Dras. Nelia Hernández, Daniela Chiodi, mayo 2011 TIPOS DE HIPERTENSION PORTAL La hipertensión portal (HP) es un síndrome frecuente, que se caracteriza por el aumento de la presión hidrostática en el sistema venoso portal. Se mide a través del gradiente entre la presión de la vena porta y de la vena cava inferior cuyos valores normales oscilan entre 1 a 5 mm de Hg. El aumento de este gradiente no siempre tiene una traducción clínica, lo habitual es que la aparición de complicaciones vinculadas con la hipertensión portal (várices, ascitis, esplenomegalia) se observen cuando este gradiente supera los 10 mm de Hg. Cualquier obstrucción al flujo portal puede determinar una hipertensión portal (HP) y según la localización anatómica se distingue la HP prehepática (porta), intrahepática (hígado) y posthepática (VSH, cava suprahepática). Desde un punto de vista práctico, basados en que el 90% de los casos con HP son secundarios a la cirrosis, también se puede dividir a la HP en cirrótica y no cirrótica e incluir en ésta última la posibilidad de tener un origen pre, intra o posthepático. La HP por cirrosis es intrahepática. Dentro de las causas prehepáticas de HP se encuentra la patología de la vena porta (trombosis, compresión extrínseca, invasión tumoral, malformación congénita). Entre las causas posthepáticas se encuentran las obstrucciones del sistema venoso suprahepático-cava (trombosis, malformaciones), pericarditits constrictiva, estenosis e insuficiencia tricuspídea. Como ya se mencionó, el 90% de las formas intrahepáticas se explican por la cirrosis hepática, las restantes causas incluyen: hiperplasia nodular regenerativa, hipertensión portal idiopática y la fibrosis hepática congénita. Otras posibilidades más raras son: enfermedad venooclusiva, sarcoidosis, amilodosis, secundarismo hepatico, esquistosomiasis, entre otras. Mediante la medición del gradiente de presión portal es posible clasificar la HP en presinusoidal (prehepática o intrahepática), sinusoidal (intrahepática) y postsinusoidal (intrahepática o posthepática). Página 1 de 3 Dras. Nelia Hernández, Daniela Chiodi, mayo 2011 Cómo se mide este gradiente y que resultados se obtienen en cada caso? La medida del gradiente se realiza mediante el cateterismo de las venas suprahepaticas. Se introduce un catéter por la vena yugular o femoral, bajo control fluorosocópico, hasta alcanzar la vena hepática. Una vez allí, con el balón desinflado se registra la PRESIÓN VENOSA LIBRE (PVL). Luego se insufla este balón hasta ocluir la vena y se registra la PRESION VENOSA ENCLAVADA (PVE). La presión enclavada traduce la presión en los sinusoides dado que la oclusión de la vena hepática por el balón detiene el flujo sanguíneo y recoge la presión del territorio vascular inmediatamente anterior. La diferencia entre PVE y la PVL constituye el gradiente de presión venosa. Ante un gradiente de HP con PVE normal se debe pensar en una causa presinuosidal (hepática o prehepática). Si la PVE está elevada, es imprescindible conocer la PVL, si ésta se encuentra elevada el origen es posthepático, si por el contrario la PVL es normal, el origen es hepático. Tipo de hipertensión portal PRESINUSOIDAL Prehepática Causa más frecuente Datos hemodinámicas Trombosis porta Intrahepática Hipertensión portal idiopática PVE y libre normales PP elevada PVE y libre normales PP elevada SINUSOIDAL (siempre intrahepática) POSTSINUSOIDAL Intrahepática Posthepática Cirrosis PVE elevada, PVL normal PP elevada Trombosis vena suprahepática Trombosis de vena cava PVE y PVL elevadas PP elevada PVE y PVL elevadas PP elevada PVE: presión venosa enclavada, PVL presión venosa libre, PP presión portal Página 2 de 3 Dras. Nelia Hernández, Daniela Chiodi, mayo 2011 Qué otras utilidades tiene la medición del gradiente de HP? Predicción de eventos clínicos: -Desarrollo de várices esófago gástricas: un GHP mayor a 10 mm Hg es predictor del desarrollo de várices (en la actualidad su utilidad es en el campo de la investigación) -Sangrado variceal: con un GHP menor a 12 mm Hg es poco probable la ruptura de una várice. Gradientes superiores a 20 son un factor pronóstico de falla de control de sangrado y sangrado precoz. -Sobrevida: el GHP es un parámetro confiable para la predicción de sobrevida y puede mejorar la eficacia del Child. Los pacientes con gradientes menores a 12 o que logran un descenso de 15 a 20% respecto a la medición basal, tiene mayor probabilidad de sobrevida. Evaluación de la eficacia del tratamiento farmacológico de la HP: tanto en la evaluación de la respuesta a un tratamiento de la HP instituido como profilaxis primaria o secundaria, el gradiente posttratamento vs. el gradiente basal es el mejor predictor de respuesta, probabilidad de sangrado y sobrevida. Evaluación del riesgo quirúrgico del paciente con cirrosis: el paciente con cirrosis tiene mayor riesgo de complicaciones tanto intra como postoperatorias comparado con el paciente no cirrótico. La resección hepática tiene menor morbimortalidad si el gradiente HP es menor a 10mmHg. Página 3 de 3