El Timonel Los remeros no ven hacia dónde van, son como máquinas programadas para sufrir, dispuestos a vaciarse en cada palada. Durante el transcurso de una regata a un remero no hay que dejarle pensar. Si piensa, es que no se vacía en cada palada. Si piensa, empieza a darse cuenta de que las piernas le arden y que le falta oxígeno. Si piensa, afloja un poco porque sabe que en cualquier momento va a tener que dar 10 duras. Por eso, es tan importante el papel de ese extraño personaje que vive en la popa. Suele tener la mitad de la talla y el peso de los enormes remeros que tiene delante. Aun así, los guía y mueve a su anto- jo en un idioma muy particular prácticamente indescifrable para todo aquel que no esté familiarizado con el mundo del remo. “¡Aaaataque directo!”, “¡Acabo al pecho a una!”, “En dos nos vamos con diez y sprint”. Son algunos ejemplos. Los grandes timoneles (o patrones) son auténticos visionarios, mitad estratega, parte entrenador y parte animadora. Y siempre deben esforzarse en ser grandes líderes. Y esta última, en mi opinión, es una faceta innata. Puede desarrollarse, pero no puede aprenderse. Y para desarrollarla aquí están las 5 lecciones básicas que todo hombre o mujer que quiera ocupar ese lugar privilegiado en la popa debe conocer: El respeto se gana Los timoneles necesitan ser capaces de motivar a un equipo para esforzarse más allá de los límites que piensan que pueden alcanzar, en esos momentos en los que los remeros ya no sienten otra cosa que no sea dolor. Esto se consigue con confianza y respeto y no automáticamente sólo porque estés en la popa. Y no solo la confianza y el respeto de los remeros, también la del entrenador. Para ganarse el respeto del equipo, también hay que demostrar que estas dispuesto a trabajar duro, estar en las trincheras con ellos y sentir su dolor. Salir a correr con los remeros en las frías noches de invierno, cada entrenamiento interminable de ergo, cada uno de los aburridísimos ejercicios técnicos, y las largas sesiones de ejercicios de suelo. Todo hay que hacerlo con ellos. Hay que ganarse su respeto en esos momentos, y luego, cuando estéis en el barco, confiarán en ti para que les guíes. Por otro lado, un barco se mueve más rápido cuando cada remo entra en el agua exactamente en el mismo ángulo y exactamente al mismo tiempo. Eso significa que si alguien en el barco es demasiado lento o demasiado rápido, o su remo está en el ángulo equivocado, tienes que decírselo de inmediato. En una regata, cada segundo importa. No hay manera de ganar sin dar información y correcciones en tiempo real. Muchos timoneles se olvidan de esto, especialmente, por el miedo a como el remero pueda reaccionar. Y es normal, un tío de casi 2 metros, 90kg y completamente “engorilado” a 200 pulsaciones por minuto impone a cualquiera. Pero si tu meta como líder es ayudar a cada persona y al equipo la retroalimentación oportuna es esencial, cuanto más tardes en corregir a alguien, menos efecto tendrá esa corrección. Además, hacerte respetar dentro del barco muchas veces también supone entrar en enfrentamientos directos con los remeros. Si hace falta parar el entrenamiento y bajar a alguien del barco porque no está haciendo lo que debe o comente alguna falta de respeto, debes hacerlo. Un equipo está formado por personas individuales Si bien es importante encontrar maneras de motivar a toda la tripulación, también que buscar cómo motivar a cada remero individual. Algunos necesitan de ayuda y apoyo constante: “Yo sé que puedes, lo estás haciendo muy bien”, mientras que otros remeros necesitan una motivación mas competitiva “Vamos que los comes, vamos arriba..!! me cago en ******** ”. Diferentes tipos de motivación funcionan para diferentes tipos de personas, y descubrir lo que los empuja como remeros individuales te ayudará a aprender cómo empujar a cada uno de una forma única, esto siempre lleva a mejores resultados y más victorias como equipo. de 10 que un equipo puede dar durante una regata. Demasiadas subidas dejan de ser efectivas porque el equipo tiene un límite, y demasiadas pocas y otro equipo puede supeHay una técnica en remo llamada “10 rarte que con su propia subida de 10. duras” o “20 duras” (o las que sean necesarias…), en la que durante la regata los Además, los remeros deben de ser capaces de remeros efectúan una subida de 10 paladas tirar juntos como un equipo en esos momenal máximo de su potencia. Aunque ya estén tos críticos. Por lo que, esos pequeños “miremando a un ritmo intenso, estas 10 palanisprints” deben ser usados con moderación das son para aumentar más aún esa intenpara no agotar al equipo. sidad. Por lo general, para tratar de dejar Y por último, NO MIENTAS. Si dices “en 20 atrás a otro barco. arriba y se acaba la regata” deben ser 20 o El patrón decide en plena regata cuando es el como mucho 21, pero no alargues la agonía momento para hacer estas subidas. Y es que de los remeros. dos o tres es el número máximo de subidas Pedir duras tiene un límite Casi siempre el malo, casi nunca el bueno. Asúmelo, por regla general cuando se gane casi siempre se le dará el merito exclusivamente a los remeros. Y cuando se pierda, muchas veces se te tomará como único responsable. Es el injusto papel que te toca tener, pero es así. De lo que mas orgulloso que se debe sentir un patrón o timonel y que debe guardar como un premio mejor que las medallas es poder decir, que ha sido tirado por sus remeros en muchos de los puertos, ríos, rías y embalses más sucios y fríos de su país o incluso de otros paises. Un buen timonel se cuenta por las veces que lo tiran al agua. En un acto de confianza extrema, los remeros no ven hacia dónde van y deben confíar en su timonel para dirigirlos, animarlos, y hacerles mejores. Y a cambio de esta confianza, y su trabajo duro, el timonel debe bañarse. Lanzar al timonel al agua siempre es el principio de la celebración. No eres bueno por ti mismo, te han hecho bueno los demás Nadie nace sabiendo. Si acabas siendo alguien reconocido en el mundillo siempre será gracias a entrenadores y remeros que también te han empujado a ser mejor. Nunca hubiera aprendido ninguna de estas valiosas lecciones si no fuera por mis entrenadores y compañeros de equipo. Debes aprender todo lo que puedas de las personas y experiencias que te rodean, y de vez en cuando, estar dispuesto a que te tiren al agua.