¿QUIÉNES SON LAS ORGANIZACIONES PARTIDISTAS EN COLOMBIA HOY? Clara Rocío Rodríguez El Nuevo Ajedrez Político Clara Rocío Rodríguez Pico Phd en Ciencia Política. Coordinadora Programa Institucionalidad Política Democrática – Fundación Foro Nacional por Colombia. En el marco de las transformaciones observadas en el panorama político colombiano cada elección de nivel nacional invita a reflexionar sobre cómo se esta configurando el sistema de partidos y cuáles son los actores partidistas que sobreviven a los cambios. En este sentido, este ensayo plantea una caracterización inicial de las diversas organizaciones políticas que hoy por hoy conforman el mapa partidista en el país. Más que “cómo” juegan los jugadores interesa en este texto la reflexión sobre “quiénes” son esos jugadores. En tanto las definiciones sobre partidos políticos consideran desde variables puramente electorales hasta apuestas ideales, se acudió al criterio contemplado en la normatividad que define que solamente quienes superen un determinado porcentaje del total de votos válidos en la Cámara o en el Senado u obtengan representación a través de la circunscripción especial, podrán conseguir o mantener la personería jurídica y seguir compitiendo para elegir candidatos en cargos públicos. Once partidos lograron superar el umbral del 2% en las elecciones del 2006. De ellos sólo el Partido Social de la Unidad Nacional, el Partido Conservador Colombiano, el Partido Liberal, 55 Cambio Radical, el Polo Democrático Alternativo y el Movimiento Independiente de Renovación Absoluta, conservaron esta condición1. Los restantes cinco partidos se vieron afectados por el fenómeno de la parapolítica y debieron utilizar otras estrategias para presentarse ante el electorado. Apertura Liberal, Convergencia Ciudadana, Colombia Democrática y Colombia Viva, confluyeron en el Partido de Integración Nacional (en adelante PIN), mientras una parte de AlasEquipo Colombia se integró al conservatismo y otra, (Alas) participó en la elección pero no logró superar la barrera mínima impuesta. En relación con las circunscripciones de minorías, se observan tres tipos de procesos: En primer lugar el de Autoridades Indígenas de Colombia y la Alianza Social Indígena, que se conservan como jugadores; el del Partido Verde Opción Centro que pasa de su condición de minoría política a jugar un rol destacado, especialmente en la elección presidencial, y, finalmente, el de los movimientos de comunidades negras, Afrounincca y la Alianza Social Afrocolombiana, cuyos partidos no tendrán continuidad en el escenario político2. En adelante se utilizarán las abreviaturas, Partido de la U, PDA y MIRA. Igualmente, el término “partido” se usará en un sentido amplio que incluirá también a movimientos políticos. 2 Como resultado de la dispersión (pasan de 22 listas inscritas en las elecciones del 2002 a 27 en 2006 y 67 en 2010), de limitaciones normativas que no fo1 Julio - Septiembre / 2010 REVISTA POLÍTICA colombiana A pesar de la desigualdad en términos de la información y los análisis académicos existentes, a continuación se reflexiona sobre el carácter, desempeño electoral reciente y perspectiva de cada uno de los partidos mencionados a la luz de los resultados obtenidos en la pasada contienda3. Previamente se parte de constatar la transformación del bipartidismo y lo que ello implica en el sistema político colombiano. Los partidos tradicionales: de centro articulador del sistema a jugadores minoritarios Los partidos políticos Liberal y Conservador no sólo no estuvieron en la competencia final de la reciente elección presidencial, sino que pueden contarse entre los grandes derrotados en la primera vuelta. Esta situación, lejos de evidenciar su posible desaparición, sí es un indicador bastante elocuente de la reconfiguración que se viene dando en el sistema de partidos en el país y de las dificultades que sufren no sólo éstas sino otras organizaciones políticas, para actuar de manera coherente en las diversas contiendas electorales y dentro del sistema político en su conjunto. A diferencia de lo que sucedió en otros países de América Latina como Venezuela o Perú (Pachano, 2005, Tanaka, 2005) o como Italia en otras latitudes, en Colombia el sistema de partidos no colapsó para dar surgimiento a nuevos actores. mentan la agrupación partidista y del bajo número de votos requeridos para obtener las curules de circunscripción especial, en el 2010 la representación afro queda en manos de candidatos cercanos a actores ilegales. Uno de ellos, Yahir Acuña, de Sucre esta vinculado a “la Gata”, y otro, Heriberto Arrechea apoyado por el Movimiento Popular Unido del ex congresista Carlos Abadía es cercano a Carlos Martínez Sinisterra, hoy en la cárcel. (Ver información en Internet y MOE, 2010) Todo lo anterior lleva a plantear la necesidad de revisar esta circunscripción especial. 3 Debido a las dificultades de la Registraduría con la consolidación de los resultados electorales, toda la información de elecciones 2010 se toma de la MOE (2010), que a su vez se basa en el boletín No. 42. Julio - Septiembre / 2010 Foto Archivo Revista Poder Los partidos tradicionales siguieron teniendo una presencia importante hasta el año 2002 pese a que con la expedición de la Constitución, había sido explícita la intención de abrir el sistema político, romper la hegemonía bipartidista y dar juego a terceras fuerzas. Los permanentes diagnósticos de “crisis” después del Frente Nacional, originados en la perdida de ideología, el clientelismo y, en el caso del liberalismo, la probada financiación del narcotráfico a la campaña presidencial de 1994, tampoco llevaron a su desaparición. Más bien, plantearon una situación problemática, que en términos de Gutiérrez (2007), podría ser descrita a ritmo de bolero como “ni contigo ni sin ti”. Estudiosos del sistema de partidos han demostrado cómo, pese a la apertura del sistema político impulsado por la Carta, liberales y con56 El Nuevo Ajedrez Político servadores continuaron manteniendo tanto al nivel regional como en el Congreso, un papel predominante y en algunos casos hegemónico (Guzmán, 2002, Roll, 2005, Hoyos, 2005). Igual puede decirse de las elecciones presidenciales, definidas a favor de candidato bipartidistas hasta 1998. Pizarro (2005) comparó la persistencia del bipartidismo colombiano frente a otros sistemas de partidos donde esquemas tradicionales basados en la fragmentación liberal-conservadora desaparecieron. Encontró que mientras en otros casos el peso del estamento militar y su participación en la resolución de conflictos políticos, el caudillismo, la inmigración y el populismo, dieron paso a la creación de nuevas agrupaciones políticas, en Colombia estos fenómenos estuvieron prácticamente ausentes. Adicionalmente, señala una serie de factores explicativos de carácter interno relacionados con los propios rasgos de nuestro proceso político. Entre ellos se pueden mencionar, la paradójica combinación entre una competencia sectaria y, por lo tanto, centrífuga “fundada en un llamamiento a los sentimientos partidistas primarios” (Pág. 105) y la utilización del esquema de pactos y compromisos partidistas, caracteriza previamente como “conversaciones entre caballeros”. A ello se sumó la gran capacidad de cooptación, especialmente por parte del liberalismo, de organizaciones sociales y nuevas tendencias políticas que eventualmente podrían convertirse en competidores. Indudablemente este bipartidismo atenuado encuentra su punto de quiebre en las elecciones presidenciales del 2002, cuando Álvaro Uribe es elegido a nombre de Primero Colombia, cambiando así una tradición de más de 150 años. A partir de ese momento, los realindera57 Los partidos políticos Liberal y Conservador no sólo no estuvieron en la competencia final de la reciente elección presidencial, sino que pueden contarse entre los grandes derrotados en la primera vuelta. mientos que se dan en torno al uribismo constituyen claramente el inicio de lo que Gutiérrez (2007) ha denominado el deshielo del sistema, según el cual los partidos tradicionales pasan de ser eje central en torno al cual éste se articula, a ser jugadores más dentro del mismo. La congelación del sistema finalmente llega a su fin con la aparición de otros partidos y movimientos relevantes, pero sin implicar una desaparición completa del esquema tradicional de partidos. Un nuevo congelamiento del sistema implicaría probablemente otro pacto –implícito o explícito- entre más jugadores. En el proceso cambio los dos partidos tradicionales han tomado direcciones opuestas. Mientras la pertenencia del conservatismo a la coalición de gobierno en los últimos ocho años lo fortaleció electoral y burocráticamente, el liberalismo se vio afectado en estos dos aspectos por el largo período de 12 años en que se mantuvo como oposición. De esta forma no es extraño que el conservatismo haya aumentado su participación y que el liberalismo apenas logre mantenerse4. El partido Conservador pasa de elegir 13 senadores en el 2002 a 18 en el 2006 y 22 en el 2010. Contrariamente el liberalismo contó con 29 curules en el primero de esos años y mantuvo una representación de 17 en los dos siguientes. 4 Julio - Septiembre / 2010 REVISTA POLÍTICA colombiana Ahora bien, es de destacar que ambos partidos vivieron en este último período procesos importantes de fortalecimiento interno que, sin embargo, parecieran, haberse ido al traste con la participación en la contienda presidencial de 2010. Así, las divisiones ocasionadas por el enfrentamiento de liderazgos y de apuestas políticas entre la candidata oficial Noemí Sanín y el ex ministro Andrés Felipe Arias, han llevado en el conservatismo a desconocer directivas de la dirigencia del partido. En cuanto al liberalismo lo más notable es que a raíz del bajo respaldo obtenido en las urnas por el candidato Rafael Pardo, -consecuencias entre otras del deslizamiento de los parlamentarios del partido hacía las toldas del candidato del uribismo- abandona su condición de oposición para integrarse a la coalición del presidente Santos, candidato de la continuidad. Este viraje, entendible en términos de estrategia de supervivencia y de aprovechamiento de un salvavidas lanzado por un antiguo copartidario con identidades derivadas de su tradición liberal, puede desfigurar la imagen del partido ante sus militantes, especialmente del sector de la social-democracia y ante el electorado en general. Ahora bien, adicional a lo anterior, la ingeniería constitucional también contribuye a explicar las transformaciones recientes en el sistema de partidos. Las exigencias en términos de lista única, umbrales y cifra repartidora de la reforma política del 2003 modifican las reglas de juego para el ejercicio de la política y desincentivan el personalismo y la fragmentación, características del período comprendido entre En la Cámara los resultados son de 21 en 2002, 30 en 2006 y 37 en 2010 para el conservatismo y de 54, 39 y 35 para los liberales en los mismos años (Información de Congreso Visible 2010). La tendencia es similar en el nivel territorial. El liberalismo se mantiene en Asambleas y Concejos, pero pierde su mayoría en términos de gobernaciones, a la vez que los conservadores lo superan en el número de alcaldías ganadas (Rodríguez, 2008). Julio - Septiembre / 2010 la expedición de la Constitución y el 2006, cuando la reforma es aplicada por primera vez en elecciones de nivel nacional5. La transformación del mapa político en el 2010 deja vigentes las organizaciones que se describirán a continuación6. Aunque algunas de ellas tienen aún una corta vida y poco peso electoral, es posible afirmar que el esquema de sistema de partidos como tal difícilmente volverá a ser el mismo y que hoy se perciben más nítidamente los rasgos de un sistema multipartidista, si bien en transformación. AICO y ASI: la presencia indígena en el mapa político nacional El pluralismo y el multiculturalismo expresado en la Constitución de 1991 han generado un acumulado en materia de participación política indígena, que representa un cambio notable en las relaciones entre el Estado y un actor social que previamente contaba con organizaciones sociales fuertes y con una importante experiencia de lucha por sus derechos. A diferencia de las múltiples iniciativas que fueron “flor de un día”, las organizaciones políticas indígenas han logrado conservar su identidad mostrando crecimiento y permanencia. Están vigentes actualmente la Alianza Social Indígena, ASI y Autoridades Indígenas de Colombia, AICO, las cuales eligieron en el 2010 cada una un representante en la circunscripción especial a Senado. Ambas han logrado establecer unos nichos electorales claros de El número de listas en competencia y el número de partidos con personería jurídica testimonian esta fragmentación, que llevó a que Colombia fuera caracterizada por polítólogos y consultores internacionales como “el sistema más personalista del mundo” (Pizarro, 2001). 6 La presentación se realizará en orden cronológico de aparición y/u obtención de la personería jurídica. 5 58 El Nuevo Ajedrez Político población indígena en sus zonas de origen e influencia, a la vez que cuentan con respaldo en el voto de opinión, especialmente urbano. Para ello combinan reivindicaciones propias y el rescate de la sabiduría y tradición, con temas nacionales tales como la paz, la democracia y el medio ambiente (Laurent, 2005, Peñaranda, 2002). Junto con el desmovilizado Alfonso Peña Chepe del Quintín Lame, la representación indígena a la Asamblea Nacional Constituyente estuvo a cargo de Francisco Rojas Birry de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, y de Lorenzo Muelas, de AICO, quienes, buscando “el derecho a la diferencia en medio del discurso homogeneizador del Estado colombiano” (Escobar, 2005), inician la transformación de la idea de la no intervención en formas convencionales de participación política. La ASI surge en 1991 como disidencia de la ONIC debido a la inconformidad de dirigentes y organizaciones regionales frente a la designación de Gabriel Muyuy como candidato para el Senado en 19917. A excepción de 1994 donde se presenta dividida entre los candidatos Rojas Birry y Jesús Piñacué, ha tenido participación en el senado en todas las elecciones efectuadas a partir de 1991, e incluso como ocurrió en 1998 ha logrado contar con dos representantes, uno de ellos elegido por circunscripción ordinaria. En el 2007 la ASI obtuvo un gobernador, 16 alcaldes, 13 diputados y 410 concejales, logros que se deben tanto a su fuerza propia en algunas zonas, como a su apertura a realizar Muyuy fue senador elegido por la ONIC en 1992. La decisión de esta organización de no continuar participando en elecciones y reforzar el trabajo comunitario, lo lleva a formar el Movimiento Indígena Colombiano, a nombre del cual es elegido en 1994, pero no en 1998. Pese a haber demandado con éxito al candidato elegido por AICO por no cumplir los requisitos de edad exigidos por la Constitución, no obtiene la curul, con lo cual el Movimiento desaparece del panorama nacional. 7 Foto Archivo Revista Poder 59 Julio - Septiembre / 2010 REVISTA POLÍTICA colombiana Existen igualmente fracciones y diversas miradas frente a los problemas, así como contradicciones internas entre los movimientos y sus dirigentes, y los representantes políticos, los cuales en ocasiones reproducen prácticas personalistas o se distancian de las directrices de la organización. alianzas y a brindar avales a candidatos cercanos8, lo cual refleja el propósito de gestionar un proyecto alternativo con otros sectores del movimiento popular. Sin embargo, en las pasadas elecciones esta apertura generó una fractura importante entre quienes quieren apostarle a un movimiento independiente que integre otros sectores (para lo cual incluso intentaron el cambio de nombre) y quienes optan por mantener el legado indígena. El movimiento tiene pendiente el balance sobre este proceso, incluyendo el acuerdo con Compromiso Ciudadano de Fajardo para lanzar listas conjuntas a la Cámara. Ello podría llevar incluso a la división de la ASI o al retiro de los indígenas de un eventual movimiento independiente (La Silla Vacía. La Alianza Social Indígena entre su pasado y su futuro www. lasillavacia.com/printdpf/historia/3613). En claro contraste con este planteamiento, AICO, surge contra el carácter gremial de las organizaciones indígenas, contra la presencia de dirigentes no indígenas y contra cualquier Múltiples, ejemplos dan cuenta de esta apertura: el acompañamiento de Jesús Piñacué como vicepresidente de Antonio Navarro y de Gerardo Yumi en la lista para senado que éste encabezó en el 2002, el aval a las alcaldías de Mockus y Fajardo, la alianza con la Franja Amarilla que llevó a Gustavo Álvarez a la gobernación del Valle y que le dio una importante votación a Piñacué en 1998, el apoyo, junto con AICO al líder guambiano Floro Alberto Tunubalá, para ser 8 elegido como gobernador del Cauca, etc. Julio - Septiembre / 2010 ingerencia externa. Se define como “el movimiento político de autoridades tradicionales indígenas y solo ellas y los representantes de las comunidades son reconocidos como miembros plenos. De allí que en sus objetivos se orienten fundamentalmente a apoyar la autonomía y las formas propias de gobierno de las comunidades indígenas y no pretenda representar a otros sectores” Peñaranda, 2002, 155). Al respecto plantea un sistema rotativo entre los diferentes pueblos que la integran para nombrar los líderes que conformarán las listas y participarán en instancias institucionales (Escobar, 2005). Desde 1991 han tenido representación en el senado y en ocasiones en la Cámara de Representantes, a la vez que a nivel territorial obtienen logros nada despreciables. La experiencia en la representación indígena ha puesto de presente la diversidad y la etnicidad y les ha permitido avances regionales y nacionales. Subsisten tensiones relacionadas con la dificultad para tener algún impacto en corporaciones donde son minoritarios y donde requieren participar en coaliciones que terminan desdibujándolos. Existen igualmente fracciones y diversas miradas frente a los problemas, así como contradicciones internas entre los movimientos y sus dirigentes, y los representantes políticos, los cuales en ocasiones reproducen prácticas personalistas o se distancian de las directrices de la organización. Por último, se presentan divergencias entre quienes ven en la participación electoral una posibilidad, y quienes por el contrario, consideran que es una forma de perder autonomía frente al Estado. 60 El Nuevo Ajedrez Político Foto Archivo Revista Poder Cambio Radical: disidencia liberal y oposición a la reelección que se mantiene El interés de renovar la política que perciben como influenciada por las mafias y el narcotráfico en el gobierno Samper, motivó en 1998 a un grupo de dirigentes liberales a organizar una disidencia del Partido Liberal y a apoyar la candidatura de Andrés Pastrana en contra de la continuidad gubernamental representada en el candidato Horacio Serpa. Dicho movimiento, que intenta darle continuidad al ideario de Luis Carlos Galán, adopta el nombre de Cambio Radical en el año 2000. El peso del ex senador y candidato presidencial Germán Vargas Lleras dentro de la colectividad lleva a que Medellín y Tarquino (2007) hayan señalado que la supervivencia del par61 tido puede depender de la supervivencia del líder político, en una tipología realizada con base en los porcentajes obtenidos por cada uno de los candidatos a Senado en el 2006. En este sentido, es posible afirmar que al realizar el balance de lo ocurrido en las elecciones del 2010 se observa que tanto el partido como su líder lograron superar adecuadamente la perdida de burocracia y de apoyos parlamentarios y electorales que le ocasionó el oponerse al referendo reeleccionista y dejar de hacer parte de la coalición uribista. Cambio logra elegir 8 senadores y 15 representantes9, a la vez que el tercer lugar en la primera vuelta presidencial con 1´471.377 votos, después de una campaña en que tanto el programa como el candidato lograron reconocimiento en la opinión públiEn el 2006 había elegido 15 senadores y 20 representantes aunque término la legislatura con 12 y 14, respectivamente debido al paso de 9 de sus parlamentarios a las filas uribistas como efecto de la reforma política del 2009. 9 Julio - Septiembre / 2010 REVISTA POLÍTICA colombiana ca. Lo anterior le dio juego político al partido para ingresar a la coalición de gobierno planteada por el presidente Santos, e incluso puso a Vargas Lleras a sonar en la baraja de posibles ministros. Contradictoriamente, esta situación lo ubica como un competidor de peso en el 2014. El MIRA: Ejemplo del pluralismo contemplado en la Constitución de 1991 El MIRA ha sido la única de las organizaciones religiosas no católicas aparecidas después de la expedición de la Carta en 1991, que logró sortear con éxito las exigencias de la reforma política del 200310. Ligado a la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, involucra como elemento fundacional una figura carismática, la de María Luisa Piraquive de Moreno, que mediante la utilización de la profecía asume la tarea de liderar el proyecto de Dios en la tierra, utilizando para ello la política como Mientras el Movimiento Nacional Cristiano decidió hacer una alianza con Cambio Radical que le permitió elegir a Claudia Rodríguez de Castellanos como senadora en el 2006, el C4, de Jimmy Chamorro le apostó a la independencia, pero no logró sobrepasar el umbral. 10 En la medida en que los dirigentes del partido logran trasladar su capital religioso al campo político, a la vez que consiguen que los seguidores se involucren en la tarea de dar a conocer el mensaje de la iglesia, es de suponer que esta base de fieles es el factor determinante en los resultados electorales descritos. Julio - Septiembre / 2010 uno de los instrumentos disponibles (Cepeda, 2006, Sánchez, 2010). El movimiento, creado en el año 2000 mediante recolección de firmas, reivindica la necesidad de purificar la política e integrar la ética cristiana a todas las esferas de la vida social, lo cual mantiene a través de su independencia partidista y evitando alianzas con otras agrupaciones políticas. Su propio nombre, Movimiento Independiente de Renovación Absoluta, refleja claramente estas dos características. Se establece como una organización no confesional que no impulsa temas de orden religioso, aunque por su propio carácter se ubica en el ala conservadora en debates tales como el aborto, el reconocimiento de derechos a parejas del mismo sexo o la penalización de la dosis mínima. Ha abanderado temas internacionales y especialmente aspectos de orden social, dirigidos a favorecer a los grupos más vulnerables (madres cabeza de familia, jóvenes, desempleados, desplazados, inmigrantes, etc.) donde encuentra sus principales seguidores. No es, por lo tanto, una organización que pueda ubicarse con acierto en el espectro uribismo o antiuribismo. Sin dejar de ser un partido pequeño, en términos electorales el MIRA muestra una tendencia ascendente en su participación electoral. Su primera curul la obtiene Carlos Baena, elegido Concejal de Bogotá para el período 2000-2002. Esta curul se mantiene en las elecciones del 2003 y se amplia a un concejal más en la corporación capitalina. En ese mismo año el Movimiento obtiene 53 curules para asambleas y concejos en distintas ciudades y regiones del país (Cepeda 2006), mientras en el 2007 obtiene su primera alcaldía. A nivel na62 El Nuevo Ajedrez Político Foto Archivo Revista Poder cional, en el 2002, alcanza una curul en el senado a nombre de Alexandra Moreno Piraquive, hija de la pastora María Luisa Piraquive, y logra ampliar su participación a dos senadores y una representante a la Cámara en Bogotá en las elecciones del 2006 y 2010. Estos resultados indican que el MIRA ha logrado competir en el marco de las nuevas normas, superando incluso a figuras reconocidas como los ex alcaldes Mockus o Peñalosa. Lo ha hecho, además, prescindiendo de la utilización del voto preferente, que como se sabe es una estrategia que resulta electoralmente exitosa11. A diferencia de otros partidos como el POLO, que no tienen una base regional más o menos homogénea (Basset, 2008), el MIRA ha logrado extenderse a lo largo y ancho del país, prácticaEl Movimiento mantiene una estructura centralizada, en el que las listas cerradas resultan funcionales y permiten a sus directivas tener control sobre sus candidatos. Esto explica que, junto al PDA y los movimientos indígenas, el MIRA ostenta el honor de no tener ninguno de sus representantes vinculado con la parapolítica. 11 63 mente triplicando su votación entre el 2002 y el 2006 y mostrando notable niveles de crecimiento en zonas periféricas (Sánchez, 2010). Avanza igualmente en términos del apoyo de colombianos en el exterior utilizando una estrategia de expansión hacia los países con más emigrantes. En la medida en que los dirigentes del partido logran trasladar su capital religioso al campo político, a la vez que consiguen que los seguidores se involucren en la tarea de dar a conocer el mensaje de la iglesia, es de suponer que esta base de fieles es el factor determinante en los resultados electorales descritos. Sin embargo Sánchez (2010) encontró que no necesariamente hay una relación proporcional entre unos y otros, sino que más bien responde a una estrategia de trabajo social y de inclusión de sectores vulnerables a los cuales su pertenencia al partido les reporta beneficios. Julio - Septiembre / 2010 REVISTA POLÍTICA colombiana Las mujeres que cuentan con la posibilidad de capacitarse en oficios productivos o los jóvenes que se han tomado los Consejos de Juventud en Bogotá y que ven la posibilidad de realizar una carrera política en el Movimiento, son un buen ejemplo de ello. Estudiosos del tema plantean la paradoja de que siendo un movimiento surgido de la tendencia a ampliar la democracia, mantiene algunos elementos propios de la cultura política tradicional como el clientelismo, en este caso de bienes de salvación por votos, o el nepotismo. Contraria a esta apreciación, Sánchez (2010) afirma que en el último periodo parecen evidenciarse algunos indicios de democratización interna expresados en la apertura a la participación de nuevos liderazgos en las listas, especialmente de aquellos que han pasado por las Escuelas de Formación Política del Movimiento, y a la utilización del método cremallera para garantizar la inclusión de una mujer por cada hombre inscrito en sus listas. Estas y otras medidas de apertura a la participación política de la mujer lo ubican en el primer lugar en el ranking efectuado por la ONU para valorar la apertura de los partidos al respecto. Por su propio carácter el MIRA se constituye en una apuesta de minorías por lo que su capacidad de incidencia política tiende a encontrar un techo para proyectarse a nivel nacional. A la vez es mínima su posibilidad de convertirse en un partido relevante dentro del sistema político en términos de alterar la competencia electoral o de incidir en alguna de las coaliciones dentro del Congreso. Su principal reto será entonces crecer para sobrepasar el umbral al 3% previsto para el 2014, sin afectar su coherencia política. La izquierda democrática: de su imposibilidad histórica como tercer partido al difícil esfuerzo por su consolidación Tanto la reforma política del 2003 como la identidad como oposición a un bloque de deFoto de archivo. Julio - Septiembre / 2010 64 recha que se consolida alrededor del gobierno, incentivan la continuidad en el proceso de unidad de la izquierda legal y democrática, permitiendo que, en el año 2005, confluyan en el PDA diferentes corrientes y procesos políticos agrupados en el Polo Democrático Independiente (PDI)12 y Alternativa Democrática (AD)13 y provenientes de sectores independientes14. Estas características de su conformación evidencian una primacía de lo político sobre la articulación con actores sociales, lo que se presenta en claro contraste con otros países de América Latina donde la izquierda ha estado fuertemente ligada a activos movimientos sociales (Rodríguez, 2005). La unidad de la izquierda le supuso claros logros electorales, si se le compara con las elecciones previas en las que se presentaron separados (Basset, 2008) y con su trayectoria histórica en general. En el 2002 “Lucho” Garzón a nombre del PDI obtiene 680 mil votos, el 6,15% de votos válidos a la presidencia y en el 2006 Carlos Gaviria representando ya al PDA alcanza 2,6 millones de votos, el 22% de la votación, lo que le permite obtener el segundo lugar y superar al candidato liberal en la contienda. A su vez su representación en el Congreso es destacada tanto en términos nuEntre ellos se cuentan: Vía Alterna liderada por anteriores miembros del M19 (Antonio Navarro y Gustavo Petro); Partido Socialdemócrata (Jaime Dussán), ANAPO (Samuel Moreno); Partido del Socialismo Democrático donde confluyeron activistas de derechos humanos y de ONG, líderes políticos provenientes del liberalismo, como Guillermo Alfonso Jaramillo, del conservatismo como Hugo Ernesto Zárate y de los procesos de paz de la CRS, el EPL, y el PRT; la CGT (Julio Roberto Gómez); organizaciones de mujeres y de LGBT; sectores indígenas provenientes de la ASI (Gerardo Jumí y Rojas Birry), y organizaciones viviendistas, comunales y sectores populares (Villarraga, 2009, 31). 13 Según Villarraga, AD agrupa al Partido Comunista (Jaime Caicedo); el MOIR (Jorge Robledo); el Frente Social y Político (Carlos Gaviria); Unidad Democrática (Luis Carlos Avellaneda); el Movimiento Ciudadano (Padre Bernardo Hoyos); Presentes por el Socialismo y otros sectores especialmente s 12 sindicales y líderes populares (2009, 31). Entre los que se destacan Parmenio Cuéllar y María Emma Mejía provenientes del liberalismo, Angelino Garzón, ex dirigente de la UP y de la AD M19, y Lorenzo Muelas de sectores indígenas. (Villaraga, 2009, 31). 14 65 Foto de archivo. méricos como por el papel jugado por diversos de sus Congresistas. Los triunfos en la alcaldías de Bogotá en 2003 y 2007 y los avances en el Concejo, son también logros incuestionables, aunque pusieron al partido en la necesidad de gobernar y, simultáneamente, constituirse, a diferencia de lo que ocurrió en la experiencia brasilera con el PT y la uruguaya con el Frente Amplio, que “pasaron por procesos de organización y consolidación de varios años antes de acceder a cargos de importancia política” (Rodríguez, 2005, 195). Pese a ocho años desempeñando el papel de oposición, la izquierda se mantiene en las pasadas elecciones aunque su participación baja de 11 a 8 senadores y de 9 a 4 representantes. Julio - Septiembre / 2010 REVISTA POLÍTICA colombiana Foto de archivo. Por su parte Gustavo Petro obtuvo 1´329.512 sufragios, muy por encima de lo pronosticado en las encuestas, siendo, en general muy bien valorada su participación en los debates y sus planteamientos programáticos. El desempeño del PDA ha estado acompañado de vicisitudes originadas principalmente en las diferencias de las fracciones radical y moderada existentes a su interior y de las posiciones adoptadas frente a variados temas, especialmente por concepciones estratégicas de los “aperturistas” y los “cohesionistas” dentro del partido (Basset, 2008), las cuales ocasionan dificultades para la toma de decisiones y para la acción política. De otro lado la aceptación de Angelino Garzón como formula vicepresidencial del presidente electo llevó a que sectores dentro del Polo provenientes del sindicalismo, se desplazaran hacía la coalición de gobierno. Julio - Septiembre / 2010 El manejo de las divisiones internas que en ocasiones parecen insalvables y que dependen del peso de cada fracción dentro del Partido, el impacto que la baja aceptación que según las encuestas registra la gestión de Samuel Moreno en Bogotá y las condiciones en que pueda desarrollar su papel como único partido claramente de oposición en el contexto de la propuesta de unidad del presidente Santos y ya sin sus congresistas estrellas, son retos del Polo en la presenta coyuntura. Los verdes: de partido minoritario a iniciativa en proceso de construcción Sin duda el partido Verde Opción Centro fue el principal fenómeno político en las elecciones presidenciales del 2010 y los 3´588.819 votos obtenidos por el candidato Antanas Mockus, 66 El Nuevo Ajedrez Político así como los 5 congresistas elegidos a su nombre, constituyen un capital político nada despreciable a futuro. Paradójicamente el partido que en la campaña electoral se presentó como adalid de la legalidad y la renovación, fue creado con el nombre de Opción Centro por dos ex militantes del M19, Héctor Elías Pineda y Carlos Ramón González, y con el aval del hoy condenado ex senador de Convergencia Ciudadana, Luis Alberto Gil. El mantener su personería jurídica en el 2006 al obtener la curul designada a las minorías políticas, le permitió presentarse con relativo éxito en las elecciones territoriales del 2007 y ganar las gobernaciones del César y Boyacá y la Alcaldía de San José del Guaviare. Una vez adicionado a su nombre el calificativo de “Verde” en un proceso interno que pretendió representar una ruptura con Convergencia Ciudadana, el partido se vuelve atractivo para diversos actores políticos, enfrentados a la realidad de requerir un aval para participar en la contienda electoral. Así, la prensa registró los “coqueteos” realizados con Sergio Fajardo, Noemí Sanín y los tres ex alcaldes bogotanos, que son quienes finalmente lo capitalizan para las elecciones del 2010, aprovechando además su imagen neutra frente a la opinión pública, desligada de fenómenos como la parapolítica u otras irregularidades que han salpicado a muchos partidos en el último periodo. De esta manera pudieron imprimir un sello característico que abanderó temas como la lucha contra la ilegalidad y el carácter sagrado tanto de la vida como de los recursos públicos. Con propuestas que se podrían ubicar en el centro del espectro político, el Partido Verde logró canalizar el inconformismo de buena parte de la ciudadanía con el proyecto uribista. 67 En la actualidad el partido tiene el reto de constituirse como organización política, más allá de la coyuntura electoral, y consolidar su apuesta programática derivando los aportes realizados al respecto por académico e intelectuales que se sumaron a la ola verde. Las elecciones del 2011 serán una prueba de fuego. Por otra parte, superar las posibles discrepancias internas derivadas de la heterogeneidad y las diferencias entre sus dirigentes, incluyendo seguramente aquellas que se presenten con los fundadores del partido, y demostrar su capacidad de incidencia en el Congreso con una bancada que va a tener poco margen de maniobra, son igualmente desafíos importantes para este proyecto político. El Partido Social de la Unidad Nacional: el ganador en el corto plazo Los antecedentes del surgimiento de la U se encuentran en el Nuevo Partido, creado en el año 2003 para rodear el proyecto uribista. Para las elecciones del 2006, un grupo conformado por 17 senadores y 27 representantes a la Cámara, liderados por el hoy presidente electo Juan Manuel Santos, se unen para apoyar la reelección presidencial y derrotar a la oposición. Según información consignada en su página Web, la U se considerara el “principal y legítimo agente integrador de quienes defienden la Política de Seguridad Democrática, la principal y más relevante postura ideológica y política de la reciente historia del país”. Esta condición de partido basado principalmente en el carisma de la persona que motiva su configuración, generó una integración bastante heterogénea, que dificultó su organización y Julio - Septiembre / 2010 REVISTA POLÍTICA colombiana que hizo que figuras como Gina Parody o la exministra Martha Lucía Ramírez se sintieran incomodas en sus filas, más aún en la medida que algunos de los dirigentes de la colectividad se vieron envueltos en diverso tipo de escándalos. Sin embargo, la situación anterior no impidió el logro de importantes éxitos electorales que se han reflejado en la obtención del mayor número de senadores en las elecciones del 2006 y 2010 (20 y 28 respectivamente) y que le permitieron pasar de 29 representantes a la Cámara en el 2006 a 47 en la pasada elección. De hecho, fue el partido que más se benefició con el transfuguismo permitido transitorio por la reforma política del 2009, aumentando en 18 el número de parlamentarios que conformaban su bancada. el protagonismo de la figura carismática que lo inspiró y dónde tanto la apuesta del presidente electo por la Unidad Nacional como la perdida de peso en la agenda del tema de la Seguridad Nacional que lo catapultó, pueden restarle juego en el escenario político. El PIN: la ilegalidad en cuerpo ajeno Ganancias electorales -derivadas del peso de la coalición de gobierno y la capacidad de gestionar normas que los favorecieron- se reflejan también en el aumento del porcentaje de colombianos que simpatizan con el Partido, con lo que se cambia una tendencia que consistentemente ponía al liberalismo en el primer lugar de las preferencias. La última versión del Barómetro de las Américas, encontró que un 31.3% siente afinidad por la U, vs. un 28,1% que se identifica con el liberalismo (LAPOP, 2010, 165, 166). La coalición de gobierno en el Congreso de la República no emitió una normatividad oportuna para exigir responsabilidad política y sancionar partidos implicados en la parapolítica como Colombia Democrática, Colombia Viva o Convergencia Ciudadana. En lugar de desaparecer como resultado del escándalo, sufrieron un proceso de transformación, tendiente a garantizar la continuidad en el poder de actores cercanos a los enjuiciados. La participación desde la cárcel de Dief Maloof y Vicente Blel, así como de otros ex políticos investigados por la Corte Suprema de Justicia, para cambiar de nombre, estatutos, eslogan, etc, a Colombia Viva y convertirla en Alianza Democrática Nacional, ADN, fue atajada por el Consejo Nacional Electoral que canceló provisionalmente su personaría jurídica. En el estudio ya mencionado de Medellín y Tarquino (2007), lo clasifican como una organización estructurada “en torno al caudal electoral que tengan cada uno de los cuadros reclutados como miembros”, es decir un partido de cuadro electoral al estilo de lo planteado por Duverger. Esta situación de sumatoria de capitales electorales a una estrategia que se percibió como ganadora, puede ser la máxima debilidad del partido, más aún en un contexto en que seguramente disminuirá notablemente No ocurre lo mismo con el Partido de Integración Nacional (PIN), que a través del cambio de nombre y el uso de la personería jurídica de Convergencia Ciudadana, acoge a integrantes de ADN (en un proceso, que según la revista Semana, provino de una negociación entre varios de sus representantes y Luis Alberto Gil, preso en La Picota), y presenta listas a las elecciones al Congreso conformadas por candidatos de diversas corrientes cuestionados por sus cercanía, relaciones de consanguinidad o Julio - Septiembre / 2010 68 El Nuevo Ajedrez Político Foto de archivo. alianzas con políticos implicados. De esta forma logra obtener el cuarto lugar en la votación al Senado, superando en una curul al PDA y a Cambio Radical, con lo cual ocupará 9 escaños. Obtiene igualmente 11 representantes en la Cámara, así como cercanía con los elegidos a las curules destinadas a los afrocolombianos15. El apoyo obtenido por el PIN pone de presente cómo el enfrentar la cooptación de la política por parte de la ilegalidad sigue siendo un reto de primer orden para la sociedad colombiana. A manera de conclusión Apartándose de una mirada normativa sobre el deber ser de los partidos políticos, el presente artículo realizó una descripción, todavía preliminar y exploratoria, sobre las organizaciones políticas presentes hoy en Colombia, las cuales son jugadores plenos en la competencia políti15 La MOE (2010) presenta un análisis de la relación de los candidatos elegidos a nombre del partido con políticos vinculados con actores ilegales. 69 ca según la normatividad existente y pueden utilizar los recursos con que cuentan para hacer valer sus apuestas y para proyectarse hacía futuras contiendas, la más cercana de ellas, las elecciones territoriales del 2011. Se presentó información –si bien desigual e incompleta- en torno a una dimensión relevante en el análisis del sistema de partidos tendiente a identificar divisiones socio-estructurales fundamentales de la sociedad que dan surgimiento a los partidos como organizaciones que representan “partes” de la multiplicidad de intereses existentes (Bartolini 1994). Se observa una transformación relevante en términos del sistema de partidos, con la perdida de peso del bipartidismo y la aparición de una serie de agrupaciones de tamaño mediano y pequeño con una diversidad importante entre ellas, que pasa desde la agrupación de identidades de minorías (indígenas, religiosas) hasta los movimientos independientes y de izquierda, los ligados a la ilegalidad y aquellos derivados de los partidos tradicionales. Tanto Julio - Septiembre / 2010 REVISTA POLÍTICA colombiana tradicionales como nuevas agrupaciones presentan cada uno sus propios retos para sobrevivir y para cumplir sus responsabilidades en materia de representación política. El ejercicio realizado deja más interrogantes que respuestas para profundizar en términos académicos en el estudio de los partidos políticos y para derivar de allí implicaciones prácticas sobre cómo mejorar y democratizar las organizaciones políticas existentes. Además de preguntas sobre la dinámica interna y el perfil ideológicos o programáticos de estas agrupaciones, quedan en el tapete aspectos relacionados con su peso en el sistema, su capacidad de ser jugadores relevantes en términos electorales y de incidencia en la coalición gubernamental o de oposición y, sobretodo, el tipo de multipartismo hacía el que estamos caminando y las limitaciones que nuestras propias dinámicas políticas plantean para profundizar la democracia en Colombia. lamentarias en Colombia en la década de los noventa. Universidad Nacional de Colombia, Honrad Adenauer Stiftung. P.P.207 – 245. 6. HOYOS, Diana (2005). Evolución del sistema de partidos en Colombia, 1972 – 2000, una mirada local y regional. En: Análisis Político, No. 55, IEPRI – Universidad Nacional. Bogotá, septiembre/ diciembre. PP 45-59. 7. GUTIERREZ, Francisco (2007). ¿Lo que el viento se llevó?: Los partidos políticos y la democracia en Colombia 1958 – 2002. Bogotá: Grupo Editorial Norma Vitral. 8. 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