El boxeo y otros deportes de ayer

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El boxeo y otros deportes de ayer
A finales del siglo XIX el boxeo no solo
se popularizaba sino que además
sistematizaba las reglas de una actividad
que a través de los siglos había estado
presente en todas las civilizaciones.
El pugilato se practicó entre los
egipcios, en Micenas, en los pueblos
mesopotámicos y en el año 688 AC se
incorporó a los XXIII Juegos Olímpicos
de Grecia. Se difundió por el mundo y en
1743 hubo una incipiente codificación de
las normas que más tarde estableció en
forma definitiva el Barón de Queensberry
en el año1889. En ese mismo año el
púgil norteamericano John L. Súllivan
impuso el uso de guantes ya que la
pelea sin ellos dejó de ser aceptada. Por
lo tanto fueron los ingleses, como en el
fútbol, quienes dieron las normas básicas
de este deporte que también llegó a
estas tierras.
En nuestro país, el boxeo se practicaba
en lugares cerrados al público general.
En los clubes privados se dedicaban
a él algunos amantes de este deporte,
aún casi desconocido como tal por la
mayoría. En 1899, Jorge Newbery logró
el primer campeonato pero incluso hasta
los años 20 de nuevo siglo el box era una
actividad no demasiado extendida.
Luis Ángel Firpo, el “Toro Salvaje de
las Pampas”, fue sin duda el que inició
una larga secuencia de deportistas que
llevaron al box argentino a los lugares
más altos. Es imposible no recordar
la pelea en Nueva York de Firpo y
el norteamericano Jack Dempsey
celebrada el 14 de septiembre de 1923,
y a la que se llamó “la pelea del siglo”,
en la que el argentino sacó del ring a
su rival no bien iniciado el combate.
El diario “La Prensa” lo celebró
estruendosamente con su poderosa
sirena y desde el recién inaugurado
edificio Barolo, sobre la Avenida de
Mayo, se hacían señales luminosas
desde su faro de 300.000 bujías para
informar con distintos colores de luz
las alternativas del encuentro. Firpo no
ganó, muchos dicen que injustamente.
“Vino la pelea Firpo Dempsey y en cada
casa se lloró y hubo indignaciones
brutales, seguidas de una humillada
melancolía casi colonial (…)”, escribió
Julio Cortázar en su cuento Circe. Pero
a pesar de esa derrota, Firpo quedará
siempre en la historia del box nacional.
La década del ‘50 fue una de las más
gloriosas de este deporte. Los sábados
por la noche, el entorno del estadio
Luna Park, el templo indiscutido en el
que el box se instaló al dejar los clubes
de barrio como el mítico Almagro
Boxing Club entre otros, se convertía
en una fiesta. Y así el boxeo se difundió
hasta constituirse junto con el fútbol y
el automovilismo en los deportes más
populares del siglo XX.
José María Gatica, “el Mono”, fue el
ídolo de esos años junto a Alfredo
Prada, su rival de memorables peleas,
en aquellos años de gobierno peronista
para el cual el deporte era primordial.
Gatica llevaba en su bata el retrato de
Evita para que no quedaran dudas de
su pertenencia.
A través de los años surgieron
boxeadores que se destacaron no
solo en el deporte sino también por
su vida privada, como sucede con los
ídolos populares. “Pascualito” Pérez,
Nicolino Locche, Oscar Natalio “Ringo”
Bonavena y los ravioles de su madre
doña Dominga, Carlos Monzón con sus
romances y tragedias etcétera.
Esta muestra que exhibe en el Museo
de la Ciudad se ha podido realizar
gracias al aporte de la colección que ha
logrado reunir Sergio García a lo largo
de muchos años, y que hoy la comparte
con nosotros. No constituye una historia
pormenorizada del box en Buenos
Aires, sino que a través de una serie
de objetos y fotografías se rememoran
momentos y protagonistas de ese
deporte. En esta exposición nos pareció
oportuno también mostrar aspectos
de otras disciplinas que despertaron la
adhesión de muchos seguidores con el
objeto de dar un panorama general de
esos deportes en el siglo XX.
Eduardo Vázquez
Director del Museo de la Ciudad
Junio de 2011
XXXXXXXXXX.
Que no es una hierba
sino un frondoso árbol.
Bata Guillermo
Gimenez.
Que no es una hierba
sino un frondoso.
Luis Ángel Firpo.
Que no es una hierba
sino un frondoso.
Guantes de boxeo.
Que no es una hierba
sino un frondoso.
Todo comenzó así
Yo conocía a Ángel Prada, hermano
de Alfredo Prada rival de José María
Gatica. Un día le pregunte a don Ángel si
tenía algún guante de su hermano para
obsequiarme. Pasaron varios meses,
ya ni me acordaba, cuando lo veo
nuevamente a don Ángel y me dice: “Mirá
lo que tengo para darte”, y se aparece
con un guante de la mano derecha, del
año 1950, que había utilizado por su
hermano. ¡Sentí una inesperada emoción!
Cuando me retiré de su casa, de camino
hacia la mía, miraba el guante y pensaba
cuántas cosas hay detrás de un guante.
Ganas de ser campeón, sacrificios,
sueños, alegrías, tristezas e historias
inimaginables que pueden pasar por la
vida de un boxeador. Con esa sensación,
me dije: “Voy a ponerme a coleccíonar
guantes de box”.
Así nació todo.
Al principio me costó, pero poco a
poco empecé a relacionarme con el
mundo boxístico y a reunir guantes y
pertenencias de boxeadores de todas
las épocas. De esta manera fueron
conociéndome como “El Coleccionista”.
Realicé exposiciones itinerantes y eso me
facilitó que me llegaran muchisimas otras
pertenencias. Es así como hoy poseo
guantes, batas, botas, pantaloncitos,
guantines, cabezales, coquillas,
medallas, trofeos, plaquetas, estampillas,
credenciales, entradas de peleas, partes
de ring, entre otras cosas. Ya hace
muchos años que ser coleccionista de
guantes y otros objetos se convirtió
para mí en una pasión. Actualmente, mi
proyecto es instalar un museo y lograr un
hall de la fama argentino.
Sergio García
[email protected]
El boxeo y otros
deportes de ayer
23 de junio al 25 de septiembre de 2011
Imagen de tapa: José María “el Mono” Gatica. Tapa de “El Gráfico”, año 1946.
Museo de la Ciudad
Defensa 219 | 223. Alsina 412
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
4331.9855 | 4331.4442
[email protected]
Lunes a viernes de 11.00 a 19.00
Sábados, domingos y feriados de 10.00 a 20.00
www.museodelaciudad.buenosaires.gob.ar
El boxeo y otros
deportes de ayer
Exposición
junio / septiembre 2011
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