1 Santas Justa y Rufina, patronas de Manises, en el XVII centenario

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Santas Justa y Rufina, patronas de Manises, en el
XVII centenario de su martirio
José María Moreno Royo. (Cronista oficial de Manises)
(LAS PROVINCIAS 19 de julio de 1987)
En este año 1987 se cumple el XVII Centenario de su glorioso martirio, ocurrido allá en su
Sevilla natal los días 17 y 19 de julio del año 287 de nuestra era, según nos refieren sus
biógrafos.
Ellas que nacieron en el barrio de Triana, eran de una familia de alfareros, y además tenían
comercio dedicado a la venta de sus productos que administraban escrupulosamente y en
donde no faltaba el apartado para atender necesidades de los pobres.
Dado su vinculación a la cerámica, no es extraño que Manises las tenga por sus patronas y
les dedique singulares fiestas en su honor ahora en el mes de julio, al igual que hacen otras
poblaciones de raigambre alfarera, de donde son patronas también, o al menos se las venera
con cultos extraordinarios, y así podernos citar a Talavera de la Reina, Puente del Arzobispo y
la misma capital de Toledo, donde tienen dedicada una Parroquia mozárabe. Campo Real,
Villarrobledo, La Rambla, Salvatierra de los Barros, Arrabal del Portillo, Maluenda, Huete,
Orihuela, Quart (de Gerona) y hasta Montgaillard (Francia). No omitiendo a Sevilla de donde
son patronas, y lo celebran con actos singulares. Y también en Madrid, donde existe la
Hermandad del Comercio de Lozas y Cerámicas, con fiestas ante las imágenes que se veneran
en la iglesia de San José, en la calle de Alcalá.
Centrándonos ya en Manises, diremos que en un Inventario parroquial del año 1659 ya
consta que existía un altar y capilla de las Santas (como decimos aquí) "que posee un frontal
de damasco colorado con randa de oro", más la orfebrería conveniente, misales, etc. Y
posteriormente en el año 1664 (que corresponde al primer libro de fiestas existente en este
archivo) se anota que el 19 de julio se celebró la misa de las Santas "adevosion del Clavario
y oficio de platos" conociendo por ello que el gremio ya se hacía cargo de la fiesta de Santas
Justa y Rufina, lo cual se continúa en años sucesivos, salvo alguna curiosa variante, siempre
en la misma fecha de julio, como sigue hasta hoy.
En otro inventario parroquial, concretamente el de 1724, se anota que en la iglesia y entre
otras imágenes existían las de "... Santas Justa y Rufina, de masonería, con sus coronas
de plata..." y en cuya Capilla sé efectuaban los enterramientos de algunos de sus devotos,
como fueron, por ejemplo, los casos de Agueda Soler (10-11-1705), Batiste Torrent (6-101712), Cosme Maça (en 1972), etc.
El gremio de alfareros las elige por sus patronas el día 31 de mayo de 1746, cuyo texto
documental nos dice que "... eligen a las Señoras Santas Justa y Rufina como Patronas y
Abogadas de el Gremio de Fabricantes de loza, dorada y azul, de la Fábrica de la Villa de
Manisses, sita en el Reyno de Valencia, una legua de su capital" acordándose la
celebración anual de la fiesta, con procesión general, asistencia de música, etc., así como la
misa por los difuntos al día siguiente.
Posteriormente, el 20 de marzo de 1759, acuerden que la junta general ordinaria que
anualmente se celebraba para la renovación de los cargos gremiales, lo fuese el 19 de julio,
precisamente en la festividad de las patronas, y allí se acordó que "las elecciones se hagan
mediante votos secretos, con zédulas, para evitar los perjurios de razones,
reconvenciones de palabras y demás que se experimentan en las botadas en voz".
Llegamos ya al año 1925 cuando se crea una fuerte corriente de ambientación local y
diocesana para conseguir de la Santa Sede el patronato canónico de Santas Justa y Rufina,
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pues aunque siempre se habían tenido por patronas, la realidad es que no lo eran, y el 12 de
agosto de dicho año 1925, el Papa Pío XI declara a Santas Justa y Rufina, PATRONAS
PRINCIPALES DE LA CIUDAD DE MANISES, lo que fue festejado de forma extraordinaria al
año siguiente, 1926, pues cuando llegó la concesión papal ya habían pasado las fiestas de
1925, y ello dio tiempo al vecindario para prepararse y organizar, con un año de tiempo, los
adornos de calles, retablos y altares, para las diferentes procesiones que se hicieron.
Fuentes consultadas: Archivo Parroquial de San Juan Bautista, de Manises, y Archivo del
Reino de Valencia, protocolos.
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