Indicadores de Equidad Distributiva* La teoría neoclásica ha tomado el concepto de productividad marginal de los factores productivos para justificar moralmente al sistema capitalista. El pago que recibe el factor productivo no es otra cosa que el aporte que el mismo realiza para la elaboración del producto. Ahora bien, si se dejara al mercado actuar libremente este realizaría, conforme con la teoría neoclásica, una distribución equitativa entre los recursos de acuerdo a su productividad. La realidad muestra algunos o demasiados ejemplos que contradicen esta posición. Veamos algunos: Dato extraído del diario La Voz del Interior del 13/04/10. “A pesar del progreso logrado, seis de cada diez personas, entre las más pobres del mundo, siguen siendo mujeres y niñas; sólo el 16 por ciento de los parlamentarios del mundo son mujeres; y dos tercios de los niños que no asisten a la escuela son niñas. Las mujeres constituyen más de la mitad de la población mundial pero sólo poseen el uno por ciento de la riqueza mundial. El 75% de las mujeres del mundo carecen de acceso a préstamos bancarios debido a la falta de empleo permanente y de otros bienes que pueden servir de garantía.” Así surgen algunas preguntas: ¿El factor trabajo masculino es más productivo que el femenino? ¿Tienen todos los seres humanos las mismas oportunidades? ¿Ser hombre o mujer condiciona el desarrollo personal? ¿Haber nacido en un estrato social bajo disminuye las posibilidades de acceso a la educación? ¿Qué pasa con los pobres alejados de las grandes ciudades que no poseen universidades? Se podría continuar con las preguntas, pero lo llamativo es que los indicadores sociales no reflejan esta realidad. Los índices que utilizamos son coherentes con la teoría neoclásica donde muestran las diferencias como causa de las disparidades existente entre los factores y no por causa del sistema. En general estos índices señalan el estado de los recursos, por ejemplo: la desocupación hace referencia de la problemática de ciertos individuos que no poseen la capacitación suficiente para incorporarse al sistema laboral. En estos términos el problema es del individuo-persona y no de algún problema del sistema. Esta idea nos ha sido impuesta desde diferentes ámbitos, donde las cosas que nos suceden son como causa de las decisiones individuales y nunca debido a problemas del sistema. De ahí que las soluciones o recomendaciones consistan en mejorar el funcionamiento del mercado. Al aceptarse que el sistema posee problemas intrínsecos al mismo, hace faltan nuevos índices que reflejen esta situación. Los nuevos índices deben reflejar, en mi opinión, las oportunidades de los diferentes individuos. Es decir que deben mostrar las facilidades o complicaciones que existen para garantizar la igualdad de oportunidades de los individuos para conseguir una vida buena. Me parece muy interesante la propuesta de plasmar en un gráfico de radar a estos indicadores. También, los índices, deben reflejar la distribución de riesgos, siguiendo al sociólogo Ulrick Beck. Es decir que los índices deben reflejar las amenazas para la salud, la naturaleza, la seguridad, etc. a las que están expuestos los individuos. El sociólogo alemán Ulrick Beck acuño la frase “sociedad del riesgo” para hacer referencia a lo que consideraba la nueva condición de la modernidad: la presencia de amenazas para la salud y la naturaleza. Este sociólogo consideraba que en el pasado la sociedad estaba preocupada por la distribución de la riqueza, la distribución de bienes, hoy la sociedad también está preocupada por la distribución de riesgos, la distribución de males. Resumiendo: se trata de que los índices no solo reflejen, por ejemplo: la tasa de desocupación, sino que también muestren si se trata de desocupados que hace tiempo que buscan empleo, si son sustento del grupo familiar, si son egresados universitarios, si son de un estrato de bajos recursos donde los familiares no pueden ayudarlos a través de la economía de la reciprocidad, etc., etc. También deben reflejar la distribución de riesgos. Los grupos de bajos recursos no solo son los perjudicados por la distribución de los bienes, sino que también suelen tener un lugar preferente en la distribución de los riesgos; por ejemplo: la “instalación” de basurales a cielo abierto suelen estar en zonas marginales donde residen las personas más carenciadas. Tomar estos índices implica asumir que el Estado debe actuar en la economía * Aporte realizado por Carlos A. Alisio en el marco del Ciclo de Debates para Honrar el Bicentenario – INTI – Septiembre del 2010. Crítica a la teoría neoclásica. Se proponen índices sobre las oportunidades de acceso a bienes y servicios, y la distribución de riesgos.