Va a haber una reforma tributaria bastante buena, y

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ECONOMÍA Y NEGOCIOS
B6
SÁBADO 8 DE FEBRERO DE 2014
SEBASTIÁN EDWARDS, ACADÉMICO DE LA UCLA, Y EL NUEVO GOBIERNO DE BACHELET:
“Va a haber una reforma tributaria bastante
buena, y una reforma educacional muy mala”
‘‘
El economista analiza la desaceleración en el país y los desafíos para
repuntar la actividad. En este sentido, señala que “en los próximos
Si Nicolás (Eyzaguirre) nos sorprende y
logra domar y transformar
a la bestia (de la reforma
educacional), se volvería un
héroe, y sería imparable
para las próximas elecciones presidenciales”.
cuatro años Chile crecerá entre un 3% y un 4% por año. Es una
proyección preocupante, pero realista”.
N
o fue una sorpresa para Sebastián Edwards
el débil Imacec de diciembre de 2,6%. Para
el destacado economista nacional
y académico de la Universidad de
California (UCLA) Anderson
School of Management, la desaceleración en el país era inevitable.
Tal como lo aseguró hace un
año, el experto reafirma su convicción, ahora poniendo como argumento los efectos del empeoramiento de las condiciones externas y la evolución del ciclo económico. “Después de cinco años de
expansión, es normal que se produzca un respiro”, analiza.
Pero añade otro elemento:
“Los cambios de gobierno habitualmente generan algunas incertidumbres y se produce una
suerte de tregua en la actividad
económica”.
—¿Cree que la desaceleración de
la economía es mayor a lo esperado?
“No. A principios del año pasado mi proyección era que el crecimiento para el 2013 estaría entre
3,5% y 4%, y eso es lo que sucedió. La verdad es que no hay razón para sorprenderse”.
—¿Se replicará ese desempeño
para los próximos cuatro años?
“Eso dependerá de dos cosas: la
evolución de la economía internacional, sobre la que no tenemos
ningún control, y los factores nacionales. Dentro de estos hay tres
que son particularmente importantes, destacando las expectativas de los inversionistas y los incentivos al crecimiento; la estabilidad macroeconómica y política
del país; y las reformas en pos de
una mayor eficiencia, mayor inversión y seguridad en el suministro eléctrico. Combinando una
cosa con otra, mi proyección
—muy conjetural— es que en los
próximos cuatro años Chile crecerá entre un 3% y un 4% por año.
Es una proyección preocupante,
pero realista”.
—¿Podrá el equipo económico de
Michelle Bachelet lograr los objetivos de impulsar reformas (tributaria, educacional) sin descuidar el crecimiento?
“El nuevo gobierno enfrenta
un desafío enorme. Chile llegó a
un punto de inflexión, y las políticas seguidas hasta ahora —que
fueron de gran éxito— ya no funcionan. Mi predicción es esta: va a
haber una reforma tributaria bastante buena, y una reforma educacional bastante mala. Además,
el crecimiento promedio caerá en
un punto o un punto y medio en
relación con el alcanzado por el
gobierno de Piñera”.
—¿Por qué dice que la reforma
tributaria será buena?
“Todo sugiere que esa reforma
logrará aumentar la recaudación
en forma importante, sin afectar
demasiado los incentivos a la inversión. Pero no desalentar la inversión no es lo mismo que fomentarla; tampoco es lo mismo
que incentivar las ganancias de
productividad y el uso más eficiente de la mano de obra. Todo
ello requiere de reformas modernizadoras muy profundas, y estas
no se ven en el radar”.
—¿Y bajo qué argumento se puede decir que habrá una mala reforma educacional?
“El problema es que el proyecto de reforma educacional,
como lo conocemos, es incompleto. Enfatiza el tema de los costos y del lucro, sin hincarle el
diente en forma seria al problema central que es la paupérrima
calidad educativa. Después de la
reforma, la educación va a ser
gratis (para los usuarios) e igualmente mala. La calidad no se
mejora con burocracias ni con
superintendencias, o comisiones, o cogobiernos, o elecciones
de autoridades y rectores. La calidad se mejora con una revolución en los currículos, en los contenidos, y en la estructura educativa. Con la excepción de dos o
tres personas, nadie está hablando de esto”.
—¿Cómo se debería actuar?
“En Chile, el mundo de la
educación se mueve en torno a
pequeñeces, intereses creados y
trampitas. Mientras esto no
cambie, Chile no podrá ser un
país moderno. Yo no tengo pro-
blemas serios con la gratuidad;
con lo que sí tengo problemas es
con que la reforma se centre solo en ese tema. Tengo gran admiración por Nicolás Eyzaguirre. Ojalá pueda darle un gran
revolcón al sector. Sería genial,
pero dudo que pueda hacerlo.
Ahora, si Nicolás nos sorprende
y logra domar y transformar a la
bestia, se volvería un héroe, y
sería imparable para las próximas elecciones presidenciales.
Pero, claro, eso es adelantarse a
los hechos”.
‘‘
En Chile, el mundo
de la educación se mueve
en torno a pequeñeces, intereses creados y trampitas.
Mientras esto no cambie,
Chile no podrá ser un país
moderno”.
—¿Cree que la nueva administración económica del gobierno
de Bachelet dará un impulso a la
productividad?
“Debiera hacerlo, pero no lo
hará. Y no por falta de convencimiento de las autoridades —el
ministro Céspedes es un gran
nombramiento—, sino que por
problemas políticos”.
‘‘
Después de cinco
años de expansión, es normal que se produzca un
respiro”.
—¿Cuál es el mayor riesgo que
ve en la economía local?
“El eslabón débil estará en la
intersección de la política y la
economía. La población recibirá
al nuevo gobierno con expectación y entusiasmo. Pero también con cautela. Los tropiezos
políticos pueden tener fuertes
efectos sobre las expectativas, y
afectar la demanda agregada. Es
por eso que la presidenta tiene
que estar muy atenta. Más importante que esto es que alguien
en el gabinete se transforme en
el gran coordinador y guía; en el
protector de la visión de un Chile moderno. Me parece que hay
dos candidatos para este rol: Peñailillo y Rincón”.
‘‘
(Gasto público)
Habrá un aumento, pero no
una explosión. En lo fiscal,
será un gobierno responsable. Arenas-Micco es una
dupla de oro; la envidia de
la región”.
‘‘
—¿Cómo será el comportamiento del gasto público en el nuevo
gobierno? ¿Se disparará?
“Habrá un aumento, pero no
una explosión. En lo fiscal, será
un gobierno responsable. Arenas-Micco es una dupla de oro;
la envidia de la región”.
HÉCTOR FLORES
NICOLÁS MARTICORENA P.
El crecimiento promedio (durante el nuevo
gobierno de Michelle Bachelet) caerá en un punto o
un punto y medio en relación
con el alcanzado por el gobierno de Piñera”.
“LA CRISIS DE LOS EMERGENTES DE LAS ÚLTIMAS SEMANAS APENAS SE HA NOTADO EN CHILE”
—Varias economías emergentes en el
mundo están exhibiendo los efectos del
retiro de estímulo de la Fed. ¿Cree que
Chile ha afrontado bien ese fenómeno?
¿Se esperan mayores presiones?
“La crisis de los emergentes de las últimas
semanas apenas se ha notado en Chile. Ha
habido un aumento del dólar, y eso es
todo. Ello es porque tenemos una econo-
mía fuerte y robusta; una economía protegida por buenas instituciones y buenas
políticas. En estas semanas, Chile ha
estado cosechando lo que sembró. Ahora,
esto no significa que el país esté aislado.
Los shocks externos se seguirán sintiendo, pero con un efecto amortiguado”.
—Como bien dijo, el dólar ha recibido
el gran impacto del retiro desde el giro
monetario de EE.UU. ¿Qué le parece la
tendencia al alza de la divisa? ¿Hasta
dónde llegará en el mediano plazo?
“Tampoco me sorprende. En julio pasado,
dije que el dólar iba a subir, que terminaría el año en $517,5, y que continuaría al
alza. Es lo que ha ocurrido: terminó el año
en $523 y ha seguido subiendo. Ahora, es
importante separar la tendencia de mediano plazo de los giros de cortísimo
plazo, giros que responden a presiones
especulativas. En términos de tendencia,
que es lo único que uno puede proyectar,
creo que terminaremos el año entre $590
y $610. Pero, claro, muchas cosas pueden
pasar que nos hagan revisar la proyección”.
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