Consejería de Medio Ambiente Comunidad de Madrid Autora, textos y fotografías: Teodora Martínez Martínez Realización de mapas de vegetación: Estudios Territoriales Integrados COLECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid 2 CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE Comunidad de Madrid MARTÍNEZ MARTÍNEZ, Teodora Vegetación de ribera del río Henares en la Comunidad de Madrid / Teodora Martínez Martínez .— Madrid Consejería de Medio Ambiente, Dirección General de Educación y Promoción Ambiental, 2000 112 p. ; 17 x 24 cm.— (Colección Investigación ; 2) ISBN: 84-451-1866-8 1. Vegetación-Comunidad de Madrid. I. Instituto Madrileño de Investigación Agraria. II. Madrid. Consejería de Medio Ambiente. III. Título 504.73 (460.27) Prohibida la reproducción total o parcial. CONSEJERIA DE MEDIO AMBIENTE Comunidad de Madrid Edita: Dirección General de Educación y Promoción Ambiental I.S.B.N.: 84-451-1866-8 Depósito Legal: M-7490-2001 Imprime: Grupo Industrial de Artes Gráficas Ibersaf Industrial, S.L. Tirada: 1.000 ejemplares Fecha de edición: Diciembre, 2000 PAPEL RECICLADO Se han realizado todos los esfuerzos conducentes a la localización de autores. En algún caso no ha sido posible dicha localización. La Comunidad de Madrid reconoce en cualquier caso la existencia de los citados derechos de autor. ICE Prólogo 7 I. Introducción 9 1.1. Importancia y fragilidad de los bosques riparios o sotos 1.2. Justificación del estudio 9 14 2. Objetivos I7 3. Área de estudio 19 19 3.1. Geología 3.2. Calidad de las aguas 3.3. Edafología 3.4. Climatología 3.5. Vegetación 3.6. Fauna 23 24 25 26 27 4. Metodología 29 4.1. Fotografía aérea 4.2. Trabajo de campo 4.2.1. Muestreo 4.2.2. Parámetros evaluados 4.3. Esquemas gráficos y mapas de vegetación 29 29 29 31 y de usos 4.4. Análisis matemáticos 34 35 5. Resultados 37 5.1. Análisis de la evolución de la ribera del Henares en 40 años según cartografía aérea 5.1.1. Análisis general de la ribera 5.1.2. Análisis de la ribera de 1956-57 5.1.3. Análisis de la ribera de 1975 5.1.4. Análisis de la ribera de 1995 37 37 38 39 40 /6•'4 Índice 5.2. Composición y estructura de la vegetación 5.2.1. Distribución longitudinal de la vegetación 5.2.1.1. Estructura cualitativa: Frecuencia 5.2.1.2. Estructura cualitativa-cuantitativa: Cobertura 5.2.2. Distribución horizontal de la vegetación 5.2.3. Estructura ecológica 5.2.3.1. Análisis de las tendencias respecto a la representación de las especies 5.2.3.2. Análisis de la representación de las observaciones y de las especies 5.2.3.3. Relación entre especies 5.2.4. Relación entre parámetros estimados en las zonas riparias 5.3. Tipos de sotos o zonas con vegetación de ribera 45 46 46 47 49 57 57 58 60 62 64 6. Conclusiones y recomendaciones de actuación 75 7. Bibliografía 79 8. Agradecimientos 83 9. Anexos 85 Prólogo os bosques de ribera son ecosistemas muy productivos y de una alta diversidad biológica, y constituyen valiosos corredores verdes que modelan y L vertebran el paisaje mediterráneo. Las comunidades riparias cumplen así una amplia gama de funciones y poseen un marcado interés ecológico: especial atención merece su papel en la prevención de la erosión de los suelos, así como en el aporte de nutrientes a los mismos como consecuencia de los procesos de arrastre y sedimentación que se producen por avenidas e inundaciones. Al mismo tiempo, la función de filtro que desempeñan frente a contaminantes de toda índole es fundamental para prevenir la contaminación de ríos y acuíferos, poseyendo además la capacidad de albergar una alta diversidad faunística debido a la cantidad de nichos ecológicos o hábitats que pueden generar. Sin embargo, la existencia de estos sotos está íntimamente ligada al nivel freático de los ríos, y las comunidades vegetales de los mismos cambian como consecuencia de su dinámica sucesional y de las condiciones ambientales que imponen los fenómenos físico-naturales. Además, las actividades originadas por el hombre han acabado con gran parte de la vegetación de ribera que constituye los ecosistemas riparios. Consecuentemente, la alarma ante la destrucción de estos medios está llevando a la Administración y a diversos colectivos a interesarse por su conservación y estudio para evitar su desaparición; así, la Consejería de Medio Ambiente aprobó el pasado ario el Decreto 169/2000, por el que se establece un régimen de protección preventiva para el espacio natural "Soto del Henares", en los términos de Alcalá de Henares y Los Santos de la Humosa, que incluye uno de los mejores bosques de ribera asociado a cantiles arcillosos de la región, con el objeto de establecer un régimen de protección preventiva para este espacio natural y la puesta en marcha de las medidas oportunas para restaurar aquellas zonas de interés ecológico que se encuentren deterioradas. Al margen de esta actuación, la Comunidad de Madrid, a través del Instituto Madrileño de Investigación Agraria y Alimentaria (IMIA) de la Consejería de Medio Ambiente, también viene trabajando en el estudio y la conservación de los bosques de ribera. Como fruto de dichos trabajos se presenta esta obra, en la que se analiza el estado de la vegetación de distintos enclaves riparios, centrado en el tramo bajo del río Henares. En este espacio, la actuación humana ha afectado profundamente a las comunidades riparias, provocando graves alteraciones o, incluso, la desaparición de gran parte de ellas. El estudio tiene un carácter descriptivo, analizando la evolución de la vegetación de ribera en un período de cuarenta arios y observando cómo los cambios de uso del suelo a partir de los arios cincuenta han determinado la vegetación ribereña actual. Estos cambios de uso, junto con la regulación de caudales a los que ha 7,•• :::, Prólogo estado sometido el río Henares por la construcción de embalses y canales de riego, han dado como resultado la desaparición de gran parte de la vegetación riparia. Por ello, se ha estudiado y caracterizado la vegetación actual para conocer su estado de conservación y/o degradación, obteniendo como resultado la situación real en la que se encuentra hoy en día, y proponiendo medidas para realizar en un futuro próximo que contribuyan a su restauración y mejora. El estado de la vegetación de ribera del río Henares, así como de otros ríos de nuestra Comunidad, nos obliga a preservar y conservar estos hábitats riparios por la cantidad de vida que albergan y por el interés ecológico, lúdico y paisajístico que poseen. Esperamos que este libro colabore a conocer su existencia y situación, así como a despertar una conciencia mas ecológica que lleve, con la ayuda de todos, a mantener y preservar unos enclaves tan preciados y valiosos. Pedro CALVO POCH Consejero de Medio Ambiente I Introducción 1.1. IMPORTANCIA Y FRAGILIDAD DE LOS BOSQUES RIPARIOS O SOTOS ás de 79 de los ecosistemas que conforman los grandes ríos y sus llanuras de inundación en el mundo han sido alterados por actividades M humanas, mientras que el resto probablemente también serán alterados (Welcomme, 1985). En este mismo orden de cosas, durante los siglos xix y XX, la agricultura y el desarrollo industrial han producido una fuerte transformación del paisaje en España y Europa (Sterling, 1996a). Consiguientemente, hoy más que nunca es de suma importancia y necesidad conservar los recursos naturales y establecer un uso adecuado a las diversas áreas del territorio. Usher (1986) enumera una serie de criterios que generalmente se emplean en la evaluación de la conservación de la naturaleza. Entre ellos se encuentran la superficie del territorio, la diversidad, la rareza tanto de especies como de hábitats, los impactos humanos, los valores paisajísticos y estéticos y su riqueza florística y faunística. La mayoría de estos aspectos, y posiblemente más, se contemplan en los sistemas que forman los ríos junto con sus márgenes y riberas, medios terrestres donde en condiciones naturales se desarrollan los bosques riparios o de galería. Estos bosques de ribera o galería, también llamados sotos, son ecosistemas de un gran valor ecológico, pero a la vez de suma fragilidad, por lo que deben protegerse y conservarse (la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales ya reconoció la conservación de estos medios en 1980). Las características y funciones que cumplen los bosques riparios y la vegetación de ribera han sido descritas por diversos autores (Montes et al., 1987; Pinay et a/., 1990; Pestts, 1990; González del Tanago y García de Jalón, 1995; etc.). Entre ellas conviene destacar las siguientes: La vegetación riparia interviene considerablemente en la dinámica fluvial del río; contribuye a disminuir el efecto erosivo de las avenidas y a favorecer la sedimentación en los terrenos inundados, ya que provoca una disminución de la velocidad de las aguas a su paso por las riberas. Las inundaciones estacionales o periódicas que caracterizan a los ecosistemas riparios proporcionan el intercambio de nutrientes y organismos entre un mosaico de hábitats, intensificándose de este modo la productividad biológica (Junk et al., 1989, en Sparks (1995)). Según Sparks (1995), a lo largo de la historia, los procesos de la inundación anual eran tan predectibles y continuados que las plantas, los animales y los eventos de la sociedades humanas se adaptaron para tomar las ventajas de ellos. El sistema radicular de las plantas determina un efecto estabilizador del suelo, que será más positivo cuanto más profundas y ramificadas sean las raíces. Así, la vegetación leñosa, al tener un sistema radicular vertical más desarrollado que las herbáceas tiene mayor efecto sobre la estabilización de pendientes y taludes (Gray y Leiser, 1989). // ,•;--;:j, Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid La vegetación riparia actúa como filtros verdes de la contaminación difusa de los terrenos adyacentes. Realiza un papel de depuración y filtrado que va desde las aguas de avenida del río, las de escorrentia y las subterráneas. El proceso conlleva desde tratamientos primarios mediante cribado del material grueso en suspensión, que queda retenido entre las ramas de la vegetación arbustiva próxima al cauce, hasta tratamientos secundarios y terciarios, dado que la vegetación de los sotos filtra los aportes de materia orgánica y fósforo soluble. La falta de vegetación de ribera favorece el aporte de nitratos a los ríos y la eutrofización de las aguas. Foto 1. Vegetación de ribera bien conservada en los márgenes del río Henares. Finca El Encin. Introducción "...z.\ **.`\ Foto 2. Interesante enclave ripario próximo a una finca agncola y ganadera. Se aprecia la estructura vertical y horizontal del bosque de galería, así como el paso del ganado a través de una pequeña presa. Término de Alcalá de Henares. La vegetación ejerce efectos positivos sobre el funcionamiento ecológico del río, de esta forma, aporta materia orgánica como fuente de alimento para la fauna de macroinvertebrados; produce alimento y crea refugios para los diferentes organismos acuáticos y terrestres. Por otra parte, la vegetación arbórea regula la temperatura y la luz que llega al río, evitando el sobrecalentamiento del agua y una producción excesiva de macrófitas que reducirían la corriente del agua y podría producir anegamiento y desbordamiento. La vegetación ribereña presenta una elevada variedad florística, complejidad estructural y singularidad, al ser refugio de especies de carácter eurosiberictno en entornos inmediatos dominados por especies mediterráneas. Lógicamente, los sotos presentan una gran diversidad faunística originada por la variedad de hábitats y nichos ecológicos que conforman, y por su situación de frontera entre los ecosistemas acuáticos y terrestres. Así, la red de bosques riparios dispuestos en estructuras lineales contribuyen a articular y vivificar la matriz del territorio semiárido circundante (Sterling, 1996a). Por otra parte, los bosques de ribera crean entornos paisajísticos acogedores, lúdicos y de alta calidad intrínseca. Dado que poseen una acusada estacionalidad provocan contrastes visuales sobresalientes de colores y texturas, y constituyen ambientes húmedos y frescos que contrastan con la sequedad y las elevadas temperaturas estivales del mundo mediterráneo. Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid Todos los aspectos mencionados, y algunos otros más, pueden incluirse en los valores que justifican la importancia de los bosques riparios, sotos, cauces y zonas palustres, que según González Bernáldez (1986) son de interés biológico, microclimático, estético-emocional y productivo. Sin embargo, aunque muchos son los beneficios y funciones ecológicas que desempeñan los sotos, no han impedido que también sean los bosques más agredidos y degradados a consecuencia de la actuación humana. Por ello, el interés en conservar los que todavía quedan y en restaurar y recuperar los afectados, que son la inmensa mayoría, especialmente en los cursos medios y bajos de los ríos. Los múltiples factores o actividades realizadas por el hombre que afectan a la alteración y degradación de los sistemas fluviales, según Boon (1992), en González de Tanago y García de Jalón (1995), y que repercuten directa o indirectamente sobre la vegetación, se resumen en los siguientes: Intercuenca: - Contaminación atmosférica y deposición ácida. - Trasvases entre cuencas. Intracuenca: - Cambios de uso del suelo: 1.Repoblación y deforestación. 2. Urbanización. 3. Desarrollo agrícola. r • 4, Foto 3. Efecto de la extracción de áridos en la destrucción y alteración de la vegetación. Finca El Encin. 13 Introducción 4. Drenajes. 5. Vías de Infraestructura. - Actividades en las riberas y llanuras de inundación: 1. Remoción de la vegetación de riberas. 2. Obras de defensa contra avenidas. 3. Dragados y canalizaciones. 4. Extracción de áridos. 5. Agricultura y plantaciones de choperas. 6. Pastoreo. 7. Actividades recreativas. - Impactos dentro del río: 1. Regulación de caudales. 2. Contaminación orgánica e inorgánica. 3. Abstracción-incorporación de caudales. Las fotos 3 y ribera. 4 muestran la alteración y reducción de la franja de vegetación de Por otra parte, a los bosques riparios, a pesar de las funciones que cumplen y de los múltiples impactos que sufren por la acción humana, se les viene prestando muy poca atención, han sido poco estudiados en general y menos todavía desde un punto de vista funcional o integrado del conjunto de aspectos que les define o caracteriza con fines de salvaguarda y restauración (Lara et a/., 1996). Foto 4. Reducción de la banda de vegetación riparia por el uso agrícola de los zonas ribereñas. Finca la Canaleja. Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid La mayoría de estudios han centrado su atención sobre la flora y la vegetación riparia general o local, sobre su dinámica y ecología o en el ámbito de la fitosociología (Montserrat, 1982; Fernández Aldana, 1983; Izco, 1984; Sánchez Mata y de la Fuente, 1986; Onaindia et cd., 1987; Peinado y Bartolome, 1987; Díaz et al., 1987; Mesón, 1987; Rivas-Martínez, 1987; Fernandez-Gómez, 1997; Fernandez et cd., 1988, 1999; Heras y Morante, 1989; Loidi y Bascones, 1995; Lara eta]., 1996; Ríos y Alcaraz, 1996). También se han realizado trabajos (aunque en menor escala) encaminados a estudiar distintos aspectos del ecosistema fluvial y sus riberas y establecer directrices de restauración como el realizado por Montes et cd, 1986; González del Tanago et al., 1992; desde una base muy local Martínez y Elorrieta, 1995; y especialmente el trabajo realizado por Sterling, 1996b. Este tipo de estudios deberían incrementarse con el fin de que los gestores tuvieran herramientas válidas a la hora de planificar los espacios riparios. En la comunidad de Madrid, dentro del Plan Regional de Investigación del 94-98 se realizó un proyecto de investigación "Estudio para la restauración y conservación del sistema fluvial del río Henares (Comunidad de Madrid). Directrices". Uno de los objetivos del proyecto consistió en estudiar la vegetación de ribera, así como su estado de conservación o/y deterioro, en el tramo del Henares que discurre por la Comunidad de Madrid. Una parte importante del estudio (dado que aquí no se han incluido todos los datos analizados) es lo que se muestra en el presente trabajo. 1.2. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO El río Henares, junto con sus sotos y riberas, es un medio que viene padeciendo un fuerte impacto ecológico debido a las múltiples actividades realizadas por el hombre en su entorno. Entre estas actividades hay que mencionar la regulación de su caudal a lo largo de todo el cauce por embalses y azudes. A partir de Guadalajara recibe una sucesión de vertidos, se realizan canalizaciones cuya finalidad es el regadío y se llevan a cabo extracciones de grava que confieren al río un régimen hidráulico irregular hasta su confluencia con el Jarama. Todo ello afecta a su régimen de caudales y repercute en la vegetación que se instala en sus riberas. En la historia del Henares se han registrado grandes estiajes debido a la falta de precipitaciones y al incremento de las temperaturas; por otra parte, las crecidas se producen excepcionalmente. El río, que limita y recorre poblaciones de cierta relevancia, como Guadalajara, Alcalá de Henares y Torrejón, se caracteriza por presentar la mayoría de sus riberas con un nivel de degradación muy elevado debido a las características favorables de que gozan: un relieve predominantemente llano, altitud próxima a los 600 m snm y formar parte de la vega y de las terrazas fluviales bajas del río. Todo ello da lugar a que los suelos posean una elevada capacidad de uso, tengan limitantes de usos escasos y suelan ser muy productivos. Estas características edafológicas motivaron la existencia de un uso agrícola intenso desde tiempos antiguos. Posteriormente, parte de estos suelos pasaron a uso industrial, inmobiliario o de obras de infraestructura, que junto con la extracción de áridos, el aprovechamiento ganadero, las Introducción plantaciones de choperas y los impactos intrínsecamente humanos producidos por la acumulación de residuos, depósito de escombros o el uso recreativo incorrecto que suele hacerse de los enclaves ribereños, contribuyeron a la desaparición casi por completo de la vegetación que originariamente existía en muchas zonas. Foto 5. Destrucción y alteración de la vegetación de ribera. Primero por la extracción de grava, posteriormente la zona se utilizó como escombrera. Finca El Encín. Al igual que la mayoría de las cuencas de los ríos españoles, el río y las riberas del Henares no han sido estudiadas de una forma integral. Se conocen trabajos sobre distintos aspectos (Gómez, 1974; Elorrieta, 1981; Sola et al., 1981; Ayuntamiento de Alcalá de Henares, 1993; Peinado y Bartolome, 1987; Martínez et al., 1993; Lara et al., 1996). Sin embargo, no se han realizado estudios encaminados a describir los valores naturales de sus sotos, a estudiar el grado de alteración de las series riparias, a estimar el estado de conservación o deterioro de la vegetación o a evaluar el uso de las áreas limítrofes, que en la mayoría de los casos serían zonas potenciales de vegetación de ribera. Aspectos necesarios y fundamentales para conservar los medios riparios aún existentes y establecer directrices de actuación correctas que den lugar a proyectos de restauración y recuperación de las zonas más degradadas. En este contexto, el presente trabajo pretende ser una pequeña aportación al conocimiento de la vegetación de ribera del tramo bajo del Henares y a su estado de conservación o degradación. Basándose en ello se ha hecho una tipificación de sus sotos, y finalmente se apuntan una serie de actuaciones para conservar y regenerar la vegetación riparia de estos enclaves. 2 L Objetivos os objetivos del trabajo han sido los siguientes: 1) Analizar la evolución de la vegetación de ribera en el tramo bajo del río Henares en un periodo de 40 arios. 2)Hacer un diagnóstico del estado actual de la vegetación que conforma sus sotos y riberas. 3)Evaluar la composición y estructura de la vegetación de ribera. 4)Análisis de los factores o parámetros que influyen y determinan el estado actual de la vegetación de ribera. 5)Establecer o definir tipos de zonas riparias o sotos de acuerdo con la composición y estructura de la vegetación, su grado de alteración y/o conservación, y los usos del suelo adyacente. 6)Apuntar algunas actuaciones que conlleven a la conservación, restauración y mejora de estos Ecosistemas. 3 Área de estudio , área de estudio se sitúa en las riberas del curso bajo del río Henares, tramo ubicado en la Comunidad de Madrid y que comprende desde el E puente situado en la carretera de Santos de la Humosa hasta su desembocadura en el Jarama. Una breve descripción del Río, resume que nace en la Sierra Ministra (1.220 m de altitud) en la zona de contacto entre el Sistema Ibérico y el Sistema Central, atraviesa en su recorrido fallas longitudinales NE-S0 y discurre por la zona noroccidental de la provincia de Guadalajara y la parte oriental de la provincia de Madrid, donde desemboca en el Jarama, próximo a Mejorada del Campo a 555 m de altitud. La extensión de su cuenca hidrográfica es de 4.144 km 2 (Sola et a/. 1991) y tiene una pendiente media en sus 113 km de recorrido de 0,38% (Catalán 1965). En el curso bajo recibe una serie de afluentes como Dueñas, Cabanillas, de los Machos, de las Monjas, Cctmarmilla, Torote y Ardoz, que según Gómez (1974), no tienen ninguna influencia en el régimen del río principal. El ho Henares se caracteriza por . 1a disimetría de su valle en sección transversal y el gran número de terrazas construidas durante el pleistoceno. Las causas de asimetría del valle podrían ser climáticas, litológicas o estructurales y tectónicas. Parece responder al último de los controles por adaptación a lo largo del pleistoceno, a direcciones preferentes determinadas en el zócalo por grandes fracturas que desnivelan los bloques y se traducen en superficie por flexiones (Alia, 1960; Vaudour, 1979). 3.1. GEOLOGÍA Desde el punto de vista geológico, el área se sitúa dentro de la cuenca Meso-Terciaria del Tajo o Cuenca de Madrid en la zona de transición de las facies intermedias a centro de la cuenca. Para la descripción de este apartado se ha seguido principalmente a Villarroya (1977) y a Portero et a/. (1996). Estratigrafía La cuenca del Henares se encuentra en el borde NE de la fosa tectónica del Tajo, depresión situada sobre la parte central del macizo Ibérico, rellenada por oportes detríticos continentales en el Terciario. Según Portero et a/. (1990), durante el neógeno se realiza el relleno de la cuenca del Tajo en condiciones endorreicas, estableciéndose un sistema de aportes alimentado en los bordes por abanicos aluviales que se continúa en unas facies complejas de transición que pasan hacia el centro de la cuenca a evaporitas lacustres, culmina- Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid das a techo por la serie detrítico-calcárea de los Páramos. Es decir las fosas se colmatan en régimen continental, desarrollándose sobre este terreno una importante red fluvial a la que correspondería el sistema de peleocanales que constituye en algunas zonas la base de calizas del Páramo (Capote 8( Carro 1968). Esta fase se continúa con otra de carácter lacustre en la que se depositan las calizas de los Páramos que acaban por colmatar la fosa del Tajo. Por último, en el Plioceno se producen nuevos movimientos orogénicos que inducen el rejuvenecimiento del relieve, dando lugar a la deposición de roñas (Elorrieta 1981). El Cuaternario está bastante bien representado en la zona, Según Villarroya (1977), se trata de los depósitos dejados por el río Henares que tienen un amplio desarrollo en la margen derecha. Se pueden subdividir en aluviones, terrazas, coluviones y eluviones. Los Aluviones son depósitos de origen fluvial en masas emergidas. Se suelen explotar, junto con las terrazas bajas, como graveras en numerosos lugares a lo largo del recorrido del río. Las Terrazas, se originaron por sucesivos encajamientos del cauce fluvial en los depósitos detríticos aluviales del río. La mayoría de las terrazas del Henares son terrazas colgadas, siendo más abundantes y conservadas en el margen derecho del valle del río. El valle tiene más de 20 terrazas construidas durante el Pleistoceno, de cotas relativas comprendidas entre 6 m y los 212 m. Están formadas por gravas, arenas, areniscas y conglomerados de cemento calcáreo de clastos de cuarcitas principalmente, seguidas de caliza y cuarzo (Pérez-González y Asen- sio,1973). Los eluviones son acumulaciones producidas por degradación o meteorización de la roca. Destacan las arcillas de descalcificación de los Páramos, así como los suelos de rañas y terrazas. Los coluviones, están bien representados en el margen izquierdo del Henares debido a la pendiente existente entre el páramo y el valle. Son acumulas incoherentes de fragmentos heterométricos y por lo general, de composición heterogénea y que se mueven a favor de las pendientes. Tectónica Hay que destacar la alineación morfoestructural del Henares en dirección NE-SO. El territorio de Alcalá, al igual que todo el centro de la cuenca del Tajo, presenta en una primera aproximación una completa horizontalidad. Sin embargo, la presencia de pliegues más o menos suaves, dirigidos de norte-nordeste a sur-suroeste, viene a demostrar la influencia de débiles movimientos orogénicos. Concretamente el valle del Henares corresponde en gran parte a un suave anticlinal, casi pliegue monoclinal, en que las capas de la derecha tienen un ligero buzamiento hacia la Sierra de Guada- Área de estudio rrama. Como resultado de estos procesos geológicos, en el ámbito de Alcalá de Henares se diferencian claramente dos formas geológicas: la llanura del páramo, que ocupa la mitad sur-oriental, hacia la que presenta una clara inclinación (se pasa de los 900 m en el noreste, a cotas entre 800 y 830 m en el suroeste) y la campiña del Henares constituida por las terrazas cuaternarias del río. Geomorfología La principal característica a resaltar del valle del Henares es la de su asimetría: presenta un gran desarrollo de terrazas en la margen derecha (dedicadas a cultivos principalmente) y fuertes escarpes y laderas de arcillas blandas y arenas miocénicas en la margen izquierda, debido a que la erosión del río avanza a la izquierda. El sustrato geológico está formado por rocas de tipo sedimentario, cuya formación es fundamentalmente Terciaria (Miocénica), perteneciendo el resto (coluviones, aluviones y terrazas) al Cuaternario. Así pues, el río Henares se caracteriza por el contraste de sus riberas: un amplio sistema de terrazas por la derecha y talud abrupto, abarrancado por ríos cortos y de cauce profundo por la izquierda. Desde el punto de vista geomorfológico general, siguiendo a Viyarroya (1977), en el valle del Henares se distinguen 5 elementos principales: el páramo, la raria, las terrazas (ya mencionadas), el glacis y las cárcavas. Los páramos constituyen una llanura sobre la que está instalada una superficie de erosión caliza, tapizada en algunos lugares por arcillas de descalcificación. En la zona hay que destacar cerros testigo como Ecce-Homo y Cerro del Viso que indican la planicie de la que deriva la zona antes de que los ríos dieran lugar al relieve actual. La raña la forman gravas y conglomerados rubefactados angulosos o semiangulosos que se sitúan en los interfluvios. Se caracterizan por escasa pendiente y permeabilidad, dando lugar a la formación de charcas. Los sistemas de glacis se sitúan en la margen izquierda del Henares, enlazan las antiplanicies del páramo y la red fluvial, destacando la existencia de coluviones. La zona de cárcavas incluye desde los típicos bad-land adosados a la raño y cárcavas en media ladera, hasta zonas muy degradadas. La morfogénesis actual es importante, así, son áreas muy activas la cuesta y los fondos de valle del Henares. En la primera actúan la erosión hídrica en lámina en las zonas de mayor pendiente y la arroyada concentrada, dando origen a un paisaje de acarcavamiento singular. Estos procesos alimentan de materiales, de una manera activa, a las formas de pie de talud y al cauce del río Henares. En los fondos de valle los fenómenos a destacar son el socavamiento lateral de los bancos, las avulsiones y el estrangulamiento de meandros (Peréz-González, 1969). Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid Hidrogeología Tomando de referencia a Portero et a/. (1996), desde el punto de vista hidrogeológico, el conjunto de materiales detríticos pertenecientes a la sedimentación miocena se pueden considerar como un mismo acuífero, en cuyo interior existen una serie de heterogeneidades que corresponden a las distintas formaciones existentes en la zona. Éstas son el reflejo sedimentario de un sistema de abanicos aluviales, de tal forma que los niveles de grava y arenas tuvieron su origen en los canales fluviales de mayor importancia; las facies compuestas por arcillas arenosas y arenas arcillosas corresponden a depósitos de inundación y finalmente, los episodios arcillosos existentes se pueden correlacionar con flujos de barro que tuvieron lugar en el medio sedimentario. El acuífero contenido en las Calizas de los Páramos funciona como libre y colgado, la recarga proviene de la infiltración de la lluvia y de los retornos de los riegos. La descarga se produce por los manantiales que bordean las masas calizas y a través de los coluviones que tapizan las laderas. En cuanto a los materiales cuaternarios, los más importantes hidrogeológicamente son los construidos por las terrazas aluviales recientes del río. Las formaciones de origen aluvial se pueden clasificar como acuíferos de permeabilidad primaria por porosidad intergranular, pudiendo tener gran importancia cuando están conectados hídricamente con los ríos. La recarga procede de las precipitaciones caídas sobre ellos y también de la descarga en los valles lateralmente y por el fondo del acuífero terciario. Según Elorrieta (1981), el río en este tramo discurre por un cuaternario indiferenciado de arenas y gravas permeables por porosidad, con una eficacia entre el 10 y 20%. Este manto acuífero da lugar a pozos y todo tipo de captaciones. El sustrato predominante es muy sensible a la contaminación, siendo los acuíferos aluviales libres los que presentan máxima vulnerabilidad, debido a la propagación, relativamente rápida, de los contaminantes que entran en el acuífero a través del río o por infiltración directa. Hidrología y Morfología fluvial Siguiendo a Elorrieta (1981), de acuerdo con el perfil longitudinal del río Henares se trata de un río lento de escasas pendientes, siendo los valores máximos 0,84 en las zonas de cabecera donde se producen los fenómenos de erosión. El tramo medio tiene una pendiente media de 0,35 y ocurren los procesos de transporte; mientras que en el tramo bajo y desembocadura se producen los procesos de sedimentación y presenta una pendiente mínima de 0,16. Las riberas se caracterizan desde el punto de vista hidrológico por tener un nivel freático alto durante todo el ario, proporcionando un grado de humedad elevado al suelo. El aporte de agua proviene de un lado, de las aguas de escorrentía (subterráneas o superficiales) que descienden por las laderas y representan para Área de estudio las riberas unos aportes continuos de agua; y por otro, las riberas están sometidas a la influencia directa de las aguas del cauce procedentes de los tramos aguas arriba, manifestándose especialmente durante las avenidas y crecidas del río, cuando las aguas las inundan. Este movimiento de las aguas a través de las riberas, junto con el propio de la corriente del río, provoca diferentes procesos de erosión y sedimentación que influyen en la morfología del cauce y a la vez en la composición y estructura de las comunidades vegetales. Respecto a la morfología fluvial, que relaciona el perfil y el caudal, el tramo desde los Santos de la Humosa hasta la desembocadura, presenta una sinuosidad media (valor 1,5). El río tiene una forma meandriforme incipiente y presenta tramos ramificados (existencia de canales e islas de vegetación). El inicio y mantenimiento de los meandros requiere la previa erosión en una de las orillas y el proceso de sedimentación en la opuesta. En esta zona, generalmente la erosión se produce en la margen izquierda y la sedimentación en la derecha. Al proceso de erosión de la margen izquierda ha contribuido la escasez de vegetación de ribera, que en algunos puntos es inexistente, lo que ha favorecido los procesos erosivos. En el tramo del río se han detectado determinadas labores de encauzamiento, con el fin de regular la ocupación de la margen derecha en los puntos donde el río tiende a inundar los terrenos y a depositar sedimentos. Las barras o isletas de sedimentos aparecen en los tramos donde las riberas y orillas del río son erosionables, se sitúan en el centro del cauce, suelen ser alargadas y van creciendo aguas abajo en dirección paralela a la de la corriente. La existencia de vegetación en las mismas ayuda a su estabilización, ya que evita el arrastre por parte de las aguas y provoca una continua sedimentación. La velocidad de la corriente no presenta grandes fluctuaciones a lo largo del ario. En el tramo desde Guadalajara hasta Alcalá de Henares, velocidad lenta (0,1-0,2 m/s) y desde Alcalá de Henares hasta la desembocadura, velocidad muy lenta (0,1-0,2 m/s). El régimen estacional del río Henares es de tipo pluvionival, pero el factor nival es secundario y el régimen pluviométrico sería de categoría oceánica sobre mediterránea. La evolución de los estiajes se traduce en un descenso lento y gradual y un ascenso mucho más rápido, pudiendo pasar en horas o días a una fase de abundancia media (dependiente de las lluvias de otoño). Las crecidas tienen carácter excepcional, siendo relativamente limitadas, en realidad simples avenidas. Todo ello actualmente ha cambiado al construir en la década de los 80 varias presas importantes, que desde entonces modifican los caudales en función de sus regímenes de embalse y desembalse. 3.2. CALIDAD DE LAS AGUAS En el tramo de río estudiado existe una alteración apreciable por contaminación de tipo urbano-industrial, proveniente de los núcleos de población y de los polígonos industriales ubicada especialmente en los Términos Municipales de Guadalajara, Alcalá de Henares o Torrejón de Ardoz, como ya fuera puesto de manifiesto por Bustos eta]. (1988); Sola et al. (1991). En la actualidad, las aguas siguen Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid viéndose afectadas por numerosos aportes de aguas residuales sin tratar (urbanas e industriales) y por descargas difusas provenientes de las actividades agrícolas que se desarrollan tanto aguas arriba como en los aledaños del tramo estudiado. 3.3. EDAFOLOGÍA Siguiendo a Monturiol y Alcalá del Olmo (1990) en el mapa de asociaciones de suelos de la Comunidad de Madrid, los suelos del área de estudio, según la clasificación de la FAO, son Fluvisoles, suelos poco evolucionados edáficamente y que se desarrollan sobre depósitos aluviales recientes, sin tiempo para alcanzar una mayor diferenciación génica, y por lo tanto, sólo puede distinguirse un horizonte superficial (A) en los cortes, calicatas o perfiles de estos suelos; dicho horizonte es más oscuro por un mayor contenido en materia orgánica y mejor estructura. Estos suelos son los que generalmente se conocen por suelos aluviales o suelos de vega. Habría dos tipos de fluviosoles, los eútricos que tienen un grado de saturación en bases del 50% o más entre los 20 y 50 cm de la superficie y no son calcáreos en estos límites; y los calcáricos, que poseen carbonato cálcico por lo menos en esos 30 cm. En general, los Fluvisoles calcáreos poseen mejores propiedades, sobre todo agronómicas, que los eútricos; la profundidad es grande en ambos tipos de suelos, más de 1 m hasta encontrar las graveras aluviales donde se apoyan estos suelos. La litología de la zona la componen gravas, arenas, limos y arcillas que forman parte de las terrazas y que predominan especialmente en la ladera o margen derecho; también por yesos. En cuanto a la textura del horizonte superficial se pueden diferenciar entre media y fina. En el margen izquierdo, en gran parte del área de estudio y enlazando con los fluvisoles, se encuentran regosoles, suelos poco evolucionados, sin horizontes de diagnóstico y con un horizonte A superficial de tipo ócrico o úmbrico. Están representados regosoles eútricos y calcáricos de textura media y fina; formados por arcillas arenosas y margas, arcillas y margas, y limos y cantos calcáreos (coluviones). También se encuentran enclaves de cambisoles calcáreos, tienen horizonte A ócrico y son calcáreos al menos en una profundidad entre los 20 y 50 cm contados a partir de la superficie, suelen tener poco contenido en materia orgánica, aunque bien humificada, y los contenidos en CO3Ca son próximos al 30% con PH próximo a 8. Las texturas de estos suelos oscilan de medias a finas; son poco pedregosos, profundos, muy permeables en los suelos superficiales y menos en los más profundos, con valores altos de retención de agua. Se forman sobre materiales calcáreos como calizas margosas, margas, limos calcáreos y yesos en alternancia con margas. En el margen derecho a partir del río Torote y hasta el castillo de Aldovea, enlazando con los fluvisoles, se distinguen luvisoles cálcicos, son los luvisoles que presentan dentro de su morfología un horizonte cálcico o concentraciones de caliza blanca pulverulenta dentro de una profundidad de 125 cm a partir de superficie. Se les encuentra sobre los distintos niveles de terrazas en los principales ríos de la comunidad, a partir de las calizas que coronan el Páramo o sobre la facies Madrid. Área de estudio 3.4. CLIMATOLOGÍA Las temperaturas y precipitaciones medias de la zona registradas en distintos observatorios durante varios arios, dieron los siguientes resultados (Portero et al, 1990; Martínez y Elorrieta, 1995). Mile or 111011-7—femperatu El Encín La Canaleja Alcalá de Henares 1P Torrejón de Ardoz Mejorada del Campo 13,2° C 13,5° C 13,3° C 14,0° C 13,4° C PrecipT 471,0 mm 500,0 473,3 457,8 447,5 Las máximas absolutas pueden alcanzar ocasionalmente niveles superiores a los 36° C y las precipitaciones son generalmente líquidas y muy espaciadas; las sólidas en forma de nieve o granizo son muy escasas. El déficit anual de precipitación en el Encín ha sido superior a 400 mm en un 64 por 100 de los arios analizados (17). Hay que destacar las abundantes heladas que se dan en la zona. En las Fincas de El Encín y La Canaleja, la media de días de helada probable fue de 164 (tiempo transcurrido entre la primera helada de otoño y la última de primavera), casi cinco meses y medio (Martínez y Elorrieta, 1995). Según la clasificación climática de Thorthwaite el clima es seco-subhúmedo, con poco o ningún exceso de agua durante la estación húmeda (suelos poco lavados); mesotérmico, con una concentración de la eficacia térmica en verano de 51,7 por 100. La clasificación agroecológica de Papadakis sitúa al clima como mediterráneo-templado, con un tipo de invierno avena menos cálido, un tipo de verano Maíz y un régimen de humedad Mediterráneo seco. Indices climáticos Martínez y Elorrieta (1995), analizan los datos registrados en las estaciones meteorológicas de El Encin y La Canaleja y obtienen una serie de índices de interés por su influencia sobre la vegetación. Así, se observa, que la evapotranspiración potencial presenta un máximo en julio y agosto, ya que son los meses de mayor intensidad de iluminación y de temperaturas más altas. Sin embargo, los valores de evapotranspiración real en los meses de junio, julio, agosto y septiembre alcanzan los índices más bajos; lo que es debido a que llueve menos, hay una elevación de la evapotranspiración potencial y se agota la reserva de agua del suelo en junio. De esta forma, en julio y agosto sólo se evapotranspirará realmente el agua de la lluvia caída, escasa o nula en el territorio. El Indice de aridez de Martone dio los siguientes valores: El Encín 20,301 y La Canaleja 21,276. Según la clasificación de Martone, los índices superiores al valor 20 corresponden a climas húmedos y los inferiores a áridos. Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid El indice de higrocontinentalidad de Gaus mostró los siguientes resultados, El Encín 52° 54' y La Canaleja 50° 48'. Los climas son considerados como continentales cuando el índice está comprendido entre 65° y 90 0 ; relativamente continentales de 45 0 a 65'; relativamente oceánicos entre 25° y 45° y oceánicos entre 00 y 25°, de esto se infiere que el clima es más o menos continental. Caracterización climática El clima del área de estudio, de acuerdo con los datos climáticos obtenidos y los índices elaborados, se ha caracterizado como mediterráneo con influencia continental. Según la clasificación termobioclimática (Rivas Martínez, 1987), la zona se encuadraría en: Región: Mediterránea. Piso de vegetación: Mesomediterráneo. Caracterización térmica: 12° a 16°. Ombroclima: seco (de 350 a 650 mm). Tales características climáticas incluyen a la zona en el territorio climácico de la alianza Quercion ilicis (Quercinion rotundifoliae), por lo que la potencialidad climácica se corresponde con un bosque esclerófilo de Quercus rotundifolicr (Bupleuro rigidi-Quercetum rotundifoliae). No obstante, hay que tener en cuenta que esta caracterización es general para toda el área, debiendo considerarse las particulares condiciones microclimäticas existentes en los sotos, donde la temperatura está amortiguada (inferior en verano y superior en invierno) en varios grados con respecto al exterior (Sterling, 1986b), y sobre todo las características que condicionan la presencia de vegetación de ribera que, aunque influida por el clima, tiene su mayor limitante en las condiciones edáficas y se corresponde con las series edafohigrófilas o riparias de vegetación (saucedas, choperas, olmedas). 3.5. VEGETACIÓN Respecto a la vegetación, el área de estudio se encuadra corológicamente en la Región Mediterránea, Provincia Castellano Maestrazgo-Manchega, en el Sector Manchego, dentro del Subsector Henaro-Tajuriense. La vegetación potencial se corresponde a las series riparias sobre suelos arcillosos ricos en bases propios del piso Mesomediterráneo. La geoserie o catena teórica de vegetación riparia, desde el medio acuático al terrestre, sería la siguiente: 1) Vegetación herbácea permanente de grandes helófitos: cañaverales (Scirpo lacustris-Phragmitetum mediterraneum), 2) Sauceda (Salicetum triandro-fragilis). 3) Chopera-alameda (Rubio tinctoricre-Poluletum albae). 4) Olmeda (Aro italici-Ulmetum minoris). Área de estudio 3.6. FAUNA La fauna, especialmente la avifauna, suele estar bien representada en los medios ribereños y si se mantienen relativamente bien conservados la riqueza faunística aumenta. En Martínez y Elorrieta (1995) se muestra el inventario faunístico del Soto del Encín, una de las zonas riparias más interesantes del área estudiada por la vegetación de ribera que mantiene, por los cortados del margen izquierdo del río y por las zonas cerealistas adyacentes. Respecto a los invertebrados, únicamente se van a mencionar a los Lepidópteros (mariposas), dado que es un grupo muy ligado a los sotos y riberas, y que en dichas zonas se encuentra muy bien representado. Se observaron 5 especies que están catalogadas como poco comunes o raras dentro de la Comunidad de Madrid; pueden nombrarse como más abundantes Pieris rapae, P. Nctpi, Pon tia doplidice y Co/ias cruceus entre otras. Respecto a los vertebrados, dentro del grupo de los anfibios se pueden citar el sapo de espuelas ( Pelobates cultripes) y la rana común (Rana perezi). En relación a los reptiles, es interesante resaltar el galápago leproso (Mauremys leprosa), catalogado como vulnerable en el ámbito de la Comunidad de Madrid; otras especies observadas han sido las lagartijas colilarga y cenicienta (Psammodromus algirus y S. hispanicus respectivamente), así como distintas especies de culebras (Elaphe scalaris, Ma/polon monspessulanus y Natrix maura). Entre los mamíferos cabe destacar especies como el erizo (Erinctceus europaeus) el zorro (Vu/pes vulpes), la comadreja (Mustela nivcrlis), la rata de agua (Arvicola sapidus), el jabalí (Sus scrofa) y el conejo (Oryctolagus cuniculus). Este último, muy abundante en algunas zonas, hecho importante ya que el conejo es uno de los pilares de la pirámide trófica de los ecosistemas mediterráneos, lo que permite que dichos medios ribereños sean ocupados por sus depredadores, especies de rapaces principalmente que contribuyen a aumentar la avifauna de estas zonas. Como ya se ha mencionado, la riqueza de aves en los ecosistemas de ribera es grande, y particularmente, en varias zonas de las riberas del Henares las aves se encuentran bien representadas. Así, en el Soto de El Encín se estimaron un mínimo de 66 especies, siendo 37 nidificantes, mientras que en la Finca se observaron 107 especies de aves, de las cuales 85 son reproductoras. La riqueza de especies en los medios ribereños se debe a la cantidad de hábitats que existen en ellos. Se encuentran zonas con vegetación palustre donde anidan una gran cantidad de especies como zampullín chico (Tachybcrptus ruficillis), ánade real (Anas platyrhynchos), focha común (Fu/ica atra), polla de agua (Gallinula chloropus). Existe también un estrato arbustivo donde anidan especies como el ruiseñor común (Luscinia megarynchos), el ruiseñor bastardo (Cettia cetti), currucas (Sylvia sp) y mirlo común (Turdus merula) entre otros. En los árboles viejos anidan especies trogloditas, tales como el autillo (Otus scops), abubilla (Upupa epops), pito real (Picus viridis) o carbonero común (Parus major). Por otra parte, los sotos y aledaños cuentan con relevantes especies de rapaces diurnas medi- Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid terráneas como el milano negro (Milvus nigrans), el ratonero común (Bu feo buteo), el azor (Accipiter gentilis), el gavilán (A. nissus) y el alcotán (Falco subbu tea), las dos primeras especialmente favorecidas por la abundancia de conejos. Otra especie que representa un gran interés es el halcón peregrino (Falco peregrinus) que nidifica en los roquedos de la vertiente izquierda del río. Igualmente conviene mencionar a la perdiz roja (Alectorix rufa) por su interés como especie y por su importancia cinegética. A grandes rasgos, las especies nombradas serían algunas de las especies más significativas de la fauna de la zona de estudio. 4 Metodología a metodología utilizada se ha basado en muestreos de campo principalmente y análisis de fotografía aérea. Se planteó con el fin de valorar el L estado y organización de la vegetación riparia, así como los factores que de una forma u otra han afectado a dichos procesos en el tramo ribereño del río Henares ubicado en la Comunidad de Madrid. 4.1. FOTOGRAFÍA AÉREA La evolución de las masas de vegetación riparia del río Henares y los cambios ocurridos en el, uso del suelo a lo largo del tiempo (40 arios) se analizaron a partir de la fotointerpretación. Se utilizaron los contactos de fotografía aérea de los vuelos de 1956-57 (1: 33.000), de 1975 (1: 15.000) y de 1995 (1: 18.000). Para realizar el estudio se dividió la ribera en 4 tramos, atendiendo a la mayor o menor uniformidad de las características de las zonas y para facilitar la explicación del análisis. Los tramos fueron los siguientes: Tramo 1, es el primer tramo establecido, se extiende desde el puente de la carretera que va a Santos de la Humosa hasta comienzos de la finca de La Oruga; Tramo 2, comprende desde la finca La Oruga, aguas abajo de Alcalá de Henares, hasta el puente de la finca El Gerafín incluida; Tramo 3, incluye desde la finca El Gerafín, pasado el casco urbano de Alcalá de Henares, hasta el puente de la carretera de Torrejón de Ardoz a Mejorada del Campo; Tramo 4, comprende desde el final del tramo 3 hasta su confluencia con el río broma. La cartografía aérea del ario 1995, junto con recorridos a pie del área de estudio sirvieron de base para realizar el trabajo de campo y fijar las parcelas de muestreo. 4.2. TRABAJO DE CAMPO A partir de los datos obtenidos en los muestreos de campo, se analizó cuantitativa y cualitativamente la vegetación de ribera, se estimó el grado de conservación o alteración de las formaciones o comunidades vegetales, y se observó el tipo de usos, actuaciones e impactos que han afectado y afectan a las superficies ribereñas y áreas limítrofes. 4.2.1. Muestreo Se realizó un muestreo estratificado a lo largo del tramo de río que discurre por la Comunidad de Madrid (aproximadamente 27 km). Se establecieron 30 parce- 7).„..„/ 31 Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid 3I Metodología .%' >,•n ,\.\ las o itinerarios de muestreo dada la heterogeneidad de algunas zonas riparias dentro de la homogeneidad de la vegetación del tramo estudiado. Las parcelas se definieron con una longitud de 10 m y una anchura correspondiente a la del soto o enclave ripario correspondiente. Se muestrearon 300 m en sentido longitudinal siguiendo el cauce del río y una superficie de 11.000 m 2 ocupados por vegetación de ribera. En cada parcela se hicieron los inventarios correspondientes en subparcelas de 10 m x 10 m (unidad de muestreo = 100 m 2 ). La situación de las parcelas de muestreo figura en el mapa 1 y en el mapa de vegetación y de usos (Anexo II). En todas las subparcelas se evaluaron distintos parámetros referentes a las especies, a las comunidades de plantas, y a las propias subparcelas y parcelas de muestreo. 4.2.2. Parámetros evaluados Los parámetros medidos en relación a las especies de plantas o a la vegetación en general en cada unidad de muestreo fueron las siguientes: - Cobertura. Se midió como la proyección de la copa de la planta sobre el suelo. Los datos se computaron como m 2 de cobertura presentada por cada especie en las parcelas o itinerario de muestreo correspondientes; seguidamente se convirtieron a cobertura relativa. La cobertura de cada especie o tipo de vegetación a lo largo de la ribera se expresó como cobertura relativa en porcentaje. - Frecuencia. Se registraron los datos de presencia-ausencia de las distintas especies de plantas. Se obtuvo la frecuencia absoluta por parcela, y se expresó la frecuencia relativa en porcentajes. - Parámetros dasométricos de las plantas: • Altura, se midió con un medidor Blume-Leiss BL-7 y con cintas métricas normales. Se estableció un rango de valores a los que se les asignó un código (número): 1 = menos de 0,5 m de altura 2= entre 3= 4= 5= 0,5- im 1,0- 2,5m 2,5- 5,0 m 5,0 - 10,0 m 6 = más de 10,0 m • Perímetro del tronco de los árboles a /a altura de 1,30 m, se asignó un código a un rango de valores establecido: Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid 1 = menos de 5 cm de perímetro 2 = entre 5 - 10 cm 10 - 30 cm 3= 4= 30 - 50 cm 5= 50 -100 cm 6 = más de 100 cm I/ - Densidad de especies. Número de individuos de cada especie en las distintas subparcelas y parcelas de muestreo. Este parámetro, así como los parámetros dasométricos de las plantas, en el presente trabajo se tratan o analizan superficialmente dado que no se reflejan los análisis matemáticos realizados. - Riqueza de especies. Número de especies distintas en cada parcela. - Daños sobre las plantas. Se observó el % de dañó o deterioro de las plantas, así como la posible causa o agente causante del daño correspondiente. - Grado de alteración de la sucesión o series riparias. Este parámetro es muy difícil de medir fitosociológicamente y técnicamente por la complejidad de la vegetación riparia en si misma, y por las fuertes alteraciones sufridas a consecuencia de los cambios de uso del suelo de las zonas de ribera y de las modificaciones de la dinámica fluvial que influyen en el régimen de caudales y en la altura de la capa freática. Hechos que afectan a las comunidades riparias, dado que responden a unos condicionamientos edáficos (higrofilia), que de no existir se vería alterada la distribución horizontal o sucesión transversal de dichas comunidades. No obstante, como en este trabajo no se ha pretendido hacer un estudio fitosociológico de la vegetación riparia y de su variabilidad, se optó por estimar el grado de alteración de las series riparias de una forma muy sencilla. Consistió en observar si en las áreas de muestreo faltaba alguna de las bandas (independientemente de su anchura) o formaciones que constituyen teóricamente la vegetación de ribera. Se consideraron como bandas o formaciones riparias las siguientes: - Vegetación herbácea de helófitos Sauceda Alameda-chopera sin o con tarayes Fresneda-olmeda El grado de alteración se indicó asignando un número dentro de una escala: 0= Nada o poco alterada (no faltaría ninguna de las formaciones riparias). 1= Alteración baja (falta alguna de las series de vegetación). 2= Alteración media (faltan dos de las series de vegetación). 3= Muy alterada (faltan 3 o las 4 formaciones establecidas). - Estado o grado de conservación de la vegetación. Para ello se tuvieron en cuenta criterios en relación al estado de los individuos que componen las formaciones riparias, a la riqueza de especies, a la estructura y composición de la vegetación, a Metodología •••••`•\ la abundancia de especies nitrófilas y/o indicadoras de degradación, y a condicionamientos paisajísticos de la vegetación supuestamente natural (nunca de la establecida por repoblaciones de especies foráneas). Se definió una escala de valores: 0= Nada conservada (no se aprecia vegetación de ribera, o sólo existen pequeños retazos de alguna de las especies). 1-= Conservación baja (árboles dispersos con matorral, individuos enfermos, abundancia de especies nitrófilas, baja riqueza de especies). 2= Conservación media (abundante arbolado, existencia de sotobosque, riqueza de especies; pero sin embargo, se aprecian signos de degradación). 3= Muy conservada (bosques con compleja estructura y composición). - Grado de uso o utilización de las zonas ribereñas. Uso que se le está dando en la actualidad al área próxima o limítrofe a la parcela de muestreo y que potencialmente podría estar ocupada por vegetación de ribera. Se consideraron 5 tipos de uso y se asignó una escala de valores del 1 al 4 dependiendo de la intensidad del uso o grado de impacto sobre la vegetación riparia. Los usos establecidos fueron los siguientes: - Agrícola-ganadero (zonas cultivadas y/o pastadas) - Industrial, inmobiliario o de infraestructuras - Extracción de áridos (graveras) - Recreativo - Medios más o menos conservados (zonas sometidas a escaso impacto o que tienen unas características determinadas). La escala de valores fue la siguiente: 0= Nulo o mínimo impacto sobre amplios enclaves ocupados por vegetación de ribera. 1= Bajo grado de impacto sobre la vegetación o escaso uso de la zona riparia. 3= Grado medio de uso o de impacto (la franja ocupada por vegetación de ribera se ha reducido, series de vegetación desaparecidas y alteradas, etc.). 4= Alto grado de uso o impacto (la vegetación de ribera es muy escasa o prácticamente ha desaparecido). - Accesibilidad. Facilidad de acceder al enclave ripario. Consecuentemente la facilidad de acceso facilita entre otras cosas los cambios de uso. La escala de valores establecida fue la siguiente: O = Imposible de acceder 1 = Difícil de acceder Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid 2 = Acceso aceptable 3 = Fácil acceso 4.3. ESQUEMAS GRÁFICOS Y MAPAS DE VEGETACIÓN Y DE USOS A partir de los datos de cobertura se confeccionaron unos esquemas gráficos de las 30 parcelas inventariadas. En ellos, el distinto tramado muestra la cobertura representada por las formaciones, grupos o comunidades riparias más representativas. Se establecieron las siguientes: - Helófitos - Helófitos y vegetación leñosa ubicada en el borde del cauce - Sauceda arbórea - Vegetación leñosa-mixta - Alameda - Alameda-tarayal - Olmeda - Tarayal - Vegetación arbustiva En los esquemas también figuran una serie de símbolos que representan un rango en porcentaje de las coberturas registradas por las especies riparias leñosas más representativas, así como por Phagmites austrcrlis y Typha angustifolia. La vegetación herbácea (pastizales) y el suelo desnudo fue evaluado en los muestreos, pero no se representa en los esquemas. El mapa de vegetación y de usos de las zonas ribereñas del bajo Henares fue realizado mediante el programa de información geográfica "Irwis", a partir de los datos de cobertura de la vegetación, del análisis de fotografía aérea y de la obsevación de los usos de las zonas adyacentes. La vegetación viene representada por la cobertura vegetal que suponen los distintos tipos o variantes de vegetación arbórea, arbustiva y herbácea establecidos. Estos han sido: - Río y vegetación mixta del borde del cauce - Helófitos (carrizales y espadariales) - Dominancia de vegetación arbórea - Dominancia de vegetación arbórea/arbustiva - Dominancia de vegetación arbustiva - Vegetación arbórea aclarada y pastizal - Vegetación arbustiva aclarada y pastizal - Sendas, áreas aclaradas o pastizales - Vegetación mixta herbácea (carrizales y pastizales) En el mapa de usos, además de los 5 grandes usos especificados anteriormente, se reflejan los siguientes: Metodología - Eriales - Áreas de matorral - Repoblaciones y viveroS - Choperas - Zonas urbanas - Áreas de graveras abandonadas Huertas familiares Escombreras Áreas de ribera restauradas y revegetadas 4.4. ANÁLISIS MATEMÁTICOS Los datos de cobertura fueron analizados mediante análisis de componentes principales. Las relaciones entre las distintas especies, así como entre los parámetros estimados en la vegetación y en las parcelas de muestreo, se analizaron a partir del Rango de Correlación de Spearman. Los datos de cobertura vegetal y los relacionados con el uso o actividades realizadas en la zona, también fueron tratados mediante sistemas de información geográfica a partir del programa Irwis. La tipificación "tipos de sotos" de las zonas ribereñas del bajo Henares, se realizó a partir de los resultados obtenidos en los análisis matemáticos, de la observación directa del área de estudio y del análisis de la fotografía aérea. Se establecieron principalmente en función de la anchura del soto, de la cobertura registrada por las especies de plantas, de la complejidad de la composición y estructura de la vegetación, de su grado de conservación o alteración y del uso de las zonas adyacentes o potencialmente ribereñas. 5 5.1. Resultados ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN DE LA RIBERA DEL HENARES EN 40 AÑOS SEGÚN CARTOGRAFÍA AÉREA 5.1.1. Análisis general de la ribera l comparar la fotointerpretación de la vegetación de ribera del río Henares a partir de los contactos de los vuelos de 1956-57, 1975 y 1995 se pueA den destacar los siguientes aspectos globales. En general, se constata una recuperación paulatina de la vegetación de ribera en sentido estricto, si bien la extensión del territorio atribuible a ribera en sentido amplio ha disminuido progresivamente en el intervalo de los 40 años estudiados. Existen casos en que la vegetación arbórea y arborescente (saucedas, alamedas, tarayales y formaciones mixtas de éstos) ha incrementado la superficie lineal ocupada (en algunos casos la anchura, su cobertura y su madurez). Ejemplos se encuentran en la zona de El Encín, en algunos tramos del municipio de Torrejón de Ardoz y en las cercanías de la confluencia con el broma. La superficie de terreno que de forma natural debería estar ocupada por alguna de las etapas catenales de vegetación (fundamentalmente por olmedos que se sitúan en la parte más alejada del cauce) ha sufrido una drástica disminución por diferentes causas, los aprovechamientos agrícolas en las décadas de los 50 y 60, y sobretodo por el desarrollo industrial a lo largo del Corredor del Henares que durante la década de los setenta tuvo un importante impulso. De esta forma, se recalificaron terrenos agrícolas lindantes con el río para convertirlos en terreno industrial (tramo de Alcalá de Henares) o urbanizable. Así mismo, la proliferación de explotaciones de áridos en ambas márgenes han modificado de forma más contundente el paisaje vegetal del río. Este aspecto es muy patente aguas abajo del Barrio del Castillo de Torrejón de Ardoz. Se llegó a modificar el cauce hasta el punto de cerrar uno de sus meandros para convertirlo en gravera. Es el caso del meandro del Henares cercano a la Escuela de Capacitación Agraria, en Torrejón de Ardoz. En los fotogramas de 1956 se aprecia como el río transcurre por su cauce natural formando un meandro muy marcado, mientras que en las fotos aéreas de 1975 se puede distinguir la modificación del cauce, se ha cortado el meandro por la parte más estrecha, se ha desecado el antiguo cauce y ha quedado sin actuación el terreno comprendido por el mismo. Ya en las fotos de 1995 se puede observar el destino del antiguo meandro. Probablemente durante la década de los 80 se explotó como gravera, cuya actividad cesaría a finales de la misma, mientras que en la actualidad, dicho terreno está constituido por varias lagunas a cuyo alrededor se ha desarrollado una exuberante vegetación de ribera con amplias bandas de helófitos, saucedas, alamedas y un extenso y denso tarayal. Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid El tramo que más ha sido modificado por diferentes actuaciones es el que tiene su origen en las proximidades de la finca de La Esgaravita, en Alcalá de Henares, y finaliza en las cercanías de la finca de Aldovea. 5.1.2. Análisis de la ribera de 1956-57 En general, la ribera del río Henares presentaba una escasa cobertura arbórea en bandas estrechas, no obstante existían algunas áreas con vegetación más desarrollada o menos alterada que se extendía sobre diversas zonas de ribera potencial. El análisis de los 4 tramos de ribera establecidos en metodología, se expone a continuación. Tramo 1. Como ya se ha mencionado, se extiende desde el puente de la carrete- ra de Santos de la Humosa hasta comienzos de la finca La Oruga. En general, presentaba un estado de conservación medio, alternando zonas con un buen desarrollo de los sotos con otras en las que, bien por cultivos, bien por extracciones, sólo se aprecia una estrecha banda de helófitos. Se pueden destacar alguna zona de ribera desarrollada sobre meandros, como es el caso de un tarayal con árboles dispersos en la finca El Encín. También son considerables las riberas que jalonan a arroyos como el de Meco en la finca anterior y algunos tramos con un soto amplio, casi 180 m de anchura, cerca de la finca de La Oruga. Gerafín incluida. Paradójicamente, éste tramo tan cercano al núcleo urbano, todavía mantenía una ribera con cierta estructura espacial. Justo en el puente Zulema, aguas arriba y abajo del mismo, se localizaban dos pequeñas manchas de tarayal con algunos árboles dispersos. Aguas arriba de dicho punto, el río había sufrido modificaciones por la construcción de dos canales que aportaban agua para el riego de los cultivos de la zona conocida como La Isla. No obstante, alrededor de estos cauces se había desarrollado una franja no muy ancha de vegetación riparia como ocurría en la entrada del río Henares en la finca La Esgaravita. El resto de la ribera presentaba solamente pequeñas zonas de carrizal, no siempre formando una masa continua. Tramo 2. Desde la finca La Oruga hasta la finca El Gerafín hasta el puente de la carretera de Torrejón de Ardoz a Mejorada del Campo. Es el tramo de mayor longitud de los que se han Tramo 3. Desde la finca El delimitado y la zona que mayor impacto presentaba debido a los cultivos agrícolas que invadían la ribera hasta la orilla del río en algunos casos. También las explotaciones de áridos fueron la causa de la desaparición de la ribera Henarense, en la que sólo puede adivinarse en la fotografía aérea una banda de helófitos discontinua y de escasa entidad. Tramo 4. Comprende desde el final del tramo anterior hasta su desembocadura en el Jarama. Es el tramo que presentaba un mejor estado de conservación, salvo en la confluencia con el río Jarama, donde debía existir cierta actividad extractiva; el resto del tramo parece incluir zonas de vegetación bien conservadas. En la zona del Castillo de Aldovea existía un soto de gran desarrollo, con dominancia del tarayal sobre las formaciones arbóreas de ribera de sauces, álamos y chopos. Resultados k:*,..Z\ 5.1.3. Análisis de la ribera de 1975 Tramo 1. Este tramo es el que presenta los mayores signos de recuperación. Al entrar en las fincas de El Encín y La Canaleja se aprecia un aumento de la superficie ocupada por la ribera. El caso más notorio es precisamente los tramos próximos a La Canaleja, los dos meandros que se sitúan aguas arriba y abajo de la finca ven incrementada la cobertura de soto arbolado y se distingue un avance de la superficie de éste, que en algunos puntos llega a los 180-200 m. También se aprecian signos de recuperación en otros tramos de la finca El Encín, aunque todavía hay áreas del río con escasa o nula vegetación riparia, e incluso se aprecia una pequeña merma en la superficie ocupada por la ribera del A° Meco cerca de la desembocadura en el Henares. Tramo 2. El tramo sufre las consecuencias del desarrollo urbanístico de esta década. Al ser la zona más próxima al casco urbano de Alcalá de Henares, los planes de actuación urbanística de aquellos arios amplían la ciudad hacia el sureste y hacia el río. En estas áreas se construye la urbanización Nueva Alcalá que ocasiona la eliminación de la ribera de la margen derecha y la imposibilidad de recuperación al construir un paseo adoquinado a escasos 10 m del río y plantar especies alóctonas. Próximo a estas zonas se puede destacar la alteración de la exigua ribera existente en las cercanías del puente Zulema que pasó a ser un cultivo forestal de chopos y un área recreativa. Aguas arriba de esta zona se construyen numerosas instalaciones deportivas que tienen el mismo efecto sobre la ribera, se urbaniza la zona más cercana a la finca de La Esgaravita y se construye un dique de unos 3 m de altura paralelo al río y a una distancia cercana a los 20 m, cuya finalidad es evitar la inundación de esta zona por avenidas. La instalación de esta estructura también acaba con gran parte de la ribera. En el tramo que discurre por la finca de La Isla, la ribera del río propiamente dicho disminuye parcialmente a costa de aumentar la superficie de cultivo, quedando una estrecha banda de 10-15 m de arbolado discontinuo. El tramo de encauzamiento artificial que rodea la finca por su parte noroeste (la más cercana a las zonas urbanizadas) sufre la eliminación de la mayor parte de su arbolado. Tramo 3. En este tramo no sólo se aprecia la continua degradación de la ribera sino los cambios en el uso del suelo. Es la época del desarrollismo y del crecimiento económico y comienzan a proliferar los polígonos industriales en lo que antes eran cultivos o incluso ribera. Se observan cambios drásticos en el subtramo que se enmarca entre la finca El Gerafín y la desembocadura del arroyo Torote, la margen derecha cambia su aspecto de zona de cultivo para pasar a ser zona industrial y se elimina parte de la cobertura vegetal arbórea en determinados puntos. Sin embargo, se observa una recuperación de la ribera en dos pequeñas zonas: una en la margen contraria a la zona industrial, con bandas de casi 50 m de anchura; y la otra es la situada en una pequeña isla próxima a la depuradora Sur de Alcalá de Henares. Por otra parte, toda la margen izquierda del tramo que discurre entre la finca El Espinillo y el puente de Torrejón de Ardoz es un rosario de graveras, unas agotadas y otras en plena explotación, ocupando una anchura media de 160 m de la ribera potencial. Se constata la ;1/.10./ Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid desaparición del tarayal existente en el meandro localizado al sur de la finca El Espinillo (cuyo terreno parece ser puesto en cultivo). En este tramo también se detectan las primeras ocupaciones de la ribera de la margen derecha. La zona más cercana a la finca El Espinillo es donde la ribera no presenta alteraciones notorias. Tramo 4. Es uno de los tramos que más alteraciones ha sufrido con respecto al análisis de la fotointerpretación de 1956-57. La zona de la confluencia con el río Jarama es la única que muestra algunos signos de recuperación, apareciendo un incipiente soto de tarayes y árboles sobre una antigua explotación de áridos. Sin embargo, desde este punto, aguas arriba, hasta las fincas de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Agricultura surgieron numerosas graveras en ambas márgenes, que unidas a las preexistentes (entonces agotadas) mostraban un paisaje. desolador. En algunos casos las nuevas explotaciones se crearon en lugares donde había cultivos en 1956, pero otras se ubicaron en terrenos que eran originalmente de ribera. Aguas arriba de este punto se observan unas zonas realmente bien conservadas ya que permanecían masas mixtas de vegetación leñosa y las mejores masas de tarayal de las riberas del río Henares en. 1975, excepto en una zona próxima, donde se produjeron los mayores impactos que ha sufrido el río (el desvío, la desecación y posterior puesta en explotación de áridos de un meandro del río). 5.1.4. Análisis de la ribera de 1995 Tras interpretar los pares estereoscópicos de 1995 y realizar los muestreos de campo en 30 parcelas predeterminadas a lo largo del tramo madrileño del río Henares, se hizo un análisis del estado de su ribera. En general, teniendo en cuenta la evolución e intensidad de las actividades que se han llevado a cabo en el entorno del río, se puede constatar una recuperación moderada de la vegetación de ribera, más patente en algunos tramos. Foto 6. Bosque de galería bien conservado en ambos márgenes del Río. Zona El Encín. I Resultados ,,• •n. Tramo 1. La mayor parte se ubica en las fincas de El Encín y La Canaleja, y aunque su gestión ha correspondido a la Administración Pública bajo la figura de áreas de investigación agraria, no siempre dicha gestión ha estado orientada a la conservación de la ribera del Henares. De esta forma, parte de los terrenos ribereños fueron roturados para su puesta en cultivo, otros fueron transformados por la extracción de áridos o bien sirven al M° de Defensa como campo de tiro. Pese a todo ello, ya en los fotogramas de 1957 se apreció el buen desarrollo de la vegetación de ribera incluso aguas abajo de los límites de las fincas anteriormente citadas. Sin embargo, algunas zonas como la olmeda que rodea el cauce del A° de Meco han sufrido modificaciones, perdiendo gran parte de su extensión en estos 40 arios por aprovechamiento agrícola y más recientemente por la grafiosis. En la actualidad, una gran parte de los sotos de El Encín y La Canaleja pueden considerarse como unos buenos ejemplos de la vegetación de ribera, siempre teniendo en cuenta que su extensión, composición y estructura actual es la respuesta de este frágil ecosistema a la intervención humana. Dicha intervención, a partir de 1995, ha ido actuando positivamente, dado que se vienen restaurando y revegetando áreas de ribera que estuvieron cultivadas hasta finales de los ochenta y que posteriormente se abandonaron (Martínez, 1996). En algunos de los sotos de El Encín, se pueden encontrar todas las etapas de la sucesión riparia, desde las bandas de helófitos y sauces, las más próximas al cauce, hasta la banda de olmos más alejada, pasando por las intermedias de álamos con chopos, fresnos y tarayes. Sin embargo, tanto en estas fincas como en otras ubicadas en este tramo, todavía existen enclaves riparios muy degradados, donde la franja de vegetación de ribera no existe o es muy estrecha, e incluso, ocupando una cierta amplitud, se encuentra muy alterada y con grados de conservación bajos, dado el elevado número de individuos enfermos y la densidad del sotobosque de ciertos enclaves. fotointerpretación comparativa y las observaciones de campo, han sido los tramos más afectados por la actividad humana. La anchura de los sotos prácticamente se reduce a 10 m incluyendo la zona de carrizal, con alguna excepción donde se han observado anchuras de 20 m. En el tramo 2 es donde se han desarrollado principalmente las ampliaciones urbanísticas de Alcalá de Henares, los parques recreativos y polígonos industriales. Las fincas agrícolas han permanecido con una explotación muy intensiva pero con la "conservación" de la vegetación ribereña en una estrecha franja. El tramo 3 igual de degradado y deteriorado que el anterior o quizá más, ha ido sufriendo el gran impacto que suponen los polígonos industriales de Alcalá y Torrejón, la construcción de obras de infraestructuras (puentes, carreteras, depuradoras), la apertura de graveras, las explotaciones agrarias y las ocupaciones de la ribera por pequeños huertos y chabolas. Todo ello ha ocasionado que la ribera esté reducida a una franja muy estrecha y en algunos caso inexistente por la desaparición de la vegetación arbórea, e incluso de la herbácea. No obstante, en la actualidad, la extracción de áridos tiende a descender y poco a poco se están regenerando las explotadas en los últimos 30 arios. Una de estas zonas son los aledaños al puente sobre el Henares en Torrejón de Ardoz (B° del Castillo). Tramos 2 y 3. Según la 42 Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid 7, 7b, 7c. Área restaurada con vegetación de ribera en la finca El Encin. La zona se había roturado para cultivo y posteriormente se abandonó. Evolución de la plantación efectuada en 2 años. Evolución de la plantación en 4 arios. Fotos 43 Resultados ›..,—s\ Foto 8. Enclave ripario del Henares donde se muestra la alteración y el deterioro de la vegetación. Foto 9. Ocupación de la ribera por pequeños huertos y habitáculos en el margen derecho y por cultivos en el izquierdo. Término de Torrejón de Ardoz. Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid Tramo 4. Quizá sea el más claro ejemplo de recuperación de ribera ya que, excepto algunas zonas, sufrió numerosas y drásticas actuaciones que produjeron impactos muy negativos desde la década de los 50 hasta finales de la década de los 80 como se ha ido comentado anteriormente. En los arios 1956-57 se evidencia una destrucción casi total de la ribera tanto por el uso agrícola como por la proliferación de las extracciones de áridos, además del meandro desecado en las inmediaciones del Castillo de Aldovea. En la actualidad, en la margen derecha justo en el puente de Torrejón de Ardoz, existe un pequeño soto muy umbroso cuyo origen hay que buscarlo en una antigua explotación de áridos, tal y como se puede observar en las fotografías aéreas de 1956 y de 1975; no obstante, permanece una gravera en explotación junto al soto. Aguas abajo de estas zonas se localizan dos de las mejores manchas de tarcryales no halófilos de la provincia en las proximidades del Castillo de Aldovea. La titularidad de los terrenos ha sido muy importante para que estas formaciones hayan llegado en buen estado de conservación hasta nuestros días. Actualmente ambos sotos están incluidos en una finca que pertenece a la Comunidad de Madrid, estando restringido el paso por verjas que cierran los caminos y un servicio de vigilancia privado. Algunas de estas zonas han estado cultivadas en los últimos arios, pero en la actualidad solamente quedan pequeñas superficies cultivadas, hay escaso impacto del ganado y comienza a regenerarse el tarayal (foto 10). Por último, en las confluencias con el río Jarama y aledaños, es donde se ha producido un incremento de la superficie ocupada por vegetación de ribera y ha aumentado la diversidad Foto 10. Extensos tarayales donde se observan también álamos putisecos y la regeneración de Tamarix gallica en la superficie que se cultivó hasta hace pocos años y en la actualidad en abandono. Sotos cercanos al Castillo de Aldovea. 45 Resultados k\•—•••:\ del estrato arbóreo. Actualmente, la ribera en el margen derecho ocupa una banda de más de 200 m en la parte más ancha, incluyendo los restos de las antiguas graveras hoy convertidas en pequeñas lagunas. Si en la fotografía aérea de 1956 no se apreciaba cubierta arbórea alguna y en la correspondiente a 1975 se intuía una cierta regeneración, en la actualidad se ha comprobado esta recuperación, pero también restauraciones no siempre acertadas por la incorporación al medio de diversas especies foráneas y otras nada acordes con la vegetación de ribera. Foto SI. Areas ripareas en regeneración y recuperación natural en las proximidades con el Jarama. Mejorado del Campo. 5.2. COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN En las riberas del tramo del río Henares ubicado en la Comunidad de Madrid se analizaron 30 parcelas de muestreo, donde se inventariaron un total de 162 especies de plantas (anexo I a) que se incluyen en 39 familias (anexo I b). La mayoría de dichas especies son plantas herbáceas que constituyen pastizales de las zonas ribereñas y también de otros muchos enclaves. Por ello, y de acuerdo con los objetivos planteados, los análisis matemáticos y la interpretación de resultados se han realizado utilizando únicamente 28 de las especies evaluadas. Estas han sido las especies leñosas propias de ribera y una serie de especies leñosas y herbáceas consideradas de interés por ser características de los medios ribereños y/o por la información que pueden aportar al ser indicadoras de degradación o de una mayor xericidad del medio. Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid 5.2.1. Distribución longitudinal de la vegetación 5.2.1.1. Estructura cualitativa: Frecuencia La figura 1 resume la frecuencia relativa de aparición en porcentajes de las especies de plantas evaluadas a lo largo del tramo de río Henares que discurre por la Comunidad de Madrid. La frecuencia absoluta de aparición de estas especies se ha situado entre 23 casos y un caso (tabla 1). Phragmites austrctlis con un 76% de frecuencia de aparición ha sido la especie más frecuente a lo largo del tramo estudiado, sugiriendo que en la mayor parte de las zonas, el borde del cauce del río tiene una banda de vegetación herbácea que le protegerá de la erosión ya la vez servirá de refugio y alimento para la fauna. Otra especie herbácea propia también de los bordes del río es Typhct angustifolia, que ha tenido una frecuencia de aparición inferior (30%). En estos mismos enclaves hay que destacar a Lyth rum salicctrict con el 46,6% de frecuencia de aparición, así como a diversas trepadoras como Calistegia sepium, Humulus lupulus, etc., que presentaron frecuencias de aparición bastante inferiores. Dentro de las especies que forg g g o e. o <o 2 - c. .4. , c:. 0 0 CV lii- .--t O a, .4 < al a O < ,-. z -.1 iz to"XOta (5 '5 = cn < U U Z 0 (3. Z < .e a a. tó Ke cn O nt O c4 O cZ i= c4 U E. II. a a cn Cf2 0 LI. im A L) 43 ...1 (-) 4.3 < 'cl cn n-.2 C/) U U = Kc C.1) .4 Z « E-. P. Figura 1. Frecuencia relativa (%) de las especies ribereñas consideradas en el estudio en e/ tramo del río Henares a su paso por la Comunidad de Madrid. Lectura de siglas de las especies de plantas en la tabla I. 47 Resultados ,'••%,Z N man las saucedas (formación leñosa más próxima al cauce y de grandes necesidades hídricas), Salix alba registró una frecuencia de aparición del 43%, mientras que otras especies del género Salix han tenido bastante menor representación. Siguiendo con la vegetación leñosa formadora de bosques de galeria pero con menos necesidades hídricas que los sauces, hay que destacar a Popu/us alba que presentó una frecuencia de aparición del 60% y en menor escala Populus nigra (40%), Fraxinius angustifolia (26,6%) y Ulmus minor (13,3%). Hay que mencionar la importancia de Tamarix gallica con un 46,6% de aparición y de Glycyrhiza glabrct con un 40%. Con porcentajes superiores al 20% conviene citar a especies de cierto interés ripícola como Althaea officinalis o de la orla espinosa como Rubus ulmifolius y Crataegus mono gyna. Se han observado especies como Retama sphaerocarpa y Ononis repens de mínima frecuencia de aparición, pero que reflejan la degradación de algunas áreas de la ribera que ha permitido la introducción o colonización de especies de series climatófilas, que indican mayor termicidad del ambiente. 5.2.1.2. Estructura cualitativa-cuantitativa: Cobertura En la tabla 1 se muestra la cobertura relativa en porcentajes de las especies de plantas evaluadas en el tramo de estudio. Entre los resultados más significativos hay que resaltar que Populus alba es la especie que mayor cobertura presenta en el tramo ribereño (33,6%), seguida de Tamarix gallica (21,1%). De la banda herbácea cercana al cauce, correspondiente a carrizales y typhales, Phrctgmites australis ha sido la especie más relevante, suponiendo una cobertura del 7,3%. Foto 12. Tramo de Río en el cual se aprecian bosquetes interesantes de vegetación de ribera. /42„3...." Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid Tabla I. Cobertura relativa (%) de las esecies de plantas consideradas en el estudio, en el tramo del río Henares que discurre por la Comunidad de Madrid Phragmites australis Typha angustifolia lar PAU 7,30 1,20 Lythrum salicaria LSA 10 14 Humulus lupulus HLU 4 0,40 Ccilystegia sepium CSE 0,90 Cynanchum acutum CAC 0,10 Salix alba SAL 9 5 13 Salix fragilis SFR 5 0,40 Salix purpurea Populus alba Popu lus mar a SPU PAL 18 33,602 PNI 12 6,30 Fraxinus angustainglir FAN 8 3,40 Ulmus minor UMI 4 6,00 Ulmus pumila UPU 3 1,30 Tamarix gallica TGA 14 21,10 Crataegus monogyna CM0 7 0,70 Rubus ulmifolius RUL 10 3,00 Rubus cctesius Rosa canina Osyris alba Retama sphaerocarba TAN 7,40 0,10 RCEMBEIRRIM 3 RCA 0,70 0,30 RSP 0,20 1,40 0,03 Ononis repens ORE 0,03 Asparagtts acutifolius AAC 0,20 Glycyrhiza glabra GGL 3,04 Sambucus ebulus SEB 0,10 Althaea officinalis AOF 0,10 Scirpus holoschoenus SI-10 0,30 JEF 0,10 1•1111111r Juncus effusus 41111111› CAL er FA Frecuencia absoluta; n.° = Número de casos. En la banda leñosa de sauces del borde del cauce, la especie mejor representada es Salix alba con una cobertura del 7,4%. La especie en algunas zonas forma saucedas de escasa amplitud pero con individuos de gran porte y bien conservados; sin embargo, en otras áreas se han encontrado ejemplares enfermos y otros con partes secas; el resto de especies de sauces inventariadas han supuesto escasa cobertura. 49 Resultados Siguiendo a los sauces, entremezclados con ellos o si los sauces no existen, después de la banda de helófitos, se desarrollan las alamedas; formaciones que se observan como monoespecíficas de Popu/us alba, o como formaciones mixtas con Populus nigra que representa una cobertura del 6,3%, con Fraxinus angustifolia que registra una cobertura de 3,4% o con Tamarix gallica que se desarrolla en los claros de dichas formaciones. El taray también se encuentra formando grandes tarcryales cuando prácticamente no queda vestigio de vegetación arbórea; de hecho, está muy bien representado en enclaves del curso estudiado. Ulmus minor se ha observado junto a las formaciones mixtas mencionadas anteriormente y también formando pequeñas olmedas, representó una cobertura del 6,3%, cifra importante dado que la mayoría de las olmedas han desaparecido. Entre las especies arbustivas y herbáceas de porte arbustivo merecen destacarse a Rubus ulmifoluius y G/ycerhiza glabra que supusieron coberturas del 3% respectivamente. El resto de especies registraron coberturas muy inferiores. 5.2.2. Distribución horizontal de la vegetación Los datos de frecuencia y especialmente los de cobertura han descrito de una forma general la composición cualitativa y cuantitativa de la vegetación de ribera a lo largo del tramo del río estudiado. Pero las comunidades vegetales que conforman y caracterizan los bosques de galería siguen una sucesión horizontal o catena teórica de vegetación riparia. Su disposición respecto al cauce es su característica principal dado que la mayoría de ellas responden a niveles freaticos altos. No obstante, el descenso de la capa freätica o los cambios en la composición química del agua a consecuencia de factores físicos o de las actividades realizadas en los cauces, riberas y llanuras de inundación, pueden ocasionar la alteración o desaparición de la vegetación de ribera y consecuentemente producir modificaciones en las comunidades vegetales. En esta zona, como ya se ha comentado, las series riparias vendrían representadas por 1) Comunidades herbáceas de grandes helófitos (Scirpo lacustris-Phragmitetum mediterrctneum), instaladas en los bordes o proximidades del cauce; 2) Sauceda (Salicetum triandro-fragilis), también instalada próxima al cauce; 3) Chopera-alameda (Rubio tinctoricte-Poluletum albae) y 4) Olmeda (Aro italiciUlmetum minoris), formación que suele situarse más alejada del cauce. Sin embargo, hoy día, observar la catena riparia o bosques de galería complejos es prácticamente imposible, y más, en las zonas del curso bajo del Henares donde los impactos sobre el cauce y las riberas han sido grandes. El estado de estos enclaves ribereños se refleja en los resultados obtenidos del análisis y la observación de la composición y disposición horizontal de la vegetación. La tabla 2 muestra diversas características de las parcelas analizadas y la tabla 3, además de incluir el n.° de inventarios de las distintas zonas muestreadas y la riqueza de especies, refleja la distribución trasversal de dichas especies. Por otra parte, el anexo II describe gráficamente las formaciones o tipos de vegetación defi- Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid nidos en las 30 parcelas analizadas, así como el rango de cobertura relativa de las especies más abundantes y significativas de la zona ribereña. En este mismo orden de cosas, el anexo III muestra el mapa de vegetación realizado en base a la cobertura representada por las distintas comunidades vegetales, así como los usos de las zonas limítrofes. Tabla 2. Características de las parcelas muestreadas en el tramo del no Henares en la Comunidad de Madrid aura C. Herba . Helófitos C. Arbórea 50 40 70 160 50 90 8 9 10 11 12 13 14 500 400 700 1.600 500 900 600 200 100 100 100 100 200 100 15 100 10 90,0 10,0 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 50 100 200 100 100 50 100 50 100 200 1.300 1.700 250 100 400 5 10 20 70,0 85,0 100,0 60,0 40,0 40,0 10 49,0 10 5 10 5 10 20 130 170 25 10 40 88,0 60,0 27,0 75,0 60,0 75,0 80,0 2 3 4 5 6 C r. 60 20 10 10 10 10 20 10 52,0 12,5 59,3 82,6 56,2 65,0 90,0 65,0 50,0 95,0 98,0 50,0 90,0 80,0 14,6 94,0 0,0 1,8 100,0 3,6 50,0 0,0 100,0 3,1 66,6 20,0 47,2 -----10,0 76,0 20,0 70,0 35,0 73,0 23,0 100,0 50,0 58,0 38,5 51,5 64,0 100,0 24,8 71,5578911r.3,8 . ../ 50,0 0,0 41,0 4,3 38,1 23,0 44,4 60,0 1,5 50,0 20,0 60,0 12,0 3,0 20,0 0,0 ad:- 30,5 0,0 26,0 26,8 100,0 0,0 85,9 30,0 55,0 16,0 61,0 25,0 7,5 2,2 2,6 55,0 0,0 70,0 0,0 55,0 55,0 0,4 35,3 100,0 90,0 71,3 73,0 ‘ 58,0 3,2 1P Cobertura relativa respecto a superficie. 11111k 0Oi 55,0 80,0 ,111, 0,0 aml äll 0,0 60,0 0,0 -or 15,0 45,0 60,5 29,4 15,0 2,0 10,0 Resultados o CD cv I --. ,r I ,----'n — 1 1 I i cv CV -, -, CO CO , , LO cm N ,y -- U) cq 1 Icv ----, .--, ...-... ...-... 1 1 -, --' 72 I 1 cv 1 I I I — — 1 cv —. 1 —. 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En ellas se observa la menor riqueza de especies y su vegetación se reduce a una banda de helófitos más o menos ancha (que en ocasiones puede ser la única) y a una banda de vegetación leñosa mixta más o menos heterogénea donde suele dominar una especie determinada dependiendo del tipo de zona o del impacto sufrido. En estos enclaves, la cobertura de helófitos suele ser grande, la cobertura arbórea relativamente importante y bastante más escasa la cobertura arbustiva. Se inventariaron otras áreas donde la vegetación de ribera ocupa mayor superficie, entre 10 y 40 m de anchura. Se caracterizan por tener mayor riqueza de especies que las anteriores, una banda de helófitos y de vegetación leñosa próxima al cauce, estrato lianoide o trepador y otra banda de vegetación constituida en ocasiones por estrechas alamedas donde domina Pop ulus alba, o por una Foto 13. Carrizales y vegetación arbórea dispersa que conforman la vegetación de la orilla del cauce. Torrejón de Ardoz. Resultados mezcla de especies leñosas compuesta por Populus nigra, Fraxinus angustifolia o Ulmus minor y acompañadas de especies arbustivas de la orla espinosa de la olmeda. Algunos de estos sotos los constituyen pequeñas olmedas ubicadas en las proximidades de arroyos que se secan en verano o que están separadas de las alamedas por parcelas de cultivo. La vegetación de estos enclaves se suele caracterizar por menor cobertura de carrizales y cañaverales que en las zonas anteriormente descritas y por mayor cobertura arbórea y especialmente arbustiva. Son áreas donde se realizaron diversas actividades, especialmente agrarias, pero que, sin embargo, se conservó cierta superficie ocupada por vegetación riparia, o se ha ido recuperando posteriormente. Hecho que no suele ocurrir en las zonas ocupadas por industrias, infraestructuras, o donde se realizaron extracciones de grava si no se acometió algún tipo de restauración. Foto 14. Vegetación de ribera muy densa y estratificada con una gran diversidad de especies lianoides, arbustivos y arbóreas. Torrejón de Ardoz. Existen otras zonas de ribera de mayor amplitud, donde las bandas de vegetación riparia ocupan entre 40 y 80 metros. No se vieron tan influenciadas por las actuaciones humanas, en ellas se observa la mayor riqueza de especies y la composición y estructura de la vegetación es tal, que forma bosques riparios de mayor madurez y organización. Se diferencian muy bien los estratos herbáceo, arbustivo, arbóreo y lianoide; y dependiendo del tipo de formación son bosques más o menos densos y umbrosos. La cobertura ocupada por la banda de helófitos suele ser inferior a la de las 2 zonas riparias descritas anteriormente, mientras que la cobertura arbórea es superior y constituye bosquetes de alta densidad y Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid Foto 15. Pequeño enclave de olmos ubicado después de un área cultivada en la Finca El Encin. bien estructurados, diferenciándose distintas alturas de los arboles que los constituyen. La cobertura arbustiva está representada, aunque no abundantemente, y también existen lianas y trepadoras. En alguna zona (muy raras) parecen observarse las bandas de vegetación que conformarían la geoserie riparia potencial, aunque con síntomas de alteración. En todos estos enclaves ribereños el borde del cauce está protegido por una banda de helófitos representada por Fra gmites australis y lianas que se apoyan sobre ellos, mientras que la vegetación leñosa de la orilla la constituyen especies de los géneros Salix y Populus. Son importantes las alamedas, formadas principalmente por Populus alba, que es la especie más abundante y representativa del estrato arbóreo (en la mayoría de las parcelas analizadas se registró desde el primer inventario hasta el último). Ademas de alamedas casi monoespecíficas, también se encuentran alamedas mixtas en las ••n„...:5 5 _ Resultados ,z....,—S*•:Z\ que se mezclan álamos, fresnos, tarayes, olmos, especies de la orla espinosa y especies más termófilas como Osyris alba, Asparagus acutifolius y Glycyrhiza glabra, que se desarrollan en las zonas más aclaradas y con síntomas de degradación de las alamedas. Siguiendo a las alamedas, ocasionalmente se encuentran pequeñas olmedas en suelos frescos, más profundos y de buena permeabilidad; la densidad de olmos es alta y se observan especies lianoides como Clematis vitalba. Sin embargo, también se han registrado restos de olmedas muy degradadas y alteradas, con escasa densidad de olmos, pies sueltos de Tamarix gallica en los claros y distintas especies nitrófilas, predominando principalmente Urtica urens. Foto 16. Aspecto del río y de la vegetación de ribera donde se aprecia un grado de conservación alto. Finca El Encín. /5/6..." ,.. Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid El último tipo de zonas riparias inventariadas corresponde a áreas donde la franja de vegetación ocupa mayor anchura, entre 90 y 170 m. En ellas la riqueza de especies es importante, aunque no tanto como en las dos últimas anteriormente descritas. La vegetación forma alamedas, pero sobre todo grandes tarayales, alguno de ellos prácticamente monoespecifico en cuanto a vegetación leñosa se refiere. En otros tarayales donde el álamo es importante, también predominan Foto 17. Magníficas alamedas con sotobosque de Tamariz gallica contiguas a la banda de vegetación del borde del cauce. Finca El Encin. Foto 18. Tarayal con formas arborescentes donde se observan zonas aclaradas y existe pastoreo. Torrejón de Ardoz. 7 Resultados especies de la orla espinosa, y especies más térmofilas y de claros de bosque. En estos enclaves la cobertura arbustiva supera a la abórea, suelen ser más aclarados, con menor densidad de individuos y de menor complejidad. Es interesante resaltar la importancia de Tamarix gallica en alguna de estas zonas donde forma grandes masas arbustivas o arborescentes, ocupa grandes superficies y forma magníficos tara-yales como los que se conservan en el Término de Torrejón y próximos al Castillo de Aldovea. También son representativos los tarayales de la Finca El Encín, cerca de La Canaleja, en ambos márgenes del río; sólo que en dicha zona suelen formar el sotobosque o estrato arbustivo de la alameda. 5.2.3. Estructura ecológica Se realizó un estudio cuantitativo utilizando la técnica multivariante del análisis de componentes principales con el fin de agrupar en pocas tendencias la variación existente, dada la complejidad de los sistemas de ribera y la disposición de las especies de plantas a lo largo del tramo de estudio. La matriz de datos del análisis constó de 30 observaciones (parcelas inventariadas) y 25 variables (especies), ciado que se eliminaron 3 debido a que se observaron únicamente en una parcela de muestreo. 5.2.3.1 Análisis de las tendencias respecto a la representación de las especies La figura 2 en un principio, pone de manifiesto dos tendencias de la vegetación, diferenciadas en los ejes II y I respectivamente, de acuerdo con la ordenación de las especies riparias. Una de las tendencias (eje II), describe principalmente la vegetación más o menos continua a lo largo del tramo del río, mientras que la otra (eje I), marca la vegetación puntual o de distribución más irregular y menos abundante. 0,8 O 0,6 o SFR 0,4 MIL o 0,2 o u o fiv4 o o SAL o CAC o reu FAN o LAII . o cse LsA ACe - . o —0,2 o U. —0,4 —0,6 O —0,8 —0,8 —0,6 —0,4 —0,2 o GA o o 0,2 0,4 0,6 Factor I Figura 2. Ordenación de especies vegetales sobre el plano siglas de los especies de plantas en la tabla I. 1111 del Análisis de Componentes Principales. Lectura de 58," 7/.5 Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid Por otra parte, la agrupación o asociación de las especies en los ejes refleja una información muy interesante. Así, el eje II parece definir una tendencia de la variación de los datos en dos grupos. Uno de ellos (sección positiva), recoge las especies herbáceas y leñosas que se sitúan próximas al cauce; muchas de ellas se localizan repartidas más o menos homogéneamente a lo largo del borde del río, ocupando siempre las zonas de contacto con el agua o con un elevado nivel freático. Forman las comunidades de carrizales-typhales asociadas con trepadoras y especies de dicotilidóneas que se desarrollan en estos medios como Lythum salicaria, Calystegia sepium, Epilobiurn hirsuta, Althaea officinalis. El grupo también reúne a especies como Juncus effusus y. Scirpus holoschoenus (formadoras de juncales y herbazales) o especies leñosas como Salix fragilis y Ulmus pumila, utilizada en restauraciones del borde del cauce. El otro grupo asociado al eje II (sección negativa), ha agrupado a Populus alba, Tamarix gallica y a especies como Osyris alba, Glycyrhiza glabra, Asparagus acutifolius o de los géneros Rosa y Rubus. Las especies asociadas en este grupo representan a la vegetación que constituye importantes enclaves ocupados por bosques de ribera, pero que a la vez muestran síntomas de degradación, ya que según nos alejamos del cauce están más aclarados y se desarrollan bspecies de la etapa de transición y de carácter más termófilo que indican la desestabilización y degradación de las series riparias. No obstante, el grupo representa a los bosques ribereños más maduros, de mayor extensión y mejor conservados. La segunda tendencia de la vegetación viene reflejada en la región negativa del eje I, que ha ordenado principalmente a una serie de especies leñosas que pueden situarse más o menos alejadas del cauce dentro de la sucesión riparia como Fraxinus angustifolia (fresno), Populus nigra (chopo), Ulmus minor (olmo), así como a especies arbustivas de la etapa de transición al bosque o de la orla espinosa y especies nitrófilas; entre ellas los géneros Rubus, Crataegus o Sambucus. Este tipo de vegetación no es muy abundante y se distribuye irregularmente a lo largo de la ribera, formando bandas de vegetación relativamente importantes. Sin embargo, algunas de las especies asociadas indican inestabilidad, nitrofilia y alteración como consecuencia de las perturbaciones ocurridas hace tiempo o de las actividades realizadas en áreas adyacentes, principalmente agrarias y ganaderas. 5.2.3.2. Análisis de la representación de las observaciones y de las especies La figura 3 muestra la proyección de las observaciones y las variables sobre el plano formado por los dos primeros ejes del análisis de componentes. La ordenación o agrupación de las especies riparias y las zonas muestreadas informa sobre los distintos tipos de sotos o áreas ocupadas por vegetación riparia en el tramo bajo del Henares. En relación a las tendencias que se registran en cada grupo, se observa que el eje II en su sección positiva ha agrupado a una serie de zonas ribereñas en las que todavía se mantienen bosques de galería relativamente bien conservados, • 59 Resultados 0,8 0,6 SAC Ab T PAL O 0,4 0,2 C6 :. .„,...........-------UPU . o 1 O .. rrid • ACW • O o 2ID O —0,2 PAU O • o (2:7_ttii g 22 O O PNI TArisA O O O 66" 19 .. i. SFR Sa° • 6 . O FAN O JEF —0,4 OO O CA. • SEBCMO 5 O ROL O O SE O —0,6 —0,8 —1,0 —0,8 —0,6 —0,4 —0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 Factor 1 Figura 3. Ordenación de las observaciones (zonas) y de las especies de plantas (variables) sobre el plano 1/11 del Análisis de Componentes Principales. Lectura de siglas de las especies de plantas en la tabla I. Referencia de las zonas en la tabla 11. de cierta entidad y anchura (entre 50 y 170 m). Entre las características de estos sotos conviene citar: que la mayor cobertura de vegetación la constituye el álamo blanco (Populus alba) o/y el taray (Tamarix gallica), que la franja de helófitos del borde del cauce no suele ser excesivamente ancha, que la riqueza de especies es la mayor que se registra y que según nos alejamos del cauce el bosque se hace más abierto y el sotobosque lo componen distintas especies como rosas, zarza mora, espárrago triguero, regaliz y ocasionalmente retama negra (especies todas ellas agrupadas en el eje y sección descrita). Este tipo de vegetación representa a zonas de ribera con una anchura muy considerable y también a otras de amplitud más reducida. Por el contrario, la ordenación expresada en torno a la sección negativa del eje I pone de manifiesto las zonas riparias cuya característica principal es que todas tienen escasa amplitud debido al impacto sufrido por el cambio de uso y donde la vegetación ha quedado reducida a una estrecha banda. Estos enclaves se han agrupado en función de la comunidad herbácea dominante de helófitos, donde hay que destacar especialmente a Phagmites australis (especie muy abundante y frecuente en el tramo estudiado) a Typhcr angustifolia (localizada principalmente en zonas muy degradadas y en las proximidades de la desembocadura) o a especies como Althaecr officinalis, Lythrum saliccrria, Epilobium hirsutum o Scirpus holoschoenus. Las especies leñosas agrupadas en este sector han sido Salix fragilis, que en condiciones menos alteradas formaría pequeñas saucedas iniciando la primera banda de vegetación leñosa riparia, y U/m us pumilcr especie foránea empleada en restauración y que se ha observado próxima al cauce Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid en áreas muy degradadas en las que solamente queda una estrecha banda de vegetación y donde se llevaron a cabo actuaciones de tipo recreativo, inmobiliario o de protección frente a posibles inundaciones. En la ordenación están representadas la mayoría de las zonas que ocupan una banda muy estrecha de vegetación y que reflejan la mayor degradación y desaparición de vegetación de ribera. El 3er grupo, ordenado principalmente en torno a la sección positiva del eje I, reúne a los sotos o zonas donde la franja de vegetación tiene una anchura entre 10 y 50 m, se incluyen pequeñas olmedas y manchas de vegetación leñosa formada por enclaves de fresnos, chopos, vegetación de la orla espinosa y estrato lianoide donde se agrupan especies como Humulus lupulus o Cynanchum ctcutum. La mayor parte de las especies aparecen irregularmente formando parte de la vegetación riparia del tramo estudiado. Están representados enclaves ribereños que mantienen cierta riqueza de especies y una cobertura de vegetación arbórea importante, pero sin embargo, también manifiestan síntomas de inestabilidad, alteración y reducción considerable de la superficie que potencialmente podría estar ocupada por vegetación de ribera. 5.2.3.3. Relación entre especies Las coberturas representadas por las distintas especies se enfrentaron mediante el rango de correlación de Spearman con el fin de establecer posibles relaciones entre ellas (tabla 4). Como datos más significativos podemos reseñar que Phrctgmites australis correlacionó negativamente con Populus alba, Ulmus minor, Tamarix gallica, Crataegus monogyna y Sambucus ebulus, sugiriendo que las franjas ocupadas por vegetación riparia con abundante cobertura de carrizales son más estrechas y están más desprovistas de vegetación leñosa, puesto que las mayores coberturas de taray y álamo se observan en los sotos de mayor amplitud. En cierta medida, está relacionado con lo anterior el hecho de que Typhcr angustifolia y Rubus caesius hayan correlacionado negativamente. Esta especie de Rubus se ha observado principalmente en áreas con abundante taray, donde la banda de vegetación ocupa cierta anchura y donde se desarrollan especies como Glycyrhiza glabrct, que también mostró correlación con Rubus caesius. Por otra parte, la espadaña se observa en áreas de ribera degradadas, donde existe una banda de vegetación herbácea muy estrecha y con escasa cobertura de vegetación leñosa, y en zonas generalmente de deposición y de aguas remansadas o corriente muy lenta. De hecho, Typha sp es una especie indicadora de eutrofización que cuando existe un elevado recubrimiento de ella implica mayor carga de nutrientes, influenciando el modelo de sucesión de la comunidad riparia en zonación y composición (Dahm et al., 1995). La especie correlacionó con Cal ystegia sepium y Lithrum salicaria, especie, esta última, que al igual que el género Typha se desarrolla en zonas de corrientes lentas o en herbazales más o menos eutróficos (Fernández et al., 1999). La trepadora Humulus lupulus correlacionó con Lithrun salicaricr que a la vez mostró relación con Salix alba. Por otra parte, Salix fragilis correlacionó con A/thaea officinalis. 6I Resultados Todo lo anterior sugiere la interrelación entre helófitos, trepadoras y vegetación leñosa del borde del cauce. En este mismo orden de cosas hay que reflejar que Salix alba, especie leñosa riparia de gran interés por su abundancia en algunas zonas y por la protección que supone para el cauce, correlacionó positivamente con Rubus ulmifolius, que a la vez correlacionó con la lianoide Calistegia Tabla 4. Coeficiente de correlación y nivel de significación entre las distintas especies de plantas. Lectura de las siglas de las especies en la tabla TAN LSA HLU CSE CAC SAL SFR Pa PAU 1 TAN LSA HLU rr 1 är‘eibia. 0,39* - 0,7*** - 1 0,43* -0,4* 0,40* 1 - 0,40* - -0,35* 0,38* 1 - 2911- OSE CAC .111111111.1i 1 - 0,5** SAL SFR PAL 1 PM FAN VII UMI UPU PAU 111ge XN LSA HLU CSE TGA CM0 RUL -0,46* ROE - -0,39* - - - - - - 111 - - - - _ RCA OAL AAC GGL SEB OAF SHO JEF - FAN UMI UPU 0,39* - 0,57** 0,53* 0,50' - - 0,45* - - - - - - - - - - - - 0,42* - 0,36* -0,40' - - - TGA CM0 RUL TGA CM0 RUL CAC SAL SFR PAL PM -0,37* RCE RCA - 1 1 - - 0,42* 0,41* 0,35* 0,50* 0,67** - - SAC GGL SBE AOF SHO 0,42* 0,36* - OAL 0,39* - 0,54** 1 ROE ROA 1 0,6** 0,43* - 0,50* - 0,34* OAL SAC GGL SEB OAF SHO *.P<0,05; **=P<0,01; ***=P<0,001. 1 11111111111111 1 JEF Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid sepium. Ambas especies se observaron juntas en sotos de escasa amplitud y donde por lo general, las comunidades de ribera instaladas más lejos del cauce desaparecieron como consecuencia del aprovechamiento agrícola. Pero Rubus ulmifolius también correlacionó con Populus nigra, Fraxinius angustifolia y Crataegus mono gyna que a la vez correlacionaron entre ellas dos. El chopo (Populus nigra) que según parece, en la mayoría de las zonas que se ha registrado, procede de plantaciones efectuadas con motivo de obras de restauración o de restos de antiguas plantaciones localizadas en los enclaves ribereños, correlacionó con Glycyrhiza glcrbra, especie que de hecho se desarrolla cerca de arroyos o en terrenos de vega, arcillosos o arenosos. El olmo (Ulmus minor) correlacionó positivamente con especies de los géneros Crataegus, Aparagus y Sambucus. Igualmente, se han observado relaciones entre Crataegus monogyna y Sambucus ebulus, entre este último y Rosa canina que a la vez mostró relación con Asparcrgus acutifolius, especie que también correlacionó con Tamarix gcrllica y Osyris alba que correlacionó con Scirpus holoschoenus, especie indicadora del carácter oscilante del nivel freático (Sterling, 1995). Todo este tipo de interrelaciones sugiere que estas zonas de ribera han tenido una fuerte influencia humana, han sufrido degradación y alteración de las comunidades riparias mediante la penetración de especies nitrófilas y de la orla espinosa del encinar. El álamo (Populus alba), la especie que mayor cobertura representa a lo largo de la ribera estudiada, no correlacionó con ninguna especie, excepto con Phagmites australis que correlacionó negativamente, sugiriendo que en las zonas donde el álamo ocupa mayores superficies, el carrizo forma bandas más estrechas, mientras que cuando este último presenta grandes coberturas, los enclaves ribereños suelen estar muy degradados y la vegetación leñosa es escasa. Ambas especies presentan alta frecuencia de aparición y tienen gran importancia a lo largo de las riberas del tramo inferior del Henares. 5.2.4. Relación entre parámetros estimados en las zonas riparias Se enfrentaron a partir del análisis de correlación del rango de Spearman, cinco de los parámetros estimados en las correspondientes parcelas (anchura de la zona con vegetación de ribera, riqueza de especies, grado de conservación de la vegetación, grado de alteración de las series riparias, facilidad de acceso y grado de uso o impacto) dando unos resultados de sumo interés (tabla 5). Se observó correlación positiva entre la anchura de las zonas ocupadas con vegetación de ribera, la riqueza de especies y el grado de conservación. Por el contrario, se observó correlación negativa de los tres parámetros anteriores con el grado de alteración de las series riparias, con el grado de uso o impacto de la zona, así como con la facilidad de acceso. Todo ello implica que, en las áreas con vegetación mejor conservada y que ocupa mayores superficies, las series riparias están menos alteradas, la diversidad de especies es mayor, el soto mantiene una estructura horizontal considerable y los impactos no han sido muy agresivos o no se han producido grandes cambios respecto al uso. 63 Resultados La existencia de enclaves con formaciones riparias interesantes se han observado en áreas donde, a pesar de realizarse actividades (agrarias especialmente), éstas no fueron suficientemente intensificadas y se permitió mantener una superficie ocupada por vegetación de ribera relativamente amplia, con un grado de conservación aceptable y donde la accesibilidad está, en parte, limitada. Por el contrario, las zonas que han venido sufriendo fuertes impactos, se caracte- Tabla 5. Coeficiente de correlación y nivel de significación entre diversos parámetros estimados en las zonas riparias R.E A R.E 1 .G. 0,66 — 0,65*** -0,47** -0,57** -0,591 G.0 0,52** -0,76*** -0,39* 1 -0,41* -0,41* -0,71 — -0,54- G.A 1 G.0 0,52** 0,39* 1 0,52- EA A = Anchura de la zona ocupada con vegetación de ribera; R.E = Riqueza de especies; G.0 = Grado de conservación de la vegetación; G.A = Grado de alteración de las series riparias; G.0 = Grado de uso o impacto; F.A = Facilidad de acceso. *=P<0,05; **=P<0.01; ***=P<0,001. rizan porque la anchura de los sotos ha disminuido drásticamente, quedando reducida la vegetación de ribera a una estrecha banda en la orilla del cauce, faltando gran parte de las series riparias (a veces sólo se ha observado el carrizal y en ocasiones ni éste) y donde la riqueza de especies es baja. Foto 19. Alamedas de Populus Alba que conforman el bosque de galería en la finca El Encin. Se observa la capacidad de rebrote y colonización de la especie. El grado de uso de la zona está íntimamente relacionado con la facilidad de acceso y con el grado de alteración de las series riparias (entre los 3 parámetros se observó correlación positiva), lo que ocasiona que en los lugares donde se dan a la vez los tres procesos a gran escala, la franja ocupada por vegetación de ribera suele estar muy restringida y el grado de conservación de la vegetación es bajo. 7,11 5.3. Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid TIPOS DE SOTOS O ZONAS CON VEGETACIÓN DE RIBERA La estructura y composición de la vegetación de ribera en el tramo del río Henares que discurre por la Comunidad de Madrid depende, por una parte, de las características geomorfológicas y de la dinámica fluvial que condicionan el lecho de inundación, el tamaño del cauce y la altura de la capa freática; y por otra, de los factores antrópicos, dado que debido a las actividades y actuaciones que se vienen realizando en sus márgenes y riberas las comunidades riparias se han alterado o destruido. A ello contribuyó principalmente la roturación de las tierras para el cultivo, la instalación de polígonos industriales y construcción de viviendas, la extracción de áridos, la tala de árboles, las repoblaciones de choperas, el aprovechamiento ganadero y la creación de áreas recreativas. En este mismo orden de cosas, con el fin de preveer inundaciones y abastecer canales de riego, el cauce del río también ha sufrido modificaciones y regulaciones que producen alteraciones en la dinámica de caudales, provocando cambios y reducción de la vegetación riparia como consecuencia de la alteración de la capa fréatica. Todos estos factores y otros de carácter ambiental habrían determinado la composición y estructura de la vegetación de ribera y el estado de los enclaves ribereños, que a grandes rasgos pueden encuadrar o determinar 3 tipos o clases de sotos de acuerdo con las observaciones realizadas y los resultados obtenidos. Un tipo de sotos vendría representado por las áreas ocupadas por vegetación de ribera de mayor amplitud (anchura entre 50 y 170 m). En ellas se ha observado la mayor riqueza de especies, la vegetación se encuentra relativamente bien conservada y se han detectado mínimos impactos de las actividades realizadas en las proximidades de su entorno (labores agrarias, pastoreo en bajo grado o establecimiento de áreas recreativas). Se encuentran en fincas de la Administración Central y Autonómica, no tienen fácil acceso y son las áreas de ribera mejor conservadas en este tramo del Henares en cuanto a vegetación riparia se refiere. En alguna de estas zonas solamente ha desaparecido una formación de la catena teórica de vegetación, ya sea la sauceda o la olmeda. Sin embargo, también Foto 20. Influencia del relieve en lo composición de la vegetación de ribera. Alcalá de Henares. 65 Resultados k:**:•Ss se delatan impactos y efectos negativos de distinta índole: árboles enfermos (álamos y olmos), talas y cortes de magníficos ejemplares de álamos y fresnos, introducción entre el bosque ripario de cultivos agrícolas y parcelas experimentales que cortan la sucesión vegetal, volviendo a reencontrarse nuevamente en formaciones de alamedas o pequeñas olmedas. Parcelas de muestreo ubicadas en las fincas de El Encín y La Canaleja, en zonas próximas al Castillo de Aldovea o en áreas próximas a la desembocadura del Henares intentan caracterizar estos restos de sotos de ribera, donde en alguno de ellos se pueden encontrar todas las etapas de sustitución de una ribera, desde la banda de sauces (la más próxima al agua) hasta la banda de olmos con majuelos más alejada; pasando por las intermedias de álamos con chopos, fresnos y tarcryes, o de alamedas con magníficos ejemplares de Popu/us alba. No obstante, también se han detectado alamedas con un elevado número de álamos en un estado muy precario, puntisecos, con síntomas de enfermedad o con un sotobosque muy denso y dominado por Osyris alba, planta hemiparásita que sólo se ha registrado aguas arriba de la localidad de Alcalá de Henares y en zonas muy localizadas. En estas zonas riparias, las formaciones arbóreas dominadas por Populus alba representarían las alamedas xerófilas o de vega recogidas en Lara et a/., (1996). En este tipo de sotos mejor conservados y de mayor amplitud, además de abundar los enclaves de álamo blanco, en las áreas donde la vegetación ocupa superficies relativamente grandes por la anchura que representa, dominan los tarayales; registrándose en algunos de los inventarios coberturas de Tamarix gallica superiores al 90%. Representarían la asociación Tamaricetum gallicae Br.B1. O. Bolos 1975. Estos tarcryales en ocasiones constituyen formaciones arbustivas o arborescentes, con ejemplares de porte arbóreo y que dan lugar a bosques umbrófilos cuyo interior está dominado por especies escionitrófilas que requieren suelos profundos y frescos como Sil ybum marianum, Cirsium vulgare y Cucubalus baccifer, entre otras. Es destacable la presencia de Brach ypodium sylvaticum en las áreas de vaguada del interior del tarcryal. Sin embargo, otros tarcryales son mucho más abiertos, dominan las formas arbustivas y el suelo da lugar a pastizales que son aprovechados por el ganado lanar como se observó en una de las parcelas de muestreo. Ambos tipos de tarcryales están bien representados en las proximidades del Castillo de Aldovea. Pueden presentar una banda de casi 90 m dominada por sauces álamos, chopos, fresnos y tarayes, para según nos alejamos del cauce dominar el tarcryal, hasta anchuras de 170 m desde el cauce, y donde también existen algunas bandas de álamos probablemente ocupando áreas de nivel freático más superficial. Tanto en los sotos donde dominan los álamos como en los que domina el taray, según nos alejamos del cauce en el sotobosque se pueden encontrar espinos o majuelos (Crataegus monogyria), rosales y zarzales (Rosa canina, Rubus ulmifolius, R. caesius) y en las zonas más abiertas y de mayor insolación domina de forma casi exclusiva el regaliz (G/ycyrhyza glabra). Las especies arbóreas se habrían ido sustituyendo por el matorral, especialmente Rubus sp., indicadora de la regresión inicial del bosque ribereño (Díaz et al., 1987). La vegetación herbácea está influenciada por el uso actual del territorio y por el pastoreo que no suele ser muy acusado. Conviene mencionar la abundancia de especies nitrófilas, desta- 7><..... : 15, Vegetación de Ribera del Rió Henares en la Comunidad de Madrid Foto 21. Vegetación de ribera que forma parte de los sotos mejor conservados del río Henares. Finca El Encín. Foto 22. Continuación de bosque ripario donde se observa la estructura vertical y horizontal de las comunidades vegeta- les. Lo conforman álamos, olmos, tarayes y abundantes especies colonizadoras de cultivos abandonados y comunidades neófitas. Finca El Encin. Foto 23. Bosque de galería bien conservado y de cierta madurez ubicado en las fincas El Encín y La Canaleja. 67 Resultados Foto 24. Carrizales y typhales que conforman lo vegetación herbácea de la orilla condicionada por el paso de lo corriente o la forma meandriforme del cauce. Se observan también enclaves con vegetación leñosa. Finca El Encin. cando entre ellas Lepidium draba, Urtica dioica, Urtica urens, Sambucus ebulus, Conium maculatum, Diplotctxis vir gata, Cynoglossum creticum, Sylibum mctrianum, Carduus pycnocephalus, Centaurea calcitrapa. El gran número de especies nitrófilas presentes es una consecuencia directa de la influencia antropógena que también vienen sufriendo estas zonas mejor conservadas, ocurriendo que en puntos concretos, dichas comunidades dominan netamente el estrato herbáceo. Siguiendo con la tipología de la vegetación de la ribera, según han ido aumentando las agresiones y destrucciones de la vegetación riparia, se han conformado otra clase de sotos de menor amplitud que los anteriores (anchura entre 10-50 m), en los que se observan cierta riqueza de especies y que, como en el caso anterior, forman un tipo de vegetación ribereña relativamente bien conservada, aunque con más síntomas de inestabilidad. En estas zonas se realizaron actividades que posteriormente fueron abandonadas, como fue la extracción de áridos o zonas que se han dejado de cultivar; también zonas próximas a cultivos donde se salvaguardaron bandas ocupadas por vegetación riparia. Ejemplos de este tipo de sotos pueden encontrarse en El Encín, en enclaves que lindan con zonas agrícolas y en las proximidades de la confluencia de los ríos 1c:trama y Henares en Mejorada del Campo. Estos sotos suelen estar bien desarrollados, dominando el álamo blanco (Populus alba) y los sauces (Salix alba especialmente y S. purpurect), junto a los cuales aparecen fresnos (Fraxinus angustifolia) y algo más alejados del cauce tarayes (Tamarix gallica) y olmos (Ulmus minor). En los enclaves de mayor densidad del arbolado (más sombríos) existe una proliferación de lianas muy importante (Fallopia Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid ".4 !.... 3" convolvulus, Bryonia dioica, Cal ystegia sepium, y en menor medida en estas zonas, Cynanchum acutum), evidenciando el ambiente esciófilo de los sotos. En estos enclaves pueden encontrarse formaciones que constituirían las alamedas higrófilas mesomediterräneas con sauces blancos (Lara et al., 1996). En alguna de estas zonas (generalmente próximas a áreas agrícolas), estas franjas de vegetación se caracterizan por una vegetación leñosa muy densa en el borde del cauce, con especies lianoides y abundantes zarzales que indican la degradación-perturbación de dichas áreas, pero a la vez una orla ribereña muy densa, rica en especies y con capacidad de recuperación, pues según Montes et al. (1987), los zarzales poseen un alto valor estabilizador y regenerador del suelo. Foto 25. Tramo del Henares próximo a su desembocadura en el que se observan las aguas muy remansadas, una banda de helcifitos compuestos principalmente de espadañas con una estrecha banda de vegetación leñosa. 69 Resultados Este tipo de áreas riparias también representa a pequeñas olmedas próximas a cursos de agua, donde se encuentran ejemplares de Salix alba, Frcrxinius angustifolia y a veces Populus nigra, mezcladas con los olmos. El tercer tipo de sotos, desafortunadamente los más abundantes, representan una estrecha y testimonial banda de vegetación riparia, ya que a pesar de los enclaves anteriores donde se mantienen sotos de una relativa anchura y con cierto grado de conservación o en fases de recuperación, la mayoría de la vegetación de ribera del Henares en la Comunidad de Madrid se encuentra muy alterada, degradada y en muchas zonas prácticamente ha desaparecido. Así pues, este tipo de sotos se reducen a estrechas franjas de vegetación, nunca superiores a 10 m incluyendo la superficie ocupada por los carrizales. De hecho, se inventariaron algunas zonas en las que la anchura ocupada por vegetación era de sólo 5 m, y constituida exclusivamente por carrizales o espadariales. La riqueza de especies varió entre unas parcelas y otras, pero siempre fue baja (media de 4,6 dentro de las 28 consideradas). Foto 26. Área de ribera muy degradada en el margen derecho del río. La vegetación de helgitos prácticamente ha desaparecido, quedando la cubierta leñosa reducida a pies sueltos de Populus sp. Zona cercana a un polígono indus- trial y a baldíos con escombros. Alcalá de Henares. En estos sotos, en la zona contigua al cauce se desarrolla una banda de helófitos de anchura variable y cuya distribución responde, al igual que en el resto del río, a la dinámica hidráulica del río. Así, la espadaña (Typha angustifolia) es importante en las zonas de corrientes lentas, o bien, en las áreas de los meandros que se corresponden con superficies de sedimentación. Por el contrario, en las zonas de corrientes más rápidas, que se corresponden generalmente con cauces más /.•;": ;05' .... Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid Foto 27. El río Henares a su paso por Nueva Alcalá. La valla separa el paseo que limita con las viviendas. Se observa el deterioro de/ borde del cauce y los dos únicos pies de vegetación leñosa, Fraxinius Angusti folia y Ulmus pumila. Foto 28. Área potencial de alamedas y tarayales que fue transformada en los años 70 para cultivos agrícolas. A finales de los 90 ha sido restaurada con vegetación de ribera similar a la de las zonas limítrofes. Finca El Encín. I Resultados superficiales o con las zonas de los meandros de mayor velocidad de la corriente (zonas de erosión), es el carrizo (Phragmites australis) la especie dominante. En algunas de estas áreas, existe una zona de transición entre éstos y la banda de sauces, álamos y fresnos, que está dominada por especies herbáceas freatófitas como Epilobium hirsutum, Lythrum salicaria, Lepidium latifolium, Cyperus longus y Trífolium fragiferum, con lianas como Cynanchum acutum y Cal ystegia sepium principalmente. El estrato lianoide o trepador también se ha observado en muchos de los sotos que caracterizan las dos tipologías descritas anteriormente. Foto 29. Área del Henares afectada por la explotación de graveras. Se observa la desaparición casi por completo de la vegetación arbórea y una amplia banda de Helófitos que bordea el cauce. Mejorada del Campo. Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid En la reducción de la franja de vegetación o en su desaparición habrían influido múltiples factores. Antiguamente, en los arios 50, la mayor destrucción de vegetación de ribera se debió al aprovechamiento agrícola, llegando los cultivos hasta el mismo borde del cauce. Posteriormente, en los 70, los grandes impactos sobre las riberas vinieron por parte de los cambios de uso del suelo para asentamientos urbanísticos, industriales y por la explotación de graveras. En las áreas donde se llevaron a cabo actividades muy intensificadas, la escasa vegetación de ribera existente tiene un aspecto bastante desolador y se encuentra muy alterada, baste reseñar la observación de especies como Retama sphaerocarpa y Ononis repens (especies provenientes de etapas de sustitución del encinar y de la serie climatófila que sugieren una gran degradación o alteración de los enclaves riparios) en una parcela próxima a una zona industrial donde el ::••?:.4•7 :• Foto 30. Interesante muestra de vegetación de ribera bien conservada en un de lo Finco El Encín. área 73 Resultados cauce había sufrido diversas actuaciones de dragado y ensanchamiento como prevención de la inundación del polígono industrial. De este modo, el nivel freCttico descendió considerablemente, ocasionando un gradiente de humedad y de las comunidades vegetales desde el cauce hasta la parte superior de la ribera donde se observó la presencia de dichas especies. Otras zonas ribereñas igualmente se encuentran muy degradadas por la proximidad de vertederos, vertidos industriales, uso recreativo incontrolado y plantaciones de especies exóticas contiguas al cauce. Por otra parte, la creación de áreas de carácter recreativo mal planificadas han contribuido también a la reducción de la vegetación de ribera. De esta forma, se han convertido zonas ribereñas en seudo-parques a partir de las plantaciones de choperas y otra serie de especies foráneas, donde no se ha contemplado ningún tipo de diseño de plantación, y menos todavía se ha tenido en cuenta la distribución y el tipo de especies que constituyen la vegetación natural de estos enclaves. Con lo cual, dichas actuaciones deben considerarse realmente actividades de jardinería como manifiesta Sterling (1996 a). En la comunidad de Madrid, los tramos de ribera del Henares que presentan mayor deterioro y han sufrido mayores impactos se sitúan en los municipios de Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz, pudiendo destacar que el tramo más afectado por la actividad humana es el que se localiza entre el polígono industrial de La Dehesa, al norte de Alcalá, y el puente sobre el Henares en Torrejón. De acuerdo con los datos, en el tramo de Alcalá, los 3 tipos de usos o actuaciones que han producido mayor impacto sobre la vegetación de ribera han sido el industrial, el agrario y el urbanístico; mientras que en el tramo de Torrejón habrían predominado el agrario y el extractivo. En las proximidades de Mejorada del Campo el impacto producido fue principalmente por la explotación de graveras, que posteriormente intentaron restaurar (no siempre con la vegetación más idónea y adecuada) dando lugar a un área recreativa próxima ya a la desembocadura con el Jarama. Por otra parte, las zonas mejor conservadas han gozado de algún tipo de preservación o de usos no demasiado intensificados por parte de la Administración o de antiguos propietarios. En la actualidad es la Administración Central y sobre todo la Autonómica la que gestiona estas zonas. Conclusiones y recomendaciones 6 de actuación E n general, en el intervalo de los 40 años estudiados se ha observado que en un sentido amplio ha disminuido progresivamente la extensión del territorio atribuible a ribera. Sin embargo, en algunas áreas se ha constatado una recuperación paulatina de la vegetación riparia. Así, la vegetación arbórea, es decir, las alamedas, tarcryales y formaciones mixtas de éstos, junto con las saucedas, ha incrementado la superficie lineal ocupada (en algunos casos también la anchura, su cobertura y su madurez). Los ejemplos más ilustrativos los encontramos en la zona de El Encín, en las cercanías de la confluencia con el Jarama en Mejorada del Campo y en algunos tramos del municipio de Torrejón de Ardoz (proximidades del Castillo de Aldovea). La superficie de terreno que de forma natural debería estar ocupada por formaciones de la serie riparia (fundamentalmente por alamedas y olmedas), ha sufrido una drástica disminución por diferentes causas. En un principio el aprovechamiento agrícola y posteriormente el desarrollo industrial a lo largo del Corredor del Henares que durante la década de los setenta tuvo un importante impulso. De esta forma, se recalificaron terrenos agrícolas lindantes con el río para convertirlos en terreno industrial (tramo de Alcalá de Henares) o urbanizable. Así mismo, la proliferación de explotaciones de áridos en ambas márgenes han modificado de forma más contundente el paisaje vegetal del río. Este aspecto es muy patente aguas abajo del Barrio del Castillo de Torrejón de Ardoz. La variedad de especies en el tramo de la ribera estudiada no es grande y existe cierta homogeneidad. Sin embargo, se ha observado heterogeneidad y diferencias en cuanto a la composición y estructura de la vegetación a lo largo de la ribera. Así, encontramos: áreas donde domina claramente una formación prácticamente monoespecífica (alameda o tarayal mayoritariamente e incluso olmeda), zonas con vegetación mixta, enclaves (muy escasos) donde las series riparias están relativamente bien representadas y, por último, una gran cantidad de zonas donde la vegetación es muy escasa o se encuentra muy degradada. En la actualidad, según los resultados obtenidos de los recorridos y muestreos de campo, y de la observación de la fotografía aérea, la vegetación de ribera en el tramo del Henares en la Comunidad de Madrid, puede representar o definir al menos 3 tipos de sotos o zonas ribereñas: a) Sotos bastante estables y maduros con árboles viejos y de gran porte, algunos de ellOs auténticos bosques de galería. Se caracterizan por la mayor riqueza de especies y en algunos de ellos se pueden encontrar todas las etapas de sustitución de una ribera, desde la banda de helófitos y sauces (la más próxima al agua) hasta la banda de olmos más alejada, pasando por las intermedias de álamos con fresnos, chopos y tarayes. Dentro de estos sotos se distinguen los que 7,92: Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid domina Populus alba, que constituye magníficas alamedas de álamo blanco y los que predomina Tamarix gallica que forma tarayales muy densos (cobertura > 90%) con ejemplares de porte arborescente, cuyo interior está dominado por especies escionitrófilas que requieren suelos profundos y frescos. La conservación de estas áreas se ha debido a la titularidad de los terrenos y a que en la actualidad se encuentran en zonas del Estado o de la Comunidad de Madrid principalmente. Se recomienda para estas zonas las siguientes actuaciones: - Mantenimiento de toda la vegetación riparia existente y de la que se está recuperando. - Realizar leves y adecuados tratamientos selvícolas. - Revegetar áreas que han tenido otro tipo de uso, principalmente agrícola o extractivo, y que en la actualidad se ha abandonado. - Vigilancia para impedir un posible impacto de uso recreativo. b) Sotos de bastante menor amplitud y estabilidad que los anteriores, pero también con cierta riqueza de especies. Se encuentran con frecuencia especies arbustivas de la orla espinosa o de la degradación del encinar, como las pertenecientes a los géneros Rubus, Rosa, Crataegus, Asparctgus. Suelen ser áreas donde se manifiestan síntomas de inestabilidad de la vegetación de ribera a consecuencia del impacto sufrido por la actividad agraria principalmente o de cualquier otro índole. Serían sotos en rejuvenecimiento que dificultarían el desarrollo del bosque hacia etapas de mayor organización y complejidad. En algunas de estas zonas se han encontrado especies como Osyris alba o el regaliz (Glycyrhiza glabra) que se desarrollan en los claros del bosque arbolado y en zonas degradadas. Las actuaciones que se deben aplicar en este tipo de zonas serían: - Mantener los enclaves de vegetación ribereña existentes y mejorarlos donde se precise con tratamientos selvícolas blandos. - Restaurar las áreas degradadas y tratar de ampliar la superficie ocupada por vegetación de ribera. - Respetar lo establecido en el plan forestal de la Comunidad de Madrid en relación a los bosques y vegetación de ribera. Dado que la mayoría de estos sotos se encuentran en propiedades privadas, la administración debe consensuar con los dueños la realización de actividades que causen escaso impacto y permitan la regeneración, restauración y conservación de dichos medios ribereños. Todo ello acompañado de ayudas económicas que compensen de la pérdida de renta a los propietarios. De esta forma, evitar que se acabe con la vegetación de ribera a consecuencia del aprovechamiento agrícola o industrial. c) El tercer tipo de sotos o enclaves riparios (desgraciadamente los más abundantes) representan a zonas muy degradadas y alteradas en las que la franja Conclusiones k,, ç'• ocupada por vegetación de ribera es muy estrecha (10 m incluido el carrizal), con una exigua banda de vegetación arbórea. La riqueza de especies es baja y las comunidades herbáceas de helófitos suponen una gran cobertura, estando en ocasiones bien representada Typhcr angustifolia, indicadora de zonas contaminadas, remansadas y de sedimentación. La vegetación leñosa ha sido muy alterada y destruida a consecuencia de los efectos producidos por la actividades y actuaciones realizadas en el cauce y en las riberas. Muchas de estas áreas ya son muy difíciles de recuperar debido a que algunas actuaciones han llegado hasta el mismo borde del cauce del río, siendo éste incluso, el límite de calles peatonales circundadas por vallas, se han instalado grandes polígonos industriales y se encuentran todas ellas en manos privadas. Sin embargo, es conveniente recomendar algunas directrices de actuación: - Exigir que se respeten las zonas de servidumbre y que se preserven y restauren adecuadamente. - Que se mantengan y conserven las estrechas bandas de vegetación existente. - Restaurar y repoblar cualquier enclave o aledaño contiguo a la zona donde se lleva a cabo una actividad o uso concreto con vegetación de ribera. - Evitar a toda costa que se deterioren todavía más este tipo de áreas ribereñas. A lo largo del Henares las zonas que presentan mayores impactos han sido los términos municipales de Alcalá y Torrejón. En el de Alcalá, los 3 tipos de usos o actuaciones que han producido mayor impacto sobre la vegetación han sido el industrial, el agrario y el urbanístico; mientras que en el de Torrejón han predominado el agrario y el extractivo. En Mejorada del Campo el impacto es recreativo y antiguamente de explotación de graveras. 7 Bibliografía AuA, M., 1960. Sobre la tectónica profunda de la fosa del Tajo. Not. y Com. IGME. N.° 58. AYUNTAMIENTO DE ALCALÁ DE HENARES, 1993. Plan de saneamiento de residuos industriales en el Corredor del Henares. Concejalía de Medio Ambiente. Alcalá de Henares. BOON, P. J., 1992. Essential Elements in the Case for River Conservation. En: River Conservation and Management, Boon et a/. (Eds.), 11-34, John Wiley Sons. BUSTOS, A.; LONGAS, J.; CABO, J., y MoRA, J., 1988. Estudio de lo calidad de las aguas del río Henares. Mafre Seguridad, 29: 13-20. CAPOTE, R., y CARRO, S., 1968. Existencia de una red fluvial intramiocena en la depresión del Tajo. Est. Geol. 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WELCOMME, R. 8 Agradecimientos eseo expresar mi agradecimiento a Estudios Territoriales Integrados por la elaboración de los mapas de vegetación y de usos mediante el pro- D grama de información geográfica IRWIS, especialmente a Encarna Martínez. También quiero agradecer a José Ramón Molina por la ayuda prestada en los muestreos de campo y en la interpretación de la fotografía aérea. 9 ANEXO Anexos 1 Anexo 1 a Especies de plantas registradas en los inventarios realizados en las riberas del río Henares en la Comunidad de Madrid Agrostis stoloniferct L. Althaea ccrnnabina L. Althaect officinalis L. Amaranthus blitoides S. Watson Amcrranthus muricatus (Moq.) Gillies ex Hicken Amaranthus viridis L. Anagallis crrvensis L. Anthemis arvensis L. Arctium minus Bernh. Arum italicum Miller Asparagus acutifolius L. Atriplex hast ata L. Avena sterflis L. Avenula bromoides (Gouan) H. Sholtz Ballota nigra L. Bassia prostrata (L.) G. Beck Bellardia trixcrgo (L.) All. Bidens aurea (Aiton) Sherff Brach ypodium phoenicoides (L.) Roemer Brach ypodium sylvcrticum (Hudson) Beauv. Brassica sativa L. Bromus diandrus Roth Bromus hordeaceus L. Bromus matritensis L. Brom us sterilis L. Bryonia dioica Jacq. Ca/endula arvensis L. Cal ystegia sepium (L.) R. Br. Cardaria draba (L.) Desv. Centaurea ccticitrctpa L. Centaurea melitensis L. Centaurea nigra L. Centaurium erythraea Rafn Cerastium glomeratum Thuill Cichorium intybus L. Cirsium vulgare (Savi) Ten Clematis vitalba L. Conium maculatum L. Con yzct bonctriensis (L. ) Cronq. Conyza cctnadensis (L.) Cronq. Cratcregus mono gyna Jacq. Crepis vesicaria L. Cucuba/us baccifer L. Cynanchum acutum L. Cynodon dactylon (L.) Pers. Cynoglossum sp. Cynosurus echincrtus L. Chamaemelum mixtum (L.) All. Chenopodium album L. Chenopodium botrys L. Chenopodium opulifoilum Schrader ex Koch et Ziz. Chenopodium vulvaria L. Chondrilla juncea L. Dactylis glomerata L. Datura stramonium L. Dctucus carota L. Diplotaxis virgata (Cav.) DC. Dipsacus fullonum L. Echium vulgare L. Elymus repens (L.) Gould Epilobium hirsutum L. Equisetum ramosissimum Desf. Eruca sativa L. Fallopia convolvulus (L.) A. Löve Filago pyramidata L. Foeniculum vulgare Miller Frcrxinus angustifolia Vahl. Galium aparine L. Gcrlium murale (L.) All. Ga/ium spurium L. Glycyrhiza glctbra L. He/iotropium europaeum L. Hirsch feldia inccrna (L.) Lagreze. Hordeum murinum L. Humulus lupulus L. Hypericum per foratum L. Juncus effusus L. Lactuca tenerrima Pourret Anexos Anexo 1 b Familias en que se agrupan las especies de plantas registradas en los inventarios realizados en las riberas del río Henares en la Comunidad de Madrid Familias Aráceas Asclepiderceas Borragináceas Caprifoliáceas Caryophylláceas Chenopodiáceas Compuestas Convolvuláceas Crucíferas Cucurbitáceas Dipsacáceas Equisetáceas Gencianáceas Gramineas Juncácea Labiadas Leguminosas Liliáceas Lythráceas Malváceas Oleáceas Onagráceas Papaveráceas Plantagináceas Polygonáceas Primuláceas Ranunculáceas Rosáceas Rubiáceas Salicáceas Santaláceas Scrophulariáceas Solanáceas Tamaricáceas Typháceas Ulmáceas Umbellíf eras Urticáceas Zygophylláceas N.° de especies 1 1 4 1 3 9 27 2 11 1 1 1 1 25 1 6 9 1 1 4 1 1 1 2 6 1 1 5 4 5 1 4 3 1 2 2 6 3 1 Anexos ANEXO II ESQUEMAS GRÁFICOS DE LAS FORMACIONES VEGETALES Y DE LAS ESPECIES RIPARIAS DE MAYOR COBERTURA Helófitos Vegetación leñosa y helófitos Sauceda Vegetación Leñosa-Mixta 1 Alameda _ Alameda-Tarayal Tarayal Olmeda PAU TA SA PA PN FA UM Phragmites austrolis Typha angustifolia Salix alba Populus alba Populus nigra Fraxinus angustifolia Ulmus minar o Cobertura> 50% Cobertura 25-50% Cobertura 5-25% Sin símbolo Cobertura próxima al 5% UP TG CM RU OA GG Ulmus pumillo Tomorix gallica Crataegus monogyna Rubus ulmifolius Osyris alba Glycyrrhiza glabro Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid Parcela I Parcela E o LA E o 2 Anexos Parcela 3 Parcela 4 • •,‘,, • E • S• '•• o •••• • E "•••,:", ' o .0 • ‘*••••.' N. • ',. •••, „ ". S•••• • • -•„"'• • •• ,„ • • •••; • N.'- , „ ••• .s• •,;', • • ••• • N. .s% "•• "•:••• • 92 Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid Parcela 5 Parcela 6 Parcela e E o Ið E E o o ri PAU 7 93 Anexos ........ .... ....... ..... ,1•7+,";,, . - . .. .. ... I0m - .................................... 10 m e'rreerrer.rr. .,',',,. 'i',-..,,''''''..-././.....-',.,',/....,?'""...-`,..-.,,,,',,,...-.."."./ .,''./ 'es'''f 'F'f"..,>/..,',,...,',,',•";,` ' ' "`",`?"././.;.'.1'..,....,`,,',''',. ',,e..,',',, f r" 7.,d. .e'./..,,i',..././..e're'..... . CO te • .• .r'',..''r''',•-•n•••',..',..,',....-',,./.,,'..,...,..,..i'''''''''.e, 20 m 94 Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid 20 m 10 m 10 m Nss_95 Anexos 5m ............. 10 m 10 m Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid 10 20 m m ZeIgggüesSfiZggggegge: 22:p-.(e1=1".'...,..-..-=====. . ==7::=7=;"' err4re. ".."'" IOm 97 Anexos 10m 5m 10m 98 Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid _ 20 m • reem.veereemeee, 71^,,Te• eree,..ereee 7Y, ..... , 794. YeT•egener. 10 m 5m Anexos Parcela 26 Parcela 27 PN E E o o .\\\\\\\\ \\\.\\\\N\ .\\\NN.\\\ '\1\1\1\ \\\\\l\ \\\\\\:\ \ \\ \X\ \\\\\\N\ \\\\NNN\ \ \\.\\\\\N \\\\1\\\ \ \\\\\\\\\\11\\\\\N V....\\\\\.:\V\\,.\\\\\"\\N \\\\'`.\\\-\\N‘..\\\W\YN \-V1'.\\V..\\\\".0.\\\\N\ .\\\\1\.\\\\1\\"\\\\\\\. .\\\\\\\\\\\\\\1\1\\N .1.\\\.\\\\\\\11.\\\\\\\: \\\\\\\\\\\\\\\.\\\\ \\\\\.\\\\\\\\\\\\\\\' ,\\\\\\\\\\\\\\\\\.\\: \\,.\\\*\\\,' ,\\\s,:s\ TA flidlh IX ,. .,;•, Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid 40 m 10 m 20 m Anexos ZZ,..\ ANEXO III MAPA DE VEGETACIÓN DE LAS RIBERAS DEL RÍO HENARES EN LA COMUNIDAD DE MADRID. USOS DEL SUELO ADYACENTE /03..." 1 Vegetación de Ribera del Rio Henares en la Comunidad de Madrid MAPA 2 Cobertura vegetal de la ribera III Río y vegetación mixta del borde del cauce. BE Helófitos (carnzales y espadafiale). Dominancia vegetación arbórea. 11. Dominancia vegetación arbórea/arbustivo. III 1111 Vegetación arbórea aclarada y pastizal. C1 Vegetación arbustivo aclarada y pastizal. , Sendas o áreas aclaradas o pastizales. 7grO 1111 Vegetación mixta herbácea (carrizales y pastizales). Dominancia de vegetación arbustiva. Usos del suelo Zonas cultivadas. .. Graveras. Eriales. Industrias e infraestructuras. Áreas de matorral. Pequeñas huertas. 11111 Repoblaciones y viveros. 11111 Choperas. Zonas urbanas. Zonas de graveras abandonadas. 11111 Escombreras. Uso recreativo. Áreas de ribera restauradas y revegetadas. n.° Área o parcela de muestreo. - 03 Anexos MAPA 3 1 ALCALA DE HENARES Cobertura vegetal de la ribera Ni Río y yegetaclon rblbda del borde del cauce. , 4 Helófitos (carrizales y espadañales). Dominancia vegetación arbórea. mil Dominancia vegetación arbórea/arbustiva. EN Vegetación arbórea aclarada y pastizal. beg Vegetación arbustiva aclarada y pastizal. g. Es Sendas o áreas aclaradas o pastizales. Vegetación mixta herbácea (carrizales y pastizales). i-iorninancia de vegetación arbustiva. Usos del suelo Zonas cuftivadas. Eriales. Areas de matorral. iiepoblaciones y viveros. Choperas. Zonas urbanas. Zonas de graveras abandonadas. Graveras. Industrias e infraestructuras. - Pequeñas huertas. EN Escombreras. . Uso recreativo. Áreas de ribera restauradas y revegetadas. ri.° Área o parcela de muestreo. Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid MAPA 4 ALCALA DE HENARES 12 Nuevo Alcalá La Rinconada o own=1nB Cuesta Zulema Cobertura vegetal de la ribera Río y vegetación mixta del borde del cauce. Vegetación arbórea aclarada y pastizal. Helófrtos (carrizales y espadanales). Vegetación arbustiva aclarada y pastizal. 11. Dominancia vegetación arbórea. Ra Dominancia vegetación arbórea/arbustiva. Sendas o áreas aclaradas o pastizales. NEVegetación mixta herbácea (carrizales y pastizales). AlDominancia de vegetación arbustiva Usos del suelo Zorras cultivadas. Foales. Graveras. ees lndustnas e infraestructuras. Ar eas de matorral. Repoblaciones y viveros. Choperas. Zonas urbanas. set Zonas de graveras abandonadas. Pequeñas huertas g i Escombreras. Uso recreativo ,,e5 Áreas de nbera restauradas y revegetadas n .° Área o parcela de muestreo. Anexos 111 i Te E —,f, T.) 1:1 .7j, 7 tt. g N e9 x 2 '¡,' e l', P.) 4: . liI o ,?, -g g2 T e 7 8 E2 g. g 4 i -3 N N II In 6 Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid MA PA 6 Espinillos TORREJÓN DE ARDOZ Cobertura vegetal de la ribera Rio y vegetación mixta del borde del cauce. \ egetauon arborea Helófitos (carnzales y espadañales). ..egetacion arbustiva aclarada y pastizal. '•,endas o áreas aclaradas o pastizales. Dominancia vegetación arbórea. Dominancia vegetación arbórea/arbustiva. aclarada y pastizal. im Vegetación mixta herbácea (carnzales y pastizales). Dominancia de vegetación arbustiva. Usos del suelo Zonas cultivadas. Graveras. Eriales. Industrias e infraestructuras. Áreas de matorral. Pequeñas huertas. Repoblaciones y viveros. Escombreras. Ime Choperas. Zonas urbanas. Zonas de graveras abandonadas. Uso recreativo. • Áreas de ribera restauradas y revegetadas. n.`" Área o parcela de muestreo. N...1 07 Anexos ::.."n,;%."\ MAPA 7 Casa del Pozo Castillo de Aldove La Carrasca El Toro Huertos de Ocio Cobertura vegetal de la ribera Ea Río y vegetación mixta del borde del cauce. Vegetación arbórea aclarada y pastizal. •-"'"1 Helófitos (canizales y espadañales). El Vegetación arbustivo aclarada y pastizal. Dominancia vegetación arbórea. Sendas o áreas aclaradas o pastizales. Dominancia vegetación arbórea/arbustiva. Vegetación mixta herbácea (carrizales y pastizales). • iláinancia de vegetación arbustiva. Usos del suelo Zonas cultivadas Graveras. Eriales. Industrias e infraestructuras. Pequeñas huertas. Áreas de matorral. Repoblaciones y viveros. MI Escombreras. Choperas. Uso recreativo. Zonas urbanas. Áreas de ribera restauradas y revegetadas. Zonas de graveras abandonadas. n.° Área o parcela de muestreo. 108 Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid MA PA 8 Instituto Laboral Agrícola Altos de la Presa 28 La Guindalera MEJORADA DEL CAMPO Cobertura vegetal de la ribera 1111 Rio y vegetación mixta del borde del cauce. ga al Helófitos (carrizales y espadariales). Dominancia vegetación arbórea Dominancia vegetación arbórea/arbustiva. la Vegetación arbórea aclarada y pastizal. Vegetación arbustiva aclarada y pastizal. Sendas o äreas aclaradas o pastizales. moil Vegetación mixta herbäcea (carrizales y pastizales). Dominancia de vegetación arbustiva. Usos del suelo /orlas cultivadas. Graveras. Eriales. Industrias e infraestructuras. Áreas de matorral. aRepoblaciones y viveros. e Choperas. Zonas urbanas. . 'ovas de graveras abandonadas. Pequeñas huertas. sia Escombreras. Uso recreativo. Áreas de ribera restauradas y revegetadas. Área o parcela de muestreo. COLECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Título 101 La Aceituna de Campo Real Variedades de la Vid en la Comunidad de Madrid Vegetación de Ribera del Río Henares en la Comunidad de Madrid "El Encín". Clima, Suelo y Vegetación • 244 CONSEJERIA 9 788445 118665 DE MEDIO AMBIENTE Comunidad de Madrid