constituyeron
en aportes relevantes, que fueron considerados de manera
partícula en el desarrollo y resultados de este estudio.
Bases Teóricas
Principio de Economía Procesal
El procedimiento civil venezolano se rige por ciertos principios,
entendidos estos, como criterios que regulan las diferentes actuaciones que
integran el procedimiento, a los efectos de que el mismo se desarrolle dentro
de los parámetros legales. En tal sentido el Código de Procedimiento Civil,
publicado en Gaceta Nº 4.209 Extraordinaria 18 de septiembre de 1990,
contempla algunos de estos principios, y la misma Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (2000), también contempla principios
que han de regir los procesos, en función de garantizar los derechos en ella
contenidos. Otros principios derivan de la construcción doctrinaria y
25 jurisprudencial.
Dentro de estos principio se encuentran, el principio dispositivo, el
debido proceso, la igualdad de las partes, el principio inquisitivo, la valoración
de las pruebas, entre otros, sin embargo, a los efectos de desarrollar la
presente investigación se hará alusión, a los principios de la economía
procesal, principio de no contradicción, la acumulación, principio de
uniformidad procesal y la seguridad jurídica, por cuanto los mismos están
vinculados con el objeto de estudio.
S
O
D
en la obtención del máximo resultado posible con
VAel mínimo de esfuerzo.
R
E
S
Este principio de refiere no sólo a R
los E
actos procesales sino a las expensas o
S
OAsimismo, señala el autor, que más que un solo
H
gastos que ellos impliquen.
C
ERE
principioD
es un conjunto de principios con los cuales se consigue aquél. En
Según Chiovenda, (2005), el principio de economía procesal, consiste
tal sentido, se hace alusión al principio de concentración, al de eventualidad,
de celeridad, de saneamiento, de nulidad y de gratuidad de la Justicia.
De acuerdo con el criterio de la Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia en sentencia Nro. 1300, de fecha 15/10/2004 y la
sentencia Nro. 127 de fecha 02/02/2006, el principio de economía procesal,
busca lograr en el proceso los mayores resultados con el menor empleo
posible de actividades, recursos y tiempos del órgano judicial. Principio de Concentración
Este principio, conforme lo ha expresado la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nro. 1300, de fecha 15/10/2004 y
la sentencia Nro. 127 de fecha 02/02/2006, consiste en reunir todas las
26 cuestiones debatidas o el mayor número de ellas para ventilarlas y decidirlas
en el mínimo de actuaciones y providencias. Así, se evita que el proceso se
distraiga en cuestiones accesorias que impliquen suspensión de la actuación
principal.
Principio de Eventualidad
Este principio guarda estrecha relación con el de preclusión, pues toma
como referencia las fases o términos del proceso. Consiste en que si en
determinada etapa o estado del proceso, una parte puede realizar varios
S
O
D
A
todos en el mismo lapso y no primero uno y luegoV
otro.
R
E
ES
R
S
O
H
Esto ocurre,Epor
ejemplo, en relación con una providencia, cuando
C
R
DE
contra ella
puede interponerse el recurso de reposición y el de apelación.
actos, debe llevarlos a cabo de manera simultánea y no sucesiva, esto es,
Como el término para interponer dichos recursos es común, la parte
interesada puede optar exclusivamente por cualquiera de ellos, o bien
proponer los dos, caso en el cual debe hacerlo conjuntamente: la reposición
como principal y la apelación como subsidiaria.
Esto significa que la apelación sólo se concede en el supuesto de que
la reposición no prospere. Lo que la ley prohíbe es que primero se interponga
la reposición, para luego, si es negada, proponer la apelación, pues el
término para ésta ya se encuentra vencido.
Principio de Celeridad
El principio de Celeridad, consiste en que el proceso se concrete a las
etapas esenciales y cada una de ellas limitada al término perentorio fijado
por la norma. En observancia de este principio se descartan los plazos o
27 términos adicionales a una determinada etapa, esto es, los que se surten
como complemento del principal y las prórrogas o ampliaciones.
También implica que los actos se surten en la forma más sencilla
posible, para evitar dilaciones innecesarias. En aplicación de este principio,
el Código de Procedimiento Civil establece limitaciones a las prórrogas;
otorga al juez la facultad de señalar ciertos términos, fijando el estrictamente
necesario, y consagra medios sencillos para efectuar la notificación de las
providencias. S
O
D
A en sentencia de
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
VCaracas,
R
E
S
fecha 08 de agosto de 2008, R
ha E
sostenido, que la celeridad procesal
S
O
H
representa un principio
fundamental
en el derecho, el cual consiste en evitar
C
E
R
E
Dinnecesarias
dilaciones
en todas las acciones de la justicia.
El Juzgado Superior Séptimo en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
La brevedad procesal, se recoge en ese fallo, es indispensable, ya que
justicia tardía no es justicia. Así mismo, establece el artículo 257 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000), que el
proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la
justicia y que las leyes procesales adoptarán un procedimiento breve, oral y
público.
En tal sentido, se acota, uno de los principios fundamentales del
proceso venezolano es el principio de la celeridad, y también consagrado
como principio procesal general común a todo proceso judicial en Venezuela
constitucionalmente, asimismo dicho principio constituye un deber del Juez
impulsar el proceso ya sea personalmente, a petición de parte o de oficio, en
tal sentido se debe entender que el Juez es el director del proceso y debe
impulsarlo hasta su conclusión a menos que la causa esté en suspenso por
28 algún motivo legal, todo ello con el fin de asegurar el cumplimiento de la
función jurisdiccional por parte de los jueces y la realización de la Justicia por
mandato constitucional.
La Acumulación
Ha sido criterio reiterado de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, que la acumulación de causas es plenamente aplicable dentro
del proceso de revisión, y al respecto en sentencia n° 1653 del 13 de julio de
2005 (caso: José Reinaldo Zambrano Criollo), citando a Couture (2005),
S
O
D
principios básicos del proceso: el de economía
VAprocesal y el de no
R
E
ES
contradicción.
R
S
O
H
C
ERE
El D
primero, consiste en el ahorro de tiempo y de recursos en la
asentó, que la acumulación tiene su fundamento en la realización de dos
obtención de la finalidad del proceso, que es realizar el derecho con el
mínimo de gastos y esfuerzo; y el segundo, principio lógico jurídico, según el
cual dos conductas no pueden estar en el mismo lugar y tiempo, permitidas y
prohibidas, y que en el campo específico de las proposiciones lógicas del
derecho procesal, postula que dos sentencias contradictorias pasadas en
autoridad de cosa juzgada, no pueden ser válidas en un mismo lugar y
tiempo.
La acumulación de causas, en este sentido, se señala en el fallo citado,
es plenamente aplicable dentro del proceso de revisión, en tanto exista un
grado de conexión entre ellas que haga posible que se dicten sentencias
contradictorias, pues ello no es sino la aplicación de un principio básico del
proceso, como lo es el de uniformidad procesal.
Por su parte, el Código de Procedimiento Civil (1986), sí establece una
29 regulación expresa respecto a la institución de la acumulación sucesiva de
pretensiones, pero a diferencia de la legislación adjetiva especial del trabajo,
la cual, como se dijo, sólo regula una acumulación inicial, exige como
requisito la existencia de una conexión objetiva entre las pretensiones que se
hacen valer en los diferentes procesos, y sólo procede a instancia de parte
mediante la solicitud que se haga ante el juez para que proceda a la
acumulación de causas.
Para ello, debe existir entre ellas, una relación de accesoriedad,
conforme al artículo 48; de continencia, de acuerdo al artículo 51, o de
S
O
D
Procedimiento Civil (1986), de modo, se determina
en la sentencia referida,
VA
R
E
ES en estos casos, cuando haya
que la acumulación de procesos R
procederá,
S
HO
quedado firme la E
decisión
del juez que declare la accesoriedad, conexión o
C
R
DE
continencia
de las causas, conforme al artículo 79, ejusdem, siempre que las
conexidad genérica, en los términos del artículo 52 del Código de
mismas se encuentren pendientes ante tribunales distintos, y cuando cursen
ante el mismo tribunal, una vez que el juez decida la acumulación, previa
solicitud de parte, y después de haber realizado el examen pertinente sobre
los autos, conforme al artículo 80 del mismo Código.
En este sentido, una vez constatada que existe conexión objetiva de
conformidad con el artículo 52 del Código de Procedimiento Civil (1986),
entre los asuntos sobre los cuales se solicita la acumulación, el artículo
81ejusden, no procede la acumulación de autos o procesos: 1° Cuando no
estuvieren en una misma instancia los procesos; 2° Cuando se trate de
procesos que cursen en tribunales civiles o mercantiles ordinarios a otros
procesos que cursen en tribunales especiales; 3° Cuando se trate de asuntos
que tengan procedimientos incompatibles; 4° Cuando en uno de los procesos
que deban acumularse estuviere vencido el lapso de promoción de pruebas;
5° Cuando no estuvieren citadas las partes para la contestación de la
30 demanda ambos procesos.
Del análisis del artículo cuitado, realizado por la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, se deduce que los supuestos de procedencia
para la acumulación de causas son los siguientes: 1. que estén en una
misma instancia los procesos; 2. que no se trate de procesos que cursen en
tribunales civiles o mercantiles ordinarios para acumular a otros procesos
que cursen en tribunales especiales; 3. que se trate de asuntos que tengan
procedimientos compatibles; 4. que no esté vencido el lapso de promoción
de pruebas para alguna de las causas; 5. que estén citadas las partes para la
S
O
D
RVA
contestación de la demanda en ambos procesos y que la acumulación sea
E
ES
R
S
O
solicitada por la parte interesada.
H
C
E
ER
A mayor abundamiento, es necesario citar parte de la Sentencia
D
proferida por la Sala Constitucional en fecha 29 de mayo de 2002, con
ponencia del Magistrado Dr. José Manuel Delgado Ocando, en la cual
expone, que por su parte, el Código de Procedimiento Civil (1986), en el
artículo 51 dispone, que cuando una controversia tenga conexión con una
causa ya pendiente ante otra autoridad judicial, la decisión competerá a la
que haya prevenido. La citación determinará la prevención. En el caso de
continencia de causas, conocerá de ambas controversias el Juez ante el cual
estuviere pendiente la causa continente, a la cual se acumulará la causa
contenida.
Por su parte, el artículo 52 ejusdem, dispone que se entenderá también
que existe conexión entre varias causas a los efectos de la primera parte del
artículo precedente: 1º Cuando haya identidad de personas y objeto, aunque
el título sea diferente; 2º Cuando haya identidad de personas y título, aunque
el objeto sea distinto; 3º Cuando haya identidad de título y de objeto, aunque
las personas sean diferentes; 4º Cuando las demandas provengan del mismo
31 título, aunque sean diferentes las personas y el objeto.
Conforme con las normas transcritas, la Sala Constitucional estima que
la acumulación obedece, en efecto, a la necesidad de evitar la eventualidad
de fallos contrarios en casos que son conexos o que entre ellos exista una
relación de accesoriedad o continencia; también tiene por finalidad influir,
positivamente, en la celeridad procesal, al fallar, en una sola sentencia,
asuntos respecto de los cuales no tendría justificación alguna que fuesen
ventilados en distintos procesos.
S
O
D
la acumulación, la existencia de dos o más procesos
VA y la existencia entre
R
E
ES
ellos de una relación de accesoriedad,
continencia o conexidad y, además,
R
S
O
Halguno de los presupuestos de prohibición de
que no se presente
C
E
DEdeRautos o procesos.
acumulación
Por consiguiente, estima la Sala que son condiciones, para que proceda
Al respecto, la Sala de Casación Civil en sentencia Nº 978 de fecha 19
de diciembre de 2007, caso: Norelis Saa de Hernández, contra Víctor
Segundo Hernández Graterol y otros, expresó que ese Supremo Tribunal ha
sostenido que la acumulación tiene como objetivo, influir positivamente en la
celeridad, ahorrando tiempo y recursos al fallar en una sola sentencia
asuntos en los que no hay razón para que se ventilen en diferentes procesos.
Sin embargo, en estas circunstancias debe verificarse si la acumulación se
ajusta a derecho, esto es, si se trata de pretensiones compatibles, que no se
contraríen o excluyan entre sí, y que puedan ser tramitadas en un mismo
procedimiento.
Definición de contrato
El artículo 1.133 del Código Civil de Venezuela (1982), expresa una
32 definición clara del Contrato de la siguiente manera: “El contrato es una
convención entre dos o más personas para constituir, reglar, transmitir,
modificar o extinguir entre ellos un vínculo jurídico”. Se tiene entonces, que el
contrato es un acuerdo de voluntades mediante el cual una parte se obliga
para con la otra a dar, hacer o no hacer, vale decir a entregarle bienes o
prestarle servicios o a abstenerse de hacer algo.
Elementos del Contrato
En cuanto a los elementos del contrato, el Código Civil de Venezuela
S
O
D
contrato, y en tal sentido dispone, que las condiciones
VA requeridas para la
R
E
ES de las partes; 2. Objeto que
existencia del contrato son: 1.Consentimiento
R
S
O y 3. Causa lícita. Estas condiciones son
H
pueda ser materia
de
contrato;
C
ERE para la existencia del contrato, de modo que la falta de
Desenciales
elementos
(1982), establece en su artículo 1.141, los elementos para la existencia de un
alguno de ellos impide la formación del contrato, lo hace inexistente.
En relación a los elementos esenciales o indispensables del contrato,
Maduro (2010), señala que el objeto, son las diversas prestaciones o
actividades que tiene que realizar cada una de las partes que celebran el
contrato; el consentimiento es la manifestación de voluntad de cada parte
interviniente en el contrato de querer celebrarlo , y la causa es la función
económico social que el contrato cumple en su concepción objetiva, o la
finalidad que las partes persiguen al celebrar el contrato o al obligarse, en su
concepción subjetiva.
Definición del Contrato de Compra Venta
En cuanto al contrato de compra venta, el artículo 1.474 del Código Civil
de Venezuela (1982) establece, que la venta es un contrato por el cual el
33 vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa y el comprador a
pagar el precio. Por su parte, Aguilar (2009), define la venta como, “Un
contrato por el cual una persona llamada vendedor se obliga a transferir y
garantizar la propiedad u otro derecho a una persona llamada comprador, la
cual se obliga a pagar el precio en dinero” (p.143).
Características del Contrato de Compra Venta
En cuanto a las características del contrato de compra venta, de la
S
O
D
A ser de ejecución
contrato consensual; es un contrato oneroso;Vpuede
R
E
S
instantánea o de tracto sucesivo;R
esE
traslativo de la propiedad o cualquier
S
O
H
otro derecho vendido;
las
obligaciones del comprador y del vendedor son
C
E
R
DEprincipales.
obligaciones
doctrina de Aguilar (2009), se recoge, que es un contrato bilateral; es un
En efecto, la venta es en esencia un contrato bilateral, ya que los
contratantes asumen obligaciones reciprocas; es oneroso, ya que el
comprador se compromete a pagar un precio; es consensual, es decir, se
perfecciona con el simple consentimiento de las partes manifestado en forma
legal; puede ser de ejecución inmediata o de tracto sucesivo; es un contrato
cuyo efecto inmediato es transferir la propiedad u otro derecho vendido; y por
último, la venta crea obligaciones principales.
Vale destacar, lo que al respecto ha sentado la jurisprudencia, tal como
se aprecia del fallo emitido por el Tribunal Tercero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado
Miranda, de fecha 30 de septiembre de 2.011, en relación a las
características del contrato de compra venta.
34 En efecto, en el referido fallo se determina, que el contrato de compra
venta es consensual, porque el dominio se transfiere por el solo
consentimiento de las partes, siendo que este consentimiento de las partes
debe recaer en cuanto a los dos elementos esenciales específicos de la
compra venta, como lo son la cosa vendida y su precio; es sinalagmático o
bilateral porque surgen de este contrato obligaciones recíprocas para
vendedor y comprador; es oneroso y conmutativo porque se presume la
reciprocidad entre la cosa y el precio; y, es principal porque tiene
sustantividad y autonomía propia, no dependiendo de ningún otro contrato.
S
O
D
RVA
De las Obligaciones del Vendedor
E
ES
R
S
O
El Código Civil de Venezuela (1982), en su artículo 1.486, recoge las
H
C
E
ER
principales obligaciones del vendedor, estableciendo que son, la tradición y
D
el saneamiento de la cosa vendida. Asimismo, se indica en el artículo 1.487,
ejusdem, la tradición se verifica poniendo la cosa vendida en posesión del
comprador. En tal sentido, el vendedor cumple con la obligación de hacer la
tradición de los inmuebles con el otorgamiento del instrumento de propiedad,
de conformidad con lo previsto en el artículo 1.488 del mismo Código.
En cuanto a la obligación de saneamiento, el artículo 1.503 de la norma
sustantiva establece, que por el saneamiento que debe el vendedor al
comprador, responde aquél: 1º De la posesión pacífica de la cosa vendida 2º
De los vicios o defectos ocultos de la misma. 3º. Del saneamiento en caso de
evicción.
Definición de Evicción
En cuanto a lo que ha de entenderse por evicción, se recurre a la
doctrina de Urdaneta (2006), quien señala, que etimológicamente la palabra
35 evicción deriva del verbo “evincere” que significa vencer. De las diversas
acepciones de la palabra evicción, quizás la más genuina es aquella, según
la cual, evicción significa “quitar alguna cosa a alguno en virtud de
sentencia”.
Asimismo, establece el autor citado, que la evicción es la desposesión
ordenada por sentencia judicial. En sentido estricto, presupone que el
comprador haya sido condenado a la pérdida total o parcial de la propiedad o
derecho vendido, por causa de un vicio en el derecho del transmitente y por
efecto de una sentencia recaída en un juicio. Por su parte, Aguilar (2012) se
S
O
D
desposee al comprador haciendo valer un derecho
VA real sobre la cosa
R
E
ES con autoridad de cosa juzgada.
vendida y en virtud de una sentencia
pasada
R
S
O
H
C
E
DER
refiere a la evicción en sentido riguroso como la acción de un tercero que
Clasificación de la Evicción
Por su extensión la ley clasifica la evicción en total o parcial. El
vendedor garantiza al comprador contra la evicción total o parcial. En efecto,
el artículo 1.504 del Código Civil de Venezuela (1982), hace responsable al
vendedor frente al comprador por la evicción que le prive en todo o en parte
de la cosa vendida. Y en tal sentido dispone, que aunque en el contrato de
venta no se haya estipulado el saneamiento, el vendedor responderá al
comprador de la evicción que le prive del todo o parte de la cosa vendida, y
de las cargas con que se pretenda gravarla, que no hayan sido declaradas
en el contrato.” Por consiguiente, tanto la evicción total como la parcial dan
lugar al saneamiento.
No obstante ello, el artículo 1.505 ejusdem, .establece que los
contratantes pueden, por convenios particulares, aumentar o disminuir el
36 efecto de esta obligación legal, y convenir también en que el vendedor quede
libre de ella. Sin embargo, se establece una excepción, contemplado en el
artículo 1.506 del mismo Código, según el cual, aunque se haya estipulado
que el vendedor no quede obligado al saneamiento, responderá, sin
embargo, del que resulte de un hecho que le sea personal. Toda convención
contraria es nula. Tampoco valdrá la estipulación por la cual se liberte al
vendedor del saneamiento, si éste procediere de mala fe y el comprador
ignorare la causa que diere motivo a la evicción.
Evicción Total
S
O
D
Conforme a la doctrina de Urdaneta (2006),V
laA
evicción total tiene lugar
R
E
ESlas facultades y deberes inherentes
cuando el comprador es privado deR
todas
S
HO
a la propiedad o E
derecho
vendido que pasan al tercero evincente. Por su
C
R
DE (2012), infiere que existe evicción total, cuando el tercero ha
parte, Aguilar
logrado reivindicar para sí, la totalidad de la cosa; cuando el tercero ha
ejecutado la hipoteca sobre la cosa y el precio del remate no excede del
crédito garantizador; cuando el tercero obtiene la nulidad, anulación o
resolución del título del vendedor, siempre que sea evidente que en tales
condiciones el comprador no pueda defenderse ulteriormente de la
reivindicación, entre otras circunstancias.
Evicción Parcial
En cuanto a la evicción parcial, resulta oportuno hacer referencia a la
doctrina de Urdaneta (2006), quien sostiene, que la evicción parcial se
produce cuando el comprador no resulta desplazado de la totalidad de dichas
facultades o deberes sino de una parte (ya sea de una parte alícuota o de
una parte material) de la propiedad o derecho vendido.
37 Según Aguilar (2012), hay evicción parcial cuando el tercero ha logrado
reivindicar una parte (divisa o indivisa) de la cosa; cuando el tercero ha
ejecutado la hipoteca sobre la cosa y el precio del remate excede del crédito
garantizado;
según la doctrina francesa muy controvertida, cuando el
comprador encuentra que no existe una servidumbre activa declarada en el
contrato. Se ha discutido si hay evicción en caso de que las circunstancias
hagan creer en la existencia de una servidumbre activa aparente, que en la
realidad no existe. En una sentencia la Casación francesa se pronunció por
la negativa; pero en el caso en concreto se alegaba la existencia de una
cláusula especial en el contrato de venta.
S
O
D
Ade Venezuela (1982),
Por su parte el artículo 1513 del Código V
Civil
R
E
S
dispone que si ha habido evicción R
de E
una parte de la cosa, y esta parte es de
S
HO al todo, que el comprador no la hubiera
tal importancia, E
relativamente
C
ER
Dsin
comprado
aquella parte, puede éste resolver el contrato de venta. Por
consiguiente, en caso de evicción parcial el comprador no siempre puede
pedir la resolución del contrato; solamente puede hacerlo cuando la parte de
la cosa de la cual haya sido privado sea de tal importancia que no hubiera
contratado de haber podido prever la evicción.
Cuando la evicción no produce la resolución de la venta, el comprador
tiene derecho a una indemnización por los daños y perjuicios que dicha
evicción le cause. Conviene tener en cuenta que toda evicción parcial da
lugar al saneamiento, por pequeña que sea la privación que sufra el
comprador. No cabe pues, a estos efectos, distinguir entre evicción más o
menos significativa.
Así pues, el artículo 1514 del Código Civil dispone, que si en el caso de
evicción de una parte del fundo vendido no se resolviere la venta, el valor de
la parte sobre la cual se ha efectuado la evicción se pagará al comprador por
38 el vendedor, según la estimación que se haga en la época de la evicción, ya
haya disminuido el valor total de la cosa vendida.
Como se aprecia, la ley concede a quien sufre evicción parcial el
derecho de reclamar una indemnización por el monto correspondiente a la
pérdida efectivamente causada. El vendedor debe pagar un monto igual al
valor que tenía la porción de la cosa de la cual se ve privado el comprador en
el momento de la evicción.
Requisitos Procesales para la Configuración de la Evicción
S
O
D
Conforme al criterio establecido por el Juzgado
VA Tercero de Primera
R
E
ES de la Circunscripción Judicial del
Instancia en lo Civil, Mercantil y delR
Tránsito
S
HO de fecha 12 de julio del año 2010, la
Estado Táchira, E
enC
sentencia
DERde la evicción está sujeta a la valoración de ciertos
configuración
presupuestos esenciales.
En primer lugar, se hace mención a la acción judicial intentada por un
tercero, en virtud de lo cual, al no haber sentencia definitivamente firme, el
comprador no ha sufrido evicción y el vendedor nada tiene que reparar; sin
embargo, la doctrina admite que existe una excepción a la necesidad de una
acción judicial intentada por un tercero cuando es el propio comprador quien
demanda al tercero a lo cual pudiera verse forzado si el tercero se hubiera
apoderado de la cosa vendida o cuando éste se oponga al ejercicio de un
derecho adquirido por el comprador.
En tal caso, de acuerdo al criterio expuesto en la sentencia examinada,
en cuanto a la exigencia de la acción judicial intentada por un tercero, el
comprador, al demandar al tercero, puede citar en saneamiento a su
vendedor para que en la oportunidad de la contestación de la demanda
39 principal, proponga las defensas que lo favorezcan.
En cuanto al segundo requisito procesal exigido, en el fallo sub
examine, se hace referencia a que la causa de la perturbación sea anterior a
la venta. Este presupuesto, surge como principio general con fundamento en
lo establecido en el artículo 1.117 del Código Civil de Venezuela (1982),
según lo cual, la causa de la perturbación tiene que ser anterior al contrato,
para que el comprador pueda accionar en garantía contra el vendedor y
sobre lo cual dejó sentado criterio jurisprudencia la Sala de Casación Civil,
de la extinta Corte Suprema de Justicia, en sentencias de vieja data
S
O
D
RVA
(29/11/1962; 21/05/65; 07/12/1999).
E
ES
R
S
O
Sobre este requisito, Aguilar (1989), expone que si la perturbación
H
C
E
ER
procede de una causa posterior a la venta no surge, en principio, obligación
D
de saneamiento a cargo del vendedor, puesto que los derechos adquiridos
por terceros con posterioridad a la compra venta no son imputables al
vendedor, que habrá cumplido con su obligación de trasmitir al comprador los
derechos y acciones sobre la cosa vendida y no puede ser responsable de lo
que suceda después del perfeccionamiento del contrato. La excepción,
resulta cuando el vendedor ha vendido dos veces la misma cosa y el
segundo comprador es el primero en registrar su título.
En relación a la causa anterior al contrato de compra venta, Urdaneta
(2006) expone, que el artículo 1.117 del Código Civil de Venezuela (1982), al
referirse al saneamiento en caso de partición, establece que no hay lugar a
este, sino por perturbaciones y evicciones procedentes de causa anterior a la
partición. Con base en esta disposición se admite, como principio de carácter
general, que el vendedor solamente debe el saneamiento cuando la causa
del derecho invocado por el tercero sea anterior a la venta. Es decir, la causa
de la perturbación tiene que ser anterior al contrato para que el comprador
40 pueda accionar la garantía contra el vendedor.
El caso más frecuente y típico es el de la acción reivindicatoria de la
cosa por un tercero, cuyo título de adquisición sea anterior a la venta en cuyo
caso el comprador tendrá derecho al saneamiento y a ejercer las acciones
derivadas de la venta de la cosa ajena. Otro caso frecuente es el del
acreedor hipotecario que había registrado su hipoteca con anterioridad a la
compra-venta y que pretende trabar ejecución sobre la cosa vendida por falta
de pago, o cuando se inicie un procedimiento administrativo para la
demolición del inmueble vendido por violación de ordenanzas municipales
S
O
D
RVA
durante el periodo de construcción.
E
ES
R
S
O
En todos estos casos, acota este autor, es evidente que la perturbación
H
C
E
ER
se produce en razón de un defecto en el derecho trasmitido por el vendedor
D
que no ha cumplido a cabalidad con su obligación de trasmitir la propiedad
de cosa o derecho vendido. Tal perturbación está conectada casualmente
con la venta y es, por tanto, imputable al vendedor. De allí casos en que el
evincente actúe haciendo valer un derecho sobre la cosa anterior a la venta,
hay obligación de sanear por parte del vendedor.
En relación a ello, Aguilar (2006), menciona que cuando la perturbación
es anterior a la venta, la responsabilidad del vendedor queda siempre
comprometida. Pero, cuando la causa de la perturbación es posterior a la
venta, el vendedor solamente debe el saneamiento cuando dicha
perturbación provenga de un hecho personal o cuando sea consecuencia
directa de una situación anterior a la venta que el comprador no pudo evitar.
El tercer requisito establecido por la jurisprudencia, a los efectos de la
configuración de la evicción, es la ignorancia del riesgo de evicción por parte
del comprador. Este presupuesto opera en el caso de que la perturbación se
41 sustente en la existencia de cargas o gravámenes sobre el bien vendido y
que el comprador no conocía al momento de la venta, tal y como se
desprende del contenido de los artículos 1504 y 1515 del Código Civil de
Venezuela (1982).
Al respecto, Aguilar (1989), sobre las condiciones para que la evicción
haga nacer la responsabilidad, señala que:
El comprador tiene que probar: 1) que se ha impedido entrar
en posesión o que se le ha privado de ella; 2) que tal efecto
derivó del ejercicio de un derecho real por parte de un tercero;
3) que dicho derecho correspondía al tercero; y 4) que ese
derecho del tercero lo facultaba para producir aquel efecto. La
manera más evidente de comprobar todos esos extremos es
producir una sentencia pasada por autoridad de cosa juzgada
entre el comprador y el tercero; pero no es la única forma
posible. (p.213)
E
ES
R
S
O
H
C
E
ER
D
S
O
D
RVA
Asimismo, en sentencia de la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, Exp. N° 01588, del 25/02/2004, se dejó sentado que el
hecho generador de la obligación de saneamiento que corresponde al
vendedor es la evicción, es decir, la perturbación de derecho que prive al
comprador del todo o parte de la cosa vendida, en virtud de una causa
anterior a la adquisición del bien.
En tal sentido, se señala como requisitos de procedencia y en
consecuencia, se considere consumada la evicción, que deben concurrir los
siguientes requisitos: a) Que el comprador quede privado total o parcialmente
de la cosa adquirida; b) que la causa que la produjo sea anterior al contrato
de venta y c) que la privación se haya establecido mediante una sentencia
firme.
En virtud de ello, se recoge del fallo referido, que la concurrencia de
tales requisitos tiene como propósito demostrar, que el vendedor es
42 responsable por la perturbación de derecho causada al comprador, pues la
exigencia de una sentencia definitiva que establezca que un tercero tiene un
derecho preferente o uno mejor que el que ostenta el adquirente del bien,
implica que ya ha ocurrido la privación total o parcial del derecho sobre la
cosa vendida, por una causa anterior a la celebración del negocio jurídico.
En cuanto a la privación establecida mediante sentencia, es pertinente
referir la doctrina de Urdaneta (2006), quien señala que el principio general
es, que para que exista evicción se requiere que el comprador quede privado
total o parcialmente del derecho adquirido en virtud de una sentencia.
S
O
D
A de sentencia pasada
debe quedar firme por cuanto es únicamente enV
virtud
R
E
ES
con autoridad de cosa juzgada R
que
el tercero puede hacer valer sus
S
O
H
derechos contra elE
comprador.
C
DER
Además para que la evicción quede consumada, la sentencia condenatoria
Por consiguiente, señala el autor citado, que el saneamiento no podrá
exigirse hasta que no haya recaído sentencia definitivamente firme por la que
se condene al comprador a la pérdida de la cosa adquirida o de parte de la
misma. A estos efectos, hay que entender por sentencia definitivamente
firme aquella contra la cual no se admite recurso alguno, sea por haberse
desestimado, no ser procedente o haber vencido el plazo legal para
interponerlo.
Para que se satisfaga esta exigencia no es necesario que la sentencia
recaiga en un juicio promovido contra el comprador. La sentencia que prive al
adquirente de la cosa o derecho vendido puede ser el resultado de una
demanda incoada contra el comprador o del fracaso de una reclamación
judicial interpuesta por el propio comprador.
Para dar cumplimiento al requisito legal, acota, es indiferente que el
43 comprador haya sido el demandante o el demandado en el juicio que
produzca la evicción. Lo importante es que recaiga sentencia definitivamente
firme que prive al comprador del derecho transmitido, independientemente de
que dicha sentencia sea dictada en un juicio en el cual el comprador figure
como actor o como demandado.
Para Urdaneta (2006), a los efectos de la evicción consumada, se
equipara a la sentencia definitivamente firme, la decisión administrativa que
sea también firme, siempre y cuando se cumplan los demás requisitos
legales. Así, si después de la venta, la autoridad administrativa competente
S
O
D
infracción urbanística cometida por el vendedor antes
VAde la venta.
R
E
ES
R
S
HelO
Es evidente,E
indica
autor, que la misma ratio legis para salvaguardar
C
R
DEdel comprador y comprometer la responsabilidad del vendedor
los derechos
ordena la demolición total o parcial del edificio vendido por causa de
por evicción cuando la privación del derecho del comprador sea el resultado
de una sentencia definitivamente firme, o de una decisión administrativa
contra la cual no pueda intentarse recurso alguno, siempre y cuando se
satisfagan las demás exigencias previstas en la ley,
Por lo cual, refiere, si la decisión administrativa se funda en una causa
anterior a la venta habrá evicción y el comprador tendrá derecho al
saneamiento y a las indemnizaciones correspondientes; pero en el caso
contrario, como por ejemplo, cuando el Estado decide expropiar un inmueble
con posterioridad a la fecha de su adquisición por el comprador. En este
caso la expropiación constituye un hecho del príncipe para el comprador que
no determina ninguna responsabilidad a cargo del vendedor.
De la misma manera, acota el autor, si el enajenante hubiere prestado
su consentimiento para que la cuestión se resuelva por arbitraje y el laudo
44 privase al comprador de su derecho sobre la cosa, no podría el comprador
exigirle al vendedor responsabilidad por saneamiento. En efecto, si el
comprador consintió en que el asunto se sometiera a arbitraje, no tendrá
motivo para quejarse después y deberá soportar las consecuencias de la
evicción que resulte de la decisión dictada en el procedimiento arbitral. El
laudo una vez que quede firme se equipara, en tal caso, a una sentencia
pasada con autoridad de cosa juzgada.
En ese mismo sentido, es importante hacer referencia a lo expuesto por
Urdaneta (2006), quien señala que jurídicamente el comprador se ve privado
S
O
D
tercero. La privación significa pérdida, desposesión
VoAimposibilidad de ejercer
R
E
ES
un derecho.
R
S
O
H
C
E
DERexpone, que la privación presupone un vicio jurídico de
Asimismo
del derecho que adquiere cuando lo pierde en juicio por la acción de un
transmisión que afecta la existencia y legitimidad del derecho adquirido por el
comprador: Por consiguiente, no hay privación que dé lugar a la evicción
cuando se trate de una venta sometida a condición suspensiva, mientras se
cumpla la condición, puesto que hasta tanto ello no ocurra, el comprador no
ha adquirido titularidad del bien o derecho vendido.
Según el autor citado, el saneamiento por causa de evicción tiene por
finalidad, asegurar al comprador la posesión pacífica de la cosa. La evicción
supone que la cosa haya sido entregada al comprador. Si la entrega no ha
tenido lugar, él puede obtener judicialmente dicha entrega y, en su caso,
reclamar el resarcimiento de los daños y perjuicios, pero no tiene a su
alcance la acción de saneamiento.
No obstante, existen casos donde el comprador puede ser privado de
su derecho y por ende, intentar la acción de saneamiento por causa de
45 evicción, aun cuando no haya obtenido dicha entrega o posesión de la cosa.
Tal sería el caso de una acción confesoria o negatoria promovida por un
tercero para que se reconozca la existencia de una servidumbre pasiva o la
inexistencia de una servidumbre activa inherente al fundo vendido. En estos
casos cabe iniciar el juicio respectivo contra el comprador que todavía no
haya obtenido la posesión o entrega del fundo, siempre y cuando sea
propietario.
Por otra parte, si no ha habido entrega de la cosa y ésta se encuentra
en manos de un tercero que rechaza exitosamente la acción reivindicatoria
S
O
D
sido privado de su derecho y habrá evicción consumada,
VA pudiendo entonces
R
E
ES ex artículo 1.483 del Código Civil
el comprador, pedir la nulidad de R
la venta
S
Ocaso, exigir el saneamiento del vendedor.
H
de Venezuela (1982)
o
en
su
C
E
DER
por parte del comprador demostrando ser su propietario, el comprador habrá
Desde luego, insiste el referido autor, si el comprador no ha sido
perturbado por un tercero y no ha mediado la entrega de la cosa porque el
vendedor la ha retenido, no puede hablarse de privación. En tal caso el
comprador conserva a su acción contra el vendedor para exigir el
cumplimiento del contrato o su resolución y, en ambos casos, el
resarcimiento de los daños y perjuicios, de conformidad con lo establecido en
el artículo 1.167 del Código Civil de Venezuela (1982).
Por otra parte, expone el autor, no hay privación cuando la desposesión
se produce en razón de una perturbación de hecho puesto que no hay en
este caso relación jurídica entre los actos de perturbación y la pacífica
posesión que el vendedor debe garantizar al comprador. Para que la
privación produzca evicción debe ser definitiva. De allí que la privación de la
posesión en juicio interdictal no determina evicción puesto que no constituye
una desposesión definitiva.
46 Tampoco hay privación, ni por tanto evicción consumada, cuando el
comprador solamente sufre limitación que no afecte la plenitud del derecho
vendido ni implique desconocer su derecho o menoscabar su ejercicio. Así, si
una persona compra un inmueble basado en la promesa del vendedor de
que cerca de él se construirá una autopista, no podrá reclamar el
saneamiento por causa de evicción si después dicha autopista no se
construye, puesto que en tal caso su derecho de propiedad se conserva
pleno a pesar de que no se haya cumplido la finalidad perseguida por el
comprador al celebrar el contrato.
S
O
D
La perturbación de hecho para Urdaneta (2006)
VAes “aquella que no se
R
E
ESEn este caso, el perturbador no
basa en una pretensión jurídica”R
(p.53).
S
HO
afirma al realizar E
losC
actos
de perturbación que le asiste algún derecho, y si
R
E
le asiste,D
no lo invoca. Se limita a molestar e inquietar al comprador por vías
de hecho. Asimismo, afirma que, una perturbación es de derecho, cuando se
funda en una pretensión jurídica de un tercero que se dirige al comprador
disputándole la titularidad del derecho o reclamándole que le reconozca
algún derecho sobre el objeto adquirido.
Esta perturbación de derecho, ocurre normalmente cuando el tercero
acude a los tribunales de justicia en demanda de la cosa o de parte de ella
alegando un derecho y dando forma jurídica a su pretensión. Así cuando un
tercero afirma ser propietario de la cosa o tener sobre ella un derecho real de
servidumbre, usufructo o hipoteca y manifiesta judicialmente su voluntad de
prevalerse de él.
Definición de Saneamiento
En relación a la definición del saneamiento en caso de evicción, de
47 acuerdo con Urdaneta (2006), es la obligación del vendedor de asegurar al
comprador la posesión pacífica de la propiedad o derecho vendido. De lo
expuesto, se infiere, que la evicción es la privación total o parcial que sufre el
adquirente de un bien sobre el derecho de propiedad por parte de un tercero
en el ejercicio de un derecho real que lo faculte para ello, resultante de una
decisión judicial definitivamente firme.
Naturaleza Jurídica del Saneamiento
El artículo 1.486 del Código Civil de Venezuela (1982), se refiere a la
S
O
D
Apor su parte, establece
vendedor. En tal sentido, el artículo 1.503 (ordinalV
1°),
R
E
S
que “por el saneamiento que debeR
el E
vendedor al comprador responde aquél
S
Ocosa vendida”.
H
de la posesión pacífica
de
la
C
E
DER
obligación del saneamiento como una de las principales obligaciones del
Refiriéndose a la naturaleza de la obligación de saneamiento,
Josserand, citado por Urdaneta (2006), afirma que se trata de una obligación
de hacer susceptible de ser ejecutada en especie, es decir, si el comprador
se ve privado o perturbado en el goce del derecho que pretende adquirir,
puede reclamar la ejecución en especie de la obligación del saneamiento.
Para ello citará a su vendedor al juicio respectivo con el objeto de que venga
a coadyuvar en su defensa.
La Cita de Saneamiento
De acuerdo con la doctrina de Urdaneta (2006):
La cita de saneamiento consiste en un llamado al vendedor o
a otra persona denominada garante para que intervenga en el
juicio de evicción y coadyuve en la defensa del comprador, ya
sea para rechazar la demanda que un tercero haya propuesto
48 en contra de él o para sostener que el comprador intente
contra un tercero, así como para que le resarza los daños y
perjuicios que sobrevengan en caso de que dicha defensa no
sea exitosa (p.77).
Si el vendedor no comparece en juicio o si, a pesar de presentarse ante
el órgano jurisdiccional, el comprador es vencido por el tercero, debe
estimarse que la obligación de saneamiento ha quedado incumplida; y en tal
caso, según lo establece el artículo 1.264 del Código Civil de Venezuela
(1982), para las obligaciones en general, la primitiva obligación de hacer
queda resuelta en otra, de pagar los daños y perjuicios, ejecución por
Sindemnización
O
la
D
RVA
equivalente. El comprador que resultó vencido tendrá que dirigirse contra
quien
transmitió
correspondiente.
el
derecho
viciado
y
E
ES
R
S
O
reclamar
H
C
E
La D
doctrina
ER italiana moderna se ha encargado de señalar que resulta
impropio hablar de “obligación de saneamiento por evicción” para referirse al
saneamiento definitivo, esto es, a la reparación debida en caso de evicción
consumada por un tercero, sino que conviene más bien hablar es este caso,
de una responsabilidad a cargo del vendedor ya que, en realidad antes de la
evicción y sin que se produzca la evicción, efectuada la tradición, no hay
obligación alguna por parte del vendedor.
Bases Legales
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5.453 de la República Bolivariana de
Venezuela del 24 de marzo de 2000
Artículo 257. El proceso constituye un instrumento fundamental para la
49 realización de la justicia. Las leyes procesales establecerán la simplificación,
uniformidad y eficacia de los trámites y adoptarán un procedimiento breve,
oral y público. No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales
Código Civil de Venezuela
Gaceta Nº 2.990 Extraordinaria del 26 de Julio de 1982
Artículo 1.117.- Los coherederos se deben mutuo saneamiento por las
perturbaciones y evicciones procedentes de causa anterior a la partición.
S
O
D
señaladamente en la partición, o si aquélla V
seAverifica por culpa del
R
E
ES
coheredero.
R
S
O
H
C
E
DER1.118.- Cada coheredero queda obligado personalmente a
Artículo
No se debe saneamiento si la evicción se ha efectuado expresa y
indemnizar, en proporción a su parte, a los demás coherederos, de la pérdida
ocasionada por la evicción.
Si algún coheredero es insolvente, concurrirán proporcionalmente, en
la parte con que él debiera contribuir, los coherederos solventes, inclusive el
que haya padecido la pérdida.
Artículo 1.133.- El contrato es una convención entre dos o más
personas para constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre ellas un
vínculo jurídico.
Artículo 1.141.- Las condiciones requeridas para la existencia del
contrato son:
1º Consentimiento de las partes;
2º Objeto que pueda ser materia de contrato; y
3º Causa lícita.
50 Artículo 1.167.- En el contrato bilateral, si una de las partes no ejecuta
su obligación, la otra puede a su elección reclamar judicialmente la ejecución
del contrato o la resolución del mismo, con los daños y perjuicios en ambos
casos si hubiere lugar a ello.
Artículo 1.264.- Las obligaciones deben cumplirse exactamente como
han sido contraídas. El deudor es responsable de daños y perjuicios, en caso
de contravención.
Artículo 1 474.- La venta es un contrato por el cual el vendedor se
S
O
D
RVA
obliga a transferir la propiedad de una cosa y el comprador a pagar el precio.
E
ES
R
S
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Artículo 1.486.- Las principales obligaciones del vendedor son la
H
C
E
ER
tradición y el saneamiento de la cosa vendida.
D
Artículo 1.503.- Por el saneamiento que debe el vendedor al
comprador, responde aquél:
1º De la posesión pacífica de la cosa vendida.
2º De los vicios o defectos ocultos de la misma.
1º. Del saneamiento en caso de evicción
Artículo 1.504.- Aunque en el contrato de venta no se haya estipulado
el saneamiento, el vendedor responderá al comprador de la evicción que le
prive del todo o parte de la cosa vendida, y de las cargas con que se
pretenda gravarla, que no hayan sido declaradas en el contrato.
Artículo 1.505.- Los contratantes pueden, por convenios particulares,
aumentar o disminuir el efecto de esta obligación legal, y convenir también
en que el vendedor quede libre de ella.
51 Artículo 1.506.- Aunque se haya estipulado que el vendedor no quede
obligado al saneamiento, responderá, sin embargo, del que resulte de un
hecho que le sea personal. Toda convención contraria es nula.
Tampoco valdrá la estipulación por la cual se liberte al vendedor del
saneamiento, si éste procediere de mala fe y el comprador ignorare la causa
que diere motivo a la evicción.
Artículo 1.507.- Aunque se haya estipulado que el vendedor no queda
obligado al saneamiento, en caso de evicción deberá restituir el precio, a
menos que el comprador hubiese tenido conocimiento del riesgo de la
S
O
D
RVA
evicción en el momento de la venta o que haya comprado a todo riesgo.
E
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R
S
O
Artículo 1.508.- Si se ha prometido el saneamiento o si nada se ha
H
C
E
ER
estipulado sobre él, el comprador que ha padecido la evicción tiene derecho
D
a exigir del vendedor:
1º La restitución del precio.
2º La de los frutos, cuando está obligado a restituirlos al propietario que ha
reivindicado la cosa.
3º Las costas del pleito que haya causado la evicción y las del que hubiese
seguido con el vendedor para el saneamiento en lo conducente.
4º Los daños y perjuicios y los gastos y costas del contrato.
Si la restitución de frutos se hubiese impuesto al comprador, como poseedor
de mala fe, cesará la obligación impuesta al vendedor en el número 2º de
este artículo.
Artículo 1.509.- Si al verificarse la evicción, la cosa vendida se halla
disminuida en valor, o considerablemente deteriorada, ya sea por negligencia
del comprador, ya por fuerza mayor, el vendedor está, sin embargo, obligado
a restituir el precio íntegro.
Si el comprador ha sacado provecho de los deterioros que ha causado, el
52 vendedor tiene derecho a retener una parte del precio equivalente a ese
provecho.
Artículo 1.510.- Si la cosa vendida ha aumentado en valor para la
época de la evicción, aun independientemente de hechos del comprador, el
vendedor está obligado a pagar el exceso de valor, además del precio que
recibió.
Artículo 1.511.- El vendedor está obligado a reembolsar al comprador,
o a hacerle reembolsar por quien ha reivindicado, el valor de las refacciones
S
O
D
RVA
y mejoras útiles que haya hecho al fundo y a que tenga derecho.
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Artículo 1.512.- Si el vendedor vendió de mala fe el fundo ajeno, está
H
C
E
ER
obligado a reembolsar al comprador de buena fe todos los gastos aún
D
voluntarios, que éste haya hecho en el fundo.
Artículo 1.513.- Si ha habido evicción de una parte de la cosa, y esta
parte es de tal importancia, relativamente al todo, que el comprador no la
hubiera comprado sin aquella parte, puede éste hacer resolver el contrato de
venta.
Artículo 1.514.- Si en el caso de evicción de una parte del fundo
vendido no se resolviere la venta, el valor de la parte sobre la cual se ha
efectuado la evicción se pagará al comprador por el vendedor, según la
estimación que se haga en la época de la evicción, y no en proporción del
precio total de la venta, ya haya aumentado, ya haya disminuido el valor total
de la cosa vendida.
Artículo 1.515.- Si el fundo vendido está gravado con servidumbres no
aparentes que no se hayan declarado en el contrato, y que sean de tal
53 importancia que se presuma que si el comprador las hubiere conocido no
habría comprado el fundo, el comprador puede pedir la resolución del
contrato, a menos que prefiera una indemnización.
Artículo 1.516.- Cuando el comprador ha evitado la evicción del fundo,
mediante el pago de una cantidad de dinero, el vendedor puede libertarse de
todas las consecuencias del saneamiento, reembolsándole la cantidad
pagada, sus intereses y gastos.
Artículo 1.517.- Cesa la obligación de sanear por causa de evicción,
S
O
D
en los términos señalados en el Código de Procedimiento
VA Civil, y el vendedor
R
E
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prueba que tenía medios de defensa
suficientes para ser absuelto de la
R
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H
demanda.
C
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cuando el comprador no hace notificar al vendedor la demanda de evicción
Código de Procedimiento Civil
Gaceta Nº 3.694 Extraordinaria del 22 de enero de 1986
Artículo 48. En materia de fiadores o garantía y en cualquier demanda
accesoria, conocerá el Tribunal donde esté pendiente la causa principal.
Artículo 51. Cuando una controversia tenga conexión con una causa
ya pendiente ante otra autoridad judicial, la decisión competerá a la que haya
prevenido. La citación determinará la prevención.
En el caso de continencia de causas, conocerá de ambas
controversias el Juez ante el cual estuviere pendiente la causa continente, a
la cual se acumulará la causa contenida.
Artículo 52. Se entenderá también que existe conexión entre varias
causas a los efectos de la primera parte del artículo precedente.
54 1° Cuando haya identidad de personas y objeto, aunque el título sea
diferente.
2° Cuando haya identidad de personas y título, aunque el objeto sea
distinto.
3º Cuando haya identidad de título y de objeto, aunque las personas
sean diferentes.
4º Cuando las demandas provengan del mismo título, aunque sean
diferentes las personas y el objeto.
E
ES
R
S
O
H
C
E
ER
D
55 S
O
D
RVA
CUADRO N°1
MATRIZ DE ANÁLISIS
Categoría
Efectos procesales del
saneamiento por
evicción del contrato de
compra venta en el
ordenamiento jurídico
venezolano
Sub categoría
Unidad de Análisis
Principios
procesales del
saneamiento por
evicción del contrato
de compra venta
-Principio de Economía
Procesal
-Principio de
Concentración
-Principio de Eventualidad
-Principio de Celeridad
-La Acumulación
-Definición de Contrato
-Elementos del Contrato
-Definición del Contrato de
Compra Venta
-De las Obligaciones del
Vendedor
-Definición de Evicción
-Clasificación
-Evicción Total
-Evicción Parcial
-Requisitos Procesales para
la Configuración de la
Evicción
-Definición de Saneamiento
-Naturaleza Jurídica
-La Cita de Saneamiento
Requisitos de
exigibilidad para la
configuración de la
evicción del contrato
de compra venta
E
ES
R
S
O
H
C
E
ER
D
S
O
D
RVA
Requisitos de
exigibilidad para la
configuración del
saneamiento del
contrato de compra
venta
Fuente: Cabas (2013) 56 CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Tipo de Investigación
En cuanto al tipo de investigación, para Nava (2008), es recomendable
que el investigador delimite el tipo de investigación que va a llevar a cabo
(p.19). En torno a ello, en la doctrina, los especialistas en la materia, han
establecido diversos criterios de clasificación, entre los que se destaca, el
nivel de conocimiento de la investigación.
S
O
D
RVA
SE
E
R
S (2008):
descriptiva, la cual, según Hurtado
O
H
EC
TieneEcomo
objetivo, la descripción precisa
R
D
En tal sentido, es necesario hacer referencia a la investigación
del evento de
estudio. Este tipo de investigación se asocia al diagnóstico. En la
investigación descriptiva es el propósito es exponer el evento
estudiado, haciendo una enumeración detallada de sus
características, de modo tal que en los resultados se pueden
obtener dos niveles, dependiendo del fenómeno y del propósito
del investigador: un nivel más elemental, en el que se logra una
clasificación de la información de función de características
comunes y un nivel más sofisticado en el cual se ponen en
relación los elementos observados a fin de obtener una
descripción más detallada (p.101).
Con respecto a la doctrina citada se puede indicar, que en efecto, en
el desarrollo de esta investigación se ha realizado una descripción y un
diagnóstico de los efectos procesales del saneamiento por evicción del
contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico venezolano. Y en ese
sentido, se procedió a describir los principios procesales que lo rigen; se
procedió a examinar los requisitos de exigibilidad para la configuración de la
evicción del contrato de compra venta y finalmente, se distinguieron
requisitos de exigibilidad para la configuración del saneamiento.
57 los
A esto puede añadirse que la presente investigación también es jurídico
descriptiva, por cuanto, como señala Sánchez, (2007), tiene como objeto
lograr la descripción del tema que se estudia, interpretando (lo que es).
Utiliza el método de análisis, y de esta forma el problema jurídico se
descompondrá en sus diversos aspectos, permitiendo ofrecer una imagen del
funcionamiento de una norma o institución jurídica tal y como es.
En ese mismo orden de ideas, expresa Estévez, citado por Nava (2008:
Que la investigación jurídica constituye el proceso mediante el
cual el investigador, guiándose por lo pautado por el método
científico, pretende descubrir las soluciones adecuadas para
transformar la realidad social, es decir, encontrar las repuestas
más acertadas para los problemas que plantea la vida en
sociedad, a través de aplicación de la norma jurídica y la
creación de nuevas instituciones, o modificación de las ya
existentes, así como también, la elaboración de proyectos, o
nuevas leyes o la reforma de las vigentes, solventar lagunas en
la doctrina, entre otros aportes… (p.10).
E
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S
O
H
C
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ER
D
S
O
D
RVA
En efecto, esta investigación se caracteriza por realizar un análisis
documental jurídico descriptivo de la situación objeto de la presente
investigación, referida a los efectos procesales del saneamiento por evicción
del contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico venezolano. A tales
efectos, se evaluó lo que al respecto contemplan los diversos instrumentos
normativos, como son, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (2000), como norma rectora del ordenamiento jurídico nacional, el
Código Civil de Venezuela (1982), y el Código de Procedimiento Civil (1986).
Por otro lado, según la doctrina de Nava (2007), el tipo de
investigación se va establecer en función del tipo de problema que se desea
solucionar, los objetivos que se pretendieron lograr y la disponibilidad de
recursos. En tal sentido, dde acuerdo a la estrategia utilizada para recoger
los datos, esta investigación, se cataloga como documental; debido a que la
58 información obtenida es extraída de diversos documentos con la intención de
analizar la sentencia firme como requisito procesal obligatorio para la
configuración de la evicción en el ordenamiento jurídico venezolano. Dentro
de los documentos analizados se encuentran libros, leyes, sentencias, entre
otros, tomando en cuenta los objetivos y el alcance del presente estudio.
Asimismo, Arias (2006), expresa:
La investigación documental es un proceso basado en la
búsqueda, recuperación, crítica e interpretación de datos
secundarios, es decir, los obtenidos y registrados por otros
investigadores
en
fuentes
documentales;
impresas
audiovisuales o electrónicas (p.27).
S
O
D
RVA
E
ES
R
S
O
H
C
E
ER
De esta manera, el resultado de la investigación documental dependerá
D
exclusivamente de la información que se obtenga de documentos,
entendiendo por estos, todo material que se tenga que acudir como fuente de
referencia, sin que se altere su naturaleza o sentido, los cuales aportan
información o dan testimonio de una realidad o acontecimiento.
Po otro lado, Nava (2007), refiere que en la investigación jurídica
documental
“la
información
se
recoge
preferentemente
en
fuentes
documentales, tales como libros, artículos de revistas y periódicos, textos,
CD, diskettes, cintas magnetofónicas, videos, resúmenes científicos
sentencias, expedientes, leyes, códigos, normas, anuarios, recopilaciones,
derecho comparado, entre otros” (p.12). En tal sentido, la presente
investigación es de tipo jurídico, ya que se enmarca dentro del estudio
basado en teorías y aproximaciones jurídicas, además indagar sobre un
tema donde se trata de determinar un presunto problema existente en el
ordenamiento jurídico venezolano.
59 De igual forma esta investigación resulta de tipo descriptiva ya que
logra la precisión y caracterización del tema a estudiar dentro de un contexto
particular. Al respecto Hernández, Fernández y Baptista (2006) expresan que
son de tipo descriptivos “aquellos estudios que buscan especificar las
propiedades de personas, grupos, comunidades, objeto o cualquier otra
unidad sometida a investigación” (p.413).
Diseño de la Investigación
De acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista, (2006) “el diseño es
S
O
D
A el diseño de la
requiere en una investigación” (p.158). En talVsentido,
R
E
ESde las formas y mecanismos que
investigación permite la determinación
R
S
O los objetivos de estudio; a través de la
H
orienta la consecución
de
C
E
DERde métodos científicamente concebidos, para la obtención
instrumentación
el plan o estrategia que se desarrolla para obtener la información que se
de las informaciones necesarias.
Para Tamayo y Tamayo (1999):
El diseño de la investigación es el planteamiento de una serie
de actividades sucesivas y organizadas que debe adaptarse a
las particularidades de cada investigación y que no indican los
pasos y pruebas a efectuar y las técnicas a utilizar para
recolectar y analizar datos (p.14).
Por su parte, Hurtado de Barrera (2010) el diseño de investigación “es
el conjunto de decisiones estratégicas que toma el investigador relacionadas
con el donde, el cuándo, el cómo recoger los datos y con el tipo de datos a
recolectar, para garantizar la validez interna de su investigación” (p. 691). Así
pues, que para tomar tales decisiones, ya se deben haber cubierto una serie
de fases previas. El investigador ya debe tener la investigación delimitada, a
60 ver identificado sus eventos y unidades de estudio, su contexto y haberse
aproximado a alguna técnica de recolección de información.
Según
Balestrini (2003), en el diseño bibliográfico los datos se
obtienen a partir de la aplicación de las técnicas documentales en los
informes de otras investigaciones, donde se recolectaron esos datos o a
través de las diversas fuentes documentales, por cuanto esta investigación
configura este tipo. En virtud de la doctrina expuesta, considerando que en
esta investigación se emplearon diversas referencias bibliográficas y
documentales para lograr fundamentar el desarrollo de la misma y los
S
O
D
RVA
resultados del trabajo de investigación, el diseño de esta investigación
E
ES
R
S
O
resulta de tipo bibliográfico.
H
C
E
ER
D
Fuentes de Información
En esta investigación, se utilizan fuentes primarias, que tienen como
finalidad aportar información oral o escrita, que es recopilada directamente
por el investigador a través de relatos o escritos transmitidos por los
participantes en un suceso o acontecimiento. En tal sentido, en esta
investigación como fuente primaria se ha utilizado la observación.
Vale destacar, que Méndez, (1988) define la observación “como el uso
sistemático de nuestros sentidos en la búsqueda de los datos que
necesitamos para resolver un problema de investigación” (p.105). Asimismo,
la observación conoce la realidad y permite definir previamente los datos
más importantes que deben recogerse por tener relación directa con el
problema de investigación, supone un conocimiento profundo de un marco
teórico que orienta al investigador.
61 De lo anteriormente señalado, se descifra lo que son las fuentes
secundarias, las cuales tienen como finalidad según Méndez, (1988) “aportar
información escrita que ha sido recopilada y transcrita por personas que han
recibido tal información a través de otras fuentes escritas o por un
participante en un suceso o acontecimiento” (p.103). Estas fuentes han sido
utilizadas, ya que son esenciales para toda investigación, de modo que
permite recopilar información básica e indispensable. Estas fuentes
secundarias se pueden encontrar en material documental, relacionados con
el problema abordado, recopilado de libros de texto, investigaciones
anteriormente realizadas, datos obtenidos mediante la web, leyes, entre
S
O
D
RVA
otros.
E
ES
R
S
O
Técnica de Recolección de la Información
H
C
E
ER
D
En la presente investigación se acude a los planteamientos realizados
en la doctrina de autores y jurisprudencia venezolana en lo relativo a los
efectos procesales del saneamiento por evicción del contrato de compra
venta en el ordenamiento jurídico venezolano, para de esta forma partir al
posterior análisis de los mismos.
Para Hurtado de Barrera (2010)
Es una técnica que recurre a información escrita, ya sea bajo
la forma de datos que pueden haber sido producto de
observaciones o de mediciones hechas por otro, o como
textos que en sí mismos constituyen las unidades de estudio,
incluye también otro tipo de documentos, además de los
escritos, como videos, representaciones gráficas, fotografías
y material digital (p. 691).
De acuerdo a la doctrina expuesta, se puede indicar, que la técnica
utilizada para efectuar la presente investigación será la observación, la cual,
según Hurtado (2010), “es el proceso de atención, recopilación, selección y
62 registro de información, para el cual investigador se apoya en sus sentidos”
(p.833).
En este sentido, Méndez (2007), afirma que la observación directa
como procedimiento de investigación, puede entenderse como, “el proceso
mediante el cual se perciben deliberadamente ciertos rasgos existentes en la
realidad por medio de un esquema conceptual previo y con base en cierto
propósitos definidos generalmente por una conjetura que se quiere
investigar” (p.133).
S
O
D
A la observación, para
realiza una revisión de textos y documentos, seV
utiliza
R
E
ESlos elementos necesarios a fin de
en primer lugar captar y luego extraer
R
S
HOde mayor utilidad para la investigación, con la
obtener de ellos E
losC
datos
ER
finalidadD
de obtener la información necesaria en el análisis de los efectos
Ahora bien, por ser la investigación de diseño documental, donde se
procesales del saneamiento por evicción del contrato de compra venta en el
ordenamiento jurídico venezolano.
Plan de Análisis de la Información
En base a la
naturaleza del estudio, se establece la hermenéutica
como método de interpretación de los documentos legales anteriormente
señalados. Según Pérez (2000), el enfoque hermenéutico en la interpretación
del texto escrito incluye aspectos de gran importancia, como el análisis del
contenido y del contexto histórico. De acuerdo a este planteamiento, la
hermenéutica constituye una herramienta importante para la interpretación
textual en su concepción ontológica. Asimismo para Bernard (1987), la
hermenéutica es una ciencia que interpreta los textos escritos y fija el
verdadero sentido, relacionado con mayor frecuencia a la interpretación
jurídica.
63 En efecto, la hermenéutica se compadece con una doctrina metódica
que se encuentra dirigida, no a un saber teorético, sino a su uso práctico,
específicamente a la aplicación técnica de la interpretación correcta de un
texto. Para Jánez (1996), el método hermenéutico es aplicable a las ciencias
humanas y científicas, hace uso de los denominados enunciados
cognoscitivos-derivativos, definidos como:
Aquellos que en alguna manera, nos (sic) comunican verdad y
gozan de veracidad, han de apoyarse en algún dato o experiencia
de lo real, han de tener algún fundamento predicativo controlable.
Estos saberes o conocimientos los distinguimos de las
apreciaciones o meras opiniones, por ir acompañadas de algún
grado de objetividad y razón precisa defendibles (p.24).
S
O
D
A
Por otro lado, en cuanto a los métodos deV
interpretación,
se utiliza el
R
E
ES (1987), se entiende como la
medio exegético, el cual, segúnRBernard
S
HO por la norma, para conocer cuál ha sido la
indagación de loE
expresado
C
ER
intensiónD
del legislador y labor interpretativa, que consiste en descubrir dicha
voluntad. Aplicando esto a la presente investigación, se busca analizar los
efectos procesales del saneamiento por evicción del contrato de compra
venta en el ordenamiento jurídico venezolano.
Por su parte Hernández y Col. (2003), consideran que el análisis de la
información para la investigación documental se denomina “Análisis
Descriptivo”, el cual está basado en la determinación de los factores
intervinientes en la investigación y su descripción analítica, bajo el criterio del
autor, que deberá siempre estar sustentado en fuentes documentales.
En efecto, con la finalidad de llevar a cabo el proceso de investigación
enmarcada dentro de la categoría que ha sido tipificada la misma, siendo en
el presente caso, una investigación documental descriptiva, amerita el
análisis descriptivo de fuentes documentales, a los efectos de desarrollar los
objetivos planteados y de esta manera obtener los resultados de este
64 estudio, que deben derivar en aportes y posibles soluciones a la
problemática sub examine.
E
ES
R
S
O
H
C
E
ER
D
65 S
O
D
RVA
CAPÍTULO IV
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS
Describir los principios procesales del saneamiento por evicción del
contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico venezolano
A los efectos de alcanzar el primer objetivo planteado, se destaca que
S
O
D
estos como criterios que regulan las diferentes actuaciones
que integran el
VA
R
E
EelSmismo se desarrolle dentro de los
procedimiento, a los efectos de que
R
S
O
parámetros legales C
yH
pueda el juez dictar sentencia que resuelva la
REel fondo del asunto.
DEsobre
controversia
el procedimiento civil venezolano se rige por ciertos principios, entendidos
En tal sentido el Código de Procedimiento Civil, publicado en Gaceta Nº
3.694 Extraordinaria 22 de enero de 1986, contempla algunos de estos
principios y la misma Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
publicada en Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5.453 de fecha 24 de marzo de
2000, también contempla principios que han de regir los procesos, en función
de garantizar los derechos en ella contenidos. Otros principios derivan de la
construcción doctrinaria o jurisprudencial.
Dentro de estos principio se encuentran, el principio dispositivo, el
debido proceso, la igualdad de las partes, el principio inquisitivo, la valoración
de las pruebas, entre otros, sin embargo, a los efectos de desarrollar la
presente investigación se hará alusión, a los principios de la economía
procesal, principio de no contradicción, la acumulación, principio de
uniformidad procesal y la seguridad jurídica, por cuanto los mismos están
66 vinculados con el objeto de estudio.
Por otro lado, se recurrió a la doctrina de Chiovenda (2005), quien
señala, que el principio de economía procesal, consiste en la obtención del
máximo resultado posible con el mínimo de esfuerzo. Este principio de refiere
no sólo a los actos procésales sino a las expensas o gastos que ellos
impliquen. Asimismo, señala el autor, que más que un solo principio es un
conjunto de principios con los cuales se consigue aquél. En tal sentido, se
hace alusión al principio de concentración, al de eventualidad, de celeridad,
de saneamiento, de nulidad y de gratuidad de la justicia.
S
O
D
Así, se recurrió a los criterios jurisprudenciales
establecidos al respecto,
VA
R
E
ES Supremo de Justicia en sentencia
por la Sala de Casación Social delR
Tribunal
S
O y la sentencia Nro. 127 de fecha 02/02/2006,
H
No. 1300, de fecha
15/10/2004
C
E
DEseRexpone, que el principio de economía procesal, busca lograr
en las cuales
en el proceso los mayores resultados con el menor empleo posible de
actividades, recursos y tiempos del órgano judicial. Otro de los principios que rigen los procesos en el ordenamiento jurídico
venezolano, es el principio de concentración, el cual conforme lo ha
expresado la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en
sentencia Nro. 1300, de fecha 15/10/2004 y la sentencia Nro. 127 de fecha
02/02/2006, consiste en reunir todas las cuestiones debatidas o el mayor
número de ellas para ventilarlas y decidirlas en el mínimo de actuaciones y
providencias. Así, se evita que el proceso se distraiga en cuestiones
accesorias que impliquen suspensión de la actuación principal.
Por otro lado, se destaca el principio de eventualidad, el cual guarda
estrecha relación con el de preclusión, pues toma como referencia las fases
o términos del proceso. Consiste en que si en determinada etapa o estado
67 del proceso, una parte puede realizar varios actos, debe llevarlos a cabo de
manera simultánea y no sucesiva, esto es, todos en el mismo lapso y no
primero uno y luego otro.
Esto ocurre, por ejemplo, en relación con una providencia, cuando
contra ella puede interponerse el recurso de reposición y el de apelación.
Como el término para interponer dichos recursos es común, la parte
interesada puede optar exclusivamente por cualquiera de ellos, o bien
proponer los dos, caso en el cual debe hacerlo conjuntamente: la reposición
como principal y la apelación como subsidiaria. Esto significa que la
S
O
D
Lo que la ley prohíbe es que primero se interponga
la reposición, para luego,
VA
R
E
ESpues el término para ésta ya se
si es negada, proponer la apelación,
R
S
O
H
encuentra vencido.
C
E
DER
apelación sólo se concede en el supuesto de que la reposición no prospere.
En el ámbito procesal venezolano, también se debe cumplir el principio
de celeridad, el cual consiste en que el proceso se concrete en las etapas
esenciales y cada una de ellas limitada al término perentorio fijado por la
norma. En observancia de este principio se descartan los plazos o términos
adicionales a una determinada etapa, esto es, los que se surten como
complemento del principal y las prórrogas o ampliaciones.
También implica que los actos se surten en la forma más sencilla
posible, para evitar dilaciones innecesarias. En aplicación de este principio,
el Código de Procedimiento Civil establece limitaciones a las prórrogas;
otorga al juez la facultad de señalar ciertos términos, fijando el estrictamente
necesario, y consagra medios sencillos para efectuar la notificación de las
providencias. El Juzgado Superior Séptimo en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
68 Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en sentencia de
fecha 08 de agosto de 2008, ha sostenido, que la celeridad procesal
representa un principio fundamental en el derecho, el cual consiste en evitar
dilaciones innecesarias en todas las acciones de la justicia.
La brevedad procesal, se recoge en ese fallo, es indispensable, ya que
justicia tardía no es justicia. Así mismo, establece el artículo 257 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000), que el
proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la
justicia y que las leyes procesales adoptarán un procedimiento breve, oral y
S
O
D
RVA
público.
E
ES
R
S
O
En tal sentido, se acota que uno de los principios fundamentales del
H
C
E
ER
proceso venezolano es el principio de celeridad y también consagrado
D
constitucionalmente como principio procesal general común a todo proceso
judicial en Venezuela, asimismo dicho principio constituye un deber del Juez
de impulsar el proceso ya sea personalmente, a petición de parte o de oficio,
en tal sentido se debe entender que el Juez es el director del proceso y debe
impulsarlo hasta su conclusión a menos que la causa esté en suspenso por
algún motivo legal, todo ello con el fin de asegurar el cumplimiento de la
función jurisdiccional por parte de los jueces y la realización de la Justicia por
mandato constitucional.
Con el propósito de llevar a cabo el primer objetivo planteado, se
consideró pertinente hacer referencia al instituto civil de la acumulación. En
torno a ello, ha sido criterio reiterado de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, que la acumulación de causas es plenamente aplicable
dentro del proceso de revisión, y al respecto la sentencia n° 1653 del 13 de
julio de 2005 (caso: José Reinaldo Zambrano Criollo), citando a Couture
(2005), asentó, que la acumulación tiene su fundamento en la realización de
69 dos principios básicos del proceso: el de economía procesal y el de no
contradicción.
El primero, consiste en el ahorro de tiempo y de recursos en la
obtención de la finalidad del proceso, que es realizar el derecho con el
mínimo de gastos y esfuerzo; y el segundo, principio lógico jurídico, según el
cual dos conductas no pueden estar en el mismo lugar y tiempo, permitidas y
prohibidas, y que en el campo específico de las proposiciones lógicas del
derecho procesal, postula que dos sentencias contradictorias pasadas en
autoridad de cosa juzgada, no pueden ser válidas en un mismo lugar y
S
O
D
RVA
tiempo.
E
ES
R
S
O
La acumulación de causas, en este sentido, se señala en el fallo citado,
H
C
E
ER
es plenamente aplicable dentro del proceso de revisión, en tanto exista un
D
grado de conexión entre ellas que haga posible que se dicten sentencias
contradictorias, pues ello no es sino la aplicación de un principio básico del
proceso, como lo es el de uniformidad procesal.
Por su parte, el Código de Procedimiento Civil (1986), sí establece una
regulación expresa respecto a la institución de la acumulación sucesiva de
pretensiones, pero a diferencia de la legislación adjetiva especial del trabajo,
la cual, como se dijo, sólo regula una acumulación inicial, exige como
requisito la existencia de una conexión objetiva entre las pretensiones que se
hacen valer en los diferentes procesos, y sólo procede a instancia de parte
mediante la solicitud que se haga ante el juez para que proceda a la
acumulación de causas.
Para ello, debe existir entre ellas una relación de accesoriedad,
conforme al artículo 48; de continencia, de acuerdo al artículo 51, o de
conexidad genérica, en los términos del artículo 52 del Código de
70 Procedimiento Civil (1990), de este modo se determina en la sentencia
referida, la acumulación procederá en estos casos, cuando haya quedado
firme la decisión del juez que declare la accesoriedad, conexión o
continencia de las causas, conforme al artículo 79, ejusdem, siempre que las
mismas se encuentren pendientes ante tribunales distintos y cuando cursen
ante el mismo tribunal, una vez que el juez decida la acumulación, previa
solicitud de parte y después de haber realizado el examen pertinente sobre
los autos, conforme al artículo 80 del mismo Código.
En este sentido, una vez constatada que existe conexión objetiva de
S
O
D
A
entre los asuntos sobre los cuales se solicita la V
acumulación,
el artículo 81
R
E
EdeSautos o procesos: 1° Cuando no
ejusdem, no procede la acumulación
R
S
Oinstancia los procesos; 2° Cuando se trate de
H
estuvieren en una
misma
C
ERE
procesosD
que cursen en tribunales civiles o mercantiles ordinarios a otros
conformidad con el artículo 52 del Código de Procedimiento Civil (1986),
procesos que cursen en tribunales especiales; 3° Cuando se trate de asuntos
que tengan procedimientos incompatibles; 4° Cuando en uno de los procesos
que deban acumularse estuviere vencido el lapso de promoción de pruebas;
5° Cuando no estuvieren citadas las partes para la contestación de la
demanda ambos procesos.
Del análisis del artículo citado realizado por la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, se deduce que los supuestos de procedencia
para la acumulación de causas son los siguientes: 1. Que estén en una
misma instancia los procesos; 2. Que no se trate de procesos que cursen en
tribunales civiles o mercantiles ordinarios para acumular a otros procesos
que cursen en tribunales especiales; 3. Que se trate de asuntos que tengan
procedimientos compatibles; 4. Que no esté vencido el lapso de promoción
de pruebas para alguna de las causas; 5. Que estén citadas las partes para
la contestación de la demanda en ambos procesos y que la acumulación sea
71 solicitada por la parte interesada.
Así, es necesario citar parte de la Sentencia proferida por la Sala
Constitucional en fecha 29 de mayo de 2002, con ponencia del Magistrado
Dr. José Manuel Delgado Ocando, en la cual expone, que por su parte, el
Código de Procedimiento Civil (1986), en el artículo 51 dispone, que cuando
una controversia tenga conexión con una causa ya pendiente ante otra
autoridad judicial, la decisión competerá a la que haya prevenido. La citación
determinará la prevención. En el caso de continencia de causas, conocerá de
ambas controversias el Juez ante el cual estuviere pendiente la causa
S
O
D
RVA
continente a la cual se acumulará la causa contenida.
E
ES
R
S
O
Por su parte, el artículo 52 ejusdem, dispone que se entenderá también
H
C
E
ER
que existe conexión entre varias causas a los efectos de la primera parte del
D
artículo precedente: 1º Cuando haya identidad de personas y objeto, aunque
el título sea diferente; 2º Cuando haya identidad de personas y título, aunque
el objeto sea distinto; 3º Cuando haya identidad de título y de objeto, aunque
las personas sean diferentes; 4º Cuando las demandas provengan del mismo
título, aunque sean diferentes las personas y el objeto.
Conforme con las normas transcritas, la Sala Constitucional estima que
la acumulación obedece, en efecto, a la necesidad de evitar la eventualidad
de fallos contrarios en casos que sean conexos o que entre ellos exista una
relación de accesoriedad o continencia; también tiene por finalidad influir
positivamente, en la celeridad procesal, al fallar en una sola sentencia
asuntos respecto de los cuales no tendría justificación alguna que fuesen
ventilados en distintos procesos.
Por consiguiente, estima la Sala que son condiciones, para que proceda
la acumulación, la existencia de dos o más procesos y la existencia entre
72 ellos de una relación de accesoriedad, continencia o conexidad y además,
que no se presente alguno de los presupuestos de prohibición de
acumulación de autos o procesos.
Al respecto, la Sala de Casación Civil en sentencia Nº 978 de fecha 19
de diciembre de 2007, caso: Norelis Saa de Hernández, contra Víctor
Segundo Hernández Graterol y otros, sostiene que la acumulación tiene
como objetivo, influir positivamente en la celeridad, ahorrando tiempo y
recursos al fallar en una sola sentencia asuntos en los que no hay razón para
que se ventilen en diferentes procesos. Sin embargo, en estas circunstancias
S
O
D
pretensiones compatibles, que no se contraríenV
oA
excluyan entre sí y que
R
E
ES
puedan ser tramitadas en un mismo
procedimiento.
R
S
O
H
C
REconsiderando que el objetivo general planteado en esta
DEbien,
Ahora
debe verificarse si la acumulación se ajusta a derecho, esto es, si se trata de
investigación gira en torno al contrato de compra
venta se recurrió a la
fuente legal, a los efectos de proceder a realizar una definición de contrato
en general, el cual según lo previsto en el artículo 1.133 del Código Civil de
Venezuela (1982), es una convención entre dos o más personas para
constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre ellos un vínculo
jurídico. Se infiere entonces, que el contrato es un acuerdo de voluntades
mediante el cual una parte se obliga para con la otra a dar, hacer o no hacer,
vale decir a entregarle bienes, prestarle un servicio o a abstenerse de hacer
algo.
En ese mismo orden de ideas, fue necesario hacer referencia a los
elementos del contrato, los cuales se encuentran contenidos en el Código
Civil de Venezuela (1982), como se aprecia del artículo 1.141, las
condiciones requeridas para la existencia del contrato son, el consentimiento
de las partes; el objeto que pueda ser materia de contrato; y una causa lícita.
73 Estas condiciones son elementos esenciales para la existencia del contrato,
de modo que la falta de alguno de ellos impide la formación del contrato, lo
hace inexistente.
En relación a los elementos esenciales o indispensables del contrato,
Maduro (2010), señala que el objeto, son las diversas prestaciones o
actividades que tiene que realizar cada una de las partes que celebran el
contrato; el consentimiento es la manifestación de voluntad de cada parte
interviniente en el contrato de querer celebrarlo y la causa es la función
económico social que el contrato cumple en su concepción objetiva, o la
S
O
D
RVA
finalidad que las partes persiguen al celebrar el contrato o al obligarse, en su
E
ES
R
S
O
concepción subjetiva.
H
C
E
ER
En cuanto al contrato de compra venta particularmente, el artículo 1.474
D
del Código Civil de Venezuela (1982) establece, que la venta es un contrato
por el cual el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa y el
comprador a pagar el precio. Por su parte, Aguilar (2009), define la venta
como, “Un contrato por el cual una persona llamada vendedor se obliga a
transferir y garantizar la propiedad u otro derecho a una persona llamada
comprador, la cual se obliga a pagar el precio en dinero” (p.143).
En ese mismo orden de ideas, se hizo necesario distinguir las
características del contrato de compra venta, conforme a la doctrina de
Aguilar (2009), quien señala que es un contrato bilateral; es un contrato
consensual; es un contrato oneroso; puede ser de ejecución instantánea o de
tracto sucesivo; es traslativo de la propiedad o cualquier otro derecho
vendido; las obligaciones del comprador y del vendedor son obligaciones
principales.
En efecto, la venta es en esencia un contrato bilateral, ya que los
74 contratantes asumen obligaciones reciprocas; es oneroso, ya que el
comprador se compromete a pagar un precio; es consensual, es decir, se
perfecciona con el simple consentimiento de las partes manifestado en forma
legal; puede ser de ejecución inmediata o de tracto sucesivo; es un contrato
cuyo efecto inmediato es transferir la propiedad u otro derecho vendido; y por
último, la venta crea obligaciones principales.
Vale destacar, lo que al respecto ha sentado la jurisprudencia, tal como
se aprecia del fallo emitido por el Tribunal Tercero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado
S
O
D
características del contrato de compra venta.
VA
R
E
ES
R
S
O fallo se determina, que el contrato de compra
H
En efecto, en
el
referido
C
RE
DE
venta es
consensual, porque el dominio se transfiere por el solo
Miranda, de fecha 30 de septiembre de 2011, en relación a las
consentimiento de las partes, siendo que este consentimiento de las partes
debe recaer en cuanto a los dos elementos esenciales específicos de la
compra venta, como lo son la cosa vendida y su precio; es sinalagmático o
bilateral porque surgen de este contrato obligaciones recíprocas para
vendedor y comprador; es oneroso y conmutativo porque se presume la
reciprocidad entre la cosa y el precio; y es principal porque tiene
sustantividad y autonomía propia, no dependiendo de ningún otro contrato.
De suma importancia resulta determinar las obligaciones del vendedor,
las cuales están previstas en el Código Civil de Venezuela (1982), en su
artículo 1.486, estableciéndose que son, la tradición y el saneamiento de la
cosa vendida. Asimismo, se indica en el artículo 1.487, ejusdem, que la
tradición se verifica poniendo la cosa vendida en posesión del comprador. En
tal sentido, el vendedor cumple con la obligación de hacer la tradición de los
inmuebles con el otorgamiento del instrumento de propiedad, de conformidad
75 con lo previsto en el artículo 1.488 del mismo Código.
En cuanto a la obligación de saneamiento, el artículo 1.503 de la norma
sustantiva establece, que por el saneamiento que debe el vendedor al
comprador, responde aquél: 1º De la posesión pacífica de la cosa vendida, 2º
De los vicios o defectos ocultos de la misma, 3º Del saneamiento en caso de
evicción.
Examinar los requisitos de exigibilidad para la configuración de la
S
O
D
venezolano
VA
R
E
ES
R
S
HO
evicción del contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico
EC
R
E
Del propósito de desarrollar el segundo objetivo planteado, se hizo
Con
necesario recurrir a la doctrina de Urdaneta (2006), quien señala, que
etimológicamente la palabra evicción deriva del verbo “evincere” que significa
vencer. De las diversas acepciones de la palabra evicción, quizás la más
genuina es aquella, según la cual, evicción significa “quitar alguna cosa a
alguno en virtud de sentencia”.
Asimismo, establece el autor citado, que la evicción es la desposesión
ordenada por sentencia judicial. En sentido estricto, presupone que el
comprador haya sido condenado a la pérdida total o parcial de la propiedad o
derecho vendido, por causa de un vicio en el derecho del transmitente y por
efecto de una sentencia recaída en un juicio. Por su parte, Aguilar (2012) se
refiere a la evicción en sentido riguroso como la acción de un tercero que
desposee al comprador haciendo valer un derecho real sobre la cosa
vendida y en virtud de una sentencia pasada con autoridad de cosa juzgada.
76 Por otro lado, tanto la ley sustantiva como la doctrina, establecen una
clasificación de la evicción. En tal sentido, por su extensión la ley clasifica la
evicción en total o parcial. El vendedor garantiza al comprador contra la
evicción total o parcial. En efecto, el artículo 1.504 del Código Civil de
Venezuela (1982), hace responsable al vendedor frente al comprador por la
evicción que le prive en todo o en parte de la cosa vendida. Y en tal sentido
dispone, que aunque en el contrato de venta no se haya estipulado el
saneamiento, el vendedor responderá al comprador de la evicción que le
prive del todo o parte de la cosa vendida y de las cargas con que se pretenda
gravarla, que no hayan sido declaradas en el contrato.” Por consiguiente,
S
O
D
RVA
tanto la evicción total como la parcial dan lugar al saneamiento.
E
ES
R
S
O
No obstante ello, el artículo 1.505 ejusdem, establece que los
H
C
E
ER
contratantes pueden, por convenios particulares, aumentar o disminuir el
D
efecto de esta obligación legal y convenir también en que el vendedor quede
libre de ella. Sin embargo, se establece una excepción contemplada en el
artículo 1.506 del mismo Código, según la cual, aunque se haya estipulado
que el vendedor no quede obligado al saneamiento, responderá sin embargo
del que resulte de un hecho que le sea personal. Toda convención contraria
es nula. Tampoco valdrá la estipulación por la cual se liberte al vendedor del
saneamiento, si éste procediere de mala fe y el comprador ignorare la causa
que diere motivo a la evicción.
Ahora bien, conforme a la doctrina de Urdaneta (2006), la evicción total
tiene lugar cuando el comprador es privado de todas las facultades y deberes
inherentes a la propiedad o derecho vendido que pasan al tercero evincente.
Por su parte, Aguilar (2012), infiere que existe evicción total, cuando el
tercero ha logrado reivindicar para sí, la totalidad de la cosa; cuando el
tercero ha ejecutado la hipoteca sobre la cosa y el precio del remate no
excede del crédito garantizador; cuando el tercero obtiene la nulidad,
77 anulación o resolución del título del vendedor, siempre que sea evidente que
en tales condiciones el comprador no pueda defenderse ulteriormente de la
reivindicación, entre otras circunstancias.
En cuanto a la evicción parcial, resulta oportuno hacer referencia a la
doctrina de Urdaneta (2006), quien sostiene, que la evicción parcial se
produce cuando el comprador no resulta desplazado de la totalidad de dichas
facultades o deberes sino de una parte (ya sea de una parte alícuota o de
una parte material) de la propiedad o derecho vendido.
S
O
D
reivindicar una parte (divisa o indivisa) de la cosa;
VA cuando el tercero ha
R
E
S
ejecutado la hipoteca sobre la cosa
yE
el precio del remate excede del crédito
R
S
O francesa muy controvertida, cuando el
H
garantizado; según
la
doctrina
C
RE
DE
comprador
encuentra que no existe una servidumbre activa declarada en el
Según Aguilar (2012), hay evicción parcial cuando el tercero ha logrado
contrato. Se ha discutido si hay evicción en caso de que las circunstancias
hagan creer en la existencia de una servidumbre activa aparente, que en la
realidad no existe. En una sentencia la Casación francesa se pronunció por
la negativa; pero en el caso en concreto se alegaba la existencia de una
cláusula especial en el contrato de venta.
Por su parte el artículo 1513 del Código Civil de Venezuela (1982),
dispone que si ha habido evicción de una parte de la cosa y esta parte es de
tal importancia, relativamente al todo, que el comprador no la hubiera
comprado sin aquella parte, puede éste resolver el contrato de venta. Por
consiguiente, en caso de evicción parcial el comprador no siempre puede
pedir la resolución del contrato; solamente puede hacerlo cuando la parte de
la cosa de la cual haya sido privado sea de tal importancia que no hubiera
contratado de haber podido prever la evicción.
78 Cuando la evicción no produce la resolución de la venta, el comprador
tiene derecho a una indemnización por los daños y perjuicios que dicha
evicción le cause. Conviene tener en cuenta que toda evicción parcial da
lugar al saneamiento, por pequeña que sea la privación que sufra el
comprador. No cabe pues, a estos efectos, distinguir entre evicción más o
menos significativa.
Así pues, el artículo 1514 del Código Civil dispone, que si en el caso de
evicción de una parte del fundo vendido no se resolviere la venta, el valor de
la parte sobre la cual se ha efectuado la evicción se pagará al comprador por
S
O
D
haya disminuido el valor total de la cosa vendida. VA
ER
S
E
SR
O
H
Como se aprecia,
C la ley concede a quien sufre evicción parcial el
E
R
E
derecho D
de reclamar una indemnización por el monto correspondiente a la
el vendedor, según la estimación que se haga en la época de la evicción, ya
pérdida efectivamente causada. El vendedor debe pagar un monto igual al
valor que tenía la porción de la cosa de la cual se ve privado el comprador en
el momento de la evicción.
Por otro lado, se establecieron los requisitos procesales para la
configuración de la evicción, conforme al criterio establecido por el Juzgado
Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Táchira, en sentencia de fecha 12 de julio
del año 2010, según la cual, la configuración de la evicción está sujeta a la
valoración de ciertos presupuestos esenciales.
En primer lugar, se hace mención a la acción judicial intentada por un
tercero, en virtud de lo cual, al no haber sentencia definitivamente firme, el
comprador no ha sufrido evicción y el vendedor nada tiene que reparar; sin
embargo, la doctrina admite que existe una excepción a la necesidad de una
79 acción judicial intentada por un tercero cuando es el propio comprador quien
demanda al tercero a lo cual pudiera verse forzado si el tercero se hubiera
apoderado de la cosa vendida o cuando éste se oponga al ejercicio de un
derecho adquirido por el comprador.
En tal caso, de acuerdo al criterio expuesto en la sentencia examinada,
en cuanto a la exigencia de la acción judicial intentada por un tercero, el
comprador, al demandar al tercero, puede citar en saneamiento a su
vendedor para que en la oportunidad de la contestación de la demanda
principal, proponga las defensas que lo favorezcan.
S
O
D
A en el fallo sub
En cuanto al segundo requisito procesalVexigido,
R
E
S
examine, se hace referencia a queR
laE
causa de la perturbación sea anterior a
S
Osurge como principio general con fundamento en
H
la venta. Este presupuesto,
C
E
DERen el artículo 1.117 del Código Civil de Venezuela (1982),
lo establecido
según el cual, la causa de la perturbación tiene que ser anterior al contrato,
para que el comprador pueda accionar en garantía contra el vendedor y
sobre lo cual dejó sentado criterio jurisprudencial la Sala de Casación Civil,
de la extinta Corte Suprema de Justicia, en sentencias de vieja data
(29/11/1962; 21/05/65; 07/12/1999).
Sobre este requisito, Aguilar (2012), expone que si la perturbación
procede de una causa posterior a la venta no surge en principio, obligación
de saneamiento a cargo del vendedor, puesto que los derechos adquiridos
por terceros con posterioridad a la compra venta no son imputables al
vendedor, que habrá cumplido con su obligación de trasmitir al comprador los
derechos y acciones sobre la cosa vendida y no puede ser responsable de lo
que suceda después del perfeccionamiento del contrato. La excepción,
resulta cuando el vendedor ha vendido dos veces la misma cosa y el
segundo comprador es el primero en registrar su título.
80 En relación a la causa anterior al contrato de compra venta, Urdaneta
(2006) expone, que el artículo 1.117 del Código Civil de Venezuela (1982), al
referirse al saneamiento en caso de partición, establece que no hay lugar a
este, sino por perturbaciones y evicciones procedentes de causa anterior a la
partición. Con base en esta disposición se admite como principio de carácter
general, que el vendedor solamente debe el saneamiento cuando la causa
del derecho invocado por el tercero sea anterior a la venta. Es decir, la causa
de la perturbación tiene que ser anterior al contrato para que el comprador
pueda accionar la garantía contra el vendedor.
S
O
D
A reivindicatoria de la
El caso más frecuente y típico es el de la V
acción
R
E
ES sea anterior a la venta en cuyo
cosa por un tercero, cuyo título de R
adquisición
S
O
H
caso el comprador
tendrá
derecho al saneamiento y a ejercer las acciones
C
E
R
DdeE la venta de la cosa ajena. Otro caso frecuente es el del
derivadas
acreedor hipotecario que había registrado su hipoteca con anterioridad a la
compra-venta y que pretende trabar ejecución sobre la cosa vendida por falta
de pago, o cuando se inicie un procedimiento administrativo para la
demolición del inmueble vendido por violación de ordenanzas municipales
durante el periodo de construcción.
En todos estos casos, acota este autor, es evidente que la perturbación
se produce en razón de un defecto en el derecho trasmitido por el vendedor
que no ha cumplido a cabalidad con su obligación de trasmitir la propiedad
de cosa o derecho vendido. Tal perturbación está conectada casualmente
con la venta y es por tanto imputable al vendedor. De allí casos en que el
evincente actúe haciendo valer un derecho sobre la cosa anterior a la venta,
hay obligación de sanear por parte del vendedor.
En relación a ello, Aguilar (2006), menciona que cuando la perturbación
81 es anterior a la venta, la responsabilidad del vendedor queda siempre
comprometida. Pero cuando la causa de la perturbación es posterior a la
venta, el vendedor solamente debe el saneamiento cuando dicha
perturbación provenga de un hecho personal o cuando sea consecuencia
directa de una situación anterior a la venta que el comprador no pudo evitar.
El tercer requisito establecido por la jurisprudencia, a los efectos de la
configuración de la evicción, es la ignorancia del riesgo de evicción por parte
del comprador. Este presupuesto opera en el caso de que la perturbación se
sustente en la existencia de cargas o gravámenes sobre el bien vendido y
S
O
D
A del Código Civil de
desprende del contenido de los artículos 1504 V
y 1515
R
E
ES
Venezuela (1982).
R
S
O
H
C
E
DER Aguilar (1989), sobre las condiciones para que la evicción
Al respecto,
que el comprador no conocía al momento de la venta, tal y como se
haga nacer la responsabilidad, señala que el comprador tiene que probar: 1)
que se ha impedido entrar en posesión o que se le ha privado de ella; 2) que
tal efecto derivó del ejercicio de un derecho real por parte de un tercero; 3)
que dicho derecho correspondía al tercero; y 4) que ese derecho del tercero
lo facultaba para producir aquel efecto. La manera más evidente de
comprobar todos esos extremos es producir una sentencia pasada por
autoridad de cosa juzgada entre el comprador y el tercero; pero no es la
única forma posible.
Asimismo, en sentencia de la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, Exp. N° 01588, del 25/02/2004, se dejó sentado que el
hecho generador de la obligación de saneamiento que corresponde al
vendedor es la evicción, es decir, la perturbación de derecho que prive al
comprador del todo o parte de la cosa vendida, en virtud de una causa
anterior a la adquisición del bien.
82 En tal sentido, se señala como requisitos de procedencia y en
consecuencia se considere consumada la evicción, que deben concurrir los
siguientes requisitos: a) Que el comprador quede privado total o parcialmente
de la cosa adquirida; b) Que la causa que la produjo sea anterior al contrato
de venta y c) Que la privación se haya establecido mediante una sentencia
firme.
En virtud de ello, se recoge del fallo referido, que la concurrencia de
tales requisitos tiene como propósito demostrar, que el vendedor es
S
O
D
exigencia de una sentencia definitiva que establezca
VAque un tercero tiene un
R
E
EelSque ostenta el adquirente del bien,
derecho preferente o uno mejor que
R
S
HOla privación total o parcial del derecho sobre la
implica que ya haEocurrido
C
DER
cosa vendida,
por una causa anterior a la celebración del negocio jurídico.
responsable por la perturbación de derecho causada al comprador, pues la
En cuanto a la privación establecida mediante sentencia, es pertinente
referir la doctrina de Urdaneta (2006), quien señala que el principio general
es, que para que exista evicción se requiere que el comprador quede privado
total o parcialmente del derecho adquirido en virtud de una sentencia.
Además para que la evicción quede consumada, la sentencia condenatoria
debe quedar firme por cuanto es únicamente en virtud de sentencia pasada
con autoridad de cosa juzgada que el tercero puede hacer valer sus
derechos contra el comprador.
Por consiguiente, señala el autor citado, que el saneamiento no podrá
exigirse hasta que no haya recaído sentencia definitivamente firme por la que
se condene al comprador a la pérdida de la cosa adquirida o de parte de la
misma. A estos efectos, hay que entender por sentencia definitivamente
firme aquella contra la cual no se admite recurso alguno, sea por haberse
83 desestimado, no ser procedente o haber vencido el plazo legal para
interponerlo.
Para que se satisfaga esta exigencia no es necesario que la sentencia
recaiga en un juicio promovido contra el comprador. La sentencia que prive al
adquirente de la cosa o derecho vendido puede ser el resultado de una
demanda incoada contra el comprador o del fracaso de una reclamación
judicial interpuesta por el propio comprador.
Para dar cumplimiento al requisito legal, acota, es indiferente que el
S
O
D
A
produzca la evicción. Lo importante es que recaiga
definitivamente
Vsentencia
R
E
EStransmitido, independientemente de
firme que prive al comprador del derecho
R
S
O en un juicio en el cual el comprador figure
H
que dicha sentencia
sea
dictada
C
RE
DE
como actor
o como demandado.
comprador haya sido el demandante o el demandado en el juicio que
Para Urdaneta (2006), a los efectos de la evicción consumada, se
equipara a la sentencia definitivamente firme, la decisión administrativa que
sea también firme, siempre y cuando se cumplan los demás requisitos
legales. Así, si después de la venta, la autoridad administrativa competente
ordena la demolición total o parcial del edificio vendido por causa de
infracción urbanística cometida por el vendedor antes de la venta.
Es evidente, indica el autor, que la misma ratio legis para salvaguardar
los derechos del comprador y comprometer la responsabilidad del vendedor
por evicción cuando la privación del derecho del comprador sea el resultado
de una sentencia definitivamente firme, o de una decisión administrativa
contra la cual no pueda intentarse recurso alguno, siempre y cuando se
satisfagan las demás exigencias previstas en la ley,
84 Por lo cual, refiere, si la decisión administrativa se funda en una causa
anterior a la venta habrá evicción y el comprador tendrá derecho al
saneamiento y a las indemnizaciones correspondientes; pero en el caso
contrario, como por ejemplo cuando el Estado decide expropiar un inmueble
con posterioridad a la fecha de su adquisición por el comprador. En este
caso la expropiación constituye un hecho del príncipe para el comprador que
no determina ninguna responsabilidad a cargo del vendedor.
De la misma manera, acota el autor, si el enajenante hubiere prestado
su consentimiento para que la cuestión se resuelva por arbitraje y el laudo
S
O
D
exigirle al vendedor responsabilidad por saneamiento.
VA En efecto, si el
R
E
ES
comprador consintió en que el asunto
se sometiera a arbitraje, no tendrá
R
S
O
H y deberá soportar las consecuencias de la
motivo para quejarse
después
C
E
ER
evicción D
que resulte de la decisión dictada en el procedimiento arbitral. El
privase al comprador de su derecho sobre la cosa, no podría el comprador
laudo una vez que quede firme se equipara, en tal caso, a una sentencia
pasada con autoridad de cosa juzgada.
En ese mismo sentido, es importante hacer referencia a lo expuesto por
Urdaneta (2006), quien señala que jurídicamente el comprador se ve privado
del derecho que adquiere cuando lo pierde en juicio por la acción de un
tercero. La privación significa pérdida, desposesión o imposibilidad de ejercer
un derecho.
Asimismo expone, que la privación presupone un vicio jurídico de
transmisión que afecta la existencia y legitimidad del derecho adquirido por el
comprador: Por consiguiente, no hay privación que dé lugar a la evicción
cuando se trate de una venta sometida a condición suspensiva mientras se
cumpla la condición, puesto que hasta tanto ello no ocurra, el comprador no
ha adquirido titularidad del bien o derecho vendido.
85 Según el autor citado, el saneamiento por causa de evicción tiene por
finalidad, asegurar al comprador la posesión pacífica de la cosa. La evicción
supone que la cosa haya sido entregada al comprador. Si la entrega no ha
tenido lugar, él puede obtener judicialmente dicha entrega y, en su caso,
reclamar el resarcimiento de los daños y perjuicios, pero no tiene a su
alcance la acción de saneamiento.
No obstante, existen casos donde el comprador puede ser privado de
su derecho y por ende, intentar la acción de saneamiento por causa de
S
O
D
Tal sería el caso de una acción confesoria o negatoria
VA promovida por un
R
E
ES de una servidumbre pasiva o la
tercero para que se reconozca la R
existencia
S
O activa inherente al fundo vendido. En estos
H
inexistencia de una
servidumbre
C
REel juicio respectivo contra el comprador que todavía no
DEiniciar
casos cabe
evicción, aun cuando no haya obtenido dicha entrega o posesión de la cosa.
haya obtenido la posesión o entrega del fundo, siempre y cuando sea
propietario.
Por otra parte, si no ha habido entrega de la cosa y ésta se encuentra
en manos de un tercero que rechaza exitosamente la acción reivindicatoria
por parte del comprador demostrando ser su propietario, el comprador habrá
sido privado de su derecho y habrá evicción consumada, pudiendo entonces
el comprador, pedir la nulidad de la venta del artículo 1.483 del Código Civil
de Venezuela (1982) o en su caso, exigir el saneamiento del vendedor.
Desde luego, insiste el referido autor, si el comprador no ha sido
perturbado por un tercero y no ha mediado la entrega de la cosa porque el
vendedor la ha retenido, no puede hablarse de privación. En tal caso el
comprador conserva a su acción contra el vendedor para exigir el
cumplimiento del contrato o su resolución y en ambos casos, el resarcimiento
86 de los daños y perjuicios, de conformidad con lo establecido en el artículo
1.167 del Código Civil de Venezuela (1982).
Por otra parte, expone el autor, no hay privación cuando la desposesión
se produce en razón de una perturbación de hecho puesto que no hay en
este caso relación jurídica entre los actos de perturbación y la pacífica
posesión que el vendedor debe garantizar al comprador. Para que la
privación produzca evicción debe ser definitiva. De allí que la privación de la
posesión en juicio interdictal no determina evicción puesto que no constituye
una desposesión definitiva.
S
O
D
Tampoco hay privación, ni por tanto evicción
VAconsumada, cuando el
R
E
S no afecte la plenitud del derecho
Eque
comprador solamente sufre limitación
R
S
O su derecho o menoscabar su ejercicio. Así, si
H
vendido ni implique
desconocer
C
RE un inmueble basado en la promesa del vendedor de
DEcompra
una persona
que cerca de él se construirá una autopista, no podrá reclamar el
saneamiento por causa de evicción si después dicha autopista no se
construye, puesto que en tal caso su derecho de propiedad se conserva
pleno a pesar de que no se haya cumplido la finalidad perseguida por el
comprador al celebrar el contrato.
La perturbación de hecho para Urdaneta (2006) es “aquella que no se
basa en una pretensión jurídica” (p.53). En este caso, el perturbador no
afirma al realizar los actos de perturbación que le asiste algún derecho y si le
asiste, no lo invoca. Se limita a molestar e inquietar al comprador por vías de
hecho. Asimismo, afirma que una perturbación es de derecho, cuando se
funda en una pretensión jurídica de un tercero que se dirige al comprador
disputándole la titularidad del derecho o reclamándole que le reconozca
algún derecho sobre el objeto adquirido.
87 Esta perturbación de derecho, ocurre normalmente cuando el tercero
acude a los tribunales de justicia en demanda de la cosa o de parte de ella
alegando un derecho y dando forma jurídica a su pretensión. Así cuando un
tercero afirma ser propietario de la cosa o tener sobre ella un derecho real de
servidumbre, usufructo o hipoteca y manifiesta judicialmente su voluntad de
prevalerse de él.
Distinguir los requisitos de exigibilidad para la configuración del
saneamiento del contrato de compra venta en el ordenamiento jurídico
venezolano
S
O
D
En función de alcanzar el tercer objetivo planteado,
VA el cual consiste en
R
E
S la configuración del saneamiento
Epara
distinguir los requisitos de exigibilidad
R
S
O en el ordenamiento jurídico venezolano, se
H
del contrato de compra
venta
C
ERE
procedióD
a la definición del saneamiento en caso de evicción, el cual de
acuerdo con Urdaneta (2006), es la obligación del vendedor de asegurar al
comprador la posesión pacífica de la propiedad o derecho vendido. De lo
expuesto, se infiere que la evicción es la privación total o parcial que sufre el
adquirente de un bien sobre el derecho de propiedad por parte de un tercero
en el ejercicio de un derecho real que lo faculte para ello, resultante de una
decisión judicial definitivamente firme.
Por otro lado, se hizo mención a la naturaleza jurídica del saneamiento.
En tal sentido, el artículo 1.486 del Código Civil de Venezuela (1982), se
refiere a la obligación del saneamiento como una de las principales
obligaciones del vendedor. Asimismo, el artículo 1.503 (ordinal 1°), por su
parte establece que “por el saneamiento que debe el vendedor al comprador
responde aquél de la posesión pacífica de la cosa vendida”.
Refiriéndose a la naturaleza de la obligación de saneamiento,
88 Josserand, citado por Urdaneta (2006), afirma que se trata de una obligación
de hacer susceptible de ser ejecutada en especie, es decir, si el comprador
se ve privado o perturbado en el goce del derecho que pretende adquirir,
puede reclamar la ejecución en especie de la obligación del saneamiento.
Para ello citará a su vendedor al juicio respectivo con el objeto de que venga
a coadyuvar en su defensa.
Mención especial merece la cita de saneamiento, la cual es definida por
Urdaneta (2006), como un llamado al vendedor o a otra persona denominada
garante para que intervenga en el juicio de evicción y coadyuve en la
S
O
D
A el comprador intente
haya propuesto en contra de él o para sostener
Vque
R
E
EleSresarza los daños y perjuicios que
contra un tercero, así como para R
que
S
Odicha defensa no sea exitosa.
H
sobrevengan en caso
de
que
C
E
DER
defensa del comprador, ya sea para rechazar la demanda que un tercero
En virtud de ello, si el vendedor no comparece en juicio, o si a pesar de
presentarse ante el órgano jurisdiccional, el comprador es vencido por el
tercero, debe estimarse que la obligación de saneamiento ha quedado
incumplida; y en tal caso, según lo establece el artículo 1.264 del Código
Civil de Venezuela (1982), para las obligaciones en general, la primitiva
obligación de hacer queda resuelta en otra de pagar los daños y perjuicios,
ejecución por equivalente. El comprador que resultó vencido tendrá que
dirigirse contra quien transmitió el derecho viciado y reclamar la
indemnización correspondiente.
La doctrina italiana moderna se ha encargado de señalar que resulta
impropio hablar de “obligación de saneamiento por evicción” para referirse al
saneamiento definitivo, esto es, a la reparación debida en caso de evicción
consumada por un tercero, sino que conviene más bien hablar es este caso,
de una responsabilidad a cargo del vendedor ya que en realidad antes de la
89 evicción y sin que se produzca la evicción, efectuada la tradición, no hay
obligación alguna por parte del vendedor.
E
ES
R
S
O
H
C
E
ER
D
90 S
O
D
RVA
CONCLUSIONES
Del desarrollo de la presente investigación, se desprenden varias
conclusiones. En primer lugar, en relación a los principios procesales del
saneamiento por evicción del contrato de compra venta en el ordenamiento
jurídico venezolano se pudo apreciar que los procesos que se llevan a cabo
por ante los órganos jurisdiccionales deben regirse por una serie de
principios, algunos de ellos contenidos en la ley adjetiva civil, como en el
texto fundamental. Otros se derivan de la construcción jurisprudencial y
doctrinaria.
S
O
D
Se pudo apreciar, que la jurisprudencia venezolana
VA ha sido enfática en
R
E
ES
destacar los principios de celeridad
y economía procesal, que deben
R
S
O
Hque desarrollen los órganos jurisdiccionales, a los
aplicarse en los procesos
C
E
R
DE
efectos de
garantizar que se aplique la tutela judicial efectiva, tal como se
garantiza en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(2000).
Por otro lado, se pudo apreciar en cuanto a los requisitos de exigibilidad
para la configuración de la evicción del contrato de compra venta, que en el
ordenamiento jurídico venezolano, el saneamiento por evicción se lleva a
cabo en dos etapas, vale decir, una primera etapa en la cual se produce un
principio de evicción, evicción inminente o evicción por turbación, como lo
denomina la doctrina nacional.
Esto significa, que un tercero alega un derecho sobre la cosa vendida
mediante el ejercicio de una acción judicial contra el comprador, ya sea una
acción reivindicatoria, hipotecaria, o cualquier otra. Acción esta, que debe
cumplir con ciertos requisitos. Que en efecto, se trate de una acción
intentada por un tercero ante un órgano jurisdiccional; que la causa de la
91 perturbación sea anterior a la venta y finalmente, la ignorancia del riesgo de
evicción por parte del vendedor.
Ahora, la evicción consumada, evicción actual o evicción por privación,
ocurre cuando el comprador sufre privación total o parcial del derecho que
adquirió, en virtud de una sentencia definitivamente firme, aun cuando esta
última condición presenta sus excepciones en la práctica. Es decir, que esta
evicción se produce, cuando el comprador perturbado es finalmente vencido
judicialmente y privado del derecho vendido.
S
O
D
saneamiento del contrato de compra venta, se destaca,
VA que el principio de
R
E
S
evicción faculta al comprador, en R
el E
juicio ya instaurado en su contra, para
S
Otransmitente, con el objeto de que comparezca
H
llamar en saneamiento
a
su
C
E
DERintervenga en él y coadyuve eficazmente, a la desestimación
en el proceso,
En cuanto a los requisitos de exigibilidad para la configuración del
de la demanda del tercero, que es lo que se conoce en la doctrina, como
saneamiento incidental o provisional.
Es importante destacar, que en caso que el comprador no llame a juicio
al vendedor para que coadyuve en su defensa, corre el riesgo de que este
invoque lo previsto en el artículo 1.517 del Código Civil de Venezuela (1982),
según el cual, cesa la obligación de sanear por causa de evicción cuando el
comprador no hace notificar al vendedor en la demanda de evicción y el
vendedor prueba que tenía medios de defensa suficientes para ser absuelto
en la demanda.
Ahora bien, la evicción consumada hace surgir el saneamiento principal
o definitivo, que constituye la segunda etapa de la evicción. La evicción
consumada se produce cuando el comprador sufre privación total o parcial
del derecho que adquirió, en virtud de una sentencia definitivamente firme, es
92 decir, que es vencido judicialmente y privado del derecho vendido. La
evicción inminente se convierte entonces en evicción total.
Es importante destacar, que esta evicción total supone que el
comprador sufre la privación total o parcial de la cosa y que esa privación se
produce en virtud de una sentencia definitivamente firme, como principio
general, por cuanto excepcionalmente, puede haber evicción sin sentencia,
como en los casos en los cuales se trate de la adquisición de la cosa por un
título distinto a la compra venta y cuando se produce el reconocimiento por
parte del comprador, del derecho del evincente.
S
O
D
La evicción consumada hace surgir el saneamiento
VA principal o definitivo,
R
E
ES al comprador por la evicción
o sea, la obligación del vendedor de
indemnizar
R
S
O el deber de reparar la evicción consumada,
H
producida. El vendedor
tiene
C
RE la misma se produce como consecuencia de una
DEcuando
tanto, como
sentencia, como también en los casos excepcionales de evicción sin
sentencia, en ambos casos se aplican las mismas reglas para fijar el monto
de la indemnización.
La obligación de reparar varía según se trate de evicción total o parcial.
Si la evicción fuese total, es decir si el comprador se ve privado de la cosa o
derecho adquirido en su totalidad, se produce la resolución del contrato y el
vendedor estará obligado a restituir el precio recibido, y además a pagar por
concepto de daños y perjuicios por los supuestos estipulados en la ley. Si la
evicción fuese parcial, el comprador tiene derecho a una reducción
proporcional del precio y a reclamar la proporción correspondiente de los
daños y perjuicios, sin perjuicio de optar por la resolución del contrato, en los
casos previstos en los artículos 1.513 y 1.514 del Código Civil de Venezuela
(1982).
93 Como se aprecia, consumada la evicción en virtud de que el comprador
haya sido vencido judicialmente, este debe proceder en juicio aparte, distinto
al juicio en que se le reclamó algún derecho sobre la cosa comprada, en
contra del vendedor, que es lo que se conoce como juicio de saneamiento
por caso de evicción.
E
ES
R
S
O
H
C
E
ER
D
94 S
O
D
RVA
RECOMENDACIONES
Como se evidenció del desarrollo de esta investigación, el saneamiento
por evicción se hace efectivo en dos procesos, es decir, una evicción
incidental, cuando el comprador es demandado por cualquier causa, por
parte de un tercero que alega tener un derecho sobre la cosa vendida.
Concluida la causa y resultando el comprador perdidoso, ya se habla de
evicción, de evicción consumada, que puede ser total o parcial, caso en el
cual el comprador debe instaurar un nuevo juicio, con fundamento en una
sentencia definitivamente firme, salvo las excepciones, a reclamar al
S
O
D
RVA
vendedor las prestaciones con ocasión de ese resultado, incluyendo daños y
E
ES
R
S
O
perjuicios si así lo considerare.
H
C
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Sin embargo, esta duplicidad de juicios atenta contra varios principios
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procesales, entre ellos, el de celeridad y economía procesal, atentando en
consecuencia, contra la tutela judicial efectiva garantizada en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela (2000), en virtud de lo cual, es
recomendable que el saneamiento por evicción se decida en la misma causa
en la cual el tercero reclama y persigue la cosa en manos del comprador.
En tal sentido, es pertinente hacer alusión a lo previsto en el artículo
370 del Código de Procedimiento Civil (1986), el cual establece que los
terceros podrán intervenir, o ser llamados a la causa pendiente, entre otras
personas, en los casos siguientes y en el numeral 5º contempla los casos en
los cuales alguna de las partes pretenda un derecho de saneamiento o de
garantía respecto del tercero y pida su intervención en la causa, la cual
lógicamente habrá de ser propuesta en la oportunidad de dar contestación al
fondo de la demanda.
El llamar en saneamiento como en garantía, corresponde tanto al actor
95 como al demandado, y solo puede llevarse a cabo en el acto de contestación
de la demanda. Asimismo, la legislación procesal venezolana a diferencia de
otras legislaciones, no establece diferencias y así se trate de saneamiento o
de simple garantía, la acción en que una y otra se pidan, podrá acumularse a
la principal, con tal de que la cita del garante se solicite en el acto de
contestación al fondo de la demanda, de manera que la acción principal y las
accesorias de garantía, se deducen en una misma causa.
Ahora bien, frente al derecho de saneamiento o a la garantía afirmada
por el actor, se halla la obligación del tercero a realizar la prestación que
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realización por la existencia y los resultados V
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proceso pendiente, en
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ES de uno u otro litigante en el
cuanto se acojan o rechacen las R
pretensiones
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proceso principal.E
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que el resultado definitivo de éste vendrá pues, a
Rel deber concreto que tiene o no el tercero de indemnizar al
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determinar
corresponda al contenido de ese derecho, hallándose condicionado en su
vencido el perjuicio económico que se deriva de la pérdida de la causa.
El fundamento de esta institución es la economía procesal, ya que la
cita de saneamiento permite decidir dos juicios por una sola sentencia; el
deseo de evitar sentencias contradictorias; y la protección de los intereses
del comprador lograda sin desmejorar la situación del vendedor. Por lo tanto,
está en interés del comprador citar de saneamiento para evitar la
multiplicidad de juicios, ya que en caso de no citar podría encontrarse en la
situación de tener que demandar al obligado en saneamiento después de
terminado el juicio que haya instaurado un tercero en su contra o el
comprador contra el tercero, en los casos en que aplique.
Esta intervención de terceros es accesoria al juicio principal existente
entre partes aun cuando se promueva por vía principal y se concreta en el
hecho de que la obligación de sanear o garantizar dependerá de los
96 resultados del proceso principal; así, si el demandado -en el juicio principallo es por evicción y el tercero debe sanear la cosa objeto del pleito, resulta
obvio que tal obligación se hará efectiva con respecto del tercero si la parte
garantizada resulta vencida.
En virtud de ello, los órganos jurisdiccionales, deben decidir en una
misma causa, las dos controversias, tanto la principal como la accesoria o
incidental, que sería el saneamiento por evicción y es esa misma sentencia
de la causa principal la que configuraría la exigencia de la sentencia previa
que determine la evicción. De tal manera que se evitarían la duplicidad de
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mismo tiempo, se corre el riesgo que se incurran
VAen contradicciones que
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Ey Sel derecho de la defensa de los
puedan afectar el debido proceso
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interesados.
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juicios, lo que atenta con los principios procesales más elementales y al
Por otro lado, en virtud de la evolución doctrinaria y jurisprudencial,
cuya fuente fundamental ha sido el derecho comparado, se recomienda en
una futura reforma del Código Civil vigente, destinar un capítulo exclusivo
para esta institución civil, a los efectos de actualizar el tratamiento de la
misma y lograr despejar las dudas y lagunas legales que giran en torno a
ello.
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Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Publicada en
Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5.453 de fecha 24 de marzo de
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